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Guia para manejo de la depresión

Señales para mantener en consideración:

Cambios de conducta y de carácter:


Aunque los altibajos emocionales y del estado de ánimo son normales, en un cuadro depresivo estos
cambios son mucho más llamativos y distintos a su forma de ser habitual.

Aislamiento social permante:


Esto no significa buscando la intimidad de su dormitorio como algo necesario y habitual, sino del
aislamiento en el que no sólo no quiera comunicarse, sino que tampoco quiere hacerlo con su grupo
de iguales.

Tristeza:
Estar más triste de lo normal, tiene una visión del mundo o de sí mismo negativa y tiene una
perspectiva muy pesimista respecto a su futuro y su capacidad de control.

Problemas de rendimiento:
Si está teniendo cambios significativos en cuanto a la concentración de sus actividades diarias, ha
disminuido su rendimiento o interés en estas actividad que era considerada beneficiosas.

Autolesiones o intentos previos de suicidio:


Sí ha existido autolesión (se provoca daño o tiene la intencionalidad).
● Las autolesiones son comportamientos que emplean algunas personas con el fin de poder dar
salida a un malestar emocional que no saben cómo manejar. Los intentos previos también
deben tomarse en cuenta.

Comportamiento impulsivo y/o agresiva en su forma de actuar:


Se debe monitorear la capacidad de reflexión que se encuentra teniendo vs. la posible tendencia a la
impulsividad sin meditación de sus actos o palabras.
CONSEJOS PARA PREVENIR Y ABORDAR UNA IDEACIÓN SUICIDA

1. Siempre hay que hacer caso y darle importancia si verbaliza su estado anímico

Es muy importante, no lo tomes a la ligera o pienses que “son cosas pasajeras”, no retes ni te
enfades o castigues, no se busca desafiar con estas conductas, si se escuchan comentaríos como:
(“¡¿Qué, estás loco?!”) ni menospreciar (“¡Qué cosa más ridícula dices!”).

Estar dispuesto a escuchar sin juzgar a lo que realmente está diciendo. Se debe tener en cuenta que
en este tipo de problemas la detección precoz y el tratamiento temprano puede evitar graves
consecuencias. Es recurrente que aparezcan sentimientos de angustia, irritabilidad o nerviosismo
sentimientos de desesperanza e impotencia, que suelen estar acompañados de depresión,

2. Validar sus emociones:


Observe y escuche, necesario que permita expresar emocionalmente como necesite desde una
posición empática y comprensiva. No confrontar con la idea, ni minimizar la situación o el sentimiento.

Intente mantener abiertos los canales de comunicación. No minimice ni ignore porque esto puede
aumentar su sentimiento de desesperanza.

3. Evitar momento de tensión familiar:


En estos momentos, se necesita poder estar en un ambiente que le devuelva la estabilidad y
tranquilidad. Intentar evitar peleas familiares o momentos de tensión que puedan aumentar la
angustia o la idea negativa del mundo que le rodea.

Los conflictos entre un padre y un hijo pueden empeorar las cosas. Obtenga ayuda para los
problemas familiares y resuélvalos sanamente. Informe al profesional de la salud mental si su familia
tiene antecedentes de depresión, abuso de sustancias o violencia doméstica.

4. Tratar de comunicarse:
Buscar momentos de tranquilidad. Habla acerca de la salud mental. No permita que la depresión o la
ansiedad aumenten sin control. Tal vez es simplemente estar teniendo un mal día, pero podría ser
algo más si dura más de una par de semanas. Las personas deprimidas suelen aislarse. Muchas
veces sienten demasiada vergüenza para comunicar su tristeza a otros, incluidos a sus padres. Los
hombres en particular pueden intentar ocultar sus emociones debido a la creencia errónea de que
exhibir vulnerabilidad es una muestra de debilidad.

5. Temporalidad de las situaciones:


Nada es para siempre y que los problemas tienen solución y eso es lo relevante de realizar, las
soluciones hay que buscarla en el lugar y la forma adecuados. Es necesario y correcto pedir ayuda
cuando se necesita.
6. Compartir los problemas nos ayuda a solucionarlos:
Se puede tender a pensar que lo que están viviendo no le sucede a nadie más, que nadie les puede
comprender y se aísla. Se vuelve relevante hablar de nuestros problemas porque nos aporta posibles
soluciones que nosotros no habríamos descubierto solos.
Hasta que la terapia comience a hacer efecto, es probable que no sea momento para asumir
responsabilidades que podrían resultar abrumadoras. Dividir las tareas grandes en tareas más
pequeñas y manejables siempre que sea posible y que le causen menos estrés. El objetivo es volver
a fomentar la confianza y la autoestima.

7. Si está aislado socialmente de forma prolongada; tratar que esté acompañado/a el


mayor tiempo posible:

Desalienta el aislamiento. Pasar tiempo con amigos y familiares que apoyen. La mayoría de veces es
mejor estar con otras personas que estar solo. Pero no lo obligar si es no. Participar en actividades
que le sirvan para recuperar la confianza en sí mismo. Fomentar la práctica de actividades saludables
que puedan realizarse en grupo (deporte, música, cine etc.). Esto influirá en una sana autoestima.
Un estilo de vida saludable (coma bien, haga ejercicio y duerma regularmente).La actividad física tan
simple como caminar o tan vigorosa como levantar pesas, puede aminorar la depresión leve a
moderada.

¿Qué circunstancias podrían precipitar una crisis?

Algunos acontecimientos o situaciones de la vida, a los que llamaremos precipitantes, pueden


provocar un estrés intenso en un momento particular de una persona.
Estos precipitantes pueden ser vistos como la gota de agua que rebosa el vaso.

Algunos ejemplos de sucesos y circunstancias que pueden actuar como precipitantes:


● Una discusión con una persona importante o con alguien amado.
● La ruptura o pérdida de una relación afectiva.
● El suicidio de un familiar, de un amigo o de un personaje público.
● Pérdida o fallecimiento de un ser querido.
● Abuso de alcohol o de otra sustancia.
● La aparición o el agravamiento de un trastorno mental o de una enfermedad física o accidente.
● Cambios inesperados en las circunstancias de la vida.
● Experimentar un acontecimiento vital traumático, como abuso, acoso o violencia.
● Pérdida de estatus social, o episodio vivido como de pérdida del respeto por parte de los
demás.

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