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DERECHO POLITICO

ACTIVIDAD EVALUABLE Nº 2

Alumna: Virginia Alejandra Marini

Profesor: María Eugenia Romero

Carrera: Abogacía
Marini, Virginia Alejandra

Max Weber – Tipos de Legitimidad

Max Weber afirmaba que, incluso cuando no existen procedimientos


democráticos para remover legalmente a los gobiernos, algunos regímenes políticos
pueden ser considerados legítimos por sus gobernados. Según Weber, la autoridad se
da cuando existe una probabilidad de que las personas obedezcan una orden
especifica. La legitimidad se manifiesta cuando las personas obedecen a la autoridad
porque consideran que así lo merece.
Weber distinguió tres modos en que los líderes políticos a lo largo de la historia
han convencido a los ciudadanos de que acepten su autoridad como legitima.
El primer tipo es:
Legitimidad Tradicional: se fundamenta en la creencia establecida en la
santidad de las tradiciones inmemoriales, la autoridad es legitima porque siempre ha
existido, lo han heredado. La gente llega a aceptar las realidades políticas existentes
simplemente porque han estado vigentes durante largos periodos de tiempo.
Descansa en la creencia, en las tradiciones y en la justificación de los elegidos por la
tradición para ejercer la autoridad.
Ejemplos de legitimidad basados en la tradición son las monarquías
centenarias, como las que rigieron en Gran Bretaña, China, Japón o España, reyes
europeos, dictadores, monarcas (en las antiguas monarquías hereditarias
fundamentaban su poder en la antigüedad de su linaje), patriarcado, matriarcado,
clanes, tribus, familia, caudillos, oficiales de la Fuerzas Armadas (Moctezuma, Tupac
Amaru, Aníbal Barca, Julio Cesar, Saladino, William Wallace, Simón Bolívar, Shaka Zulu,
Luis Newashish y el General George Patton) y la sociedad medieval. En Corea del Norte
el líder Kim Jong – Un ostenta un poder que ha sido derivado de sus antecesores y su
pueblo se ha visto obligado a soportar esta dominación.

El segundo tipo es:


Racional – Legal: este tipo arraiga en “la creencia en la legalidad de las reglas y
en el derecho de los que ocupan posiciones, en virtud de esas reglas, para dar
órdenes”. Este sistema de reglas se aplica administrativa y judicialmente; los que las
administran son nombrados o elegidos mediante procedimientos legales.
Marini, Virginia Alejandra

Ejemplos de legitimidad basados en lo racional – legal son: policías, democracia


(un gobierno elegido democráticamente, como en Argentina, en donde estamos
dispuestos a obedecer normas impuestas que son la representación de la “Voluntad”
general y se desprenden de la ley principal como lo es la Constitución Nacional), fuerza
de la política, funcionarios públicos, ciudadanía, jefes de gobierno y gobernantes. Los
representantes de Estado electos o designados como: Fernando el Católico, Rey
George III, Francisco Fernando de Austria, Abraham Lincoln, Catalina de Rusia,
Margarita de Dinamarca, Sir Winston Churchill, Charles DeGaulle, Margaret Tatcher y
Ángela Merkel, fueron y son claros ejemplos de este tipo de legitimidad.

El tercer tipo es:


Carismática: se describe a un líder singularmente atractivo o persuasivo y
“descansa en la devoción” de sus seguidores por su “extraordinaria virtud, su heroísmo
o ejemplaridad”. En estos raros casos el líder carismático es percibido por los demás
como “diferente del común de los mortales” y “dotado de poderes o cualidades
sobrehumanas o al menos excepcionales. Figuras religiosas como Moisés, Jesús,
Mahoma y Buda encajan claramente en esta descripción. También lo hacen ciertas
figuras políticas como Napoleón, Lenin, Mussolini, Hitler, Perón o Castro. Sin embargo,
el carisma no necesariamente debe asociarse al comportamiento autoritario,
mesiánico o populista: líderes como Franklin, Roosevelt, Winston Churchill, Nelson
Mandela o Margaret Thatcher han alcanzado, en razón de su carisma personal una
estatura política muy destacada en sociedades democráticas contemporáneas, siendo
capaces de ejercer una gran influencia personal en sus seguidores.
Según Weber las autoridades carismáticas es la forma de legitimidad más
inestable. Cuando el líder carismático muere sus ideas y seguidores pueden morir con
él. Para evitar que esto ocurra, el líder carismático y las sucesivas generaciones de
seguidores deben institucionalizar (o rutinizar) el carisma del líder creando
instituciones que lo sobrevivan como una religión organizada, un partido político o un
estado. Sin embargo, estos esfuerzos no siempre logran su propósito.
Ejemplos de legitimidad carismática son: el capitán de un equipo de fútbol, un
líder político, grupos revolucionarios, los emprendedores. También lo son los líderes
sociales y espirituales o guías de movimientos como, por ejemplo: Juana de Arco, Fray
Marini, Virginia Alejandra

Bartolomé de Las Casas, Miguel Hidalgo y Costilla, José Cortés de Madariaga, Nelson
Mandela, Mohandas Gandhi, Rosa Parks, Tania Pariono Tarqui, Eva Perón y Malala
Yousafzai. El vaticano, el papa, los cardenales, los obispos, el predicador evangélico,
en si las religiones, por ejemplo, en donde sus creyentes están dispuestos a seguir
lineamientos impuestos por los líderes de estas, sin estar percibiendo un sueldo o
contraprestación por el hecho de obedecerles.

Por ultimo Weber señalo que la legitimidad política se basaba en las creencias
de los gobernados. Si los ciudadanos creen que los regímenes son legítimos por la
razón que sea, entonces los gobernantes son legítimos. Y si los ciudadanos creen en la
legitimidad de su líder observaran las leyes del país voluntariamente y no porque se
sientan obligados a hacerlo. Por ello el gobierno basado en la legitimidad será
probablemente más estable y duradero que el basado en la pura coerción.
Sin embargo, el análisis de Weber en torno a la legitimidad racional – legal ha
sido criticado por su ambigüedad respecto a la aceptación de los principios
democráticos. Lo cierto es que la idea de autoridad legal – racional fue desarrollada
por algunos teóricos (Schmitt) como fundamento último de la obligación de prestar
obediencia a regímenes dictatoriales (autoritarios o incluso totalitarios). En principio,
de acuerdo con los postulados de Weber la existencia de un estado de derecho, es
decir el funcionamiento legal – racional, era suficiente para conferir legitimidad a un
régimen, independientemente de sus principios o valores. En el último extremo,
incluso el régimen Nazi instaurado por Hitler podía ser considerado legitimo (y así lo
hicieron millones de alemanes) puesto que Hitler accedió al poder tras ganar unas
elecciones y ser designado como canciller por el presidente Von Hindenburg.
De la misma manera dado que las leyes de pureza racial del régimen nazi
fueron aprobadas por un parlamento elegido, democráticamente, la confusión entre
“legal” y “legitimo” podría llevarnos a considerar la expropiación de todos los bienes
de los judíos y la privación de la nacionalidad de estos como legítimo. Esta confusión
de lo existente como lo legal, y de lo legal como lo legitimo, ha llevado a una revisión
Marini, Virginia Alejandra

del concepto de legitimidad conectándolo más estrechamente con la teoría


democrática contemporáneos. 1

1
Sodaro M. J. (2006) “Política y ciencia política: Una Introducción” 1º Edicion.España.
McGraw-Hill/Interamericana de España S.L.

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