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11.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales.

Etapas de la dictadura y
características de ellas. El contexto internacional.

La creación del estado franquista

El franquismo instituyó un Estado legitimado por la Guerra Civil cuya configuración estaba por definir, Franco solo
tenía claro que sería un Estado autoritario, nacionalista y católico, cuyos rasgos eran: el totalitarismo que nace como
una dictadura inspirada en el modelo fascista italiano y alemán, la supresión de la Constitución de 1931 y de las
garantías individuales y colectivas, la clausura del parlamento, solo se permitió un único partido y sindicato oficial,..;
el caudillismo por el que Franco pasó a ser jefe del Estado, jefe de Gobierno, Generalísimo de los ejércitos y jefe
nacional del único partido permitido; la defensa de la unidad de la Patria por la que se abolieron los estatutos de
autonomía y el castellano fue la única lengua oficial permitida; el tradicionalismo basado en las raíces históricas de
España; los rasgos fascistas, que se fueron atenuados tras la derrota de Hitler y Mussolini en 1945; el anticomunismo,
la represión de la oposición y el control de los medios de comunicación (censura).

La “democracia orgánica” y las leyes fundamentales fueron la base de Franco para ganarse el apoyo de las
democracias occidentales tras la Segunda Guerra Mundial y que no le asociaran con el fascismo. Se trataba de
presentar una organización política con la apariencia de un Estado de Derecho para ello se elaboró un conjunto de
ocho Leyes Fundamentales. Se relegó a los falangistas para dar mayor protagonismo político a la Asociación Católica
Nacional de Propagandistas y así dar la imagen de apertura política. Para ello se definió a España como una
monarquía católica social y representativa cuya jefatura de Estado, en manos de Franco, era vitalicia y se reservaba
el derecho de nombrar a su sucesor.

Grupos ideológicos

Los grupos políticos que apoyaron la sublevación compartían: la confesionalidad católica, un poder nacionalista
fuerte y centralizado y un orden social rígido. Estos eran:

La Falange Española Tradicionalista y de las JONS, designadas por el régimen como Movimiento Nacional eran el
único partido permitido y en los comienzos del franquismo tuvieron una gran influencia, pero tras la derrota en la
Segunda Guerra mundial de las potencias fascistas, Franco se fue distanciando de ellos y perdieron influencia a favor
de los católicos.

La Iglesia católica a cambio de su apoyo al régimen obtuvo un amplio presupuesto de culto y clero y el control de la
educación. La mayoría estaban adscritos a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas para difundir el
pensamiento católico, combatir el anticlericalismo y la defensa de la enseñanza católica, o al Opus Dei cuyo objetivo
era la santificación personal de sus miembros introduciendo valores cristianos en su lugar de trabajo, en los años
cincuenta ocuparon ministerios como el de economía.

Los monárquicos eran los carlistas o tradicionalistas cuya organización política quedó integrada en un único partido
creado por Franco con el Decreto de Unificación y los juanistas, partidarios de la restauración en el trono del hijo de
Alfonso XIII, Don Juan de Borbón.

Apoyos sociales.

Los pilares del régimen fueron el ejército ya que muchos ministros y gobernadores eran militares, la élite económica
y social que recuperó su hegemonía y las clases medias rurales del Norte y Castilla. La mayor parte de las clases
medias urbanas y clases trabajadoras apenas respaldaron la dictadura, pero la represión, la miseria y la
desmoralización llevaron a la pasividad política. En los años 60, el desarrollo económico hizo que el régimen contara
con mayor consenso social entre estas clases.

Etapas de la dictadura y características de cada una de ellas.

En las casi cuatro décadas que duró la dictadura franquista podemos distinguir tres etapas.
El triunfo y asentamiento del régimen (1939-1959)

En política interior se dio una dura represión contra los vencidos en la Guerra Civil y se sentaron las bases del nuevo
Estado franquista. En política exterior primero hubo un acercamiento a Alemania e Italia, luego un rechazo del
régimen y aislamiento internacional y por último se dio el paulatino reconocimiento internacional del régimen
durante la Guerra Fría. En el ámbito económico, la economía se estancó por las consecuencias de la Guerra Civil, el
estallido de la Segunda Guerra mundial y al aislamiento internacional de España tras la guerra.

El desarrollismo económico (1959-1973)

En política interior se consolidó la estructura del régimen franquista y se suavizó la represión política. En política
exterior se continuó con la apertura y la solicitud de ingreso en la Comunidad Económica Europea CEE). En la
economía la favorable coyuntura internacional propició un acelerado crecimiento económico que situó a España en
un nivel de desarrollo próximo al de los países de Europa occidental.

La crisis final (1973-1975)

En política interior se dio un inmovilismo del régimen, con la decrepitud de Franco y la oposición política que llevó a
un clima de inestabilidad. Internacionalmente, España aparecía como una realidad caduca y anacrónica ya que era
la última dictadura en Europa. En el ámbito económico, el desarrollismo se frenó por la crisis internacional del
petróleo de 1973 iniciándose una recesión económica.

El contexto internacional, del aislamiento al reconocimiento exterior.

Franco se unió al Pacto antiKominter lo que suponía la alianza con las potencias fascistas durante la Segunda Guerra
Mundial, pero al inicio de esta Franco declaró la neutralidad española, aunque en 1940 pasó de la neutralidad a la no
beligerancia. La entrevista entre Franco y Hitler en Hendaya estuvo a punto de meter a España en la Guerra Mundial,
pero Hitler no aceptó las pretensiones de Franco sobre el Marruecos francés y Gibraltar. España apoyó a las
potencias fascistas enviando la división azul a luchar junto a las tropas nazis en el frente ruso.

Las derrotas del Eje hicieron que a partir de 1942 Franco diera un giro a su política internacional buscando la
conciliación con los países aliados regresando al estatus de neutralidad ya que la derrota de Alemania en 1945 exigía
distanciarse del fascismo, para conseguirlo, se presentó al régimen como católico, conservador y anticomunista.

El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso para el franquismo una etapa de aislamiento económico, político y de
rechazo internacional, en 1946, las Naciones Unidas votaron contra el ingreso de España y recomendaron la retirada
de los embajadores de Madrid, el único apoyo que recibió fue la firma del Concordato con la Santa Sede en 1953.

El inicio de la Guerra Fría salvó al régimen de Franco ya que, en 1950, la ONU recomendó el fin del aislamiento
diplomático y en 1953 se firmaron los acuerdos bilaterales con los Estados Unidos que permitieron la instalación de
bases militares norteamericanas en España (Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota). España también recibió
ayuda económica norteamericana y se regularizaron las relaciones diplomáticas y comerciales, finalmente, España
ingresó en la ONU en 1955.

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