Pablo Jorge Valle Daubenberger Marzo 2022

La Transitoriedad de la vida, la incertidumbre nos aísla.

El trabajo tiene por objetivo hacer un pequeño recorrido de la

situación social que se vive a partir de la pandemia que registra el
2020. El virus COVID-19 fue declarado por la OMS. La emergencia de
salud pública de preocupación internacional declarada el 30 de enero
del mismo año tuvo su repercusión hasta el punto, que algunos
criticaron el anuncio, como tardío, facilitando el desorden social y el
caos que hoy vemos manifestado.

No podemos desarrollar un tema que aún sigue impactando en sus

distintos escenarios sociales, pero si se puede percibir en algunos
campos, como se fueron adaptando los sectores de salud ante la
amenaza que este fenómeno desencadeno.

Hay artículos de los profesionales en distintas áreas, incluidas la

salud mental que describen en sus registros e identifican problemas
como estrés, neblina mental, ansiedad, miedo, tristeza, y soledad y
seguramente el tiempo ira agregando mas etiquetas para esto que
estamos tratando.

Ahora quedan secuelas, hemos transitado por un estado de angustia

muy fuerte y la incertidumbre y el miedo se apodera de lo que
continua.

Trazando una línea de tiempo ayer algunos textos que desarrollo S

Ferenczi “la elasticidad de la técnica” (1928) o “la adaptación de la
familia al niño” (1928) me recuerda algunos párrafos de otro autor M
Foucault, La inquietud por la verdad, [Entrevista con Gilles
Barbedette, 1981.] que repasan las dificultades que se presentan en
la sociedad con relación a los acontecimientos que se presentan. Los
campos culturales preexistente describen el territorio donde
desarrollarse sin contemplar la mirada del otro, la incertidumbre, la
adaptación, los vínculos, las relaciones sociales. Todo esto no
siempre se ajustan a la aceptación bajo la mirada radicalizada del
sistema que impera.

“Vivimos en un mundo legal, social e institucional donde las

relaciones posibles son extremadamente poco numerosas,
extremadamente esquematizadas, extremadamente pobres. Está,
por supuesto, la relación de matrimonio y relaciones de familia, pero
cuántas otras relaciones tendrían que poder existir, poder encontrar
su código no en instituciones, sino en eventuales soportes; cosa que
no sucede en absoluto. (P.116)”

La familia y los círculos de pertenencia se vieron afectados de

manera directa en relación al aislamiento, a la adaptación que sin
demasiados recursos la humanidad atravesó, se encontró con
desafíos no previstos. La mitad de la población mundial no consume
internet, por diferentes razones, pero, si afecto a toda la humanidad
la pandemia, los cinco continentes sufrieron la infección del virus
covid 19. En Latinoamérica se calcula que un 65 por ciento de la
sociedad tiene conectividad y más de 244 millones de personas no
tiene acceso.

Se trata de la libertad que se ve empobrecida, deslucida. ¿Cómo no

vamos a encontrar afecciones en el psiquismo social, si los humanos
que habitan este espacio terrenal están encerrados, o no es así?

Son las propias instituciones las que no activan los cambios

necesarios para mejorar las relaciones transubjetivas, escuela,
familia, empresas e incluidas las de salud, no aportaron las
herramientas necesarias para el mejor desarrollo para sobrellevar el
conflicto ético que se presenta.

¿Cómo podemos dejar de lado la transitoriedad de la vida, en

tiempos de pandemia?, la pandemia, la guerra y la crisis económica
mundial puso un escenario para replantear las incertidumbres que
vivimos.

En el artículo que escribe S Ferenczi (“LA ADAPTACIÓN DE LA

FAMILIA AL NIÑO (1928”) propone invertir el sentido que la
estructura familiar mantiene hace tiempo, ir desde la familia hacia el
niño “.

“Hasta ahora parecía seguro que los padres sabían por naturaleza
educar a sus hijos; sin embargo, hay un proverbio alemán que dice
lo contrario: “llegar a ser padre es más fácil que serlo”.2 El primer
error de los padres consiste en olvidar su propia infancia. S Ferenczi
1928.

El escenario social traza el recorrido de la falta de adaptación que

han soportado muchas personas, no podemos describir con agudeza
cronológica que paso y que cambio, el piso aún se mueve y la
sociedad sigue viviendo el día a día. Hay temas que se han abordado
con mucha minuciosidad, por ejemplo, como mantener aislada a la
sociedad, pero no de cómo integrarla para afrontar los cambios que
se vienen.
Durante estos dos años el psicoanálisis ha demostrado tener
plasticidad y adaptarse a la demanda de atención que sus pacientes.
muchas fueron las preguntas que ayer se hicieron, los que armaron
las diferentes propuestas para continuar la atención a sus pacientes y
desarrollar la comprensión psicológica, la pretensión de la
certidumbre,

“No existe conflicto entre el tacto que nos corresponde tener en el

tratamiento y la obligación moral de no hacer a otros, lo que en
iguales circunstancias no querríamos que nos hicieran a nosotros” (S
Ferenczi 1928)

Tal vez a modo de reflexión podemos plantear si se cumplió con la

segunda regla del psicoanálisis. ¿Cuántos fueron los analistas que se
sometieron a la experiencia de atenderse a través de una pantalla
para analizar sus resultados?

Así lo establecía Ferenczi en (la elasticidad de la técnica 1928).

La palabra y el silencio, medida a la distancia puede tener una

dificultad para comprender si el analizado está sintiendo la protección
de la máscara que la pantalla le ofrece o puede, por consecuencia,
sentir esta protección de cierto anonimato que las redes le ofrece.

Hay mucho para explorar y aun esto no cierra. se sabe que desde lo
terapéutico no hay un tiempo cronológico para poder describir con
precisión si los resultados son buenos o malos, tiempos de sociedad
liquida se envuelve entre pixeles y sonidos con delay, seguramente
tendría oportunidad Sigmund Bauman de seguir desarrollando
muchos temas en esta sociedad de sin certezas.

Bibliografía:

Michel Foucault “La inquietud por la verdad” escritos sobre la

sexualidad y el sujeto

Sandor Ferenczi LA ADAPTACIÓN DE LA FAMILIA AL NIÑO1 (1928)

ELASTICIDAD DE LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA1 (1928)

Sigmund Bauman Miedo líquido "La sociedad contemporánea y sus

temores" 2007