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TEMA 15.1.

- LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA: FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y


APOYOS ECONÓMICOS. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y COYUNTURA EXTERIOR. DEL
AISLAMIENTO AL RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL. EL EXILIO. (HASTA 1957)

Fundamentos ideológicos y apoyos sociales:


El Estado franquista fue un régimen político y social surgido de la guerra civil, personificado en la figura del
general Francisco Franco, a través de una dictadura personal y militar hasta su muerte en 1975 (Jefe del Estado,
del Gobierno, de las FF.AA, y del partido único, FET y las JONS, luego llamado Movimiento Nacional).
Resume el pensamiento de las derechas conservadoras (defensa de la religión, la familia, el orden y la propiedad)
y autoritarias europeas de entreguerras con los siguientes pilares ideológicos: Rechazo a la sociedad burguesa
contemporánea y nostalgia de etapas pasadas en las que España triunfaba (idea de Imperio); aversión a las
instituciones políticas liberales y de la democracia parlamentaria; represión durísima del marxismo y el
comunismo; exacerbado nacionalismo (estructura unitaria y centralista), combinado con la xenofobia y el
catolicismo más conservador (nacional-catolicismo); pragmatismo como rasgo peculiar para intentar modernizar
la sociedad manteniendo un sistema de valores tradicionales preliberales.
Los caracteres generales del periodo podrían simplificarse en: retroceso económico y empobrecimiento cultural,
dualidad entre interior y periferia, y entre mundo rural y mundo urbano; progresivas contradicciones dentro del
bloque dominante que apoyó a la sublevación por intereses contrapuestos entre terratenientes, banca e industria
frente a campesinos, artesanos y burocracia oficial y continua pugna entre familias políticas: falangistas,
tradicionalistas y católicos; aislacionismo internacional; falta de oposición política debido a la fuerte represión.

Franco institucionalizó el régimen de Estado de Derecho mediante la promulgación de las denominadas leyes
fundamentales:
- Ley de Cortes (1942), que diseñó una cámara consultiva de tipo corporativo. Fuero de los españoles (1945),
que contenía derechos cuyo ejercicio no garantizaba. Ley de Referéndum Nacional (1945). Consulta popular
mediante plebiscito o referéndum. Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947), estableciendo la monarquía
autoritaria, con rey propuesto por Franco a las Cortes.
- Ley de Responsabilidades Políticas (1939), Ley sobre supresión de la Masonería y el Comunismo (1940), Ley
de Represión del Bandidaje y el Terrorismo (1947).
El franquismo contó con apoyos institucionales como la Iglesia (Concordato de 1953), ya que el catolicismo
fue declarado religión oficial del Estado, controlando la educación; el Ejército, siempre leal, aunque a partir de
1945 se debilitó su influencia; la Falange, partido oficial, que fue perdiendo influencia en beneficio de otras
familias del régimen, pero que siguió controlando el Mº de Trabajo, el Sindicato Vertical y los periódicos Pueblo
y Arriba. También contó con apoyos sociales como la oligarquía agraria, financiera e industrial, la burguesía
provincial y el campesinado propietario, así como a partir de los años 50 de gran parte de la burguesía
industrial catalana y vasca.

Evolución política y coyuntura exterior:


1938-1945: Fascismo: Fascismo y nacionalsindicalismo (Serrano Súñer). El periodo se caracteriza por una
fuerte represión interna y la configuración de un nuevo régimen, así como en política internacional se declara la
no beligerancia en la 2ª Guerra Mundial con un apoyo indisimulado hacia la Italia fascista y la Alemania nazi
(División Azul).
Se hace patente la pugna entre Falange y Ejército por el control del aparato estatal con Serrano Súñer como
protagonista y con un tinte fascista o nacional sindicalista. Se incorporan ministros de las distintas facciones o
“familias” del régimen: falangistas, militares, católicos (minoría) ACNP y Opus Dei más tarde. También entre la
falange y la Iglesia Católica por el control cultural, mientras se margina a los sectores monárquicos. Desde 1942
se produce una pérdida de peso político del fascismo en el régimen, postulándose una postura internacional algo
más neutral y desarrollando una tímida labor constituyente (Ley Constitutiva de las Cortes, 1942, como
asamblea consultiva).

1945-1950: Dictadura militar.


Cambio de política interna y externa, consecuencia de la derrota nazi. Incremento de la influencia política de los
sectores católicos: nacional-catolicismo (Carrero Blanco).
Como consecuencia del final de la 2ª G.M se acentúa el ostracismo o aislamiento internacional, aunque se
inician contactos e intentos de obtener el favor de los aliados vencedores y de la opinión pública internacional.
Condena de la ONU hasta 1948 y bloqueo diplomático y económico mientras continúa la represión contra la
oposición y contra el “maquis”.
Se dan los primeros pasos para fijar la continuación del Régimen: Fuero de los Españoles (1945); Ley de
Sucesión aprobada en referéndum(1947): Promesa indeterminada de restauración monárquica aprobada mediante
referéndum.

1950-1957: Dictadura cívico-militar personalista.

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Paso del nacional-sindicalismo al nacional-catolicismo. Presencia católica Joaquín Ruiz Jiménez (Mº
Educación). Se disfraza a la dictadura con una apariencia democrática: “Democracia orgánica”. La tecnocracia
va desplazando al fascismo. A causa de la “Guerra Fría” (contexto internacional), se establecen nuevas
relaciones con los vencedores del fascismo: acuerdos España-USA (Pacto de Madrid, 1953), admisión en la
ONU, OECE y FMI., restitución embajadores (1951).

Evolución económica:
1939-1951: Autarquía y rígida política de intervencionismo estatal.
Las causas objetivas se pueden atribuir a las pérdidas materiales y humanas por la guerra, a los obstáculos
internacionales, al nacionalismo económico y al estancamiento económico, que a su vez provocan escasez,
hambre y racionamiento de productos básicos. La corrupción y el mercado negro (estraperlo) son práctica
generalizada.
La producción se basó en el predominio del sector primario (intervencionismo estatal, SNT), con el
estancamiento actividad industrial (INI, 1941) y una hipertrofia del sector terciario: funcionarios del régimen
(excombatientes). El fuerte intervencionismo estatal en todos los sectores (Nacionalizaciones: Iberia, Telefónica,
Renfe, Endesa, Enasa, Seat, Ensidesa; fundada en recelos ante una supuesta dependencia de sectores económicos
supranacionales), generó consecuencias inflacionistas y caída de competitividad que se tradujeron en una pérdida
de poder adquisitivo y una inflación galopante por la necesidad de financiación del Estado, lo que llevó a la
acumulación de una gran cantidad de deuda pública en manos de bancos privados.
La pérdida de poder adquisitivo y la nula redistribución positiva de la renta a través de impuestos impulsó las
primeras protestas y huelgas relevantes en 1951 (País Vasco y Barcelona).

1951-1957: Abandono de la política autárquica.


Preestabilización: Disminución del intervencionismo con la paulatina liberalización del comercio y los precios
tras la desaparición del racionamiento en 1952. Medidas preestabilizadoras fiscales y monetarias, como la
devaluación de la moneda y la liberalización progresiva de circulación de capitales y mercancías.

Evolución social:
Rígida jerarquización, predominando los valores tradicionales y religiosos y la moral católica.
Se produce una progresiva recuperación a causa de políticas demográficas de protección a natalidad, y continúa
el progresivo éxodo rural con despoblamiento de zonas interiores. La mayoría de la población ocupada lo está en
los sectores agrario y de servicios, sobredimensionados en perjuicio del sector industrial y su pertenencia a las
clases sociales era aproximadamente la siguiente: Alta (0,5 %); Media Alta(16%); Media (26)% ; trabajadores
(57,5 %). En cuanto al nivel de vida, destaca la alta tasa de analfabetismo especialmente en zonas rurales, una
desigual distribución de la renta, con grandes bolsas de pobreza y miseria. Las familias presentaban un déficit de
electrodomésticos, teléfonos y vehículos, a la vez que la red sanitaria era deficiente y Seguridad Social no
generalizada.
La Educación pública fue subsidiaria de la privada y controlada por sectores nacional-católicos, después de la
depuración de docentes de izquierdas y liberales. La pervivencia de rituales ancestrales: procesiones de
penitentes, corridas de toros, fiestas “populares”, se completaba con un férreo control de las familias y de la
institución del matrimonio (solamente válido el canónico) y de la censura en prensa, libros, espectáculos y
educación o el Cine utilizado como medio de propaganda del régimen (NODO: noticiarios y documentales)

Oposición:
Fue muy escasa, debido a la fuerte represión (Ley de Responsabilidades Políticas de 1939: 50.000 fusilamientos
y 300.000 presos). Ley de Supresión de la Masonería y el Comunismo (1940); Ley para la Seguridad del Estado
(1941); Ley de Represión del Bandidaje y el Terrorismo (1947).
En el Exilio, en el Gobierno Republicano y en los autonómicos, persistió la desunión y debilidad de
republicanos y socialistas y una pérdida de influencia de CNT. Los socialistas se aproximan a la solución
monárquica de D. Juan, mientras que el PCE se mantiene aislado en su propuesta de resistencia armada a través
de la guerrilla (maquis) hasta el año 1956 en que propugna la política de “reconciliación nacional”. Juan de
Borbón (heredero de Alfonso XIII) mantiene la presión a Franco (Manifiesto de Lausana, 1945) para la cesión
del poder a la monarquía, como consecuencia se aprobará la Ley de Sucesión para su hijo Juan Carlos.
En el Interior las guerrillas antifranquistas comunistas y algunas partidas anarquistas (maquis) continúan la
resistencia armada, lanzando la invasión sin resultado del valle de Arán con 4000 combatientes, muchos,
miembros de la Resistencia contra el nazismo. Aparecen como resultado de la carestía y de la inflación las
primeras protestas espontáneas en la década de 1950 en el País Vasco y Barcelona (1951, boicot subida del
tranvía). A partir de estas huelgas obreras se generaliza la práctica del entrismo (utilizando los Sindicatos
Verticales) que provocan nuevas huelgas de País Vasco, Madrid y Barcelona (1956-58) y el reconocimiento de
la negociación colectiva (Ley de Convenios Colectivos, 1958). Al mismo tiempo, comienza la desafección de
algunos “hijos del Régimen” y las protestas en la Universidad en 1956: Destitución de Ruiz Jiménez y de
rectores de Madrid y Salamanca (Laín Entralgo y Antonio Tovar).

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