LUXACIONES:

Definición: Una luxación, abartrosis o dislocación es la separación de los extremos de dos

huesos conectados. En el momento de esa separación puede haber daño de ligamentos y
nervios.

Manifestaciones clínicas: Todos estamos familiarizados con este tipo de lesiones, especialmente
con la luxación anterior de hombro, que representa al menos el 50% de las luxaciones de grandes
articulaciones, y reconocemos de forma casi intuitiva los signos y síntomas que, en parte, son
similares a los que vimos en el caso de las fracturas: impotencia funcional completa, dolor agudo,
aumento de volumen o deformidad de la articulación.

Igual que en las fracturas desplazadas, el hueso que se mueve puede dañar tejidos blandos
circundantes, vasos sanguíneos o nervios, provocando respectivamente hemartrosis (sangre dentro
de la cavidad articular) y/o lesión de un nervio.

En el caso de la luxación anterior de hombro observaremos pérdida del contorno y la forma del
hombro y, cuando hay lesión del nervio (nervio axilar), imposibilidad para elevar en abducción el
miembro superior (en abducción quiere decir elevarlo separándolo del cuerpo, un movimiento similar
a “abrir las alas”).

Lo que debemos y lo que NO debemos hacer: Muy similar a lo indicado en caso de las fracturas.

-Debemos aplicar frío local y, si se trata de una articulación en la que sea factible, elevarla. Si por
ejemplo se trata de la mano, en el supuesto de que la dejáramos “colgando” estaríamos favoreciendo
el aumento del edema (haciendo lo contrario de lo que intentamos con la aplicación de frío).

-Inmovilizar la articulación en la misma posición en la que estaba en el momento de la lesión,

nuevamente de forma similar al caso de las fracturas.

-El jugador necesita atención médica.

-NO debemos intentar reducir (recolocar) la luxación.

-NO debemos permitir que el jugador movilice o apoye la zona lesionada.