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LA PREHISTORIA EN LA
PENÍNSULA IBÉRICA
La siguiente etapa fue el Mesolítico, que se extendió desde hace 10.000 años hasta
hace 5.000 años. Durante este periodo, los humanos comenzaron a domesticar
animales y a cultivar plantas, lo que les permitió establecer asentamientos
permanentes. También se desarrollaron herramientas más sofisticadas y se produjo
un aumento en la población.
La tercera etapa fue el Neolítico, que se extendió desde hace 5.000 años hasta hace
2.500 años. Durante este periodo, se produjo un gran desarrollo en la agricultura y la
ganadería, y se construyeron las primeras aldeas y ciudades. También se
desarrollaron nuevas técnicas de cerámica y metalurgia, y se produjo un aumento en
la población y la complejidad social.
La última etapa de la Prehistoria en la península Ibérica fue la Edad del Bronce, que
se extendió desde hace 2.500 años hasta hace 2.000 años. Durante este periodo, se
produjo un gran avance en la metalurgia y se desarrollaron las primeras sociedades
establecidas y jerarquizadas.
La Edad Antigua fue un periodo de gran importancia para la Península Ibérica, ya que
fue colonizada por los romanos. La dominación romana tuvo un gran impacto en la
región, tanto en el ámbito político como en el cultural. La cultura romana dejó un
gran legado en la Península Ibérica, especialmente en el ámbito arquitectónico y en
la lengua. El latín fue la lengua oficial de la Hispania romana y su influencia se puede
apreciar en el español actual.
Las invasiones bárbaras fueron una serie de invasiones llevadas a cabo por
diferentes pueblos germánicos, que tuvieron lugar en la Península Ibérica durante el
siglo V y VI d.C. Estas invasiones tuvieron como consecuencia la caída del Imperio
Romano y el establecimiento de diferentes reinos germánicos en la región.
El reino visigodo fue uno de los reinos germánicos que se estableció en la Península
Ibérica después de las invasiones bárbaras. Fue fundado por los visigodos, un
pueblo germánico originario de Escandinavia. Durante su reinado, los visigodos
introdujeron un sistema legal basado en el derecho romano y establecieron una
monarquía hereditaria.
Los reinos de taifas y los imperios norteafricanos fueron los últimos períodos de la
evolución política de al-Andalus. Los reinos de taifas fueron pequeños reinos
independientes que se establecieron después de la caída del Califato de Córdoba en
el siglo XI. Los imperios norteafricanos fueron reinos musulmanes que invadieron la
Península Ibérica en el siglo XII y XIII.
Los reinos cristianos surgieron en la Península Ibérica a finales del siglo VIII como
una respuesta a la ocupación musulmana. Los primeros núcleos de resistencia se
desarrollaron en el norte de España y en el valle del Ebro, y se expandieron a lo largo
de los siglos IX y X con la ayuda de las fuerzas francesas y germánicas.
En los siglos XIV y XV, los reinos cristianos sufrieron una crisis debido a las guerras,
las epidemias y la falta de recursos. Sin embargo, a finales de este período, con la
llegada de los Reyes Católicos, se inició un proceso de unificación dinástica y
política que culminó con la integración de las Coronas de Castilla y de Aragón.
El siglo XVI fue un período de gran expansión para el Imperio Español. Durante este
tiempo, se llevó a cabo la conquista del Reino Nazarí de Granada, la incorporación
del Reino de Navarra y la integración de las Islas Canarias. También se acercó a
Portugal a través de matrimonios dinásticos y tratados.
En cuanto a las instituciones de gobierno, se producirán mecanismos de
organización del estado, como la creación de un sistema centralizado de gobierno
en Madrid. Además, se estableció un imperio colonial con la conquista y
colonización de América, liderada por figuras como Cristóbal Colón y Hernán Cortés.
El gobierno y administración de estas colonias se llevó a cabo a través de la
creación de instituciones como la Audiencia y la Real Hacienda.
El impacto de América en España fue significativo, ya que trajo un gran aumento en
la riqueza y el poder del país, así como una gran influencia en la cultura y la sociedad
española de ese tiempo.
El siglo XVII en España fue marcado por una serie de cambios políticos y sociales
significativos. La guerra de Sucesión, que tuvo lugar al final del siglo XVI y principios
del siglo XVII, terminó el cambio dinámico en España, con la llegada al trono de los
Borbones. El sistema de Utrecht, acuerdo firmado en 1713, puso fin a la guerra y
estableció las bases para la organización política y territorial del país bajo el reinado
de los Borbones.
El republicanismo fue una corriente política que tuvo cierta importancia durante la
Restauración, aunque nunca alcanzó el poder. Sus formulaciones variaron
posiciones desde moderadas hasta posiciones radicales y revolucionarias.
La pérdida de las colonias y la crisis del 98 supuso una importante crisis para el
Estado español. La guerra de Marruecos, que tuvo lugar entre 1859 y 1906, supuso
un importante desgaste económico y político para España y tuvo importantes
implicaciones sociopolíticas en el país.
La descomposición del sistema canovista, basada en la figura del político Práxedes
Mateo Sagasta, supuso el fin de la estabilidad política y económica del país.
La dictadura de Franco, que apareció desde 1939 hasta 1975, fue un régimen
autoritario y conservador liderado por el general Francisco Franco. Durante este
período, España experimentó un gran cambio en términos políticos, económicos y
sociales.