Cristina Martínez Velasco

RELACIONA LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL RÉGIMEN CON LOS CAMBIOS QUE SE PRODUCEN
EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
Franco implantó la dictadura franquista (1936-1975) tras vencer en la Guerra Civil. Aplicó una fuerte
represión a los derrotados con el apoyo de la Iglesia y el conservadurismo español. Comenzó con el
fascismo de la democracia orgánica que encubría una dictadura sin libertades democráticas, pero a
lo largo de su existencia hubo cambios económicos y sociales que facilitaron la Transición a la
democracia al morir el dictador.

POLÍTICA INTERIOR: CENSURA Y REPRESIÓN

La sociedad se debilitó por el aumento de familias desestructuradas por la guerra, los vagabundos y
las prácticas ilícitas (timos, extorsiones, fraudes y tráfico de influencias) y se vio afectada por la
estricta moral pública con principios conservadores influidos por la Iglesia: hubo una censura oficial
en la prensa diaria, se prohibieron libros, películas y fiestas populares. En la enseñanza se separaron
niños y niñas y se estudió una Historia con la idea imperial.

La represión afectó a presos republicanos juzgados y condenados por tribunales militares. El número
de víctimas es desconocido, pero hubo hasta 100.000. Las ejecuciones diarias en Madrid entre 1939
y 1946, los desaparecidos y los detenidos eran extremadamente altos, a lo que se añaden los
muertos por hambre y enfermedades. Muchos presos se usaron para construir obras públicas como
el Valle de los Caídos, construido en veinte años por 20.000 penados. Se exiliaron unas 450.000
personas de las que no regresó la mitad. Los expatriados republicanos padecieron la Segunda Guerra
Mundial, pero cuando terminó las instituciones republicanas se reorganizaron: Cortes de 1936 en
México y Martínez Barrio presidió la República en el exilio.

POLÍTICA EXTERIOR: EL AISLAMIENTO

La política exterior de 1940 a 1953 estuvo marcada por el contexto internacional. El 4 de septiembre
de 1939, España se proclamó neutral en la Guerra Mundial a pesar de su cercanía con la Alemania
nazi. El 12 de junio de 1940, coincidiendo con los triunfos del Eje, adoptó el papel de potencia no
beligerante (país próximo a intervenir en el conflicto) y ocupó Tánger.

El 23 de octubre, en Hendaya, Hitler y Franco negociaron el apoyo de España al Eje. No hubo ningún
acuerdo por las demandas españolas por las concesiones territoriales en Marruecos a costa de
derechos franceses, lo que hubiese enfrentado a Hitler con los aliados del Gobierno francés.
Además, el Ejército español no inspiraba confianza a Hitler. Tras la invasión nazi de la Unión
Soviética, España envió al frente de Leningrado a la División Azul contra el comunismo.

Las primeras victorias permitieron a España ser potencia neutral en octubre de 1943. Tras la guerra,
la falta de libertades democráticas y la inclinación al fascismo llevaron a la comunidad internacional
a aislar al franquismo: Francia cerró su frontera y una resolución de la ONU en diciembre de 1946
aconsejó la retirada de embajadores en España. El régimen estuvo incomunicado, aunque no sin
ayudas exteriores: divisas de bancos norteamericanos con el visto bueno de su Gobierno y el envío
de cereal argentino tras el protocolo Franco-Perón.

El régimen culminó su institucionalización con la Ley Orgánica del Estado en 1967. En julio de 1969
las Cortes designaron a propuesta de Franco a Juan Carlos de Borbón y Borbón sucesor en la
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jefatura de Estado como rey. Con ello se cerraba la formación del régimen y, según Franco, todo
quedaba «atado y bien atado» para el futuro.

La Ley de Prensa de 1966 del ministro de Información y Turismo Fraga suprimió la censura previa
manteniéndola a posteriori, la Ley General de Educación de 1970 de Villar Palasí renovó los estudios
no universitarios y estableció la obligatoriedad de la enseñanza básica.
La política exterior se caracterizó por reclamar Gibraltar, la dependencia militar de EE. UU, la
descolonización de Guinea Ecuatorial, las buenas relaciones con países árabes e iberoamericanos y el
acercamiento comercial a países del Este europeo. No obstante, la adhesión a la Comunidad
Económica Europea (CEE) motivada por tecnócratas y empresarios para consolidar la economía
fracasaron por la naturaleza dictatorial del franquismo.