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Estrategias de Optimización de Alumnado con Trastorno Déficit de Atención

e Hiperactividad TDA-H

González, C., Navarro, I., Grau, S., Galipienso, A. y Fernández, F. (2014). Estrategias de
Optimización de alumnado con Trastorno Déficit de Atención e Hiperactividad TDA-H.

INFAD Revista de psicología, vol.7 (número 1), 85-93. Recuperado de:


https://www.redalyc.org/html/3498/349851791009/

En el siguiente artículo escrito por los investigadores González, Navarro, Grau, Galipienso,
Fernández en España, Alicante, en el año 2014 se hablara los conceptos que definen y describen
el TDA-H, La caracterología del trastorno, desde sus tres tipos de sintomatologías y sus dos tipos
de predominio, también se dirá como llega a ser diagnosticado con TDA-H, porque fuentes de
información pasa este, y porque personas pasara para llegar a un buen diagnóstico, para que
después de todo eso los escritores puedan empezar a proponer las estrategias de optimización,
por tres partes, una que serán los dos enfoques que se tomaran para poder optimizar los procesos,
la segunda que hablara de la antigua forma que era la corriente cognitiva pasando a una
cognitiva-conductual y la tercera que hablara de una forma cognitiva-conductual junto con
medicación al paciente, que explique a padres y maestros sobre cómo tratar para que el niño
mejore.
Al iniciar los autores nos conceptualizan sobre el TDA-H, de cómo se desarrolla y que a lo
largo de su desarrollo este puede presentar al sujeto problemas a nivel social, académico, en su
auto concepto o autoestima y en sus niveles de estrés/ansiedad. También dando a conocer que
este se caracteriza por la dificultad de regular su atención sobre un mismo estimulo, actividades
motrices excesivas e impulsividad en sus acciones, que bien no tienen que darse al mismo tiempo
en un mismo niño pero para tratarlos a veces es necesario emplear varios métodos y técnicas al
mismo tiempo. Así mismo es un trastorno de origen neurobiológico, de inicio en la edad infantil,
que sus síntomas pueden quedar marcados en la etapa adulta, y para aplicar una intervención a
este es necesario un estudio profundo de la conducta en la familia y en la sociedad, para así tener
en cuenta que estrategias pueden ser o no utilizadas para corregir el comportamiento, y en
adición a eso al desconocer la causa concreta a él porque del desarrollo de este trastorno y el si
bien este está en la actividad de los neurotransmisores, se le atribuye al diagnóstico puramente al
estudio del comportamiento visible del sujeto.
En lo que se refiere a las características de este trastorno se puede decir que presenta tres
diferentes síntomas, que son: La inatención, manifestada en la escasa atención a los detalles y
generando dificultades para mantener la atención en actividades que requieren un esfuerzo
mental sostenido, la hiperactividad, que se manifiesta en los movimientos excesivos de las
manos o pies, y en conductas como correr o saltar en situaciones inapropiadas, la impulsividad,
que se observa por medio de respuestas rápidas altamente cambiantes poco meditadas, siento este
el rasgo más importante ya que los otros dos pueden ser considerados como impulsividad en la
mente o en el cuerpo. Además de eso su comportamiento según expertos se puede dividir en dos
tipologías que son el predominio inatento, que es el que presenta más inatención a todos los
estímulos que lo rodean, ya sean relevantes estos o no, y el predominio hiperactivo-impulsivo,
que es el que carece de auto control tanto corporal como verbal, entrometiéndose en los juegos
de los compañeros, incapacidad para mantenerse en juegos tranquilos y mantener un
comportamiento molesto a causa de las manifestaciones de agresividad.
Según Orjales en el 2011 es necesaria Una intervención adecuada en este trastorno exige una
detección temprana, categorización de las dificultades en distintos ámbitos que presenta el niño,
y diseño de un programa de trabajo ajustado a todos los contextos para atenuar la expresión
sintomatológica del TDA-H, y con esto dicho los autores dicen que se tiene que tener en cuenta
que este problema nace de un carácter neurobiológico que es presentado desde la etapa infantil
de los sujetos, y que para poder diagnosticar este su fuente principal es la entrevista al paciente y
sus padres, además de una serie de datos clínicos y no clínicos, y también incluyendo la
necesidad de las necesidades psicoeducativas de los sujetos.
Y cuando ya se habla de todo esto finalizan proponiendo para que para la optimización del
trastorno, es necesario tratarlo desde un enfoque clínico, que es utilizado por una serie de
psicoestimulantes para que estos sean capaces de mantener la atención, y un enfoque
psicoeducativo donde estos, por medio de la corriente cognitiva-conductual, se les enseñe
técnicas de autocontrol y metacognitivas para que ellos mismos puedan regular su propia
conducta, y agregando que es necesario integrar a los docentes y maestros en el tratamiento para
que estos consigan actitudes flexibles, pacientes y tolerantes ante sus alumnos que posean este
transtorno.

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