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CONSTITUCIÓN DE 1812

IDEAS PRINCIPALES. 
La Constitución de 1812 es obra de las Cortes de Cádiz, formada, en el
momento de su aprobación, por 184 diputados representantes de la soberanía
nacional, la mayoría de los cuales defendía la ideología liberal.
El nuevo régimen político, por tanto, tiene un carácter claramente liberal
en el que se destacan el papel protagonista en el mismo de la Nación, en la que
reside la soberanía, se reconocen los derechos individuales de libertad y
propiedad, que el poder político debe proteger, se declara la igualdad de todos
ante la ley, la monarquía con funciones limitadas y la separación de los poderes
políticos.
CONTEXTO HISTÓRICO. 
La Constitución fue promulgada el 19 de marzo de 1812, en el contexto
de la Guerra de la Independencia (1808-1814), como réplica al Estatuto de
Bayona, carta otorgada promulgada por José I, a imitación del régimen
napoleónico francés.
La población española opuesta a la dominación francesa asume la
soberanía nacional, crea una nueva autoridad y decide convocar las Cortes en
Cádiz, ciudad no ocupada por los franceses, con los objetivos de desmantelar
las estructuras del Antiguo Régimen y construir un nuevo sistema político de
acuerdo con los postulados de la revolución liberal.
Sin duda la principal obra de las Cortes de Cádiz fue la Constitución de
1812, la primera experiencia constitucional de la historia de España.
CARACTERÍSTICAS Y SIGNIFICADO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
Constaba de 10 títulos y 384 artículos. Establece un nuevo sistema
político en España basado en los siguientes principios:
* Como hemos señalado, la soberanía reside en la Nación es decir, según
la concepción liberal, el conjunto de ciudadanos libres e iguales. Recoge la
definición de la Nación española como la reunión de todos los españoles (art.1).
El rey no es dueño de la nación, como en una mayoría absoluta (art.2). La
Nación posee a través de sus representantes el poder legislativo (art.3).
* Se declara que la forma política de España es la monarquía
constitucional ( “monarquía moderada hereditaria”.Art.14 ).
* Separación de poderes: El poder legislativo reside en “las Cortes con el
rey”. El rey puede participar a través de la iniciativa, la sanción y el veto de
las leyes (veto suspensivo por dos veces como máximo). Las Cortes son
unicamerales y elegidas por sufragio universal indirecto de los varones mayores
de 25 años. Tienen un mandato de dos años y los diputados gozan de
inviolabilidad en el ejercicio de su cargo.
El poder ejecutivo reside en el Rey, que nombra libremente a sus
secretarios (ministros) y responden ante las Cortes. El artículo 172 incluye una
serie de limitaciones al poder real, entre ellas las de no poder suspender o
disolver las Cortes, abdicar o abandonar el país sin permiso de ellas.
El poder judicial reside en los tribunales.
* Respecto a la religión, se recoge explícitamente la confesionalidad y
exclusividad de la religión católica, como una concesión a los diputados de
ideología más conservadora. Aunque las Cortes de Cádiz aprobaron normas para
reformar la Iglesia española y limitar su poder.
* En diversos artículos se reconocen derechos naturales (libertad
individual, propiedad, inviolabilidad del domicilio, sufragio...) y la igualdad ante
la ley, acabando por ejemplo con los privilegios fiscales de nobleza y clero y
por consiguiente liquidando la sociedad estamental del A. Régimen.
* La Constitución establece también un ejército permanente y junto a él
la Milicia Nacional, formada por civiles armados para defender el régimen
constitucional.
* Los Regidores (alcaldes) serán elegidos por la población. Se establecen
la Diputaciones y los Jefes Políticos o gobernadores en el nivel provincial de la
Administración del Estado.
 
La Constitución aprobada en Cádiz tuvo tres períodos de vigencia:
- Primero: marzo 1812-mayo 1814.Hasta que el rey Fernando VII
recupera la Corona, vuelve a España y restablece el régimen absolutista,
suprimiendo las reformas liberales de las Cortes de Cádiz.
- Segundo: enero 1820-noviembre 1823, correspondiente al Trienio
Constitucional, segunda etapa del reinado de Fernando VII.
- Tercero: Agosto 1836-junio 1837. Durante la Regencia de María
Cristina de Borbón, en la etapa de gobierno de los liberales progresistas
encabezados por Juan Álvarez Mendizábal, hasta la aprobación de la
Constitución de 1837.
CONSTITUCIÓN DE 1869.
1. Contexto histórico y autor.
-El texto recoge un fragmento de la Constitución aprobada por las Cortes
en 1869, en la primera etapa del Sexenio Democrático.
-En otoño de 1868 triunfa la Revolución Gloriosa, protagonizada por los
grupos de oposición al sistema conservador de Isabel II (progresistas,
demócratas y republicanos). Se produce el exilio de la reina y se forma
un gobierno revolucionario provisional para instaurar un sistema más
democrático.
-Las Cortes Constituyentes, elegidas en enero de 1869 por sufragio
universal masculino y de mayoría progresista, en nombre de la soberanía
nacional, elaboran y aprueban esta Constitución que obedece a la
ideología del bloque político mayoritario: progresista + demócrata.
2.Ideas principales:
La Constitución construye un sistema político basado en el liberalismo
democrático, estableciendo inequívocamente la soberanía nacional, la garantía
del ejercicio de los derechos y libertades, la igualdad ante la ley, la libertad
de cultos, la monarquía constitucional y una estricta separación de poderes.
3. Comentario de las ideas principales:
-En el fragmento de la Constitución de 1869 aparecen algunos de los elementos
que atestiguan que el nuevo sistema político tiene un carácter democrático
(sobre todo si lo comparamos con constituciones anteriores , como la de 1845).
a) Reconocimiento expreso de la soberanía nacional (preámbulo y artículo
32). Los ciudadanos tienen participación en el poder y esto se evidencia
en que todas las instituciones políticas representan la voluntad de la
nación (“de la cual emanan todos los poderes”) que se expresa a través
del sufragio universal masculino de los mayores de 25 años.
La Constitución contempla que serían elegidos democráticamente
también los ayuntamientos y diputaciones provinciales.
b) Una amplia declaración de derechos (artículos 2 a 21): A la libertad
(“Habeas corpus” o límite de horas para permanecer detenido), abolición de la
esclavitud, de residencia y de movimientos o circulación , libertad de
enseñanza, de creencias y de cultos (aunque “la cuestión religiosa” genera
tensos debates, pues si la libertad de cultos no gusta a los conservadores, el
compromiso del Estado de mantener el culto y clero católicos no es aceptado
por los republicanos).
Se reconocen los derechos colectivos de asociación y reunión, pero con
algunas limitaciones , como es propio de un régimen liberal-burgués. No
obstante permitía el desenvolvimiento en libertad de las asociaciones obreras.
c) Igualdad ante la ley, con el fin de evitar los privilegios y la exclusión,
todos tienen obligación “de contribuir al servicio militar o al mantenimiento de
las cargas públicas”.
d) La forma política del Estado es la monarquía parlamentaria o
constitucional. Asunto de debate principal. Implica la búsqueda de un nuevo
rey. Amadeo de Saboya acepta finalmente la Corona y convertirse en monarca
constitucional (1870).
e) Clara separación de poderes. Poder legislativo en las Cortes, principal
órgano de poder del Estado, pues representa la soberanía nacional. Las Cortes
están formadas por dos cámaras (el Senado es elegido de forma indirecta)
aprueban las leyes y controlan la acción del Poder ejecutivo, dirigido por el
monarca, pero ejercido por los ministros (el rey reina, pero no gobierna), que
son responsables de su gestión ante las Cortes. Finalmente el poder judicial en
exclusiva para los tribunales.

4. Conclusión:
- Primera constitución democrática de la historia de España.
- Estuvo poco tiempo vigente debido a la constante inestabilidad política
durante el reinado de Amadeo I. En 1873 la proclamación de la I República da
por finalizado este régimen, aunque la Constitución estuvo vigente hasta 1876.
DECRETO 4 DE MAYO DE 1814
LAS IDEAS PRINCIPALES:
En marzo de 1814 se produce la llegada de Fernando VII a España para
ocupar el trono. El 4 de mayo a través de este Decreto, por su soberanía
absoluta, declara derogadas las leyes de Cádiz , abolido el régimen liberal y
restaurado el A. Régimen.
Desde el renglón 1 al 11, expone las razones de esta decisión:
- El monarca actúa en posesión de la soberanía absoluta, no
reconociendo así la nueva condición que la Constitución de Cádiz había
establecido para la monarquía en el régimen liberal. Usa la primera persona,
destacando de esta manera que el poder de legislar le pertenece al rey.
- Considera que tiene el apoyo unánime de sus súbditos, en concreto de
los más “respetables” e influyentes de la nobleza y del clero, que le han hecho
llegar su absoluto rechazo a las transformaciones introducidas por las Cortes de
Cádiz y su respaldo a que restablezca el orden tradicional. Incluso sectores del
propio pueblo llano a su vuelta le aclaman al grito de “Viva el Rey” , ”Muera la
Constitución.
Desde el renglón 11 hasta el final declara nula toda la legislación de las
Cortes, incluido el régimen constitucional.
EL CONTEXTO. LA PERSONALIDAD DEL REY Y EL CONFLICTO ENTRE
LIBERALES Y ABSOLUTISTAS.
El autor del texto es el rey Fernando VII (1784-1833). Había mostrado
su ambición de poder y sus planteamientos contrarios a las reformas
encabezando el Motín de Aranjuez, que supuso la caída de Godoy y la
abdicación de Carlos IV. Es obligado a su vez a abdicar en Bayona, quedando
así el trono en manos de Napoleón (mayo de 1808). Permaneció “prisionero” de
este en Francia durante toda la Guerra de la Independencia.
Entre 1810 y 1813 las Cortes de Cádiz habían realizado la
revolución liberal en España a través de la aprobación de la Constitución de
1812 y de otras leyes que desmantelaban el Antiguo Régimen . Pero a partir de
la liquidación del imperio napoleónico en 1814 en toda Europa se procede a la
“Restauración” de las antiguas dinastías absolutistas.
Por el Tratado de Valençay (dic-1813) Napoleón devuelve el trono a
Fernando VII y se produce el fin de la Guerra de la Independencia. Fernando
VII vuelve a España y por el Decreto del 4 de mayo suprime la soberanía
nacional y realiza un golpe de Estado que fue posible gracias al apoyo recibido
por los señalados sectores reaccionarios, como el llamado Manifiesto de los
Persas, en el que cien diputados absolutistas de las Cortes le aseguran al Rey
que había que combatir a los liberales, pues su verdadera intención era la de
acabar con la Monarquía.
En el reinado de Fernando VII podemos identificar tres etapas en las
que el monarca asistirá y tomará parte en la pugna entre liberales y
absolutistas.
Durante el Sexenio absolutista (1814-20), restablecido el orden
tradicional, se practicó la represión sobre los liberales y “la camarilla” de
clérigos y nobles absolutistas que rodea al Rey impidieron cualquier cambio que
supusiera una apertura del régimen tradicional, con el resultado de unos años
caóticos y de inestabilidad, en los que los problemas se fueron agravando con el
estallido de las guerras por la independencia de las colonias y la quiebra de la
hacienda estatal. Por ello creció el malestar de todos los sectores de la
población (campesinos, obreros, burgueses, militares) y se reorganizó el
movimiento liberal que protagonizó sucesivos conspiraciones y pronunciamientos,
hasta el triunfo del encabezado por Riego en enero de 1820.
Se restablece el régimen liberal de 1812 y el Rey se vio obligado a jurar
la Constitución, dando comienzo así a la etapa del Trienio Constitucional
(1820-23). Los liberales en el poder, divididos en moderados y exaltados,
pusieron en marcha una legislación reformista que incluía la desamortización de
las manos muertas y la reforma fiscal para hacer efectiva la igualdad de todos
ante la ley entre otras medidas.
El rey adopta una actitud de resistencia a estas reforma liberales, y
conspira para solicitar a las potencias absolutistas de la Santa Alianza su
intervención para restaurar el poder absoluto. Finalmente estas intervinieron ,
según lo acordado en el Congreso de Verona de 1822, y un ejército francés (los
llamados Cien Mil Hijos de San Luís) entró en España en abril de 1823 y
ofreció de nuevo al rey sus poderes absolutos.
Se inicia entonces la tercera y última etapa, la Década Ominosa
(1823-1833), durante la que se volvió a suprimir la Constitución y se reanudó la
represión contra los liberales, a través de la depuración en el ejército y el
funcionariado, la supresión de la Milicia Nacional y la censura para evitar la
propagación de las ideas liberales. Pero se aceptaron algunos cambios que
provocó la división del absolutismo en dos bandos: el de más pragmáticos o
moderados, que sostenían la política del Rey en este momento, y la de los
llamados “realistas puros”, contrarios a cualquier concesión al liberalismo, que
se muestran abiertamente a favor de que el infante don Carlos releve en el
trono a Fernando VII.
NORMAS DESAMORTIZADORAS DE MENDIZÁBAL.
Los textos pertenecen a dos leyes impulsadas por gobiernos liberales
progresistas que desarrollan un aspecto principal de la reforma agraria liberal ,
como es la desamortización de las manos muertas del clero regular y de los
municipios.
El primer párrafo del primer texto (Ley de Desamortización de Mendizábal)
expone las razones de esta decisión política y el segundo indica que los bienes
afectados por la desamortización son los de órdenes religiosas o clero regular.
Esta primera de las leyes de desamortización es aprobada en febrero de 1836,
en el período de minoría de edad de la reina Isabel II, durante la Regencia de
su madre, María Cristina de Borbón En concreto en la etapa en la que preside
el gobierno el político progresista Juan Álvarez Mendizábal y en la que, además
de la desamortización, se emprenden otras importantes reformas de signo
liberal, como la de la Hacienda estatal y la aprobación de la Constitución
avanzada de 1837.
El fragmento de la Ley de Desamortización de Madoz o de Desamortización
General de 1855 señala los bienes afectados por la misma: los que son
propiedad de algunos organismos de la Iglesia o del Estado y sobre todo las
manos muertas de los municipios (los propios y comunes de los pueblos)
Esta Ley fue promulgada durante la etapa del Bienio Progresista
(1854-56), que sigue al triunfo de la llamada Revolución de 1854, con el
general Baldomero Espartero de nuevo a la cabeza de un gobierno de mayoría
progresista, en el que Pascual Madoz es ministro de Hacienda e impulsor de
esta ley.
En España la reforma agraria liberal trató de resolver el problema que
suponía la gran masa de bienes amortizados. El proceso se inicia en las Cortes
de Cádiz, se interrumpe con la restauración absolutista del reinado de Fernando
VII y se reanuda, como vemos, en el reinado de Isabel II.
En esencia la desamortización consistió en la expropiación (“han venido a
ser propiedad de la nación”) por el Estado de “bienes raíces” (fincas)
procedentes en su mayoría de las propiedades de la Iglesia y los municipios.
Estos “bienes nacionales” fueron luego vendidos en pública subasta y
constituyeron una parte sustancial de los ingresos del presupuesto estatal.
La Desamortización de Mendizábal afectó a los bienes del clero regular. El
gobierno procedió a la disolución de las órdenes religiosas y sus bienes fueron
nacionalizados por el presente decreto.
Aunque en el texto se menciona que un objetivo es “que la agricultura y
el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero
en su actual estado” , las principales intenciones son financiar la guerra
carlista, sanear la hacienda pública (“disminuir la deuda pública”), desproveer
de recursos al clero defensor del carlismo y crear una clase de propietarios,
que al sentirse beneficiados, se mostrara interesada en el triunfo de la causa
liberal defendida por el bando cristino. En 1841, siendo regente Espartero, se
incluyó dentro de los bienes sujetos a expropiación la masa de los bienes del
clero secular. Las ventas alcanzaron el valor equivalente a unos 3/5 de los
bienes de la Iglesia en 1836; la llegada al poder de los moderados, en 1844,
las suspendió hasta la Ley Madoz.
La llamada Ley Madoz afectaba ya no sólo a los bienes de la Iglesia que
todavía permanecían vinculados , sino sobre todo a los bienes amortizados
pertenecientes al Estado y a los municipios, los llamados bienes de propios y
comunales, que los municipios arrendaban o dejaban para uso de los vecinos de
la población. El Estado pretendía destinar los ingresos obtenidos a reducir la
deuda pública, pero un porcentaje significativo se invertiría en la construcción
de la red ferroviaria.
- Conclusiones: Este proceso supuso:
a) La desamortización mantuvo la estructura latifundista de la propiedad
española. La propiedad siguió concentrada en mano de unos pocos
pudientes: la oligarquía de latifundistas que se hicieron todavía más ricos
.
b) Las víctimas de la desamortización fueron el patrimonio histórico y
artístico, la Iglesia, los municipios y los campesinos pobres.
c) Se produce un aumento de la superficie cultivada, pero no una
modernización de la actividad agraria.
En definitiva se consolida en España un capitalismo de base agraria, en
donde la reforma agraria, al no ser simultánea a un crecimiento industrial, no
genera un significativo crecimiento económico y acentúa la desigualdad social.
EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN.
Las viñetas que se nos presentan son manifestaciones de periodismo satírico
aparecidas en alguna publicación española durante el periodo histórico conocido
como de la Restauración borbónica (1875-1902). Tras los fallidos ensayos
políticos del Sexenio democrático, en 1875 se restauró la monarquía borbónica
con el reinado de Alfonso XII.
La intención de ambas es hacer una crítica desde la ironía de las prácticas
corruptas del régimen político establecido en este período, denunciando el
recurso sistemático al fraude electoral, que se ejecuta a través de diversos
procedimientos como los expuestos en las caricaturas (decidir o coaccionar el
voto de los electores, suplantar a electores fallecidos, la no coincidencia entre
votos y votantes inscritos) y que en su conjunto se conocen con la denominación
de “pucherazo”. Prácticas, que como se aprecian en los dibujos, se apoyan en la
participación de personajes socialmente influyentes, los caciques, y el
consentimiento expreso de las autoridades (el policía se desentiende de la
denuncia que le presentan).
Fundamentos ideológicos y el funcionamiento del sistema político de la
Restauración ideado por Cánovas.
Antonio Cánovas del Castillo, principal líder de la causa Alfonsina durante el
Sexenio, desde la presidencia del gobierno se convierte en el artífice de un
régimen político que, dado el papel que juega en su conformación, se puede
nombrar como sistema canovista.
Cánovas anula parte de los avances democráticos del Sexenio para
consolidar un régimen conservador, pero a la vez considera imprescindible para
la estabilidad política la creación de un sistema aceptado por las principales
fuerzas burguesas, dejando al margen a los grupos vistos como radicales y
revolucionarios. Con este objetivo se van poniendo en marcha las bases del
sistema, que son:
a) La constitución de 1876, que conforma un sistema con los siguientes
principios políticos: Soberanía compartida entre Rey y Cortes, de modo que el
rey vuelve a tener un papel político preponderante.La declaración de derechos
es amplia, pero su ejercicio está condicionado por leyes posteriores.
Centralismo y confesionalidad católica del Estado.
b) El bipartidismo y el turnismo. Cánovas convence a líderes políticos
progresistas, que habían tenido participación en el Sexenio, para que formaran
una fuerza alternativa , lo que era fundamental para afianzar el sistema.
Así aparecieron dos grandes fuerzas, los partidos dinásticos, que
coincidían en defender los pilares básicos del régimen (la monarquía, la
constitución de 1876, la propiedad privada y el estado centralista): El Partido
Conservador, liderado por el propio Cánovas, que representa a los
terratenientes y grandes fortunas y defiende los valores tradicionales, y otro,
el Partido Liberal, liderado por Sagasta, de ideología algo más progresista, que
representa a la burguesía de clase media sobre todo.
Ambos partidos dinásticos pactan durante décadas, desde 1881, turnarse en el
poder periódicamente. Para ello, en cada momento acordado, el Rey, que juega
su papel en todo este engranaje político, encargaba la formación de un nuevo
gobierno al partido que se encontraba entonces en la oposición, disolvía las
Cortes y se convocaban nuevas elecciones. Entonces actuaban los procedimientos
de fraude electoral con el fin de que mayoritariamente el nuevo parlamento
estuviera formado por diputados del nuevo partido gobernante.
Uno de ellos es “el encasillado” consistente en que el Ministerio de la
Gobernación confeccionaba la lista de diputados que deberían salir elegidos en
cada distrito. Y el otro es “el pucherazo”, Es el apelativo con el que se conoce
la manipulación en las distintas mesas y distritos electorales para que saliera el
candidato designado.
c) Para poner en marcha los mecanismos de fraude descritos era imprescindible
la intervención del cacique local, persona poderosa que ejerce un control tal
sobre las poblaciones, que todos han de obedecer sus consignas, por ejemplo el
voto que depositarán en las urnas en el momento de las elecciones (en la viñeta
aparece un sacerdote, uno de esos personajes influyentes que podrían prestarse
como colaboradores en las coacciones a los votantes de los caciques).
En conclusión el sistema de la Restauración tuvo la virtud de aportar una
estabilidad política que no había existido antes en el siglo XIX, superando
incluso el momento delicado de la muerte del Rey Alfonso XII en 1885, pero a
costa de que la voluntad popular quedará absolutamente marginada y el poder
exclusivamente en manos de la oligarquía , para que pudiera ejercerlo en
beneficio propio.

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