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Es
una lógica sustantiva. Uno podría pensar que la lógica de Hegel es una lógica del
devenir. Pero en realidad, es una lógica del devenir negativo (es la diferencia respecto
del horizonte aristotélico). Por otro lado, la lógica de Hegel es una lógica ontológica,
que describe algo propio del ser. Por tanto, no es una lógica del discurso, tampoco
proceso de conocer (epistemología) ni del acto de saber (como la lógica trascendental
kantiana). Es una lógica referida de manera inmediata al ser.
Siempre que se han formulado lógicas, el problema que hay, o la preocupación, es dar
cuenta del cambio ¿cómo es que las cosas cambian? Para ubicar esta teoría del cambio
hay que cambiar la concepción aristotélica (desde los griegos hasta los árabes) con la
concepción moderna newtoniana (de newton hasta Einstein) c9n la concepción del
cambio contradictorio y radical de Hegel. Fenoménicamente, las cosas cambian
(cambias los régimenes, las estaciones, el día y la noche).
Con el romanticismo alemán del que es heredero Hegel, de nuevo aparece la idea de
devenir; el movimiento como devenir. En este primer plano, uno podría decir que la
concepción hegeliana vuelve a la concepción aristotélica. Uno podría ir más atrás y
preguntarse ¿por qué el devenir? En la concepción aristotélica la razón por decirlo
de alguna manera del devenir se puede encontrar en la teoría de las cuatro causas
(eficiente, material, formal, final). Le ocurre al ser que está configurado
internamente por estas causas.
En cambio, en la mecánica moderna, el devenir ha sido reducida a movimiento, y la
causa del movimiento se suspende. Descartes es uno de los primeros que
lúcidamente dice para explicar porque las cosas cambias hay que introducir como
hipótesis una cantidad de movimiento que se distribuye.