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La Gnoseología en el proceso del aprendizaje

Conceptos Generales

LA GNOSEOLOGIA
Gnoseología (del griego “conocimiento”, y logos, “teoría”), rama de la filosofía que tiene como
pretensión la búsqueda acerca del origen, naturaleza, valor y límites de la facultad humana de
conocer.

Desde tiempos antiguos, la gnoseología fue base para todo tipo de pensamiento sobre el mundo y
lo que compone a este, la curiosidad y la necesidad de conocer del ser humano son tan vastas
como el universo mismo. Platón afirma que es recordar, Descartes que es dudar, afirmar, negar,
querer, no querer, imaginar, sentir, para Leibniz es calcular mientras que Hegel afirma que es la
realización para sí de la realidad efectiva de lo absoluto a través del lenguaje humano.

No obstante la diversidad, podemos caracterizar el pensar como una actividad de orden


psicológico, como el acto que ocurre en la conciencia de un sujeto en un determinado período de
tiempo, que se puede realizar con total atención, distraimiento, con agrado o disgusto.

El resultado de esta actividad es el pensamiento que como tal es indiferente a quien lo piense,


cómo y cuándo lo piense, manteniendo su identidad consigo mismo.

En este sentido, el pensamiento es inespacial e intemporal; la máxima socrática “conócete a ti


mismo”, en cuanto pensamiento permanece inalterado, independientemente de que la haya
pensado en condiciones muy particulares Sócrates en el siglo V a.C., o que se piense ahora en un
sentido diferente.

Por otro lado, el pensamiento suele ir acompañado de percepciones o imágenes, por ejemplo se
puede ver algo o imaginarlo; pero estos elementos no son esenciales al pensamiento algunas
veces cuando se lee un libro no se imagina todo lo que se lee.

También aparece la expresión del pensamiento, los signos que lo expresan como su significación o
sentido.

Aquí veremos un aspecto sumamente interesante; el de las relaciones entre pensamiento y


lenguaje.

Por último podemos señalar el objeto del pensamiento, la referencia. Todo pensamiento es
pensamiento de algo. No existen pensamientos nulos, vacíos.

No debemos confundir, sin embargo, el pensamiento con su objeto, pues, los objetos en cuanto
tales no se modifican porque se piense acerca de ellos.

Ahora bien, los objetos del pensamiento pueden ser de diversa índole, pero antes de entrar en su
clasificación, procederemos a definir lo que entendemos por objeto en sentido amplio.
¿QUE ES UN OBJETO?
Se denomina objeto a todo aquello que puede ser mentado, o sea, todo aquello sobre lo cual se
puede decir algo, todo lo que puede ser pensado.

Veamos ahora a la clasificación de los objetos en un sentido más concreto.

LOS OBJETOS Y SU CLASIFICACIÓN.

1-  Están los objetos sensibles, que son aquellos que pueden ser captados por la percepción, ya
sea externa o interna; mediante la percepción externa captamos los objetos físicos y mediante la
interna, los objetos psíquicos.

Los primeros son muy fáciles de identificar, una silla, un árbol, etc. Todo aquello que se nos
presenta en el marco espacio-temporal. Los segundos, son los hechos de conciencia, un deseo, la
sensación de hambre, etc. Estos no ocupan lugar en el espacio, pero si existen en el tiempo.

2-  Un segundo tipo de objetos los constituyen los ideales, estos son los números, las relaciones,
los conceptos, etc. A diferencia de los objetos sensibles, están fuera del espacio y del tiempo. En
este sentido son irreales, son construcciones intelectuales de la mente humana.

3-  Otro tipo de objetos son los imaginarios, creados por la imaginación, ej. Pegaso, el caballo
alado, las sirenas, etc.

4-  También están los objetos metafísicos, ej. Dios, el alma, etc. Estos objetos según muchos
filósofos se conocen mediante el razonamiento o a través de la intuición, (captación directa de algo
singular), ya sea intelectual o afectiva.

5-  Podríamos citar por último a los valores, que se presentan como cualidades que no tienen ser,
sino valer,…, por ejemplo la bondad, la belleza, etc.

Estando en condiciones ahora podemos caracterizar el conocimiento.

DIFERENTES NIVELES DE CONOCIMIENTO.

El conocimiento es el acto mediante el cual un sujeto se apropia mentalmente de un objeto para


descubrir sus propiedades. Esta actividad puede presentarse en distintos niveles.

A nivel empírico, de la experiencia, se trata de un conocimiento espontáneo, de origen afectivo y


perceptual que nos relaciona con las cosas, el mundo y el otro. Este tipo de conocimientos
procedente del sentido común es el primero que aparece en nuestro desarrollo.

A nivel científico, se trata de una construcción racional del objeto, que se vuelve cada vez más
precisa y rigurosa conforme progresan los métodos y los conceptos elaborados a lo largo de la
historia de una ciencia.

A nivel filosófico, se presenta como una problematización del conocimiento humano que tiende a
descubrir sus poderes y límites, y a intentar fundamentar las verdades que piensa alcanzar.

Mientras que la ciencia se desarrolla de forma autónoma, el filósofo se pregunta cómo es posible el
conocimientos, y cómo justificar racionalmente el movimiento que permite acceder a lo real y a un
sujeto adueñarse de un objeto.
De esta situación deriva el problema de la exigencia de una adecuación de la representación
mental, bajo sus diversas formas, -conceptos, intuiciones, juicios, leyes, teorías, etc.- al “ser” de la
cosa representada. En función de esto aparece el problema de la verdad y su definición, lo cual
conduce a una teoría del conocimiento.

LA RELACIÓN SUJETO – OBJETO.

En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. Todo


conocimiento se presenta como una relación entre estos dos elementos que permanecen
separados uno del otro.

Esta relación es una correlación, el sujeto sólo es sujeto para un objeto, y el objeto viceversa. Pero
esta correlación no es reversible.

Ser sujeto consisten aprehender-tomar, captar- el objeto, mientras que la función del objeto
consiste en ser aprehensible y aprendido por el sujeto.

Visto desde el sujeto, esta actividad consiste en una salida de sí para captar al objeto, mientras
que el objeto pese a ser captado permanece trascendente, afuera del sujeto.

En el sujeto aparece la imagen del objeto, en este sentido, el sujeto se modifica, mientras que el
objeto permanece inalterado.

Podríamos decir que el conocimiento es una determinación del sujeto por el objeto con su
particular estructura cognoscitiva, modificando de algún modo la imagen del objeto

Esta rama de la filosofía en el área de las ciencias agógicas se encarga de la reflexión sobre las
diferentes maneras de comprender e interpretar el mundo por parte de los educandos/as.

Esta reflexión debería permitir tomar conciencia de las maneras diversas de apropiar teórica y
prácticamente la realidad. Esta diversidad debería ser analizada en una confrontación racional y
crítica para escoger las formas más adecuadas para actuar en el mundo. 

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