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Todos los tés proceden de la misma planta: Camellia Sinesis. Pero dependiendo de la región productora, la parte de la
planta que se utilice para elaborarlo o la forma de procesar estas hojas obtendremos unos tés u otros.
En el caso de las infusiones va a depender de la parte de la planta que queramos. Si se trata de hojas o flores (como es el
caso del té, manzanilla o menta poleo) una vez el agua haya llegado al punto de ebullición, se retira del fuego y se añade
la planta al agua. Después se remueve, se tapa y se deja en reposo de 5 a 10 minutos.
Si la infusión se hace con la raíz o tallo (regaliz, valeriana, raíz de diente de león...) se debe proceder de otra manera:
cuando el agua rompa a hervir se añade la planta y se deja 5 minutos hirviendo. Después se apaga el fuego y se deja 5 o
10 minutos en reposo tapado.
Té blanco
Los tés blancos más finos proceden de China. La cosecha más demandada es la de la temprana primavera, cuando la
planta está cargada de nutrientes que luego serán aprovechados cuando se infusionen sus hojas.
«Una característica de los tés blancos es que están mínimamente procesados y, por este motivo, son la expresión más
pura de la planta».
Los beneficios para nuestro cuerpo: es diurético, ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre, es digestivo y saciante. su
uso prolongado garantiza una piel con buena tonicidad.
Té verde
«La familia del té verde engloba muchas variedades, ya que son aquellos en los que se detiene la oxidación de la hoja
para preservar intacta la composición química.
Existen tés verde procedentes de diferentes partes del mundo, pero los más demandados son los chinos y los japoneses.
Estas son tan solo algunas de sus propiedades generales. Sus variedades: los japoneses contienen una catequina
especial (EPGC) que se ha estudiado mucho por sus beneficios contra el cáncer. El té matcha es rico en teanina, un
aminoácido que promueve la dopamina y la serotonina reduciendo el estrés. Además es perfecto para las personas que
necesitan energía y concentración.
Té rojo
El té rojo (Pu Erh) pertenece a la familia de los muy poco conocidos HeiCha, procede exclusivamente de la región china
de Yunnan. «Si algo diferencia al té rojo es el proceso de fermentación bacteriana al que se someten sus hojas. Esta es la
responsable de su sabor, pero también de sus propiedades y beneficios».
Entre sus beneficios destaca que es un quemagrasas natural, capaz de activar el metabolismo del hígado y de bajar el
colesterol, aportando una gran sensación de bienestar a tu cuerpo. También cuenta con funciones diuréticas y
depurativas que ayudan a adelgazar y a mantener el peso adecuado.
Té negro
Son muchos los beneficios del té negro, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente: es una de las variedades
con más cafeína, por lo que es el más estimulante. Por esta razón, es perfecto para tomar cuando necesitas un extra de
energía y desperezarte por las mañanas. A esto le tenemos que sumar que su contenido en teanina promueve la
concentración.
Hay que recordar que los tés contienen cafeína. Está bien conocer este dato para tomar té o infusión según la hora del
día o la energía que necesites.
Mi recomendación es comenzar el día con una taza de té negro. Elegir té verde o blanco para la media mañana o media
tarde y aprovechar los beneficios digestivos del té rojo o del té oolong después de las comidas.
Las infusiones como el rooibos, la manzanilla, la menta u otras variedades sin cafeína se recomiendan para personas
susceptibles a los excitantes. También para esos momentos del día en los que necesitas bajar el ritmo (media tarde y
noche).
«Existe un té para cada circunstancia». Así podemos encontrar tés bajos en cafeína para personas susceptibles a esta
sustancia, aquellas que estén pasando por momentos de ansiedad o para embarazadas o mujeres en periodo de
lactancia. «El rooibos o infusiones a base de frutas o especias pueden ser buenas alternativas».
¿Sabes que si tienes dolor estomacal, náuseas, nervios o estás resfriado, las infusiones pueden ayudarte? cuál tomar en
cada caso, algunos tips para tener en cuenta:
- El té verde mezclado con jengibre y limón será el aliado perfecto para dolores de garganta, náuseas o incluso
resfriados.
- Infusiones relajantes a base de melisa, verbena, rooibos, tila o hierba pasionaria pueden ayudar a calmar los nervios.
- Si se trata de mejorar la digestión, el té oolong, también conocido como té azul, es un imprescindible después de
comer. «Variedades como el Jing Shuang pueden ser estupendas para principiantes y aficionados al té», señala.
- Mezclas de diferentes especias como regaliz, anís estrellado o canela te ayudarán a reducir el hinchazón estomacal y
también los gases.
Algo que suma es la estimilacion de el acido Animobutinico , este es un neuro transmisor elemental para nuestro
cerebro.
El GABA es un calmante natural. Como hemos dicho, actúa inhibiendo la excitación neuronal, favoreciendo estados de
relajación, tranquilidad y equilibrio. Así, ayuda a combatir la ansiedad y el estrés, mientras previene sus efectos
negativos.
2. Mejora el sueño
Este neurotransmisor es fundamental para gozar de un sueño reparador. Naturalmente, su acción ayuda a relajar el
cuerpo y la mente, facilitando que la persona pueda conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche.
Niveles bajos de GABA se relacionan con insomnio, sueño fragmentado e insuficiente. De hecho, un estudio encontró
que en quienes padecen insomnio los niveles de GABA son casi un 30% más bajos que en el resto de individuos.
3. Previene la depresión
La evidencia científica y clínica ha demostrado que el GABA juega un papel fundamental en el origen y desarrollo de la
depresión. Específicamente se ha encontrado que en las personas deprimidas el GABA se encuentra disminuido en
diversas regiones cerebrales en comparación con individuos sanos. Además, diversos antidepresivos que actúan
alterando la función de este neurotransmisor proporcionan mejorías clínicas significativas.
Se postula también que el GABA puede actuar como factor modulador o amortiguador del estrés crónico, de forma que
su insuficiente presencia aumenta el riesgo de aparición de trastornos afectivos.
Los beneficios de esta sustancia no solo se presentan a nivel psicológico, sino que también se experimentan a nivel
físico. En concreto, funciona para reducir la presión arterial y mantenerla en niveles saludables.
Otro de los beneficios físicos, y estéticos en este caso, es el efecto del GABA sobre la piel. Esta sustancia favorece la
liberación de hormona del crecimiento (la cual se encuentra directamente implicada en la regeneración de las células) y
estimula la síntesis de ácido hialurónico. Así, al potenciar su acción, ayuda a que la piel luzca tersa y firme.
6. No genera dependencia
Una de las grandes ventajas de recurrir a este aminoácido para aliviar afecciones físicas o mentales es que no genera
dependencia al tratarse de una sustancia producida naturalmente por el organismo.
Otros fármacos que cumplen la misma función pueden llevar a la persona a depender de ellos a largo plazo, además de
generar diversos efectos secundarios. En este caso, se trata de una alternativa más natural y saludable.
Además de todo lo anterior, el GABA parece favorecer también el funcionamiento gastrointestinal y fortalecer el
sistema inmunitario, seguramente por su papel regulador del estrés.
Siempre es bueno tener conocimientos sobre algunas reacciones para que nuestro organismo este mas organizado y
equilibrado . recuerde que estas sugerencias no reemplazan la consulta periodica a su medico.
Gracias