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CATEDRATICO:

DAVID ELIAS CARDENAS

INTEGRANTES:
PAULA ELIZABETH ORTIZ FLORES 122020028
LUIS FERNANDO FLORES FLORES
DANIA ORTIZ
LAURA ANDINO
SHEYSEL CARDENAS
DULCE NUÑEZ
KAYDI SORIANO
HELEN CRUZ
WILLIANS HERNANDEZ
NOSE

ASIGNATURA:
SOCIOLOGIA

ASIGNACION:
PROYECTO DE INVESTIGACION SOBRE: PROCESOS VULNERABLES EN LOS
PAISES SUBDESARROLLADOS O TERCEMUNDISTAS EN CUANTO A LOS
DIFERENTES PROBLEMAS SOCIALES

FECHA DE ENTREGA:
DOMINGO 26 DE MARZO DEL 2023
INTRODUCCION
Todo lo que ha sucedido en los últimos meses a raíz de la pandemia de
COVID-19 puede ser considerado como una especie de experiencia de lo
imposible. Nadie imaginaba hace un año lo que hoy recorre el mundo. Nadie
pensó, por ejemplo, que un país desarrollado como España cerraría la
ominosa primavera del 2020 con una sobre-mortalidad de mil personas por
cada millón de habitantes. Estamos ante la experiencia de lo que
previamente considerábamos imposible. O, para ser más precisos, de lo que
previamente ni siquiera imaginábamos como posibilidad. El hecho de que
nos haya sucedido algo que no habíamos ni imaginado debería aportarnos
ya una primera y perentoria lección. Podríamos exponerla con las palabras
de Karl Popper: el porvenir está abierto1 . El futuro no está ante nuestra
vista. Es más, el futuro no existe en acto. Hay que hacerlo para que
aparezca, pero aparece ante nosotros siempre ya como presente. La propia
naturaleza, por un lado, y la libertad humana, por otro, lo van configurando.
Lo desconcertante del caso es que cuando ocurre algo que nadie preveía ni
imaginaba siquiera, resulta que muchos, en lugar de asumir la lección
referida, se lanzan a hacer predicciones para la post-pandemia y nadie se
priva de hablar en futuro2 . De nuestros pensadores de guardia, Giorgio
Agamben augura un terrible futuro policiaco de vigilancia total, mientras que
Byung-Chul Han celebra –desde Alemania- que el autoritarismo oriental
vaya a acabar con la privacidad. Y, para Slavoj Zizek, está a punto de arribar
un nuevo comunismo, dado que el virus ha puesto al aire las miserias del
capitalismo. Lo cual es una idea asombrosa, pues se refiere a un problema
generado —aun no sabemos cómo— en China, el mayor recinto del planeta
gobernado todavía por un partido comunista. Y después está Yuval Harari,
quien también se ha lanzado a predecir cómo será el mundo post-
pandémico, sin el crédito que le hubiese dado haber predicho la propia
pandemia. Pero lo cierto es que la filosofía no tiene por misión el hacer
futuroscopia, no se ocupa de predecir lo que será, sino de estudiar el ser y
el deber ser. Da la impresión de que todavía no han sacado algunos la
principal lección que la pandemia nos recuerda. Y digo nos recuerda porque
tal lección podíamos haberla aprendido ya mucho antes, con o sin covid: lo
único que sabemos del futuro es que no sabemos cómo será.
OBJETIOS

Objetivos Generales:
JUSTIFICACION
PROCEOS VULNERABLES EN LOS PAISES SUBDESARROLLADOS O
TERCEMUNDISTAS EN CUANTO A LOS DIFERENTES PROBLEMAS
SOCIALES SOBRE EL COVID-19.
Para comprender dicho tema es importante saber:
¿QUE ES UN PROCESO VULNERABLE?
Un proceso vulnerable es la incapacidad de resistencia cuando se presenta
un fenómeno amenazante, o la incapacidad para reponerse después de que
ha ocurro un desastre o situación difícil.
¿QUE ES UN PAIS SUBDESARROLLADO O TERCEMUNDISTA?
Es un término utilizado para hacer referencia a las naciones con menores
niveles de ingresos. A su vez, dichos países también muestras mayor tasa
de desempleo y bajos resultados en los indicadores de desarrollo.
Y ¿QUE SON LOS PROBLEMAS SOCIALES?
Los problemas sociales son aquellos que aquejan a largos sectores de la
población y tienen que ver con las condiciones objetivas y subjetivas de vida
en sociedad. Sus causas pueden hallarse en aspectos económicos,
políticos, etc. Además, los problemas sociales suelen tener consecuencia
en otras dimensiones de la vida de una nación.
Y POR ULTIMO COVID-19
Enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por el virus SARS-CoV-2.
Se piensa que este virus se transmite de una persona a otra en las gotitas
que se dispersan cuando la persona infectada tose, estornuda o habla. Es
posible que también se transmita al tocar una superficie con el virus y luego
llevarse las manos a la boca, la nariz o los ojos, pero esto es menos
frecuente. Los signos y síntomas más frecuentes de la COVID-19 son fiebre,
tos y dificultad para respirar. A veces, también se presentan fatiga, dolores
musculares, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de garganta, goteo nasal,
náusea o vómito, diarrea y pérdida del sentido del gusto o el olfato. Los
signos y síntomas pueden ser leves o graves y suelen aparecer entre 2 y 14
días después de la exposición al SARS-CoV-2. Algunas personas no tienen
síntomas, pero pueden transmitir el virus. La mayoría de las personas con
la COVID-19 se recuperan sin un tratamiento especial; sin embargo, algunas
corren un riesgo más alto de sufrir una enfermedad grave.
LA VULNERABILIDAD HUMANA CON Y SIN COVID.

La crisis del COVID-19 deja una enseñanza en forma de reminiscencia. No


aprendemos de ella nada nuevo, pero nos recuerda algo que supimos y
olvidamos. Nos muestra con nueva luz nuestra vulnerabilidad, la
imposibilidad de protegernos perfectamente mediante la predicción y el
control. Las ciencias no predicen con certeza y las tecnologías no alcanzan
a tenerlo todo bajo control, aunque las primeras y las segundas tengan otras
muchas y beneméritas funciones. Las ideologías, no ven el futuro, por más
que simulen hacerlo. Y, sin embargo, no carecemos que guía fiable para
decidir nuestras acciones. Esta orientación hay que buscarla en el ser, no
en el porvenir. Es la fidelidad a nuestra común naturaleza humana la que ha
de aconsejarnos, es la realización plena de nuestro ser personal, de nuestra
peculiar vocación la que nos guía. Y el medio para la autorrealización
consiste en el desarrollo de un carácter virtuoso. El mismo carácter que ha
mitigado los estragos de la pandemia, pues en cierto grado estaba ya
presente en muchos de nuestros conciudadanos, el mismo que hubiera
paliado aún más el sufrimiento de haber estado disponible en más personas
y en mayor grado.
. ¿QUE NOS ESTA PASANDO?
La modernidad nos enseñó a orientar nuestra vida mirando hacia el futuro,
pues se suponía que la ciencia lo predecía y la tecnología lo controlaba. Hoy
sabemos que no es así. Se trataba de una ilusión provocada por una
casualidad histórica. Resulta que la primera ciencia matematizada, la
primera que logró elaborar predicciones aceptables y dotadas de cierto
grado de precisión fue la astronomía planetaria. Y se da el caso de que esta
ciencia estudia un sistema aproximadamente aislado. Gracias a la misma,
fuimos capaces de componer calendarios duraderos, aunque nunca
perfectos. Así, la ilusión laplaciana de predictibilidad quedó grabada a fuego
en la conciencia moderna. Se pensó que el sistema solar podía ser imitado
perfectamente por un reloj, por una máquina. O sea, que en realidad el
sistema solar era un mecanismo regular y perfectamente predecible, en
lugar de un rincón del universo y de su historia. De ahí se pasó a pensar que
todo el mundo físico, que la naturaleza en su conjunto, poseía estas mismas
características. En especial, los seres vivos y —por qué no— el propio ser
humano acabarían siendo vistos bajo el prisma mecanicista. La última
extrapolación de esta fantasmagoría llevó a concebir las sociedades
humanas y su historia como algo predecible. Así, varias ideologías
modernas se volcaron hacia la futuros copia. Al auto atribuirse capacidad
visionaria, adquirían también una cierta autoridad, incluso un poder represor
y coactivo: lo que va a ser ha de ser. Psicológicamente, la imagen es tan
elemental como potente. Nadie quiere quedarse parado o retroceder cuando
ha emprendido camino hacia una meta. La visión del futuro se nos impone,
pues, como misión. Debemos avanzar hacia ese futuro que vemos, que
algunos con especial claridad y seguridad parecen tener a la vista. Es decir,
será bueno todo aquello que tienda hacia ese futuro que vemos, y malo lo
que nos paralice o haga retroceder. Quien controle la imagen del futuro
controlará también lo que se entiende por bueno y malo. Quien sea capaz
de afirmar con mayor convicción hacia dónde vamos, será también quien
nos diga hacia dónde debemos ir.
LOS PROBLEMAS Y LOS DESAFIOS DE COVID-19 EN PAISES
SUBDESARROLLADOS O TERCEMUNDISTAS
 El tamaño de esta población de riesgo fue un grave desafío para los
gobiernos que prestan graves problemas económicos.
 Otro motivo de preocupación es que probablemente la COVID-19 implicó
un mayor riesgo de salud para los más pobres que para el resto de la
población. En primer lugar, la incidencia de factores de riesgo como la
diabetes, la hipertensión y la obesidad es generalmente mayor entre los
pobres.
 Los países tercermundistas por la falta de disposición de recursos
económicos frente a una pandemia global tenían más desventajas a la hora
de conseguir todos los medicamentos o utilidades médicas para hacerle
frente a la pandemia del Covid19.
 Presentaron mucho más problema a la hora de la adquisión, de las
primera vacunas, que fueron creadas por las potencias del mundo por lo
tanto fueron los últimos y algunos ni han logrado la inmunización de sus
poblaciones total hasta la fecha.
 gran parte de la población no sabe que padece un factor de riesgo. los
adultos que creen que su presión arterial es normal, en realidad tienen
presión arterial alta. Las personas menos educadas también son menos
propensas (en 6 puntos porcentuales en el caso de la hipertensión en
Argentina) a ser conscientes de sus problemas de salud subyacentes. Esto
tal vez se debe a que es más probable que trabajen en el sector informal y
que tengan peor cobertura de seguro médico y menor acceso a los servicios
de salud.
 En tercer lugar, la enfermedad podría propagarse más rápidamente dentro
y entre los hogares más pobres que, debido a la precariedad de sus
viviendas, pueden tener mayores problemas para cumplir con la cuarentena.
Estos factores, a su vez, pueden aumentar la transmisión de la enfermedad
en los barrios marginales, como ya parece ocurrir en toda la región.
 Por último, existe el problema del manejo de las condiciones de salud
subyacentes que afectan la gravedad de la COVID-19 durante la pandemia.
La pandemia expone desproporcionadamente a los pobres a dificultades
económicas y así puede obligar a algunos hogares a gastar sus limitados
recursos en alimentos en lugar de en medicamentos.
 En este entorno, los gobiernos deben considerar la posibilidad de
proporcionar medicamentos gratuitos a los pobres con enfermedades
crónicas subyacentes. También deben considerar la posibilidad de ampliar
los servicios de atención primaria, así como el diagnóstico y seguimiento de
los factores de riesgo entre su población.
 La pandemia ha provocado mucha más pobreza, menos educación, mayor
desempleo en los países de tercer mundo lo que ha conllevado las masivas
migraciones hacia los los países que son potencias del mundo.

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