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ÁREA: SOCIAL
2020
INTRODUCCIÓN
Por tanto, a través de este módulo pretendemos brindar una visión el Liderazgo,
mediante información teórica, lecturas y actividades a resolver. Buscamos de ésta
forma, que a mediano plazo, se comprometan a asumir responsabilidades con sus
organizaciones sindicales de base y adquieran herramientas que les faciliten ser
líderes de éxito.
“… Los líderes consiguen el apoyo; ayuda de todos los que están involucrados
en el proyecto, pero saben que nadie da lo de mejor de sí, cuando se siente
débil, incompetente o aislado…” (Ghandi)
A un líder dirigente social le corresponde una amplia gama de tareas, que debe
desarrollar constantemente, la experiencia que va logrando en su gestión, nos
demuestra que muchas de estas tareas y responsabilidades, las impulsa sin tener
elementos teóricos o de formación académica, más bien, su aprendizaje y
conocimientos, se forma en la práctica, con estilo y gestión propia, diferenciándose
entre cada uno de los líderes.
Para llegar a ser un líder efectivo, lo primero es asumir que podemos mejorar y
necesitamos cambiar algunos aspectos de nuestra conducta y, lo segundo, es tener la
voluntad y la motivación para hacerlo, al reunir ambas condiciones, estamos en la vía
de llegar a ser líderes más efectivos.
Un líder efectivo debe ser capaz de reconocer que en sus prácticas recurrentes hay
incompetencias, y puede ser un mejor líder.
Un líder efectivo es capaz de lograr las metas aprovechando al máximo los recursos
de la organización (trabajo, materiales, recursos humanos).
El verdadero líder viene a ser como una especie de vocero o expresión visible de la
voluntad colectiva. La posición de líder no es ningún privilegio especial del cual
disfrutar, ser líder implica una verdadera responsabilidad, ser creíble a partir del
ejemplo dado.
La relación entre las personas es de influencia mutua. Lo que una persona diga o
haga, en una relación cara a cara, va a influir positiva o negativamente en el o los
otros. Cuando una persona es capaz de influir con sus ideas u opiniones en un
número importante de personas, podemos decir que estamos frente a un líder.
El líder se define como aquella persona que usa poder para lograr sus objetivos.
La materia prima del líder es el poder, entendido como la capacidad de influir en las
personas y en los eventos que las afectan. Así, en cualquier situación o circunstancia
se puede encontrar un líder.
En las diferentes disciplinas sociales se discutió durante muchos años si el líder nace
o se hace. Los distintos estudios tendientes a establecer el carácter “genético” del líder
fueron negativos.
Las investigaciones indican más bien que los líderes se hacen, adquieren una serie
de comportamientos a lo largo de su vida, producto de su interacción y vivencia
familiar, escolar, social.
Cuando se plantea que el líder se hace, se está afirmando, entre otras cosas, que las
personas pueden adquirir habilidades para serlo, pueden capacitarse o formarse. Las
experiencias de vida son también aspectos que pueden ayudar a la generación de
habilidades de liderazgo.
· Habilidad conceptual. Sabe imaginar y fijarse metas de largo plazo, es capaz de ver
la totalidad e una situación más que aspectos puntuales de ella. Es capaz de tener una
visión clara del futuro y de las posibilidades que éste brinda al grupo, organización o
institución que lidera; es asimismo, capaz de tener claros los objetivos que deben guiar
su acción y la de las personas que lidera. Tiene habilidad para organizar y planificar a
largo plazo. (Pensar en grande)
· Habilidad humana. Sabe trabajar con personas, sabe transmitir acertadamente sus
ideas, sabe persuadir, sabe generar equipos de trabajo eficientes. El líder es capaz de
captar la atención de las personas, es capaz de seducir –en el sentido de encantar,
animar, entusiasmar-
Se entenderá por habilidad todo aquello que una persona puede aprender o acerca de
lo cual puede adquirir pericia, teniendo las capacidades físicas o mentales para
lograrlo y que utiliza en distintos ámbitos de su vida. a sus seguidores, muchas
personas sienten que su líder les llega a alma con sus palabras, que las enardece, que
les transmite energía y dinamismo.
A nivel más cotidiano, un buen líder es capaz de captar la simpatía de sus asociados,
es respetuoso en su comunicación con ellos, evita poner en evidencia delante de otros
a los que están funcionando mal, es capaz de comprender a los integrantes de la
organización, sabe cómo estimularlo y alentarlo, le reconoce sus logros y esfuerzos y
puede mostrar las falencias del socio sin que éste se sienta desacreditado o
disminuido en su estima.
c) Tiene ideas o se hace partícipe de ideas que son compartidas por muchos otros.
Es capaz de aglutinar a las personas en torno a ideas y acciones. El líder está atento a
las necesidades e intereses de sus seguidores y puede idear acciones o instancias
que ayuden a satisfacer esos intereses y necesidades; también es capaz de tomar
ideas de otros y elevarlas a la categoría de ideas importantes por las que el grupo, la
institución o la organización deben jugársela.
Vimos que el liderazgo es la capacidad de ejercer poder sobre otros para lograr
determinados objetivos. La posibilidad de ejercer liderazgo está relacionado con la
fuente de poder, es decir de cuál es la instancia de donde proviene la capacidad de
influir del líder.
· Poder personal: Conocido también como poder carismático, poder referente o poder
de personalidad, son habilidades que posee el individuo. Es esa habilidad para
conseguir seguidores en virtud de lo que él es como persona. Se le atribuye
magnetismo personal, una gran fe en sus objetivos y una gran confianza que atrae y
retiene a sus seguidores. Parte importante de su liderazgo se afinca en las emociones
de las personas, hay un deseo de seguirlo.
· Poder legítimo, conocido también como poder de posición o poder oficial, es el que
deriva de la ley, los estatutos o reglamentos. Hay acuerdo social en que existen tales
cargos o puestos que deben ser llenados cumpliendo determinados requisitos.
Ejemplos de este tipo de poder son el cargo de Presidente de la República; el de
Comandante de Unidad; el Presidente de la Junta de Vecinos, etc.
· Poder político, proviene del apoyo de un grupo y deriva de la habilidad del líder para
trabajar con personas y sistemas.
Hay alta interrelación entre los diferentes tipos de poder y el líder: están respaldados
por grupos personas u organizaciones; tienen capacidad de persuadir y convencer;
manejan información relevante respecto a los objetivos que persiguen; por su
trayectoria previa, la sociedad o la organización a la que pertenecen les asigna poder
legítimo.
Todas las personas tenemos una idea sobre cómo es el mundo, sobre cómo funcionan
las cosas y sobre cómo son las personas. Estas ideas son las que nos guían en
nuestro comportamiento, en nuestra manera de comprender la realidad y en nuestra
manera de relacionarnos con los demás.
Ninguna persona, incluidos los líderes, escapa a este hecho. Por ejemplo, podemos
pensar que el hombre debe siempre realizar labores masculinas y que jamás debe
lavar los platos o mudar a la guagua; este pensamiento se basa en la creencia que
“esas son cosas de mujeres”.
Del mismo modo, la forma en que los líderes ejercen el poder sobre otros se basa,
precisamente, en lo que piensan de la gente y en la forma en que la perciben. Si el
líder de una organización comunitaria piensa que los socios son irresponsables, es
muy probable que intente mantener un control estrecho sobre ellos; por el contrario, si
confía en sus capacidades, probablemente permitirá que ellos mismos regulen su
conducta.
Ahora bien, para que un líder pueda comportarse de acuerdo a una de estas dos
concepciones, necesita de gente que responda a cada uno de estos estilos. Esto se
debe al carácter de las relaciones humanas: para funcionar democráticamente se
necesita de gente que esté de acuerdo con esta manera de concebir el mundo; para
funcionar autoritariamente se necesita de gente que esté acostumbrada a ser
dependiente y a que se le diga todo lo que tiene que hacer.
Las personas, cuando se relacionan con otras y según cuál sea la relación, asumen
alguna de estas tres actitudes:
Dependencia: La persona dependiente espera que el otro sepa y diga qué hay que
hacer, cómo se hace, dónde y cuándo. Depende del otro y se convierte en instrumento
del otro. El dependiente se somete al otro.
A. Concepción Autoritaria
La creencia de que las personas, por naturaleza, son flojas y hacen el menor esfuerzo
posible para lograr las cosas, está a la base de esta teoría.
Según esta teoría, las personas dependen completamente de sus líderes y son
incapaces de pensar por su cuenta. Esto hace que necesiten una estrecha vigilancia y
supervisión en todas sus tareas, así como constantes premios y castigos.
En general, los que adhieren a esta teoría, creen que las personas se resisten a
cambiar y prefieren lo conocido y que, desde el nacimiento, son muy difíciles de
cambiar.
Un líder que crea en esta teoría será un líder autoritario, que tendrá mucha dificultad
en delegar tareas y funciones, y que se estará quejando constantemente de la poca
participación de la gente.
B. Concepción Democrática.
Esta teoría postula, además, que la fuerza principal que mantiene a las personas
activas en su trabajo o actividad es el deseo de lograr sus metas personales y
sociales.
El líder que crea en estos principios será un líder democrático, que confiará
plenamente en la gente, los motivará a realizar su trabajo de manera responsable y
autónoma y tolerará que las cosas se demoren un poco más en resultar.
Liderazgo Situacional, debemos tener siempre en cuenta que las organizaciones, los
proyectos, los objetivos y los liderazgos se expresan en contextos, debe considerarse
la posición que se ocupa en dicho contexto, un liderazgo situacional está
permanentemente analizando el espacio que ocupa en el escenario.
4. EL DIRIGENTE Y EL LIDERAZGO
Muchas de las funciones que la ley otorga a los dirigentes de las organizaciones
sociales están directamente relacionadas con el papel que debe realizar un líder en
una institución.
Entre las atribuciones del presidente está la ejecución de los acuerdos de la asamblea.
Ser capaz de ejecutar estos acuerdos implica ser capaz de conducir a los socios de la
organización por un camino que los acerque a sus objetivos, planificar cómo lograrlo,
organizar el trabajo, aunar los esfuerzos de los socios y mantenerlos motivados para
perseverar en sus objetivos.
Esto hace presumir que se espera que los dirigentes sean líderes “naturales” y
democráticos en sus organizaciones. Esto es, que las personas elegidas libremente
por los socios como dirigentes de las organizaciones, influyan por sus méritos sobre el
resto y no por el mero hecho de ocupar un cargo.
4.1. Liderazgo efectivo
Para llegar a ser un líder efectivo, lo primero es asumir que podemos mejorar y que
necesitamos cambiar algunos aspectos de nuestra conducta y, lo segundo, es tener la
voluntad y la motivación para hacerlo. Reuniendo ambas condiciones, estamos en
camino de llegar a ser líderes más efectivos.
Sin duda, todos los líderes quieren ser efectivos, es decir, desean ser capaces de
lograr las metas que se proponen con el menor costo de tiempo y de recursos
materiales y humanos posibles.
Algunas de las características que debe poseer un líder para ser efectivo.
· Usa el poder que tiene con responsabilidad y respeto por los integrantes de la
organización.
· Tiene una clara visión del futuro de su organización y es capaz de transmitirla a los
otros.
Es el momento que veamos, de manera resumida, qué se dice acerca del directorio.
* Rendir cuenta anual a la asamblea del manejo e inversión de los recursos que
integran el patrimonio de la organización.
Los otros miembros del directorio también deben responder ante la ley por el Ejercicio
que sobre la administración de su organización les corresponda. Además, tienen las
siguientes atribuciones y deberes:
· Solicitar al presidente, por la mayoría de sus miembros, que cite a asamblea general
extraordinaria.
· Concurrir con su acuerdo a las materias de su competencia que señale la ley o los
estatutos.
La ley es amplia y no puede establecer cada tarea que el dirigente o los socios deben
realizar en la vida cotidiana de la organización, pero el “término administrar la
organización” deja incluidos todos aquellos aspectos.
Queda claro, sin embargo, que la ley supone corresponsabilidad del directorio en la
administración de la organización y supone colaboración y trabajo colectivo.
b) Las tareas y funciones no explicitadas por la ley
Por eso, sabe exactamente cuáles son los objetivos de la organización y su misión
última e intención a las tareas y actividades en ese sentido. Su aporte implica recordar
los objetivos, proponer acciones, generar los equipos que mejor pueden desarrollar
determinadas tareas.
Es capaz de reconocer cuándo y en qué momento deben participar todos o una parte
de los miembros en las diferentes decisiones. Es capaz de orientar al grupo para
comunicaciones efectivas, para que el grupo respete las decisiones tomadas, y pueda
desarrollar estrategias adecuadas para resolver problemas.
Hay otras funciones que cumple el dirigente, pero consideramos que éstas son las
más importantes para una organización comunitaria democrática.
5. ¿DIRIGENTE O LÍDER?
Cuando una persona es elegida por su organización para ocupar un cargo, recibe
automáticamente la cuota de poder que ese cargo implica. Es lo que en el capítulo
anterior llamamos “poder legítimo”, y decimos que esa persona es un dirigente.
El cargo está definido de acuerdo con las funciones y tareas necesarias para lograr los
objetivos, sin importar si lo va a ocupar Pedro, María o José. Es decir, se espera que
Pedro como dirigente, haga exactamente lo mismo que María, que ya dejó el cargo.
Por lo general, se elige a una persona para que ocupe un cargo porque se le reconoce
alguna capacidad, por ejemplo que tiene desplante, sabe hablar y se las “canta clarito
a los dirigentes”, aunque no se sepa nada más de ella. Se supone que, por esa
capacidad suya, será un buen líder.
Pero hay que recordar que el líder tiene una forma de comportarse especial y distinta
del que no es líder (actúa en forma apropiada a las circunstancias, usa una serie de
habilidades y tiene ideas que otros comparten y por las cuales se unen a él.)
Puede suceder, así, que la persona que sabe hablar y “se las canta clarito” a los
dirigentes, cuando llega a presidente no sabe atar ni desatar respecto a cómo hacer
una reunión, ni cómo planificar, o puede ser poco respetuoso, y así sucesivamente. Es
decir, tiene una característica de liderazgo, pero le faltan otras.
A la inversa, puede haber un miembro de la organización que sabe hacer cosas, que
tiene buenas relaciones con los demás, que tiene ideas importantes respecto de cómo
lograr los objetivos y no es dirigente.
Aspectos importantes que indican si una organización está bien son la participación
activa de sus miembros, y el cumplimiento de metas y tareas planificadas. Estos
aspectos están íntimamente relacionados.
Cuando se buscan las causas de esta crisis, algunas personas señalan que una buena
cuota de responsabilidad la tienen los propios dirigentes sociales, por su actuación
irresponsable o por su estilo de liderazgo. Otras, explican la crisis a partir del desfase
entre las necesidades de los ciudadanos y las características y propósitos de las
organizaciones sociales.
Por su parte, los dirigentes también se quejan, señalan que los miembros de sus
organizaciones son apáticos, cómodos, que descansan en ellos y que, finalmente,
terminan haciendo solos las tareas que debieran ser asumidas por el conjunto.
Es difícil ponerse de acuerdo en quién tiene la razón porque, lo más probable, es que
en todas estas posiciones exista algo de verdad. Sin embargo, aunque no
encontremos la explicación más apropiada, algo podemos hacer para enfrentar este
problema. Un buen punto de partida es que, tanto dirigentes como miembros de la
comunidad, están de acuerdo en que la crisis existe.
Existe una función que juega un rol trascendental en la vida de la organización y que
debe ser asumida por sus dirigentes: desarrollar una misión compartida.
MISIÓN
· Se orienta al futuro.
LIDER?
Además, en este proceso de dinamización ocurre que las personas encuentran mucha
satisfacción en lo que hacen, y que la frustración es menor, aunque los resultados que
se logren no sean los deseados. Es mucho mayor la frustración que se experimenta
cuando se siente o cree que algo que se desea es imposible de alcanzar.
Por otra parte, como el esfuerzo se comparte, hay también beneficios secundarios: la
gente se conoce más, se desarrollan nuevas habilidades y se aprende, con la
experiencia, cómo hacer mejor las cosas.
Existen tres formas básicas con las que el dirigente puede aumentar el compromiso y
el trabajo de los socios de la organización: la obtención de logros reales, animación y
estímulo emocional y, finalmente, la modelación ejemplificadora del dirigente.
Todos los éxitos que se obtengan, grandes o pequeños, estimulan el esfuerzo por
lograr lo deseado.
Para esto es importante que el dirigente planifique con los demás miembros del
directorio las tareas que se debe llevar a cabo, en forma realista y a la vez desafiante.
Cada tarea debe ser definida con claridad, señalando los plazos en que se realizará y
el propósito que tiene (para qué sirve). Es mejor comenzar con tareas pequeñas que
con tareas grandes.
La probabilidad de que una persona emprenda una tarea, por difícil que sea, aumenta
cuando el líder expresa verbalmente su confianza en la capacidad de la persona a
quien se le encarga. Así, se trata de “levantar la moral de las personas”, mediante un
mensaje del dirigente que hace confiar a los socios en sus propias capacidades. Por lo
tanto, se trata de mensajes con una fuerte carga emocional positiva acerca del futuro.
Este tipo de mensajes sirve para aliviar la tensión o, al menos, da la posibilidad de que
la gente exprese sus dudas sobre los posibles resultados de los esfuerzos que se
emprenderán.
- Modelación ejemplificadora:
Los dirigentes son muy visibles para los socios, se notan más que los demás. En este
sentido, ellos pueden usar positivamente esta visibilidad sirviendo de modelo de
comportamiento a los socios.
Un líder audaz, que muestra confianza en sí mismo, activo y respetuoso de los demás,
puede inspirar a otros a actuar de la misma manera. Un líder puede mostrar cómo
hacer una tarea, haciéndola en conjunto con los socios, y no sólo diciendo a los
demás, cómo habría que hacerlo.
BIBLIOGRAFÍA
IMPORTANCIA DE LA ORATORIA
Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la
palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar
la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello,
llama la atención que en los centros escolares y de educación superior no se ponga
especial atención en la enseñanza de la expresión oral. Se nos enseña a leer y a
escribir pero nunca se nos enseña a “hablar” y mucho menos a hacerlo en público y
con las técnicas apropiadas.
Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de
propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos que
también podemos llamar fines, han sido materia de debate desde los tiempos
antiguos. Rememorar la diversidad de opiniones en torno a los fines de la oratoria,
sería caer en una bizantina y fatigosa enumeración; en esencia, casi todas las teorías
coinciden entre sí. La divergencia de opinión suele tener sus orígenes en el tiempo y
en el espacio geográfico en el que le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los
fines de la oratoria:
1. PERSUADIR:
Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las
correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación
para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso
del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan
motivados a comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad
de los receptores, por ello podemos decir que “es la actividad de convencer a nuestros
semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada”.
2. ENSEÑAR:
3. CONMOVER:
4. AGRADAR:
Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un
sentimiento de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se
orienta al campo del sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o vemos
un programa humorístico, sentimos que perdemos todo contacto con la realidad,
reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos agrada o
nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos
románticamente con su voz impostada.
Los especialistas nos dicen que la personalidad es algo que nos individualiza, que nos
hace únicos; jamás han existido dos personas que psíquicamente sean iguales, puede
haber personas que físicamente se parezcan, pero lo que los diferencia siempre, es su
personalidad. Un individuo que ha potenciado plenamente su personalidad, brilla por
su despliegue de iniciativa, seguridad y simpatía. En cambio, aquel que no ha logrado
desarrollar su personalidad, debido a su falta de confianza y seguridad personal,
muchas veces está condenado a fracasar en la vida.
ANOMALÍAS DE LA PERSONALIDAD:
LA PSICOSIS.-
LA ESQUIZOFRENIA.-
Recordemos que “todo está en el estado mental de las personas” como solía decir el
Dr. Christian Barnard, autor de un importante escrito titulado “La oración del éxito”. A
continuación describiremos brevemente cada una de estas actitudes, para decidir
personalmente cuál de ellas nos conviene tener en nuestra mente.
INDEPENDENCIA:
Las personas en cuyas vidas prima esta actitud mental son positivos, dinámicos y
realizan sus acciones sin que nadie se los ordene. Prima en ellos la iniciativa y el
deseo por triunfar. Son extrovertidos, sinceros y dignos de confianza.
DEPENDENCIA:
En las personas que predomina esta actitud, vemos individuos que aún no han logrado
dominar su personalidad, esperan órdenes o motivaciones para iniciar un trabajo. Se
identifican con lo bueno y positivo, pero siempre necesitan de ayuda para triunfar.
CONFORMISMO:
Esta actitud mental hace que las personas vivan estancadas, sin ambiciones y
conformándose con lo poco que han podido obtener en la vida. Si nacieron pobres
piensan que deben morir así. No se esfuerzan por sobresalir ni por triunfar.
MEDIOCRIDAD:
NEGATIVISMO:
Esta es la peor actitud mental que pueda existir en el hombre, hace que las personas
lo vean todo difícil o imposible. Piensan que nada es realizable y lo peor, viven
contagiando sus negras ideas a los demás. Son una especie de muertos en vida, que
nunca triunfarán.
2. EL MIEDO ORATORIO
El gran enemigo del orador –dice Loprete- es el temor o miedo al público; éste paraliza
la lengua, seca la boca y la garganta, produce transpiración, engendra movimientos
torpes del cuerpo (brazos y piernas), traba la articulación, la voz y lo que es peor,
obnubila la mente. El miedo se origina en un estado físico de nerviosidad patológica;
es un complejo de inferioridad permanente o transitorio, es una sobrestimación
excesiva del propio yo, que lo torna sumamente celoso e intolerante con el mínimo
fracaso.
LA VOZ HUMANA
1. LA VOZ HUMANA:
Para hablar en público –como dice el Dr. Loprete -, lo ideal sería tener “una voz
expedita, llena, suave, flexible, sana, dulce, amable, clara, limpia, penetrante y que
dure en los oídos”. La voz humana –según los especialistas- debe tener las siguientes
características:
Tono:
Timbre:
Cantidad:
Es la duración del sonido. Según la cantidad, los sonidos pueden ser largos o breves,
con toda la gama intermedia de semilargos, semibreves, etc. La cantidad suele
depender, en general, de las características de cada idioma, de los hábitos lingüísticos
de las regiones o países, de la psicología del habitante, etc.
Intensidad:
Es la mayor o menor fuerza con que se produce la voz. Hay voces fuertes y voces
débiles. En fonética, se denomina acento al conjunto de los anteriores elementos, cuya
combinación especial en cada idioma, en cada región de un mismo idioma y aun en
cada individuo, da a ese idioma o habla una característica distintiva.
2. LA RESPIRACIÓN
A decir de los especialistas, existen dos tipos de respiración; una llamada “clavicular” y
la otra “diafragmática” o “abdominal”. La primera es la que realizamos cuando
levantamos los hombros e hinchamos la caja toráxica para inhalar la mayor cantidad
posible de aire, esta respiración es buena para practicar deportes, más no así para la
oratoria. En cambio, la segunda, si es apta para la oratoria pues permite inspirar más
aire y utilizar el diafragma al momento de hablar, en líneas posteriores explicaremos
brevemente sus características más saltantes.
LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA.
La respiración diafragmática es la que consiste en tomar aire sin levantar los hombros
y llevarlo a la parte inferior de los pulmones; ahí se encuentran las costillas flotantes
que por ser movibles permiten el ingreso de mayor cantidad de aire y por consiguiente
poder hablar más. A continuación brindamos un método sencillo para aprender a
respirar diafragmáticamente:
1. Con los dedos índice y pulgar toque las últimas costillas de ambos lados de su
cuerpo.
2. Inspire lenta y profundamente sin levantar los hombros tratando de llevar el aire a la
parte inferior de los pulmones.
4. Su voz debe salir al compás del aire expirado; si habla fuerte, hará presión en el
diafragma; si habla despacio, distenderá el diafragma.
5. Recuerde, mientras más aire inspire más tiempo y fuerza tendrá para hablar.
Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad sin fatigar el aparato de
fonación y sin el peligro de quedar afónicos. Inicialmente, este ejercicio de respiración
diafragmática puede hacerse también acostado sobre la cama, practíquelo de la
siguiente manera:
• “Antes de levantarse por la mañana, quite la almohada y recostado a lo largo de su
espalda coloque una mano en las costillas bajas y la otra ligeramente sobre el
abdomen. Relájese. Descanse todo su cuerpo en la cama. Ahora, inhale a través de
las ventanas de la nariz; lenta, pausada y profundamente, mientras cuenta
mentalmente: uno, dos, tres, cuatro, etc.
• Mientras inhala, advierta: (a) el abdomen gradualmente se expande, (b) los lados se
extienden a través de la expansión de las costillas inferiores, (c) el pecho se levanta
mientras inhala. Los hombros no se levantan. Guarde la respiración mientras cuenta
mentalmente hasta cuatro (cuatro segundos), luego deje salir el aire de pronto y
advierta la caída del abdomen y el pecho inferior. Recuerde, la inspiración debe ser
lenta y profunda, la expiración súbita y completa”.
DIAFRAGMA Y RESPIRACIÓN:
3. LA IMPOSTACIÓN DE LA VOZ.
Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada,
es decir, colocada correctamente. Impostar es fijar la voz en las cuerdas vocales para
emitir el sonido en su plenitud sin vacilación, ni temblor. Cuando no lo está, se habla
con esfuerzo y se producen trastornos que el orador debe evitar. Hablar con la voz
impostada es hablar sin esfuerzo, con naturalidad, aprovechando al máximo las
condiciones fisiológicas del aparato de fonación.
IMPOSTACION VOCAL
La impostación vocal se utiliza tanto en el canto como en la oratoria, ella permite fijar
la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni
temblor. En la foto, Los tres tenores; Luciano Pavarotti (a la derecha), Plácido
Domingo (a la izquierda) y José Carreras (en el centro). Encarta ® 2005.
El Dr. Loprete, a quien pertenece la mayoría de ideas vertidas en el presente capítulo,
manifiesta que hay tres elementos determinantes de la voz humana: el organismo, el
ambiente y la personalidad.
Impostar la voz es colocar nuestro timbre (matiz personal de la voz) de acuerdo a los
requerimientos del auditorio. Nos permite adoptar nuestro propio timbre de voz y
hablar sin fatiga durante un largo período. Es necesario conocer la amplitud de nuestra
voz en tres niveles: agudo, medio y grave a través del siguiente método:
3. De esas emisiones, escoger la que resulte más fácil de expresar y la que es más
vibrante.
4. Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite
alrededor de esa nota.
5. Trate de evitar las desviaciones, que, a causa de su amplia escala, generan riesgos
más extremos.
LA VELOCIDAD:
En íntima relación con la rapidez y duración de un discurso –según Loprete- están las
pausas. Estas se anuncian en lo escrito por los signos de puntuación y en el discurso
oral, por la duración relativa del silencio. En el discurso leído, las pausas se hacen
normalmente en mayor número que los signos escritos. Deben aprovecharse en todos
los casos para aspirar aire. Las pausas no deben ser largas, deben guardar relación
con los signos que normalmente se respetarían en una lectura.
Las pausas se utilizan para separar los grupos naturales de ideas de un párrafo, para
anticipar palabras, frases o ideas que deseamos destacar y para meditar lo que se va
a decir a continuación en el último caso, el oyente no deberá notar esta estratagema.
Existe por ejemplo la fórmula 7 – 7 que consiste en pronunciar siete palabras y hacer
una pausa, otras siete palabras y otra pausa. Pero existen oradores que hacen pausas
largas con cada dos o tres palabras pronunciadas, convirtiendo su discurso en un
monumento a la desesperación y al aburrimiento.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
La voz, es un valioso aliado que debemos utilizar con propiedad para que nuestras
alocuciones resulten exitosas y satisfactorias, en ese sentido debemos tener presente
las siguientes recomendaciones:
Sean cuales fueran las tareas específicas que el orador deba realizar en una
disertación y aunque muchas de ellas puedan parecer mecánicas o rutinarias, no
puede pasarse por alto la importancia de la posición que ocupa como comunicador
social y/o líder de opinión. Por ello, en el orador no sólo se valora la aptitud para el
desempeño de las funciones como expositor sino también la idoneidad a través de una
serie de cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador de éxito y que a
continuación presentamos.
1° CUALIDADES FÍSICAS:
Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra
que sea hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de
pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya
un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás.
El aseo personal:
El vestido:
Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental
positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental
negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo deseado. Estas
actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras
acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud
mental positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo;
ello se logra a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de
respiración y de relajamiento.
Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá
realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo
indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al
médico para un chequeo general y evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto
estresante, conlleva a padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al
ser mal curadas, pueden convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una
buena dieta con ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades
psicosomáticas.
2° CUALIDADES INTELECTUALES:
Memoria:
Imaginación:
Sensibilidad:
Iniciativa:
Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo
diga, ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u
obrar, es una cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para
alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente
siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no
podemos confiar sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas;
sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretización.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
• Al hablar de pie el cuerpo debe mantenerse erguido, sin rigidez; el pie derecho debe
permanecer delante del izquierdo para facilitar el movimiento fácil del brazo derecho.
• El peso del cuerpo debe descansar sobre ambos pies, tanto para evitar el cansancio
como para trasmitir equilibrio.
• El cuello no debe estirarse, las piernas y los brazos no deben estar pegados ni muy
abiertos.
• El cuerpo puede adelantarse de vez en cuando hacia adelante y hacia atrás, pero no
abusar de estos movimientos.
• Los brazos y manos deben estar en actitud apropiada, nunca en posición inadecuada
o que parezca ridícula.
• Conviene desplazarse con naturalidad y elegancia, sin rapidez –que denota
nerviosismo- ni lentitud –que denota timidez-.
• Al subir o bajar del estrado; no producir una impresión desagradable, hacerlo con
sencillez, paso firme y seguro
• Al ubicarse, hacerlo en el centro del escenario mirando al centro de la sala y
situándose lo más cerca posible del auditorio,
• No moverse mucho en el estrado de adelante hacia atrás o hacia los costados, es
decir, no parecer un péndulo.
• Tampoco es conveniente caminar de un lado a otro, como paseándose, el público se
cansará de seguirlo con la mirada.
• Cuando deba pronunciar su discurso sentado; tener el cuerpo derecho, no volcado
sobre la mesa, ni tendido hacia atrás.
• En la posición sentada el cuerpo debe permanecer recto, las piernas sin cruzar,
separadas ligeramente una de otra.
• Ubíquese en el centro del escenario con los talones juntos y las puntas de los pies
ligeramente separadas.
• Mantenga el cuerpo erguido, levante ligeramente la barbilla, ello le dará un aire de
seguridad personal.
• Las manos mantenerlas juntas a la altura del abdomen: puede ser con los dedos
entrelazados, la yema de los dedos juntos o en forma de bóveda (estrechadas).
• Cuando haga uso de los ademanes separe las manos de la posición inicial y realice
sus ademanes, luego, que las manos regresen a su posición inicial.
• No se coja nerviosamente las manos ni los dedos, mantenga sus manos quietas a la
altura del ombligo.
• No se desplace por el escenario como “león enjaulado”, usted puede caminar pero
deténgase al momento de hablar.
1. EL DISCURSO
Leído:
Cuando el orador trae el texto escrito y procede a su lectura delante del auditorio. Se
usa en ceremonias y actos protocolares, donde lo que se tiene que decir no admite
errores ni improvisaciones. En el campo social (cumpleaños, aniversarios, etc.) su uso
esta vedado.
EL DISCURSO LEÍDO:
George Bush (padre), presidente de los Estados Unidos aparece aquí (1992) leyendo
un discurso al pueblo norteamericano. Biblioteca de Consulta Microsoft ® 2005.
Memorizado:
Llamado también discurso recitado pues el orador lo aprende de memoria -párrafo por
párrafo- y luego lo recita ante el público. Con esta modalidad corremos el riesgo de
olvidarnos todo el discurso o parte de él, lo cual resultaría bochornoso, no lo
recomendamos.
Espontáneo:
Implica exponer un tema de forma “improvisada”, vívida y con palabras propias del
léxico del expositor. Es un discurso “natural” pues el orador no se sujeta a un libreto
establecido sino a un esquema genérico del discurso para no perder la ilación de sus
pensamientos.
Mixto:
DISCURSO ESPONTÁNEO:
El discurso, según el ámbito en que toque disertarlo o el grupo al que esta dirigido,
obedece a diferentes esquemas o partes -como se verá en los capítulos siguientes-,
pero, para efectos de un discurso de corte genérico podemos decir que consta de tres
partes bien definidas, cada una de ellas con sus propias características y ligadas
intrínsecamente la una con la otra para lograr el cometido esperado.
1° INTRODUCCIÓN:
Es el inicio del discurso, sirve para motivar la atención del público hacía las palabras
del orador y para dar a conocer, brevemente, en que consistirá el tema a tratarse y los
objetivos que se esperan alcanzar. Pueden utilizarse hasta cinco formas diferentes de
introducción, cada una de ellas según el público y la ocasión en que toque
pronunciarlas:
Fraseológico:
Puede iniciarse mencionando una frase célebre, un poema, las letras de una canción o
un pasaje bíblico que tenga relación con el tema a tratarse. Por ejemplo, para un
discurso sobre "El éxito" se puede iniciar diciendo: Señores, como decía el Dr. Cristian
Barnard, "El éxito comienza con la voluntad del hombre... piensa que puedes y
podrás,… todo esta en el estado mental del hombre".
Anecdótico:
El público es un grupo de personas que siempre muestran curiosidad por conocer algo
peculiar sobre el expositor o sobre el tema que se esta presentando. Contar una
anécdota de nuestra vida o sobre otra persona suele cautivar la atención de los
oyentes. Por ejemplo: “Amigos, quiero contarles lo que me ocurrió la noche en que, en
vez de besar a mi esposa bese a su hermana gemela, ese día yo estaba…”
Humorístico:
También es válido contar un chiste u ocurrencia graciosa que tenga relación con el
tema. No siempre los discursos tienen que ser serios o aburridos, la jocosidad le pone
la chispa de vida a la exposición y evita que el público se canse o se aburra. Ejemplo:
"¿Mamá, las pasas vuelan?" No hijito, ¿porque? "¡Ah... entonces me comí una
mosca!"
Interrogativo:
Teatralizado:
Es una forma efectiva de llamar la atención del público y comunicarle el tema que
vamos a exponer. Se hace uso de la mímica, expresividad corporal y mucho ingenio.
Por ejemplo, salir al frente y soltar un vaso de vidrio al suelo; éste se hará añicos pero
nos dará pie para hablar, por ejemplo, de la Ley de la gravedad, sobre la destrucción
del mundo o sobre cualquier otro tema relacionado.
2° DESARROLLO.-
Es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central de forma
clara y detallada. En el desarrollo se explican los argumentos en los que se basa
nuestra teoría o hipótesis, también sirve para refutar las ideas, ejemplificar una
demostración y adoptar una posición académica especifica. Algunas recomendaciones
dignas de tenerse en cuenta en el desarrollo del discurso son las siguientes:
• Citar ejemplos, anécdotas, cifras y/o casos reales relacionados con el tema para
hacerlo más didáctico.
Otras recomendaciones que nos brindan los especialistas son las siguientes:
3° CONCLUSIÓN
La conclusión es la parte final del discurso, en ella el orador hace un breve resumen
de lo tratado, mencionando los puntos más importantes de la exposición o realizando
recomendaciones que se desprenden del tema central. La conclusión es un elemento
estratégico pues lo que se dice queda sonando en los oídos del público y tiene mayor
probabilidad de quedar en la memoria. Para efectos de conclusión y/o despedida,
recomendamos las siguientes 05 formulas:
Fraseológico:
Esta es una forma de conclusión que tiene por objeto dejar motivados a los oyentes a
través de su participación activa y “cantada”. Por ejemplo: _ "Y ya para terminar,
queridos amigos: ¡Viva la oratoria!” _ ¡Viva! -contesta el público. _ “¡Viva el éxito!”
_¡Viva! –vuelven a contestar los oyentes.
En esta modalidad el orador hace una serie de preguntas al auditorio para que le
contesten a través de un “Si” o un “No”. Las preguntas deben ser siempre de corte
positivo. Por ejemplo: _ Señores, ¡¿somos los mejores?! _ ¡Si! -responde el público.
¡¿Somos triunfadores?! _ ¡Si! -vuelve a contestar el auditorio.
Por agradecimiento:
El orador culmina su exposición agradeciendo a los organizadores, auspiciadores,
público presente y algunas veces a los oradores que lo antecedieron. Ejemplo: _ "Y
para culminar quiero expresar mi agradecimiento a la Cámara de Comercio por haber
permitido mi presencia esta noche... Hasta pronto"
Mixto: