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ESPIRITUALIDAD:

MARIA
EN
SAN FRANCISCO
DE ASIS

Fray Israel Rodriguez, ofm


Devocion a Maria Santisima

Mucho se ha sabido hablar del amor de San


Francisco a Maria. Por testimonios undnimes de
sus bidgrafos, se sabe que Francisco era un devoto
de la Virgen. Su piedad Mariana no era producto
de la ciencia de los libros, sino de la oracidén y la
meditacién cada vez mas profunda del misterio de
Maria y del puesto excepcional que ella ocupa en
la obra de la salvacion.
Maria y Cristo

Puesto que la Encarnacion del hijo de


Dios constituia el fundamento de toda su
vida espiritual, a lo largo de su vida se
esforzO con toda diligencia en seguir en
todo las huellas del verbo encarnado,
debia mostrar un amor agradecido a la
mujer que no solo nos trajo a Dios en
forma humana, sino que hizo «hermano
nuestro al Senor de la majestad».
Francisco expresa una gratitud a
la Madre de Dios en su gran Credo,
cuando, al proclamar las obras de
salvacion, dice: «... Por el Santo
amor con que nos amaste, quisiste
que él, verdadero Dios y verdadero
hombre, naciera de la gloriosa
siempre Virgen beatisima Santa
Maria» (cf. IR 23, 1-3.)
Maria y la Santisima Trinidad

El misterio de la maternidad divina eleva a


Maria sobre todas las demas criaturas y la coloca
en una relacién vital unica con la Santisima
Trinidad. Francisco lo comprendié muy bien.
Jamas brota de sus labios una alabanza de Maria
que no sea al mismo tiempo alabanza de Dios, Uno y
Trino, él escogid con preferencia a toda otra criatura
y la colmoé de gracia: «jSalve!, Senora, Santa Reina,
Santa Madre de Dios, Maria, Virgen hecha Iglesia, elegida
por el Santisimo Padre del cielo, consagrada por él con su
Santisimo Hijo amado, El Espiritu Santo pardclito...» (cf.
SalVM 1-3; OfP 1-2)
Maria y el plan de la salvacion

Siendo Maria la Madre de Jesus,


Francisco la honraba especialmente como
«Madre de toda bondad)» (cf. 1C 21). Fue lo
que le indujo a establecerse junto a la ermita
de la Madre de Dios en la porcitincula. Todo
lo esperaba de su bondad. «Después de
Cristo, depositaba principalmente en ella su
confianza» (cf. LM 9,3). Seguin esta profunda
frase De San Buenaventura, Francisco
concibio y dio a luz el espiritu de la verdad
evangélica en esta iglesita de la Madre de la
misericordia.
Lo que se realiz6 en la maternidad de Maria
para la salvacion del mundo se prolonga en los
corazones de los fieles, la realizaci6n de la obra de
la salvacién y su transmisiOn tiene como fin hacer
visible en el misterio de la Encarnacion. (cf. Cta F,
4: bR 235.3; 2@ae3)
Maria, la Seflora pobre

Francisco no se limita a contemplar las


relaciones intimas de la vida cristiana con
la vida de Maria. Francisco destaca en
primer lugar su maternidad divina, y,
como consecuencia de ella, subraya
fuertemente otro titulo de gloria de
Maria: es para él «la sefiora pobre» (cf. 2C
83: era
Maria, protectora de la orden

San Buenaventura cuenta que, en los


primeros ahfios después de su conversion,
Francisco vivia a gusto en la Porcitincula, la
Iglesia de la Virgen Madre de Dios, y le
pedia en sus fervorosas oraciones que fuera
para él una abogada llena de misericordia.
Poniendo en ella toda su confianza, «la
constituyO abogada suya y de todos sus
hermanos» (cf. LM 9, 3; Tes. 3)
Vivencia de la piedad Mariana

Las biografias destacan con acentos particulares la


predileccién de Francisco por los lugares marianos. El
mas significativo e importante para la vida futura de
Francisco y su orden fue la ermita de Santa Maria de
Los Angeles, la Porcitincula. Francisco lIleno de
confianza llevé6 a sus doce primeros hermanos a esta
Iglesia, «con el fin de que alli donde, por los méritos
de la Madre de Dios, habia tenido su origen la orden
de los menores, recibiera también un renovado
incremento» (cf. LM 4, 5).
Francisco durante toda su vida y hasta su
muerte, se vio vinculado en esta casa a la
que se mostraba profundamente
agradecido con la Madre de Dios. Por otro
lado, de todas las fiestas de la Virgen Maria
Francisco tenia una predileccién por la
Asuncion de Maria ya que acostumbraba a
ayunar durante cuarenta dias antes de la
fiesta.
Conclusiones

La piedad Mariana de _ Francisco,


acuhada en muchos detalles por la
corriente de la tradicidén cristiana, pero
nacida especialmente en la espiritualidad
de este gran Santo, fue recogida
habitualmente por su orden, y transmitida
a través de los siglos.
Desde una hermenéutica Maria es:

¢ Mujer de este mundo y de este siglo

e Sefiora pero cercana


santisimo PADRE We e Mas madre que reina
— cual Consas!1
“S oe santisimo™D e Enteramente fiel

ro, ESPIRIT e Vaso comunicador de los hombres

asracia
T yV tod bien...»
ESP{RITU rancisco de Asis
YVIDA
espirituyvidaofm © e..
BIBLIOGRAFIA

© ESSER, K., «Capitulo X. Devoci6n a Maria Santisima» en: Temas espirituales, Col. 9,
Editorial Franciscana Aranzazu, Burgos, 1980, p.p. 281-309.

© PERIS, M. Pilar, «Maria Santisima en Francisco de Asis» en: Cuadernillos Franciscanos.


Vision franciscana de la mujerN. 134, CEFEPAL, Chile, 2001, p.p. 101-107.

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