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¿ODIAMOS LA MALDAD?

Heb 1:9 Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te
ha ungido con aceite de alegría, exaltándote por encima de tus
compañeros.»
1. ¿Qué clase de amor indico Jesús a sus discípulos que deberían
demostrar?
EN CIERTA ocasión, Jesús indico a sus discípulos cual debía ser la cualidad
más importante para ellos:
(Juan 13:34, 35).
Jua 13:34 »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los
otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a
los otros.
Jua 13:35 De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman
los unos a los otros.
Con estas palabras les estaba mandando que se demostraran mutuamente
amor abnegado, un amor que los identificaría como sus verdaderos
seguidores.
Yen otra ocasión también los exhorto: “Continúen amando a sus enemigos y
orando por los que los persiguen”
(Mat. 5:44 - 48).
Mat 5:44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los
persiguen,[l]
Mat 5:45 para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que
salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.
Mat 5:46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué
recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de
impuestos?
Mat 5:47 Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen
ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles?
Mat 5:48 Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
2. ¿Qué debemos odiar los Hijos de Dios?
2 Pero Jesús no solo enseño a sus discípulos lo que debían amar, sino
también lo que tenían que odiar.
Una profecía dijo lo siguiente sobre Cristo:
(Heb. 1:9)
Heb 1:9 Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te
ha ungido con aceite de alegría, exaltándote por encima de tus
compañeros.»
(Sal. 45:7).
Sal 45:7 Tú amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios te escogió a ti
y no a tus compañeros, ¡tú Dios te ungió con perfume de alegría!
Su ejemplo nos muestra que, además de cultivar amor por la justicia,
tenemos que cobrarle odio al pecado, a todo lo que está en contra de la ley
de Jehová.
Cabe señalar que el apóstol Juan dijo claramente:
(1 Juan 3:4).
1Jn 3:4 Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el
pecado es transgresión de la ley.

3. ¿Qué cuatro campos en los que debemos manifestar odio por la maldad
vamos a analizar?
3 Cada Hijo de Dios hace bien en preguntarse:
“¿Odio las cosas que prohíbe la ley de Dios?”.
Veamos a continuación como debemos manifestar odio por la maldad en
estos cuatro campos:
1) el abuso del alcohol.
2) el ocultismo.
3) la inmoralidad.
4) el trato con quienes aman el pecado.
Seamos prudentes con el alcohol
4. ¿Por qué pudo Jesús recomendar con franqueza que se evitaran los excesos
con la bebida?

4. En diversas ocasiones, Jesús tomo vino, sabiendo que es un regalo de Dios

(Sal. 104: 14, 15).


Sal 104:14 Haces que crezca la hierba para el ganado, y las plantas que la
gente cultiva para sacar de la tierra su alimento:
Sal 104:15 el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el
rostro, y el pan que sustenta la vida.

Sin embargo, nunca cayo en excesos con la bebida

(Pro. 23:29-33).
Pro 23:29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién
son los pleitos? ¿De quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas?
¿De quién los ojos morados?
Pro 23:30 ¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!
Pro 23:31 No te fijes en lo rojo que es el vino, ni en cómo brilla en la copa,
ni en la suavidad con que se desliza;
Pro 23:32 porque acaba mordiendo como serpiente y envenenando como
víbora.
Pro 23:33 Tus ojos verán alucinaciones, y tu mente imaginará estupideces.

Por eso pudo recomendar sin ninguna hipocresía que se evitaran tales abusos
(Lucas 21:34 - 35).

Luc 21:34 »Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el
vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera,
aquel día caerá de improviso sobre ustedes,
Luc 21:35 pues vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la
tierra.

El consumo inmoderado de alcohol puede conducir a otros graves pecados.


De ahí que Pablo escribiera:

(Efe. 5:18).

Efe 5:18 No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al


contrario, sean llenos del Espíritu.
(Tito 2:3)

Tit 2:3 A las ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no


calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo Bueno.

5. ¿Qué preguntas debería hacerse el Hijo de Dios que consume bebidas


alcohólicas?

5 Si nuestra conciencia nos permite consumir alcohol, deberíamos


preguntarnos:

“¿Tengo la misma actitud que Jesús frente a los excesos con la bebida?

Si me viera en la necesidad de aconsejar a un hermano sobre este asunto,

¿podría hacerlo con franqueza?


¿Bebo para olvidar los problemas y relajarme?
¿Cuánto alcohol consumo semanalmente?
¿Cómo reacciono cuando alguien me da a entender que me estoy excediendo?
¿Me pongo a la defensiva o incluso me enojo?”.

Si dejamos que el vino nos esclavice, se verán afectadas las facultades que nos
permiten razonar con claridad y tomar decisiones sabias.

Y eso es algo que, como Hijos de Dios, no podemos permitir, pues siempre
debemos proteger nuestra capacidad de pensar

(Pro. 3: 21, 22).


Pro 3:21 Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la
discreción.

6, 7.
a) ¿Cómo reacciono Jesús ante Satanás y sus demonios?
b) ¿Por qué están tan extendidas las artes ocultas?

6 Durante toda su vida en la Tierra, Jesús se opuso con firmeza a Satanás y sus
demonios.
Cuando el Diablo lanzo ataques directos contra él, se mantuvo leal a Dios

(Luc. 4:1-13).
Luc 4:1
Tentación de Jesús
4:1-13—Mt 4:1-11; Mr 1:12-13
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu
al desierto.
Luc 4:2 Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió
nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
Luc 4:3 —Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—, dile a esta piedra
que se convierta en pan.
Luc 4:4 Jesús le respondió: —Escrito está: “No sólo de pan vive el
hombre.”[a]
Luc 4:5 Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un
instante todos los reinos del mundo.
Luc 4:6 —Sobre estos reinos y todo su esplendor —le dijo—, te daré la
autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo
quiera.
Luc 4:7 Así que, si me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó:
Luc 4:8 —Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a
él.”[b]
Luc 4:9 El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie en
la parte más alta del templo, y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de
aquí!
Luc 4:10 Pues escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te
sostendrán en sus manos
Luc 4:11 para que no tropieces con piedra alguna.”[c]
Luc 4:12 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu
Dios”[d] —le replicó Jesús.
Luc 4:13 Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo
dejó hasta otra oportunidad.

Y también supo resistir cuando el Enemigo intento de forma más velada


corromper su pensamiento y conducta
(Mat. 16:21-23).
Mat 16:21
Jesús predice su muerte
16:21-28—Mr 8:31-9:1; Lc 9:22-27
Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a
Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los
sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran
y que al tercer día resucitara.
Mat 16:22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: —¡De ninguna
manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Mat 16:23 Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Aléjate de mí, Satanás!
Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios sino en las de
los hombres.

Además, a muchas personas necesitadas de su ayuda el libro del cruel dominio


de los espíritus malignos

(Mar. 5:2, 8, 12-15; 9:20, 25-27).

Mar 5:2 Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre poseído por un
espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros.

Mar 5:8 Es que Jesús le había dicho: «¡Sal de este hombre, espíritu
maligno!»

Mar 5:12 —Mándanos a los cerdos; déjanos entrar en ellos.


Mar 5:13 Así que él les dio permiso. Cuando los espíritus malignos salieron
del hombre, entraron en los cerdos, que eran unos dos mil, y la manada se
precipitó al lago por el despeñadero y allí se ahogó.
Mar 5:14 Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y dieron la noticia
en el pueblo y por los campos, y la gente fue a ver lo que había pasado.
Mar 5:15 Llegaron adonde estaba Jesús, y cuando vieron al que había
estado poseído por la legión de demonios, sentado, vestido y en su sano
juicio, tuvieron miedo.

Mar 9:20 Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu
sacudió de tal modo al muchacho que éste cayó al suelo y comenzó a
revolcarse echando espumarajos.

Mar 9:25 Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu
maligno. —Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que
jamás vuelvas a entrar en él.
Mar 9:26 El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al
muchacho, salió de él. Éste quedó como muerto, tanto que muchos decían:
«Ya se murió.»
Mar 9:27 Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se
puso de pie.

7 Después de ser coronado Jesús libro a los cielos de la contaminante


presencia de Satanás y sus demonios.

Por este motivo, el Diablo está más empeñado que nunca en seguir
“extraviando [con sus engaños] a toda la tierra habitada”

(Rev. 12:9, 10).


Apo 12:9 Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que
se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus
ángeles, fue arrojado a la tierra.
Apo 12:10 Luego oí en el cielo un gran clamor: «Han llegado ya la
salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad
de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

Con razón hay cada vez más interés por el ocultismo.


Ciertamente, es una plaga muy extendida de la que debemos protegernos.
La cuestión es:
¿cómo podemos hacerlo?

8. ¿Qué preguntas deberíamos hacernos sobre las diversiones que elegimos?

8 La Biblia nos previene claramente contra los peligros del espiritismo y las
demás formas de ocultismo

(Deuteronomio 18: 10-12).


Deu 18:10 Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el
fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería;
Deu 18:11 ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los
muertos.
Deu 18:12 Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable
al SEÑOR, y por causa de ellas el SEÑOR tu Dios expulsará de tu presencia
a esas naciones.
Hoy, Satanás y sus demonios influyen en la forma de pensar de la gente a
traves de películas, libros y videojuegos que promueven las practicas
ocultistas.

Por eso es conveniente analizar el tipo de entretenimiento que seleccionamos.


Preguntémonos: “En los últimos meses,
¿he elegido películas, programas de televisión, juegos electrónicos, libros o
historietas que giran en torno a la magia o lo sobrenatural?

¿Comprendo la importancia de rechazar el ocultismo, o les resto gravedad a


sus peligros?

¿He pensado en cómo ve Jehová mis diversiones?


¿He bajado la guardia ante estas influencias satánicas?
En ese caso, ¿estoy decidido a cerrarles de una vez por todas las puertas de mi
mente y así demostrar amor por Jehová y sus justos principios?”

(Hech.19:19, 20).
Hch 19:19 Un buen número de los que practicaban la hechicería juntaron
sus libros en un montón y los quemaron delante de todos. Cuando
calcularon el precio de aquellos libros, resultó un total de cincuenta mil
monedas de plata.[a]
Hch 19:20 Así la palabra del Señor crecía y se difundía con poder
arrollador.

9. ¿Cómo podría una persona alimentar en su corazón amor por la maldad?

9 Jesús siempre respaldo las normas divinas sobre moralidad sexual.

(Mat. 19:4-6).

Mat 19:4 —¿No han leído —replicó Jesús—que en el principio el Creador


“los hizo hombre y mujer”,[a]
Mat 19:5 y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo” ? [b]
Mat 19:6 Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha
unido, que no lo separe el hombre.

Cristo sabıa, además, que lo que entra por los ojos llega hasta el corazón.
Por eso, en el Sermón del Monte señalo:
(Mat. 5:27, 28).

Mat 5:27
El adulterio
«Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio.” [g]
Mat 5:28 Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia
ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.

La persona que no hace caso de estos consejos de Jesús está alimentando en


su interior amor por la maldad.

10 A fin de fomentar la inmoralidad, Satanás ha inundado la sociedad actual de


imágenes pornográficas.
Una vez que se contemplan, son difíciles de borrar de la mente, y llegan a crear
adicción.
Así le sucedió a un cristiano, quien confiesa:

“Miraba pornografía en secreto. Había creado mi propio mundo de fantasía, y lo


veía como algo aparte del mundo donde servía a Jehová.

Sabıa que lo que hacıa estaba mal, pero aun así me decía que Dios seguía
aceptando mi adoración”.

¿Qué le ayudo a cambiar de actitud?


“Aunque fue lo más difícil que he tenido que hacer —explica—, decidí hablar
del problema con los ancianos.” Con el tiempo, logro vencer aquel sucio habito.

“Una vez que me libré de ese pecado —señala—, sentí por fin que mi
conciencia estaba limpia de verdad.”

No hay duda: solo se puede odiar la pornografía si se ha aprendido a odiar la


maldad.

11, 12. ¿Cómo podemos mostrar odio por la maldad a la hora de seleccionar la
música que escuchamos?

11 La música y la letra de las canciones pueden dejar una profunda huella en


nuestros sentimientos y, por consiguiente, en nuestro corazón.

Es verdad que la música es un don de Dios y que se ha utilizado por siglos en su


adoración.
(Exo. 15:20, 21; Efe. 5:19).

Éxo 15:20 Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó una


pandereta, y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando
panderetas,
Éxo 15:21 Miriam les cantaba así: Canten al SEÑOR, que se ha coronado
de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.

Efe 5:19 Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones


espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón,

Pero no es menos cierto que las canciones de este mundo ensalzan la


inmoralidad

(1 Juan 5: 19).
1Jn 5:19 Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está
bajo el control del maligno.

¿Cómo podemos determinar si lo que escuchamos nos está corrompiendo?

12 Pudiéramos preguntarnos:
“¿Que dicen las canciones que escucho? ¿Exaltan el asesinato, el adulterio, la
fornicación y el lenguaje obsceno?
Si le leyera la letra a otra persona, ¿pensaría ella que detesto la maldad o, por
el contrario, que tengo el corazón contaminado?”.

No podemos afirmar que odiamos el pecado y al mismo tiempo escuchar


canciones que lo alaban.

Jamás olvidemos lo que dijo Jesús:

(Mat. 15:18, 19)


Mat 15:18 Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la
persona.
Mat 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos
testimonios y las calumnias.
compárese con

(Santiago 3:10, 11).


Stg 3:10 De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos,
esto no debe ser así.
Stg 3:11 ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua
salada?[b]
13. ¿Cómo veía Jesús a las personas que se negaban a abandonar el pecado?
13 Jesús señalo que había venido a invitar al arrepentimiento a quienes
estaban violando la ley de Dios
(Luc. 5:30-32).
Luc 5:30 Pero los fariseos y los maestros de la ley que eran de la misma
secta les reclamaban a los discípulos de Jesús: —¿Por qué comen y beben
ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores?
Luc 5:31 —No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos —
les contestó Jesús—.
Luc 5:32 No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se
arrepientan.
Ahora bien, ¿Cómo veía el a la gente que se negaba a abandonar el pecado?
Advirtió a sus oyentes que tales personas eran una influencia peligrosa
(Mat. 23:15, 23-26).
Mat 23:15 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!
Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo han logrado lo
hacen dos veces más merecedor del infierno[d] que ustedes.
Mat 23:23 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dan
la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han
descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la
misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar
aquello.
Mat 23:24 ¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito pero se tragan el camello.
Mat 23:25 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!
Limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de
robo y de desenfreno.
Mat 23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y
así quedará limpio también por fuera.
Y afirmo:
(Mat. 7:21-23).
Nunca os conocí
Mat 7:21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de
los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos
en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos
milagros?”
Mat 7:23 Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí,
hacedores de maldad!”
¿Por que los juzgara con tanta severidad?
Porque con sus malas acciones han estado deshonrando a Dios y haciendo
daño a sus semejantes.
14. ¿Por qué se expulsa de la congregación a quienes se niegan a
arrepentirse?
15. ¿Qué serias preguntas debería hacerse todo el que desee ser leal a
Jehová?
haciendo daño a sus semejantes.
14 La Palabra de Dios manda sacar de la congregación a quienes rehúsan
arrepentirse de sus pecados
(1 Corintios 5:9-13).
1Co 5:9 Por carta ya les he dicho que no se relacionen con personas
inmorales.
1Co 5:10 Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este mundo, ni
a los avaros, estafadores o idólatras. En tal caso, tendrían ustedes que
salirse de este mundo.
1Co 5:11 Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse
con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra,
calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera deben
juntarse para comer.
1Co 5:12 ¿Acaso me toca a mí juzgar a los de afuera? ¿No son ustedes los
que deben juzgar a los de adentro?
1Co 5:13 Dios juzgará a los de afuera. «Expulsen al malvado de entre
ustedes.»[b]
Esta medida es necesaria al menos por tres razones:
1) para que no se ensucie el nombre de Jehová,
2) para que no se contamine la congregación y
3) para animar al propio pecador a arrepentirse.

15 ¿Compartimos el criterio de Jesús sobre las personas que se empeñan en


violar la ley de Dios?
Todos hacemos bien en preguntarnos:
“Si alguien fuera expulsado o decidiera desasociarse de la congregación,
¿intentaría yo mantener un trato frecuente con él?
¿Y si se tratara de un pariente cercano que ya no vive en mi hogar?”.
Sin duda, situaciones como estas someten a prueba nuestro amor por la
justicia y nuestra lealtad a Jehová. _
16, 17. ¿A que difícil situación se enfrentó una cristiana, y que le ayudo a
respetar las medidas disciplinarias?
16 Examinemos un caso de la vida real. Cierta cristiana vio cómo su hijo adulto
iba perdiendo el amor por Jehová y se entregaba al pecado sin demostrar
ningún arrepentimiento, de modo que tuvo que ser expulsado de la
congregación.
La hermana amaba a Jehová, pero también amaba a su hijo, y por ello se le
hacıa muy difícil aplicar el mandamiento bíblico de no relacionarse con él.
17 ¿Que le habríamos dicho a esta hermana?
Pues bien, un anciano la ayudo a ver que Jehová comprendía su tristeza.
También la invito a pensar en el dolor que tuvo que sentir Dios al ver rebelarse
a algunos de sus hijos celestiales.
Le recordó que, aunque nuestro Padre sabe lo duro que puede resultarnos,
ordena expulsar a quienes no se arrepienten.
La hermana supo valorar aquellos consejos y demostró respeto por las
medidas disciplinarias.
_ Esa lealtad sin duda complace mucho a Jehová
(Pro. 27:11).
Pro 27:11 Hijo mío, sé sabio y alegra mi corazón; así podré responder a los
que me desprecian.
18, 19.
a) Cuando cortamos la relación con quienes practican el pecado, ¿a qué cosas
demostramos odio?
b) ¿Que pudiéramos conseguir siendo leales a Dios y sus disposiciones?
18 Si afrontamos una situación tan dura como la anterior, haremos bien en
recordar que Jehová se compadece de nuestro dolor.
Al cortar la relación con la persona expulsada o desasociada, demostramos
que odiamos las actitudes y la conducta que la llevaron a estar fuera de la
congregación.
Pero también indicamos que amamos al pecador y que sabemos que las
medidas disciplinarias son para su bien.
De hecho, si las apoyamos por lealtad a Jehová, es más probable que la
persona se arrepienta y vuelva a la verdad.
19 Una hermana que fue expulsada y más tarde readmitida escribió:
“Me alegra saber que Jehová ama tanto a su organización que se encarga de
mantenerla limpia.
A la gente de fuera puede parecerle una medida muy dura, pero realmente es
necesaria y amorosa”. ¿Habría llegado ella a esa conclusión si los miembros de
la congregación —entre ellos sus propios familiares— hubieran mantenido tras
la expulsión un trato frecuente con ella? Si apoyamos las medidas
disciplinarias que establecen las Escrituras, demostramos amor por la justicia
y reconocemos el derecho de Jehová a decirnos como debemos actuar.
20, 21. ¿Por qué es tan necesario aprender a odiar la maldad?
“Odien lo que es malo”
20 El apóstol Pedro nos hace esta advertencia:
(1 Ped. 5:8).
1Pe 5:8 Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el
diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
¿Estaremos nosotros entre las presas que el lograra atrapar?
Mucho dependerá de cuanto nos hayamos esforzado por odiar el mal.
21 Cultivar odio por la maldad no es fácil.
Somos imperfectos y vivimos en un mundo que apela a los deseos egoístas
(1 Juan 2:15- 17).
1Jn 2:15
No amemos al mundo
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo,
no tiene el amor del Padre.
1Jn 2:16 Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del
cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—proviene del Padre
sino del mundo.
1Jn 2:17 El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre.
Pero si imitamos a Jesucristo y nutrimos nuestro amor por Jehová, lograremos
aborrecer el pecado.
Es preciso que todos los cristianos “odien lo que es malo”. Por lo tanto,
adoptemos la resolución de obedecer ese mandato, con la seguridad de que
Jehová
(Sal. 97:10).

Sal 97:10 El SEÑOR ama[a] a los que odian[b] el mal; él protege la vida
de sus fieles, y los libra de manos de los impíos.

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