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Comentario de la Constitución de 1876

Es texto recoge un conjunto de artículos de la Constitución Española de 1876, la “Carta Magna” del período
conocido como Restauración y que significó la vuelta de los Borbones al trono de España. Realizaremos el
comentario siguiendo varios pasos: localización del texto, análisis del mismo y contextualización,
finalizando con unas breves conclusiones, señalando la importancia que tuvo el texto.
Al ser un extracto de la Constitución de 1876, clasificamos al texto como informativo (caracterizado por su
lenguaje técnico e impersonal) jurídico (o legal), por ser una Ley suprema de obligado cumplimiento para
todos los españoles.
Se trata de un texto de contenido político, porque recoge las bases de la organización político-
administrativa, marcada por la impronta restauradora de Cánovas del Castillo y Alfonso XII.
Por su origen, diremos que estamos ante una fuente histórica, al estar manejando un documento coétaneo:
son artículos de la propia Constitución de 1876.
En cuanto a la época y el tiempo, ese año 1876 nos plantea el trasfondo de la Restauración borbónica en la
figura de Alfonso XII - plasmada en el manifiesto de Sandhurst y el pronunciamiento de Martínez Campos
en Sagunto - tras la cual se produce una convocatoria a Cortes Constituyentes, cuyo trabajo dará origen a esta
Constitución de 1876 y dar a sí cobertura legal y política al proceso de la Restauración.
Su autor es colectivo: los diputados de las Cortes. Y el destinatario de esta Constitución es, por supuesto,
público: el conjunto de todos los españoles.

El tema central del texto es mostrar algunos artículos significativos de la Constitución de 1876 en la que
aparece reflejado el ideario canovista y cuyas principales ideas hacen referencia a la cuestión religiosa, los
derechos individuales de opinión, reunión y asociación, la existencia de una monarquía constitucional y algu-
nas otras cuestiones políticas: sistema bicameral, separación de poderes y establecimiento de un solo Fuero
para todos los españoles reconociendo las peculiaridades territoriales.
A) Estado confesional católico (art.11), aunque permitía el ejercicio privado de otras religiones (libertad
de culto), respetando la moral cristiana. El Estado tiene la obligación de mantener a la Iglesia.
B) El art.13 plantea una serie de derechos y libertades, en concreto la libertad de opinión, de imprenta,
de reunión y de asociación.
C) El art. 18 establece la forma de soberanía: compartida entre el Rey y las Cortes (quienes tienen el
poder legislativo).
D) Sistema bicameral (art.19): Congreso de los Diputados y Senado.
E) Composición del Senado (art. 20), con senadores por derecho propio, senadores vitalicios nombrados
por la Corona y senadores de elección estatal y “mayores contribuyentes”.
F) El art. 28 plantea el tema de la elección de diputados, sin límite de reelecciones y “por el método que
determine la ley”: ese método pasará de ser un sufragio censitario (ley de Cánovas de 1878) a ser un
sufragio universal masculino (Ley de Sagasta de 1890)
G) Poder ejecutivo en manos del Rey (art. 50).
H) El art. 75, con la expresión “ mismos códigos regirán en toda la monarquía”, remarca la
uniformidad de todos los españoles, que tendrán las mismas leyes. Esto se concretará con una
política autoritaria y centralizadora, que se concretará en la Ley Abolitoria de los Fueros Vascos de
1876 y decretos reorganizadores de diputaciones provinciales y ayuntamientos.

Pasando a la contextualización del texto diremos que estamos ante la Constitución de la Restauración,
periodo iniciado en 1874 con la reposición de los Borbones en Alfonso XII, hijo de Isabel II, y que llegará
hasta 1923 (Regencia de Mª Crsitina y Alfonso XIII hasta el golpe de estado de Primo de Rivera)
El golpe de Estado del general Pavía a comienzos de 1874 acababa con la I República, estableciéndose un
Gobierno Provisional presidido por Serrano. Los graves problemas existentes -guerras carlista y cubana,
cantonalismo y agitación social- llevaron al futuro Alfonso XII a presentarse como pacificador en el
Manifiesto de Sandhurst, documento redactado por el líder del partido alfonsino, Cánovas del Castillo. Tras
el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos (diciembre de 1874), Alfonso XII fue
proclamado nuevo rey.
En la Restauración se trataba de volver al régimen anterior al Sexenio revolucionario, cansadas las clases
altas y medias de los cambios políticos (monarquía democrática de Amadeo I, república federal, república
centralista). Veían necesaria una nueva Constitución moderada que estableciera "reglas de juego" abiertas,
para recoger en su seno a todas las ramas del liberalismo, y que clausurara el ciclo revolucionario iniciado en
1868, con el objetivo de mantener un orden político y público estables, basados en el equilibrio.
El nuevo sistema político restaurado se basaba en tres aspectos:
 La Constitución de 1876. Para elaborar una nueva Constitución, se convocaron las Cortes por sufragio
universal. Esta buscaba un proyecto lo suficientemente amplio como para dar cabida a los distintos
programas liberales y finalmente fue promulgada el 30 de junio de 1876. Plasmará el esquema
fundamental del sistema: pragmatismo, flexibilidad, compromiso y tolerancia, caracterizándose
concretamente por ser monárquica (ya que estaba a favor de Alfonso XII), moderada (muy influida por
Antonio Cánovas del Castillo) y ecléctica, recogía los aspectos más destacables de otras Constituciones
anteriores, en especial la herencia moderada de la de 1845 e incorporando aspectos relevantes de la de
1869, en lo referente a derechos y libertades fundamentales. Con 89 artículos, sus puntos clave eran:
 La monarquía constitucional. soberanía compartida por el Rey y las Cortes (el poder de hacer las
leyes reside tanto en las Cortes como en el rey).
 División de poderes, pero la Constitución otorga el poder ejecutivo al rey. Así es éste el
encargado de hacer ejecutar las leyes.
 Monarquía hereditaria.
 Sistema bicameral, con dos cuerpos colegisladores: Senado y Congreso de los diputados,
diferenciados en cuanto al acceso a la condición de parlamentario. Si el Congreso de los
Diputados tenía un origen electivo aunque abierto, el Senado guardaría hasta el final una
composición tripartita: senadores por derecho propio, senadores vitalicios nombrados por la
Corona, y senadores elegidos por las corporaciones del estado y mayores contribuyentes.
 La Constitución no fijaba el tipo de sufragio, pero una ley de 1878 (Cánovas) estableció el voto
censitario, limitado a los mayores contribuyentes. Sin embargo, en 1890, cuando estaba en el
poder el partido liberal (Sagasta), se aprobó el sufragio universal masculino.
 Derechos y libertades, destacando las libertades de opinión, reunión y asociación. Pero debemos
matizar cosas. En los primeros momentos de la Restauración, con Cánovas, existirá la censura
previa en impresos de menos de 200 páginas y se concede a la Iglesia el derecho a censurar todos
los libros que “atenten” contra la moral y buenas costumbres. Además, la Ley de Imprenta de
1879 establece como delito toda duda, crítica o ataque al sistema de la Restauración. Por el
contrario, con Sagasta se aprobarán diversas leyes que “democratizarán” el régimen: Ley de
libertad de reunión y expresión (1881) Ley de prensa (1883), Ley de libertad sindical (1887).
 Estado confesional católico, pero con libertad de culto, siempre que se respete la moral cristiana.
El Estado tiene la obligación de mantener a la Iglesia.
 Los códigos que rigen la Monarquía son iguales en toda ella, es decir, que no habrá variaciones
en los diferentes territorios. Tras la abolición de los Fueros y con ella la eliminación de los
privilegios de los que gozaban los habitantes de estos territorios, la Constitución establece un solo
Fuero para todos los españoles.
Esta Constitución de 1876 estará en vigor hasta 1923, es decir, hasta el golpe de estado de Primo de
Rivera, aunque no será abolida hasta 1931, con la implantación de la II República. Ello la convierte en
la Constitución de más duración de la historia constitucional española.
 El bipartidismo: sistema político basado en la existencia de dos únicos partidos: el partido conservador
(compuesto por la burguesía terrateniente, el alto funcionariado militar o civil y la nobleza) cuyo líder
era Antonio Cánovas del Castillo; y el partido fusionista (formado por progresistas y demócratas) de
Práxedes Mateo Sagasta, heredero de los ideales de 1869 adaptados a los límites del sistema canovista.
 El turnismo: procedimiento basado en la alternancia en el Gobierno de los dos partidos dominantes.
Para ello se recurrió al caciquismo, un mecanismo consistente en el control de una determinada zona por
un cacique responsable de hacer que venciera las elecciones el partido que debía hacerlo. Hablamos de
una auténtica corrupción electoral a través de prácticas como el encasillado (lista de candidatos) y el pu-
cherazo (alteración de los resultados electorales, fraude, compra de votos, amenazas…). El sistema fun-
ciona ya desde 1881, pero se oficializa en el Pacto de El Pardo (1885), tras la muerte de Alfonso XII.
Con estos parámetros, se llega a la estabilidad que la Restauración quería y que la Constitución de 1876
había fundamentado. Y es su amplio recorrido - fue válida durante todo el periodo de la Restauración,
incluyendo una regencia y dos reinados - el que, mejor que nada, pone de manifiesto la tendencia de
conciliación en su redacción. Bajo esta constitución se construyó el sistema del turnismo y el bipartidismo,
se consolidó el capitalismo y la industrialización, y se logra la paz: la guerra carlista termina en 1876 (con
posteriores episodios políticos: Ley Abolitoria de los Fueros Vascos de 1876 y posterior Ley de Conciertos
Económicos de 1878) y la guerra de Cuba en 1878 (Paz de Zanjón). Pero también se comenzaba a conformar
la oposición al régimen (carlistas, republicanos, la aparición y auge del movimiento obrero – anarquismo y
socialismo – y la concreción de los nacionalismos, sobre todo el catalán y el vasco).

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