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Bolilla 7.

Primera parte
Poder, dominación y autoridad

Concepto de Poder
Cuando hablamos de Poder, entendemos que se trata de un atributo presente
en todas las relaciones sociales. En efecto, toda asociación humana se
caracteriza por las diferencias que existen entre los que mandan y los que
obedecen. Por ello, es importante tener en cuenta que el análisis del fenómeno
del poder en la presente bolilla no se suscribe únicamente al poder relacionado
con el Estado sino al que está presente en toda agrupación humana.

Concepción de Max Weber


Max Weber sostiene que la sociedad está basada tanto en el conflicto como en
el consenso. La lucha está presente en la sociedad dado que las personas
compiten entre sí de manera permanente, con o sin reglas, es decir desde la
búsqueda de la aniquilación del enemigo hasta una competencia deportiva
sometida a un rígido reglamento.
¿Quiénes ganan esas luchas sociales? Triunfan aquellos con las cualidades
necesarias (su conducta, antecedentes sociales), gracias a las cuales se
posicionan en una situación de ventaja.

Concepto de Poder de Weber, relación entre Poder y Dominación.


Para Max Weber, Poder es la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro
de una relación social, más allá de cualquier resistencia. Implica la posibilidad
de controlar el comportamiento de los otros.
La Dominación es un tipo de poder y se da cuando existe OBEDIENCIA a un
determinado mandato. Significa la presencia de alguien mandando
eficazmente. Entonces, mientras que el poder no necesariamente implica
legitimidad o sumisión, cuando hablamos de dominación, nos referimos a un
tipo de poder donde es necesario contar con la obediencia motivada en la
creencia de su legitimidad. Para Weber dominación equivale a autoridad.
Poder y Asociación
Asociación hace referencia a una relación social que posee una regulación que
le permite sostenerse en el tiempo. Para que una asociación exista es
necesaria la presencia de un Dirigente (jefe de familia, presidente, caudillo,
líder religioso), cuya conducta tienda a la realización del orden de la asociación.
Los Dirigentes son respaldados por un cuadro administrativo, compuesto por
un conjunto de personas que ponen en ejecución los mandatos del dirigente y
los hacen cumplir.

DIRIGENTE
(Imparte órdenes)

CUADRO ADMINISTRATIVO
(Ejecutan esas órdenes y las hacen cumplir)

Poder Legítimo
Según Weber, cuando la obediencia a una dominación se acepta
voluntariamente, se fundan en 3 (tres) situaciones típicas:

Tradicional

Racional/Legal Carismática

Legitimidad
Tipos de Legitimidad: Racional o Legal
Este tipo de legitimidad se basa en la creencia en la legalidad de las órdenes
impartidas por el dirigente (por ejemplo: presidente, director, gerente). Se basa
en un sistema normativo.
La racionalidad está asociada con el valor de la ley, y Weber considera este
modelo como superior a los restantes tipos de legitimación que veremos a
continuación.
En esta dominación legal no se obedece a personas concretas sino a aquellas
que ocupen cargos dotados de competencia, y sólo mandan en virtud de la ley.
El cuadro administrativo es el típico burocrático técnico, encargado de
interpretar y aplicar las leyes.

Tipos de Legitimidad: Tradicional


La legitimidad tradicional se basa en la costumbre para legitimar el poder.
Es un sistema propio de sociedades pre-industriales, de escasa movilidad
social, con un fundamento de poder perpetuo y no discutible. Es así que aquel
que manda en virtud de la costumbre, también obtiene legitimidad por esa
misma tradición, es así que el hijo del rey será coronado, más allá que
demuestre capacidad para ejercer el mando. La regla es la fidelidad, no el
acatamiento de la ley, porque en este tipo de sociedades, es la costumbre la
que fija el derecho y se aplica para dirimir conflictos.
En la legitimación tradicional de la dominación, las conductas de antaño son
consideradas válidas. No existen cargos, ni jerarquías, ni estabilidad en las
posiciones. El señor (dirigente) es amo de sus subordinados, que le deben
fidelidad.
El cuadro administrativo del poder en este caso es de funcionarios domésticos,
servidores y siervos.

Tipos de Legitimidad: Carismática


El carisma es una cualidad de la personalidad, reconocida por otros, y se basa
en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona. No existe nada similar
a la certeza de la tradición, o a la seguridad del derecho escrito. El portador
(dirigente) declara qué es lo correcto e incorrecto, quién es enemigo o aliado.
Los líderes carismáticos pueden ser religiosos o laicos, es así como quedan
incluidos profetas, hechiceros, caudillos, jefes militares, entre otros. La entrega
plena de los seguidores surge de la fe, del entusiasmo, de la esperanza y del
mito.
El cuadro administrativo de los dominantes carismáticos no es una burocracia
ni una corte de funcionarios domésticos serviles. Depende del tipo de dirigente
el cuadro estará constituido por discípulos, si siguen a un profeta; por un
séquito, si se trata de un guerrero heroico; por hombres de confianza, si siguen
a un caudillo.
La dominación carismática es irracional, en el sentido que es ajena a toda
regla. Sin embargo, en caso de sostenerse en el tiempo (es decir, que perdure
más allá de la muerte del líder carismático) es preciso que se transforme, y
asuma una de las otras dos formas de legitimación: legal o tradicional.

Las élites gubernamentales


Como se afirmó al inicio de la bolilla, el fenómeno social del poder implica un
conjunto de personas que mandan y otras que obedecen. Las elites están
constituidas por las minorías dotadas por poder social y político, y han sido
explicadas de distintas maneras. En principio Fucito propone seguir la teoría de
Vilfredo Pareto y más adelante veremos el análisis de las elites de Wright Mills.

Pareto justifica el poder del derecho en la fuerza, sea sobre un territorio, de un


pueblo sobre otro, o de una clase social sobre otra. La base de su teoría es la
existencia de un conflicto permanente en la sociedad y entre las sociedades,
donde el más fuerte impone su derecho al más débil. Cuando una minoría de
gobernantes se imponen ante una gran masa de gobernados, surgen las elites
gubernamentales.

Las élites no gubernamentales


Pareto afirma que no toda elite es gubernamental. La elite social consiste en un
conjunto de personas que tiene los índices más elevados en la rama en que
despliegan su actividad, lícita o ilícita. Por ej.: el profesional de éxito, un gran
empresario, un deportista brillante, un estafador que nunca ha podido ser
condenado. Su ubicación carece de toda connotación moral, ya que es una
categoría social en sentido sociológico que no distingue entre santos y
delincuentes peligrosos.

Circulación de las élites


Pareto sostiene que las elites no se perpetúan en el poder. La historia es el
“cementerio de la aristocracia”, es decir, una sucesión de minorías privilegiadas
que se forman, luchan, llegan al poder, lo aprovechan y decaen, para ser
reemplazadas por otras minorías. El fenómeno es de incesante circulación,
desde las capas inferiores de la sociedad hacia las superiores, y luego
nuevamente hacia abajo.

Especuladores y rentistas
Para Pareto, la violencia y el engaño se reproducen en el ámbito económico.
Aquí distingue entre:
Especuladores: crean riquezas y las acaparan, aprovechando con audacia los
movimientos sociales.
Rentistas: buscan seguridad y se esfuerzan por conseguirla con sus bienes,
por medio del ahorro.
Cada tanto, los rentistas son despojados por los astutos o los violentos, y de
este modo se limita el incremento del capital. De hecho, Pareto afirma que las
quiebras y las devaluaciones son los medios que los especuladores ejercen
sobre los rentistas para lograr ese objetivo.

Mano invisible o grupos de poder


En este tema, Felipe Fucito toma de base la teoría de Wright Mills (La élite de
poder, 1956). Mills se diferencia de Pareto en el sentido que considera a las
elites como grupos concretos, estructurados, con poder específico, que pueden
influir en el destino de millones de personas.
Este autor establece dos posiciones con respecto a la historia. Por un lado,
esta es producto de una mano invisible, de la cual nadie es personalmente
responsable; o es realizada por grupos de poder ilimitado, que conspiran y
resuelven el destino de la humanidad.
Si bien Mills trata de posicionarse en un punto intermedio entre ambas
posturas, se inclina al segundo caso, el de la existencia de grupos de poder
que influyen en la historia.

Áreas de poder
Siguiendo a Mills, el poder nacional reside en los dominios económico, político
y militar (que equivale a la elite gubernamental de la teoría de Pareto). El resto
de las instituciones, como las familias, universidades o iglesias no están al
mismo nivel y muchas veces se encuentran en una posición subordinada
respecto de la política, economía o milicia. Una crítica que se le hace a este
auto, es no haber considerado el poder de los medios periodísticos en su
análisis.
En la cima todos los dominios (políticos en altos cargos, empresarios
poderosos, líderes de las Fuerzas Armadas) se encuentran los principales de
cada elite, que suelen unirse, conformando la Élite del Poder. Este grupo no es
homogéneo, dado que no se compone de un único y pequeño grupo de
hombres con las mismas posiciones y jerarquías.
Otra importante distinción con Pareto, es que Mills sostiene que en las
sociedades industriales, las elites no dependen de las capacidades
individuales, sino del poder de las organizaciones. La riqueza no da poder si no
es a través de las instituciones.
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