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Alimentación y ejercicio en los niños.

La obesidad (índice de masa corporal ≥ 30) y el sedentarismo son factores de riesgo


cardiovascular, esto es, factores que aumentan el riesgo de que desarrollemos una enfermedad
cardiovascular como un infarto en el corazón o en el cerebro (ictus), por ejemplo.

Además, esos factores aumentan la probabilidad de que desarrollemos otras enfermedades que
también son factores de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus tipo 2 o la hipertensión
arterial.

Hay factores de riesgo cardiovascular que no son prevenibles, aunque queramos no los podemos
modificar, como la edad que tenemos, nuestro género o nuestra predisposición genética, por eso el
único camino para la prevención es incidir en los factores de riesgo que sí podemos
modificar como fumar, el sedentarismo, sobrepeso, o crear hábitos alimenticios saludables y hacer
deporte desde la infancia.

Esto es algo que deberíamos inculcar a nuestros jugadores desde las categorías de base,
especialmente en Canarias, donde llevamos décadas con las peores cifras de diabetes de toda
España, las peores en enfermedad renal terminal, las segundas en obesidad (sólo por detrás de
Asturias), los hospitales canarios atienden 8 ictus al día y un largo etcétera. Y esto no son cifras
anecdóticas, sino que nos matan, en nuestra comunidad la primera causa de muerte son las
cardiovasculares (28,5%, seguidas del cáncer 27,7% y las respiratorias 14%...según el Instituto
canario de estadística, 2018).

Cuanto antes modifiquemos esos factores de riesgo mediante hábitos de vida saludables como
la ALIMENTACIÓN y EL EJERCICIO, mejor. Y no lo estamos haciendo. La obesidad infantil es
del 20% en Canarias

Los niños obesos tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta. El 56% de los canarios
adultos tiene obesidad o sobrepeso. Todos los integrantes del entorno del jugador deben
concienciarse de que un niño “gordito” NO es sinónimo de bien nutrido.

Un niño obeso tendrá mayor probabilidad en la edad adulta de:

-Muerte prematura.

-Síndrome metabólico: diabetes, hipertensión arterial, colesterol)

-Eventos cardiovasculares: infartos de miocardio, cerebrales, amputaciones, diálisis.

-Varios tipos de Cáncer, algunos muy prevalentes como los de mama, colon o endometrio

-Depresión, baja autoestima, discriminación, trastonos de la conducta alimentaria,


problemas cutáneos, artrosis, menstruaciones irregulares y pubertad precoz en
niñas.

-Problemas respiratorios como SAHOS (síndrome de apneas-hipopneas del sueño)

Por esto nos vamos a implicar tanto como podemos en inculcarles dos buenos hábitos: Ejercicio y
buena alimentación:
EJERCICIO

El ejercicio mejora el desarrollo de los niños, mejora la salud cardiovascular, previene la


hipertensión arterial, disminuye los niveles de LDL (colesterol “malo”) y aumenta los
niveles de HDL (colesterol “bueno”), reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer que
mencionamos antes y otros como el de pulmón, evita la descalcificación de los huesos (mediante
un fenómeno llamado efecto piezoeléctrico por el que la tensión mecánica del ejercicio induce la
mineralización del hueso), mejora calidad del sueño y, por tanto, la capacidad de atención en
clase y en la cancha, tiene beneficios para la salud mental (mejora la autoestima, reduce el
aislamiento social), mejora la flexibilidad articular y la amplitud de movimiento, por tanto
reduce el riesgo de lesiones y, además, nos hace sentir bien (endorfinas).

ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Sobre esto se han escrito libros enteros, así que vamos a dar las pinceladas de lo más básico
que debemos saber para la generalidad:

-Cuanta mayor variedad de alimentos exista en la dieta, mayor garantía de que la


alimentación es equilibrada y de que contiene todos los nutrientes necesarios.

-El 50% - 60% de las calorías deberían venir de los cereales (pan, pasta, arroz, etc.),
las papas y legumbres (hidratos la base de la alimentación),

-Las proteínas deben aportar entre 10%-15% de las calorías, combinando de origen
animal y vegetal.

-Se debe incrementar la ingesta diaria de frutas, verduras y hortalizas hasta alcanzar, al
menos, 400 gr./día. Eso es, consumir, como mínimo, 5 raciones al día.

-Beber entre 1 y 2 L de agua al día.

-Hay un 8% de niños que van sin desayunar a clase en España. Nunca prescindir de
un desayuno completo compuesto por lácteos, cereales (pan, galletas, cereales de
desayuno…) y frutas a las que debería dedicarse entre 15 y 20 minutos de tiempo. De
esta manera, se evita o reduce la necesidad de consumir alimentos menos nutritivos a media
mañana y se mejora el rendimiento físico e intelectual del niño.

Me parece igual O MÁS importante qué NO COMER:

-Evitar azúcares simples como golosinas, dulces, jugos y refrescos.

-Reducir el consumo de sal, de toda procedencia, a menos de 5 g/día, y promover la


utilización de sal yodada.

-Se recomienda que las grasas no superen el 30% de la ingesta diaria, debiendo reducirse
el consumo de grasas saturadas y ácidos grasos.

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