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Demasiado sol esta noche

Tuve que dejar la muerte para encender una lá mpara.


Afuera, brota un sol venusino y yo me pregunto por qué el
mate con cianuro nunca fue para mí.

Celeste Vassallo
Amor: el cuerpo de un ahogado, una broma inoportuna, la
metá fora de un encuentro que nunca sucede o má s bien la
risa perturbadora de un niñ o moribundo.

Miedo: ese momento cuando un topo rosado sale del cuerpo


convulsivo, poligonal y lo quiebra para siempre.
Alguna vez fuimos piernas cruzadas en la aurora de sá bado
en el balcó n. Una estampilla de mariposas exó ticas, un DEMASIADO SOL ESTA NOCHE
whisky con helado de limó n. Pero sobre todo, frutitas de Celeste Vassallo
mazapá n.

Perniciosa Liter/hartura
Niñ o Down Editorial
Sú per Ediciones Prisma

CDMX: ALUMBRE, 2018


Cuando pasee por las riberas del Sena o me siente a tomar
sol frente a la fuente del Jardín de Luxemburgo, rodeada de
cuervos tímidos, tal vez me acuerde de que alguna vez leí
poemas desnuda en tu casa y sienta esa nostalgia de lo
perdido o de lo nunca encontrado y, entonces, me dará n
ganas de salir corriendo a buscarte y te voy a ver en las
callecitas oscuras de Montmartre, pero no vas a ser vos,
sino otra alma tan rota como la nuestra, consuelo de una
noche y me dirá que no hay nada tan permanente como
ahora y yo voy a querer creerle para sentirme bien, para
convencerme de que hay un momento para cada cosa en la
vida y ahora es esta ciudad, este lugar de mierda, que por
eso es tan genial.
Una gota se afirma con piedritas
desesperada en el patio inmenso
a la hoja tierna Pisa descalza el aserrín y la tierra
en suspensió n iridiscente. tiemblan sus pies mínimos.
El patio es el mundo entero
recortado en una cuadra de yuyos altos y troncos apilados.
Correlato minú sculo de la lluvia
El mundo entero es el patio.
que se afirma Pero niñ a de arena no conoce el mundo.
oblicua Só lo sabe de piedritas afiladas
al á rbol. redondas
para dibujar corazones.
Abajo, sin embargo, Lo intuye cuando otros invaden el patio,
la tierra como niñ o de madera,
escurre el agua que habla de afuera
hacia lo profundo. Afuera
_¿acaso acá no es todo?_
La gota y la lluvia entrañ an se parece a las arañ as
o a las ratas que hay debajo
la prepotencia de lo irremediable.
de las piedras.
Niñ a y niñ o se esconden
Toda muerte es una caída. É l ya conoce la crueldad
y sus brazos, como troncos
(los mismos que después secará n las lá grimas negras de tierra
y quitará n el aserrín de la boca)
arrastran a niñ a
que ahora conoce el dolor
Unas palabras de algodó n y azú car se apuran en los labios de
niñ o
Ella só lo ve arañ as y ratas.
Y para siempre comprende que las piedritas no sirven para
dibujar corazones
sino para romperlos.
Niñ a de arena dibuja corazones
Pre(au)sencia Incrustada en el suelo
Nieva en su circularidad
y el gato llenó de arena la cama asoma la catedral de piedras y barro.
otra vez.
Una luz como de vidrio también se acumula en el colchó n. Una tristeza de hiedras
En tu lugar, escala los muros, trazos
sobre el hielo, filosos de la noche que cuelga.
el gato se estira
se relame Detrá s de la puerta, una oscuridad esencial.
una leve silueta Adentro también cuelga la noche.
una sombra se alarga
y vuelve el manto overo
justo como si estuvieras.

Dios derrama su leche


en el cielo suspendido, -un espacio que acumula los despojos de una noche que no
alfombra manchada. será -
conocemos las formas del mundo.
Adivino la inicial del nombre
donde se despega En ese lugar fuera del tiempo, la culpa también es un
de la mata negra despojo porque la calma de todas las
que asciende. cosas se impregna en los cuerpos
como el humo persistente.
Siempre asciende.
En esa fugacidad
En el centro, descuidado, nos debatimos en una contienda que creemos perdida de
deja caer una brasa encendida antemano
mientras un pá jaro minú sculo se hunde. porque afuera,
Anuncio de otra despedida. afuera solo es asfixia
y adentro,
Y no puedo má s que hundirme la mentira má s piadosa.
también.

En un cuarto que no es un cuarto Hombre, no sos el centro del mundo.


Quiero desprenderme de esta piel
El centro del mundo es un eufemismo, claro, como en un acto ritual
la manera má s decorosa de nombrarte retorcerme
sin que la lengua se anude serpiente de fuego
sin que la boca se seque de tanto gritar(te) brotar en luz
de tanto saberte con las manos vacías de la mujer que soy negra
ombligo que beso, no, no está s en el centro, no, no sos el seminal
centro y acomodarme en el centro
hombre que te vas para volver convertido en todas las en el ú nico centro mío
mañ anas y las noches del tiempo Le pido al viejo dios nocturno
no seas nunca que me muestre los cuatro rumbos del universo
por piedad donde existe todo
la luz en el pozo. menos tu cara.
Huehueteotl, viejo de fuego,
te nombro
verbo infinito
te canto
-y perdó n la osadía pero
quiero nacer serpiente
mudar la piel como quien abre los ojos por primera vez
y se estremece en el mundo
oscurecer tu boca con mi sangre,
carne de la noche.
Cuando nazca de esta luz, seguramente
te habré olvidado.

Al viejo dios del fuego


Mariposa del país de los muertos
Mictlanpapalotl “A sus espaldas só lo ha dejado un hueco,
¿Está s buscando asilo en este cuerpo? la forma que ha tomado su ausencia” H. M.
¿Un refugio en las sombras de la ciudad?
¿Es mi sexo El té se enfría sobre la mesa
-tocado por el viento leve de su aliento
mientras las polillas dibujan las paredes con el roce de sus
tu casa?
alas.
¡Te doy asilo, ascá lfa!
Te reconozco en mí y me ato a tus alas Hay una distancia entre todas las cosas.
que cambian de color segú n el á ngulo de la luz Una distancia que el ojo llena como una hiedra invisible,
Madre del espanto como las marcas que dejan las
Te doy la bienvenida polillas.
De esta sangre Entre la nariz del gato y el pá jaro, un destello contra el
De este barro suelo.
Me convierto en la forma perfecta de tu espectro Entre los dedos finos y el cigarrillo, un continuum de
Y te pregunto, entonces cenizas.
¿Có mo mueren las mariposas? Hay una distancia entre todas las cosas, una forma
¿Como una gota que cae, imperceptible y es eso solamente indefinida
-Una gota?
que es
¿Como cuando pasa el ú ltimo día del verano y no nos damos
cuenta? siempre
¿Como cuando lo nombro e imagino que está, pero abro los ojos? otra cosa.
¿Como cuando nos despedimos en silencio? ¿Así? Hay esta distancia entre nosotros.
¿Como cuando un pá jaro no soporta el frío y cae -seco- a la Y mientras el té se enfría en el centro de la tarde, me
tierra? pregunto a qué se parece el peso del
¿Mueren en invierno o en verano las mariposas? aire que nos separa.
Mictlanpapalotl, te contemplo y me vuelo con vos hacia vos Tal vez al pá jaro que revolotea huyendo del gato o a estas
Renazco en tu forma palabras que escribo.
luctuosa
Te doy la bienvenida
Y me aferro a tu vuelo porque quiero morir
como mueren las mariposas.
Voy a dibujarme un vestido A mitad de la noche fabrico un sueñ o de porcelana
con una Gillette Me duermo masticando el fracaso
Tendrá círculos pequeñ os y de nuestros cuerpos en el vértice del día
tu nombre impreso con glitter rojo Obsesió n onírica
que se funde
porque la sangre es brillante
como vos
y me gusta cuando cae en los recovecos del pubis
y deja un rastro en zig-zag y me interroga
Pensé que entre las tetas en el borde de una vida de cartó n
tiene que haber un moñ o celeste de trapo con olor a naftalina
como mi nombre Que se balancea como una hamaca embrujada
que ademá s quedaría bonito con el rojo Que se limpia los mocos con el puñ o
lechoso y espeso de los circulitos Mientras vos y yo dibujamos con palabritas unas formas desbaratadas
Tiene que ser un vestido corto en una cama má s firme que cualquier promesa
el má s corto la poesía y el sudor
vuelven cuando cierro los ojos y estoy acá de este lado
para que no me digan después
adentro
que soy purita (o afuera)
O mejor largo, bien largo Y es él quien acaba
para que no me digan después que soy putita Y yo grito besando tus ojos
[No me digas có mo tiene que ser mi vestido Hundiendo mi lengua en su boca
ni la forma como tengo que dibujar con Gillette esperando tu lengua en la mía
ni si tengo o no tengo que abrir má s las piernas Entonces imagino que estoy loca
y meter un dedo dos dedos tres dedos] Que me habita una horda de desquiciados
Voy a dibujar mi vestido Pero se me pasa cuando quiero derramar tu sangre
con sangre de tu sangre y regar las plantas de mi jardín para que se pudran, como yo,
en una tarde cualquiera
y contarme la historia de que somos
Pero aú n beso
la continuació n de nosotros
con oscura paciencia
en esta exper(sex)iencia las cicatrices que dejé en vos
aunque a veces no me acuerde de mí que son también las mías
y tenga que comprar memoria profundas como las raíces de mis plantas
esa que viene en cá psulas transparentes Hasta que despierto.
Mi vestido rojo hemoglobina Y siempre despierto
también tiene que decir porque nunca dormí con vos.
que la vida es un siniestro
poema interactivo.
Yo conozco el secreto del viejo que viene de vez en cuando Ni esperar
al departamento de al lado. Ni arder
El secreto que, intuyo, guarda celosamente. Ni doler
El viejo ronda los setenta. Ni sangrar
Ni ojos
El viejo arrastra un bastó n y llega hasta la puerta de
Ni oídos
entrada.
Ni árbol
Los chicos que desfilan por el pasillo vestidos con enterito
Ni raíz
de jean y gorra roja Ni gritar
son/se parecen/podrían ser Ni herida
electricistas pintores plomeros Ni bestia
Los chicos que desfilan con enterito de jean y gorra roja Ni golpe
saben que el viejo paga, Ni falda
que el viejo goza. Ni versos
Y el viejo sabe que los chicos cumplen. Ni red
Siempre pienso en los secretos como en el mar. Ni vos
Como eso que persiste para recordarnos que Ni todos
irremediablemente existimos Ni ninguno
y que somos, como el mar, una profunda inmensidad. Ni solos
Ni separados
Ni incendio
Ni conceder
Ni forzar
Ni estrellar
Ni verde
Ni piernas
Ni arrancar
Ni dudar
Ni torcer
Ni cruz
Ni madrugar
Ni fosforecer
Nadie diga cómo
Amar como un ojo de pez
escurrido cilíndrico Habito el deseo con la familiaridad del tiempo
Querer(se) para mirar Como las sá banas revueltas de una cama sin hacer
_como el pez_ Me despojo de heridas
todos los ojos y me echo al viento como una hoja que cae
los pies También me desnudo en otoñ o
abrazar las manos Como el á rbol
porque amar no es
Buscando las miradas
enramar
De los que me fueron que me será n
enseñar cómo
que no digan cómo
Y los confundo en un degradé de ojos abiertos
con la piel con el pelo En un concierto cotidiano
los labios Verdemarrongris
Solo brotar en leche Y pienso qué es este gusto a piel
en sangre sino una madeja de lana
en blanco que se desgaja con las manos abiertas
en ellas Todas las tardes
en ellos Ahí justo donde viene a posarse el sol
en vuelo como una llaga
y danzar en voz alta por donde sangra el cielo
en vino Y anochece el mundo
con tres con seis Y yo anochezco en un par de brazos
de todos Otra vez la lluvia tiesa
convidar(se)
como la confirmació n de que sigo creando absurdos
brotar en nubes
Aquí y ahora.
para mirar el mundo
y atardecer en flores
como pájaros desorientados
a oscuras con luz desnudos
marearse de especias y hierbas dosificadas
sin orden
para encender los extremos
y ascender al círculo del universo
Lo que ya no existe que es ese andar descalzos
Los cassettes regrabados con canciones de radio pisadas pisando la tierra caliente
El discman rojo y azul chilló n donde sonaban los Guns de mareas y lunas
Lo que ya no existe
El sexo furtivo en una ruta cualquiera de madrugada
en el imperfecto cielo curvado
Lo que ya no existe y naranja
Las tardes de lluvia jugando al metegol tomando Cherry Cola amar en los brazos de todos
Los diskettes del Carmen San Diego y el Prince of Persia por los brazos
Los chats de ICQ donde me invitabas a tu casa a escuchar
nada más
el á lbum sin nombre de Led Zeppelin
Lo que no existe y los dedos
Mi cuenta de MSN y todo eso que hay allá
La cerveza de contrabando en el campamento y donde vamos
vos chapando conmigo en la esquina
iremos
Las cartas plagadas de corazones
que te dejaba una por día todos los días a las ciudades dormidas
Lo que no existe en los patios de amapola
Los mensajes que me mandabas al motorola startac compartir(se)
que mejor no usaba porque me fundía de partos y perfumes
Las monedas de 1 peso que gasté en
las máquinas de peluches y en los papeles de carta perfumados muertos de vida
Lo que ya no existe entrelazados
Las noches en vela llorando en bosques ausentes
porque me dijiste que ya fue ya fui pero juntos
y te seguía llamando al fijo
Lo que no existe
porque somos con otros
tu hermano diciendo que no está s por otros
Y no vas a estar y el amor es palmera y ruinas
Lo que ya no existe y también signos
Las estrellitas que brillaban en la oscuridad
porque somos piel
y llenaban el techo del cuarto
Tu nombre en mi cuaderno escrito con gliter y estamos todos
Lo que ya no acá.
Lo que no
Eso
Vos
Nos besá bamos con las manos Hay belleza, por ejemplo,
y salíamos a caminar por la calle de las monedas. en unas manos que dibujan siluetas en el aire
En sus ojos crecían geranios blancos como las tuyas cuando te veía desde la esquina del viejo
y yo pensaba que siempre era verano.
Cuando nos conocimos, me dijo una fó rmula má gica
tormenta
como ¡abracadabra, que todo se destruya! y me gritabas que ya estaba que ya podía pasar
o ¿nena, por qué no te levantá s y mirá s có mo anda tu cuerpo? porque el viejo había guardado el perro.
También pudo haber sido un coro de bocinas o algú n verso malo de O en una cicatriz con forma de ojo sin pupila,
un poeta malo. como la que te quedó en la frente cuando te caíste de la bici
La mayoría de las veces yo no lo escuchaba. en el campito de la vuelta.
Lo veía reír como un falso dios, mientras contaba Hay belleza en las muñ ecas calvas como las que rasuraste
colores en el centro.
Una vez, salimos a patear vasos de telgopor en las esquinas y
asegurá ndome que sería la ú nica manera de que vuelvan a
elegimos las má s oscuras ser hermosas
para ver mejor las estrellas y de paso no sentirnos tan solos. y cortaste y cortaste...
El efecto fue lo opuesto. O en un beso estampado con labial
A veces, hacíamos globos de chicle y los soltá bamos como palomas como el que le di a la foto de Kurt Cobain,
enfermas. la que sale con el cigarrillo y la guitarra,
La mayoría del tiempo no lo escuchaba mientras te decía que era el amor de mi vida
[¿qué decía?]
Abría su boca y sonaba una musiquita monocorde con luces
y de fondo sonaba come as you are
estroboscó picas. aunque en verdad quería que vos seas Kurt esa noche
Yo deseaba convertirme en luz para mirarme los dedos y ver có mo y vos só lo fuiste vos
brillaban y poder A veces pienso que la belleza cabe en un parpadeo nervioso
besarlo con colores estridentes. como el que hacés cuando mirá s el pez solitario del
Cuando la mujer de los espejos nos dijo que la poesía es un grito que estanque
no suena y que el o en el reflejo del espejo que te devuelve la imagen de todas
mundo es un rumor oscurecido por sirenas, no le creímos
[porque hablaba sola]
las que son con vos
[como nosotros] La belleza está en ese extrañ o lenguaje de hojas que
o no nos importó inventamos, pero
porque el mundo era un banco en una plaza sucia, un par de pares que nunca pudimos hablar.
de
manos que se besan, globos brillantes y una libreta para escribir
poemas.

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