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Situación actual de Ecuador desde el utilitarismo: costos y beneficios sociales

El utilitarismo ocupa un lugar central en la filosofía moral de la actualidad, como


teoría que se basa en la racionalidad de los individuos de optar por conductas o
acciones que beneficien a la mayor cantidad de personas enfocándose no en el
interés individual, sino en el colectivo. Esta teoría también es llamada por algunos
autores como el principio de la mayor felicidad, debido a que se plantea que las
acciones son correctas en la medida en que tienen a promover la felicidad y
sentimientos de alegría, o incorrectas en tanto tienden a producir o generar
sentimientos contrarios; la felicidad puede ser entendida como el placer, satisfacción
o ausencia de dolor, sin embargo, existen diferentes tipos de placer y dependiendo
del individuo existirán unos placeres más deseables y valiosos que otros, lo cual
implica que será más valiosos aquel placer que produzca mayor cantidad de sí
mismo para la mayor cantidad de personas posibles a partir de determinada acción
o decisión. De esta manera, la directriz de la conducta humana será la búsqueda de
la felicidad para la mayor cantidad de individuos. [1]

Ecuador es un país cuyo último gobierno, desde mediados del año 2021, ha iniciado
reformas para retomar un sendero de crecimiento y prosperidad, teniendo en cuenta
que atravesó una recesión causada por la pandemia de COVID-19 que tuvo una
fuerte influencia sobre un repunte en la pobreza de la población ecuatoriana. Esta
crisis amplió los desequilibrios económicos que el país ya desde mediados de la
década pasada estaba intentando solucionar. La crisis permitió evidenciar variedad
de debilidades sociales y económicas, como lo son la falta de bases económicas
estables que lograran soportar un periodo de escasez, un alto índice de trabajo
informal en la sociedad, un sistema de salud colapsado y poco preparado para
enfrentar las emergencias y las grandes diferencias sociales con respecto al acceso
a servicios públicos. [3]

Ahora bien, referente a lo anteriormente mencionado, a continuación será expuesta


la postura frente a cada uno de dichos puntos, haciendo un análisis desde la teoría
del utilitarismo.
En primer lugar, en Ecuador se deja en evidencia la falta de bases económicas
estables que logren soportar periodos de escasez, dado que la sociedad no puede
desvincularse de las actividades económicas que son necesarias para la vida en
comunidad, y que estas generan transacciones de productos y servicios, además de
fomentar la creación de nuevos productos y necesidades superiores para de esta
manera formar parte del desarrollo de los elementos de la personalidad y de la
sociedad como un conjunto; cualquier relación económica es ante todo, y en
esencia, un acto humano cargado de determinantes internos y externos, creencias,
necesidades, pensamientos y motivaciones netamente subjetivas que son
influenciadas por las presiones ambientales, familiares, y sociales. [4]

El utilitarismo juega entonces un papel importante en la teoría económica de


bienestar social dado que permite entender ética y matemáticamente, que el
bienestar general perseguido por las políticas sociales se da en función del
bienestar individual. [4] Para Bentham, la economía política es la rama de la ciencia
de la felicidad o eudaemonics que comprende las partes del derecho y el código
penal asociadas a sensaciones generadas por la pérdida y la ganancia. Los
axiomas que rigen esta rama implican consideraciones sobre la seguridad, la
subsistencia, la abundancia y la igualdad, y en este esquema, la riqueza genera
felicidad, y es objeto de uso y de deseo, tiene valor de uso y de cambio. [5]

Además, y continuando con la anterior idea, el hecho de que exista un alto índice en
el país de trabajo informal, hace que la población no tenga las mejores condiciones
para un desarrollo económico propio, ni un contexto estable para lograr obtener el
sustento que requiere. Debe tenerse en cuenta, y haciendo referencia a lo indicado
por el utilitarismo, la mayoría de las políticas sociales están orientadas a alcanzar un
buen cubrimiento de la población, lo que quiere decir que se enfocan en aquella la
mayor cantidad de personas posible; sin embargo, con este sistema se deja por
fuera aquellos individuos que no cuentan con una forma de empleo estable, lo que
puede indicar que no siempre esta forma de accionar es la más indicada o ética.

De este modo, y haciendo referencia a la brecha socioeconómica existente a nivel


mundial y de igual forma en Ecuador, la situación actual muestra a una gran parte
de la población que no tiene cómo alcanzar un verdadero estado de bienestar,
evocar las mencionadas sensaciones de felicidad que serían obtenidas si las
decisiones y acciones llevada a cabo en el país fuesen las correctas, y no siempre
se enfocaran en beneficiar a una mayoría sin contemplar a la minorías más
necesitadas.

Por otro lado, en cuanto al sistema de salud colapsado y poco preparado para
enfrentar las emergencias, y las grandes diferencias sociales con respecto al acceso
a servicios públicos, se reveló que los componentes de regulación propios no fueron
ni son hoy en día suficientes para solucionar los problemas de oferta de
determinados insumos médicos y de protección, como son mascarillas, trajes de
protección, guantes, visores, bolsas para cadáveres, con la urgencia requerida en
pandemia y para el cuidado posterior a este periodo. [4]

Se evidencia de igual forma que se requieren reformas en el funcionamiento del


sistema de salud, así como un mayor nivel de compromiso por parte del Estado,
frente a la sostenibilidad, el uso de los recursos, y la reducción de la brecha digital
existente [4], puesto que una parte considerable de la población no tiene acceso a
un sistema de salud de calidad, o al menos a un sistema de salud, que permita
garantizar un estado de bienestar y promoción de la vida en sí.

A modo de conclusión y análisis final, Ecuador es un país que actualmente enfrenta


problemáticas de tipo social, económicas, políticas, culturales y ambientales, que
afectan a la población de forma importante y que impiden que gran parte de la
misma alcance ese estado de bienestar descrito por el utilitarismo, sino que se
concentre en manos de unos pocos.
El utilitarismo, como corriente o teoría se enfoca en brindar el mayor bienestar
posible, a la myor cantidad de personas que sea permitido; sin embargo, el costo
social puede ser en muchas de las ocasiones mayor que el beneficio, en tanto al
querer alcanzar un buen cubrimiento de la población través de políticas y
decisiones de parte del Estado y las correspondientes entidades gubernamentales
encargadas, se deja por fuera a aquella parte de la sociedad más vulnerada y con
gran cantidad de necesidades no cubiertas y/o resueltas. Debe hacerse una reforma
en la forma de accionar si se busca brindar un verdadero beneficio a la población,
comprendiendo que el utilitarismo, si no es llevado a cabo desde una perspectiva
ética, puede estar implicando que los beneficios sociales que obtienen algunos, así
sean mayoría, sean pagados por aquellos que no entran dentro del grupo de
favorecidos.

Referencias bibliográficas
[1] Pesantez, A. (2020). Utilitarismo: Países desarrollados relegando el cambio
climático. Revistas USFQ. Disponible en: Vista de Utilitarismo: Países desarrollados
relegando el cambio climático | El Outsider (usfq.edu.ec)
[2] Scanlon, T. (2002). Contractualismo y utilitarismo. Estudios Públicos.
[3] Banco Mundial. (2022). Ecuador: panorama general. Banco Mundial. Disponible
en: Ecuador: panorama general (bancomundial.org)
[4] Pérez Martínez, Armenio, & Rodríguez Fernández, Aimara. (2021). Estado y
mercado frente a la pandemia de COVID-19: entre el utilitarismo y el liberalismo.
Economía Coyuntural, 6(3), 53-76. Recuperado en 18 de noviembre de 2022, de
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2415-
06222021000300004&lng=es&tlng=es.
[5] Rivera, A. (2011). El Utilitarismo De Jeremy Bentham ¿Fundamento De La
Teoría De Leon Walras. Scielo. Disponible en: v30n55a03.pdf (scielo.org.co)

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