Está en la página 1de 1

La función más importante de la proteína es producir el tejido de nuestro cuerpo y

sintetizar enzimas, algunas hormonas como la insulina, que controlan la


comunicación entre órganos y células, y otras sustancias complejas, que rigen los
procesos corporales. Las proteínas animales y vegetales no se utilizan en la
misma forma en que son ingeridas, sino que las enzimas digestivas (proteasas)
deben descomponerlas en aminoácidos que contienen nitrógeno. Las proteasas
rompen los enlaces de péptidos que ligan los aminoácidos ingeridos para que
éstos puedan ser absorbidos por el intestino hasta la sangre y reconvertidos en el
tejido concreto que se necesita.

FUNCIONES PRINCIPALES DE CADA TIPO DE NUTRIENTE


 Glúcidos (también llamados Hidratos de Carbono o Azúcares):
principalmente de función energética. Aportan energía a las células.
 Lípidos: también de función principal energética ( aportan una reserva de
energía, siempre serán utilizados en primer lugar los glúcidos como aporte
de energía)
 Proteínas: de función principal plástica. Aportan elementos regeneradores
para la célula.
 Vitaminas: función reguladora. Aportan elementos que regulan el buen
funcionamiento de todos los elementos y procesos en la célula.
 Sales minerales: reguladora y plástica.
 Agua: tiene muchas funciones específicas.
 Aunque estas son las principales funciones de los tipos de nutrientes, hay
algunos que pueden cumplir más de una función.

Efectos por exceso de Nutrientes: Debemos evitar comer más proteínas de las
estrictamente necesarias para cubrir nuestras necesidades. Aunque el cuerpo
humano dispone de eficientes sistemas de eliminación, todo exceso de proteínas
supone cierto grado de intoxicación para nuestro organismo. Esto es debido a que
las proteínas consumidas en exceso (aquellas que el cuerpo no necesita para el
crecimiento o para renovar los tejidos que se van desgastando con la edad) se
queman en las células para producir energía, pero al quemarse dejan residuos
tóxicos como el amoniaco, que acelera la destrucción de los tejidos.

Puede tener otras consecuencias negativas como: la sobrecarga de trabajo al


hígado y los riñones; la intensa formación de ácido en el estómago; el aumento del
calor corporal; estreñimiento; la posible aparición de enfermedades del hígado,
arterias y articulaciones, y, a largo plazo, fatiga, cansancio, decaimiento y
envejecimiento prematuro.

También podría gustarte