EDUCACIÓN, VIRTUALIDAD Y ALTERNACIA EN LA ERA DE LA PANDEMIA

CIPAS LOS ACADÉMICOS

INTEGRANTES CÓDIGO

ANDREA LUCIA MORA MUÑOZ 085151792018

JULIETH ALEXANDRA RUEDA PACHECO 085150012018

KITTY ALEJANDRA CADENA GARZÓN 0851501102018

JHON JAMES MOTATO GONZÁLEZ 085150142018

PRESENTADO A:
MG ANDRÉS FELIPE SANABRIA

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

LICENCIATURA EN LITERATURA Y LENGUA CASTELLANA- SEXTO

SEMESTRE

PRÁCTICA

BOGOTÁ D.C
AÑO 2021
 EDUCACIÓN, VIRTUALIDAD Y ALTERNACIA EN LA ERA DE LA PANDEMIA

“El aula puede ser su campo de batalla o su parque de juegos. Y deben

saber quiénes son…Frank McCourt El profesor

Un campo de batalla donde la historia de luchas empezó muchos años atrás de

este relato que hoy nos trae acá… y ¿por qué este relato lo empiezo un año
atrás? Porque fue el año en que la educación, los maestros, el sistema y yo
cambié. El año en el que sencillamente el mundo se detuvo…así empezó el año
escolar como uno más en la vida de todos los docentes con ganas de tener un
nuevo reto, una nueva oportunidad y un nuevo comenzar. Para algunos hasta
nuevo trabajo, como era mi caso, el colegio donde todos querían trabajar al menos
en este sector y donde una casualidad de la vida me llevó. Expectativas puestas
en todo aquello que es un nuevo ciclo escolar… un nuevo grupo, nuevos
compañeros con toda la actitud y de ver las repisas con los conocimientos de
aquel 2020. ¿Quién nos diría que no sería así? Porque, aunque fueron pocos los
días, si se logró llegar a tener los cientos de planes en nuestra mente, el día del
idioma, el quijote de la mancha, las izadas de bandera y saber qué tantos talentos
ocultos tienen el niño que está en silencio en el salón.

Estando un día normal se escuchaba en las noticas un tal coronavirus, se veía tan
lejano y distante que pasa como en los relatos de las novelas “eso le pasa a los
demás, pero no a mí”. Y claro como Colombia es “el país del sagrado corazón”, de
la fé en la política y de comer tamales en las elecciones qué nos va a tocar a
nosotros ese tema, además seguramente como hemos crecido apunta de jugo de
guayaba y con lo que se toma como la calle, seguro y a nosotros ni nos da y
menos como en Europa vamos a cerrar los colegios, si es que exageran con
todo… los pensamientos y melancolía queriendo pensar que esas palabras dichas
en el mes de febrero más tarde iban a ser la historia del año lectivo 2020 y 2021.El
lunes siguiente clases suspendidas mientras nos pedían pasar todos los
conceptos de educación a la virtualidad, y si vivimos en la era de la tecnología si
es que tener un celular de alta gama es vivir en esta era, porque a decir verdad la
tecnología dista mucho de lo que realmente se cree que se es.
En la universidad recuerdo la materia de tics, pero en el pensum no me dijeron
como hacer clases virtuales o deja el aula y aprende a usar meet, classroom,
Edmodo y el correo electrónico simultáneamente, a porque profe ustedes pueden
hacerlo y pensar como pasar de tener un objetivo practico a la virtualidad. Noches
enteras pensadas ¿los DBA y los lineamientos del ministerio si se pueden llevar a
todos por igual? Ah, pero antes de eso todos mis niños si tiene conectividad es
más si tienen un computador y una conexión para esto, así fue el primer mes de
adaptabilidad del modelo educativo aprender en casa, no podía yo del todo porque
cuesta, cuesta aprender en un curso extra rápido de menos de dos semanas para
aprender a usar el aula virtual. En ese mismo ínstate vienen las oleadas de
creatividad de pedagogía y de dinamismo, pero la didáctica ahora hecha pantalla.
Un plan de aula y unos proyectos para seguir ¿somos los mismos? evidentemente
no, pero si en el fondo solo esta pantalla me va a permitir llegar al final con cada
uno de ellos, y todas las teorías aprendidas para ser puestas en práctica en lo
presencial pasan a ser un mito o sencillamente el recuerdo de lo que ahora ya no
fue y lo que tanto anhelamos tener.

Los niños de mi grupo se convirtieron en círculos con letras de colores y sus

rostros que me acompañaron por dos meses poco a poco se difuminaban en la
mente y los planes de un grado que no llegó…el Liceo Moderno León Báez se
volvió una pantalla en mi casa y las aulas se transformaron en un enlace de meet.

Planeaciones virtuales, estrategias virtuales clase virtual hasta eso de usar la

repisa virtual se volvió un reto o eso de compartir pantalla, entonces ahora los
formatos, las planillas y la educación es así… eso sí el horario de salida ya no era
las tres o si las tres… pero de la mañana, luego de calificar los 600 archivos, que
llegaban únicamente a mi correo y luego a la plataforma. Frases que poco a poco
se familiarizaron: “profe y para que leemos todo eso”, “profe y toca hacerlo a
mano”, “profe no tengo internet” o “profe en mi casa está el COVID”. Es en ese
momento que siento impotencia por no poder estar al lado de cada uno de ellos
para dar una voz de consuelo.
Los videos y el contar por medio de ellos estos relatos trabajados, los cuentos o
los personajes legendarios de Bogotá me mostró como maestra que, aunque la
distancia nos pusiera miles de problemas, también era una herramienta para
aprovechar. Claro que también estaba la otra cara de la moneda quien no tenía
como conectarse o quien sencillamente no quería, o no contaba con algo y era
que el cambio de año traería nuevas experiencias, nuevos retos y el anhelo de
verlos de nuevo, los risueños terceros quien no conocía y son los 53 terremotos de
un cuarto que preguntar es su mejor arma ante la distancia… los quintos quienes
dejaron de ser los inquietos de cuarto para convertirse en los grandes de la
primaria unos críticos llenos de ganas de aprender con preguntas tales ¿Cómo por
qué murió Neruda? ¿por qué los libros son solo para los inteligentes? O
sencillamente continuidad de un cuento hoy conocido para todos los que estamos
acá una caperucita roja… los sextos mis niños que por azares del destino sigo
viendo en el aula, pero no como su orientadora, en cambio recibo un sexto los
cuales hasta hace un mes eran círculos o cara detrás de una cámara, y hoy tengo
la fortuna de poder abrazar saltándome los protocolos, pero por un profe por fin
juntos. Un 2021 con un poco menos de miedo, un poco más sabios y ante la
cuarta etapa de este nuevo sistema educativo, la alternancia, volver a ver sus
caritas y las aulas llenas es una alegría que solo los que somos maestros
sabemos lo que es, ahora la pantalla compartida para los de aula, pero para los de
casa y sobre todo en la compañía de un personaje que también conocemos acá el
incomparable Chuy, un títere del que posiblemente en otras partes de este relato
contaremos quien es…

La historia de la alternancia del León Báez hasta ahora comienza al lado de Chuy
y de estos dos grados Quintos quienes más que yo serán los protagonistas de la
práctica que hoy no me tiene como observadora si no como parte activa del
proceso educativo…

Kitty Alejandra Cadena –

Docente observada
Percepciones del CIPAS Los Académicos alrededor del relato de la profesora
Alejandra Cadena

La observación, entendida como el método de recolección de datos, en el cual se

recopila y se registra sistemáticamente información acerca de algún hecho, objeto
o fenómeno está normalmente enfocada en objetivos y criterios que seguramente
dan respuestas a muchas preguntas, pero ¿qué pasa cuando surgen respuestas a
preguntas que no nos habíamos planteado?,¿Qué sucede cuando aún teniendo
todo planeado algo se sale del libreto? son incontables los momentos en que en la
escuela y concretamente en el aula estas preguntas nos han embargado y han
dado pie a situaciones que no teníamos “fríamente calculadas”.

Como grupo de trabajo, el CIPAS los académicos ha realizado a lo largo de los

semestres diferentes procesos de observación en instituciones y docentes, los
cuales nos han brindado la posibilidad de realizar un acercamiento al aula y un
contraste entre la teoría y la práctica. Esta vez, en sexto semestre de la carrera de
literatura y lengua castellana, también realizamos observaciones, pero con la
particularidad de que la docente observada hace parte de nuestro grupo de
trabajo. Algo que aunque es diferente a los procesos realizados anteriormente,
nos ofrece un contraste particular entre la formación y el ejercicio docente, y entre
el ser docente observado y estudiante observador.

De acuerdo a lo anterior, hablamos entonces de la profesora Kitty Alejandra

Cadena Garzón, maestra de lengua castellana del colegio Liceo Moderno León
Baez, institución ubicada en la localidad de Kennedy, en la ciudad de Bogotá. Allí
la profesora orienta clases de español en los cursos cuarto, quinto y sexto desde
hace aproximadamente un año y medio, tiempo que además de brindar los
insumos suficientes para un proceso de observación enfocado en estrategias de
clase, objetivos, procesos, contenidos y materiales, ha ofrecido también algo en lo
que quisimos enfatizar este primer acercamiento, y es todo aquello que podría
entenderse como “contexto”, pero que no es más que la realidad nacional, social,
familiar y personal que va más allá del aula y sobresale en medio de lo académico.
Continuando, evidentemente hacemos referencia a la situación de pandemia que
atraviesa el mundo actual y de la que nuestro país no ha estado exento, un
momento de la historia que marcará un antes y un después en nuestras vidas, y
aterrizándolo a lo que nos compete, en la educación. Lo anterior, sin duda ha
influido en la docente Alejandra, pues los procesos académicos, las estrategias, y
hasta el aula tuvieron un cambio de la noche a la mañana, y como ella misma lo
describe, el ruido y las risas de los estudiantes pasó a ser silencio y timidez tras
una pantalla, o viceversa en algunos casos, aquellas tímidas personalidades
explotaron sus talentos al no sentir la presión de unas miradas, y llegó ese
momento donde quizá todo aquello que la docente había estudiado en la
universidad no tenía que ver mucho con esta “nueva realidad”.

Si empezamos por los objetivos, más que el objetivo de la clase, importaba si

había si quiera clase, más que la herramienta o plataforma de conexión había que
empezar por saber si había posibilidad de conexión, más que explicar temáticas y
contenidos había que explicar primero que afuera había un monstruo que no nos
dejaba ni a pequeños ni a grandes ir a ningún lado y ¿cómo decirles a los niños
que en el salón ya no había amigos? O que si los había después de decir
“presente” se quedaban dormidos.

Es aquí donde aparece el fiel escudero de nuestra enquijotada profesora

Alejandra, el famoso “Chuy”, el compañero de mil batallas, aquel que seguramente
también fue testigo de planeaciones, de lecturas, de libros de literatura propuestos
para llevar a cabo procesos de lectura, de evaluaciones y actividades y de tantas
cosas con las que seguro a lo largo de próximas observaciones nos ayudará a
construir relatos, unos quizá más estructurados y si se quiere no tan románticos
como estos de hoy, unos más centrados en objetivos de observación , en postura
crítica y análisis, pero que no demeritan estos que hacemos hoy, donde no se
pudo tapar con un dedo el sol, y donde la docente Alejandra y su labor nos
enseñan que antes de plantear objetivos académicos hay que pensar en objetivos
humanos y que sea tras una pantalla o ya con unos pocos en el aula, la literatura
puede ser tu mano derecha y un as bajo la manga.