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VISTOS:
En este proceso RIT 60-2022, RUC 1910067434-6, seguido ante el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz, por sentencia de once de octubre de dos mil
veintidós, se condenó a JULIÁN ALFREDO CARRILLO ORTIZ a la pena
privativa de libertad de cinco (5) años y un (1) día de presidio mayor en su grado
mínimo, por su responsabilidad en calidad de autor de dos delitos consumados de abuso
sexual de persona menor de 14 años, ilícito previsto y sancionado en el art ículo 366 bis
en relación al 366 ter, ambos del Código Penal, cometido en la persona de la ni ña de
iniciales J.J.C.B., más accesorias legales, sin aplicación de alguna pena sustitutiva
regulada en la Ley 18.216, por improcedente.
En contra de este fallo, la defensa del condenado dedujo recurso de nulidad
fundado en la causal de la letra e) del artículo 374 del C ódigo Procesal Penal, en
relación a la letra c) del artículo 342 y al art ículo 297, ambos del mismo cuerpo legal, y
en subsidio, deduce también la causal prevista en el art ículo 373 letra b), todos del
código precitado.
Declarado admisible el recurso, se realizó la audiencia de rigor en la que se
escuchó el alegato de la Defensa y el Ministerio Público, quedando la causa en acuerdo.
Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el recurso de nulidad se sustenta de modo principal, en la
causal contenida en el artículo 374 letra e), en relación con el artículo 342 letra c, ambos
del Código Procesal Penal, en lo que guarda relación con la existencia del delito
consumado de abuso sexual impropio en menor de 14 años, contemplado en los artículos
366, bis y ter del Código penal, en carácter reiterado de conformidad al art ículo 351
Código Procesal Penal, denunciando la defensa como infringido el principio l ógico
derivado de la razón suficiente, también denominado principio de corroboraci ón. Estima
que, en la dictación de la sentencia, se ha vulnerado la normativa que rige la valoraci ón
de la prueba, en relación con el artículo 297 del Código Procesal Penal, que establece un
límite a la libertad de los juzgadores.
Alega el recurrente que el fallo, para arribar a decisión de condena, expresa que
“los hechos objeto de la acusación se materializaron de manera clandestina, privada, sin
la presencia de testigos, por tanto no es esperable contar con prueba directa respecto del
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hecho salvo las declaraciones prestadas por los involucrados en el hecho, acusado y
víctima”. Es decir, en esta parte de la sentencia, lo que indican los sentenciadores es que
la valoración de la prueba se basará, de manera fundamental, en hacer un an álisis
comparativo entre la versión otorgada por su representado versus la versi ón entregada
por la menor.
Agrega que si bien la valoración de la prueba es libre, jam ás puede ser arbitraria.
Esto, por expresa disposición del conjunto de las normas que regulan esta materia,
conformado, entre otros, por el ya citado artículo 297, y por los art ículos 296 y 340,
todos del Código Procesal Penal, que establecen la forma como los sentenciadores deben
dar por acreditados los hechos.
descartada, más allá de toda duda razonable, el convencimiento del sujeto activo de que
su conducta no es constitutiva de delito, razón suficiente para acoger el recurso de
nulidad por la presente causal principal.
SEGUNDO: Que el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal establece:
“Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia ser án siempre anulados: e)
Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el
artículo 342 letras c), d) o e)…”
Por su parte, el artículo 342 del mismo Código, en su letra c) se ñala que:
“Contenido de la sentencia. La sentencia definitiva contendr á: c) La exposici ón clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoraci ón de los
medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 297”.
A su turno, el artículo 297 del citado estatuto legal expresa: “Valoración de la
prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones
que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerir á el se ñalamiento del o de los
medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos
y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación deber á permitir la
reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia”;
TERCERO: Que la exigencia de las normas transcritas es que la sentencia
razone y contenga los fundamentos en que se apoya lo conclusivo, aludiendo a la
situación fáctica que permita la aplicación correcta del derecho.
La tarea del tribunal que conoce del recurso de nulidad por la causal indicada,
no es en rigor efectuar una nueva valoración de la prueba rendida en el pleito, sino
controlar que aquella que realizó el tribunal del juicio, se condiga con la norma que le
señala a éste cómo hacerla, a que parámetros sujetarse y que reglas, m áximas o tipos de
conocimientos no contradecir.
CUARTO: Que, ese proceso en este caso aparece ejecutado satisfaciendo todas
las exigencias referidas, pues de la lectura de la sentencia recurrida, se observa que los
jueces del fondo reproducen, analizan y ponderan los diversos antecedentes probatorios
que les permitieron arribar a la convicción de condena, determinan los hechos y
circunstancias que se dieron por probados, estableciendo su calificación jur ídica y la
participación del acusado, refiriendo las razones que tuvieron en cuenta para desestimar
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carácter genérico de las causales de nulidad del artículo 373. Se expuso -en su
oportunidad- que este recurso apunta a dos objetivos perfectamente diferenciados: la
cautela del racional y justo procedimiento -mediante el pronunciamiento de un tribunal
superior sobre si ha existido o no respeto por las garant ías b ásicas en el juicio oral y en
la sentencia recaída en él, de forma que, si no hubiere sido as í, los anule- y el respeto de
la correcta aplicación de la ley -elemento que informa el recurso de casaci ón cl ásico,
orientado a que el legislador tenga certeza de que los jueces se atendr án a su mandato-,
pero ampliado en general a la correcta aplicación del derecho, para incorporar tambi én
otras fuentes formales integrantes del ordenamiento jur ídico. (Mario Mosquera Ruiz y
Cristián Maturana Miquel, “Los Recursos Procesales”, Editorial Jurídica de Chile,
segunda edición actualizada, página 349).
El reproche del recurrente de nulidad, en consecuencia, debe entenderse dirigido
sólo al eventual error que observe en la interpretaci ón y aplicaci ón del derecho llamado
a regir ese hecho intangiblemente determinado, porque la causal supone la aceptaci ón de
los hechos tal y como han sido fijados por el tribunal y supone tambi én, que de existir el
error que se atribuye, aquel tenga influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, por
consiguiente, si el recurso se construye a partir de hechos que el fallo no ha tenido por
probados o se refiere a hechos distintos de los asentados, o bien no afecta de modo
alguno lo dispositivo de la resolución que se impugna, la nulidad habr á de ser
evidentemente desestimada.
En síntesis, habrá lugar a la causal de nulidad en an álisis, cuando a) exista una
contravención formal al texto de la ley, es decir, cuando el juzgador vulnere de manera
palmaria y evidente el texto legal; b) cuando se vulnere el verdadero sentido y alcance de
una norma jurídica que sirvió de base o fundamento para la dictaci ón de la sentencia y;
c) cuando existe una falsa aplicación de la ley, situaci ón que se verifica cuando el
juzgador deja de aplicar una norma jurídica, siendo realmente pertinente su aplicación.
DECIMO: Que en este marco conceptual, y respecto de la alegación que se
realiza específicamente, en torno al delito continuado planteado por la defensa, resulta
pertinente recordar que su existencia no se encuentra expresamente reconocida en
nuestra legislación positiva y que es el fruto de la doctrina y la jurisprudencia.
En Chile y pese a no tener recepción normativa, esta figura ha sido también
recogida por nuestra jurisprudencia, que exige para su apreciación lo siguiente: a) unidad
de autor; b) identidad del tipo penal realizado en diversas ocasiones; c) que esas
realizaciones tengan lugar con cierta distancia temporal; d) unidad de prop ósito en el
agente. Sin embargo, y como acertadamente apunta el profesor Cury, es dif ícil dar con
un concepto preciso de esta clase de construcción, pues se trata de un caso l ímite de la
unidad jurídica de la acción.
Su presupuesto es la reiteración de varios hechos que, considerados
separadamente, podrían estimarse constitutivos de varias realizaciones t ípicas del mismo
delito, pero que por algún criterio externo, se consideran como unidad. Entre estos
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criterios se pueden mencionar, la unidad del bien jur ídico afectado, la igual naturaleza
del objeto material, la unidad temporal, la unidad de prop ósito, la consideraci ón social
del conjunto de los hechos, criterios de economía procesal derivados de la imposibilidad
material de pesquisar el detalle de cada uno de los actos que componen el conjunto. El
tratamiento penal de delito continuado consiste, por tanto, en considerarlo como un
único delito y en ello no hay dos voces entre la doctrina y la jurisprudencia. Asimismo,
si bien en nuestro país, como ya se dijo, la figura del delito continuado no tiene
reconocimiento legal, se acepta su aplicación, como política morigeradora de penas, para
casos como los delitos contra la propiedad o en que no existen pruebas para distinguir y
separar en el tiempo las diferentes acciones.
Dicho lo anterior, en materia de delitos sexuales, lo cierto es que nuestra
jurisprudencia mayoritaria, ha tenido oportunidad de examinar repetidamente si acaso
procede reconocer un vínculo de continuidad en el caso de la reiteración de atentados en
contra de la libertad o de la indemnidad sexual de un mismo sujeto pasivo, y
controvirtiendo lo sugerido por la doctrina, ha estimado que trat ándose de bienes
jurídicos personalísimos, aparece como esencial que el agente que realiza el acto t ípico
obedezca a un mismo propósito delictivo, indicando que se observa en el agente la
intención deliberada de afectar el bien penalmente tutelado de la v íctima, en cada hecho
de forma separada, por lo que tratándose de esta clase de pleitos, no tendr ía lugar la
figura del delito continuado.
Otra parte de la jurisprudencia ha optado por un rechazo m ás categ órico, cual es
que no parece observarse en el caso concreto un prop ósito unitario, criterio este último
con el que se coincide, entendiendo que el delito continuado puede recaer en bienes
jurídicos de contenido patrimonial o que puedan lesionar la fe pública, pero no en bienes
jurídicos personalísimos, toda vez que, el sentido del delito continuado, es finalmente,
alcanzar una sanción que exprese correctamente el merecimiento de castigo en el agente,
lo que no se alcanza si se lo estima para efectos de pena como un solo delito.
UNDECIMO: Que conforme quedaron asentados los hechos acreditados en el
fallo, como sigue: “Que en fecha no determinada entre los meses de marzo a abril del
año 2019 en circunstancias que la víctima de iniciales J.J.C.B. ten ía 9 a ños, mientras se
encontraba de visita en el domicilio de su padre Juli án Carrillo Ortiz, ubicado en Punta
de Lobos sin número comuna de Pichilemu, en más de una oportunidad Carrillo Ortiz
procedió a acariciar con sus manos el cuerpo de su hija, incluyendo entre otras partes
del cuerpo los glúteos de la niña, bajando sus calzas en a lo menos una oportunidad. ”
Habiendo especificado los sentenciadores que pudo establecerse la existencia de m ás de
un hecho, pero ante la dificultad para determinar el número de ocasiones en que el
delito se materializó, pudiendo sí confirmar que fue en más de una ocasi ón, deciden
sancionar por el mínimo de oportunidades distinguidas, as í por dos delitos de abuso
sexual impropio. En este caso entonces, el sujeto activo ha realizado tocaciones en
diversas partes del cuerpo de la menor incluyendo los gl úteos, en ocasiones distintas,
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descartándose la aplicación del carácter de continuado del delito, pues de los hechos que
el fallo ha tenido por comprobados, se colige que el agresor afect ó la indemnidad sexual
a través de acciones separadas en el tiempo, configurando dos delitos como ya se dijo, y
conforme a ello correspondía aplicar en la especie el artículo 351 del C ódigo Procesal
Penal al momento de determinar la pena, como acertadamente lo hicieron los
sentenciadores.
En consecuencia, conforme lo razonado en los motivos que anteceden, no es
posible advertir un auténtico error de derecho en el fallo que se revisa, de manera que el
recurso interpuesto por este motivo de nulidad, tampoco habrá de prosperar.
Por estas consideraciones, y de conformidad a lo dispuesto en los art ículos 372,
373 letra b), 374 letra e) y pertinentes del C ódigo Procesal Penal, SE RECHAZA el
recurso de nulidad deducido por la defensa del condenado JULI ÁN ALFREDO
CARRILLO ORTIZ, contra la sentencia de once de octubre de dos mil veintid ós,
pronunciada por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz, en la causa RIT
60-2022, la que, en consecuencia, no es nula como tampoco el juicio oral que le sirvió
de antecedente.
Regístrese, notifíquese y comuníquese.
Redacción de la Ministra Suplente Sra. Andrea Urbina Salazar.
Rol Ingreso Corte N ° 1596-2022 Penal. //
“Se deja constancia que esta sentencia debe ser anonimizada en cumplimiento a
lo dispuesto en el Acta 44-2020 de la Excma. Corte Suprema”.
Se deja constancia además que no firma la Ministra Titular se ñora B árbara
Quintana Letelier, por encontrarse en comisión de servicio, sin perjuicio de haber
concurrido a la vista y acuerdo del mismo.
En Rancagua, a trece de diciembre de dos mil veintidós, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.
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