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Reflexiones
críticas
acerca
del
uso
de
Técnicas
de
Evaluación
Psicológica.
Revisión
histórica.
Evaluación,
Evaluación
Psicológica
y Psicodiagnóstico:
conceptualización.
Objeto y objetivos en Psicodiagnóstico. Lugar de la demanda. Presentación y
Organizacióndelamateria.
EvaluaciónPsicológicayPsicodiagnóstico:
Entendemos a la Evaluación Psicológica como una rama específica del quehacer
profesional del psicólogo, que puede desarrollarse en distintos campos: clínico,
educacional, laboral, jurídico, comunitario, etc. Las tareas de evaluación en
Psicología Clínica incluyen básicamente todos los procesos relacionados con el
estudio de individuos, grupos, instituciones o comunidades en relación con el
procesosalud-enfermedad.
El
Psicodiagnóstico
conforma
una
subárea
importante
y especifica
dentro
del
campo
de las Evaluaciones Psicológicas en Psicología Clínica, las que en sí misma lo
trascienden. Es el proceso a través del cual los clínicos obtienen la necesaria
comprensión
del
paciente
para
tomar
decisiones
de
manera
informada.
Su
propósito
central es describir al individuo, sujeto,
grupo
o comunidad,
de
forma
tan
completa
como sea posible, en todas sus facetas y niveles. El psicodiagnóstico es una
disciplina científica íntimamente relacionada con la Psicología en tanto ciencia. El
psicodiagnóstico no puede reducirse a una mera tecnología psicológica (test o
instrumentos de medición) sino que en él se articulan los distintos planos que
constituyen
una
disciplina
científica
aplicada.
Las
distintas
teorías
psicológicas
dotan
al proceso psicodiagnóstico de marcos de referencia y de estrategias
metodológicas.
Hasta los años 30, no puede hablarse de modelos teóricos del psicodiagnóstico,
sino de un desarrollo progresivo de los principios psicométricos básicos y de la
aparición de técnicas diversas de evaluación, surgidas de propuestas teóricas
variadas, así como de necesidades prácticas específicas.
En
la
década
de
los
50s
va a hacer eclosión la polémica entre los denominados “defensores del modelo
clínico-médico”, profesionales formados en contextos médico hospitalarios, con
puntos de vista psicoanalíticos o próximos, que resaltan los determinantes
intrapsíquicos y minimizan los ambientales; y los “defensores de la predicción
estadística”, que formulan a los anteriores duras críticas metodológicas.
Detrás
de
ambas posturas se irán configurando las características centrales de las que,
posteriormente, se confrontan como propuestas alternativas. Con el nombre de
Clínico surgen las prácticas de
un
modelo
particular
y se
van
a ir
diferenciando
las
propuestas básicas de un modelo psicoanalítico, así como las preocupaciones de
tipo
humanista
y fenomenológico
existenciales,
acerca
de
un
proceso
PSD
centrado
enelsujeto.
A finales de los años setenta surge una mayor preocupación académica y
profesional
por
los
temas
concernientes
con
la
evaluación
clínica
en
especial
como
fruto de: a) la inserción de los psicólogos en áreas específicas de trabajo
relacionadas con la salud comunitaria; b) el reconocimiento
de
la
incidencia
de
las
diferencias culturales y sociales en los distintos comportamientos humanos; c) el
reconocimiento de la baja confiabilidad de los diagnósticos clínicos; d) la falta de
criterios claros para poder tomar decisiones respecto al tipo de tratamiento
adecuado que necesitan distintos tipos de pacientes; e) la necesidad de brindar
respuestasmáseficacesalosdistintostiposde“malestareshumanos”.
2) Una
valoración
del
estilo
de
las
relaciones
interpersonales,
datos
que
se
pueden
obtener analizando los aspectos transferenciales y contratransferenciales. En
muchos casos es necesario complementarlos con la información con la
informaciónquebrindanlosmiembrosdesusgruposprimariosdepertenencia.
3) Una
evaluación
del
estilo
cognitivo,
entendido
como
la
manera
en
que
el
sujeto
o
grupo procesa la información sobre su subjetividad, así como la referida al
mundo
externo.
Pruebas
como
las
escalas
de
Inteligencia
Weschler,
o el
test
de
Rorschach,brindandatosimportantessobreesteaspecto.
4) Información
detallada
sobre
la
autopercepción
consciente
de
un
sujeto,
cómo
se
ve
asimismo
en
relación
a cómo
quiere
ser
visto.
Es
importante
poder
evaluar
en
quémedidalapersonapuedediferenciarentremundointernoymundoexterno.
5) Información sobre las características de los mecanismos de defensa que el
sujetoutilizafrenteasituacionesdeconflicto.
8) La integración de la información relevada y la posibilidad de plantear juicios
clínicos basados mas en inferencias e interpretaciones de bajo nivel (análisis
salvaje)
9) Brindar una atención más respetuosa a los puntos de vista
del
propio
paciente
sobre los malestares que lo
aquejan
y las
soluciones
posibles.
Tener
en
cuenta
sus concepciones, así como las de representantes de su entorno cultural
inmediatoacercadelasaludylaenfermedad.
10) Ocuparnos
de
manera
sistemática
del
estudio
de
las
redes
de
apoyo
social
con
lasquecuentaelpaciente.
11) Formular recomendaciones terapéuticas en base a las inferencias e
integracionesrealizadas.
La
discriminación
es
un
proceso
básicamente
psicosocial,
que,
a partir
de
proponer
como válidos determinados valores, creencias o modelos teóricos, actúa Enel
sentido de devaluar, criticar, o simplemente ignorar la existencia de los otros. El
prejuicio es un juicio prematuro o previo que, se supone, puede tener dos formas
específicas, favorable o desfavorable. Anuncia, en general, una actitud o conjunto
de actitudes negativas contra alguien. En tanto el prejuicio alude a actitudes, la
discriminaciónesuncomportamientodirigidocontraalguien.
Las
técnicas,
ya
sean
cualitativas
o cuantitativas,
son
el
recurso
básico
para
vincular
las
teorías
con
los
fenómenos
concretos.
Los
temas
y problemas
de
nuestro
campo
de
enseñanza
y trabajo
profesional
son
esencialmente
instrumentales
y,
como
tales,
insustituibles. El empleo de distintas técnicas es necesario para la producción y
verificación
de
nuestros
conocimientos
en
los
diferentes
contextos
de
la
producción
de
los
mismos.
Un
prejuicio
bastante
frecuente
cuando
nos
referimos
a los
recursos
empleados
para
evaluar,
explorar
y diagnosticar,
es
referirlos
únicamente
al
contexto
de aplicación, obviando reconocer la necesidad
de
recurrir
a ellos
en
los
otros
dos
contextos. Otro prejuicio relativamente generalizado tiene que ver con su uso
solamente
relacionado
con
tareas
de
índole
clínica.
En
clínica,
realizamos
tareas
de
psicodiagnóstico.
Pero
no
es
solo
en
las
tareas
clínicas
donde
recurrimos
al
empleo
de
técnicas.
También
en
otros
campos
de
aplicación
hacemos
uso
de
ellas.
A
veces,
nuestras tareas implican concretar evaluaciones que no son necesariamente
psicodiagnósticosclínicos.
Es necesario superar falsas antinomias paralizantes, entre lo cualitativo y lo
cuantitativo, entre lo objetivo y lo proyectivo, entre el sujeto del inconsciente y el
sujetosocialcultural.Somosambascosasysusíntesis.
FrankdeVerthelyi:“TemasenEvaluaciónPsicológica”
Técnicasproyectivasyevaluaciónpsicológica:
Las técnicas proyectivas han constituido por mucho tiempo uno de los principales
instrumentos del
psicólogo
clínico
en
la
búsqueda
de
una
adecuada
descripción
de
lapersonalidad.
La
matriz
conceptual
del
punto
de
vista
proyectivo
es
una
serie
de
conceptos
sobre
la personalidad hondamente comprometidos con un enfoque dinámico que
considera
toda
la
conducta
como
activa
e intencional.
Hace
suya
una
aproximación
holística
que
insiste
en
el
análisis
dinámico
funcional
de
la
personalidad,
que
no
se
ocupa
de
segmentos
aislados,
sino
más
bien
de
las
formas
complejas
por
medio
de
las
cuales
el
individuo
busca
organizar
sus
experiencias
con
el
ámbito
físico
y social,
y
adaptarla
a sus
singulares
necesidades.
De
ahí
que
la
psicología
proyectiva
quiera
investigar
el
papel
de
todas
las
funciones
y procesos
psicológicos
que
actúan
en
la
personalidad
total,
enfatizando
la
unicidad
e interacción
de
los
intereses,
conflictos
y
estilosdeorganizaciónquecaracterizanacadaindividuo.
Lunazzi:“LecturadelPsicodiagnóstico”
Pensamos
el
PSD
como
un
campo
de
acción
profesional
claramente
delimitado,
es
la puesta en marcha de un “proceso de investigación” utilizando entrevistas y
técnicas instrumentales de exploración psicológica para
dar
respuesta
a preguntas
más o menos explicitas a la
demanda,
que
puede
provenir
de
diversos
ámbitos.
El
PSD representa, por un
lado,
el
desarrollo
de
los
procedimientos
técnicos
para
dar
cuenta
de
las
preguntas
que
lo
demandan
y también,
por
otro
lado,
el
desarrollo
del
aparato conceptual para tratar y explicar la naturaleza de “los datos” y los
fenómenos que acontecen en su despliegue y sus relaciones con las inferencias
clínicas. El objeto del PSD son los trazados expresivos de las organizaciones de
personalidad,
tal
como
se
construyen
y recolectan
en
el
dispositivo
PSD.
Entonces,
este dispositivo registra
y promueve,
a la
vez,
ciertos
trazados
específicos
de
cada
subjetividad.
Nuestro
objeto
enfocará:
a)
lograr
un
saber
acerca
de
esta
persona;
b)
un saber acerca de los medios de producción de ese saber, su validez y
limitaciones; y c) procurar nuestro saber acercarlo al conocimiento científico. De
esta manera, pensamos al PSD como constituido simultáneamente por diferentes
vectores y componentes: la demanda, sus relaciones con el método
científico-experimental y sus relaciones con la teoría psicoanalítica.
Conceptualizamos un proceso vincular montado dentro de coordenadas
témporo-espaciales precisas, en un orden secuencial y con el despliegue
de
roles
técnicos
en
distintas
fases,
focalizando
una
batería
de
técnicas
mínima
básica
como
unidaddeestudio.
Pensamos
las
técnicas
proyectivas
como
un
espacio
de
interacción
entre
la
mirada
y la escucha. Rapaport, a través de su hipótesis proyectiva, que expresa que
“cualquiera y toda conducta de una persona revela su personalidad individual”,
permite
reconocer
a las
técnicas
proyectivas
como
recolectoras
privilegiadas
de
las
proyeccionesdelossujetos.
El campo del PSD: en tanto campo determinado por demandas evaluativas de
alguna naturaleza, los métodos de las ciencias exactas, por un lado, y del
psicoanálisis, por otro, simultáneamente nos afectan debiendo a la vez ser
subsidiariosdelamiradaydelaescucha.
Eljuicioclínico
Podríamos
caracterizar
el
juicio
clínico
como
los
pasos
a seguir
en
la
elaboración
de hipótesis clínicas. Descriptivamente, un juicio clínico es un proceso de
transformación
de
datos.
El
psicólogo
intenta
llegar
con
la
ayuda
de
sus
recursos
técnicos
a la
comprensión
de
otra
persona,
que
lo
lleva
a atribuir
un
sentido
a la
conducta de esa persona. Para ello selecciona, jerarquiza, ordena, compara,
relaciona,
busca
recurrencias,
integra,
intenta
en
definitiva
que
su
hipótesis
esté
sustentada por la reiteración de datos similares que la refuercen o por la
convergencia de datos que le den coherencia. Es una investigación donde
quedan refutadas o confirmadas total o parcialmente las hipótesis formuladas.
Tiene analogía con el método científico hipotético deductivo, puede pensarse
que consiste en la postulación de situaciones no observables, que
tienen
valor
explicativo con respecto a los síntomas.
Y
hasta
incluso
como
una
sucesión
de
hipótesis fracasadas y de hipótesis mejoradas que las reemplazan. Los datos
sonexplicadosyenciertosentidoreconocidosporlashipótesis.
Un juicio clínico confiable, tendrá como punto de partida la formulación de
hipótesis que puedan ser integradas de modo riguroso. La selección e
integración de
indicadores
que
permitan
transformar
un
conjunto
de
información
en otro, que le corresponda, pero permita su delimitación teórica, dinámica y
singular. Se sustentará en una sostenida indagación analítica de fenómenos
diversos
que
comenzaran
posteriormente
a insistir
(recurrencia)
en
determinados
aspectos.
La
rigurosidad,
a su
vez
se
sustenta
en
un
tratamiento
suficientemente
amplio y abarcativo del problema y su contexto, de modo de no priorizar sólo
aspectos de un conjunto descuidando el todo. Se tratará de una tarea
investigativa de gran complejidad que involucra en el psicólogo sus aspectos
cognitivos, su formación y experiencia técnica, sus marcos teóricos, su
disponibilidad afectiva e ideológica. Estos procesos suceden de forma muy
diversa en cada investigador siendo pertinente no formular ordenamientos o
pasos.
Los criterios técnicos son: Recurrencia: reiteración de un mismo indicador en
varias zonas de un mismo gráfico o en
gráficos
diversos,
extensivo
a todas
las
otras técnicas en sus distintos componentes. Convergencia: reiteración de una
secuencia dinámica que se expresa a través de indicadores disimiles y en
algunos casos hasta
opuestos.
Inferencia:
operación
intelectual
por
la
que
pasa
una “verdad” a otra que se juzga en razón de su unión con la primera. La
deducciónesunainferencia.
CapítuloII
Nuestro
texto,
el
proceso
PSD,
es
un
aquí
y ahora
testimonial,
abierto
al
trabajo
interpretativo
del
“lector”,
el
psicólogo
que
dará
vida
en
lectura
a algo
más
que
lo
enunciando
y registrado,
a una
dimensión
desconocida
por
el
propio
enunciante,
textoquehabrádeserleído,enhebradoyconstruidomediantesujuicioclínico.
Contaráelpsicólogocontrestiposdelecturas:
1) Una lectura informativa: cuando aborda el proceso PSD en tanto paquete de
información.
2) Una
lectura
hermenéutica:
enunciando
niveles
de
abstracción
psicodinámica
que
mediante
las
interpretaciones
pondrán
de
manifiesto
“algo
más
desconocido”
del
discursoahondandoenelplanosemánticodellenguaje.
3) Una
lectura
mayéutica:
en
la
que
apuntaremos
a los
ordenamientos
subyacentes
intrínsecamente a la articulación de la armazón del sentido que sostiene las
expresionesmanifiestas.
El
proceso
PSD,
considerándolo
un
texto
a ser
leído
nos
requiere:
Capacidad
de
disponer de nuestras fantasías y emociones, no
sólo
conocimientos;
capacidad
para tolerar la especial cualidad del vinculo propuesto, que requiere tanto un
intenso compromiso como por otro tolerar la frustración de su corta duración,
distancia
y separación;
Capacidad
para
percibir
y ser
continentes
del
sufrimiento
y de las transferencias inductivas sosteniendo el encuadre a pesar de ello;
Plasticidad para obrar cambios, moverse interpretativamente leyendo y
releyendo la trama vincular tanto como la información explícita e implícita, al
realizar el estudio PSD; Permeabilidad para aceptar y confrontar las propias
motivaciones inconscientes para realizar el estudio PSD: el ser afectado por
ciertas
líneas
de
resolución
conflictiva
e impermeable
para
otras;
Curiosidad
para
el
mundo
interior
propio
y del
otro.
Nuestra
herramienta
es
la
inferencia, en
tanto
ejedelalecturahermenéutica.
Nuestro trabajo fue concebido para responder a las grandes necesidades de
ordenamiento del campo: el desarrollo de amplios ordenamientos que
establecerán las bases para los respectivos abordajes terapéuticos. Estos
amplios y comprensivos marcos conceptuales son conocidos diagnósticamente
como diagnóstico estructural. Según Kernberg, es el que incorpora al enfoque
descriptivo -síntomas y conducta- y al enfoque genético -historia familiar-, la
comprensión
de
las
características
estructurales
intrapsíquicas
de
los
pacientes.
Su punto de vista representa al estudio
psicoanalítico
de
la
naturaleza
y origen
de
las
relaciones
objetales
intrapsíquicas
las
cuales
son
derivadas
de
relaciones
internalizadas
pasadas,
siendo
estas
afirmadas,
cambiadas
o reactivadas
dentro
delcontextodelaspresentesrelacionesinterpersonales.
Teniendo
en
cuenta
los
criterios
de
diferenciación
clínica,
y otros
auxiliares
tales
como la profundidad y estabilidad de las relaciones objetales internas, la
tolerancia
de
la
ambivalencia
con
relación
a los
objetos
amados,
la
capacidad
de
experimentar culpa, el grado de integración del concepto de sí mismo y del
superyó, nos encontramos preparados para realizar diferenciaciones
comprensivas y justificadas
entre
los
casos
clínicos.
Hay
otros
criterios
que
son
sumados, tales como el funcionamiento
sublimatorio
y
la
capacidad
para
gozar,
trabajar y tener sentido del humor. Todos ellos, pretenden releer las
categorizaciones nosológicas perimidas a veces, y fuente de malos
entendidos
frecuentes.
También,
estos
criterios
que
son
del
orden
metapsicológico,
permiten
la descripción de dimensiones psicológicas vinculares, conductuales, de
desempeño,requeridasporlasdemandasqueoriginanelprocesoPSD.
TPN°2:“ELDIAGNOSTICOESTRUCTURAL”
Reseña de la teoría de las relaciones objetales. Concepto de Estructura en
psicopatología. Diagnóstico Estructural de Otto Kernberg. Criterios de
Diferenciación Clínica: Prueba de Realidad, Integración de la Identidad y
relaciones objetales, Organización defensiva. Funcionamiento Sublimatorio.
Estructuras Neurótica, Borderline y Psicótica. Conceptos articuladores
psicodiagnósticos. Indicadores en la Batería psicodiagnóstica. Los estilos
neuróticos:conceptualización.
Kernberg:“TrastornosGravesdelaPersonalidad”
Capítulo1:DiagnósticoEstructural.
Los estados límite deben diferenciarse, por una parte, de las neurosis y de la
patología del carácter neurótico y, por otra, de las psicosis, particularmente la
esquizofrenia y los trastornos afectivos más
importantes.
El
enfoque
estructural
enriquece
al
diagnóstico
psiquiátrico,
particularmente
en
casos
que
se
resisten
a
una clasificación fácil, y contribuye también a la determinación
del
pronóstico
y
tratamiento.
Estructuras
mentales
y organización
de
la
personalidad:
las
relaciones
objetales
interiorizadas
constituyen
subestructuras
del
yo,
que
son,
a su
vez,
organizadas
jerárquicamente.
En
el
pensamiento
psicoanalítico
reciente,
el
análisis
estructural
también se refiere a al
análisis
de
la
organización
permanente
del
contenido
de
conflictos inconscientes, particularmente el complejo de Edipo como un rasgo
organizacional de la mente con una historia de desarrollo, que está
dinámicamente organizado en el sentido de que es más que la suma de sus
partes, e incorpora experiencias tempranas y organizaciones del impulso en
fasesespecíficasaunanuevaorganización.
La Entrevista Estructural como método diagnóstico: en contraposición a la
entrevista psiquiátrica tradicional, se reemplazó una secuencia más o menos
estándar de preguntas con una evaluación más flexible de los problemas
predominantes, centrada en la comprensión del paciente de sus conflictos, y
ligando el estudio de la personalidad del paciente con el de su conducta en
la
entrevista. Este
tipo
de
entrevista
se
centra
en
la
interacción
paciente-terapeuta
como una principal fuente de información. Este enfoque establece un lazo
inmediato entre la psicopatología del paciente y la indicación para tratamiento
psicoterapéutico. También se centra en las resistencias que probablemente se
convertirán en tema importante en las primeras etapas del tratamiento. Todos
estos aspectos,
no
permiten,
según
Kernberg,
obtener
los
criterios
estructurales
que diferencian la organización límite de la personalidad. La Entrevista
Estructural, destaca
las
características
estructurales
de
los
tres
principales
tipos
de
organización
de
la
personalidad.
Esta,
se
centra
en
los
síntomas,
conflictos
o
dificultades
que
presenta
el
paciente,
y los
modos
particulares
en
que
los
refleja
enlainteraccióndeaquíyahoraconelentrevistador.
La confrontación
es
el
segundo
paso
en
el
proceso
de
la
entrevista,
presenta
al
paciente
las
tareas
de
información
que
parecen
contradictorias
o incongruentes.
Significa señalarle al paciente aquellos aspectos de la interacción
que
parecen
indicar la presencia de un funcionamiento conflictivo y, por implicación, la
presencia de operaciones defensivas, representaciones contradictorias del sí
mismo
y de
los
objetos,
y una
reducida
conciencia
de
realidad.
Primero
se
llama
la atención del paciente hacia algo en la interacción de
lo
cual
él
no
ha
estado
consciente o lo ha tomado como natural, y que el entrevistador percibe como
inapropiado, contradictorio con otros aspectos de la información o confuso.
Requiere conjuntar el material consciente y preconsciente que el paciente
presentóporseparado.
La interpretación, en contraste con la confrontación, establece lazos entre el
material
consciente
y preconsciente
y las
funciones
o motivaciones
inconscientes
del aquí y ahora
asumidas
o bajo
hipótesis.
Explora
los
orígenes
conflictivos
de
estados de disociación del yo (representaciones del sí mismo dividido y de
los
objetos), la
naturaleza
y motivos
para
las
operaciones
defensivas
activadas
y el
abandono
defensivo
de
la
prueba
de
realidad.
La
interpretación
se
centra
en
las
ansiedades subyacentes y en los conflictos activados.
Conjunta
y reorganiza
lo
que
se
ha
observado.
Añade
al
material
una
dimensión
hipotética
de
causalidad
yprofundidad.
La transferencia significa la presencia en la interacción diagnóstica, de una
conducta inapropiada que refleja la reconstrucción de relaciones patogénicas
y
conflictivas con los demás significantes en el pasado del paciente. Las
reacciones
transferenciales
facilitan
el
contexto
para
interpretaciones
que
ligan
el
malestardelaquíyahoraconlasexperienciasdelpacienteenelalláyentonces.
Característicasestructuralesdelaorganizaciónlímitedelapersonalidad:
Síntomas descriptivos como “presunta” evidencia: los síntomas y rasgos
patológicos
del
carácter
del
paciente
no
son
criterios
estructurales,
pero
sí
guían
la atención del clínico hacia los criterios estructurales de este tipo de
organización de la personalidad. Así, la presencia de “presuntos” síntomas de
naturaleza psicótica que no parecen justificar o corresponder a un diagnóstico
bien definido de un trastorno afectivo importante, podrían sugerir al
clínico
que
explorara los criterios estructurales para una organización límite de la
personalidad. Los síntomas descriptivos de estos pacientes son similares a los
presentados en las
neurosis
sintomáticas
ordinarias
y de
patología
del
carácter,
pero la combinación de ciertos rasgos es peculiar en los casos límite. Los
siguientes síntomas son particularmente importantes: Ansiedad, Neurosis
polisintomática, tendencias sexuales perversas polimorfas, estructuras de
personalidad pre-psicóticas “clásicas”, neurosis y adicciones por impulso,
trastornos del carácter de “menor nivel”. Todos estos síntomas y rasgos del
carácter patológicos dominantes
pueden
obtenerse
en
la
investigación
inicial
de
los síntomas que traen al paciente al tratamiento. La investigación abarca las
características
de
la
vida
social
e interpersonal
del
paciente
respecto
a su
trabajo
y familia, sus relaciones sexuales y maritales, etc. Es, por lo tanto, una
información inicial importante una historia que comprenda la sintomatología y
peculiaridades de las interacciones interpersonales, con todos los
pacientes
en
quienes ha de evaluarse el diagnóstico de la organización límite de la
personalidad.
Carencia de una identidad integrada: El síndrome de difusión de identidad: la
difusión
de
identidad
se
representa
por
un
concepto
pobremente
integrado
del
sí
mismo y de otros significantes. Se refleja en la experiencia subjetiva de vacío
crónico,
autopercepciones
contradictorias,
conducta
contradictoria
que
no
puede
integrarse en una forma emocionalmente significativa, y percepciones huevas
insípidas
y empobrecidas
de
los
demás.
En
cuanto
a diagnóstico,
aparece
en
la
incapacidad del paciente para transmitir al entrevistador interacciones
significativas con otros, no pudiendo este empatizar emocionalmente con la
concepción
del
paciente
respecto
de
sí
mismo
y de
otros
en
tales
interacciones.
En la entrevista estructural, la difusión de
la
identidad
se
refleja
en
una
historia
enormemente contradictoria, o en una alternación entre estados emocionales
que
implican
tal
comportamiento
contradictorio,
y la
percepción
contradictoria
del
sí mismo, de modo que el entrevistador encuentra muy difícil ver al paciente
como un ser humano “total”. También se refleja en las descripciones de las
personas
significativas
en
la
vida
del
paciente,
y que
no
permiten
al
entrevistador
“integrarlas” para obtener una imagen clara de
ellas.
La
entrevista
estructural
a
menudo nos permite explorar las percepciones del paciente respecto al
entrevistador, y la dificultad del paciente para empatizar con los esfuerzos de
aquel para
integrar
lo
que
percibe
como
las
percepciones
del
paciente
sobre
él.
En suma, la EE constituye una situación experimental en la que puede
explorarse y someter a prueba el grado de integración del sí mismo y de la
percepcióndelosobjetos.
Un
tema
estructural
íntimamente
relacionado
tiene
que
ver
con
la
cualidad
de
las
relaciones objetales: la estabilidad y profundidad de las
relaciones
del
paciente
con los otros significantes según se manifiestan por la calidez, dedicación,
interés y tacto. Otros aspectos cualitativos son la empatía, entendimiento y la
capacidad para mantener una relación cuando es invadida por el conflicto o la
frustración. La calidad de
las
relaciones
objetales
es
en
gran
parte
dependiente
de la integración de la
identidad,
lo
cual
incluye
no
sólo
el
grado
de
integración
sino
también
la
continuidad
temporal
del
concepto
del
paciente
sobre
sí
mismo
y
losdemás.
Mecanismos
de
defensa
primitivos:
la
represión
y los
mecanismos
de
defensa
de
alto
nivel
como
la
formación
reactiva,
aislamiento,
anulación,
intelectualización
y
racionalización protegen al yo de los conflictos intrapsíquicos por medio del
rechazo desde el yo consciente de una derivación del impulso de su
representación ideacional o de ambas. La escisión y otros mecanismos
relacionados
protegen
al
yo
de
conflictos
mediante
la
disociación
o manteniendo
activamente
aparte
las
experiencias
contradictorias
del
sí
mismo
y de
los
demás
significantes.
Cuando
predominan
estos
mecanismos,
los
estados
contradictorios
del
yo
son
alternativamente
activados.
En
tanto
estos
estados
contradictorios
del
yo puedan mantenerse separados entre sí, se previene o controla la ansiedad
relacionadaconestosconflictos.
El mecanismo de disociación primitiva,
o escisión,
y los
mecanismos
asociados
de la idealización primitiva, tipos primitivos de proyección, negación,
omnipotencia, y devaluación pueden obtenerse en la interacción clínica del
paciente y el diagnosticador. Estas defensas protegen al paciente límite de su
conflicto intrapsíquico, pero al costo de debilitar el funcionamiento de su yo,
reduciendo
por
lo
tanto
su
efectividad
adaptativa
y flexibilidad
en
la
entrevista,
y
generalmente en su vida. Estas mismas operaciones defensivas primitivas,
cuando se encuentran en la organización psicótica, protegen al paciente de
mayordesintegracióndeloslímitesentreelsímismoyelobjeto.
Escisión: la manifestación más clara es la división de los objetos externos en
“completamente buenos”
y “completamente
malos”,
en
la
entrevista
diagnostica,
los cambios
repentinos
en
la
percepción
del
entrevistador,
en
la
del
paciente
de
sí mismo o una separación completa de reacciones contradictorias al mismo
temapuedenreflejarmecanismosdeescisiónenlainteraccióndelaquíyahora.
Idealización primitiva: complica la tendencia a ver los objetos externos como
totalmente buenos o totalmente malos, al aumentar artificial y patológicamente
su cualidad de “bondad”
o “maldad”.
La
idealización
primitiva
crea
imágenes
no
realistas, poderosas y completamente buenas, esto puede reflejarse en la
interacción
con
el
diagnosticador
al
tratarlo
como
una
figura
ideal,
omnipotente
o
endiosada,dequienelpacientedependeenformanorealista.
Omnipotencia y devaluación: tanto una como la otra son derivaciones de
operaciones
de
escisión
que
afectan
las
representaciones
del
sí
misma
y de
los
objetos,
y se
representan
en
forma
típica
por
la
activación
de
estados
del
yo
que
reflejan un sí mismo
grandioso
muy
inflado,
en
relación
con
una
representación
de los demás despreciada y emocionalmente degradante. Pueden quedar
manifiestas en las descripciones del paciente de los demás significantes y sus
interaccionesconellosyensuconductadurantelaentrevistadiagnostica.
Pruebas de realidad: mientras el síndrome de difusión de la identidad y la
predominancia de las operaciones defensivas primitivas permiten la
diferenciación
estructural
de
los
trastornos
límite
de
los
neuróticos,
la
prueba
de
realidad
permite
la
diferenciación
de
la
organización
límite
de
la
personalidad
de
los principales síndromes psicóticos. La prueba de realidad se define por la
capacidad de diferenciar el sí mismo del no sí mismo, lo intrapsíquico de los
orígenes externos de la percepción y estímulos, y la capacidad para evaluar
realistamente
el
contenido
de
nuestro
propio
afecto,
conducta
y pensamiento
en
términos de las
normas
sociales
ordinarias.
Clínicamente,
la
prueba
de
realidad
se reconoce por (1) la ausencia de alucinaciones y delirios; 82) un afecto o
emoción, un contenido de pensamiento o una conducta fuertemente
inapropiados o bizarro; y (3) la capacidad
para
empatizar
con
y de
clarificar
las
observaciones de otras personas. Necesita diferenciarse
de
las
alteraciones
en
la experiencia subjetiva de realidad, que pueden estar presentes en algún
momento en cualquier paciente con una pena psicológica, y también de la
alteración
de
la
relación
con
la
realidad
que
se
presenta
en
toda
la
patología
del
carácter, así como en los trastornos psicóticos muy regresivos. Por sí misma,
tiene un valor diagnóstico sólo en formas muy extremas. ¿Cómo se refleja la
prueba de realidad en la entrevista diagnóstica estructural? (1) la PR puede
considerarse presente cuando la información del paciente indique
que
él
no
ha
sufrido y no está sufriendo de alucinaciones o delirios, o, si
los
ha
tenido
en
el
pasado,
que
ahora
tiene
la
capacidad
para
evaluarlos
plenamente,
incluyendo
la
habilidad para expresar un interés o extrañeza apropiados respecto a dichos
fenómenos. (2) en los pacientes que no han tenido alucinaciones o delirios, la
PR puede ser evaluada al centrarse el entrevistador en forma precisa sobre
cualquier afecto
o emoción,
contenido
de
pensamiento
o conducta
inapropiados
que puedan observarse. La PR se refleja en la capacidad del paciente para
empatizar
con
la
percepción
del
entrevistador
sobre
estas
características,
y más
sutilmente, en su capacidad para empatizar
con
la
percepción
del
entrevistador
sobre la interacción con el paciente en general. (3) la PR también puede
evaluarse al interpretar las operaciones defensivas en la interacción
paciente-entrevistador.
Una
mejoría
en
el
funcionamiento
inmediato
del
paciente
como consecuencia de
dicha
interpretación
refleja
la
conservación
de
la
PR,
en
tanto que un deterioro inmediato de dicho funcionamiento, como consecuencia
delaintervención,implicalapérdidadeésta.
Falta de integración del superyó: las organizaciones límite y psicóticas reflejan
deterioro en la integración del superyó y se caracterizan por precursores no
integrados del mismo, particularmente representaciones primitivas de los
objetos, sádicas e idealizadas. La integración del superyó puede evaluarse al
estudiar el grado al que el
paciente
se
identifica
con
valores
éticos,
y tiene
a la
culpa normal
como
un
regulador
principal.
En
cuanto
a diagnóstico,
este
criterio
es menos confiable que los descritos. La información sobre la integración del
superyó puede obtenerse más efectivamente de la historia
del
paciente
y de
la
observación a largo plazo, que de la entrevista diagnóstica. Sin embargo, la
utilidad
pronóstica
del
grado
de
integración
del
superyó
la
convierte
en
un
criterio
estructural muy importante para
la
indicación
o contraindicación
de
psicoterapia
intensivaalargoplazo.
Criterios
Neurótico Límite Psicótico
Estructurale
s
Integración
Representacion Difusión de
Las
de la
es
del
sí
mismo
identidad:
representacion
Identidad y
de
los
objetos
aspectos
es del sí
precisamente
contradictorio mismo y los
delimitados,
s del sí
objetos están
imágenes
mismo y de
delimitados
contradictorias
los demás
pobremente, o
integradas en
pobremente
de otro modo
concepciones
integrados y hay una
comprensivas mantenidos
identidad de
aparte delirio.
Prueba de
La capacidad
Ocurren
La capacidad
realidad de PR se
alteraciones
de prueba de
preserva:
en relación
realidad se
diferenciación
con la
pierde.
del sí mismo
realidad y los
del no sí
sentimientos
mismo. derealidad
Shapiro:“Losestilosneuróticos”
Estilo, es una forma o tipo de funcionamiento -el modo o manera de un área
dada
de
conducta-
que
es
identificable,
en
un
individuo,
a través
de
una
gama
de
sus actos específicos. Con “estilos neuróticos” el autor quiere significar esos
modos de funcionar que parecen característicos, respectivamente de los
diversos estados neuróticos. Aquí se consideran los
tipos
de
pensamiento
y de
percepción,
los
modos
de
experimentar
la
emoción,
las
formas
de
la
experiencia
subjetiva en general y los tipos
de
actividad
que
van
asociados
a las
diferentes
patologías. El autor intentará proporcionar teorizaciones de cuatro estilos
neuróticosprincipales:obsesivo-compulsivo,paranoide,histéricoeimpulsivo.
Una
forma
o estilo
de
funcionamiento
no
es
siempre
fácil
de
identificar.
En
el
test
de
Rorschach,
las
formas
de
pensamiento
y percepción
constituyen
(o
al
menos
deberían) el material primario del que se extraen inferencias respecto del
diagnóstico,
los
mecanismos
de
defensa
y los
rasgos
de
carácter.
Por
ejemplo,
si
se hace posible identificar ciertos mecanismos defensivos y características
sintomáticas
específicas
de
un
tipo
obsesivo
en
un
estilo
dado
de
pensamiento
y
percepción, ese estilo puede ser concebido como representativo de una
estructura psicológica por derecho propio. Parece plausible que el modo de
pensamiento
debiera
ser
un
factor
que
determine
el
molde
o forma
del
síntoma,
mecanismo de
defensa,
así
como
rasgo
adaptativo.
Las
correspondencias
en
el
funcionamiento de un individuo no parecen ser explicables como
manifestaciones de mecanismos de defensa específicos o derivativos de
contenidos de tendencias especificas; son demasiado amplias y extensas para
eso. Son compatibilidades formales, son correspondencias de estilo individual.
Esto no quiere decir que cualquier
modo
o estilo
peculiar
puede
describir
todas
las áreas del funcionamiento de un
individuo,
sino
sólo
que
los
estilos
o modos
pueden
ser
capaces
de
describir
aspectos
generales
de
función,
modos
que
por
sí mismos, entonces, se
relacionarán
y organizarán.
Tales
correspondencias
de
funcionamiento individual, como aquellas entre
el
síntoma
y el
rasgo
adaptativo
pueden concebirse como reflejos de tales modos
generales,
dando
forma
tanto
al síntoma como al no-síntoma, a la defensa contra el impulso y la expresión
adaptativadelimpulso.
Respecto de la significación clínica de los estilos neuróticos, y ciertos rasgos
adicionales
de
lo
que
puede
ser
denominado
un
enfoque
“formal”
de
la
neurosis.
Freud
nos
enseña
que
hasta
el
más
raro
de
los
síntomas
“tiene
sentido”.
En
los
últimos años, en el estudio de lo que
se
llamó
“psicología
del
yo”.
El
interés
se
desplazo hacia las
estructuras
responsables
de
las
distorsiones
(Que
ocultan
el
sentido del síntoma). Las formas de funcionamiento, estables y generales,
son
responsables
de
la
transformación
personal
individual
de
los
impulsos
instintivos
o de los estímulos externos en la experiencia
subjetiva
consciente,
la
conducta
manifiesta o el
síntoma
evidente.
Un
contenido
mental
o un
detalle
de
conducta
manifiesta -por ejemplo, una fantasía o síntoma-
no
sólo
refleja
el
contenido
de
un impulso instintivo, sino que constituye también un producto de un estilo de
funcionamiento.
Consideracionesgeneralesyteóricas.
La configuración organizadora inicial: la capacidad, el equipo psicológico para
esas funciones generales que hemos considerado -conocimiento, experiencia
afectiva- es, al menos en forma rudimentaria,
proporcionado
por
la
constitución
humana.
¿Cómo
definiremos
exactamente
la
relación
entre
el
equipo
psicológico
innato y los comienzos del estilo psicológico? Una configuración del equipo
psicológico
innato
impone
alguna
forma
y organización,
aunque
sea
inicialmente
poco diferenciada
sobre
los
impulsos
y estímulos
exteriores
y en
general,
sobre
todas las tensiones psicológicas. Imponen desde el comienzo alguna forma y
organización sobre la experiencia subjetiva de las tensiones internas y los
estímulos exteriores. En la medida en que el niño está equipado con
capacidades organizadoras de tensión,
no
es
un
agente
puramente
pasivo
y su
conducta no es inmediata y totalmente dependiente de impulsos biológicos o
estímulos externos. Se puede decir de él que existe psicológicamente en esa
medida, y que su psicología constituye
un
factor
autónomo
en
la
determinación
de su conducta. La existencia de tal configuración tiene ciertas implicancias
generales para el futuro desarrollo del individuo del mismo modo que para su
funcionamiento actual. El desarrollo avanza a través de formas existentes, y
estas formas, por sí mismas, evolucionan siempre, de adentro hacia afuera,
siempreatravésdetransformacionesynuncaporadición.
Impulsos instintivos y desarrollo del estilo: imaginemos las formas como las
potencialidades (de cambios, de estilo)
pueden
(o
no)
ser
llevados
a cabo.
Una
tensión
de
impulso
no
puede
saltar
a la
vida
totalmente
desarrollada
y articulada
con
precisión.
En
su
comienzo
debe
ser
sumamente
difusa
en
el
plano
subjetivo,
un ímpetu difuso hacia ciertos objetos y acciones externas, que es suficiente
para mover al sujeto al mundo exterior. En el curso de su experiencia real y
dependiendo de la naturaleza del objeto externo y de las circunstancias, la
tensión inicialmente difusa se organiza en nuevas calidades de experiencia
subjetiva.
O,
En
El
curso
de
la
experiencia,
la
tensión
inicialmente
difusa
se
hace
más organizada hacia una tensión más
dirigida.
El
determinante
adicional
es
la
configuracióninicialdeformasorganizadorasdetensión.
Estilo y defensa: el estilo de funcionamiento del individuo caracteriza a las
operaciones defensivas, así como a todas las otras, y determina su forma
particular.
El
estilo
de
defensa
puede
ser
dictado
por
el
estilo
general
de
vida
de
la persona, según se desarrollo a partir de vectores constitucionales, de
maduración y de experiencia. El proceso defensivo hace uso de modos de
pensamiento que caracterizar en
general
al
individuo.
Las
defensas
pueden
ser
consideradas como estructuras controladoras de tensión o reguladoras y los
estilos pueden ser
asimismo
vistos
como
reflejos
de
estructuras
reguladoras.
El
funcionamiento
defensivo
de
un
individuo
está
caracterizado
por
su
estilo
general
defuncionamiento.
Los motivos defensivos de los estilos neuróticos: si no se puede alcanzar un
modo que organice la tensión impulsiva existente en una forma modulada, se
desarrollará un modo que elimine la tensión por otros medios. Los
requerimientosdefensivosciertamenteinfluyenelcursodeldesarrollodelestilo.
Lunazzi:“LecturadelPsicodiagnóstico”CapítuloIV:
DiagnósticoEstructural:
Cuando
tratamos
de
diferenciar
cuadros
clínicos,
recurrimos
a las
clasificaciones
nosológicas disponibles, que frecuentemente derivan en conclusiones
insatisfactorias
si
no
realizamos
una
cuidadosa
ampliación
conceptual
del
cuadro
que estamos designando. Necesitamos explicar de qué forma nos situaremos
frente a los síntomas y además a qué
nociones
aludiremos
cuando
refiramos
a
diagnósticoestructural.
La crisis del concepto de entidad nosológica deriva del paradigma
epistemológico que reemplaza con un esquema energético al esquema
sustancialista y también la fenomenología, mostraron la inutilidad de la vieja
taxonomía y criterio clasificatorio al borrarse los límites entre lo patológico y lo
normal. La teoría psicoanalítica contribuye la discriminación del “síntoma” en
tanto
“fenómeno”,
“signo”,
etc.,
de
la
dinámica
intrapsíquica
y su
construcción
en
procesos de montaje dependientes de las estrategias del deseo. Entonces, la
estructura aparece como los
elementos
estables
de
dicha
estrategia.
Hablamos
de síntomas sobre-determinados, y la perspectiva de la evaluación diagnóstica
justamente
plantea
rasgos
específicos
estables.
El
diagnóstico
remite
entonces
a
la cuestión de la constancia de los rasgos estructurales, aunque no su
inmovilidad.
La
noción
de
estructura
en
psicopatología:
alcanza
un
sentido
preciso
limitado
a
los
elementos
de
base
de
la
personalidad,
a la
manera
en
que
esta
personalidad
se organiza en el plano profundo y fundamental, y se puede oponer los
“síntomas”
o “caracteres”
a la
noción
de
estructura
de
base.
Los
psicopatólogos,
como se ocupan esencialmente del aspecto funcional de esos síntomas o
caracteres los consideran fundamentalmente dependientes en su originalidad
y
limitaciones
de
la
naturaleza
de
la
estructura
de
base
de
la
personalidad
sobre
la
que se asientan. Estructura, en lenguaje corriente, implica una disposición
compleja aunque estable y precisa de las partes que la componen.
La
manera
misma
en
que
se
integra
un
todo,
y en
que
sus
partes
se
relacionan
entre
sí.
Se
define a la
estructura
como
el
modo
de
organización
permanente
más
profundo
del individuo, a partir del cual se producen tanto las ordenaciones funcionales
llamadasnormalescomolosprocesospsicopatológicos.
En el campo psicoanalítico, la noción de estructura, sobrepasa las
consideraciones
semiológicas
y nosográficas.
Este
término
recibe
una
utilización
amplia y a veces abusiva. Epistemológicamente es ante todo un modelo
abstracto
a saber:
(a)
un
conjunto
de
elementos;
y,
(b)
las
leyes
de
composición
interna de esos elementos. Las estructuras entonces, diferirán según las
naturalezas
de
sus
elementos
o componentes,
o la
elección
de
las
leyes
que
les
sonaplicadas.
La aplicación de la noción de estructura a un campo
de
investigación
presenta
un interés esencialmente heurístico: se trata de un instrumento práctico
estratégicamente
favorable
al
descubrimiento,
puesto
que
permite
percibir
ciertas
relaciones entre los componentes de un dominio dado. Los principios de
regulación interna inducirán perfiles estructurales diversa cuya estabilidad se
revelarásobrelabasedeciertosrasgosespecíficos.
Diagnóstico
diferencial
estructural:
Kernberg
lo
define
como
“aquel
que
integra
a
la aproximación descriptiva, síntomas y conducta observables y a la
aproximación genética la comprensión de las características estructurales
intrapsíquicas de
los
pacientes”.
Utiliza
el
concepto
psicoanalítico
de
“estructura
mental” formulado por Freud en 1923 como división
del
aparato
psíquico
en
yo
superyó y ello. Kernberg define a las estructuras como “c onfiguraciones
relativamente estables de los procesos mentales que dinámicamente integran
subestructuras: como las configuraciones cognoscitivas y defensivas del yo,
estas estructuras y subestructuras son derivaciones de las
relaciones
objetales
interiorizadas”. Concebir las “estructuras mentales” así, se relaciona con el
concepto de análisis estructural referido a la organización permanente del
contenido de los
conflictos
inconscientes
particularmente
del
complejo
de
Edipo
como
un
elemento
organizacional
de
la
mente,
con
una
historia
de
desarrollo
que
estádinámicamenteorganizadayqueesmásquelasumadesuspartes.
Luego de considerar criterios de diagnóstico estructural, se agiliza y ordena el
aporte del psicodiagnóstico, ya que permite apuntar a diferenciaciones con
mucha
más
claridad
que
las
entrevistas,
especialmente
en
casos
difíciles
y para
no confundir organizaciones defensivas de fachada con estructura mental.
Apuntamos a una noción amplia de estructura, en
el
seno
de
una
organización
mental, como cristalización de un largo proceso de relaciones objetales. Esta
reflejará
la
organización
de
los
vínculos
e identidad,
el
reconocimiento
y trato
de
la
realidad,
su
juicio
y pensamiento,
sus
mecanismos
defensivos
y su
vinculación
con el inconsciente, la calidad de la angustia y también el funcionamiento
sublimatorio, goce, trabajo, humor. Se estudiará con la metodología tradicional
en
psicodiagnóstico:
correlación
intra
e inter
test
y de
la
convergencia
dinámica.
Todo
esto
dentro
del
PSD
en
tanto
proceso
tomando
como
nuestra
macro
unidad
de estudio una batería de test y el
material
completo
de
entrevistas,
discurso
y
comportamiento.
El
recorte
de
los
criterios
estructurales
de
diferenciación
clínica
se expresará tanto en los
niveles
manifiestos
como
latentes
e intrapsíquicos
de
lasorganizacionesdepersonalidad.
Estructura y normalidad: Para Bergeret, La estructura sería la base ideal de
organización
estable
de
los
elementos
metapsicológicos
constantes
en
un
sujeto,
en
tanto
que
el
carácter
aparece
por
otra
parte,
como
el
nivel
de
funcionamiento
manifiesto y no mórbido de la estructura. La sintomatología se convierte en el
modo de funcionamiento mórbido de una estructura dada si ésta se
descompensa, es decir desde el momento en que los factores internos de
conflictualización dejan de estar equilibrados por un juego eficaz sin ser
perturbador
en
sí
mismo,
de
los
conflictos
mecanismos
de
defensa
y adaptación.
Este punto de vista nos interesa particularmente por cuanto la noción de
normatividad que proponemos en PSD
sería
la
característica
de
las
estructuras
en estado de normalidad, o sea cuando no han producido síntomas
desestabilizantes.
Estructura
sería
entonces
el
elemento
organizador
de
base
de
la personalidad en situación activa y relacional. Quedan así separadas las
nociones
de
estructura
y normalidad.
Se
gozaría
de
cierta
normalidad
también
en
las estructuras psicóticas o borderline en la medida en que no se
descompensen.
TPN°3“LASENTREVISTASENELPROCESOPSICODIAGNOSTICO”
Entrevista
psicológica:
definición
y tipos.
Elaboración
de
hipótesis
interpretativas
a
partir
de
la
entrevista.
Disociación
instrumental.
Definición
subjetiva
y definición
objetiva. Encuadre. Contrato. Conceptualización del Proceso Psicodiagnóstico.
Entrevista
inicial,
de
administración
de
test.
Devolución.
Objetivos.
Riesgos
en
la
Entrevistadedevolución.Lugardelsíntoma.Clínicadelapantalla.
CelenerG.:TécnicasProyectivas.Capítulo1“Laentrevistapsicodiagnóstica”
La entrevista
permite
indagar
sobre
diferentes
áreas
de
la
vida
de
una
persona.
Es una técnica pertinente para ser
utilizada
en
el
área
clínica,
también
cubre
la
necesidad de información en otras áreas de incumbencia del quehacer
psicológico.
Toda
práctica
en
PSD
está
atravesada
por
el
encuadre
institucional
y
para poder responder a una
demanda
se
deben
conocer
los
códigos
(cultura)
y
necesidades de cada ámbito, además de la propia personalidad y las
herramientasdetrabajoconlasquesecuentan.
Laentrevistapsicológicaeneláreaclínica:
Objetivos
de
la
Entrevista:
el
objetivo
de
la
información
obtenida
a partir
de
esta
técnica
es
la
construcción
de
hipótesis
metapsicológicas
acerca
del
entrevistado
tales
como
el
significado
latente
del
síntoma
o de
la
problemática
que
manifiesta;
la relación de la misma con hitos de su historia personal y con personas
significativas
de
su
vida;
el
o los
conflictos
latentes;
las
fuerzas
entre
las
que
se
establece el conflicto; los modelos de relaciones interpersonales; las fantasías
inconscientes; las ansiedades y los mecanismos de defensa.
En
función
de
las
inferencias realizadas, se efectúa un
diagnóstico
presuntivo.
Los
conocimientos
adquiridos acerca del Sujeto a partir de la entrevista serán cotejados con las
producciones que el mismo realiza en cada una de las técnicas proyectivas
seleccionadas para efectuar el psicodiagnóstico a través de las recurrencias y
convergencias. A partir del entrecruzamiento de información obtenido en este
proceso, el psicólogo podrá arribar a un diagnóstico, al pronóstico y a las
recomendaciones
pertinentes
al
caso.
Sullivan,
define
a la
entrevista
psicológica
como una situación de dos o más personas en la que uno o más individuos
esperan recibir auxilio técnico de uno o más expertos. Puede ser individual o
grupal, pero siempre es un fenómeno
grupal
porque
el
campo
está
configurado
por
dos
o más
personas
reales,
que
participan
efectivamente
de
la
misma,
y una
multitud de personas imaginarias que provienen de la experiencia subjetiva de
los vínculos interiorizados por cada uno de los integrantes y que afectan el
campo psicológico manifiesto. Bleger considera la entrevista como un campo
psicológico
en
el
cual
los
fenómenos
que
se
desarrollan
adquieren
su
significado
en
función
de
las
relaciones
que
guardan
entre
sí
sus
participantes.
Lo
que
varía
en una entrevista dependerá de las
características
personales
del
entrevistado,
este hecho dará acceso al conocimiento de las particularidades del mismo. El
modo en que el entrevistador configura el campo se denomina “encuadre”,
puede definirse como un conjunto de variables de la
situación
presente,
que
el
entrevistador establece como constantes; implica un cierto artificio técnico y
opera
como
marco
de
referencia
para
que
el
entrevistador
infiera
los
significados
que
subyacen
a la
conducta
del
entrevistado.
Encuadrar
una
entrevista
significa
establecer
parámetros
constantes
de
los
cuales
se
destacan
los
roles,
el
tiempo
y
el
lugar
en
el
que
la
misma
se
desarrollará.
Esto
depende
del
contexto
en
que
tiene lugar la entrevista. El modo en que el entrevistado acepte o no estos
lineamientos dará cuenta de un aspecto importante de su personalidad. El
entrevistador es un observador participante, porque su rol modifica por
su
sola
presenciaelcampodelaentrevista,dadoqueformapartedelmismo.
Tiposdeentrevista:Blegerclasificatresestilosdeentrevista:
(2) Entrevista
Libre:
el
objetivo
es
que
el
entrevistado
configure
en
su
mayor
parte
el
campo psicológico de la entrevista. Para tal fin, el entrevistador solo
interviene
para facilitar
el
cumplimiento
de
este
objetivo.
A
través
de
una
pregunta
amplia,
se facilita que el entrevistado se presente con su modalidad particular. Cada
nueva intervención mantiene la modalidad de preguntas amplias y no
sugerentes,sobrelavasedelaatenciónflotante.
(3) Entrevista
Semidirigida:
integra
aspectos
técnicos
de
las
otras
dos
modalidades
de
entrevista.
En
el
momento
inicial
se
utiliza
la
técnica
dirigida,
al
preguntarle
al
entrevistado por los datos de filiación. En un segundo momento, se apela a la
técnica
libre,
cuando
el
psicólogo
efectúa
una
pregunta
amplia
con
la
finalidad
de
que
el
sujeto
hable
acerca
de
sí
mismo.
Se
establece
un
intercambio
espiralado
en el que las respuestas generan nuevas preguntas que a su vez derivan en
nuevas
respuestas.
El
psicólogo
pedirá
datos
acerca
de
aquellos
tópicos
que
no
hayan sido mencionados por el paciente, pero que el profesional considera de
importancia. Es el modelo elegido para el PSD. Se sugiere comenzar con una
técnica dirigida, que corresponde al
momento
de
presentación,
explicitación
del
encuadre
y solicitud
de
los
datos
de
filiación;
proseguir
con
la
técnica
libre,
y por
último, emplear nuevamente la dirigida
para
completar
la
información
necesaria
en la que se irá preguntando sobre las distintas áreas de la vida del sujeto.
Desde el punto de vista técnico, mientras el entrevistado relata, el psicólogo
utiliza
el
recurso
de
la
disociación
instrumental.
Esto
le
permite
simultáneamente
escuchar el discurso manifiesto del paciente empatizando con él, y al mismo
tempo tomar distancia para pensar sobre dicho relato desde
la
teoría
y a partir
deellasignificareldiscursodelentrevistado.
En el modelo de entrevista que utilizamos en PSD se puede hablar de tres
momentos: (1) apretura: corresponde a la presentación del entrevistador y el
entrevistado y el relevamiento de los datos de filiación. (2) desarrollo: el
entrevistado brinda la información y el entrevistador realiza las preguntas que
considera necesarias. (3) cierre: se fijan las pautas a seguir en las próximas
entrevistas.
A partir
del
desarrollo
de
estos
tres
momentos,
se
podrá
planificar
la
batería a administrar seleccionando las pruebas o test que se consideren
pertinentes.Enlaseleccióninfluyequéesloquesequiereinvestigar.
Alianza
de
trabajo:
Es
la
relación
racional
y razonable
que
se
establece
entre
el
entrevistador y el entrevistado. Se diferencia de la transferencia en sentido
estricto
ya
que
ésta
proporciona
esencialmente
lo
reprimido
e inaccesible
para
la
conciencia, mientras que la alianza de trabajo expresa contenidos manifiestos.
Sin
que
se
haya
establecido
esta
alianza,
el
proceso
PSD
no
se
llevará
a cabo
o
sufrirádificultadesensutranscurso.
Selección de Observables: se observa no sólo lo que el sujeto dice, sino
fundamentalmente lo que ocurre a partir de la interacción entre ambos
participantes, centrándose en el vínculo y en el
discurso.
Es
importante
que
se
observe atentamente las conductas
verbales
y las
no
verbales,
que
se
escuche
la información que brinda espontáneamente el entrevistado, la modalidad
comunicacionaldelmismo,ylasecuenciaquesepresentanlostemas.
Tipos de intervenciones del Entrevistador: Se realizan preguntas amplias y
abiertas, según objetivo y cuando el entrevistado presenta dificultades para
expresar
lo
que
le
sucede.
Se
hacen
señalamientos,
por
ejemplo,
ante
bloqueos.
Se interroga
sobre
áreas
de
la
vida
que
no
son
mencionadas
espontáneamente
porelentrevistado.
Entrevista Diagnóstica Estructural: un cuarto tipo de entrevista es la Kernberg
define como EE. Propone como objetivo de la misma la diferenciación
diagnóstica entre tres estructuras psicopatológicas, fundamentándose en la
teoría kleiniana y la
suya
propia.
El
objetivo
de
esta
entrevista
es
el
diagnóstico
estructural.
La
misma
incorpora:
una
aproximación
descriptiva
de
los
síntomas
y
conductas
observables.
Una
aproximación
genética:
los
antecedentes
familiares.
Una comprensión de las características intrapsíquicas del paciente. La
organizaciónpermanentedelcontenidodecomplejosinconscientes.
Características: es una entrevista semidirigida con el acento puesto en el
diagnóstico diferencial estructural. Se intenta obtener datos para entender los
síntomas, conflictos y prueba
de
realidad
para
poder
diferenciar
las
estructuras.
A partir de los primeros descubrimientos, se indaga acerca de los ejes
diagnósticos que se cree conveniente profundizar para establecer las
diferencias.
Áreas que se investigan: síntomas o dificultades que presenta el paciente.
Característicasdelavidasocialeinterpersonal.
Ejes Diagnósticos:
Síntomas,
Defensa
prevalente,
Defensas
propias
del
cuadro,
Puntos de fijación, Regresión, Conservación/pérdida de la realidad, Conflictos
entreinstancias/Conflictoconlarealidad.
Estos
criterios
permiten
al
diagnosticador
tener
un
referente
psicopatológico
para
transformar los observables de las técnicas diagnosticas en indicadores
diferenciales y posibilitan pasar
del
primer
nivel
de
inferencias,
los
observables,
alsegundoytercernivel:lashipótesisteóricas,eldiagnósticoyelpronóstico.
Freud delimita básicamente tres estructuras: Neurosis: en ella las mociones
pulsionales rechazadas son las tendencias
sexuales
dirigidas
a los
padres,
que
son reprimidas. Freud se refiere básicamente a tres psiconeurosis: Histeria,
Neurosis Obsesiva, y Fobias. Psicosis: En
ella
existe
una
perturbación
primaria
de
la
relación
libidinal
con
la
realidad.
Se
advierte
la
ausencia
del
mecanismo
de
represión. Se reconocen tres formas de psicosis: Esquizofrenia, Paranoia, y
Psicosis Maníaco-Depresiva. Perversión: Se caracteriza por la
desviación
de
la
pulsión sexual, en su objeto y/o en su fin. Las tendencias parciales no se
organizan bajo la primacía de lo genital infantil. La perversión es una defensa
contra la angustia de castración. Algunas de ellas son: Sadismo-Masoquismo,
Exhibicionismo-Voyeurismo,Fetichismo.
E Síntom Angustia
Ambivalen Neg:
Manifestaci
j as de
ligada a un
cia y retracció ones
e
conver objeto
culpa.
n de la
perversas.
I sión exterior. Síntomas
realidad. Fetichismo,
compulsiv
Pos:
Voyeurismo
os, ideas
alucinaci ,
obsesivas
ones y
Exhibicioni
delirios.
smo,
etcétera.
E Repres Represión
Represión
Desestim Desmentid
j ión
primaria primaria a,
a. No hay
e
primari refutació represión.
I a n o
I rechazo
de la
realidad.
Ausencia
de la
represión
.
E Regres Fijación
Fijación en
Fijación
Según el
j ión del
primaria en
la etapa
predomin tipo de
e Yo a la
la etapa
anal.
ante a perversión
s
etapa
fálica Regresión
oral y será el
I fálica del yo y la
anal. punto de
V libido fijación.
y
V
E Se
Se
Se
Pérdida
Se
j conser conserva
la
conserva
de la
conserva la
e
va la
realidad. larealidad. realidad
realidad,
V realida en un
salvo en lo
I d. primer
referente a
momento la
. castración.
E Conflic Conflicto
Conflicto
Conflicto
El conflicto
j to
entre el Yo
entre el Yo
entre el
es
entre
las
e
entre
yelEllo yelEllo. Yo y el
instancias
V el Yo y Ello vs.
psíquicas y
I elEllo La
la realidad.
Realidad Hay un yo
. esc. Sobre
la
castración.
Entrevista a adultos: hay una serie de datos que no pueden faltar en una
entrevista
semidirigida;
ya
que
aportan
información
sobre
la
identidad
del
sujeto,
sobre
aspectos
adaptativos
y/o
conflictivos.
Cada
uno
de
los
datos
aportados
por
el entrevistado con
respecto
a diferentes
aspectos
de
sí
mismo
y de
su
entorno
permitirán efectuar inferencias de segundo nivel acerca de las características
psicológicas
y psico-sociales
del
sujeto.
Lo
que
se
indaga
son:
datos
de
filiación,
relaciones familiares actuales, relaciones familiares de origen, relaciones
interpersonales, sexualidad, estudios, trabajo
que
desarrolla
y continuidad
en
el
mismo,
y utilización
del
tiempo
libre
e intereses
personales.
Otro
dato
importante
a observar durante
la
entrevista
es
el
tema
que
elige
el
sujeto
para
comenzar
a
hablar,
ya
que
permitirá
inferir,
por
ejemplo,
qué
aspectos
jerarquiza
de
sí
mismo
entre las áreas conflictivas de su vida y aquellas en las que predominan
aspectosadaptativos,entreotros.
Lunazzi:“ LasentrevistasenelprocesoPsicodiagnóstico”
Un psicodiagnóstico implica el reconocimiento de que le administración de
técnicas ocurre dentro de una situación vincular interpersonal, difícil de acotar,
pues son muchas las fuerzas que afectan y presionan diferentemente la
interacción de los principales actuantes. Esto implica hablar de la situación
interpersonal, de las entrevistas, en tanto instrumento clínico y como factor
principal a ser explicitado ya que su caracterización delineará en sí misma
informaciónrelevanteparalaconstruccióndelestudiopsicodiagnóstico.
Conceptualización
de
la
Entrevista
Clínica:
Bleger
la
define
como
el
instrumento
fundamental del método clínico, y, por lo tanto, es
una
técnica
de
investigación
científica de a psicología. Es uno de los pasos técnicos a dar en la toma de
contacto
con
una
persona
que
dice
desear
ser
ayudada,
con
la
finalidad
de
llegar
a un diagnóstico de síntesis, al pronóstico y a la orientación terapéutica.
Considerada
la
entrevista
como
técnica
quedan
incluidos
dos
aspectos:
uno
es
el
de
las
reglas
o indicaciones
practicas
de
su
ejecución,
y el
otro
sus
fundamentos
teóricos. La entrevista psicodiagnóstica intenta el estudio del comportamiento
total del sujeto en todo el curso de la relación establecida. Se trata de una
relación en la cual uno de sus integrantes debe tratar de saber lo que está
pasando en la misma y debe usar ese conocimiento para formularse hipótesis
interpretativas.
De
este
saber
y de
la
capacidad
que
desarrolle
para
utilizarlo
en
la elaboración de hipótesis depende de que se satisfagan los objetivos de la
entrevista.
En la entrevista tenemos configurado un campo, lo cual significa que entre los
participantes se estructura una relación de la cual depende todo lo
que
en
ella
acontece. El entrevistador debe permitir que el campo de la relación
interpersonal sea predominablemente establecido y configurado por el
consultante. Es necesario tener en cuenta que el entrevistador forma parte
del
campo
de
la
entrevista
y que
en
cierta
medida
condiciona
los
fenómenos
que
va
a registrar. El psicólogo clínico es un observador participante, dado que su rol
modifica,
por
su
sola
presencia,
el
campo
de
observación,
pero
mucho
mas
que
cualquier otro científico debe ser consciente de esa participación ya que las
variables que introduce dependen de su propia personalidad y afectan a otra
personalidad. Cuando nos referimos a personalidad
habremos
de
entender
una
totalidad con una organización de relativa
estabilidad,
unidad,
e integración.
Se
define entonces por su carácter sistémico, un orden sujeto a reglas de
organización, no observable de modo directo. Cuando mencionamos al Yo
estamos refiriéndonos a la
instancia
psíquica
descrita
por
Freud
en
su
segunda
tópica.
Encuadre: la explicación al sujeto de las distintas fases que comprende el
proceso se llama encuadre del proceso psicodiagnóstico. Consiste en la
transformación
de
cierto
numero
de
variables
en
constantes.
Funciona
como
una
especie de estandarización de la situación psicodiagnóstica que se ofrece al
consultante. La implantación
de
estas
normas,
además
de
permitir
estabilizar
la
situación, proporciona información a través del uso que el consultante
hace
de
ellas.
Es
muy
importante
el
diseño
del
encuadre
para
evaluar
las
modificaciones
que introduce en él la personalidad del consultante. La situación de test tiene
una estructura psicológica compleja. No es una entrevista interpersonal entre
dos personas donde una
de
ellas
con
ayuda
de
esta
relación
pueda
obtener
de
laotraalgunasrespuestasobjetivasdeltest.
Lasentrevistasenelprocesopsicodiagnóstico:
Entrevista inicial: sus objetivos son: permitir que el sujeto hable libre y
ampliamente de sí mismo ofreciendo una escucha plena sin intervenciones,
hacerse cargo de la definición
subjetiva
de
la
situación
de
test,
de
modo
que
el
sujeto pueda explicitar sus resistencias para participar en el proceso
psicodiagnóstico, es decir, lo perciba como relevante, útil y confiable y que el
objetivo
del
mismo
es
de
colaboración
bajo
la
forma
de
esclarecimiento.
Permitir
que
el
sujeto
pueda
incluir
tanto
aspectos
difíciles
de
su
vida
como
aquellos
más
satisfactorios.
Explicitar
el
encuadre
de
trabajo
a través
del
contrato.
Promover
la
motivación e interés del sujeto par participar en el estudio. Para el logro de
dichos objetivos es importante hacernos cargo del sujeto tal como se nos
presenta
y ver
si
esta
impresión
se
mantiene
a lo
largo
de
toda
la
entrevista.
Los
objetivos de las primeras entrevistas estarán logrados
si
el
sujeto
se
separa
de
nosotros habiendo confrontado sus resistencias con la definición más conjunta
quenosotrosleofrecemos.
Entrevistas de Devolución: es un componente explicitado en el encuadre que
afecta como constante a los resultados, ya que el sujeto trabaja en el
proceso
psicodiagnóstico
motivado
y con
expectativa
de
respuesta.
Constituye
el
espacio
jerarquizado dentro del psicodiagnóstico, tanto para articular la promoción de
cambio,
como
para
facilitar
la
experiencia
al
sujeto
de
un
vínculo
dentro
del
cual
poderinterrogarseacercadesímismo.
Lunazzi:“ LaClínicadelaPantalla”.
La autora propone pensar el proceso psicodiagnóstico en sí mismo como un
campo de acciones psicoterapéuticas potenciales, al que llamará “Clínica
de
la
Pantalla”. En ella puede desplegarse la capacidad del psicólogo, con
entrenamiento especial, para promover “cambios saludables”. Reconocer estas
dimensiones
psicoterapéuticas
potenciales
deriva
en
un
mejor
cuidado,
por
parte
delpsicólogo,delencuadredelasituacióndeevaluación.
El
concepto
de
pantalla:
una
de
las
formas
de
definir
los
métodos
proyectivos
ha
sido utilizad la metáfora del proyector y la
pantalla.
Así,
las
técnicas
serian
una
pantalla donde se registrarían los procesos mentales de los sujetos, siento el
psicólogo el encargado del revelado. Sin embargo, nuestra pantalla no es “en
blanco”, por lo tanto, la autora propone un uso particular de la metáfora
proyector-pantalla. El campo de la pantalla de vio ampliado cuando Schafer
señala
al
propio
psicólogo
como
participe
y no
en
un
lugar
de
mero
“observador”,
“registrador”;
así,
el
psicólogo
pasa
a concebirse
como
un
componente
activo
del
proceso
de
evaluación,
al
que
integraría
sus
experiencias
contratransferenciales.
Dejamos de pensar entonces en “técnicas proyectivas” administradas a un
sujeto,
y pasamos
a pensar
en
“situaciones
de
administración”,
en
las
cuales
los
sujetos se encuentran con las laminas o con las consigas que se
le
proponen,
pero dentro de una relación interpersonal, con una cualidad especial: la de
administración
proyectiva.
Así,
el
psicólogo,
según
conduzca
las
vicisitudes
de
la
relación interpersonal, no solo aportará significativa información a las
conclusiones,
sino
que
en
sí
mismo
tendrá
valor
de
estímulo,
especialmente
para
promover mayor involucramiento productivo y mayor compromiso emocional
introspectivoenelsujeto.
La
referencia
a la
pantalla
permite
expresar:
la
presencia
de
un
referente
externo
o pantalla cuando trabajamos en evaluación. En la práctica del PSD los
psicólogos contamos con un referente externo con cierto grado de
estandarización o estabilidad. Las técnicas que empleamos constituyen un
dispositivo que permite la recolección visible de información como base de las
inferencias. Información proveniente de la protocolización de las diferentes
técnicas que empleamos, así como de la actividad interpersonal que las
contextúa. Si tomamos como eje al paciente, el proceso PSD le ofrecerá una
pantalla donde pueda, a través de las tareas que le requieren las distintas
consignas de las técnicas, expresar, hacer
manifiestos
y observables,
aspectos
disímiles de sí mismo; no solamente a través del desempeño en la tarea
prescripta por las técnicas, sino también por su posición respecto de las
instrucciones o consignas. Así, el proceso le facilitará una pantalla mediadora
donde
reflejarse
y empezar
a veces,
a reconocerse.
El
proceso
psicodiagnóstico
será
así
para
el
sujeto
una
pantalla
por
medio
de
la
cual
podrá
plasmar
aspectos
conocidos y desconocidos de sí mismo dentro de una situación interpersonal
especializada. Si pensamos ahora en el psicólogo, el proceso PSD le ofrecerá
una pantalla a través de la cual podrá acceder a la organización y
funcionamiento de los procesos mentales. Podrá, escudado en esta pantalla,
tomar contacto con situaciones humanas intrapsíquicas de intenso sufrimiento.
La
pantalla
operará
como
una
zona
intermedia,
un
amortiguador
o regulador;
de
manera que, en condiciones
de
naturaleza
muy
grave,
desorganización,
formas
violentamente regresivas, daño orgánico, criminalidad y perversión pueden ser
exploradas
mediante
ella
dejando
un
registro
de
tales
procesos
en
un
nivel
más
accesible.
La pantalla tendrá la función de un colector capaz de iluminar las
manifestaciones psíquicas. Disponemos de materiales y tareas con los que el
sujeto debe confrontarse. El encuadre de la situación de test y los rasgos de
personalidad del psicólogo principalmente también constituyen estímulos
significativos.
La
pantalla
también
podrá
ofrecer
una
función
mediadora,
es
decir,
un vehículo a través
del
cual
el
sujeto
podrá
expresar
dimensiones
conocidas
y
desconocidas de sí mismo. De esta manera, el dispositivo podrá facilitar
procesos de representación de conflictos y ansiedades, al mismo tiempo
desplazando la carga emocional correspondiente. Al psicólogo le ofrecerá la
función de desplegar sus cualidades personales y profesionales. La pantalla
pensada como el conjunto de roles y tareas que se despliegan en la situación
técnica
y vincular
encuadrada
que
constituye
el
psicodiagnóstico,
operara
dando
lugar a plasmar, documentar y también contener el juego de proyecciones e
introyecciones. El concepto de pantalla plantea la conceptualización de un
espacio transicional, mediado por tareas y objetivos. Implica contrastar dos
modelos
de
administración
de
técnicas
de
psicodiagnóstico:
un
modelo
en
el
cual
la experiencia no supone cambios y otro modelo, como sistema abierto, en el
cual la interacción significativa que se suscita, sí incluye la posibilidad de
cambios.
Clínica de la pantalla: Tiene un uso psicoterapéutico. Es el uso
de
la
Situación
Psicodiagnóstica como una oportunidad privilegiada para desarrollar una
experiencia de comunicación privilegiada parad desarrollar una experiencia de
comunicación interpersonal significativa en la vida del
paciente.
Nuestra
actitud
nos
colocará
en
el
lugar
de
promotores
de
cambios
saludables.
¿Qué
cambios?
Aquellos
que
surjan
al
lograra
que
el
sujeto
pueda
posicionarse
de
manera
activa
frente a sus síntomas, interesándose
en
interrogarse,
estimulando
los
procesos
de mentalización, y comenzando a reconocerse comprometido en la
construcción sintomática, la reconstrucción de sus síntomas y su eventual
modificación.
Estructura psicológica de la situación test. Necesidades y problemas del
examinador: Problemas profesionales del examinador. Constantes psicológicas
del examinador. La personalidad del examinador en la relación de tests.
Constantes psicológicas del paciente. Tipos de definición subjetiva: Autoritaria.
Competitiva.Resistente.Dimensionestransferencialesycontratransferenciales.
Schafer:D
inámicasinterpersonalesenlasituacióndetest
La situación de test tiene una estructura psicológica compleja. El paciente
responde intensamente tanto a los atributos reales como fantaseados de la
situación. El examinador también trae miedos, esperanzas, suposiciones,
exigencias y expectativas a la situación de test. Y, por consiguiente, también
responde
a la
realidad
y a la
fantasía
de
esta
situación.
Es
una
relación
que
debe
ser considerada como inevitable. Si queremos rastrar los orígenes y las
vicisitudes de las respuestas al test del paciente, se debe tener en cuenta la
situación global en la cual se dan las mismas. Hay
significados
situacionales
e
interpersonalesmásampliosqueinvadenalsimpleestímulodeltest.
Los problemas
profesionales
del
examinador:
por
un
lado,
el
status
y los
límites
de
la
psicología
clínica
como
profesión
no
están
aun
definidos.
Por
otro
lado,
las
tensiones continuas entre psicólogos y psiquiatras. En esta situación trabaja
el
testeador. Generalmente el examinador debe elaborar un informe que sea un
diagnóstico, una compresión de la dinámica de personalidad, un pronóstico y
una
planificación
de
la
terapia.
El
examinador
debe
manejar
su
ansiedad
y la
del
paciente de acuerdo a su manera personal,
que
será
influenciada,
por
un
lado,
por el tipo de paciente, y por otro, por las circunstancias profesionales y
personales que está viviendo el examinador. El problema de las pocas
respuestas
reside
en
gran
parte
en
la
presunción
del
examinador
que
solamente
es el contenido el que importa. Entonces, porque el examinador quiere que el
paciente
de
respuestas
y diga
datos
importantes
sobre
él,
se
encontrará
en
una
situacióndemutuaansiedad,resentimientoyexigencia.
Sobre la clasificación, el examinador recibe a menudo material difuso. La
vaguedad y la evasividad en las respuestas las encontramos en
pacientes
con
baja tolerancia a la ansiedad y con poca capacidad para reflexionar y
concentrarse; la fluidez en contextos esquizofrénicos donde el interrogatorio a
menudo conduce a mayor confusión que lo dado en primera instancia. Las
defensas del paciente y las necesidades del examinador pueden oponerse y
causarelrompimientodelarelacióndetest.
Un
análisis
cuidadoso
de
las
verbalizaciones
es
crucial
para
el
entendimiento
del
paciente. Ante casos de difícil registro, el examinador debe sentirse libre para
interrumpir el test y señalar al paciente el problema. Todas las variaciones no
debenserignoradasparalainterpretación.
El examinador quiere mantener la administración estandarizada del test. Esto
corresponde a una situación ideal que debe ser procurada con pacientes
cooperadores.
Es
deseable
en
la
medida
en
que
establece
un
marco
referencial
para la comparación interpersonal, las cuales son tan importantes para la
interpretación del test. Pero esta estandarización no solamente el examinador
debe mantenerla. Sino que también es responsabilidad del paciente. El
examinador debe enfrentar y manejar una serie de stress en las distintas
situaciones que
se
requieren
sus
servicios.
La
manera
como
el
examinador
y el
paciente
manejen
las
ansiedades
y resentimientos
influenciará
significativamente
enlasituacióndetestyenlaeficaciadelinformefinal.
Constantes psicológicas del rol del examinador: Este rol puede definirse de la
siguiente manera: el examinador es una persona entrenada
en
ciertas
técnicas
de observación cuyo objetivo es dar ayuda a otras personas perturbadas por
conflictos
de
diversas
índoles.
El
paciente
en
la
medida
que
solicita
ayuda
y está
en
contacto
con
la
realidad
percibe
y acepta
el
rol
del
examinador.
Sin
embargo,
esta definición resulta superficial e incompleta. Tanto examinador como
examinado
tienen
tendencias
a reaccionar
inconscientemente.
Ambos
responden
a ciertos aspectos de su vida profesional y personal en términos mágicos,
primitivos e inconscientes. Se debe encarar este problema en términos de
interacción entre las exigencias y las implicaciones del rol
y la
situación
por
un
lado y la personalidad
especifica
por
el
otro.
Se
analizará
cuatro
constantes
del
rol del examinador. Son constantes en el sentido que parecen estar presentes
sin tener en cuenta las motivaciones personales del examinador y sin
tener
en
cuenta la respuesta individual de éstas a ciertos pacientes o pacientes en
general:
a) El
aspecto
voyerista
del
rol
del
examinador:
el
examinador
está
en
una
posición
de
voyeur
psicológico.
“Espía”
el
interior
de
las
personas
ero
nunca
entra
en
una
relación
más
intima
con
ellas.
Las
obligaciones
humanas
del
examinador
durante
la
situación
de
test
son
temporalmente
y generalmente
superficiales.
El
averigua,
peronodevuelveinformación.
b) El aspecto autocrático: implica poca participación de control en la relación.
Aunque inactivo por largos periodos durante el examen, es
él
quien
controla
la
relación. El examinador dice qué hacer, cuándo hacerlo y cuándo dejar, y
algunas
veces,
cómo
hacerlo.
A menudo
le
exige
saber
por
qué
el
paciente
hizo
lo que hizo, etcétera. Despierta, por lo tanto, ansiedad, rebelión, sumisión, y
muchas
otras
reacciones.
El
examinador
es
en
este
caso
un
árbitro
psicológico.
En realidad, los pacientes luchan con más o menos éxito para mantener ellos
mismos el control de la situación, pero aun así están bajo el “látigo” del
examinador. Este implícitamente permanece dominante. Es una realidad de la
situación
de
examen
que
el
control
o dominio
de
la
situación
está
en
manos
del
examinador. Su manera de
usar,
de
abusar
o esconder
su
dominio
puede
tener
mucho que ver con la cantidad y calidad
de
las
producciones
del
paciente
y su
propiainterpretacióndeellas.
c) El aspecto oracular: el examinador extrae inferencias importantes de signos y
símbolos,
conoce
los
significados
ocultos,
predice
cambios
de
hechos
e implícita
o explícitamente aconseja. Esta posición oracular se puede reforzar si el
examinador
es
sobrevalorado
por
el
psiquiatra.
Otra
contribución
a la
concepción
oracular
del
rol
del
examinador
puede
ser
puesta
por
el
paciente.
Los
pacientes
comúnmente
proyectan
en
los
terapeutas
poderes
mágicos
y adivinatorios.
En
el
examinador existe el deseo de omnisciencia, pero debemos manejar
exitosamentelaconstanteestimulacióndeestedeseo.
Lapersonalidaddelexaminadorenlarelacióndetest:
a) Elexaminadorconunsentidoinsegurodesuidentidadpersonal.
b) Elexaminadorsocialmenteinhibido.
c) Elexaminadordependiente
d) Elexaminadorcondefensasrígidascontralasnecesidadesdedependencia.
e) Elexaminadorrígidamenteintelectualizado.
f) Elexaminadorsádico
g) Elexaminadorcondefensasrígidascontralahostilidad.
h) Elexaminadormasoquista.
Ladinámicadeserexaminado.
1) Constantes Psicológicas del paciente: nos referiremos a las actitudes
irracionales,
primitivas
generalmente
implícitas
en
el
paciente
que
es
examinado.
Se
supone
que
hasta
cierto
punto
el
paciente
conscientemente
acepta
la
idea
de
serexaminado.
a) Violación
de
la
intimidad:
así
como
el
examinador
está
en
una
posición
de
voyeur
psicológico, el paciente está en la posición de víctima pasiva del
voyeur.
Sería
incorrecto referirse al rol del paciente
como
de
un
exhibicionista.
Generalmente
el
paciente
ni
busca
espontáneamente
esta
situación
y
este
exponerse
ante
otro
no es aceptado fácilmente. El paciente se siente espiado y no sabe con
seguridad qué aspectos suyos se están observando. No solamente está
confiando sus aspectos más íntimos, sino que,
además,
lo
está
confiando
a un
extraño. Esta desconfianza no siempre es consciente, pero posiblemente se
manifiestan en las actitudes y/o verbalización del test. El paciente en esta
situación
no
tiene
forma
de
saber
hasta
qué
punto
el
examinador
lo
entenderá,
lo
aceptará o por el contrario, lo rechazará. En este sentido el examinar es una
violación de uno de los valores más apreciados socialmente: la intimidad. Sin
embargo, tanto el examinador como el paciente saben que es una relación
transitoria.
El
brindarse
ciegamente
y sin
confianza
está
cargado
de
considerable
ansiedadtantoanivelinterpersonalrealcomotransferencial.
c) Los
peligros
de
la
auto
confrontación:
el
paciente
no
quiere
solamente
esconder
cosasalosotros,sinoaélmismo.
d) Tentaciones regresivas: pedir y recibir ayuda es difícil y doloroso para los
pacientes.
Regresa
a una
posición
pasiva
y desamparada
y exige
que
una
figura
real o fantaseada lo salve. Pero al mismo tiempo tiene resistencias. Entonces
necesita defenderse de estos impulsos regresivos. Todo paciente se enfrenta
con
tentaciones
de
rechazo
y aceptación
y debemos
esperar
que
esto
suceda
en
la relación de test. El equilibrio entre estas
fuerzas
y el
grado
de
regresión
son
datosvaliososparaelexaminador.
e) Los
peligros
de
libertad:
se
le
da
al
paciente
considerable
libertad
para
responder
como quiere a la situación de test. Sin embargo, esta libertad no es tanta. La
carencia
de
reglas
también
impone
de
alguna
forma
una
exigencia,
en
el
sentido
que
presiona
sobre
el
paciente
una
obligación
que
es
tomar
todas
las
decisiones
de todo lo que tiene que hacer y expresar y qué tiene inhibir. Por otro lado,
el
paciente
no
sólo
teme,
se
resiente
y escapa
de
la
libertad,
sino
que
reacciona
en
forma
similar
ante
las
exigencias
y reglas
estructuradas.
Tanto
el
control
como
la
pérdida de
éste
tiene
aspectos
positivos
y negativos
y la
conducta
del
paciente.
Schachtel describe tres tipos de definición subjetiva que se le puede dar a la
situación de test: La definición autoritaria, basada principalmente en la
experiencia pasada del examinador. La definición competitiva, está muy
relacionada con la anterior, pero mientras que ésta está orientada hacia la
búsqueda de aprobación de la autoridad, la definición competitiva lleva a
competir con los
otros
imaginarios
para
vencer
a todos
los
rivales.
La
definición
resistente: es la forma negativa, rebelde de las dos definiciones anteriores. Se
distingue por el rechazo consciente o inconsciente de interesarse por algo y
puede
también
incluir
la
intención
de
hacer
lo
contrario
a las
exigencias
y reglas
imaginadasquesepareceesperardeél.
TPN°5:“ELJUICIOCLINICO.SALUDYENFERMEDAD”.
Conceptualización y problemática del Juicio Clínico. Variables intervinientes en la
elaboración
de
juicios
clínicos.
Validez
y confiabilidad
de
las
evaluaciones.
Criterios
técnicos. Convergencias. Recurrencias. Inferencias. Criterios para juzgar la
adecuación de las interpretaciones. Criterio de salud y enfermedad. Normalidad:
concepto estadístico, concepto normativo, concepto clínico. Normatividad.
Descompensación. Noción de equilibrio móvil. Normalidad y estructura. Lugar del
conflicto.
FrankdeVerthelyi:“Eldibujoinfantil,algunasaproximacionesteóricas”:
La
hipótesis
que
nos
interesa
especialmente
para
el
análisis
de
los
gráficos,
tanto
de
niños como de adultos es la de que los movimientos gráficos no son sino la
resultante de los movimientos corporales y el dibujo es como el reflejo que ha
dejado la conducta desplegada sobre el papel. Los movimientos
gráficos
están
en
parte controlarlos óptimamente y en parte se forman de manera intencional, sin
embargo,
el
elemento
básico
parece
ser
una
expresión
inmediata
de
las
tendencias
internas que producen este tipo de movimiento. Aún en
el
niño
pequeño,
que
solo
realiza garabatos, pueden
evaluarse
los
rasgos
expresivos.
Lo
que
queda
fijado
es
la resultante de un movimiento. Y es a partir de allí que
podemos
hacer
la
lectura
inversa, tratar de “leer” qué tipo de movimiento
puede
haber
dado
origen
a tal
tipo
de
grafismo
e intentar
a partir
de
allí
describir
la
conducta
expresiva
de
una
persona.
El análisis que Wolff llamara de pautas formales y Hammer de rasgos expresivos
sería una
sistematización
del
aspecto
gráfico
a partir
del
cual
pueden
recrearse
los
movimientos y las características de personalidad de quien gráfica,
independientemente del tipo de dibujo que se trate (dibujo libre, figura humana,
familia, etcétera). Las pautas del contenido en cambio, harán referencias a la
particular manera en que cada sujeto aborda la temática
en
su
dibujo.
Wolff
alerta
continuamente respecto de la interpretación aislada y no
contextuada.
Cada
rasgo
debe ser integrado con los demás e interpretado en cuanto a su significación y
predominancia dentro de esa Gestalt en particular. De todas maneras, sólo
observando
varias
producciones
en
que
se
reiteran
los
rasgos
podemos
tener
cierta
certeza de que responden a una característica central y estable, particular del
sujeto. Es a esto que nos referimos cuando señalamos la necesidad de
encontrar
las recurrencias y convergencias. La recurrencia es la reiteración de un mismo
indicador en varias zonas de un mismo gráfico o en gráficos diversos. Esta
recurrencia puede darse en cuanto a pautas formales como de contenido. La
convergencia es la reiteración
de
una
secuencia
dinámica
que
se
expresa
a través
de indicadores disimiles, y en algunos casos, hasta opuestos apareciendo por
ejemplo en un aspecto del grafismo, la ansiedad y en otro la defensa. La
convergencia puede ser:
dos
modalidades
exacerbadas
y contrarias
de
una
misma
pauta
formal
o de
contenido;
dos
pautas
formales
disimiles;
dos
pautas
de
contenido
disímiles; una pauta formal u otra de contenido. La convergencia básicamente
permite ir conformando gestalten de pautas cuya integración da mayor fuerza y
enriquece
las
hipótesis
que
luego
siempre
deberán
ser
refrendadas
con
el
resto
del
material gráfico, la batería y la entrevista, a fin de que estos datos formen el
contexto
dentro
del
cual
se
va
a intentar
comprender
la
dinámica
siempre
particular
y única de cada caso individual. Al igual que las recurrencias, las convergencias
pueden
aparecer
dentro
de
un
mismo
dibujo
y entre
varios
dibujos
diferentes.
Pero,
a
diferencia
de
la
recurrencia,
la
convergencia
se
presta
más
para
ver
la
posibilidad
de integrar datos gráficos con verbales. Así, por ejemplo, siempre es interesante
contrastar la imagen de
sí
que
da
el
sujeto
en
el
dibujo
libre,
la
figura
humana
o la
familia con la que proyecta en el Desiderativo, test que le permite presentar
aspectos
idealizados
o peyorativos.
Habría
una
convergencia,
por
ejemplo,
entre
el
tamañoexacerbadodelosgráficosylaeleccióncomoprimeracatexia.
Nuestro trabajo de cada material gráfico será: Una aproximación gestáltica por la
cual permitiremos que nos impacte globalmente; un rastreo más detallado de las
pautas
formales
y de
contenido,
sus
recurrencias
y convergencias;
las
ampliaciones
de las hipótesis hasta aquí formuladas con los datos de la secuencia y de las
asociaciones verbales; la contrastación de ese material especifico con otros de la
batería; la integración de los datos aportados por el material con los datos de la
historiayenelcasodehacerse,conlaobservacióndirectadelgrupofamiliar.
Dibujo, esquema corporal e imagen del cuerpo: el “dibujo de una persona” revela
aspectos
de
la
imagen
que
si
tiene
su
autor:
informa
sobre
el
grado
de
integración,
la
armonía
entre
las
diferentes
partes
de
su
cuerpo
o su
percepción
de
la
superficie
de su cuerpo, su aceptación de las características sexuales, su comportamiento
físico
fundamental
y su
actitud
global
hacia
su
cuerpo
y hacia
los
demás
y el
mundo
objetivo. Doltó diferencia como concetos disimiles esquema corporal e imagen
del
cuerpo. Para esta autora el esquema corporal pertenece a la experiencia de la
especia y sería el mismo para todos, mientras que la imagen del cuerpo, por el
contrario, es propia de cada uno, está ligada al sujeto y su historia; el esquema
corporal tendría aspectos inconscientes, pero también preconscientes y
conscientes, mientras que la imagen del cuerpo sería esencialmente
inconsciente.
La imagen corporal sería la síntesis de las experiencias emocionales como
encarnación simbólica del sujeto deseante. Seria gracias a nuestra imagen del
cuerpo portada por
-y
entrecruzada
con-
el
esquema
corporal,
que
podemos
entrar
encomunicaciónconelotro.
Leibovitz:“Lastécnicasproyectivasenlainvestigaciónylaclínica”.
Entre los recursos técnicos utilizados por el clínico, las técnicas proyectivas
aparecen como instrumentos que le permiten reconocer
la
más
amplia
muestra
de
conductas en el marco de una situación estandarizada. Los test proyectivos son
instrumentos que poseen un amplio espectro. Se tratan, por lo general, de
materiales poco estructurados que requieren que la persona a quien le son
administrados los estructure de acuerdo a sus propias pautas. Son instrumentos,
consecuentemente, que por sí solos
no
brindan
más
que
datos,
y estos
daros
sólo
cobran sentido cuando son analizados e interpretados por el psicólogo. Es
precisamente en este punto donde aparece un tema central para la clínica, la
elaboración
de
juicios
clínicos.
Schafer
plantea
que
en
los
intentos
de
integración
de
datos clínicos es quizás donde adquiere una importancia central el talento y
background del psicólogo. En este sentido nos encontramos con un problema de
importancia fundamental para la enseñanza de la psicología clínica. Sabemos
todavía muy poco acerca de cómo enseñar
de
un
modo
sistemático
los
elementos
fundamentales de esta compleja técnica de integración jerárquica de los datos
clínicos.
Sarbih ha propuesto un modelo lógico silogístico para dar cuenta del proceso
cognitivo
involucrado
en
la
formación
de
juicios
clínicos.
Define
a la
inferencia
como
la
transformación
cognitiva
de
un
conjunto
de
eventos
a través
de
otros
conjuntos
de
eventos que producen conocimientos nuevos acerca del primero. La inferencia
involucra
un
proceso
por
el
cual
eventos
sensoriales
específicos
son
referidos
a otra
instancia al ser comparados con alguna forma residual. Los modelos lógicos o
matemáticos
propuestos
no
dan
cuenta
del
proceso
afectivo
involucrado
en
el
juicio
clínico, referido no ya a predecir conductas manifiestas sino a comprender la
experiencia
interna
de
otra
persona.
Harty
propone
un
modelo
diferente.
Según
él,
el
clínico puede hacer una contribución única a partir de
su
habilidad
de
construir
un
modelo
interno
de
otro,
que
existe
como
una
subestructura
de
su
propio
yo
y que
se
forma en parte mediante un proceso psíquico regresivo. Se trata entonces de un
procesoempático,reguladoporloscriteriosderealidaddelclínico.
Los modos posibles de decodificar un material clínico implican la percepción de
coherencias, o sea, la organización de determinados indicios en la síntesis
integrativa. Un conjunto de eventos se vuelve coherente cuando un elemento
conductor, un principio organizador del conjunto puede ser especificado;
y cuando
los indicios de ese elemento conductos -su mediación. Puede también ser
especificado. Los juicios clínicos son formulaciones
que
un
experto
elabora
acerca
de otra persona. Formulaciones que se hallan avaladas por los conocimientos
científicos específicos del experto. En la elaboración de juicios clínicos podemos
reconocer por lo
menos
la
incidencia
de
tres
variables:
(a)
el
modelo
teórico
que
el
psicólogo maneja; (b) su experiencia clínica; y (c) sus características de
personalidad y estilo cognitivo. El modelo teórico que el psicólogo maneja
circunscribe la naturaleza de los problemas que va a abordar y el tipo del juicio
clínico que va a formular. Un test o una
entrevista
solo
brindan
datos.
Estos
datos
cobran sentido cuando son abordados por el psicólogo en el marco de una
determinada concepción o teoría psicológica, teoría que, de un modo explícito o
implícito es utilizada por el psicólogo desde el momento mismo que elige, por
ejemplo,
los
test
a utilizar.
Cuanto
mayor
sean
el
entrenamiento
y la
experiencia
del
psicólogo
que
analiza
un
material
clínico,
mayor
será
su
posibilidad
de
abordaje
de
dicho
material
con
eficacia
y obtener
información
más
rica
de
él,
es
decir,
una
mejor
integración
entre
teoría
y práctica.
La
apertura
del
clínico
a su
propia
y discriminada
experiencia interna, su capacidad empática, el manejo de su
contratransferencia
y
su sensibilidad para captar en el material clínico indicios sugerentes son factores
relevantes en su habilidad para hacer juicios acerca de la experiencia interna de
otros. Diversas características de personalidad pueden contribuir a dar cuenta de
diferencias
individuales
en
la
elaboración
de
juicios
clínicos.
Entre
ellas
es
probable
que
las
diferencias
en
estilo
cognitivo,
en
estrategias
o modos
estables
de
procesar
información,tenganrelevanciasignificativa.
Schafer:“ LosTestPsicológicosenlainvestigacióncientífica”
Los tests psicológicos han sido aplicados a una amplia
variedad
de
casos,
de
dos
maneras principales: 1) Para
establecer
índices
de
diagnósticos
diferenciales.
Esta
aplicación se propone aumentar la utilidad inmediata de los tests en la situación
clínica, y la base clínica de la división en grupos es el criterio de validez. 2) Para
aclarar y delinear las diferencias de personalidad entre grupos que han sido
establecidos
sobre
la
base
de
un
amplio
criterio
clínico.
Esta
aplicación
se
propone
acrecentar nuestro conocimiento de las condiciones intrapsíquicas en las cuales
puedenaparecerlosfenómenospsicopatológicos.
Schafer
se
dedica
a hacer
explicita
una
cantidad
de
suposiciones
que
habitualmente
quedanimplícitasenelusodelostestspsicológicosenlainvestigaciónclínica.
HipótesisNosológicasyEstadísticas:
1. Un índice diagnostico está directamente relacionado con una designación
diagnóstica: Esta suposición está implícita en muchas publicaciones de
investigación. Pocos argüirán en contra de ella diciendo que una designación
diagnóstica
es
una
abstracción,
y que
como
tal
sirve
como
enunciación
sumaria
de la presencia de una constelación de características concretas, a las que
podemos llamar características de identificación. Los estudios relacionan
directamente los índices diagnósticos con las designaciones diagnósticas, y
olvidan
que
los
primeros
deben
ser
necesariamente
expresiones
o reflejos
de
las
características de identificación. Lo que se requiere de la investigación clínica
que
utiliza
tests,
es
que
se
interese
más
por
el
grado
de
presencia
o ausencia
de
las características de identificación específicas, y menos por los rótulos
psiquiátricos de diagnóstico tradicionales. Este punto de vista nos permite
comprender y aceptar la ausencia de índices diagnósticos infalibles si no
necesita
estar
siempre
presente
la
característica
de
identificación
específica,
hay
pocos motivos para esperar que esté invariablemente presente su “signo” del
test.
Si,
además,
se
reconoce
que
una
característica
de
identificación
especifica
no es propiedad exclusiva
de
ningún
grupo,
y que
establecen
el
diagnóstico
las
constelaciones
de
características,
entonces
se
hace
más
comprensible
que
haya
una superposición entre los grupos diagnósticos respecto a los “Signos” que
exhibenensusregistrosdetests.
2. Caracteriza
a todos
los
miembros
del
grupo
una
tendencia
de
grupo
establecida
estadísticamente: Una suposición errónea vinculada con ella se ve cuando
se
piensa que una moderada tendencia estadística indica
que
todos
los
miembros
delgrupomanifiestaneserasgomoderadamente.
3. El uso de una muestra amplia es siempre deseable, pues ello compensará
las
diferencias individuales que de otro modo oscurecerían las tendencias de
nuestros datos: Esta suposición parece olvidarse completamente de la
investigación clínica. Las diferencias individuales deben establecerse y
comprenderse, y no cancelarse. Los proponentes de esta hipótesis
argumentarían que es necesaria una muestra amplia dado que algunos de los
sujetos pueden estar deprimidos en el momento de
hacer
el
test,
otros
pueden
estarexcitados,otrosasustados,otrosdeteriorados,oablandados,etcétera.
HipótesisacercadelosresultadosdelosTests:
1. Un puntaje es una micro-unidad adecuada para la investigación: El
reconocimiento de este principio básico de interpretación de tests puede ser
atribuido
a las
exigencias
lógicas
inherentes
de
nuestro
material
clínico
concreto,
afianzadas por las exposiciones teóricas de los psicólogos gestaltistas. Sin
embargo, parece que relativamente pocos psicólogos han considerado
conveniente elaborar
y aplicar
las
implicaciones
metodológicas
de
este
principio
en la investigación que utiliza tests psicológicos. Las técnicas se centran en
el
establecimiento de la significación de la diferencia entre promedios de puntaje
aislados y de la diferencia entre distribuciones de puntaje aisladas. En ambos
casos
el
puntaje
aislado
es
tratado
como
la
unidad
fundamental
de
los
resultados
del test. Se sostiene entonces que las diferencias significativas entre los
promedios indican diferencias significativas y especificas de personalidad
entre
los miembros de los grupos en cuestión. Este procedimiento, por lo tanto,
supone implícitamente que un puntaje conserva la misma significación con
prescindencia del contexto en el cual ocurre. La confusión metodológica
aumenta todavía cuando el investigador trata de compensar
su
descuido
inicial
de las pautas de puntaje individuales, interpretando la pauta de los promedios
obtenidos. La alternativa de considerar al puntaje como la micro-unidad
adecuada
y significativa,
es
considerar
como
tal
a la
interpretación.
Este
enfoque
reconoce que el mismo puntaje puede tener significados distintos, y que el
mismo significado puede ser expresado por puntajes diferentes. También
reconoce
el
hecho
de
que
los
puntajes
en
general
no
transmiten
adecuadamente
todas las implicaciones de una respuesta, o de un conjunto de respuestas.
Factores tales
como
el
estilo
y el
nivel
de
verbalización
y conceptualización
son
por
lo
general
totalmente
ignorados
por
las
unidades
de
puntaje.
Otra
respuesta
usual
a la
pregunta
de
por
qué
los
puntajes
son
considerados
como
las
unidades
adecuadas en la investigación es que ellos facilitan las comparaciones inter e
intra individuales. Esta respuesta es válida solamente si se puede aseverar
simultáneamente que este procedimiento no ignora ni abusa de las múltiples
implicaciones del material concreto. Este, sin embargo, es solo un dilema
aparente. Su solución deriva, por
un
lado,
de
la
aceptación
del
principio
de
que
los correlativos clínicos de las pautas del test son las características de
identificación en síndromes y no rótulos diagnósticos, y, por otro lado, la
aceptación del principio de que las unidades
adecuadas
para
investigación
son
las interpretaciones y no los puntajes. Una interpretación
puede
definirse
como
una predicción, a partir de los resultados del test de que una cierta pauta de
conducta, pensamiento y sentimiento caracterizará al paciente en su vida
cotidiana.
2. Un
solo
test
es
una
macro-unidad
adecuada
para
la
investigación:
por
lo
general,
solo
se
han
presentado
estudios
de
casos
aislados
para
demostrar
la
utilidad
de
unabateríadetests.
La
investigación
que
procede
tomando
a las
características
de
la
personalidad
y
no a los diagnósticos como criterios clínicos
a la
variación
individual
como
foco
de
interés
junto
con
las
tendencias
de
grupo,
al
análisis
cualitativo
“ciego”
antes
que a la comparación clínica estadística, a las interpretaciones como
micro-unidades
del
análisis
y a las
baterías
de
tests
como
macro-unidades
de
la
investigación, parece significar una gran promesa para la investigación de la
personalidad.
S
chafer:“ Criteriosparajuzgarlaadecuacióndelasinterpretaciones”
Hay
múltiples
determinaciones
de
las
respuestas,
y complejidades
conceptuales
del
análisis temático de un test. El análisis temático de cualquier imagen puede
proseguirse en varios niveles y varias direcciones. Explorar las sutilezas de
imágenes y temas puede llevarnos a bastante distancia con respecto de la
respuesta en bruto. Necesitamos criterios para juzgar lo que se puede llamar la
adecuación de las interpretaciones. El autor propone seis criterios para evaluar la
adecuación, teniendo en cuenta que una interpretación debe reunir por lo menos
suficientes
de
estos
criterios
para
tener
sentido
psicológicamente
y para
representar
una contribución del psicólogo suficientemente definido para estar abierta a la
verificaciónorefutaciónporpartedematerialclínicocuidadosamenteseleccionado.
A- Debe
haber
suficiente
evidencia
para
la
interpretación:
qué
constituye
evidencia
suficiente no es fácil de especificar. Cualquier caso susceptible de
interpretaciones
significativas
debe,
y ordinariamente
puede
ser
construido
sobre
una cantidad de testimonios de evidencias. Una clave
nunca
es
suficiente
para
establecer y afirmar una tendencia significativa. Los diferentes contextos van
a
sostener
diferentes
implicaciones
de
una
respuesta
y veremos,
de
esta
forma,
el
valor de explicitar inicialmente cuantas más implicaciones razonables y no
razonables pueden elaborarse en cada respuesta. La interpretación final debe
ordinariamente representar la CONVERGENCIA de varias y muchas vías de
elaboración asociativa. Este principio de
convergencia
es
esencialmente
similar
a los que guían tanto el análisis
de
sueños
en
la
terapia
psicoanalítica
como
el
análisis
temático
de
los
relatos
en
el
TAT.
En
este
caso,
podríamos
pensar
en
un
primer intento que a menudo
es
la
elección
y estructuración
de
estas
imágenes
las que transportan el sello individual del paciente
más
que
las
imágenes
en
sí
mismas. Como primera regla de evidencia para el análisis temático puede ser
considerada la siguiente: la seguridad con la cual nosotros podemos formular
una interpretación se halla en función de la extensión en la que hay
convergencia
entre
los
temas
de
imágenes,
los
puntajes
formales
y las
actitudes
del paciente frente al test tanto consideradas separadamente,
en
relación
unas
con otras, y en secuencia. Como segunda regla, lo siguiente puede ser
establecido: puesto que en el presente no hay evidencia en los protocolos del
test de Rorschach para sostener o rechazar reconstrucciones genéticas
concernientes a específicas
e importantes
experiencias
y relaciones
tempranas,
y puesto que las representaciones corrientes y disponibles del pasado remoto
son históricamente no confiables aun a través de patología manifiesta y
reveladora, la interpretación puede y debe abarcar sólo la estructura de
personalidad presente
y las
dinámicas
del
paciente
o algunos
cambios
en
ellas,
en el pasado relativamente reciente. La tercera regla de evidencia para un
análisis temático: las inferencias simbólicas deber basarse en respuestas
actuales, o en evitación de respuestas, o sobre la disrupción en un corte del
proceso de respuestas. En reacción a la lámina o áreas de la lámina que
comúnmente producen imágenes emocionalmente cargadas, las inferencias
simbólicas no deberían estar basadas en significados fijos asignados a ciertas
láminas
o áreas
de
las
láminas,
cuyos
significados
son
asumidos
para
referirse
a
todos
los
pacientes
y para
explicar
finalmente
todas
las
respuestas
a las
láminas
o áreas en cuestión. Varias líneas de inferencias deberían converger en la
mismainterpretación.
B- La
profundidad
de
la
interpretación
debería
ser
apropiada
al
material
disponible:
Lo que no es “profundo” instintivamente o arcaico sigue menos el proceso
primario (dominado por el impulso mágico), y más el proceso secundario
(regulador
de
impulsos).
A menos
que
nosotros
describamos
la
forma
manifiesta
en que aparecen las tendencias en cuestión, su relativa intensidad, cómo son
controladas, estos conceptos instintivos, arcaicos, nos dicen poco acerca del
paciente.
Como
una
regla,
sin
embargo,
la
profundidad
a la
cual
la
interpretación
puede
ser
llevada
debería
estar
determinada
por
el
material
disponible
en
este
y
en
otros
test.
Desde
este
punto
de
vista,
y desde
el
punto
de
vista
de
suficiente
evidencia, la reconstrucción genética y los significados simbólicos fijos en la
lámina, son arbitrarios y presuntuosos esfuerzos para profundizar la
interpretaciónapesardelpaciente.
C- L
a forma manifiesta de la tendencia interpretada debería ser especificada: el
problema
deriva
en
gran
medida
en
las
limitaciones
del
test
de
Rorschach
como
instrumento. El comportamiento manifiesto de alguna importancia, es después
de todo invalorablemente sobre determinado, es decir, es una resultante de
numerosos determinantes que interactúan. No puede generalmente ser
explicado por referencia a una
tendencia
subyacente
determinada.
Como
regla,
cuando
más
profundo
van
las
interpretaciones,
más
encontramos
esta
dificultad.
Interpretar, por ejemplo, las tendencias defensivas, generalmente permiten e
incluyen bastantes y precisas especificaciones de
la
forma
manifiesta,
mientras
que interpretar las tendencias de impulsos, a menudo no lo hacen o no lo
pueden
hacer.
Entonces,
cuando
sea
posible,
la
forma
manifiesta
de
la
tendencia
interpretadadebeserespecificada.
D- L
a
intensidad
de
la
interpretación
de
la
tendencia
debe
ser
estimada:
dado
que
muchas de las tendencias
que
inferimos
de
los
resultados
de
los
tests
son
muy
abarcativas, sino universales, es altamente deseable
ser
capaces
de
estimar
la
fuerza de cada tendencia que interpretamos. Este criterio cuantitativo de una
interpretación adecuada no es suficiente en sí mismo para especificar una
tendencia
distintiva
en
el
paciente.
Ayuda,
por
supuesto,
por
ejemplo,
si
la
forma
manifiesta de una tendencia infantil,
instintiva
como
agresividad
oral,
puede
ser
especificada, es mejor por lo menos ser capaz
de
decir
que
la
agresividad
oral
aparentaserunatendenciaextremaofuerte.
E- La
tendencia
interpretada
debe
recibir
una
posición
jerárquica
dentro
del
cuadro
de personalidad total: Este criterio implica los previamente discutidos de
suficiente evidencia, profundidad apropiada, especificación de la forma
manifiesta y estimación de la intensidad. Requiere en lo posible, que cada
tendencia interpretada sea explícita o implícitamente relacionada con otras
tendencias
más
importantes.
Lo
importante
es
evitar
interpretaciones
tipo
cadena
en
las
cuales
cada
tendencia
se
halla
simplemente
yuxtapuesta
a otra
tendencia,
y no se establece una jerarquía de importancia. La integración que se busca
debebasarseenlasuficienteevidenciaenlasrespuestasmismasdeltest.
F- L
os aspectos adaptativos y patológicos de las tendencias interpretadas deben
ser especificadas: la interpretación de tests debe tener en cuenta el hecho de
que
la
gente
no
sublima
completamente
todas
las
tendencias
infantiles,
no
posee
completa seguridad en todas las relaciones interpersonales, ni completa
resolución de todos los conflictos entre conductas, valores o metas
en
su
vida.
Es lo contra estos fundamentales ideales de salud neuróticos, que pueden ser
interpretados como invariablemente patológicos. Deberíamos tratar de
establecer por qué vías y en qué extensión una cierta tendencia facilita o
entorpecesusesfuerzosadaptativos.
Lunazzi:C
riteriosdeSaludyEnfermedad:
Normalidad:
se
trata
de
una
noción
que
puede
ser
definida
por
quienes
denotan
alguna autoridad. A la vez se nos aparece como una noción poco confiable.
¿Qué sentido dar al término de normalidad? Se enfoca en la mayoría de los
casos
en
relación
con
los
demás,
con
el
ideal
o la
regla.
Wolf
distingue
tres
tipos
de normalidad: a) El concepto estadístico: una persona es
normal
cuando
está
próxima a la tendencia de un grupo típico de individuos. Este criterio no nos
sirve, porque hay enfermedades que se
dan
en
la
mayoría
de
la
población,
por
ejemplo. O hay
ciertos
fenómenos
de
virtuosismo
que
también
se
dan
por
fuera
del
término
medio.
En
psicodiagnóstico
la
información
estadística
queda
siempre
en suspenso pues nos posicionamos en la subjetividad. B) El concepto
normativo: es normal aquella persona que cumple con las reglas éticas (las
normas)
del
grupo
al
que
pertenece,
se
muestra
asimilada
a las
expectativas
de
conducta
habituales
de
su
grupo
de
pertenencia.
Así,
normalidad
se
confundiría
con el
mejor
ajuste
adaptativo.
C)
El
concepto
clínico:
la
perspectiva
clínica
nos
provee parámetros más aceptables que permiten concebir a la salud y a la
enfermedad no como expresiones de dicotomías irreconciliables, sino como
puntos
dentro
de
un
continuum.
El
punto
extremo
de
anormalidad
del
continuum
representado
por
aquel
sujeto
que
no
puede
gobernarse
a sí
mismo
poniendo
en
peligro
su
vida
y la
de
los
demás:
su
peligrosidad
destructiva.
Pondríamos
en
el
otro extremo como normal “el
amor”
por
la
vida
y su
cuidado.
Al
decir
de
Freud
en Introducción al psicoanálisis: La
diferencia
entre
la
salud
y la
neurosis
no
es
sino
pues
una
diferencia
relativa
a la
vida
práctica
y depende
del
grado
de
goce
y
de
actividad
de
que
la
persona
todavía
es
capaz,
reduciéndose
probablemente
a las proporciones relativas que existen entre las cantidades de energía que
permanecen
libres
y aquellas
que
se
hallan
inmovilizadas
a consecuencias
de
la
represión. Entonces, se trata de una diferencia de orden cuantitativo y no
cualitativo. No existe una entidad llamada anormalidad o enfermedad, sino
manifestaciones
extremas
de
reacciones
que
se
observan
también
en
individuos
normales. Así se operaría un borramiento de la norma para reconocer la
enfermedadcomograduacióndentrodeuncontinuo.
Si nos importará reconocer su normatividad, en tanto capacidad de fluctuación
dinámica entre su realidad y recursos psíquicos y la realidad externa. Pero no
obstante
esa
fluctuación,
subyace
un
hilo
narrativo,
a veces
de
gran
estabilidad
y
continuidad,otrasfisuradoodesarticulado.
Salud: la salud implicaría también la noción de equilibrio móvil. Experimentar
conflictos
¿será
sano?
No
solo
sano,
inherente
a la
salud
y a la
vida
humana,
en
tanto poder de experimentar rupturas dentro de una homeostasis fluida y
recuperar nuevas organizaciones inestables equilibrantes. Así como la rigidez
queda
ahora
asociada
a enfermedad
psíquica,
salud
psíquica
sería
la
posibilidad
de reorganizaciones adaptativas, creativas. La hipótesis central que subyace a
estas afirmaciones es considerar el conflicto como inherente al funcionamiento
mental. La salud no es entonces ausencia de patología, sino capacidad de
desarrollo y cambios conducentes a un crecimiento humano. No equiparamos,
entonces, salud con ausencia de conflicto sino con medios de resolución o
equilibración.
Con respecto al tema de la salud y lo normal, estará siempre la “norma”
estableciendo la referencia de lo aceptado y lo rechazado y en ese sentido la
definición psicosocial de lo normal, se hace en relación al fenómeno de
adaptación como proceso de inserción creativa del sujeto en su cultura. Pero
estar sano y ser normal no son hechos totalmente equivalentes porque la
patología
puede
presentarse
como
una
especie
de
normalidad.
Estar
sano
no
es
sólo ser
normal
en
una
situación
dada,
sino
en
situaciones
imprevistas,
o poder
superar la norma, tolerar infracciones a la norma habitual e instituir normas
nuevas.
Pensaremos
a la
salud
bajo
las
formas
de
libertades:
1)
libertad
para
pensar,
de
acuerdo a su capacidad intelectual; 2) libertad para actuar sin compulsión o
inhibición exagerada; 3) libertad para sublimar impulsos instintivos y conflictos
inconscientes; 4) libertad para establecer, mantener y gozar de los vínculos
humanos. Gozar y disponer de estas libertades configuraría situaciones vitales
“saludables”.
Entonces, nos referiremos a la salud asociada a la noción de buen
funcionamiento
interior
de
un
sujeto
teniendo
en
cuenta
los
datos
particulares
de
cada individuo. Nos remitiremos a un aspecto subjetivo de la normalidad en
función
de
las
realidades
psíquicas
de
cada
uno
y en
cómo
estas
se
han
avenido
con la realidad externa, material y vincular. Tomamos una noción de
normatividad personal donde
incluiríamos
estados
considerados
por
otros
como
patológicos dentro de los límites de “lo normal” en la medida en que estos
estados
pueden
expresar
una
relación
de
normatividad
con
la
vida
particular
del
sujeto.
Así
normalidad
sería
cómo
el
sujeto
se
entiende
con
su
propia
estructura
psíquica; sus patrones vinculares cognoscitivos y afectivos según su “dotación
natural” y el sistema interpersonal-social-cultural que lo ha acompañado en la
historiadesuvidaconfigurandouncierto“estilo”yestructura.
La prueba de realidad: conceptualización. Principio de placer y principio de
realidad. Sentido de realidad. Pensamiento y juicio. Dimensiones “puente” e
indicadoresenelpsicodiagnóstico.Ilustraciónconmaterialclínico.
Freud:“ Losdosprincipiosdelfuncionamientomental”.
Introducir el
proceso
de
la
represión
(esfuerzo
de
desalojo
y suplantación)
en
la
génesis de la neurosis nos ha permitido discernir un nexo. El neurótico se
extraña de la realidad
efectiva
porque
la
encuentra
insoportable.
Esto
es
lo
que
hace
todo
neurótico
con
una
parcela
de
la
realidad
objetiva.
El
psicoanálisis
toma
como punto de arranque los procesos psíquicos inconscientes. Los juzga los
más
antiguos,
los
primarios,
relictos
de
una
fase
del
desarrollo
en
que
ellos
eran
la única clase de procesos anímicos. La tendencia principal a que estos
procesos
primarios
obedecen
es
fácil
de
discernir;
se
define
como
el
principio
de
placer-displacer. Estos procesos aspiran a ganar placer; y de los actos que
pueden suscitar displacer, la actividad
psíquica
se
retira.
Solo
la
ausencia
de
la
satisfacción
esperada,
el
desengaño,
trajo
por
consecuencia
que
se
abandonase
ese intento de satisfacción por vía alucinatoria. En lugar de él, el aparato
psíquico debió resolverse a representar las constelaciones reales del mundo
exterior y a procurar la alteración
real.
Así
se
introdujo
un
nuevo
principio
en
la
actividad psíquica: ya no se representó lo que era agradable, sino lo que era
real, aunque fuese desagradable. El principio de realidad. Al aumentar la
importancia de la realidad exterior, cobra relieve también la de los órganos
sensoriales dirigidos a ese mundo exterior y de la conciencia
acoplada
a ellos,
que, además de las cualidades de placer y displacer, aprendió a capturar las
cualidades sensoriales. Se instituyó una función particular, la atención. Es
probable que simultáneamente se introdujera un sistema de registro que
depositaría
los
resultados
de
esta
actividad
periódica
de
la
conciencia
-una
parte
de lo que llamamos
memoria-.
En
lugar
de
la
represión,
surgió
el
fallo
imparcial
que decidiría si una representación determinada era verdadera o falsa, vale
decir,
si
estaba
o no
en
consonancia
con
la
realidad;
y
lo
hacía
por
comparación
con las huellas mnémicas de la realidad. La sustitución del principio de placer
por el principio de realidad no implica el destronamiento del primero, sino su
aseguramiento.
LaplancheyPontalis:“ Pruebaderealidad”.
Prueba de realidad: Los principales aspectos son: a)La distinción entre
estímulos externos e internos. b) La precisión de la percepción (incluye
orientación
en
el
tiempo
y el
espacio)
e interpretación
de
los
acontecimientos.
c)
La
precisión
de
la
prueba
de
realidad
interna,
autoconocimiento
y discriminación
delosestadosinteriorespsicológicos.
Sentido
de
realidad
del
mundo
y del
self: los
componentes
son:
a)
El
grado
en
el cual los acontecimientos externos son experimentados como reales y como
puestos
dentro
de
un
contexto
familiar
(grado
de
desrealización,
dejá
vu,
estados
de trance, etcétera). b) El grado en el cual el cuerpo (o partes de él), y su
funcionamiento y la propia conducta, es experimentada como familiar y
pertenecientealsujeto.
Ejes indicadores: Los puentes se sitúan en el criterio de adecuación. La
adecuación
refleja
la
posibilidad
de
congruencia
tanto
entre
lo
demandado
por
el
psicólogo
en
las
consignas
y lo
devuelto
por
el
sujeto.
Como
en
la
coherencia
(o
no) entre lo afirmado y el referente, o entre las elecciones desiderativas y las
racionalizaciones.
Definimos
a la
adecuación
como
la
capacidad
de
responder
a
la consigna de modo congruente. Congruencia que del lado del psicólogo se
sustenta
en
su
información
normativa
y juicio
clínico,
y que
del
lado
del
sujeto
se
sustenta
en
la
disponibilidad
de
sus
capacidades
perceptivas,
psicomotoras
y de
sus
procesos
de
pensamiento. En
el
Rorschach,
por
ejemplo,
la
presencia
de
la
adecuación sostiene la capacidad del sujeto de desarrollar respuestas
congruentes
con
lo
que
la
lámina
propone.
La
congruencia
también
subyace
a la
capacidad de mantener conciencia de estar interpretando, la “conciencia de
interpretación”,
que
alude
a la
capacidad
de
poder
desempeñarse
en
un
terreno
de interacción (construcción de respuestas) donde interactúa el nivel
fantasmático y el nivel perceptual sin perder
el
registro
del
“tiempo
condicional”
imaginario (podría representar) ni caer en el nivel de la certeza y el
reconocimiento.
¿CómopodemosreconoceralaPruebadeRealidadySentidodeRealidad?
Pruebas Gráficas: Lunazzi propone considerar las pruebas gráficas en su
conjunto, sin dejar de reconocer sus diferentes cualidades. El Bender Gestalt
aparece como una tarea estructurada ya que se trata de reproducir modelos,
mientras que las otras tareas gráficas (H.T.P., Animal-Pareja-Familia) no lo
hacen. Los fracasos en los indicadores de PR serán estimados como más
gravessiocurrenenelBender.
CualidaddePensamiento:
1) Capacidad
de
síntesis:
como
operación
inversa
al
análisis
refleja
la
capacidad
de
ligar
causas
y efectos,
los
pasos
con
efectos
y objetivos,
dando
cuenta
de
la presencia del concepto integrado-sintético que permite la obtención del
objetivo.
2) Capacidad de análisis: para recortar los componentes o pasos de una
ejecución: aquí la representación gráfica, de modo de no excluir aspectos
fundamentales. Esto también alude a la capacidad de juzgar qué
componentessonbásicosonoloson.
3) El juicio crítico resultante, estará expresado en la coherencia según la
influencia relativa del proceso primario o secundario de pensamiento y la
capacidad
para
rectificar
errores
del
orden
de
causalidad
lógico,
semántico
y
sintáctico o de relaciones témporo espaciales cuando hay relatos que
acompañanalgráfico.
El
mantenimiento
o ruptura
de
las
proporciones,
los
acentuamientos
o flexibilidad
de
los emplazamientos y tamaños o las peculiaridades de las secuencias en
ejecuciones, así como la articulación con los relatos o descripciones verbales
que
completan
la
administración
gráfica,
modularán
la
cualidad
subjetiva
de
los
procesos
depensamientoquenosocupen.
CuestionarioDesiderativo:
Prueba de Realidad: Se manifestará globalmente cuando se pueda responder
adecuadamente a la consigna mediante cualquier contenido de fantasía
desiderativa. Desórdenes diversos se estarían manifestando en el fracaso de
responder a la consigna, ya sea a modo de silencio, huida o descarga emocional.
También comentarios autorreferenciales que sustituyan la respuesta a la consigna.
La cualidad del
pensamiento será observable: En la
adecuación entre el símbolo y
lo racionalizado; la modalidad del discurso y las elecciones que podrán mostrar
claridad, originalidad, flexibilidad y consistencia; predominio del proceso secundario
de pensamiento, estará expresado en la demora lógica y en la diferenciación
articulada de las argumentaciones como contrapuesta a elecciones por ecuación
simbólica,lógicaautísticay/obizarra,oconfusa-indiferenciada.
Rorschach:
Es complejo en este test intentar focalizar un grupo de indicadores
predominantemente referidos a algún criterio,
por
ejemplo, la
prueba de realidad, ya
quelainterdependenciadeloscomponentesescaracterística.
Prueba de Realidad: Requerimientos necesarios para la existencia de una
adecuadapruebaderealidadalolargodeltest:
a) En primer lugar, mantenimiento de la conciencia de interpretación: es un
indicador mayor. El sujeto es capaz de concebir la realidad de la situación
como el despliegue de una tarea interpretativa y no el
orden de
la certeza o
del reconocimiento. Es deseable que no aparezcan rupturas o anulación seria
de la conciencia de la conciencia de interpretación (autorreferencias, lógica
autística, fracasos, fallos, respuestas geométricas, etcétera) que mostrarían
lafragilidaddelapruebaderealidad.
b) F%entre20-50 Entantoejerciciodeprocesoscognitivos
F%extendido80-90 razonablestantoensituacionespuramente
F+%70-90 intelectualescomodecontenidocomplejo.
F+%extendido75-90
N°popularesentreel25 Comocapacidadesdereconocimientoy
y40% participaciónenlarealidadexterna
I.R.entre5y7 convencional.
W/M la proporción en que la evaluación de las capacidades reales (M)
modula la ambición. Expresiva esta relación del
acuerdo o desacuerdo entre
montosdeexpectativasconrelaciónarecursosydisponibilidadesafectivas.
R: mayot a 15, ya que la disminución del R aparece relacionada (salvo en
casos orgánicos) con una inserción no fluida en la realidad externa, hecho
quealavezsesostieneenlapruebaderealidad.
c) La relación y sentido de la realidad se verá profundamente afectada por la
distribución armónica o no de recursos dentro de la
personalidad del sujeto.
Expresaremossí,expectativasflexiblementedeseables:
Ejedelaslocalizaciones:
Dentre45y55% Mostrandoglobalmentesusrecursos
Wentre20y30% diferencialestantoparaanalizarsectores
dalrededordel10% precisos,enfocarampliossectoresdela
Ddsalrededordel10% realidadyrelacionarloscoherentemente.
Ejedeloscontenidos:
(H+A, Hd+Ad) Contenidos enteros en
proporción del doble con respecto a
laspartes.
A%entre30-50%
Contvitalesalrededordel70%
Contamortiguadosalrededordel30%
Escasapresenciadecontenidosconflictivos
También expresan la cualidad de las representaciones del mundo interno, con
investimentos libidinales fuertes y también sublimados y además cierto
espaciolibredeurgenciasconflictivas.
Eje de
los determinantes: presencia de M entre 3 o 5:
en
tanto componentes
disponibles de orden ideacional para entender una situación y darle sentido
humano.
F
+ entre 80
y 95% y F + extendido entre 75 y 90% expresando la calidad de
laevaluacióndelarealidad.
La relación M/C: que en tanto aparezca coartativa y no ambigua expresará
trastornosespecíficosdelvínculoconelmundoexterno.
la fórmula FM+M% C+C’+K+K en tanto modifica por su presión (si se halla
sobrepasando a M:C) el sentido y estabilidad de la prueba de realidad, o si
no,sisimplementelacualifica.
CualidaddelPensamiento:
a) Se verá explorada prácticamente por todos los indicadores arriba
mencionados que informarán sobre el peso del investimento libidinal
(localizaciones)ylacualidaddelosprocesos(determinantes).
b) La evaluación de la capacidad organizativa: “Índice Z’” reflejará la
disponibilidad y adecuación de los procesos de análisis, síntesis y
diferenciación e integración ya sea investigando la cualidad de
las respuestas
globales (W) como la
diferenciación, especificación, elaboración y proyección
devinculaciónentredetalles.
c) La ausencia de los fenómenos especiales conocidos como “desordenes
formales del pensamiento” tales como confabuladas, contaminados,
respuestas con contenidos crudos, acciones sexuales, autorreferencias,
lógica autística, informará sobre el predominio del proceso secundario del
pensamiento.
RELACIONESOBJETALESEINTEGRACIÓNDELAIDENTIDAD
La teoría de las relaciones objetales según Kernberg representa el estudio
psicoanalítico de la naturaleza y el origen de las relaciones interpersonales y de la
naturaleza, y el origen de las estructuras intrapsíquicas que derivan de relaciones
internalizadas en el
pasado, fijándolas, modificándolas y reactivándolas con otras en
el contexto de las relaciones interpersonales presentes. Este enfoque se centra en
la construcción de representaciones intrapsíquicas diádicas y bipolares, imágenes
de sí
mismo e imágenes objetales como reflejo de la
primitiva relación madre-hijo y
su ulterior desarrollo en relaciones externas interpersonales, diádicas, triangulares y
múltiples de diferente calidad. Se destaca la simultánea constitución del sí
mismo,
como estructura resultante de la integración de múltiples auto imágenes de las
representaciones objetales y “objetos internos” resultantes de la integración de
múltiples imágenes objetales, con sus particulares contextos afectivos. Ellas
constituyen los determinantes primarios de las subestructuras generales de la
mente
(ello-yo-superyó). La identidad representa el más alto nivel de organización de los
procesos de internalización expresando el sentido de continuidad y síntesis del sí
mismo.
En cuanto a la
cualidad de las relaciones interpersonales trataremos de diferenciar:
a) La cualidad del vínculo con respecto a la elección del objeto (narcisístico,
anaclítico, recíproco), la estabilidad y constancia vincular; b) El peso de deseos
inconscientes versus deseos adaptativos maduros; c) El grado en el cual los otros
están diferenciados del “sí mismo” o son experimentados como prolongaciones; d)
La tolerancia de la ambivalencia, frustración y culpa relativas al mantenimiento de
relacionesinterpersonales;e)Integraciónconelsuperyó.
Identidad del Yo: se refiere a la organización de las identificaciones e
introyecciones bajo el principio orientador de la función sintética del yo. Esta
organizaciónimplica:
1- La consolidación de las estructuras yoicas relacionadas con un sentido de
continuidad del sí mismo, la percepción por parte del niño de su propio
funcionamiento en todas las áreas de
su vida, y su
creciente dominio de las tareas
básicasdeadaptacióncontribuyenaestaconsolidación.
2- Una coherente concepción global del “mundo de los objetos” que resulta de la
organización de las imágenes objetales que formaban parte de las introyecciones e
identificaciones y un sentido de coherencia en las propias interacciones
interpersonalesyunacoherenciageneraldelospatronesdeconducta.
3- El reconocimiento de esta coherencia en las interacciones como características
del sujeto por parte de su ambiente interpersonal y la percepción por parte del
individuodeesereconocimientoqueleotorgaelambiente.
Podemosconsiderarciertospasosevolutivosenlaidentidad:
1-Autismonormaloperíodoindiferenciadoprimariodesímismoobjeto.
2- Simbiosis normal o período de representaciones primarias indiferenciadas sí
mismo-objeto,núcleodelsistemadesímismo.
3-
(Se alcanza la constancia objetal) Diferenciación entre las representaciones del sí
mismoylasrepresentacionesobjetales.
No existe aún un sí mismo integral ni
una concepción integrada de los otros seres
humanos, por lo tanto las relaciones objetales son parciales. Comienza la
delimitación del yo-sí mismo-objeto por interacciones libidinalmente y agresivamente
catectizadas. Predomina la escisión, síndrome de difusión de identidad. Entre la
tercera y la siguiente se establece una delimitación muy importante: entre
organizacionespsicóticasylímiteentrelacuartayquintalaneurosis.
4-
Integración de las representaciones del sí mismo y las representaciones objetales
y
desarrollo de las estructuras intrapsíquicas superiores derivadas de las relaciones
objetales. Aproximadamente en el tercer año de vida (yo, superyó y ello), sistema
del sí mismo integrado, y relaciones objetales totales. El surgimiento posterior de la
represiónenlugardelaescisióndemarcalaneurosis.
En cuanto al superyó pasaría distintas etapas: 1a: internalización de imágenes
objetales que se
fantasean extremadamente hostiles; 2da: sí
mismo ideal primitivo.
Ideal del yo, luego la integración del superyó en sus aspectos ideales y temidos,
objetosinternosyrelaciónconlarealidadexterna.
5- Consolidación de la
integración del superyó y del yo. Un superyó integrado podrá
reconocerse cuando el sujeto se abstiene de la
explotación o maltrato de los otros
significativossinqueloexijaunanormaoleyexterna.
Entonces,podemosdistinguir:
Identidad integrada: En las estructuras neuróticas todas las imágenes del sí
mismo
“buenas” y “malas” han sido integradas en su sí mismo comprensivo, y las imágenes
“buenas” y “malas” de los otros pueden integrarse en conceptos comprensivos de
los demás. Las imágenes contradictorias del sí mismo y de los demás están
integradasenconcepcionescomprensivas.
Identidad fragmentada: Alude a partes disociadas del yo, funcionando las
identificaciones con distintos objetos en forma independiente unas de otras. Se
observa la división de los objetos en “completamente buenos” y “completamente
malos”.
Identidad difusa: se representa por un concepto pobremente integrado del sí mismo
y
de los otros significativos. Se refleja en la
experiencia subjetiva del vacío crónico,
autopercepciones contradictorias, conducta contradictoria que no puede integrarse
en una forma emocionalmente significativa y percepciones huevas, insípidas y
empobrecidas de los demás. La identidad difusa aparece en la incapacidad del
paciente para transmitir al
entrevistador interacciones significativas con los otros, no
pudiendo éste empatizar emocionalmente con la concepción del paciente respecto
de sí mismo y de los otros en tales interacciones. En la entrevista estructural la
difusión se refleja en una historia enormemente contradictoria o en una alternancia
entre estados emocionales que implican tal comportamiento contradictorio y la
percepción contradictoria de sí
mismo, de modo que el entrevistador encuentra muy
difícil ver al paciente como un ser humano total. También se refleja en las
descripciones de las personas significativas en la vida del paciente, las que no
permiten al entrevistador “integrarlas” para obtener una imagen clara de ellas. Es
característicadelaorganizaciónborderlinedelapersonalidad.
También la cualidad de las relaciones objetales puede analizarse con relación a la
elección de objeto y a las características de los vínculos. Podemos concebir los
vínculos como: parciales, totales, genitales, pregenitales, auto eróticos, etc. Según
sea su carácter: gratificador, frustrante, fetiche, hostil. Según su elección de objeto:
anaclítico (funciones de autoconservación y apoyo). Elección de objeto narcisista:
dedicado al sostén de la autoestima a través de un doble, duplicado del sí mismo.
Elección de objeto genital: diferenciación, autonomía, totalidad y “objetividad”.
Cualidad de vínculos según su extensión: simbiótico, diferenciado, complementario,
triangular,etcétera.
TÉCNICASGRÁFICAS
IDENTIDAD:
1- Síntesis: Consideramos el logro sintético-integrado de un gráfico con una
estructura gestáltica delimitada y diferenciada, como un indicador mayor de la
integracióndeidentidad.
2- Secuencia: En tanto reflejo del proceso de simbolización muy importante de
registrar tanto en sus pasos como en su resultado final. Analizaremos si es
ordenada, desordenada, caótica, confusa, característicamente recurrente en todos
losgráficosono.
3- Simetría: indicador de la estabilidad y armonía profunda de la identidad.
Importante registrar la representación de sí mismo dentro de relaciones de
equilibraciónyadecuaciónversusinestabilidadydesequilibrios.
4- Emplazamiento: componente formal importante en tanto habla de la situación
espacialpredominanteenlacuallaidentidadseposiciona.
5- El tamaño, presión y trazo de los gráficos aluden a aspectos expresivos,
representantes tanto de la energía disponible, como de aspectos manifiestos o
latentesdelaautoestima.
Tamaño: reflejará la
micrografía, macrografía, adecuación y variantes
las vicisitudes
delarepresentacióndesímismo.
Presión: importará reconocer una presión excesiva que pueda hasta agujerear la
hoja o traspasarla al
reverso como su
opuesto la
debilidad y suavidad extrema que
impida casi reconocer el trazo. Estará manifestando el ejercicio del caudal
energético desde formas intrusivas, agresivas ilimitadas, hasta formas donde la
cautela, inhibición o repliegue expresen las
dificultades para disponer de energía en
los contactos con el medio. Muy importante en el aspecto defensivo control de
impulsos)
RELACIONESOBJETALES
Algunos indicadores son: a) la distinción entre estímulos externos e internos; b) la
precisión de
la
percepción (incluye orientación en
tiempo y espacio) e interpretación
de los acontecimientos; c) la precisión de la prueba de realidad interna,
autoconocimiento y discriminación de
los estados interiores psicológicos, los
cuales
pondrán de manifiesto en sus fallas, omisiones, reforzamientos etcétera, los
aspectos dinámicos en juego; d) el emplazamiento. Aquí también es importante la
capacidad de representar espacios tridimensionales con espesor y perspectiva en
lugar de gráficos bidimensionales “planos”, los cuales exhiben la pobreza y
estrechezdelosinvolucramientosvinculares.
DESIDERATIVO
Pueden examinarse las elecciones desiderativas en tanto significantes de las
identificaciones que constituyen la identidad, y los rasgos, atributos,
racionalizacionesquelosacompañan.
IDENTIDAD
a) Distanciaentreloidealizadoylopeyorizado.
b) Gradodeadhesiónaclisésversusoriginalidadynoadhesión.
c) Larecurrenciadelasidentificaciones.
d) Concordancia y discordancia, racionalización e incoherencia en la
representaciónimplícitadevínculos.
El
criterio
de
consistencia interna,
implícito en la
recurrencia de elecciones positivas,
asumidas y organizadas coherentemente con respecto a lo rechazado, expulsado
enelprocesoidentificatorio,ilustraráellogrointegrativodelaidentidad.
VÍNCULOS
a) Representación de vínculos implícita en la elección desiderativa: tal como
aparecesubjetivizadoenlasasociacionesyracionalizacionesdelcaso.
b) Cualidad: grado de discriminación, compromiso, elaboración, puesto de
manifiesto en la elección como indicadores directos de la intensidad del
involucramiento y la diferenciación y elaboración cognitiva-afectiva de los
mismos. Cualidades vinculares: ambiguas, confusas, contradictorias,
etcétera, también se podrían expresar, así como elecciones clisé
defensivamentepropuestas.
c) Presión de deseos inconscientes: simbióticos, narcisistas, control
omnipotente y dominio sádico, versus conscientes y adaptativos.
Dependencia versus mutualidad, reciprocidad, sublimación, elaboración,
aceptación.
Es interesante como indicador también notar la
cualidad de
los límites entre mundo
internoymundoexternoqueseproyectanenlosconceptoselegidos.
RORSCHACH
Laintegracióndelaidentidadpodráexplorarseen:
a) Mantenimiento de
la
conciencia
de interpretación, en tanto establecimiento de
unadelimitaciónyo-noyoplásticaparapermitirelaboracionesinterpretativas.
b) Organización de las respuestas en la
construcción de globales o en
detalles
diferenciados elaborados y articulados dentro de las proporciones
aproximadamenteesperables.
c) Integración de contenidos totales versus partes: en una proporción que
prioritelapredominanciadeintegraciones(H+A:Hd+Ad).
d) Respuestas M en H reflejando una adquisición mayor de integración de
identificaciones en una representación de sí mismo M y el mundo interno
poblado de
identidades humanas sublimadas H (al
menos 3 M
saludable). La
efectividad: grado en que esta adquisición estará disponible
conscientemente, se
reconocerá en
su
asociación con la
localización D (M en
D)
e) La cualidad de la integración de identidad, así como sus dimensiones
conflictivas podrán explorarse en M:
FM + m,
H:
(H),
H:A, A%.Una identidad
que ha podido organizarse predominantemente por la elaboración y
sublimación de los impulsos arcaicos (M igual o mayor que FM+m) o por lo
contrario una organización de identidad precariamente estable amenazada
por requerimientos pulsionales no resueltos que limitan seriamente su
creatividad cuando FM+m es mayor que M. H con relación a (H) indicando
cuando H es mayor a (H) la tolerancia a vínculos actuales y reales, H con
relación a A como expresión del grado en que el
mundo interno está poblado
por requerimientos e interacciones socializadas -H- o por dimensiones más
primarias y regresivas -A-. El A% como manifestación de la cualidad de la
identidad y los vínculos: si A% es elevado (más del 50%), expresando la
rigidización y empobrecimiento vincular ya sea por limitación neurológica,
melancólicaopornecesidaddecontrolexacerbado.
f) Fenómenos especiales como perplejidad, impotencia, críticas de
sujeto o de
objeto, comentarios autorreferenciales, fusión figura fondo, recurrencia en
identificaciones homosexuales, calificarían por su parte, las vicisitudes y
dificultadesenlaintegracióndeidentidad.
REPRESENTACIÓNDERELACIONESOBJETALES
1-
Toda proyección de
vínculos en
los contenidos de las
respuestas, especialmente
manifiestosenelestudiotemáticodeloscontenidos.
2- Organización espacial de las áreas de las láminas exhibiendo la modalidad de
vinculación: W diferenciada organizada versus indiferenciada o impresionística.
Tendencias perfeccionistas u hostiles expresadas en la W cortada. Cualidad de D
presencia de d en
tanto capacidad de diferenciaciones precisas. Si
aparecieran muy
enfatizadas las di aludiría intensas necesidades de sostén y cautela; en dr de
originalidad o cautela cuya cualidad dependerá de
la
adecuación de las
respuestas;
algo similar podemos decir con
relación a S
acentuando la
ansiedad paranoide o la
necesidaddeautonomía.
3-Enelejedeterminantedelasrespuestastomaremosencuenta:
M:FM;M:FM+m;M:C+CF+FC;M:C’+K+K;M:F+ext%.
En el eje de determinantes de las respuestas M:FM; M:FM+m. Estas relaciones
ponderarán la presión que sobre las capacidades adultas de vinculaciones
conscientes y sublimadas -M- ejercen las relaciones objetales más inmaduras
regresivas y los deseos de gratificaciones ideales. La relación M: suma color
dará
cuenta del equilibrio o no entre las capacidades elaborativas reflexivas o
ideacionales (M) y las capacidades de involucramiento, manifestación y descarga
afectivayconductual.
en M:C’K+k conoceremos el
modo en que las actitudes evolucionadas y sublimadas
son socavadas por
experiencias complejas vinculadas a la
angustia, la
cautela, por
ejemplo pudiendo sus relaciones ilustrar estados de comodidad y salud (cuando M
se halla más allá del doble del segundo grupo) o por el contrario se ven
sobrecargadosoamenazadosporconnotacionesdelacomplejidadafectiva.
M, considerada con respecto a F+ extendido % expresará la extensión de la
capacidad de organizar y predecir adecuadamente vinculaciones interpersonales
dentro de situaciones vitales muy complejas. Pensamos que dentro de F +
extendido saludables (+
75%) la
M es deseable que aparezca en una frecuencia de
entre4a6,variandosegúnR.Suinterpretacióncalificarálasvicisitudesvinculares.
4- En los fenómenos especiales: como por ejemplo la proporción color y
combinaciones confabuladas, popularidad, índice de realidad, simbolismo sexual,
respuestas de complejo, respuestas de defecto, encontraremos una muy variada
gamadesignificantesasociadosalasdimensionesvinculares.
5- Son de especial importancia como modalidades de la relación objetal las
respuestasalcolorydetextura.
OPERACIONESDEFENSIVAS
Las operaciones defensivas tienen como objetivo protegerse del displacer, peligro o
angustia, tratándose fundamentalmente de procesos intra instancias. También
concomitantemente operan sobre el
registro de
la realidad externa. Las defensas se
realizan para bloquear la representación de impulsos o bloquear su descarga, por
un lado, o controlarla y modularla por otro. Pueden entonces estar orientadas a fines
puramente defensivos, en el primer caso, o adaptativos en el segundo, cuando
facilitan la descarga de los impulsos. La
función de las defensas sería preservar el
yo, como estructura psíquica, de la angustia y mantenerlo en un estado de
equilibrio. Son procedimientos que pone en marcha el yo. Impone estas operaciones
a la propia experiencia, con la función principal de lograr la producción y
subsistencia de la experiencia que se desea (consciente e idealmente) o que al
menos se tolera. A veces en vez de operar sobre sí mismo, las operaciones se
dirigen hacia la realidad externa deformando o falsificando informaciones no
tolerables.
La evaluación de la organización defensiva constituye una dimensión muy
importante para reconocer el funcionamiento psíquico de un sujeto: nos permitirá
distinguir tanto su cualidad específica, su efectividad operatoria en términos de
eficacia, parcial o ineficacia. Su fin predominante, si están orientados a bloquear
representación y descarga de impulsos y eliminar lo rechazado, o si
adaptativamente controlan y regulan la expresión y carga pulsional facilitando su
descarga y elaboración bajo formas sublimadas. También podemos diferenciarlas
con respecto al
nivel
genético que aluden, es
decir si
son previas al establecimiento
de un aparato psíquico organizado con un yo que puede, y quiere, reprimir y
censurar. Cuando son previas a la represión se trata de defensas primitivas
reguladasporlaescisión.
defensasnivelevolucionado Represión,Formaciónreactiva,
Aislamiento,Anulación,Regresión,
Negaciónnivelsuperior(porejemplo
omisiones)Racionalización.
defensasprimitivas Escisión,Idealización,Negaciónbajo
nivel(desmentidaydesestima),
Identificaciónproyectiva,Proyección,
Devaluación.
INDICADORESENPRUEBASGRÁFICAS
Funcionamiento defensivo de
nivel
superior eficaz y flexible y funciones de censura
efectiva: Representación adecuada y de los Gestalts. Síntesis y discriminación de
los gráficos. Gráficos,
indicadores de buena organización defensiva. Trazo sin cortes
bruscos y presión más
o menos constante: ni
demasiado fuerte, ni
demasiado débil.
El mantenimiento de las proporciones. Emplazamientos flexibles o tendiendo a la
zona central. Tratamiento de detalles y aditamentos no excesivos pero presentes.
Articulaciones logradas. Mantenimiento global de
la horizontalidad y representación
debases.
Indicadoresdefallasenlaorganizacióndefensiva:
Omisiones de partes importantes del gráfico como expresión de escisión. Partes
reforzadas o sombreadas y distorsiones muy destacadas reflejando zonas de
graves conflictos. Desarticulación de la Gestalt. Secuencia confusa, especialmente
con Gestalt final defectuosa. Tratamiento excesivo de detalles, aditamentos hasta
llegar a distorsiones. La síntesis muy defectuosa, así como las rupturas rígidas o
recurrentes de la simetría. Pérdida de angulaciones, representación de
transparencias, yuxtaposiciones, factores de colisión-choque entre gráficos. Clima
delosdibujos:patético,caótico,amenazante.Bizarrerías,transformaciones.
DESIDERATIVO
Indicadoresdeadecuadaorganizacióndefensiva:
Se observa en la adecuada modalidad de respuesta a la consigna, ya que esto
refleja el suficiente control y tolerancia de las ansiedades movilizadas por esta
técnica. Que la adecuada respuesta de elecciones desiderativas tanto positivas
como negativas, estén razonablemente basadas. Discriminación entre lo
idealizado
y lo peyoratizado. Adecuada posibilidad de elecciones en los distintos reinos sin
incurrir en confusiones, omisiones o contradicciones groseras a lo largo de la
secuencia.
Indicadoresdefallasenlaorganizacióndefensiva:
En primer lugar, la ausencia o dificultad muy marcada en satisfacer cualquiera de los
indicadores que hemos propuesto como adecuada organización defensiva. Rigidez
defensiva: será observable cuando las elecciones tanto positivas como negativas,
se articulen enfatizando los aspectos deseados o temidos de algún representante
pulsional diferenciado. La representación de impulsos libidinosos o agresivos
prohibidos por la censura dentro de catexias positivas. La idealización extrema de
las catexias positivas y la
idealización (persecutoria o destructiva) de lo
peyorizado
(posible escisión). Aparición de elecciones discordantes racionablemente o no
integradas en tiempo, espacio y cultura. Referencias argumentales bizarras o
simbolizando un superyó muy primitivo o lo contrario. Secuencia de las elecciones
mostrandotendenciaaldeterioro,ladesorganizaciónomuchadificultad.
RORSCHACH
Operacionesdefensivas:
1- Actitudes emocionales y conductuales frente al psicólogo y frente al test: El
mantenimiento de la conciencia de estar interpretando dentro de una situación
interpersonal definible objetivamente como de psicodiagnóstico exhibiendo afectos y
comportamientos congruentes constituirá un claro indicador de una organización
defensiva operante. Sus fallas más o menos severas según la intensidad y la
presencia o no de recursos de rectificación, será puesta de manifiesto por el
debilitamiento de la conciencia de interpretación, dando origen a respuestas
autorreferenciales por ejemplo, o la aparición de fenómenos transferenciales
marcados.
2- Énfasis en la forma específica y articulada: Así como las respuestas de forma,
adecuadas y diferenciadas, reflejarán la capacidad de nuestros sujetos para
conceptualizar, y por ende demorar la descarga de emociones y fantasías y
articularlos con su referente simbólico. El +F% extendido alto, expresará la
capacidad de conceptualizar adecuadamente -eficiencia defensiva- en todo tipo de
situaciones problemáticas cargadas emocionalmente. Las situaciones defensivas
débiles, se
expresarán en el
F% bajo
(-20) y en
el
F + extendido también bajo (-70).
Los aspectos cualitativos de las formas, serán de
gran importancia, oscilando desde
integración y creatividad en las organizaciones psíquicas más plásticas y logradas
hasta rigidez, convencionalismo y empobrecimiento conceptual cuando las
situaciones de salud subjetiva están en desmantelamiento. La aparición de F en
cambioreflejaelcolapsodelsentidoderealidadylafalladefensiva.
3- La integración de cómputos, imágenes y actitudes. Esta asociación de la
interdependencia de los componentes mayores del test, dará cuenta mucho mejor
que cualquiera aisladamente, especialmente de la estabilidad defensiva, o de su
inestabilidad o fracaso. El grado de mayor integración entre cómputos, actitudes e
imágenes, incluirá el
grado de mayor vigor, flexibilidad adaptativa y defensiva. Esto
ocurrirá cuando las representaciones simbolizadas de los conflictos, aparezcan en
las imágenes de los contenidos, ligadas a adecuados factores de simbolización y
control formal en las fórmulas, y las reacciones del humor y comportamiento sean
congruentes. Por lo contrario, más opuesta y contradictoria será la articulación de
estos ejes, por ejemplo ejes de cómputos muy altos en el control racional, pero
imágenes de los contenidos simbolizando difusión e indeterminación y por otro lado
conducta evasiva retentiva en la administración, remitirán a mayor inestabilidad o
fracaso adaptativo o defensivo cuando el
sujeto se halle colocado, por ejemplo, en
situaciones de intensa presión conflictivas. Indicadores auxiliares de la estabilidad
defensiva se apreciarán en las “recuperaciones” que se evidencien a las fallas
defensivas en las secuencias de las respuestas, así como toda forma de
compensaciónyrecuperaciónanteshocksydebilitamientosofallasdefensivas
4- Contenidos de las respuestas: Shafer propone como criterio de estabilidad
defensiva la noción de equilibrio temático. Se refería a la capacidad de oscilar
equilibradamente entre, por un lado, sentir y conocer los aspectos peligrosos y
angustiantes de la vida, así como poder fuera de la miseria masoquista o la
negación poliánica disfrutar de la
vida sin caer en el proceso primario: experimentar
goce,creatividadylibertad.
La fórmula que Alcock ha propuesto contenidos vitales alrededor del 70%,
amortiguadas y defendidas alrededor del 30% es también considerada un indicador
relevante de la organización y estabilidad defensivos. Se basa en distinguir
contenidos que reflejan una fuerte carga libidinal (H, A,
seres vivos y sus partes) de
aquellos otros contenidos que expresan haber atravesado un proceso de tamizado,
es decir que han sido mediatizados y debilitadas de su
carga libidinal pudiendo así
representar el
logro de zonas defendidas o libres de intercambios conflictivos fuertes
(objetos, arte, naturaleza, arquitectura, plantas) La proporción relativa entre vitales y
amortiguados expresa la vulnerabilidad de la persona (escasez de amortiguación
menor a 30); su excesivo aislamiento defensivo (amortiguación mayor a 40) o su
equilibrio entre la capacidad de involucrarse y protegerse. En cambio, la
aparición
de alguno de los contenidos perturbadores (fuego, sangre, máscara, comida,
explosión) expresarán zonas o marcas activamente sensibles dentro de la
organizaciónpsíquica.
Otros indicadores de estabilidad defensiva serán: Indice de conflicto entre 3 y 10, si
acompañado de otros componentes de estabilización como M mayor que FM+m, F+
extendido mayor que 80, FC mator que CF+C. la fórmula EA (experiencia actual)
mayot que ep (experiencia potencial) y la presencia adecuada de muchos otros
indicadores como p alrededor de 5, IR entre 4 y 6, un R adecuado. (H+A) mayor que
(Hd+Ad); A% no mayor a 40%, M en H y ninguna zona excesivamente
desequilibradaeneláreadelocalizacionesydeterminantes.
Fallas defensivas muy importantes: se harán manifiestas cuando haya desórdenes
en la organización del pensamiento como: contaminación, confabulación,
verbalizaciones bizarras, lógica autística, perseveración con nivel formal negativo,
extremo conductual autorreferencias, contenidos crudos ligados a una temática
sexual,agresivaorepugnante,etcétera.
Estos fenómenos son representantes del proceso primario del pensamiento que han
franqueado la barrera de la censura o que se ponen de manifiesto por tratarse de
una organización defensiva primaria. Otro criterio general que podemos tomar en
cuenta como posible intrusión de fantasías y deseos inconscientes no elaborados en
la organización defensiva serán los signos negativos acompañando a los
determinantes (M-, FM-, F-). También la aparición de contenidos conflictivos
perturbadores, fabulaciones idiosincrásicas, las llamadas respuestas de complejo.
La paulatina desorganización del nivel de funcionamiento psíquico de las respuestas
enlasecuenciatambiénesunindicadormuyimportante.
FUNCIONAMIENTOSUBLIMATORIOYCREATIVIDAD
Según Freud, tanto el enriquecimiento cultural como la conservación de la salud
mental se sostienen en la capacidad sublimatoria que consiste en poder retener la
intensidad energética de las pulsiones arcaicas pero desplazando su fin. Un proceso
complejo da como resultado la construcción de nuevos canales para la descarga. La
sublimación ocupa un lugar intermedio entre el polo constituido por los procesos
cognitivos y de acción ligados a la
facilitación de la descarga y aquel constituido por
los mecanismos defensivos de restricción, ligados a la evitación del displacer.
Implica un grado de desconocimiento del impulso, transformación del objeto y fin, y
por las transformaciones que introduce en el yo
puede usar todos los recursos del
aparato cognitivo y de acción para la construcción de canales al servicio de la
descarga. La evaluación de las sublimaciones en una personalidad permite detectar
entonces la disposición del yo a aceptar satisfacciones sustitutivas de valor
simbólico. Los procesos de sublimación tienden a favorecer la estabilidad del
funcionamiento mental mediante la creación de áreas de descarga no conflictivas.
La relación entre los procesos artísticos, científicos y la
sublimación es intrínseca al
concepto.
Hornstein señala que tanto la sublimación como el síntoma extraen sus materiales
de la fantasía, el procesamiento que hacen es diverso, y se pregunta, ¿Cuál es lo
específico de cada uno y qué nexos hay entre ellos? La capacidad de transformar la
vivencia interior en algo representable y transmisible es lo que diferencia entre
producción sublimatoria y síntoma. En la sublimación la obra es necesaria, es la
posibilidad de responder a los ideales. El sufrimiento del creador es la expresión de
una gran tensión determinada por un ideal del yo exigente. La sublimación es un
intento de resolver la relación de fuerzas entre el
objeto, el
sujeto en un pasaje de
una posición pasiva a una activa. Toda actividad sublimatoria es un intento de
reencontrar el lenguaje fundamental de la nominación del afecto. Apoyada en la
represiónpermiteelreinvestimientodelarealidad.Segeneraunaneorrealidad.
Sentido del humor: es la capacidad de obtener placer a pesar de los afectos
displacenteros que puedan estar asociados. Es un proceso de transformación
afectiva de valor básico a la prevención de la salud mental. Es una formación del
preconsciente en tanto que el
chiste incluye una transacción entre el inconsciente y
el preconsciente. Está caracterizado por: 1) constituir una actividad defensiva
intencional que no perturba la conciencia; 2) utiliza el mecanismo de regresión al
servicio del yo, incluyendo en sus producciones sintéticas elementos del proceso
primario; 3) requiere para su emergencia e un yo maduro, tiende a desaparecer en
los graves trastornos psicopatológicos; y 4) permite al
yo continuar funcionando en
situacionesmuydifícilesyconflictivas.
Capacidad de goce: Nos permite, desde la tarea psicodiagnóstica, ponderar la
situación de la economía psíquica en
la restricción o disponibilidad de la libertar para
gozar de la
vida; y en los enfoques psicoterapéuticos, diseñar las zonas conflictivas
cuyo tratamiento permitirá poner en
marcha nuevas energías libidinales. Llamamos
capacidad de goce a una disposición básica o actitud favorable hacia la
consecución
de placer. Esta capacidad debe ser distinguida de la necesidad. Debe ser
diferenciada entonces de la intolerancia a la frustración. La búsqueda de placer
incluye la posibilidad de experimentar excitación sostenida, manteniendo una
tensión óptima hasta la consecución de formas realistas de descarga. Se trata de
una capacidad que resulta un punto de encrucijada y de compromiso de todo el
funcionamiento psíquico. Es expresable en múltiples indicadores en el
psicodiagnóstico,comocapacidaddecontrolydemora,síntesis,articulación.
Capacidad de trabajo y eficacia: El proceso psicodiagnóstico constituye para los
sujetos una demanda de trabajo consistente en el desempeño de múltiples y
diversas actividades. Nos permitirá presenciar la variabilidad de recursos,
habilidades y disposiciones actitudinales para el despliegue de diferentes facetas,
los requerimientos que ellas imponen. El trabajo, el goce en el trabajo y la
capacidad
de trabajar constituyen logros evolutivos. A diferencia del juego, que remite a la
obtención de placer en la actividad misma, en el trabajo se trata de dar a luz un
producto. El principio de placer y de realidad han de confluir en el
trabajo, además
de la participación del superyó: hay que someterse también a las exigencias y
aburrimiento en el trabajo. La eficacia se define de dos maneras: a)como capacidad
de alcanzar un resultado satisfactorio; y b) como la capacidad de reconocer como
satisfactorio un desempeño, en tanto representa relaciones de satisfacción entre lo
deseadoylologrado,lacapacidad,lopotencialyloactualmanifiesto.
Respecto a los indicadores, se trata de una dimensión donde es más difícil que en
las anteriores transmitir ciertos criterios, pues aquí es muy importante el
entrenamiento para distinguir finos matices que diferenciar indicadores concluyentes
deindicadoressugestivosoinciertosencadacasoaevaluar.
PRUEBASGRÁFICAS
El logro de las Gestalts o de las síntesis de las figuras representadas con mayor o
menor efectividad. Una presión estable y moderada así como el mantenimiento de la
proporcionalidad. Espacios armónicos inter figuras, así como con relación a los
márgenes. El clima o tono emocional de las representaciones gráficas relajado,
activo, no amenazante. Si se proyectan afectos intensos, presencia de comentarios
u
otros componentes en el
gráfico que muestran intentos de compensación racional
o de humor. El criterio básico alude a cierta capacidad de desenvolvimiento
adecuado, armónico, cómodo. Muchos sujetos habituados a la expresión gráfica
puedenreflejarsusatisfacción.
RORSCHACH
Indicadores saludables: M (al menos 3); M en H (al menos 1 M en
H); Relaciones
adecuadas F%, F + extendido %, F+%; sin rigidez, constricción o escasa
representacióndelosotrosejesdeterminantes.
FcmayoracF+c;FCmayoraCF+C
M:C= buena representación, predominante ambigual. Suma acromáticos no mayot
al doble de cromáticos. Relaciones adecuadas en las proporciones de las
localizaciones. Recuperaciones de shocks y descensos de la organización defensiva
en la secuencia. Número adecuado de respuestas principales (no menor a 20 a
menos que sean de una cualidad muy rica). Índice de conflicto entre 4 y 15.
Adecuado reconocimiento de populares e índices de realidad entre 4 y 6.
Organización defensiva mostrando distribución adecuada entre contenidos vitales
y
contenidos defendidos. La producción de respuestas FK que sería un precioso
indicador adicional de
la capacidad de insight y creatividad potencial para movilizar
recursos hacia cambios saludables. La disponibilidad de
correcciones, explicaciones
onuevasrespuestasenlapruebadelímites.
DESIDERATIVO
La sola capacidad de prestarse placenteramente al juego desiderativo exhibe una
saludable disponibilidad para fantasear y hasta de disfrutar aun cuando la amenaza
de destrucción se
halla implícita en la
consigna. Respecto a la
creatividad, hay
que
observar si el símbolo elegido se adhiere a lo clisé o si por el
contrario manifiesta
una amplia elaboración singular. Secuencias progresivas que denoten flexibilidad y
dispersión de las elecciones desiderativas manifestarán información adicional
acerca de la
plasticidad y satisfacción de las organizaciones subjetivas que estemos
considerando.
TP N° 8: “CRITERIO DE DIFERENCIACIÓN CLÍNICA: RELACIONES
OBJETALESEINTEGRACIÓNDELAIDENTIDAD”.
La teoría de las relaciones objetales: revisión realizada por Otto Kernberg. Los
procesos de internalización de las
relaciones objetales: Introyección, identificación e
identidad del yo. Componentes de los procesos de internalización. Concepto de
“unidades” en los sistemas de identificación. La escisión y la represión en el
desarrollo estructural. Las etapas del desarrollo de las relaciones objetales.
Integración de la identidad en Neurosis, Borderline y Psicosis. Identidad integrada.
identidad difusa. Identidad precariamente integrada. Identidad fragmentada. Tipo de
vínculos. Diferenciados- indiferenciados. Parcial-total. Elección de objeto. Anaclítica,
Narcisista,etcétera.Dimensiones“puente”eindicadoresenelpsicodiagnóstico.
KERNBERG:“LateoríadelasrelacionesobjetalesyelPsicoanálisisclínico”
Capítulo1:“DerivadosEstructuralesdelasrelacionesobjetales”
Existen pacientes (fronterizos) que presentan lo que podríamos llamar una mutua
negación de sectores independientes de la vida psíquica. Podríamos hablar en
realidad de una alternancia de estados yoicos, entendiéndose por estados yoicos
aquellas manifestaciones psíquicas, departamentalizadas, repetitivas y
temporariamentesintónicosconelyo.
Freud comenta que el éxito de las defensas a través de la
exoactuación de manera
alternada de reacciones opuestas que representan, por una parte, su
reconocimiento y consideración de la
realidad, y por la
otra, su renuencia a aceptar
la realidad. Este éxito se alcanza a expensas de una ruptura del yo, que lejos de
curarse se agrava, que las dos reacciones contradictorias al conflicto continúan
siendo los núcleos de escisión del yo. En Esquema del psicoanálisis Freud afirma
que la escisión del yo es, por cierto, un fenómeno general en las psicosis y otros
estados psicopatológicos. Define la escisión como la coexistencia, a lo largo de la
vida, de dos disposiciones contradictorias del todo conscientes, que
no
se influyen
recíprocamente.
La escisión pareciera ser no sólo una deficiencia del yo, sino también una operación
defensivaactivaymuypoderosa.
La función defensiva de la escisión del yo consistía precisamente en mantener
separados tempranos estados afectivos contradictorios; pero no estados afectivos
únicamente: estos afectos contradictorios estaban inseparablemente ligados con
sus correspondientes relaciones objetales patológicas internalizadas. Cualquiera
que fuera el origen de esta predisposición a que el yo sufriera escisiones, estas
constituían un mecanismo de defensa contra tempranas relaciones objetales
Patológicas. Fairbairn había observado estos fenómenos en pacientes con las
tendencias esquizoides que habitualmente corresponden a la categoría de lo
fronterizo. Lo que plantea es que no es posible considerar a los “impulsos”
independientemente de las estructuras endopsíquicas que movilizan y de las
relaciones objetales que permiten el establecimiento de estas estructuras; del
mismo modo, los “instintos” no pueden ser vistos más que como formas de energía
queconstituyenladinámicadeesasestructurasendopsíquicas.
La escisión refleja la
división del yo primitivo en estructuras, cada una
de las cuales
contiene: una parte del yo, el objeto que caracteriza a sus vínculos en
cuestión, y los
afectosdeesteúltimo.
La hipótesis de Kernberg es que los estados yoicos no metabolizados, con un
componente formado por una imagen propia y otro componente formado por una
imagen objetal, ligados ambos por un afecto temprano, eran remanentes de
introyeccionestempranasnormales,patológicamentefijados.
Describe un modelo que vincula los mecanismos de internalización de relaciones
objetales por una parte y por la
otra las vicisitudes de los derivados de los impulsos
instintivosydelaformacióndelyo.
1) Las introyecciones, las identificaciones y la identidad del yo son tres niveles
del proceso de internalización de las relaciones objetales que están
abarcadosporladenominaciónglobaldesistemasdeidentificación
2) Todos estos procesos de internalización constan de tres componentes
básicos: a) imágenes objetales o representaciones objetales; b)
imágenes o
representaciones del sí mismo; y c) derivados o disposiciones instintivas a
determinadosestadosafectivos.
3) La organización de los sistemas de identificación se inicia en un nivel básico
de funcionamiento yoico, en el cual la
escisión es el mecanismo esencial de
la
organización defensiva del yo. Se alcanza después un segundo nivel, más
avanzado, de la organización defensiva del yo, cuyo mecanismo principal no
esyalaescisiónsinolarepresión.
4) El grado de integración y desarrollo yoico y superyoico depende de la
medida
en que la represión y sus mecanismos afines hayan llegado a reemplazar a la
escisiónysusmecanismosafines.
Sobre la
introyección: respecto de este concepto, tal como lo usa Kernberg, se trata
de un mecanismo esencial del temprano desarrollo yoico. Las introyecciones son
estructuras psíquicas independientes, originadas fundamentalmente en funciones
autónomas primarias (percepción y memoria) a medida que éstas se vinculan con
relaciones objetales tempranas. La Introyección es el nivel básico más temprano y
primitivo de los procesos de internalización Es la reproducción y fijación de una
interacción con el medio, través de una conjunción organizada de huellas mnémicas
en la
que participan por lo menos tres componentes: 1)la imagen de un objeto, 2) la
imagen del sí-mismo en interacción con ese objeto, y 3) el matiz afectivo de la
imagen objetal y de la imagen del sí-mismo bajo la influencia del representante
instintivo actuante en el momento de la interacción. Este proceso constituye un
mecanismo de crecimiento del aparato psíquico que el
yo utiliza, también con fines
defensivos. Por consiguiente, la introyección depende de la percepción y la
memoria, pero las trasciende no sólo en virtud de una compleja y específica
organización de las percepciones y las huellas mnémicas, sino además por vincular
la percepción “externa” con la percepción de primitivos estados afectivos que
representan derivados instintivos. En las primeras introyecciones no existe una
diferenciación entre imagen objetal e imagen de sí mismo, de manera que la
definición de introyección propuesta más arriba corresponde en realidad a una etapa
ulterior, en la
cual las sucesivas diferenciaciones, refusiones y rediferenciaciones de
las autoimágenes y de las imágenes objetales han llegado a concretarse en
componentesclaramentedelimitados.
El matiz afectivo de la introyección es un aspecto esencial de ésta y representa su
valencia activa que determina la fusión y organización de introyecciones de valencia
similar. Así, las introyecciones que tienen lugar bajo la valencia positiva de
gratificación del impulso libidinal como es el caso en el contacto amoroso entre
madre y ebé, tienden a fusionarse y a organizarse formando lo que de manera algo
vaga pero sugestiva, se ha denominado el “objeto interno bueno”. Las
introyecciones que tienen lugar bajo la valencia negativa de derivados de instintos
agresivos tienden a fusionarse con introyecciones de similar valencia negativa y se
organizanformandolos“objetosinternosmalos”:
En el proceso de fusión de introyecciones de la misma valencia, tienden a
fusionarse los componentes homólogos: la autoimagen con otras autoimágenes, la
imagen objetal con otras imágenes objetales. Puesto que por medio de esta fusión
van conformándose autoimágenes e imágenes objetales más elaboradas, este
proceso contribuye a la diferenciación entre sí-mismo y el objeto y a la definición de
los límites yoicos. Esto a su vez perfecciona la organización en integración de los
aparatos de percepción y memoria: por consiguiente, las introyecciones ulteriores
contienen una información cada vez más completa y elaborada acerca del
objeto y
delsí-mismoenelmomentodecadainteracción.
La Identificación es una forma superior de introyección que puede tener lugar recién
cuando las capacidades perceptivas y cognitiva del niño se han incrementado lo
suficiente como para permitirle reconocer los roles en la interacción interpersonal. El
rol significa la presencia de una función socialmente reconocida que está siendo
llevada a cabo por el objeto o por ambos participantes de la interacción. Asimismo,
el componente afectivo de la identificación tiene un carácter más elaborado y
modificado que en la introyección, debido a los efectos moderadores de diversos
aparatos yoicos en desarrollo y a la disminución de los mecanismos disociativos.
Las conjunciones de huellas mnémicas implícitas en la identificación comprenden
entonces: 1) la imágen de un objeto que ha adoptado un rol en su interacción con el
sí-mismo; 2) la imagen del sí-mismo, más diferenciada del objeto que en el
caso de
la introyección; y 3) el matiz afectivo de la interacción con una cualidad más
diferenciada y menos intensa que en el
caso de la
introyección. La identificación es
también un mecanismo de crecimiento del aparato psíquico, que puede ser utilizado
con fines defensivos, y tiende a fusionarse del mismo modo que las introyecciones.
Enrealidad,estassonelnúcleodeidentificacionessemejantesoafines.
La Identidad del yo representa el más alto nivel de organización de los procesos de
internalización. Se refiere a la organización general de las identificaciones e
introyecciones, bajo el principio orientador de la función sintética del yo. Esta
organización implica: 1) La consolidación de las estructuras yoicas, relacionada con
un sentido de continuidad del sí-mismo. 2) Una coherente concepción global del
“mundo de los objetos”, resultante de la
organización de las imágenes objetales que
formaban parte de las introyecciones e identificaciones y un sentido de coherencia
en las propias interacciones interpersonales. 3) El reconocimiento de esta
coherencia en las interacciones como característica del individuo por parte de su
ambiente interpersonal y, a su vez, la percepción por parte del individuo de ese
reconocimientoqueleotorgaelambiente.
Existe una diferencia importante entre la identidad del yo y los procesos
subordinados de introyección e identificación. Las introyecciones y las
identificaciones son estructuras del aparato psíquico en
general. La identidad del yo,
en cambio, es una estructura característica del yo, un
producto fundamental de su
función sintética. Representa también esa parte especializada del yo capaz de
reconocer y controlar los derivados instintivos que, mediante su organización,
determinan la matriz modificada de las tendencias afectivas con que cuenta el
yo.
Se trata de un desarrollo sumamente complejo, ya que mientras las relaciones
objetales son continuamente internalizadas, al mismo tiempo estas relaciones
objetales internalizadas van siendo también “despersonificadas” e integradas en
niveles superiores de estructuras yoicas y superyoicas, tales como el ideal del yo,
las constelaciones caracterológicas y la funciones autónomas del yo.
Simultáneamente con estos procesos de internalización y despersonificación, las
relaciones objetales internalizadas se organizan formando imágenes objetales
perdurables, que llegan a representar internamente al mundo externo, tal como lo
vivenciaelyoendesarrollo.
La organización de las imágenes objetales tiene lugar tanto en el sector de las
estructuras yoicas despersonificadas como en el sector en que se está
desarrollando la identidad del yo. Las imágenes objetales que permanecen
relativamente inmodificadas en el inconsciente reprimido resultan menos afectacas
por la estructuración: en tal sentido, es muy cierto que las más primitivas y
distorsionadas imágenes objetales continuan existiendo en el inconsciente. No
obstante, lo
normal es que, seguramente, la
mayor parte de
las imágenes objetales
internalizadas se integren en los
niveles estructurales más altos, y que aquellas que
siguen siendo representaciones objetales experimenten con el correr de los años
importantes modificaciones, en virtud del crecimiento del yo y de las relaciones
objetales ulteriores. El resultado normal de la formación de
la
identidad es que las
primitivas identificaciones son reemplazadas poco a poco por identificaciones
sublimadas, parciales y selectivas, en las cuales se internalizan sólo aquellos
aspectos de
las relaciones objetales que armonizan con la
formación de la
identidad
delindividuo.
La persistencia de tempranas introyecciones “no metabolizadas” es producto de una
fijación patológica de tempranas relaciones objetales gravemente alteradas. La
escisión obstaculiza la
integración de imágenes del
sí-mismo y de los
objetos y,
en
general, la despersonificación de las relaciones objetales internalizadas. En
circunstancias patológicas como las descriptas, llegan a la superficie primitivas
imágenes objetales no integradas, pero aún así, nunca encontramos objetos
internos “flotantes”, sino estructuras yoicas específicas en las cuales aquellos se
hancristalizado.
Las primeras etapas del desarrollo del yo: La cualidad dominante de los primitivos
estados afectivos determina la valencia de la introyección y el tipo de fusión y
organización en las que aquella habrá de intervenir. Se mantiene así una separación
drástica entre las introyecciones de valencia positiva y las de valencia negativa. En
un primer momento, la
separación sólo se debe al
hecho de que las introyecciones
tienen lugar separadamente y el
yo es incapaz de integrar introyecciones que están
movilizadas por valencias similares: en cambio, más tarde la separación aparece
como una respuesta ante la ansiedad, debido al uso activo que, con fines de
defensa, hace el yo de esa separación. Este es en realidad el origen de la
escisión
como mecanismo de defensa. La introyección, que es la forma más primitiva de los
sistemas de identificación puede ser vista como un precipitante alrededor del cual se
consolidan núcleos yoicos. Sugiero que esos núcleos yoicos están constituidos por
las fusiones de introyecciones positivas similares, que desempeñan la esencial
función de dirigir la organización de la
percepción, de la memoria e indirectamente
de otras funciones yoicas autónomas. El nivel general de la actividad psicomotriz, el
control de las dilaciones, la orientación y el planteamiento de actividades, la
flexibilidad de los desplazamientos de la atención, la diferenciación de todo tipo de
estímulosylaintegracióndeexperienciayactividad.
¿En qué momento comienza la existencia del yo? El yo, como estructura psíquica
diferenciada en el sentido que le dio Freud, aparece en el momento en que las
introyecciones son utilizadas con fines defensivos, específicamente como parte de
una temprana organización defensiva contra la ansiedad abrumadora. Aquello que
originalmente es una falta de capacidad de integración, ante la presencia de una
ansiedad abrumadora, es poco a poco usado con fines defensivos por el yo
incipiente y mantiene la separación o escisión entre introyecciones de diferentes
valencias. Esta operación tiende a impedir que la
ansiedad surgida en el polo de las
introyecciones negativas se generalice en todo el
yo y a salvaguardar la integración
delasintroyeccionespositivasenunprimitivonúcleoyoico.
El primer estadio yoico es probablemente aquel en el cual los “objetos internos
buenos” y los “objetos externos buenos” constituyen la primera organización
defensiva del yo (el “yo del placer purificado”), mientras todas las introyecciones
negativas son expulsadas y vividas como el “no-yo”. Se podría decir también que
con ese acto de expulsión se establece el yo. Más tarde, se acentúa la
diferenciación entre los objetos externos y el mundo psíquico interno, dando lugar a
una típica situación tripartita: 1)el yo se organiza alrededor de las introyecciones
positivas (objetos internos buenos); 2) un aspecto positivo, libidinalmente
catectizado, de la realidad es reconocido como la “realidad externa” en íntima
relación con el yo, estableciéndose así una interacción en la que se diferencian las
imágenes del sí-mismo y de los objetos; y 3) una entidad de “objetos externos
malos” que representa objetos externos frustrantes o amenazadores en la realidad y
lasprimitivasintroyeccionesnegativasproyectadascompletaelcuadro.
Esta separación activa, por parte del yo, de las introyecciones positivas y negativas,
que refleja una total división del yo y, en consecuencia, de la realidad externa
también, es en esencia el
mecanismo de defensa de la escisión. Durante el período
inicial del yo, cuando comienzan las escisiones activas, el yo presenta únicamente
introyecciones positivas fusionadas, dentro de las cuales las imágenes objetales y
las autoimágenes también están fusionadas y primitivos “objetos parciales
positivos”. No existe aún un límite yoico que separe los objetos parciales externos
positivos de sus representaciones mentales. Las introyecciones negativas son
expulsadas, al tiempo que la escisión activa mantiene al yo de placer purificador
separado del “no-yo”. En la
etapa ulterior que ya hemos mencionado, hay un mayor
reconocimiento de la realidad por parte del yo, tanto en lo que atañe a la
diferenciación entre “objetos parciales” externos buenos y representaciones
objetales buenas, como a la creciente separación dentro del yo de las imágenes
objetales y las autoimágenes. En esta etapa empiezan a definirse también los
límites yoicos y comienza la
prueba de realidad. La escisión llega ahora a su punto
máximo, permitiendo la proyección total de las introyecciones negativas (“objetos
internos malos”) en el afuera. También ahora la introyección es utilizada como
mecanismo de defensa, por cuanto la intensificación de las interacciones positivas
da lugar a que se desarrollen tendencias subordinadas. La escisión como proceso
de defensa activo sólo puede existir cuando las introyecciones han alcanzado su
pleno desarrollo. Los procesos de escisión comienzan probablemente entre el
tercero y cuarto mes de vida llegan al punto máximo entre los seis meses y el
año y
poco a poco desaparecen en el curso del segundo año. Así, las introyecciones,
primer punto de convergencia de las relaciones objetales y los representantes de las
tendencias instintivas, pueden ser vistas como la “llave” esencial que pone al
yo en
condiciones de funcionar. El ulterior desarrollo de todas las estructuras y funciones
yoicas contribuye al desarrollo de aquellas estructuras yoicas específicas que
llamamos sistemas de identificación. Y en última instancia éstos determinan la
identidad del yo, máximo nivel de
las funciones sintéticas del yo. Por el contrario, la
escisión temprana, excesiva y patológica, amenaza la integridad del yo y también la
futura capacidad de desarrollo del yo en su totalidad. Es de destacar que en la
activa separación de las introyecciones de valencia contraria, lo
que se escinde no
son sólo los estados afectivos del
yo, sino también las imágenes del sí-mismo y del
objeto. De ahí que la escisión patológica excesiva obstaculiza la
integración de los
afectos y también la integración del sí-mismo y el desarrollo del mundo de las
representaciones.
Etapas ulteriores del desarrollo estructural: La maduración de las funciones
autónomas del yo, la
definción de los límites yoicos y el desarrollo gradual de formas
más elaboradas de introyección (identificación) en el área de las relaciones
objetales positivas son factores que dificultan la escisión, puesto que ya no es
posible eliminar la realidad de las interacciones “negativas” con la consiguiente
“contaminación” de las introyecciones puramente positivas, ni exitar que sobre
aquellas actúen los procesos sintéticos del yo. En este momento, las autoimágenes
positivas de las introyecciones positivas se conectan con las autoimágenes
negativas de las introyecciones negativas, y las
imágenes objetales positivas con las
respectivas imágenes objetales negativas. Al mismo tiempo, los afectos negativos
derivados de los impulsos agresivos son unidos con los afectos derivados de los
impulsos libidinales, surgiendo entonces una situación típica que probablemente
corresponde a lo que Klein denominó como “posición depresiva”. Se desarrollan
tensiones entre las autoimágenes contradictorias y surgen sentimientos de culpa y
preocupación debidos al reconocimiento de la propia agresión contra el objeto que
antes se consideraba bueno pero que ahora es visto como parte de un “objeto total”
bueno y malo a la vez. La fusión de las introyecciones positivas y negativas trae
aparejada la fusión y la concomitante modificación de sus componentes afectivos.
Disminuye el efecto irradiante de los estados afectivos puramente positivos y
puramente negativos, y la mutua compenetración de los derivados instintivos
libidinales y agresivos favorece la ampliación del espectro de las disposiciones
afectivas del yo. Este fenómeno, esencial para el
normal crecimiento psíquico, a su
vez da lugar a otro desarrollo en la
vida intrapsíquica: la imagen del sí-mismo ideal
que representa las tendencias reparatorias y la búsqueda del restablecimiento de
una relación positiva ideal entre sujeto y objeto. El cuadro se completa con la
imagen de un objeto ideal que representa al objeto indemne, amoroso y
magnánimo. La ansiedad constituye un motivo básico para las operaciones,
defensivas del yo en todos los niveles del desarrollo. La culpa, se convierte más
tarde en el tema típico de las defensas promovidas por las demandas superyoicas.
En otras palabras, el superyó utiliza para sus propios fines la capacidad del yo de
sentir culpa. Existe una tendencia a la fusión y defusión de las introyecciones
positivas y negativas, en el curso de la cual la regresión a estadios previos con
marcada escisión y el avance hacia estadios más integrados, testimonian la acción
de la prueba de realidad y de la función sintética del yo en el nivel de las
representaciones del sí-mismo y de los objetos. De aquí en adelante los procesos
de síntesis experimentan un acelerado desarrollo. Se integran todo tipo de
introyecciones e identificaciones en la
identidad del yo, lo cual expande y consolida
todas las estructuras yoicas. Los límites yoicos se hacen más precisos y el yo
extiende su control centralizante a la percepción y la movilidad. Con esta
consolidación, el yo hace de la represión su principal defensa, en contraste con la
escisión utilizada en la etapa anterior. De hecho, este paso marca una diferencia
fundamental entre el desarrollo inicial y el ulterior. Los continuados procesos de
introyección y proyección también permiten ahora la internalización de objetos
peligrosos y frustrantes anteriormente temidos, produciéndose entonces la
fusión de
esas imágenes parentales prohibitivas introyectadas y los objetos ideales generados
por los sentimientos de culpa de los que habló antes. El producto de tal fusión es en
parte integrado en el yo y en parte reprimido, y los núcleos resultantes de la fusión
del objeto ideal con las imágenes parentales prohibitivas constituyen los precursores
del superyó. Por otra parte, las fusiones del sí-mismo ideal y los objetos ideales
conforman el ideal del yo, que también es en parte integrado en el yo y en parte
reprimidoysintetizadoconotrosprecursoressueryoicos.
A
esta altura, con el desarrollo y la
integración de los sistemas de identificación, se
produce un cambio en las pautas de crecimiento del yo. A partir de este momento,
los derivados instintivos que entran en el aparato psíquico son parcialmente
reprimidos antes de que lleguen a penetrar en el núcleo yoico y se conviertan
directamente en parte de los sistemas de identificación rechazados que constituyen
el inconsciente dinámico en su forma definitiva. Por el contrario, los intensos
sentimientos de culpa generados por las tensiones entre el
sí-mismo y el sí-mismo
ideal y por las presiones de la fusión “imagen parental prohibitiva objeto ideal”
dentro del yo pueden ser proyectados en el
afuera y reintroyectados en el superyó.
El siguiente paso es la fusión de los núcleos superyoicos y el desarrollo de un
superyó organizado, que poco a poco se hace más abstracto y despersonificado. El
superyó se integra y se sistematiza, incorporando primitivos precursores derivados
de imágenes objetales arcaicas, proyectadas y reintroyectadas, los principales
aspectos del Ideal del yo y la
posterior internalización de prohibiciones y demandas
parentales más realistas. Todos estos procesos se desarrollan en los primeros dos o
tres años de vida. Una de las consecuencias de este modelo de desarrollo
estructural del aparato psíquico es la conceptualización del inconsciente dinámico
como sistema compuesto por los sistemas de introyección e identificación
rechazados. El sector reprimido del ello tendría una organización interna, así como
estructuras específicas formadas por autoimágenes, imágenes objetales y
componentesinstintivosinaceptables.
La escisión y la represión como mecanismos centrales: La esencia de la represión
radica sencillamente en alejar algo de la conciencia y mantenerlo alejado. La
represión consiste en mantener o expulsar una idea o un afecto fuera del yo
consciente. No tiene sentido hablar de represión cuando el yo se halla todavía
fusionado con el ello. La escisión es un mecanismo característico de las primeras
etapas del desarrollo yoico. Surge como resultado de la normal falta de integración
de las primeras introyecciones y es empleada con fines defensivos para proteger las
introyecciones positivas, favoreciendo así indirectamente el crecimiento yoico. La
escisión consiste en disociar o mantener activamente separados sistemas de
identificación de valencias opuestas, independientemente del acceso a la conciencia
o el control perceptual o de la
movilidad. El
derivado instintivo se hace plenamente
consciente en las facetas emocional, ideacional y motriz, pero queda por completo
separado de otros sectores de la
experiencia psíquica conscientes. En el proceso de
escisión, el yo se protege de la ansiedad vinculada con los tempranos conflictos
intrapsíquicos por medio de una polarización regresiva. La escisión es un
mecanismo típico del yo primitivo, en el cual los sistemas de identificación no han
llegado a formar organizaciones más sofisticadas, como el sí-mismo o el mundo de
las representaciones: pero en casos patológicos puede persistir aun con un yo más
organizado. En estas circunstancias, afecta característicamente al sí-mismo y a la
identidad del yo en general. Es de esperar que esto aclare el problema de si lo
escindido es el
yo o el
sí-mismo: la principal intervención del mecanismo de escisión
tiene lugar antes de que el sí
mismo se diferencia dentro del yo, de manera que lo
escindido es el yo. Más tarde, una vez consolidado el sí-mismo como estructura
definitiva, lo característicamente disociado mediante el uso excesivo de este
mecanismoyanoeselyosinoelsí-mismo.
La represión, por el
contrario, es un importante mecanismo de defensa utilizado por
el yo en una etapa más avanzada de su desarrollo, y consiste en el rechazo por
parte del
yo consciente, de un impulso de su representación ideacional o de ambos.
Así como la
escisión, en un nivel más primitivo del desarrollo, está reforzada por la
proyección, la negación y otras típicas defensas primitivas, la
represión en un nivel
más alto de desarrollo yoico, está reforzada por mecanismos como el aislamiento, el
desplazamiento y otras típicas operaciones defensivas neuróticas o normales. La
represión consolida y protege al núcleo del yo, y contribuye fundamentalmente a la
definición de los límites yoicos. Una vez establecido el
predominio de la represión y
en presencia de psicopatologías menos graves, el yo se protege de la ansiedad
vinculada con conflictos intolerables eliminándolos de la conciencia. La represión es
por lo tanto una operación defensiva mucho más eficaz, pero requiere fuertes
contracatexias, ya que contrariamente a la escisión se caracteriza por el
bloque de
ladescarga.
La síntesis de los sistemas de identificación neutraliza la agresión y posiblemente
proporciona la más importante de las fuentes únicas de energía que hacen posible
el establecimiento de los mecanismos represivos superiores e implícitamente, el
desarrollo de la
autonomía secundaria en general. Una de las consecuencias de los
estados patológicos caracterizados por una excesiva escisión. La escisión es por lo
tanto una causa fundamental de la debilidad del yo, y puesto que requiere menos
contracargas que la represión, un yo débil retrocede con facilidad a la escisión,
formándose un círculo vicioso en el que se produce un mutuo reforzamiento entre la
debilidadyoicaylaescisión.
Capítulo2:“DesarrolloNormalyDesarrolloPatológico”
El
objetivo es examinar la teoría psicoanalítica de las relaciones objetales en función
de los principios más amplios de la metapsicología psicoanalítica, enfocando
especialmente las zonas “limítrofes” o “intermediarias” que relacionan a las
estructurasintrapsíquicasconestructurasbiológicas,sobretodoneurofisiológicas.
La TRO representa el estudio psicoanalítico de la naturaleza y el origen de las
relaciones interpersonales y de la naturaleza y el origen de las estructuras
intrapsíquicas que derivan de relaciones internalizadas del pasado, fijándolas,
modificándolas y reactivándolas con otras en el contexto de las relaciones
interpersonales presentes. Enfoca la internalización de las relaciones
interpersonales, su contribución al desarrollo normal y patológico del yo y del
superyó y las recíprocas influencias de las relaciones objetales intrapsíquicas. La
TRO puede referirse también a un enfoque más restringido dentro de la
metapsicología psicoanalítica, centrado en la constitución de representaciones
intrapsíquicas diádicas o bipolares como reflejos de la primitiva relación madre-hijo y
su ulterior desarrollo en relaciones externas interpersonales diádicas, triangulares y
múltiples. Esta concepción destaca la
simultánea constitución del sí-mismo y de las
representaciones objetales. Lo importante es la
naturaleza esencialmente diádica o
bipolar de la internalización, dentro de la cual cada unidad de autoimagen y de
imagen objetal se instala en un particular contexto afectivo. Según esta idea, las
unidades sí-mismo-objeto-afecto constituyen los determinantes primarios de las
estructurasgeneralesdelamente(ello,yoysuperyó)
Desarrollo normal y patológico de las relaciones objetales internalizadas y sus
derivacionesclínicas:
Primera Etapa: Autismo normal o período indiferenciado primario. Precede a la
consolidación de una buena constelación indiferenciada sí-mismo-objeto, que se
constituye bajo la influencia de experiencias gratificantes del lactante en su
interacción con la madre. Abarca el primer mes de vida y cualquier detención
patológica, fracaso o fijación del desarrollo en este punto se reflejaría en la
falta de
desarrollo de la imagen indiferenciada de sí-mismo-objeto y en la consecuente
incapacidad de establecer una relación simbiótica normal con la madre. En el curso
de
este período va constituyéndose gradualmente la
normal representación primaria
indiferenciadasí-mismo-objeto.
Segunda Etapa: Simbiosis normal o período de representaciones primarias
indiferenciadas sí-mismo-objeto. La consolidación de la imagen sí-mismo-objeto
placentera, gratificante o “buena”, señala el comienzo de esta etapa, que se inicia
en el segundo mes de vida y termina entre el sexto y el octavo. Es la “buena”
constelación sí-mismo-objeto que se convertirá en el núcleo del sistema del
sí-mismo en el yo y en el principal agente organizador de las funciones de
integración del yo temprano. La diferenciación entre las representaciones del
sí-mismo y del objeto sigue siendo relativamente incompleta y, lo que es más
importante, persiste la tendencia a refusionar, con fines defensivos, las imágenes
“buenas” del sí-mismo y del objeto. Esto contrasta con las organizaciones
defensivas ulteriores en las cuales funcionan los mecanismos de escisión pero los
límites entre las autoimágenes o imágenes del sí-mismo y las objetales permanecen
estables (fronterizos). La fijación patológica o la regresión a la segunda etapa del
desarrollo de las relaciones objetales internalizadas se caracteriza, desde el
punto
de vista clínico por la falta de definición de los límites yoicos, típica de la
psicosis
simbiótica infantil, la mayor parte de las esquizofrenias del adulto, y las psicosis
depresivas.
Jacobson sugirió diferencias estructurales básicas entre la psicosis depresiva y la
esquizofrénica. En la
primera se conservan los límites yoicos y superyoicos a pesar
de
la
refusión de las imágenes del sí-mismo y del objeto en el yo y el
superyó; en el
caso de la esquizofrenia tiene lugar una refusión más generalizada de las
autoimágenes y las imágenes objetales con desintegración de las estructuras
psíquicas generales, y una fusión patológica de fragmentos de representaciones del
sí-mismoydelobjeto,quedanacimientoanuevasunidadesgrotescas.
La segunda etapa del desarrollo de las relaciones objetales internalizadas termina
cuando las imágenes del sí-mismo y las del objeto se han diferenciado de manera
estable a partir del núcleo de la representación conjunta “buena” sí-mismo-objeto.
Simultáneamente con el desarrollo de esta representación, se forma otra
representación primaria indiferencia de sí-mismo-objeto, que integra experiencias
frustrantes y dolorosas, conformando la representación conjunta “mala”
sí-mismo-objeto centrada en un tono afectivo primitivo y doloroso. Es necesario
señalar que las estructuras intrapsíquicas primarias “buena” y “mala” se
organizan
separadamente en circunstancias afectivas diferentes, determinando dos
constelacionesindependientesde“memoriasafectivas”.
Las necesidades primordiales activan en el cerebro mecanismos instintivos
apropiados que aparentemente se instalan por selección natural y se expresan
según patrones hereditarios de reacciones nerviosas. Por lo tanto, el deseo o la
motivación afectiva podrían ser vistos como la
experiencia subjetiva de la
tendencia
del comportamiento en un diagrama determinado para un mecanismo neurológico
de motivación. Las perturbaciones homeostáticas que afectan el cerebro visceral
activarían simultáneamente: una excitación generalizada; patrones innatos de
conducta tales como el reflejo de orientación y las diversas actitudes innatas de
apego; y las experiencias afectivas subjetivas de tipo “gratificante” o placentero, o
bien punitorio, o doloroso, controladas por el hipotálamo y por otros centros de
gratificación.
El afecto
primitivo, concebido como la
más temprana vivencia subjetiva de placer o
displacer, constituye así el elemento organizativo básico capaz de reunir en una
huella mnémica común que fija esa experiencia, la
primitiva percepción de estados
corporales, de conductas innatas activadas y de las correspondientes respuestas
“externas” mezcladas con aquellas. Diversas estructuras innatas fisiológicas, de
conducta, afectivas y perceptivas son internalizadas, juntamente formando una
primera unidad de estructura intrapsíquica. La cognición y el afecto son entonces
dosaspectosdeunamismaexperienciaprimaria.
Las experiencias que activan la
representación gratificante sí-mismo-objeto activan
asimismo la atención y motivan el
aprendizaje; tanto la gratificación como un cierto
monto de frustración contribuyen a la paulatina diferenciación entre los
componentes del sí-mismo y del objeto, en la percepción por parte del lactante de la
interacción con su madre. Esta diferenciación está fuertemente respaldada por la
maduración de las funciones yoicas de la
autonomía primaria, como la percepción y
la memoria, y por los avances cognitivos que tienen lugar en el contexto de la
relación madre-hijo.Se busca más tarde la “expulsión” de la vivencia “mala”
sí-mismo-objeto en tanto que la representación “buena” sí-mismo-objeto se
transforma en el núcleo del yo. La expulsión de la representación mala
sí-mismo-objeto hacia la “periferia” de la experiencia psíquica origina una
concepción motivada del “allá”, pero a medida que el
ambiente externo es explorado
y
percibido de manera más realista, definiéndose en el contexto de
la
diferenciación
sí-mismo-objeto el dominio “bueno” del sí-mismo-objeto, el núcleo “malo” de la
experiencia del sí-mismo es imputado a experiencias “pavorosas”, perturbadoras o
aterrorizantes sobre las que más tarde actúan los mecanismos de proyección. La
secuencia de esa representación “buena” sí-mismo-objeto constituye las estructuras
intrapsíquicas originalmente cargadas con libido, en tanto que la secuencia de las
“malas” representaciones sí-mismo-objeto recibe carga agresiva. Desde el punto de
vista clínico, se podría decir que los estados afectivos y las disposiciones afectivas
incipientes actualizan respectivamente derivados de los instintos libidinales y
agresivos.
Tercera etapa: Diferenciación entre las representaciones del sí-mismo y las
representaciones objetales: Comienza al completarse la diferenciación de la
representación del sí-mismo respecto de la representación objetal a partir del núcleo
formado por la representación conjunta “buena” sí-mismo-objeto, e incluye la
ulterior
diferenciación entre la representación del sí-mismo y la objetal a partir del núcleo de
la representación conjunta “mala” sí-mismo-objeto. Termina con la posterior
integración de las representaciones “buenas” y “malas” del sí-mismo en un concepto
total del sí-mismo y con la integración de las “buenas” y “malas” representaciones
objetales en representaciones objetales “totales”; en otras palabras, se alcanza la
constancia objetal. Este período comienza entre el sexto y el octavo mes de vida y
se completa entre los 18 meses y los tres años. En los pacientes fronterizos, la
escisión o una forma primitiva de discriminación, era la principal operación
dedefensa tendiente a separar los estados yoicos contradictorios, y se acompañaba
de otras defensas afines tales como formas primitas de proyección, omnipotencia,
negación, formas primitivas de idealización y devaluación. El estudio psicoanalítico
de estos pacientes reveló que los diversos estados yoicos que activamente se
empeñan a separar, representan la activación de relaciones pasadas con personas
significativas o una combinación de esas relaciones reales o fantaseadas con
fantasías tendientes a proteger al individuo contra los peligros reales o imaginarios
inherentes a dichas relaciones. Estas relaciones objetales internalizadas presentan
siempre por lo menos tres componentes: una representación del sí-mismo, una
representación objetal en algún tipo de interacción con la representación del
sí-mismo y un estado afectivo, por lo general intenso, difuso y abrumador. En el
curso de la tercera etapa, el reconocimiento de la madre marca el
comienzo de
la
delimitación entre el sí-mismo y el no-sí-mismo, y entre el sí-mismo y los objetos
externos. Esta delimitación permite a su vez la constitución de distintos tipos de
representaciones del sí-mismo y las correspondientes representaciones objetales en
el
marco de una variedad de situaciones afectivas predominantemente placenteras,
libidinalmente catectizadas o derivadas de instintos libidinales. Se multiplican las
representaciones del sí-mismo y de los objetos libidinalmente catectizadas, se
modifica gradualmente el concepto del sí-mismo, al tiempo que ocurre otro tanto con
las representaciones objetales, que poco a poco van diferenciándose unas de otras.
En un primer momento, los límites yoicos son fluctuantes y frágiles y puede
producirse una refusión de las buenas representaciones del sí-mismo y del objeto, a
modo de defensa primitiva contra situaciones malas, frustrantes o angustiantes. Las
frustraciones graves y el consecuente predominio de las representaciones “buenas”
sí-mismo-objeto, cargadas con derivados de los instintos agresivos, interfieren con
el desarrollo de los límites yoicos, por cuanto provocan una excesiva refusión del
carácter defensivo de
primitivas representaciones “totalmente buenas” del sí-mismo
ydelobjeto.
Más tarde, se produce también la diferenciación entre los componentes del
sí-mismo y
de los objetos en el
campo de las interacciones frustrantes angustiantes
u hostiles. En el marco de estas nuevas circunstancias, el bebé ve su propia
hostilidad como naturalmente justificada por lo que para su experiencia, es la
hostilidad de una “mala” madre externa. Mientras progresa la
discriminación de las
representaciones del sí-mismo y del objeto en las interacciones libidnalmente y
agresivamente catectizadas, los límites yoicos se extienden y consolidan. Al
comienzo de esta tercera etapa las representaciones buenas y malas del sí-mismo y
las representaciones buenas y malas del objeto coexisten sin llegar a integrarse
respectivamenteenunconceptototaldelsí-mismoyunconceptototaldelosotros.
En el curso de este período, la separación de las representaciones del sí-mismo y
del objeto libidinalmente catectizadas y agresivamente catectizadas, se ve
fortalecida por la activa utilización del mecanismo de escisión. En condiciones
normales, los mecanismos disociativos disminuyen paulatinamente, pero en casos
patológicospuedeninclusoacentuarse.
Cuarta etapa: Integración de las representaciones del sí-mismo y las
representaciones objetales y desarrollo de las estructuras intrapsíquicas superiores
derivadas de relaciones objetales. Comienza en la última parte del tercer año de
vida y perdura a lo
largo de todo el período edípico. Se caracteriza por la integración
de las representaciones del sí-mismo con carga libidinal y con carga agresiva en un
sistema definitivo del sí-mismo y por la integración de las imágenes objetales con
carga libidinal y con carga agresiva en representaciones objetales “totales”. Se
consolidan el yo, el superyó y el ello como definitivas estructuras intrapsíquicas
generales. La patología típica de la
cuarta etapa está representada por las neurosis
yporunnivelsuperiordelaspatologíascaracterológicas.
La maduración cognitiva es esencial para la integración de las representaciones del
sí-mismo y las representaciones objetales que reflejan percepciones y vivencias
opuestas desde el punto de vista afectivo; sin embargo, la persistencia del
predominio patológico de mecanismos de defensa primitivos, sobre todo la
escisión
asociados con graves conflictos pregenitales pueden interferir con los procesos de
integración hasta tal
punto, que, no obstante, una adecuada integración cognitiva de
los objetos externos, queda interrumpida a esta altura la
normal integración de las
relaciones objetales. La integración de las representaciones del sí-mismo de tono
afectivo opuesto da lugar a la fase del desarrollo que Klein denominó “posición
depresiva” que, de acuerdo con Winnicott es el período del desarrollo en el que
aparecensentimientosdeculpaypreocupación.
La reacción depresiva constituye un afecto que representa la disposición
psicobiológica fundamental que es activada cuando el individuo siente no poder
restaurar un estado ideal y deseado. Esta respuesta se moviliza en el
marco de la
tensión dinámica que surge entre el sí-mismo real y el sí-mismo ideal. La tensión
entre la representación integrada del sí-mismo real y el
sí-mismo ideal provocan en
el yo una movilización regresiva de primitivos afectos depresivos, mientras que la
tensión entre el sí-mismo real y el objeto real, pone en acción tendencias más
progresivas y realistas. El niño reconoce ahora que su “maldad” se manifiesta hacia
el
mismo objeto que ama, su madre; el afecto depresivo que opera en el contexto de
esta etapa del desarrollo refleja simultáneamente una primitiva disposición afectiva y
una depresión de nivel más elevado. Desde una perspectiva general, todo esto pone
de manifiesto la íntima vinculación que existe entre el desarrollo cognitivo, el
desarrollo afectivo y el desarrollo de las estructuras que representan relaciones
objetales internalizadas. Todos estos procesos de integración disminuyen la
utilización de los mecanismos disociativos y que, en algún momento del
tercer año
de vida, la represión pasa a ser la
principal operación defensiva del yo. Puesto que
de aquí en adelante el funcionamiento de la represión separa al ello del yo, se
podría decir que recién en este momento comienza la existencia del ello como
estructurapsíquica.
El predominio de la represión por sobre las anteriores defensas organizadas
alrededor de la escisión, consolida al ello como estructura intrapsíquica general que
contiene la suma de aquellas relaciones objetales internalizadas que resultan
inaceptables debido a las experiencias peligrosas, angustiantes y culpógenas que
forman parte de las respectivas interacciones intrapsíquicas e interpersonales. En
consecuencia, se reprime las más atemorizantes y perturbadoras unidades
formadas por imágenes del sí-mismo e imágenes objetales bajo la influencia de
afectos primitivos y esta represión impide la ulterior diferenciación e integración de
aquellas dentro de la personalidad total. Perduran entonces en
el ello, en
un estado
relativamente inmodificado, primitivas e irreales representaciones del sí-mismo y del
objeto y las primitivas disposiciones afectivas asociadas con aquellas. Este hecho
es responsable de muchas de las características del ello entre otras el
desplazamiento y la condensación, y de la naturaleza primitiva de los derivados de
losinstintoslibidinalesyagresivos.
La cuarta etapa del desarrollo marca también el comienzo de la integración del
superyó como estructura intrapsíquica independiente. La primera estructura
superyoica se origina en la internalización de imágenes objetales que se
fantasean
como extremadamente hostiles e irreales y reflejan “malas” representaciones del
sí-mismo y del objeto “expulsadas”, proyectadas y reintroyectadas. Estas imágenes
se originan probablemente en una época en la cual las representaciones del
sí-mismo y del objeto ya se han diferenciado en el dominio de las buenas
representaciones del sí-mismo y del objeto, y reflejan los primitivos esfuerzos por
parte del bebé por proteger la buena relación con la madre idealizada, volviendo
contrasímismolasimágenesmaternascargadasconagresión.
La segunda estructura del superyó tiene su origen en el sí-mismo ideal y las
representaciones objetales ideales del yo. La condensación de estas mágicas
representaciones ideales del sí-mismo y del objeto constituye el
núcleo del ideal del
yo. Se integran entonces los precursores superyoicos de origen sádico y la
temprana formación del ideal del yo. Así, el superyó debe repetir el proceso que ya
se ha iniciado en el yo: esto es, la integración de relaciones objetales internalizadas
de características libidinales y agresivas. Una vez que se completa este paso de
la
integración superyoicos, se “amortigua” el carácter fantástico y absoluto de la
idealización primitiva y de los precursores sádicos del superyó, al tiempo que
disminuye la proyección de los mencionados núcleos superyoicos sádicos e
idealizados. La disminución de los procesos de proyección llevan a otro plano de la
estructuras superyoica, constituido por las internalizaciones de demandas y
prohibiciones más realistas de las figuras parentales durante la etapa edípica del
desarrollo.
La integración del superyó puede fracasar en distintos momentos. En primer lugar,
la no integración de los precursores superyoicos pre edípicos obstaculiza la
internalización de las imágenes parentales edípicas más realistas, perpetuando un
superyó no integrado de características sádicas y primitivas. Esto a su vez favorece
una reproyección excesiva de los núcleos superyoicos y obstaculiza los niveles
superiores de integración y desarrollo de los sistemas de valores internalizados. En
segundo lugar, la falla puede traducirse en una integración patológica de los núcleos
superyoicos sádicos e idealizados con el eventual predominio de los rasgos
agresivos, de lo cual resulta que las
representaciones objetales “ideales” adquieren
lascaracterísticasdeexigenciassádicasdeperfección.
Quinta etapa: Consolidación de la integración del superyó y el yo. Este período
comienza al completarse la
integración de todos los niveles del superyó. Disminuye
poco a poco la drástica oposición entre entre este y el
yo. El superyó ya integrado
favorece también la mayor integración y consolidación de la identidad del yo, que
prosigue su evolución mediante una continuada remodelación de las experiencias
con los objetos externos, a la luz de la representación de objetos internos, y una
remodelación de estas representaciones a la luz de las experiencias reales con
otras personas. A su vez, el concepto del sí-mismo está sometido a una permanente
remodelamiento basado en experiencias reales con otros y en experiencias con el
mundo de objetos internos. Se produce un recíproco reforzamiento entre el
sí-mismo ya integrado, el mundo estable de representaciones objetales
internalizadas e integradas y el conocimiento realista del sí-mismo. Cuanto más
integradas están las representaciones objetales, mayor es la capacidad de hacer
una apreciación realista de los demás y sobre la base de esta apreciación, mayor es
la capacidad de remodelar las propias representaciones internas. Los recursos
internos con que cuenta un individuo para hacer frente a conflictos y fracaso están
en íntima relación con la madurez y la profundidad de su mundo interno de
relaciones objetales. El más notable ejemplo de fracaso en el
desarrollo normal de
las relaciones objetales internalizadas está representado por las personalidades
narcisistas, que tienen dificultades para evocar no sólo personas reales de su
pasado, sino incluso sus propias experiencias con esas personas. La doble
ausencia de representaciones objetales integradas con carga libidinal y de un
concepto integrado del sí-mismo libidinalmente catectizado determina la vivencia de
vacío tan característica de los pacientes fronterizos y en especial, de las
personalidades narcisistas correspondan o no a la categoría de fronterizos. Esa
vivencia de vacío hace que estos pacientes necesiten concentrarse exclusivamente
en las experiencias interpersonales presentes e inmediatas para entender las
situacionesinterpersonales.
Los procesos de integración, despersonificación e individualización representan los
resultados estructurales de la internalización de las relaciones objetales no sólo en
elsuperyósinotambiénenelyo.
Revisión de los procesos de internalización: Todos los procesos de internalización
de las relaciones objetales se refieren a la internalización de unidades formadas por
un estado afectivo, representaciones objetales y representaciones del sí mismo. La
introyección, la identificación y la identidad del yo conforman la secuencia
progresiva de esos procesos de internalización. En el caso de la introyección, no
existe aún una completa diferenciación entre las representaciones del sí-mismo y
del objeto y el afecto que estas contienen es primitivo, intenso y difuso. En el caso
de la identificación, además de una definida separación entre las representaciones
del sí-mismo y del objeto, hay una internalización del rol implícito en la relación, es
decir, de una función socialmente reconocida que está siendo desempeñada en la
interacción sí-mismo-objeto. El afecto es menos intenso y difuso y, a medida que
van integrándose las representaciones del sí-mismo y del objeto libidinalmente y
agresivamente catectizadas, se amplía y profundiza el espectro de las
disposiciones afectivas. En el caso de la identidad del yo, tiene lugar una
estructuración más definida del mundo de los objetos internos. La internalización es
el
concepto más amplio en el que están incluidos los de introyección, identificación e
identidad del yo. La identificación es al mismo tiempo el principal proceso y la
estructura de él derivada, determinada por las vicisitudes de las relaciones objetales
internalizadas. Las introyecciones pueden ser vistas como tipos primitivos o
inmaduros de identificación en tanto que la identidad del yo sería la más organizada
integración de las identificaciones en una estructura dinámica unificada. En su
sentido más amplio, la
identificación se refiere al modelamiento del sí-mismo a partir
de un objeto. Sin embargo, de las etapas del desarrollo descritas se desprende que
el modelamiento del sí-mismo a partir de un objeto es el resultado altamente
complejo de diversos procesos que se cumplen en los campos intrapsíquicos e
interpersonal.
En primer lugar, la identificación presupone una relación objetal real en la que el
individuo se vivencia como sujeto de una interacción con otra persona. Esta relación
puede ser percibida de manera más o menos distorsionadas o fantaseadas y está
sometida a los efectos del estado afectivo predominante que vincula al sujeto con el
objeto. En segundo lugar, la internalización de la relación interpersonal vivida refleja
la constitución de una representación del sí-mismo y una representación objetal
ligadas por una disposición afectiva dentro del yo, y a veces, simultáneamente
dentro del superyó. La conformación de estas representaciones depende de
anteriores representaciones del sí-mismo y del objeto y de la
medida en que éstas
han llegado a integrarse. Por ejemplo. una internalización que tenga lugar mientras
predominan los mecanismos disociativos será menos discriminativa que otra que se
produzca cuando el yo ya está integrado. Las “limitaciones” disociadas y groseras
del
objeto pueden indicar que se
ha cumplido una identificación en el
marco de una
estructura yoica primitiva, en contraste con la sutil y discreta modificación del
concepto del sí-mismo con escasas manifestaciones en la conducta característica
de la identificación que tiene lugar en el marco de un yo más integrado. En tercer
lugar, la identificación incluye una modificación de la representación del sí-mismo
bajo la influencia de la representación objetal. Este aspecto de la
identificación no
depende tanto de la naturaleza de la relación objetal real o de la percepción del
sí-mismo y del objeto que se internaliza, como de la medida en que una
determinada representación del sí-mismo se
ajusta al concepto global del sí-mismo
que tiene cada individuo. En cuarto lugar, la identificación trae consigo la
modificación de las funciones y estructuras yoicas sobre todo de los patrones
caracterológicos que constituyen los aspectos del sí-mismo vinculados con la
conducta y sometidos a la influencia de la relación objetal internalizada. En
resumen, los procesos de identificación dependen del estado de desarrollo de las
relaciones objetales internalizadas y de
la
medida en que el
yo, el
superyó y el
ello
hanllegadoacristalizarseformandoestructurasdefinidas.
La identificación normal significa: 1) una modificación parcial del concepto total del
sí-mismo bajo la influencia de una nueva representación del sí-mismo; 2) cierto
grado de integración tanto de las representaciones del sí-mismo como de las
objetales, en un funcionamiento yoico autónomo que se traduce en rasgos
caracterológicos neutralizados; y 3) cierto grado de reorganización de
los patrones
de conducta del individuo bajo la influencia de las estructuras de identificación
reciénadquiridas.
Los procesos patológicos de identificación derivan en última instancia en una
patología del carácter. Cuanto más rígidos y neuróticos son los rasgos
caracterológicos, mayor es la evidencia de que una antigua relación objetal
internalizadaypatógenaseha“congelado''formandoelpatróncaracterológico
TP N9: “CRITERIO DE DIFERENCIACIÓN CLÍNICA: ORGANIZACIÓN Y NIVEL
DEFENSIVO”
Conceptualización psicoanalítica de las defensas. Relación
impulso-defensa-adaptación. Evaluación de la organización defensiva según su
eficacia, su fin, su grado de rigidización, su nivel pre o post represivo. Indicadores
de éxito o fracaso. defensivo en Técnicas Gráficas, Desiderativo y Rorschach.
Operaciones defensivas en el proceso de respuesta al Rorschach. Definición,
características e indicadores esperables en la batería psicodiagnóstica de
Represión, Negación, Proyección, Defensas obsesivo-compulsivas: regresión,
aislamiento, intelectuación, formación reactiva, anulación. Defensas primitivas:
Escisión, idealización primitiva, devaluación, negación, identificación proyectiva,
omnipotencia y devaluación. Dimensiones “puente” e indicadores en el
psicodiagnóstico.
ALMEIDA: Introducción a la contribución de Roy Schafer sobre los
mecanismosdefensivosenlatécnicadeRorschach
Losinterrogantesqueguíaneltextosonlossiguientes:
¿Estodomecanismopsíquicounadefensa?
¿Esposibleunacuerdoacercadesucantidadydenominación?
¿Esposibledistinguirentremecanismosdedefensapatológicosynopatológicos?
El término defensa designa todos los procedimientos para hacer frente al
conflicto
psíquico. En la
segunda tópica el
conflicto es
entre instancias del aparato psíquico:
ello, yo y superyó, siendo el yo el agente de la defensa. Desde el punto de vista
dinámico, el
yo representa el
polo defensivo de la
personalidad poniendo en marcha
los mecanismos de
defensa. La función de la
defensa es librar de angustia al yo. En
“ISA” sintetiza el panorama de las defensas y las dos teorías de la angustia,
ubicando a cada defensa en distintos momentos evolutivos y en relación a la
capacidad o inermidad del yo frente a los estímulos y exigencias pulsionales; a
estas más tarde se le sumarán las demandas del superyó. Las pulsiones son
consideradas cualitativamente iguales, la diferencia radica en los montos de
excitación que llevan consigo (punto de vista económico) Cualquier destino de la
pulsión que modifique su meta originaria, el placer de órgano, puede presentarse
comounamodalidaddeladefensacontralaspulsiones.
Freud menciona cuatro destinos posibles de la pulsión: 1) Transformación en lo
contrario; 2) Orientación hacia la
propia persona; 3)Represión; y 4) Sublimación. Es
necesario referirse además a diferentes parámetros de la defensa: su objeto, el
“lugar psíquico amenazado”; su agente, soporte de la acción defensiva, su finalidad,
evitar toda perturbación que se traduciría subjetivamente por displacer; sus motivos,
lo que enuncia la amenaza y pone en marcha el proceso defensivo, afectos
reducidosalafuncióndeseñales;yfinalmente,susmecanismos.
Fenichel distingue entre defensas patológicas y exitosas, incluye entre estas últimas
mecanismos psíquicos o destinos de pulsión que no son entendidos
tradicionalmente como defensas. Agrupa las defensas de carácter exitoso bajo el
rótulo genérico de sublimaciones. Este término no designa un mecanismo
específico, sino diversos mecanismos. El
factor común es que bajo la
influencia del
yo, el fin o el objeto son modificados sin mediar el bloqueo de una descarga. Es
necesario distinguir la
sublimación de las defensas que hacen uso de contracatexis.
Los impulsos sublimados encuentran su forma de salida por
una vía artificial, cosa
que no sucede con los demás impulsos. En la sublimación, el impulso originario
desaparece porque su energía le es quitada en beneficio de la catexis de su
sustituto. En las otras defensas, la
libido es mantenida a raya mediante una elevada
contracarga. Las sublimaciones se distinguen de las gratificaciones sustitutivas de
carácter neurótico por su desexualización, es decir, la gratificación del yo
ya no es
abiertamentedecarácterinstintivo.
Para Shapiro, el proceso defensivo no es solamente la operación de mecanismos
específicos de inhibición de impulsos sino que involucra la totalidad de la tensión
impulsiva y del estilo organizador estímulos. Los mecanismos de defensa son
analizables en términos de procesos de pensamientos y atención, modos de afecto,
etc. Involucrados en ellos como aspectos o rasgos de modos más generales de
funcionamiento. Esta perspectiva incorpora la noción de “estilo” para insertarlo de
una manera coherente en una configuración acorde con los cuadros
psicopatológicos conocidos. Definiendo al estilo como “una forma o tipo de
funcionamiento identificable en un individuo a través de una gama de actos
específicos. Estos estilos son modos de funcionar característicos de los diversos
estados neuróticos. El
estilo opera sobre el
proceso defensivo en la medida en que
un afecto no consecuente e intolerable para el estilo existente, se experimenta con
el criterio de ese estilo, moviendo automáticamente a la persona a pensamientos y
conductas que reducen la tensión y que conducen a un marco mental más
característico, en el
que desaparecen el
afecto original y su
incomodidad. Entonces
cualquier estilo representa un sistema organizador de tensión, posee aspectos
autosostenedores o sea capacidad para organizar tensiones inusuales bajo formas
familiares; bajo condiciones de tensión especial, estos aspectos autosostenedores
sehacenmuyvisibles.
Respecto del segundo interrogante, a partir de los escritos de Freud se han
sucedido diversas lecturas e interpretaciones que jerarquizan, en cada caso, otro
aspecto de la teoría: el conflicto pulsional, el funcionamiento del yo, etc. Para
Fenichel, los mecanismos de defensa enumerados contra los impulsos instintivos
son: negación, proyección, introyección, represión, formación reactiva, anulación,
aislamiento, regresión. Las defensas contra los afectos: bloqueo, postergación de
afectos, desplazamiento de afectos, equivalentes de afectos, formaciones reactivas
contra los afectos. Toda defensa se erige contra afectos displacenteras, en cambio
las defensas más organizadas contra los impulsos instintivos son de mayor
importanciaenlapsicogénesisdelasneurosis.
Para Shapiro, el proceso defensivo no puede ser meramente considerado como la
operación de mecanismos específicos de inhibición de impulsos, ya que involucra la
totalidad de la tensión impulsiva y del estilo organizador de estímulos. Si esto es
correcto, los mecanismos de defensa comúnmente enumerados deben ser
susceptibles de análisis en términos de los procesos de pensamiento y atención,
modos de
afecto, etc.
Que están en ellos involucrados, como aspectos o rasgos de
modos más generales de funcionamiento. Cualquier proceso defensivo, en cuanto
aspecto de la organización de la
tensión bajo cierta forma, excluye de la
consciencia
clases de contenidos mentales y de experiencia subjetiva. Al no ser un proceso
intrapsíquico por completo, involucra todo el estilo de funcionamiento. Existe una
constelación de mecanismos de
defensa que habitualmente operan de acuerdo a la
patología en cuestión: en el estilo obsesivo-compulsivo, están presentes la
regresión, la formación reactiva, soledad de afecto. En el estilo histérico, la
represión; en el estilo paranoico, la proyección; y en el estilo impulsivo, el repudio de
laresponsabilidadpersonal.
Sobre si es posible distinguir entre mecanismos defensivos patológicos y no
patológicos, para Freud en el desarrollo del individuo humano se da una secuencia
de aparición de las defensas, apuntalándose unas sobre otras. En sus primeros
trabajos habla de represión y de defensa indistintamente, en un sentido patológico.
El resultado de la operación de esta defensa sería una doble conciencia, no se
habla todavía de un inconsciente sistemático. En el intento de distinguir entre
defensa normal y patológica, la primera actuaría en el caso del recuerdo de una
vivencia penosa. Es preciso que el yo
haya sido capaz de inhibir el desarrollo de un
afecto displacentero por medio de catexis laterales. Cuando es reinvestida la huella
mnémica se repite el displacer, pero el yo ha erigido barreras, reduciéndose dicho
displacer cada vez que se reitera, hasta adquirir la intensidad de una señal
conveniente al yo para evitar que el mismo sea invadido por el proceso primario
(como ocurre en la defensa patológica). La condición para una defensa patológica la
constituye el desencadenamiento de una excitación de origen interno que produce
displacerycontralacualnosehaestablecidoningúnaprendizajedefensivo.
Para Fenichel, instinto y defensa son dos términos relativos, uno y otro se
interpenetran siempre. El
conflicto neurótico se sitúa entre el
ello y el yo, encargado
del bloqueo de las descargas, creando un estado de estancamiento. Se consideran
defensas exitosas, a las que dan lugar a la cesación de lo que se rechaza, y
defensas ineficaces a las que obligan a una repetición o perpetuación del proceso
de rechazo. Las defensas patógenas constituyen la base de las neurosis. Sin
embargo, las líneas de demarcación entre estas dos categorías no siempre son
claramente definidas, y a veces no es posible distinguir entre un “impulso modificado
por la
acción del yo” y “un impulso que irrumpe bajo un aspecto deformado, contra la
voluntad del yo, y que no ha sido reconocido”. Los motivos de la defensa son: la
angustia primaria o traumática y la señal de angustia. Los sentimientos de culpa. Y
elascoylavergüenza.
Para Shapiro, el estado de tensión que se crea es experimentado de acuerdo con
los modos de funcionamiento específicos existentes, moviendo al individuo en
alguna dirección que disminuya la tensión. En los casos llamados neuróticos “bien
integrados” no se verán las formas exageradas de funcionamiento neurótico que
proporcionan evidencia de que el estilo opera bajo condiciones de especial tensión o
inestabilidad. La diferencia entre el proceso defensivo bajo condiciones especiales
de tensión o de inestabilidad transitoria y un funcionamiento defensivo más estable,
es esencialmente una diferencia de grado. El síntoma y el rasgo adaptativo, pueden
ser concebidos como reflejo de los estilos, que dan forma tanto al
síntoma como al
nosíntoma.Aladefensacontraelimpulsocomoasuexpresiónadaptativa.
Bellak: en un sentido amplio, la pérdida de funciones defensivas se imbrica en gran
parte con el
concepto de función sintetizadora del yo. Si falta la represión y emerge
el proceso primario, el paciente es incapaz de mantener una conducta coherente,
están disminuidas la concentración, la memoria, y la eficiencia general. Parece
como si fuera tanta la energía gastada en la función de barrera del yo que apenas
queda para la función adaptativa espontánea. La determinación del estado de las
defensas es fundamental para el diagnóstico. Además de su estado actual importa
la
relativa estabilidad o labilidad de las defensas, la posibilidad de cambio de un tipo
de defensa a otro tipo y por ejemplo que la mayor o menor probabilidad de que la
tendencia obsesiva al aislamiento o al apartamiento fóbico, evolucionen hacia la
despersonalización y la proyección. El desarrollo de las funciones del yo está
determinado, en parte, genéticamente, o por lo menos constitucionalmente. En la
teoría del desarrollo del yo
intervienen puntos relativos a la maduración orgánica de
disposiciones, variables congénitas concernientes a adquisición de respuestas en
relación con el ambiente y aspectos relativos a la interacción de factores de
maduración y factores adquiridos por el aprendizaje. La función de barrera del yo
contra una excesiva estimulación externa está relacionada con la capacidad de
interpretación de la realidad. Las perturbaciones del yo en su funcionamiento no
correspondenalapatologíaexclusivaalasdefensas.
Introducciónalainterpretacióndelasdefensas:
En el curso del desarrollo se llegan a temer ciertos impulsos. Realisticamente o no,
se anticipa que la descarga de estos impulsos provocará la pérdida del amor de
personas significativas y posiblemente el castigo de éstas en forma de privación,
ataque físico o condena moral. También se llega a anticipar que ciertos impulsos, si
tiene oportunidad de descarga, se
tornarán descontrolados. Por lo tanto, se teme un
estado traumático, de extrema necesidad o excitación; con la consecuente
desorganización de la preciada provisión de seguridad y gratificación, de las
funciones adaptativas del yo. La presión de estos impulsos amenazantes y la
expectativa de su descarga estimula reacciones de ansiedad. Después de la
formación del superyó las reacciones de culpa también pueden ser estimuladas o
por lo menos anticipadas en conexión con estos impulsos rechazados. Las fases
preliminares de estas reacciones de angustia particularmente en la forma de
ansiedad moderada, pueden entonces ser usadas por el
yo como indicador de
que
se está desarrollando una crisis en el
control impulsivo y como señal para comenzar
a reforzar la acción defensiva. Para “huir” de los impulsos, se debe contar con
maniobras u operaciones intrapsíquicas mediante las cuales bloquear, parcial o
totalmente, la descarga de los impulsos amenazantes. Estas operaciones
generalmente implican denegar representación consciente a ideas, afectos y otros
impulsos asociados con los impulsos amenazantes así como bloquear la
descarga
de los impulsos amenazantes mismos. Las operaciones por las cuales los impulsos
y
sus representaciones son bloqueados de expresión en la conciencia y en la acción
son conocidas como defensas. Las defensas difieren al control y la
regulación de las
funciones yoicas en que las últimas son relativamente autónomas, libres de
conflicto, son funciones que facilitan la descarga de los impulsos aún en forma
parcial, modulada o indirecta. En contraste, las defensas son esencialmente intentos
desesperados, intransigentes y rígidos, tendientes a “eliminar” lo rechazado,
impulsos amenazantes y sus representaciones. Por defensa se entiende cualquier
operación psicológica que tiende a bloquear la
descarga de
impulsos amenazantes
y rechazados de modo de evitar las consecuencias emocionales penosas de tal
descarga.
En el psicoanálisis freudiano se ha prestado particular atención a ciertos
“mecanismos de defensa” denominados: negación, represión, introyección,
proyección, aislamiento, formación reactiva, anulación y regresión. Estos
mecanismos de defensa se han hallado en su mayor parte como aspectos
principales de fenómenos psicopatológicos. Se han convertido también en puntos de
referencia básicos para comprender el
fenómeno de la
organización y desarrollo de
la personalidad en general y de los procesos de pensamiento en particular. Las
defensas u operaciones defensivas son abstracciones que hacemos de una
conducta total y múltiplemente determinada. Respecto a cualquier segmento de
conducta podemos preguntarnos: ¿de qué manera?; ¿en qué extensión?; y ¿cuán
efectivamente sirve a una función defensiva? La génesis y el estado corriente de
cualquier defensa son cuestiones que deben referirse a la
personalidad total; no son
problemas aislados de segmentos limitados del yo, o más aún del yo
como totalidad.
Además de los aspectos impulsivos y defensivos de la conducta, también es
conceptualmente útil y necesario distinguir sus aspectos adaptativos. A pesar de la
clara distinción conceptual entre lo adaptativo y lo defensivo, es frecuentemente
difícil trazar una distinción clara entre ellos. Hasta donde las operaciones son
“defensivas” se esfuerzan por obstruir totalmente la descarga de los impulsos
rechazados; hasta donde las operaciones son “adaptativas” facilitan la descarga de
los impulsos aceptados, también pueden demorar, refinar y limitar la expresión de
los impulsos aceptados tanto como para asegurar el máximo de gratificación que
concuerde con la situación vital total del individuo. La situación total vital es
entendida aquí de modo de incluir tanto las condiciones internas como externas:
entre las internas, la intensidad del impulso y sus representaciones, las posiciones
del superyó y del ideal del yo respecto del impulso, los modos defensivos
individuales cristalizados en el individuo y los esfuerzos por lograr la propia
consistencia. Impulso, defensa y adaptación son todos aspectos o abstracciones del
comportamiento total observado, que incluye experiencias internas tales como
pensamientos y sentimientos. Es en realidad la posición cambiante del paciente con
respecto a estos tres puntos de referencia básica la que captura, retiene y
recompensalaatencióndelobservadorpsicoanalítico.
KERNBERG:“ Desordenesfronterizosynarcisismopatológico”
Capítulo1:“Elsíndrome”
El objetivo de Kernberg es hacer una descripción metódica de los aspectos
sintomáticos, estructurales y genéticos dinámicos de los desórdenes de la
personalidadfronteriza.
Existe un importante grupo de constelaciones psicopatológicas que comparten una
forma bastante específica y notablemente estable de la patología de la estructura
yoica. Esta patología yoica difiere de la observada en las neurosis y las
perturbaciones caracterológicas más moderadas por una parte, y de las psicosis por
la
otra.
Estos pacientes ocupan un área limítrofe entre la
neurosis y la
psicosis. Los
síntomas iniciales pueden ser similares a los de las neurosis y los desórdenes
caracterológicos; de
ahí que
sin un exhaustivo estudio diagnóstico se corre el
riesgo
de pasar por alto la particular organización caracterológica de estos pacientes,
limitando así las posibilidades del tratamiento. Estos pacientes pueden sufrir
episodios psicóticos pasajeros cuando se encuentran en situaciones de gran tensión
o
bajo
los efectos del
alcohol o las drogas. Cuando se intentan abordajes analíticos
clásicos, estos pacientes suelen experimentar una pérdida de la prueba de realidad
e
incluso ideas delirantes que aparecen únicamente en la transferencia. Por lo
tanto,
desarrollan una psicosis transferencial y no una neurosis transferencial. Lo usual es
que conserven su prueba de realidad, salvo en las circunstancias especiales
mencionadas. En las
entrevistas clínicas, la organización formal de los procesos de
pensamiento aparece intacta. Las pruebas psicológicas, en particular los tests
proyectivos no estructurados, revelan a menudo en estos pacientes una tendencia al
funcionamientodelprocesoprimario.
Aspecto descriptivo: elementos del diagnóstico “presuntivo”: Los pacientes de
personalidad fronteriza presentan al comienzo lo que superficialmente parece ser
una típica sintomatología neurótica. Sin embargo, sus síntomas neuróticos y su
patología caracterológica exhiben ciertas peculiaridades que apuntan a una
organización fronteriza subyacente. Ninguno de estos síntomas es por sí solo
patognomónico, pero la
presencia de dos, o especialmente tres de los enumerados
a continuación, constituye un fuerte indicio de una personalidad fronteriza
subyacente. Todos estos elementos descriptivos son sólo signos diagnósticos
presuntivos de una personalidad fronteriza. El diagnóstico definitivo depende de la
patologíayoicacaracterísticaynodelossíntomasdescriptivos.
1- Ansiedad: suelen presentar una ansiedad flotante, crónica y difusa que adquiere
especial significación cuando está presente toda una variedad de otros síntomas o
rasgos patológicos del carácter. Tiene un carácter más definitorio que otros
síntomas o rasgos caracterológicos, con la excepción de la reacción crónica de
ansiedad que secundariamente ha llegado a tener el significado específico de un
síntomadeconversión.
2- Neurosis polisintomática: Muchos pacientes presentan varios síntomas
neuróticos, pero importa considerar aquí únicamente aquellos en los que se
observan dos o más de los síntomas enunciados a continuación. Fobias múltiples;
Síntomas obsesivo-compulsivos que secundariamente se han hecho sintónicos con
el yo, adquiriendo en consecuencia el carácter de pensamientos y acciones
“sobreevaluados”; Reacciones disociativas; Hipocondría; Tendencias paranoide e
hipocondríacasconcualquierotraneurosissintomática.
3- Tendencias sexuales perverso-polimorfas: se trata de pacientes con una
desviación sexual manifiesta en cuyo marco coexisten varias tendencias perversas.
Estos síntomas constituyen evidencia presuntiva de una organización fronteriza.
Cuanto más caóticas y múltiples son las fantasías y los actos perversos y cuanto
más inestables son las relaciones objetales vinculadas con esas interacciones,
mayores motivos hay para sospechar la presencia con esas interacciones, mayores
motivoshayparasospecharlapresenciadeundesordenfronterizo.
4- Las “clásicas” estructuras de la personalidad prepsicótica: personalidad
paranoide; personalidad esquizoide; personalidad hipomaníaca y organización
ciclotímicadelapersonalidadconmarcadastendenciashipomaniacas.
5- Neurosis impulsiva y adicciones: son las formas graves de patología
caracterológicas en las que hace irrupción de modo crónico y repetitivo un impulso
destinado a gratificar necesidades instintivas, de un modo que, fuera de los
episodios “impulsivos”, resulta distónico con el
yo mientras que dentro del contexto
de dichos episodios es sintónico con el yo y altamente placentero. Se confunde
también con las personalidades “actuadoras”, presentando con éstas una diferencia
de tipo cuantitativo. Las neurosis impulsivas parecen centrarse en la preferencia por
un escape temporariamente sintónico con el yo que permite la
directa gratificación
de una necesidad instintiva; los caracteres “actuadores” en cambio, muestran una
falta de control de los impulsos más generalizada, combinaciones más caóticas de
impulsos y
defensas en diversas áreas, una sintonicidad con el yo menos neta y una
gratificaciónmenosdirectaygroseradedeterminadoimpulso.
6-Desórdenes caracterológicos de “nivel inferior”: se trata de la patología
caracterológica más severa, típicamente representada por el carácter caótico e
impulsivo, en contraposición con los clásicos tipos de formación reactiva y los
más
moderados rasgos evitativos. Muchas personalidades infantiles y las más típicas
personalidades narcisistas presentan una organización fronteriza subyacente: las
personalidades “como si” corresponden también a este último grupo. Asimismo, las
personalidadesantisociales,unatípicaorganizaciónfronteriza.
A continuación, un diagnóstico diferencial de las personalidades histéricas, infantiles
y narcisistas. Personalidad histérica y personalidad infantil: Las principales
constelaciones histéricas están en relación con los siguientes rubros: a) labilidad
emocional; b) excesivo compromiso; c) combinación de tendencias a la dependencia
y al exhibicionismo; d) seudohipersexualidad e inhibición secual; e) tendencias
competitivas selectivas con hombres y mujeres; y f) rasgos masoquistas. La
personalidad histérica pone de manifiesto mayor integración yoica y superyoica,
mayor extensión de las áreas libres de conflicto en las funciones y estructuras
yoicas y predominio de los conflictos edípicos sobre los orales, si
bien estos últimos
también están presentes. Sus conflictos sexuales son de origen genital más que
pregenital. En contraste, en la personalidad infantil prevalecen los problemas
genitales, sobre todo orales. Hay una disminución de la capacidad de mantener
relaciones objetales estables y el fracaso de su barrera represiva da lugar a la
aparición de primitivas fantasías sexuales polimorfas. Los caracteres infantiles
muestran una actitud de “dependencia” infantil que expresa demandas orales de tipo
más agresivo que las que se observan en la personalidad histérica. La personalidad
narcisistica parece tener su mayor problema en su autoapreciación, en conexión con
perturbaciones específicas de sus relaciones objetales, y a quienes podríamos ver
casi como un “cultivo puro” de desarrollo patológico del narcisismo. No impresiona
como muy regresiva. En muchos casos exhibe un funcionamiento social muy
adecuado y en general el control de impulsos es mucho más eficaz que en la
personalidad infantil. Muchas veces su comportamiento es una defensa contra
rasgos paranoides vinculados con la proyección de su rabia oral, que es un
componentefundamentaldesupsicopatología.
Análisis estructural: Al estudiar la personalidad fronteriza, se aplicará primero el
análisis estructural que considera al yo como una estructura general que integra
subestructuras y funciones y luego se exploran los derivados estructurales de las
relaciones objetales internalizadas que específicamente importan a esta forma de
psicopatología.
1- Manifestaciones inespecíficas de la labilidad yoica: Al hablar de aspectos
“inespecíficos” de labilidad yoica, nos referimos a tres características: a) falta de
tolerancia a la ansiedad; b)
falta de control de impulsos; y c) insuficiente desarrollo
de los canales de sublimación. La falta de tolerancia a la ansiedad se refleja en la
medida en que una ansiedad mayor que la experimentada habitualmente provoca
en el paciente la formación de nuevos síntomas, actitudes aloplásticas o regresión
yoica. Cabe destacar que no es el
grado de ansiedad lo que importa en este caso,
sino la manera en que el yo reacciona ante toda carga adicional de ansiedad. Los
caracteres impulsivos son un típico ejemplo de falta de control de impulsos. Es
importante diferenciar entre la
falta de control inespecífica y generalizada, y la
“falta
de control de impulsos” altamente individualizada que forma parte de la formación
caracterológica defensiva. Muchas veces lo
que aparenta no ser más que una falta
de control de impulsos vinculada con la labilidad del yo, puede reflejar maniobras
defensivas muy específicas y la aparición en la conciencia de un sistema de
identificación disociado. En tal caso, el carácter específico de esta falta de control
queda demostrado por varios hechos. Por el contrario, la falta de control de
impulsos inespecífica es típica de la personalidad infantil, en la cual se presenta
como una impulsividad errática e impredecible que no es más que el
reflejo de un
incremento de la ansiedad o de cualquier otro derivado instintivo. Constituye un
intento de dispersar las tensiones intrapsíquicas, más que la reactuación de un
determinado sistema de identificación disociado. El insuficiente desarrollo de los
canales de sublimación es difícil de evaluar; para hacerlo, es necesario tomar en
consideración factores constitucionales, como por ejemplo el
nivel de inteligencia y
las particulares capacidades del paciente, así como una comparación entre sus
potencialidades y sus logros. Los pacientes crónicamente sumergidos en un
ambiente social muy carenciado pueden impresionar como débiles, no creativos e
incapaces de goce, a pesar de lo
cual no presentan necesariamente en un nivel más
profundo las manifestaciones más graves de incapacidad de sublimación. Los logros
y
el
goce creativos son los aspectos fundamentales de la capacidad de sublimación;
suelen ser los mejores indicadores de la extensión del área libre de conflictos del
Yo;porlotanto,suausenciaesunaseñalimportantedelabilidadyoica.
2- Desviación hacia el
pensamiento de proceso primario: Cabría preguntarse si este
desvío hacia el
funcionamiento del proceso primario representa una regresión formal
“inespecífica” del yo tal como se creía en el pasado. Bien podría ser que esa
regresión al pensamiento del proceso primario constituya el producto final de una
serie de fenómenos ligados con la organización fronteriza, por ejemplo: a) la
reactivación de relaciones objetales patológicas precozmente internalizadas,
conectadas con primitivos derivados instintivos de tipo patológico; b)
la reactivación
de tempranas operaciones de defensa, en particular mecanismos generalizados de
disociación o escisión, que afectan la integración de los procesos cognitivos; c) la
refusión parcial de primitivas imágenes de sí mismo y del objeto, que disminuyen la
estabilidad de los límites yoicos, y d) la regresión hacia primitivas estructuras
cognitivas del yo a causa de alteraciones inespecíficas en el equilibrio
carga-contracarga. La regresión al
pensamiento de proceso primario sigue siendo el
más importante de los indicadores estructurales individuales de la organización
fronteriza. La posibilidad de detectarla mediante el empleo de tests proyectivos
convierte a las pruebas psicológicas más elaboradas en un instrumento
indispensableparaeldiagnósticodelapersonalidadfronteriza.
3- Operaciones de defensa específicas en el nivel de la
personalidad fronteriza: La
división defensiva del yo, en la cual lo que fue primero una simple deficiencia de
integración es después utilizado para otros fines, constituye en esencia el
mecanismo de escisión. En circunstancias normales, este mecanismo es empleado
sólo en las primeras etapas del desarrollo yoico durante el primer año de vida, y
más tarde es rápidamente reemplazado por defensas yoicas más elaboradas que se
centran en la represión y sus mecanismos afines, los cuales protegen al
yo de los
conflictos intrapsíquicos mediante la expulsión fuera del yo consciente de un
derivado instintivo, de su representación ideacional o de ambos. En circunstancias
patológicas persiste la escisión, que protege al yo de los conflictos mediante una
activa separación de introyecciones e identificaciones fuertemente conflictivas, es
decir de origen libidinal y de origen agresivo, independientemente de su acceso a la
conciencia. En este caso el
derivado instintivo se hace plenamente consciente en el
plano de las emociones, la ideación y la motricidad, pero queda separado por
completodelosotrossectoresdelaexperienciapsíquicaconsciente.
En las personalidades fronterizas, los factores patógenos mencionados en relación
con las psicosis, es decir la fusión regresiva de imágenes de sí mismo y de los
objetos o deficiente desarrollo y diferenciación de dichas imágenes, pueden estar
presentes, pero no prevalecen. La principal deficiencia del desarrollo radica en este
caso en la incapacidad de sintetizar introyecciones e identificaciones positivas y
negativas. Hay asimismo una falta de capacidad para reunir imágenes de sí-mismo
y de los objetos de origen agresivo y libidinal. Es probable que en las
personalidades fronterizas, los defectos constitucionales del desarrollo de las
funciones de la autonomía primaria no tengan demasiada importancia. Entre los
factores patógenos constitucionales quizá los más importantes sean la falta de
tolerancia a la ansiedad, que obstaculiza la síntesis de introyecciones de signo
opuesto, y
sobre todo, la gran intensidad de los derivados de instintos agresivos. El
exceso de agresión puede derivar tanto de la excesiva intensidad de origen
constitucional de los instintos agresivos como de graves frustraciones tempranas; y
precisamente en la personalidad fronteriza se observan reiteradamente tendencias
agresivas y autoagresivas de extraordinaria intensidad, vinculadas con tempranas
imágenes de sí mismo y de los objetos. Estos pacientes conservan prácticamente
intactos los límites de su yo
y su prueba de realidad. En cambio, el déficit de síntesis
de las imágenes contradictorias de sí mismo y de los objetos tiene innumerables
consecuencias patológicas. Persiste la escisión como mecanismo esencial
destinado a impedir la difusión de la ansiedad dentro del yo y a proteger las
introyecciones e identificaciones positivas. La necesidad de salvaguardar al
sí-mismo bueno, a las buenas imágenes objetales y a los buenos objetos ante la
peligrosa presencia del sí-mismo y las imágenes objetales totalmente malas hace
entrarenacciónunaseriededefensassubsidiarias.
Escisión: operación de defensa esencial en la
personalidad fronteriza, que subyace
a todas las que siguen. Importa subrayar que utilizo el término “escisión” en un
sentido limitado y restrictivo, para referirme únicamente al proceso activo de
mantener la separación entre las introyecciones e identificaciones de calidad
opuesta. La escisión es una causa fundamental de la labilidad yoica y,
puesto que
no requiere tanta contracarga como la represión, un yo débil es proclive a la
utilización de este mecanismo, lo que crea un círculo vicioso en el
cual la
labilidad
yoica y la escisión se refuerzan mutuamente. Quizá la más conocida manifestación
de la escisión es la división de los objetos externos en “totalmente buenos” y
“totalmente malos”, lo cual trae aparejada la posibilidad de que un objeto oscile de
manera radical y abrupta de un extremo al otro; esto es, puede haber una total y
repentina reversión de todos los sentimientos y conceptualizaciones acerca de una
determinada persona. También puede producirse una alternancia repetitiva y radical
entreconceptoscontradictoriosdesí-mismo
Idealización Primitiva: Tendencia a ver a los objetos externos como totalmente
buenos para poder contar con su protección contra los objetos “malos”, y para
asegurarse de que no habrán de ser contaminados, dañados o destruidos por la
agresión propia o la proyectada en otros objetos. La idealización primitiva crea
imágenes objetales totalmente buenas, poderosas y alejadas de la
realidad y tiene
además efectos negativos sobre el
desarrollo del ideal del yo y el
superyó. IP marca
el
contraste con formas ulteriores de idealización, como por ejemplo la que es típica
de los
pacientes depresivos, que idealizan a los objetos debido a la
culpa generada
por su propia agresión contra dichos objetos. No es una formación reactiva, sino la
expresión directa de una fantasía primitiva que opera como estructura protectora, en
la cual no hay verdadera estima por el objeto ideal, sino una simple necesidad de
proteccióncontraunmundodeobjetospeligrosos.
Tempranas formas de proyección, en especial identificación proyectiva: Estos
pacientes suelen exhibir fuertes tendencias a la proyección. Lo característico, sin
embargo, no es sólo el aspecto cuantitativo de este mecanismo, sino también su
aspecto cualitativo. En este contexto, el principal propósito de la proyección es
externalizar las imágenes del sí-mismo agresivo y totalmente malo y las de los
objetos de iguales características; esta externalización da lugar a la aparición de
objetos peligrosos y vengativos, de los cuales el paciente busca protegerse, pero lo
logra en muy escasa medida. Aunque en este tipo de pacientes los límites yoicos
están lo
bastante desarrollados como para diferenciar entre sí mismo y objetos en la
mayoría de los aspectos de su vida, la misma intensidad de sus tendencias
proyectivas, sumada a su típica labilidad yoica, debilita los límites de su yo en el
área de la proyección de
la agresión. La Identificación Proyectiva se caracteriza por
la falta de diferenciación entre sí mismo y objeto en esa particular área, por la
continua vivencia del impulso y del temor a dicho impulso mientras la proyección se
encuentraactivayporlanecesidaddecontrolaralobjetoexterno.
Negación: Un ejemplo de este mecanismo es la “negación mutua” de dos áreas
emocionalmente independientes de la conciencia. El paciente está consciente de
que en determinado momento sus percepciones, pensamientos y sentimientos
acerca de sí mismo y de los demás son por completo opuestos a los que tuvo en
otros momentos; sin embargo, este recuerdo carece de repercusión emocional y no
puede modificar la manera de sentir del paciente. La negación puede manifestarse
también como una simple desestimación de un sector de su experiencia subjetiva o
del mundo externo. Es importante destacar que lo negado ahora es algo que el
paciente reconoce en otras áreas de su conciencia. Es decir, niega emociones que
ha experimentado, y niega asimismo el reconocimiento de la resonancia emocional
de una cierta situación real, de la
cual el paciente fue consciente o puede volver a
serlo. Un nivel intermedio de la negación, que también se observa con cierta
frecuencia en los pacientes fronterizos es aquel en el cual se niega una emoción
contraria a la
que se experimenta con intensidad en el
momento actual, en especial
la negación mágica característica de la depresión. La negación abarca una amplia
gama de operaciones defensivas, cuyo nivel superior está probablemente vinculado
con el aislamiento y otras defensas contra los afectos que corresponden a un tipo
máselaborado,entantoquesunivelinferiorestáligadoconlaescisión.
Omnipotencia y desvalorización: Ambos mecanismos están estrechamente
conectados con la escisión y son al mismo tiempo manifestaciones directas del
empleo defensivo de las introyecciones e identificaciones primitivas. Se suele
alternar entre la
necesidad de establecer una relación que refleja su aferramiento y
sus exigencias a un objeto “mágico” idealizado, en determinados momentos, y en
otros, fantasías y actitudes que revelan el profundo sentimiento de su propia
omnipotencia mágica. Ambos estados representan su identificación con un objeto
“totalmente bueno” idealizado y poderoso, a modo de protección contra los malos
objetos “persecutorios”. No existe verdadera “dependencia” en el
sentido de amor y
preocupación por el objeto ideal. En un plano más profundo, la
persona idealizada
es tratada de manera despiadada y posesiva, como una extensión del propio
paciente. Bajo los sentimientos de inseguridad, autocrítica e inferioridad que exhiben
los pacientes de personalidad fronteriza, se observan muchas veces tendencias
omnipotentes y grandiosas que suelen expresarse como un firme convencimiento
inconsciente de que tienen derecho a esperar de los demás gratificaciones y tributos
y
a ser tratados como personas especiales y privilegiadas. La desvalorización de los
objetos externos es en parte un corolario de la omnipotencia; cuando un objeto
externo ya no puede proporcionar gratificación o protección, es abandonado y
dejado de lado, en
primer lugar porque el paciente no tiene verdadera capacidad de
amor por este objeto. Pero existen además otras fuentes que alimentan esta
tendencia a la desvalorización; una de ellas es la destrucción vengativa del objeto
que frustró las necesidades del paciente; otra es la desvalorización defensiva de los
objetos, con el fin de impedirles transformarse en “perseguidores” temidos y odiados
Todos estos motivos están incluidos en las maniobras defensivas contra los
sentimientos de necesidad y de temor hacia los demás. La desvalorización de
objetos significativos del pasado del
paciente tiene efectos muy perjudiciales sobre
las relaciones objetales internalizadas y en especial sobre las estructuras que
intervienenenlaformacióneintegracióndelsuperyó.
4- Patología de las relaciones objetales internalizadas: La persistencia de dichas
relaciones objetales en estado más o menos “no metabolizado” como parte de los
estados yoicos disociados es en sí misma patológica y refleja los obstáculos que
opone la escisión a las operaciones de síntesis que normalmente producen la
despersonalización, abstracción e integración de las relaciones objetales
internalizadas. En la personalidad fronteriza las imágenes de sí mismo y de los
objetos están lo bastante diferenciadas como para permitir una discriminación
relativamente buena entre las representaciones de sí mismo y de los objetos y la
consecuente integridad de los límites yoicos en la mayor parte de los campos. Los
límites yoicos se desvanecen únicamente en aquellas áreas en las que se produce
una identificación proyectiva y una fusión con objetos idealizados, tal como ocurre
especialmenteenlatransferenciadeestospacientes.
El área específicamente patológica de las relaciones objetales internalizadas de la
personalidad fronteriza, o sea, su incapacidad para sintetizar las introyecciones e
identificaciones malas y buenas. Los principales factores etiológicos parecen ser el
exceso de la agresión primaria o de la agresión secundaria o la frustración a los
cuales probablemente contribuyen ciertas deficiencias en el desarrollo de las
funciones yoicas primarias y la
falta de tolerancia a la ansiedad. La persistencia de
introyecciones “totalmente buenas” y “totalmente malas” escindidas tiene múltiples
consecuencias. En primer término, la falta de interpretación de los derivados de
instintos libidinales y agresivos interfiere con la
normal modulación y diferenciación
de las disposiciones afectivas del yo permite la crónica irrupción de estados
afectivos primitivos. Cuando no se concilian las introyecciones positivas y negativas,
no es posible lograr la
particular disposición afectiva que se refleja en la capacidad
yoica de experimentar depresión, preocupación y culpa. La capacidad del yo de
hacer una reacción depresiva parece depender en gran medida de la tensión entre
diferentes imágenes contradictorias de sí mismo, que se desarrolla cuando las
imágenes buenas y malas de sí mismo están integradas, permitiendo por
consiguiente el reconocimiento de la
propia agresión y cuando los objetos ya no son
vistos como totalmente malos o totalmente buenos, lo cual hace posible reconocer
la combinación de amor y agresión hacia los objetos “totales” integrados, dando
lugar a sentimientos de
culpa y preocupación por estos. La imposibilidad de integrar
imágenes objetales “totalmente buenas” y “totalmente malas” opone serios
obstáculos a la integración del superyó. Los primitivos precursores superyoicos
sádicos son demasiado dominantes para ser tolerados y por lo tanto son
reproyectados como objetos externos malos. Las imágenes objetales
exageradamente idealizadas y las imágenes “totalmente buenas” de
sí mismo sólo
pueden crear fantásticos ideales de poder, grandeza y perfección, y no las
demandas y objetivos más reales a que
daría lugar un superyó integrado. En
estos
casos los componentes del ideal del yo interfieren también con la integración del
superyó. Las demandas de las imágenes parentales reales no pueden ser
conciliadas ni con las imágenes ideales de sí mismo y de los objetos y su
correspondiente ideal del yo, ni con los precursores superyoicos sádicos,
prohibitivos y amenazantes, porque tanto
el carácter sádico como el
excesivamente
idealizado de los precursores superyoicos distorsiona la
percepción de las imágenes
parentales e impiden su integración. Los
obstáculos que se oponen a la integración
del superyó producen una permanente proyección de los aspectos prohibitivos y
exigentes de los componentes superyoicos. Están ausentes las
normales presiones
superyoicas que favorecen la
integración del yo, y el
yo es incapaz de experimentar
culpa.
Persisten en el yo imágenes de sí mismo primitivas irreales y de características
extremadamente contradictorias, lo cual impide la formación de un concepto
integrado de sí mismo; tampoco es posible la integración de las
imágenes objetales
ni la concomitante evaluación realista de los objetos externos. La constante
proyección de imágenes totalmente malas de sí mismo y de los objetos perpetúa un
mundo de objetos peligrosos y amenazantes, contra el cual se emplean
defensivamente las imágenes “totalmente buenas” de sí mismo, dando lugar a
representaciones megalomaníacas del sí-mismo ideal. La discriminación entre
sí-mismo y objetos se mantiene en grado suficiente como para permitir una
inmediata adaptación práctica a las demandas de la realidad, pero la
internalización
más profunda de estas demandas sobre todo de las provenientes de la realdad
social, se ve imposibilitada por la
manera en que estas imágenes no integradas de
sí mismo y de los objetos interfieren con la integración del superyó. Las funciones
superyoicas tienden a quedar personificadas sin llegar a la abstracción, y son
fácilmentereproyectadasenelmundoexterno.
Todas estas características de las relaciones objetales internalizadas se reflejan en
los típicos rasgos caracterológicos de la personalidad fronteriza. Estos pacientes
poseen escasa capacidad para evaluar de manera realista a los demás y para
entablar con ellos una relación de verdadera empatía. Toda situación que en
circunstancias normales deriva en una vinculación interpersonal más profunda,
revela cuando se presenta en relación con estos pacientes, su incapacidad de
vivenciar o empatizar con los demás, su percepción distorsionada de estos y la
superficialidad de sus vínculos emocionales. Esta superficialidad tiene fines
defensivos y diferentes causas. Por una parte, refleja la falta de fusión entre
derivados de instintos libidinales y agresivos y el concomitante carácter estrecho,
rígido y primitivo de sus disposiciones afectivas. Por otra parte, está también
directamente conectada con su incapacidad de sentir culpa y preocupación y la
consecuente imposibilidad de profundizar su reconocimiento de los demás y su
interés por ellos. Otra característica es la manifestación más o menos grosera de
sus objetivos pregenitales y genitales, que están fuertemente infiltrados en la
agresión. Es posible detectar con relativa facilidad sus tendencias explotadoras, sus
irrazonables demandas y la manipulación de que hacen objeto a los demás sin
consideraciónnitactoalguno.
La presencia de introyecciones e identificaciones contradictorias es lo
que determina
la cualidad “como si” de estos pacientes. Esto permite que algunos de estos
pacientes reactúen identificaciones parciales, casi todas disociadas, en la medida en
que ello les resulta útil a los fines de su aparente adaptación a la realidad. Su
adaptabilidad adquiere así características de mimetismo, merced a las cuales lo que
fingen ser es en realidad la vestidura vacía de lo que en otros momentos tienen que
ser de un modo más primitivo. Todo esto representa también la difusión de la
identidad (Erikson), es decir, la falta de un concepto integrado de sí y de un
concepto igualmente integrado y estable de los objetos totales en relación con el
sujeto. En verdad, la difusión de la identidad es un típico síndrome de la
personalidad fronteriza que no se observa en las formas más benignas de patología
caracterológica ni en pacientes neuróticos y que es una consecuencia directa de la
activa escisión de aquellas introyecciones e identificaciones cuya normal síntesis
produciría una estable identidad yoica. En estos pacientes, el yo está mejor
integrado que en los psicóticos, las imágenes de sí
mismo y de los objetos están en
su mayoría diferenciadas y los límites yoicos están bien definidos en todas las
áreas, salvo aquellas que corresponden a compromisos interpersonales profundos;
es típico en ellos el síndrome de difusión de la identidad; los pacientes neuróticos
muestran un yo bien consolidado con completa separación entre imágenes de sí
mismo y de los objetos y la concomitante definición de los límites yoicos; no se
observa en ellos el síndrome. Presentan una identidad yoica estable, con la
consecuente integración, despersonificación e individualización de las estructuras
yoicas generadas por las relaciones objetales; y un superyó bien consolidado en el
que se integran los primitivos precursores de origen pregenital y los precursores
ulteriores,querepresentanlainternalización deimágenesparentalesreales.
Análisis genético-dinámico: Ahora toca el examen del típico contenido instintivo de
los conflictos que caracterizan las relaciones objetales internalizadas de los
pacientes de personalidad fronteriza. La agresión pregenital, sobre todo la oral, tiene
una participación decisiva en esta constelación psicopatológica. Es frecuente que la
historia de los pacientes de personalidad fronteriza consigne experiencias de
frustración extrema e intensa agresión (primaria y secundaria) en
los primeros años
de vida.
La excesiva agresión pregenital, sobre todo la
oral, tiende a ser proyectada
y provoca una distorsión paranoide de las tempranas imágenes parentales, en
especial las de las madres. En virtud de la proyección de impulsos
predominantemente sádico-orales pero también sádico-anales, la madre es vista
como potencialmente peligrosa y el odio hacia ella se hace extensivo a ambos
padres, a quienes más tarde el niño experimenta como un “grupo unido”. La
“contaminación” de la imagen del padre por la agresión primariamente proyectada
en la madre y la indiscriminación entre ambas figuras parentales provocada por las
excesivas maniobras de escisión que impiden una diferenciación realista entre los
diversos objetos, tienden a producir en ambos sexos una peligrosa imagen
combinada padre-madre, como resultado de la cual todas las relaciones sexuales
son vistas después como peligrosas e infiltradas de
agresión. Se produce, al mismo
tiempo, un prematuro desarrollo de las tendencias genitales, mediante el cual se
intenta evitar la rabia y los temores orales; este intento fracasa a menudo debido a
la
intensidad de la agresión. Se produce un prematuro desarrollo de las tendencias
genitales, mediante el cual se intenta evitar la rabia y los temores orales; este
intento fracasa a menudo debido a la intensidad de la agresión pregenital, que
contamina también las tendencias genitales, provocando numerosas consecuencias
patológicas que en cada sexo se manifiestan de modo diferente. En ambos sexos, el
exceso de agresión pregenital y en especial de agresión oral, tiende a inducir el
prematuro desarrollo de tendencias edípicas, como consecuencia de una particular
condensación patológica de objetivos pregenitales y genitales, causada por el
predominiodelastendenciasagresivas.
Los desórdenes fronterizos de la personalidad son examinados aquí desde los
puntos de vista descriptivo, estructural y genético-dinámico. Se sugiere que
comparten las siguientes características: Ciertas constelaciones sintomáticas, como
por ejemplo ansiedad difusa, formas especiales de neurosis polisintomáticas y
patología caracterológica “prepsicótica” y de “nivel inferior”; ciertas constelaciones
de defensas yoicas, por ejemplo, la combinación de manifestaciones inespecíficas
de labilidad yoica y desviación hacia el pensamiento del proceso primario por una
parte, y por la otra determinados mecanismos de defensa primitivos (escisión,
idealización primitiva, formas tempranas de proyección, negación, omnipotencia);
una particular patología de las relaciones objetales internalizadas; y típicas
vicisitudes de los instintos, reflejadas en la particular condensación patológica de
objetivos pregenitales y genitales, que es producto de la intensidad de la
agresión
pregenital.
TPN°10:“OTROSPARÁMETROSDIAGNÓSTICOS”
Concepto de sublimación. Sentido del humor. Capacidad de goce. Capacidad de
trabajo y eficacia. Concepto de “regresión al
servicio del Yo”.
Personalidad creativa:
común y excepcional. Acto creativo. Diferencias entre la mente del psicótico, la
mente normal y la mente creeativa. La Creatividad como un tercer principio del
acontecer psíquico. El
objeto de
la
creatividad. El sujeto de
la
creatividad. Fases de
exploraciones, transformaciones, culminaciones, desprendimientos. Dimensiones
puenteseindicadoresenelpsicodiagnóstico.
FIORINI: “Creatividad: dinamismos fundantes de un sistema en el psiquismo
humano”.
La idea central que se quiere desarrollar es que la creatividad es la movilización
productiva de un sistema de dinamismos psíquicos que empujan en la dirección de
esas tendencias, y cuyo cumplimiento apunta a la
realización, a la
construcción, al
crecimiento, al
desarrollo. La creatividad es pensable como efecto de un sistema de
pulsiones y funciones psíquicas que empujan en esas direcciones. Entonces, hay
que tratar de otorgarles a estos dinamismos un lugar en el aparato psíquico. Una
perspectiva más rica, más veraz en la
clínica se logra en los
puntos de intersección,
en las zonas de oposición y potenciaciones, entre aquellos dos tipos de registros:
los que aluden al mundo de la enfermedad y los que remiten al universo de los
desarrollos y producciones. Frente al sujeto-sujetado, surge aquí otro camino que
nos permite poner de
relieve a otro sujeto: un sujeto-desujetante, un sujeto-creante.
Un estudio atento a los movimientos propios de diferentes procesos
psicoterapéuticos, nos va permitiendo observar los contrapuntos entre esos
diferentes sujetos, sus desplazamientos recíprocos, dominancias, alternancias, sus
juegosdefuerzas.
Definiciones de creatividad: En el diccionario de la lengua española “crear” está
vinculado a “criar, criare”. Está definido como “establecer, fundar, hacer nacer una
cosa, darle vida, componer, producir una obra, hacer a una persona lo que antes no
era”. En el
diccionario filosófico de Mora: “formación de algo a partir de una realidad
preexistente, transformación de lo posible en actual”. También la definen como el
proceso de presentar ciertos problemas a la
mente y originar una respuesta según
líneas nuevas, no convencionales. Por una combinación de elementos hasta
entonces desconocidos para el sujeto, se logra algo diferente. Crear es la capacidad
para producir aplicaciones y desarrollos de las propias capacidades, es una
capacidadparahacercrecercapacidades.
Problemas epistemológicos en el abordaje de la creatividad y pasos de una
estrategia: El problema epistemológico que se presenta para la investigación del
tema es que hay varias corrientes y esas varias corrientes presentan en sus
modelos básicos limitaciones serias. Cada corriente presenta obstáculos muy
grandes para poder ahondar. Fiorini plantea la necesidad y la posibilidad de
encontrar un tercer camino, un camino que no se detenga inexorablemente ante
aquellas limitaciones. Este camino comprende varios pasos: el
primero consiste en
una proposición general derivada de observar los rasgos activos que empíricamente
presentan los fenómenos y procesos creativos en cuanto originales, es decir, no dar
por supuesto que derivan de otros procesos psíquicos, sino que son productos del
aparato psíquico dotados de una irreductible especificidad. El segundo paso es
tratar de encontrar categorías teóricas que puedan explicar características de
este
sistema, sus movimientos internos, dinamismos profundos de la realidad psíquica
que puedan estar involucrados en los procesos creativos. Dinamismos profundos
podría decir para nosotros por ejemplo, participación de procesamientos de nivel
inconsciente. Luego, después de indagar la creatividad en cuanto original y
proponer categorías teóricas para buscar sus dinamismos, es
de importancia pasar
a
investigar qué relaciones se pueden establecer entre los procesos que son propios
delacreatividadyotrosprocesos.
La hipótesis general que quiero desarrollar es que la creatividad supone un
determinado tipo de objeto (objeto c)
y un determinado tipo de
sujeto (sujeto c)
que
son propios de ese sistema. Si estas nociones son sostenibles, se podría
desprender de esta búsqueda que la creatividad está constituyendo sistemas de
dinámicas profundas del aparato psíquico que responden a un régimen de
organizaciones propias, no reductible a los que Freud investigó cómo “los dos
principios del acontecer psíquico”. Se abre para nosotros la posibilidad de
comprender que están en juego en la creatividad elementos constituyentes de un
tercerprincipioorganizadordefuncionespsíquicas.
Participaciónenlosprocesoscreativosdediferentesestratosdelpsiquismo:
Si en el proceso primario de pensamiento Freud pudo detectar la ausencia de un
principio de contradicción, en el proceso creativo lo contradictorio se articula
manteniendo a la vez la tensión propia de lo contradictorio. La creatividad
comprende niveles de producción inconsciente, preconsciente y consciente. Los
mensajes conscientes proveen para nosotros indicios relevantes para leer este otro
sistema, el creativo, para descifrar los movimientos combinatorios que son propios
deestesistema.
La creatividad como un tercer principio del acontecer psíquico: En el
caso del poeta
se combinan elementos de procesos primarios de simbolizaciones con elementos de
procesos secundarios, el estudio de Arieti sobre creatividad profundiza la idea de
que los procesos primarios y secundarios se combinan de maneras particulares y
singulares en todos los procesos creativos. Esto ha llevado a Arieti a postular la
existencia de un “proceso terciario” consistente en un modo de elaborar
combinaciones particulares de procesos primarios y secundarios, dando lugar a
producciones creativas. La idea de un proceso terciario, de un tercer tipo de
procesos, entra para nosotros en resonancia con nociones de Winnicott por las
cuales postula que “el juego, como la creatividad, en los niños y en los adultos
emerge de una tercera zona”, la zona que él llama de los espacios transicionales.
Se trata de fenómenos emergentes en el
encuentro en la
intersección de diferentes
órdenes de procesos. Estos fenómenos emergentes no son meros efectos de
transición o de intermediación. Expresan el accionar de un sistema capaz de
producir esos efectos sobre la base de construir, “entre” mundos diversos,
estructuras que los comprenden y remodelan sus relaciones. La propuesta de
nuestro estudio es que para constituir esa otra clase de realidades (productos de
la
creatividad, de los cuales el
arte ofrece sólo algunos modelos) es necesario postular
la existencia de un sistema cuyo régimen de funcionamiento, su modalidad de
placer y las condiciones de los objetos que constituyen la realidad para sus
funciones y demandas, tiene que ser de un tercer tipo, modalidad de organización
no conocida por las investigaciones hasta aquí centradas en los procesos propios
delasexualidadoaquellosotrosquedanlugarauna“construccióndeloreal”.
El objeto de la creatividad: El objeto de la creatividad es lo transformable de todo
objeto, de cualquier objeto o conjunto de objetos en cuanto se aplica al mismo un
trabajo de modificaciones reestructurantes individuales o grupales. El objeto de la
creatividad es entonces pensable en cuanto abstracto. Ese objeto emerge en la
medida en que alguien lo localice, el sujeto de la creatividad localice que allí hay
algo transformable por
vías imprevisibles. ¿Qué se entiende por
transformable? Los
elementos transformables son formas, cualidades, contenidos o relaciones de
cualquier objeto o conjunto de objetos. Colocado en esa condición de
transformabilidad ese objeto pertenece a un especial orden de “realidad” diferente
de aquel en el que se instalan los objetos convencionalmente adscriptos al
mundo
“real”. Un rasgo esencial del objeto de la creatividad, que surge de las búsquedas
más diversas, es que se trata de un objeto móvil. Se define por esa movilidad
potencial, lo
cual hace interesante contrastarlo con la noción freudiana de objetos de
fijación. Cuando investigamos creatividad, nos encontramos con un objeto que es
universalmente cambiante y ese objeto abstracto sólo puede sostenerse en
materiales concretos, encarnado en ellos, en el interior de relaciones de
materialidad.
El sujeto de la creatividad: ¿Qué podemos localizar como sujeto de la creatividad?
Se me presenta como un conjunto de funciones que configuran capacidades
transformadoras, conjunto de funciones y operaciones que comprenden, por un
lado, múltiples funciones yoicas y a la vez numerosos y amplios procesos de
aprendizajes en trabajos transformadores y productores. Múltiples funciones yoicas:
funciones de registros, de confrontación, evaluación, elaboración, indagación.
Intervienen funciones cognitivas, funciones de realidad, funciones discriminatorias,
funciones de contacto con determinados contenidos inconscientes y preconscientes,
funciones yoicas implicadas en la capacidad de soportar incertidumbre, frustración,
tolerar determinados montos de angustia, funciones vinculadas al control de
impulsos. Pero en principio, este sujeto, que aplica a los objetos de la creatividad
es, topográficamente, de nivel inconsciente. Esto nos lleva a acentuar una
distinción: el
sujeto de
la creatividad no
es la persona, no es todo su psiquismo, sino
funciones. Los procesos creativos no sólo hacen surgir objetos sino que también
reparanaspectosdelsujeto.Positivamente,hacenc recersujetos.
Interacciones sujeto-objeto y fases del proceso creativo: Entre ese sujeto y ese
objeto de la creatividad, se desenvuelve una larga y compleja relación que toma
formas cíclicas, eso es
lo
que a mí se
me presenta ahora a revisar, como dinámica
delasrelacionesentresujetoyobjetodelacreatividad.
Fase de exploraciones: Hay una primera fase en la
que todavía el sujeto y el objeto
de la
creatividad no
se
han encontrado; en todo caso, de modo potencial, uno está “
a la búsqueda” y el otro “a la espera”. En esta fase se activan en el sujeto,
principalmente en un nivel inconsciente, operaciones exploratorias. En esta etapa el
sujetoyelobjetodelacreatividadsonpotenciales,virtuales.
Fase de transformaciones: Es una fase en la que ese conjunto de funciones
comienza a aplicarse sobre lo
transformable de algún objeto. En esa segunda fase
yo localizo un sujeto activo, transformador, concentrando funciones; y un objeto que
emite indicios de modificabilidad. Esta fase también puede ser inconsciente, es
decir, se están trabajando, se están maquinando operaciones en el interior del
cerebro, sobre la
base de registros extero o interoceptivos, y solo se tiene noción de
alguna de esas operaciones. Esta es una larga fase, es la fase de la elaboración
creativa donde ocurren innumerables procesos de transformación. Los movimientos,
que parecen ser universales, son movimientos donde el objeto es constantemente
desestructurado y reestructurado. Se oscila entre desarmar y rearmar algo, se
desmontan conjuntos, se arman partes, se ensayan nuevos montajes de las partes.
Bateson caracteriza ese procesamiento en términos de dos dinámicas básicas: una
que llama dispersión y otra que llama selección. La dinámica es la de un
procesamiento donde el objeto es descompuesto en todos sus elementos,
dispersado al
máximo, y luego se ensayan procesos de ordenamiento, procesos de
selección.
Fase de culminaciones: Junto con el
surgimiento del objeto modificado, emerge un
sujeto modificado por los procesos de transformación que ha operado. Creo posible
reconocerla como etapa de encuentro entre el sujeto y el objeto de la creatividad. En
este trabajo se ha creado alguna buena forma y ese objeto reestructurado presenta
novedad, tiene alguna cualidad reveladora. Ese objeto de la creatividad en esta
tercerafasedelprocesocreativoesunobjetoalcanzable,sehahecholocalizable.
Fase de desprendimientos: La cuarta fase de este proceso puede ser caracterizada
como etapa de separaciones. Etapa en que el sujeto de la creatividad tiene que
desprenderse, porque la función esencial de las funciones que lo constituyen es
seguir transformando y transformándose. No puede, ese conjunto de funciones,
permanecer adherido a la forma que ha constituido. Esto obliga a iniciar un
trabajo
deseparación,trabajoquesuponepérdidas,procesosdeduelo.
GRINBERG:“Observacionespsicoanalíticassobrelacreatividad”
La personalidad creativa, posee una capacidad innata o potencialidad creativas que
otorgaría a los mecanismos del proceso primario su capacidad de evolución y de
poder ser instrumentados manteniendo su contacto con la realidad. Se podrían
considerar las distintas fases del proceso creativo no sólo como una “regresión al
servicio del Yo”, sino también como una “progresión del proceso primario hacia el
Yoo”. El
beneficio del proceso creativo se hará extensivo tanto al Yo como al
objeto
por la trascendencia del producto creativo y su impacto en el mundo externo. La
capacidad creativa existe en todo individuo: la simbolización, la formación de
sueños, fantasías y ensoñaciones, serían ejemplos iluustrativos de dicha capacidad.
Por lo tanto, deberíamos considerar la existencia de, por lo menos, dos tipos de
capacidades creativas: 1) la común o propia de todo desarrollo y maduración
intelectual que, dentro de ciertas variaciones cualitativas y cuantitativas, constituye
un patrimonio de la
condición humana, y 2)
la
excepcional que caracteriza a ciertos
individuos con capacidad fuera delo común para la
concepción de ideas originales.
En primer término, deseamos postular la existencia de “potencialidades creativas”
en todos los seres humanos. El destino ulterior de las mismas y la posibilidad de
que evolucionen en su crecimiento hasta constituir la base de una personalidad
creativa o genial dependen, entre otros factores, de ciertas capacidades yoicas
específicas y de la calidad de las relaciones objetales internas y externas para
contener tales potencialidades y favorecer su desarrollo. El acto creativo sería el
eslabón final de una serie de etapas caracterizadas por fluctuaciones, generalmente
inconscientes y transitorias, entre realidad y fantasía, estados de desorganización y
reorganización, fantasías de tipo alucinatorio y percepciones objetivas,
abstracciones y concretizaciones, etc. En el acto creativo se logra una síntesis
dialéctica de las fases previamente descritas, que dará lugar al producto creado.
Ahora bien, la idea creativa suele aparecer como una “iluminación” repentina: como
una“evolución”quecorrespondealaintegración.
Consideramos que la imaginación creativa utiliza efectivamente mecanismos del
proceso primario, pero que funcionan de manera distinta en la personalidad del
creador, en la del normal y en la del psicótico. La mente del psicótico, dominada por
su intolerancia a la frustración, no pude soportar la ausencia del objeto ni las
abstracciones. Su pensamiento será concreto y recurrirá a las imágenes
alucinatorias o al pensamiento delirante caracterizado por la
confusión con el objeto,
el borramiento de límites entre realidad y fantasía y entre símbolo y simbolizado.
Para esas personalidades, las palabras, las imágenes alucinatorias y los
pensamientos no son representaciones de objetos o de sus cualidades, sino que
constituyen concretamente los objetos. En la mente del psicótico predominará la
tendencia a un tipo de alucinación estereotipada, totalmente alejada de la realidad,
con las
características concretas de la
ecuación simbólica donde el
objeto alucinado
es considerado como la cosa en sí misma. Predomina la
intolerancia a la
frustración,
el odio sobre el amor, la envidia excesiva y la tendencia destructiva. La mente
normal puede aceptar la ausencia del objeto y, por consiguiente, hacer las
correspondientes abstracciones. Tiene disposición para elaborar el duelo
determinado por la vivencia de pérdida del objeto y se encuentra en condiciones
para discriminar adecuadamente entre el Self y el objeto, el símbolo y lo
simbolizado, la fantasía y la realidad. La mente creativa se acerca al desarrollo
normal por su tolerancia a la abstracción y a la ausencia del objeto, pero las
personas creativas arrastran ciertos elementos del proceso primario que los llevan a
recrear objetos para combatir la frustración y la ausencia del objeto; tienen fantasías
de tipo alucinatorio y utilizan la
imaginación creativa que les permite ir
más allá del
principio de realidad sin apartarse totalmente del mismo. Sus creaciones no
pretenden ser los objetos ni los aspectos del Self como cosas en sí
mismas, pero
tampoco son meras representaciones de aquellos. Comparten con lo psicótico cierta
calidad de concretización de una fantasía o de la alucinación, pero mantienen a la
vez las características del proceso secundario referentes a la posibilidad de
abstracciónydiferenciación.
En una de las primeras fases del proceso creativo, el creador se va sintiendo
consustanciado con la
obra que va creando. Pero para llegar a ello tiene que poder
soportar las fases de desorganización previa que le permitirán despegarse de sus
estructuras y vínculos establecidos, aceptar el borramiento transitorio de los límites
yoicos y sumergirse por identificación proyectiva en una fusión con objetos internos
idealizados de la cual irá emergiendo el producto creativo, al que vivirá como
formando parte de él,
como si fuera un pedazo de sí mismo, a la vez que siente que
él forma parte de su obra. Dentro de esta categoría de personalidades creativas o
genios debemos mencionar necesariamente a aquellos que no han podido controlar
o regular satisfactoriamente sus elementos del proceso primario, en consecuencia,
se transforman en una patología manifiesta (psicótica) ocasionalmente irreversible.
Sin embargo, puede ocurrir un funcionamiento muy particular del mecanismo de
disociación que, con el auxilio de los mecanismos obsesivos de control realista,
permite que el sector creativo de la personalidad pueda operar paralelamente al
sector psicótico. Estos individuos lograrán desplegar su capacidad creativa en todo
su valor, al mismo tiempo y en franco contraste con los restantes aspectos
psicóticos de su personalidad. El significado dinámico del ansia y acceso creadores
enlosesquizofrénicospareceresidirenelintentoderestituciónorecuperación.
Podríamos postular, en la personalidad creativa, la existencia de una capacidad
innata o “potencialidad creativa” que otorgaría a los mecanismos del proceso
primario su capacidad de evolución y de poder ser instrumentados manteniendo su
contacto con la
realidad: la coexistencia de lo concreto y lo abstracto en una síntesis
armónica y la utilización específica de mecanismos de identificación proyectiva que
permiten la fusión y síntesis de aspectos del Self con aspectos y representaciones
objetales internas idealizadas; la creación de fantasías de tipo alucinatorio que se
mantienen más allá del principio de realidad y sin perder contacto con dicha
realidad: la capacidad de olvidar lo conocido, sin buscar aferrarse tenazmente a las
estructuras, los sentimientos y los conceptos lógicos y ordenados. La personalidad
creativa tolerará la
frustración y la ansiedad de quedar transitoriamente en el vacío,
en el desorden y en el caos. Se podrían considerar las distintas fases del proceso
creativo no sólo como “una regresión al servicio del Yo”, sino también como una
“progresión del proceso primario hacia el Yo”. El beneficio del proceso creativo se
hará extensivo tanto al
yo como al objeto, por la trascendencia del producto creativo
y su impacto en el mundo externo, impacto que su calidad de lenguaje de logro
podráhacerperduraratravésdelostiempos.
HORNSTEIN:“Sublimaciónycreatividad”
Pensamos que la psiquis es un sistema en continuo autoorganización a partir de los
encuentros, de los duelos, de los traumas. Estamos muy acostumbrados
tradicionalmente hablando, a pensar que existe una tópica psíquica de un sujeto que
tiene síntomas, sublimaciones, inhibiciones, formaciones reactivas, elecciones de
objeto. Tenemos que comenzar a pensar cada vez más como estos productos lo van
organizando al sujeto mismo, como él se va transformando a sí mismo en la medida
en que va viviendo a través de sus síntomas y sobre todo a través de sus
sublimaciones y de sus vínculos. Los vínculos estructurantes no son los infantiles
solamente. El sujeto no es sólo el sujeto del inconsciente, el sujeto tiene que ver
también con el Yo, con el principio de Placer, con el principio de realidad. La
posibilidaddediscriminarentreelobjetohistóricoyelobjetoactual.
El autor se propone definir tres prototipos freudianos. El primer prototipo es el de
1895, es el modelo de una serie que se inaugura. Freud descubrió el síntoma. El
síntoma es un retorno de lo reprimido, que produce sufrimiento ligado a la patología,
a la repetición, a las fijaciones, a un conflicto que no había encontrado una salida
satisfactoria, sino que queda bloqueado por mecanismos de defensa. Este es el
modelo freudiano esencial, el del síntoma histérico: conflicto-imposibilidad de
metabolizarlo- regresión-puntos de fijación-producción sintomática como un retorno
transaccional de un deseo infantil reprimido o de una sitaución traumática podrá
agregar Freud después. El segundo prototipo es el sueño. Ya no habla de la
patología. Por eso Freud cuando escribe el
libro de los sueños habla de psicología
de los procesos oníricos. Para Freud todas las producciones del aparato psíquico
tienen que ver con todas las instancias que están operando. El tercer prototipo es el
del chiste. Es un juego desarrollado donde hay un retorno de lo reprimido, donde el
Yo o el Preconsciente, juega con el inconsciente, juega con el juego de palabras.
Cuando digo prototipo, hay un funcionamiento de un inconsciente creativo, que
produce placer, que no sólo tiene que ver con el
conflicto, sino con la cooperación
entre sistemas. La infancia no es sólo el lugar donde se generan cosas terribles,
sino que también se generan las potencialidades, las capacidades creativas, las de
vinculación. La idea de Inconsciente que coopera, no sólo la idea del Inconsciente
como aguafiestas que perturba. No es solo el incosnciente reprimido lo que está en
juego, es su Yo, su Ideal del Yo, su relación con la realidad. Ese cuento como
producción psíquica implica una participación distinta. Distinta de las instancias.
Freud dice que en los síntomas hay dimensiones superyoica, hay castigo también.
El sueño es realización de deseo, predominio de realización de deseo. Pero en el
chiste hay participación de un preconsciente o de un Yo. Para Freud la realidad
tiene que ver con la transformación. Freud no decía que el Yo se adapta. Él decía
que el Yo se adapta cuando es imprescindible pero muchas veces toma partido por
sus pulsiones para transformar la realidad. Este tercer prototipo que es el chiste,
que tiene que ver con el principio de placer, con el principio de realidad, con la
creación, que tiene que ver con el pasaje del placer a la angustia, con el drenaje real
de problemáticas, que luego es lo que Freud va a retomar bajo la fórmula del humor.
¿Quéprototipoinauguraelchiste?
Acá Freud ya no habla de la patología, está hablando de la creación en la vida
psíquica, de la creación ligada a la historia infantil, de las vinculaciones entre los
síntomas, entre los chistes, los sueños y las producciones artísticas con una
intención que me parece fundamental, que es muy distinta a la que apareció luego
en el psicoanálisis. La idealización concierne al objeto y la
sublimación a la
pulsión.
Una es vivida como empobrecimiento (idealización) o como un duelo no elaborado,
y la otra es vivida como un destino no defensivo de lo pulsional. La sublimación
tiene que ver también con la
creación y no con la repetición, que también tiene que
ver no con una producción donde el sujeto se limita a bloquear el deseo
inconsciente como en el síntoma sino donde ese deseo inconsciente, está al
servicio de la producción creativa y de la novedad. El jugar es diferente de los
rituales, cuando un chico juega se transforma jugando. La sublimación no es un
epifenómeno, los encuentros son productores de subjetividad. Entonces, la serie del
chistecontinúaconlasublimación,coneljugar,conelhumoryconlosvínculos.
EROS BUSCA LA DIFERENCIA, LA NOVEDAD, LA COMPLEJIDAD, LA PULSIÓN
DEMUERTEBUSCALASIMPLICIDAD,ELRETORNOALOINORGÁNICO.
La sublimación no vale la pena pensarla en el productor solamente. Nos interesa
cuánto de sublimatorio hay en el consumidor de arte, quiero decir en la persona que
puede ver una película y resonar. ¿Qué es lo
que hace que se pueda decir que una
práctica sea sublimatoria? hay placer. La sublimación no
tiene que ver con la
salud
mentalsolamente,tienequeverconproduccionespsíquicas.
La sublimación es una vicisitud libidinal, no tiene que ver con arreglar algo destruido
solamente, sino con el
placer y con el
disfrute. La sublimación tiene que ver con dos
cuestiones fundamentales, una es la
referencia a lo corporal. También tiene que ver
con la
historia singular. Es sublimación en la
medida que toque algo de lo reprimido
deunsujetoyestohacealahistoriainfantil.
Entonces, la sublimación tiene que ver con satisfacción pulsional, con satisfacción
del Ideal del Yo pero también vuelta a la realidad. No es sublimación esa persona
que se pasó escribiendo toda su vida una novela y nunca se la
dio
a leer a nadie,
eso es una cavilación del pensamiento. Sublimación es un concepto complejo en
tanto,¿quéessublimación?