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3 PROFESIONALISMO Y ÉTICA EN LA CONSULTORÍA

“Una consultoría se lleva a cabo por empresas o personas llamadas consultores o


consultoras, que son profesionales o empresas propiamente tales, especialistas
en la materias que una organización necesita mejorar o que considera problemas
a solucionar” (Kubr M.)

La profesión de Consultor se ha posesionado en el mundo con la era de la


información y el conocimiento y es relativamente nueva dentro de los países
menos desarrollados. La tendencia actual es la contratación, cada vez más
frecuente, de consultores especializados para dar solución a situaciones
complejas que permitan el cambio positivo de una organización empresarial en
función del progreso de la misma.

El Consultor se considera el profesional de la Información del Siglo XXI y la ética


en su trabajo es un elemento esencial para garantizar la calidad y prestigio de sus
servicios y el de su organización.

Los servicios de consultoría se caracterizan básicamente por la imparcialidad del


Consultor, que es un rasgo fundamental dentro de su función y al propio tiempo
requiere de una relación muy compleja con los Clientes. El Consultor debe saber
actuar como promotor de cambio y dedicarse a su función y debe ser capaz de
asegurar la máxima participación del Cliente en todo lo que hace de modo que el
éxito final se logre en virtud del esfuerzo de ambos.

El Servicio que brinda el Consultor es esencialmente un servicio consultivo. Su


función fundamental es actuar como asesor, con absoluta responsabilidad por la
calidad e integridad de su dictamen siendo responsabilidad del Cliente aceptarlo o
no. No se trata solo de dar el asesoramiento adecuado, sino de darlo de manera
adecuada y en el momento apropiado. Esta es una de las principales cualidades
del Consultor.
Las grandes empresas, organismos institucionales, ven a la consultoría como un
sinónimo de mejora continua, y es que si bien, cabe mencionar que este su vez
es un servicio profesional de gran utilidad para ayudar a los directivos de las
organizaciones a identificar y definir los principales problemas que afectan a sus
organizaciones para alcanzar sus propósitos fundamentales, sus objetivos
emanados de la misión, analizar las causas que lo provocan, identificando las
causas raíces y proyectar acciones para su perfeccionamiento y que estas se
implemente.

Es allá donde entra el consultor como “agente de cambio”, que debe de cumplir
con un trabajo apegado al profesionalismo y a la ética, de él dependerá con sus
conocimientos la capacitación de personal, mejora en los diferentes procesos, y el
crecimiento económico de la empresa. No sin antes tener en cuenta que toda la
información que la empresa brinde debe de ser resguardada con responsabilidad,
y es allá donde entra la ética como ciencia y ley. (Kubr M.)

Existe un cuerpo definido de conocimientos propios de la profesión que se pueden


adquirir mediante un sistema de enseñanza y capacitación profesional, los
verdaderos profesionales se caracterizan por el espíritu de servicio, atiendan a los
intereses y necesidades de su cliente, a los que subordinan su propio interés.

El consultor es un profesional que:

 Ayuda al cliente a descubrir sus verdaderos sueños y cómo hacerlos


realidad.
 Fomenta la seguridad y la confianza personales y ayuda a conocer los
patrones desde los que el cliente actúa.
 Busca el mejor futuro para las organizaciones aportando una mirada
diferente acerca de sus fortalezas y las oportunidades que pueden
aprovechar en la dinámica del entorno.
 Impulsa a las personas a la acción a partir de una visión clara de lo que en
verdad quieren.
 Promueve la generación de valor y su justa distribución para mejorar las
condiciones de las organizaciones y la calidad de vida de sus integrantes:
socios, directivos, empleados, clientes, proveedores y demás asociados.
 Dedica su trabajo a la intensificación de la creación y del conocimiento para
beneficio de las personas y las empresas.
 Fomenta el desarrollo integral de los seres humanos y la trasformación de
la cultura organizacional.

En general las empresas de consultoría tienden a que el consultor participe de


manera activa en la implementación de sus recomendaciones y posteriormente se
quede a verificar que el cliente se beneficie de su trabajo. Así mismo, un buen
consultor se preocupa tanto de la producción como del producto. (Dibildox y
Combeller, 2021)

El Consultor debe actuar de acuerdo con la moral establecida. Por tanto, debe
evitar defender causas injustas, usar sus conocimientos en función de propiciar
ilegalidades, prestar servicios de mala calidad, hacer presupuestos para su
beneficio personal, proporcionar informes falsos etc. Cuando un profesional tiene
una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su profesión, le atraerá
confianza y prestigio, lo cual constituye un estímulo que lo impulsará con más
certeza en el recto ejercicio de su carrera.

Cuando un profesional mantiene una conducta honesta, dentro y fuera del


ejercicio de su profesión, le atraerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser un
estímulo para el recto ejercicio de su carrera.

Convertirse en el Consultor ideal es una meta difícil de alcanzar. En el Consultor


deben combinarse la formación y la experiencia como dos virtudes claves para el
éxito de su servicio.

Para cada profesión existe un conjunto de normas éticas reconocidas por sus
miembros. Estas normas constituyen la pauta del comportamiento que se
considera apropiado y el que no en la práctica de la profesión. La consultoría, al
ser una actividad que requiere conocer y manejar mucha información del cliente,
posee normas éticas que pueden ser más rígidas cuando se comparan con las de
otras profesiones.  (William A, 2003)

Existen  consultorías que sólo se preocupan y no se ocupan por  eliminar


productos no sustentables o aumentar la producción de ciertos productos y
posibles conflictos de interés, la falta de confidencialidad y otros temas éticos han
generado estándares profesionales con que los consultores deben cumplir.

LA ETICA DEL CONSULTOR.

La Ética Profesional se puede definir como la actividad personal puesta de una


manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a
impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona
humana. Estas palabras no solo se identifican con las carreras universitarias;
abarcan también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no
requieran un título universitario. La Etica es una condición inherente a toda
persona que se desempeñe como Consultor y un elemento que incide
directamente en su prestigio y en el de su organización.

Un Consultor integral dentro de nuestro entorno debe trabajar sobre la base de un


conjunto de principios éticos esenciales:

-     La credibilidad: El Consultor debe garantizar que su información sea creíble, a partir
de la convicción y seguridad con la que realice sus funciones.

-      La profesionalidad: El Consultor debe ser un profesional de su actividad y este


requerimiento se adquiere a partir de la formación,  experiencia y conocimientos técnicos
adquiridos a lo largo de su trayectoria laboral; sus habilidades y destrezas para dar
solución a los problemas del Cliente.

-      La calidad en su trabajo: El trabajo del Consultor debe ejecutarse al más alto nivel en
todas las órdenes
-     La confianza. La calidad del trabajo del Consultor, su credibilidad, su profesionalidad,
su comunicación, la veracidad de sus análisis y su sistema de atención al cliente
alcanzados, la fidelización de sus Clientes a partir de su eficacia en los negocios, y su
prestigio como consultor,

-      La integridad: La honradez, lealtad y honestidad son cualidades morales de un


Consultor que  conforman su ética como profesional de la información que tiene la
responsabilidad de orientar al Cliente de manera objetiva.

-     La legalidad: El Consultor debe observar estrictamente las disposiciones normativas y


actuar en consecuencia. Prestar sus servicios en correspondencia con las normas
técnicas promulgadas por los diferentes organismos.

El código de ética de los consultores

Cada empresa de consultoría ha establecido códigos de ética profesional y todos


los integrantes deben garantizar cumplirlos.

A pesar de que los códigos pueden variar, todos los estándares buscan proteger al
cliente. Entre estas cláusulas se pueden encontrar:

 Confidencialidad y resguardo de información.


 La consultoría no puede beneficiarse de los conocimientos que adquiera de
los clientes.
 No está permitido atender a la competencia de una empresa que ya se
atendió.
 El consultor no puede garantizar resultados específicos, ya que muchas
veces dependen de factores ajenos al consultor.
 Cada proceso, método o técnica que el consultor desarrolle en una
empresa debe ser explicado para que se pueda echar mano de él sin que el
consultor tenga que volver a asesorar.
 Las cuotas adicionales o ayuda de consultores intermediarios no es
aceptable.
Podemos decir entonces, que cuando se trabaja como consultor se desempeña un
papel de autoridad y liderazgo, ya que se ayuda a entrenar al personal para que
mejore su situación o bien, que supere un problema, lo que un consultor
irremediablemente tendrá que afrontar son interrogantes de tipo ético y aunque en
ocasiones puede resultar difícil desempeñar el trabajo apegado estrictamente a las
normas éticas, créame que los beneficios valen la pena. (William A, 2003)

Fuentes de información:

Kubr, M. (2004). Consultora de empresas: guía para la profesión. Ciudad de


México: Limusa.

Eguía Dibildox, J. C. y Rodríguez Combeller, C. R. (2021). El aliado estratégico: la


consultoría organizacional con visión sistémica. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/itoaxaca/191371?page=35.

COHEN, William A. Cómo ser un consultor exitoso. Bogotá, Editorial Norma. 2003.
360 p.

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