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CONCIENSIA SOCIAL

La palabra conciencia proviene del latín conscientĭa, que significa “con


conocimiento”. Se trata del acto psíquico que permite a
una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia es
el conocimiento reflexivo de las cosas.
La psicología señala que la conciencia es el estado cognitivo a través del cual
un sujeto puede interactuar con los estímulos externos que forman la realidad y,
a partir de esa interacción, interpretarlos.

La conciencia social, por su parte, puede definirse como


el conocimiento que una persona tiene sobre el estado de los demás
integrantes de su comunidad. El individuo con conciencia social es, justamente,
consiente de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las
personas.

La conciencia social supone que el hombre entiende las necesidades del


prójimo y pretende cooperar a través de distintos mecanismos sociales.
La acción social para ayudar puede desarrollarse mediante la donación
económica, las colaboraciones de alimentos o ropa, las actividades de
voluntariado y otro tipo de asistencia.

En este sentido, es importante subrayar que dentro del ámbito de la Psicología,


además de ese citado estado de conciencia social, existen otros tres más. Así, por
ejemplo, está la conciencia individual que viene a definirse como la conciencia
que una persona tiene de sí misma y de cómo el entorno pueda perjudicarla o
afectarla.

De la misma forma, está también la conciencia emocional que es aquella que, en


base a las emociones así como al entorno y a la relación con él, establece qué es
lo bueno y qué es lo malo que uno puede hacer y que puede afectar a la
comunidad. Podríamos decir, por tanto, que es una conciencia moral en cierta
medida.

Y finalmente nos encontraríamos con la llamada conciencia temporal que es


aquella que se sustenta en el establecimiento de cómo el entorno puede afectar
tanto al futuro de uno mismo como al de toda la citada comunidad.
En la actualidad podemos decir que existen varios temas sobre los que cada vez
hay más conciencia social. En este caso, tendríamos que resaltar aquellas
cuestiones que hacen referencia a lo que es el medio ambiente.
Así, por ejemplo, cada vez existe más conciencia social acerca de la importancia
que tiene el proteger nuestro entorno lo que se traduce en acciones para reducir
lo que es la contaminación, para bajar lo que es el consumo de la energía
eléctrica y para apostar por fuentes de energías renovables. En este sentido,
habría que destacar el uso de la domótica en los edificios y viviendas para lograr
el citado ahorro energético.

Para el marxismo, la conciencia social o conciencia de clase es la capacidad


de un sujeto para reconocerse como miembro de una clase social que mantiene
relaciones antagónicas con el resto de las clases. Este concepto se basa en la
noción de lucha de clases y en la concepción de una sociedad estratificada.
Los marxistas afirman que la conciencia social se manifiesta mediante
la ideología política, la religión, el arte, la filosofía, la ciencia y hasta
la estructura jurídica de una sociedad. Según esta corriente, el sujeto que
no logra comprender esto se encuentra alienado.

El término de conciencia social hace referencia a la capacidad de determinados


individuos, grupos u organizaciones sociales de percibir aquellas realidades
circundantes que requieren atención, de reflexionar sobre ellas y en algunos
casos, de actuar para la transformación de las mismas. La idea de conciencia
social está hoy altamente extendido por el importante aumento de grupos
poblacionales en inferioridad de condiciones (inferioridad que se representa a
nivel económico, ideológico, étnico y sexual) y por la necesidad cada vez más
acuciante de actuar de modo positivo en la modificación de esas realidades
sociales alternativas a la de uno mismo.
Ligado muy fuertemente a las ideas de solidaridad y compromiso, la conciencia
social es el primer paso en el camino hacia la alteración de estructuras de
discriminación voluntaria e involuntaria ejercidas sobre determinados grupos
sociales dentro de una comunidad. La conciencia social, por tanto, tiene que ver
con la posibilidad de estar al tanto de los problemas intrínsecos a una sociedad
que requieren solución. Si bien normalmente se utiliza la idea de conciencia
social para hacer referencia a la necesidad de actuar en beneficio de aquellos
que viven en situaciones de pobreza, marginalidad y exclusión, también con ella
se puede hacer referencia a la importancia del cambio de estructuras o pautas
de comportamiento que afectan al conjunto de una sociedad, por ejemplo, el
cuidado del medio ambiente, el respeto por las normas de tránsito, etc.

Hay muchas maneras en que la conciencia social puede aparecer en un


individuo o grupo social. Mientras que los teóricos sostienen que lo más
aconsejable es asegurar la presencia de la conciencia social desde que se es
niño (de modo que ésta esté siempre presente en la persona, para lo cual los
sistemas informales y formales de educación son esenciales), la conciencia
social también se puede despertar en las personas y ser adquirida y/o
expandida con el paso del tiempo, de acuerdo a las necesidades momentáneas
de cada conjunto social. Así, si bien personas de determinada edad no han sido
educadas en la adquisición de conciencia social respecto a diferentes temas,
campañas publicitarias de diverso cariz pueden servir para que se generen
espacios de reflexión sobre la importancia de la misma en momentos
específicos de la existencia de una comunidad.
Desarrollo social

De acuerdo con James Midgley el desarrollo social es “un proceso de


promoción del bienestar de las personas en conjunción con un proceso
dinámico de desarrollo económico”.[1] El desarrollo social es un proceso que,
en el transcurso del tiempo, conduce al mejoramiento de las condiciones de
vida de toda la población en diferentes ámbitos: salud, educación, nutrición,
vivienda, vulnerabilidad, seguridad social, empleo, salarios, principalmente.
Implica también la reducción de la pobreza y la desigualdad en el ingreso. En
este proceso, es decisivo el papel del Estado como promotor y coordinador del
mismo, con la activa participación de actores sociales, públicos y privados.
Para algunos autores, el desarrollo social debe conducir a igualar las
condiciones de bienestar prevalecientes en las sociedades industrializadas.[2] Si
bien actualmente se acepta que el desarrollo social debe adecuarse a las
condiciones económicas y sociales particulares de cada país, existen estándares
internacionales que se consideran “metas sociales deseables”. La Organización
de las Naciones Unidas (ONU) y sus diferentes organismos asociados son el
referente principal en esta materia.
Para Amartya Sen, “el desarrollo puede concebirse […] como un proceso
de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos”.[3] Esta
interpretación del desarrollo, ha llevado a otorgar una importancia fundamental
al concepto de desarrollo humano, como un proceso paralelo y complementario al
desarrollo social. El desarrollo humano “se refiere a la creación de un entorno
en el que las personas pueden desplegar su pleno potencial y tener una vida
productiva y creativa, de acuerdo a sus intereses y necesidades”.[4]
Por otro lado, el enfoque de los derechos humanos se ha constituido en
un referente de las políticas sociales, en particular los derechos humanos de
segunda generación que se definen como “los derechos económicos, sociales y
culturales, debido a los cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior,
es decir, a un Estado Social de Derecho.”[5] Entre los derechos sociales
encontramos la seguridad social, el trabajo, la formación de sindicatos, la
educación primaria y secundaria gratuita, un nivel de vida que garantice la salud,
la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios. Como resultado de este enfoque, se encuentran las
demandas que buscan que los derechos sociales se reconozcan en las
legislaciones de los países, pero que además se establezcan mecanismos que
garanticen su cumplimiento y su control.
En México, la Constitución de 1917 incorporó un alto componente
social, principalmente a través de los artículos 3, 4, 25 y 123 constitucionales.
Posteriormente, diversas reformas han ampliado la protección social a nivel
constitucional, tal es el caso de la inclusión de la obligatoriedad de la educación
secundaria en el artículo tercero constitucional en 1992. Actualmente, la
discusión se centra sobre la forma de garantizar el cumplimiento de dichos
derechos.
Las mediciones tradicionales de desarrollo consideran factores como el
Producto Interno Bruto (PIB), el PIB per cápita, el nivel de industrialización,
entre otras. En el enfoque propuesto por Sen existen cinco tipos distintos de
libertades: “1) las libertades políticas, 2) los servicios económicos, 3) las
oportunidades sociales, 4) las garantías de transparencia y 5) la seguridad
protectora”.[6] Los factores considerados por las mediciones tradicionales son
algunos de los medios para lograr estas libertades.
Si bien el desarrollo social implica el mejoramiento de las condiciones de
vida y de bienestar de toda la población, la tendencia de las últimas décadas ha
sido la focalización de los programas sociales y la restricción de las políticas
sociales universales. Esta tendencia ha estado definida por criterios de eficiencia
y de optimización de los recursos fiscales limitados.[7]
Este enfoque de políticas públicas ha implicado que la principal meta de
los programas sociales sea la reducción de la pobreza, particularmente de la
pobreza extrema. El mecanismo para lograr este objetivo ha sido el impulso del
desarrollo humano a través de la ampliación de las capacidades y de
las oportunidades de los individuos. Estos últimos dos conceptos, que son el
referente mundial en las políticas sociales, son una contribución de Amartya
Sen.[8]
Un tema de especial interés es el vínculo existente entre el desarrollo
social y el desarrollo económico. Actualmente, existe un consenso de que el
crecimiento económico es condición necesaria, pero no suficiente para alcanzar
el desarrollo social. Las propuestas actuales en la materia recomiendan dar un
mayor peso a la “calidad del crecimiento”, esto es, lograr que el crecimiento
económico sea incluyente y contribuya al desarrollo social.[9]
Debido a que las dimensiones mencionadas del desarrollo social serán
abordadas en las Fichas Técnicas de los Temas de la Agenda Social
correspondientes elaboradas por el CESOP, con relación al tema de desarrollo
social se analizarán variables e indicadores que permiten conocer y medir las
características y el grado de desarrollo social a través de indicadores generales
como el nivel de pobreza

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