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Corte de Apelaciones rechaza nulidad del MP en delito de

tráfico de drogas y cultivo, sosteniendo que la valoración


negativa de prueba obtenida con vulneración de garantías,
no afecta la cosa juzgada (CA Valparaíso, 22.06.21 rol
1087-2021)

Norma Asociada: CPP ART 374 e); CPP ART 205;


CPP ART 302; LEY 20.000 ART. 3 Y 8;

Tema: Recursos; Prueba Ilícita; vulneración de


garantías; Cosa Juzgada

Descriptores: Recurso de nulidad; Valoración


negativa

SÍNTESIS: La Corte rechaza el recurso de nulidad del Ministerio Público


basado en falta de fundamentación, en relación a la sentencia absolutoria del
Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar respecto de un delito de tráfico de
drogas y cultivo, concluyendo la Corte que no existen falencias en el fallo por
no haber valorado la prueba obtenida con vulneración de garantías, a pesar
de haber sido incorporada en el Auto de Apertura correspondiente.

TEXTO COMPLETO

Valparaíso, veintidós de junio de dos mil veintiuno.

Vistos:

Que en estos autos Ruc 1900333342-9, Rit 276-2020, Rol I.C. 1087-2021, don
Fernando Hood Grosser, Fiscal Adjunto de Viña del Mar, deduce recurso de
nulidad en contra de la sentencia de fecha treinta de abril de dos mil
veintiuno, pronunciada por el Tribunal Oral en lo Penal de la ciudad de Viña
del Mar, en virtud de la cual, se absuelve al acusado Ulises Agustín Teseo
Cortés Galarce de la acusación deducida por el Ministerio Público que lo
sindicó como autor de los delitos de tráfico ilícito de estupefacientes y cultivo
de especies vegetales del género cannabis sativa, que se dijo fueron
cometidos en la ciudad referida el día 27 de marzo del año 2019.

Invoca como causal principal la contemplada en la letra e) del artículo 374, en


relación al artículo 342 letra c) y 297 del Código Procesal Penal y, en subsidio,
la del literal g) del artículo 374 del mismo cuerpo normativo.

Solicita se declare nula la sentencia impugnada y el juicio oral,


determinándose el estado en que debe quedar la causa y se ordene la
remisión de los autos a un tribunal no inhabilitado que corresponda para que
disponga la realización de un nuevo juicio oral, fijando día y hora para tal
efecto.

Con lo relacionado y considerando:

Primero: Que, el Ministerio Público, invoca como causal principal la prevista


en el literal e) del artículo 374, en relación a los artículos 342 letra c) y 297
todos del Código Procesal Penal. Refiere que, dicho vicio se configura por no
haberse pronunciado el tribunal a quo respecto de toda la prueba legalmente
introducida en juicio, al no fundamentar debidamente sus conclusiones y
haberse ofendido las reglas de la lógica. Explica, respecto del primer acápite,
esto es, sobre la falta de fundamentación, ésta estaría constituída por la
decisión del tribunal de no valorar la prueba de cargo, la cual había sido
admitida al juicio oral por el Juzgado de Garantía competente, durante la
audiencia de preparación de Juicio Oral, prueba que fue aportada
legalmente, por lo que la decisión del Tribunal Oral en lo Penal se encuentra
sancionada con la nulidad de la sentencia. Agrega que, la estructura del
sistema penal entrega al Juez de Garantía la competencia absoluta para
efectuar un control de admisibilidad de la prueba, por lo cual -a su juicio- el
Tribunal Oral en lo Penal al manifestar que no puede dictar sentencia
condenatoria sobre la base de una supuesta ilegalidad, implica desconocer
de modo inexcusable la naturaleza del proceso penal, pues dicho tribunal no
cuenta con estas facultades que son exclusivas del tribunal de Garantía, más
aún este modo de proceder se asemeja a la facultad de avocarse,
características que hoy está absolutamente proscrita.

En segundo lugar, respecto de la falta de fundamentar debidamente las


conclusiones arribadas por el tribunal del grado, señala que el tribunal de la
instancia ha vulnerado las normas reguladoras de la prueba, por cuanto en la
valoración de los medios de prueba, ésta carece de fundamentación, incluso
se ha utilizado el mecanismo de la fundamentación aparente, modalidad que
no cumple con las exigencias legales, vulnerándose manifiestamente el inciso
final del artículo 297, del Código de Procesal Penal.

Por último, arguye que se ha omitido una valoración de los dichos de los
testigos de cargo, sustenta lo anterior, en que los sentenciadores, en el
motivo décimo de la sentencia que se impugna, señalan que “la policía habría
actuado vulnerando los artículos 205 y 302 del Código Procesal Penal”, lo que
-en su concepto- es contrario a la prueba de cargo y que la declaración de la
conviviente del acusado es una declaración autónoma y espontánea, en un
contexto en que sus dichos no podían ser controlados por los funcionarios
policiales, lo que hace que sea una situación distinta a la preceptuada en el
artículo 302 del Código Procesal Penal.

Segundo: Que, el ente persecutor, al fundamentar la causal principal, arguye


sobre la base de tres argumentos, a saber: no haberse pronunciado sobre
toda la prueba legalmente aportada en juicio, no fundamentar debidamente
sus conclusiones y haberse vulnerado las reglas de la lógica. Ahora bien, cabe
analizar, si en la sentencia impugnada se constituyen los vicios de nulidad
que esgrime el recurrente.

Tercero: Que, en cuanto a la falta de fundamentación consistente en que el


Tribunal de Juicio Oral no valoró la prueba de cargo, dable resulta señalar
que el fallo recurrido en su considerando noveno se refiere “a las alegaciones
efectuadas por la Defensa, vinculadas a la ilegalidad de toda la prueba
rendida en juicio, estableciendo que la efectividad de ello, acarrearía la
imposibilidad de valorarla para efectos de una posible condena”, luego
expone, la declaración de los funcionarios policiales -Yáñez Castro y Valencia
Mondaca- para a continuación, pronunciarse sobre las disposiciones legales
aplicables al procedimiento policial efectuado en la especie, - motivo décimo-
analizando, la declaración de doña Cindy Muñoz Paredes, concluyendo los
jueces del fondo que “no se verificaron en la especie los supuestos que el
artículo 206 del Código Procesal Penal dispone y, asimismo, que en la especie
se produjo infracción a los requisitos previstos en el artículo 302 del mismo
cuerpo legal. Lo anterior, llevó a los sentenciadores a verificar la concurrencia
de vulneración de garantías constitucionales del acusado, por lo que las
evidencias obtenidas a raíz del ingreso y registro al domicilio del acusado, no
podían ser valoradas. Que, del análisis que antecede y ponderadas las
argumentaciones del presente recurso, concluye –esta Corte- que este ac
pite no constituye el á motivo de nulidad invocado, por lo que será
desestimado.

Que, respecto al segundo acápite para fundar la causal en estudio, el


recurrente señala que la sentencia no fundamenta debidamente sus
conclusiones y aquellas configuran una fundamentación aparente. Que como
se ha hecho referencia en el párrafo que antecede, los sentenciadores en los
considerandos noveno y décimo de la sentencia por la cual se recurre,
contienen la valoración de todos los medios de prueba aportados al juicio,
asimismo, se establecen los hechos que, en mérito de la misma, se han
tenido por acreditados por parte del tribunal, reuniéndose por tanto los
requisitos exigidos por la letra c) del artículo 342 del Código Procesal Penal,
pudiendo obtenerse de su lectura los razonamientos que llevaron a los jueces
del grado a convencerse de la conclusión de absolver al encausado.

Por último, en cuanto a que en la sentencia se habría vulnerado las reglas de


la lógica -las cuales no se especifican-, en concepto de esta Corte, en la
valoración de la prueba que efectúa el tribunal, no se observa que éste haya
infringido los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados, únicos límites a los cuales deben
atender los sentenciadores al apreciar la prueba, labor en la que cuentan con
absoluta libertad, por lo que a juicio de estos sentenciadores no se configura
la causal del artículo 374 letra e), ajustándose la sentencia a la ley y no
habiéndose omitido en ella ninguno de los requisitos previstos en el artículo
342 del Código Procesal Penal y ajustada a la norma del artículo 297 del
mismo cuerpo legal.

Quinto: Que, en subsidio, invoca la causal del literal g) del artículo 374 del
Código Procesal Penal, esto es, “haberse dictado en oposición a otra
sentencia criminal, pasada en autoridad de cosa juzgada”. Señala que el
argumento del Tribunal Oral en lo Penal acerca de la licitud o ilicitud de la
prueba rendida por el Ministerio Público en la audiencia de juicio oral, por
mandato legal, corresponde al Juzgado de Garantía en la audiencia de
preparación de juicio oral, en la que se debe decidir la exclusión de las
pruebas que provengan de actuaciones o diligencia declaradas nulas y
aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales, así refiere el artículo 276 del Código Procesal Penal, en su
inciso 5, por lo que la decisión del Tribunal de Juicio Oral vulnera no solo el
principio de cosa juzgada; sino que además irrespeta el principio de
continuidad que gobierna el sistema procesal chileno, esto es, que los juicios
se desarrollan a través de diversas etapas o fases, constituidas por una serie
de actuaciones que “deben desarrollarse separada y sucesivamente.
Concluye que, en la especie, ya existía una resolución judicial que se había
pronunciado sobre la licitud de la prueba, la que produjo el efecto de cosa
juzgada, habida consideración a su naturaleza jurídica de la sentencia
interlocutoria, pues resuelve sobre un trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de una sentencia definitiva, por ello el Tribunal Oral en lo
Penal no se encuentran facultado para modificar lo decidido en el Auto de
Apertura en cuanto a la aceptaci n y licitud de la prueba, ni tampoco ó
pueden revivir el debate sobre dichos aspectos y al hacerlo no solo actúan
fuera de su competencia, sino que vulneran la autoridad de cosa juzgada de
que está revestido el Auto de Apertura, por su naturaleza de firme y
ejecutoriado.
Sexto: Que, conforme a la causal esgrimida por el Ministerio Público para
impetrar la invalidación del fallo y del juicio que lo precedió, resulta
necesario analizar, en adelante, si en la especie efectivamente se dictó la
sentencia en oposición a otra sentencia criminal pasada en autoridad de cosa
juzgada.

Sépt imo: Que, dable es consignar, que el recurrente sostiene que el punto
esencial en este caso es que la prueba rendida en juicio no fue obtenida con
vulneración de garantías porque el órgano jurisdiccional llamado a
pronunciarse a ese respecto, el Juzgado de Garantía de Viña del Mar,
estableció que la prueba era lícita y, por ello, la incorporó al Auto de
Apertura de Juicio Oral; resultándoles por lo tanto a los jueces del fondo
vedado realizar un examen de licitud de la misma puesto que, dicho análisis,
sólo correspondería al tribunal de garantía, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 276 del Código Procesal Penal.

Octavo: Que, el Auto de Apertura a la que alude el Ministerio Público en su


recurso, no se ha visto trasgredido ni alterado por el fallo que se examina
dado que no se ha modificado dicha resolución. En efecto, no se ha excluido
prueba como pretende el recurrente puesto que el tribunal no impidió al
interviniente aportarla al juicio, sino que, recibida que fue aquella y
habiéndose comprobado que su origen era espurio, se estimó que la prueba
obtenida en virtud de tales diligencias no pueda ser considerada para los
fines de condena que pretendía el ente persecutor, por lo que no fueron
valoradas, llevando a la imposibilidad de acreditar los hechos de la acusación.
Asimismo, es necesario precisar que el Auto de Apertura de juicio sólo se
circunscribe a señalar las pruebas que deben rendirse, sin indicar ninguna
obligatoriedad en orden a lo que el tribunal oral en su proceso valorativo
pueda hacer con la prueba que allí se rinda y desde el punto de vista de su
naturaleza jurídica, procesalmente se encuadra mejor en la categoría de una
sentencia interlocutoria, porque se pronuncia sobre un trámite que debe
servir de base para la dictación de la sentencia definitiva, a saber, la que
finalmente pronunciará el tribunal oral en lo penal, la que doctrinariamente
ha sido catalogada como una sentencia interlocutoria de una etapa
intermedia que fija el asunto controvertido y los medios probatorios de que
conocerá el Tribunal Oral. De ello se sigue que esta resolución es de carácter
eminentemente procesal, destinada a avanzar o pasar a otra etapa procesal,
siendo simplemente un medio para alcanzar una resolución de fondo.

Noveno: Que, sin perjuicio de lo razonado precedentemente, cabe hacer


presente que el reconocimiento de la cosa juzgada supone un
pronunciamiento de fondo acerca del asunto sometido a decisión, lo cual
tampoco se da en este caso, en la medida que lo único que hace la misma es
conducir a otra etapa procesal en donde se considerará la prueba en su
contenido, esto es, en su aspecto valorativo, y convicción que la misma
genera, y que es soberano de la judicatura que conoce del juicio. Conforme a
la tesis sostenida por el recurrente, sorteado el escollo de la legalidad de la
prueba e incorporada al Auto de Apertura, los jueces solo podrían valorarla, y
en ese ejercicio, ello solo podría conducir a ponderar el contenido final
positivamente, más nunca entender que la misma es un proceso también
valorativo, pueda desestimarse, lo cual importaría, en definitiva, que la
discusión sobre el valor de ella habría quedado zanjado previamente, lo cual
atenta contra las normas mínimas de garantía de derechos, desconociendo
además la atribución privativa de los sentenciadores llamados por ley a
resolver acerca de la acusación, esto es, los Jueces del Tribunal del Juicio Oral
competente, la que deben realizar conforme a los parámetros que ordena el
artículo 297 del Código Procesal Penal.

Décimo: Que, acorde a lo razonado la causal de nulidad, prevista en el


artículo 374 letra g) del Código Procesal Penal, no concurre y,
consecuentemente, el recurso intentado, por este capítulo, también, será
rechazado.

Por los motivos señalados y, visto, además, lo dispuesto en los artículos 374
letra e) y g) 342 letra c), 376, 382 y siguientes del Código Procesal Penal, se
rechaza el recurso de nulidad interpuesto por el abogado don Fernando
Hood Grosser, Fiscal Adjunto de Viña del Mar, en contra de la sentencia de
fecha treinta de abril de 2021, pronunciada por el Tribunal Oral en lo Penal
de la ciudad de Viña del Mar, la que en consecuencia, no es nula, como
tampoco el juicio en que ella recayó.

Regístrese, notifíquese.

Comuníquese por la vía más expedita.

Redacción de la Ministra Sra. Rosa Herminia Aguirre Carvajal.

Ruc N° 1900333342-9 Rit N° 276-2020.

N° Penal -1087-2021.

Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de Valparaíso integrada por los


Ministros (as) Rosa Aguirre C., Alejandro German Garcia S. y Ministra
Suplente Valeria Elena Del Carmen Echeverria V. Valparaiso, veintidós de
junio de dos mil veintiuno.

En Valparaiso, a veintidós de junio de dos mil veintiuno, notifiqué en


Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.

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