Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mobbing. Manifestaciones - Acoso Laboral
Mobbing. Manifestaciones - Acoso Laboral
Mobbing:
Neurología,
Manifestaciones
Neurocirugía
corporales
y Psiquiatría.
al vivir un
2008;
proceso
41(1):deEne.-Mar:
acoso laboral
13-20
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Mobbing: Manifestaciones
corporales al vivir un proceso de acoso laboral
Rocío Fuentes Valdivieso*
Palabras clave: Acoso, movimientos corporales, odio, Key words: Harassment, corporal movements, hatred,
erotomanía. erotomania.
do los trabajos temporales o de corto plazo, que trastornos conversivos, la apatía sexual y así suce-
cada vez son más inciertos, características del nue- sivamente. La somatización de los problemas coti-
vo capitalismo,3 lo que contribuye a que en el lugar dianos también son parte de los efectos del acoso
de trabajo se vaya gestando un ambiente hostil, donde psicológico laboral, que se presentan acompañadas
sobrevive no el más inteligente o sobresaliente en de enfermedades virales como gripes y otras, como
términos académicos y productivos, sino el que me- crisis nerviosas que en términos médicos se llaman
jor se desempeñe en estos ambientes. trastornos conversivos, es decir, la pérdida motora
No obstante, no se trata de generalizar y afirmar o sensitiva de movimientos corporales bruscos y
que todas las personas que destacan se encuentran que asemeja una enfermedad neurológica, aunque la
en las situaciones anteriormente descritas; sin em- exploración médica no coincide con una enfermedad
bargo, nos llama la atención que ha salido a la luz conocida y aparece tras un desencadenante psicoló-
pública, manifestaciones de conductas agresivas en gico claro, como por ejemplo, un cuadro depresivo
ambientes laborales que se relacionan con estas ocurrido por un accidente, por una situación de des-
causas. empleo o cualquier otro acto violento que altera la
El proceso que acompaña al acoso psicológico la- vida de un individuo.
boral está interconectado con el lenguaje y la cultura Los síntomas frecuentes son: parálisis, afonía,
como manifestación de ideas, creencias, sentimien- ceguera, alteraciones de la marcha, anestesia, etc.
tos que se reproducen y recrean cotidianamente. Los Los síntomas que producen inconscientemente y
movimientos corporales son parte del lenguaje que son modificables por la sugestión. Puede existir si-
se manifiesta a través de las miradas, los gestos copatología previa y en general, una vez descartada
amables y agresivos, las aproximaciones corporales una causa orgánica, es aconsejable la atención sico-
entre las personas y cualquier acercamiento y movi- terapeutita o siquiátrica (DSM-IV).**
miento corporal; también los discursos amorosos, A través del lenguaje corporal se pueden comuni-
halagadores y felicitaciones en público. car los sentimientos y las emociones; aspectos des-
Para los fines de este trabajo entendemos por agradables y aceptación y negación de los lugares en
manifestación corporal, el movimiento del cuerpo y los que se encuentran los individuos como los am-
la expresión del mismo, hecho que se manifiesta a bientes laborales.5 Los movimientos corporales pue-
través de gestos que transmiten y comunican la idea den ser interpretados de manera distinta de acuer-
de algo, es decir, la significación. Geertz4 señala que do a la cultura de cada uno de los individuos y más
un guiño del ojo puede tener varios significados cul- aún, en ambientes laborales diversos.6 Hemos ubi-
turales. La mirada fija y retadora, puede ser inter- cado algunos movimientos corporales, como mira-
pretada de varias maneras en grupos y culturas es- das fijas, acercamientos entre el acosado y el acosa-
pecíficas. Así los silencios, bajar la cabeza, el dor que aparecen de manera persistente en las
movimiento de las manos, la sonrisa irónica, el reco- conductas de los individuos que viven mobbing;
rrido de la mirada por todo el cuerpo de un indivi- como lo mostraremos en los siguientes casos: Gua-
duo nos dice algo o bien comunica algo. Roberto Va- dalupe, una mujer de 32 años, trabajaba en una em-
rela ha señalado: “la necesidad de no confundir la presa de seguridad y vigilancia monitoreada desde
cultura y el comportamiento, aunque se encuentre hace seis años. Su carrera había sido brillante y le
indisolublemente ligados: una cosa son las conduc- reconocían su trabajo haciéndole reconocimientos en
tas y otra los significados que se encuentran asocia- público al otorgarle diplomas por su excelente des-
dos con ella”.1 Consideramos que las conductas son empeño y productividad hasta que el director de su
parte de las expresiones culturales. Por ello, hemos área fue sustituido por su nueva jefa. Entonces co-
reiterado que el acoso psicológico laboral tiene bases menzaron los problemas.
en las conductas, los comportamientos y se reflejan “Desde que llegó, mi jefa y yo empezamos a tener
en las emociones que se entretejen en los ambientes muchas diferencias. Su forma de trabajar era muy
laborales, por tal razón la antropología es una disci- distinta a la mía y enseguida noté un rechazo hacia
plina necesaria para el estudio de estos fenómenos. mi persona que iba más allá de lo profesional. Poco
Por otra parte, hay respuestas corporales más a poco fue quitándome responsabilidades y a rele-
complejas como por ejemplo la somatización de la garme a tareas humillantes. De estar dirigiendo con-
presión que se ejerce con el mobbing: la inmuno- ferencias y llamadas telefónicas con altos funciona-
depresión, la falta de ánimo, las crisis existenciales, rios, pasé a ser la persona que le enviaba los faxes y
** Véase: El DSM-IV es la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Asso-
ciation. Se trata de una clasificación de los trastornos mentales con el propósito de proporcionar descripciones claras de las catego-
rías diagnósticas, con el fin de que los clínicos y los investigadores puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar información y tratar
los distintos trastornos. Disponible: en http://es.wikipedia.org/wiki/Manual_diagn%.
le llevaba el café por las mañanas y cambiaba sus ci- bargo debemos reconocer que las depositarias de las
tas, poco a poco me convertí en su secretaria. Cuan- violencias suelen ser en mayor medida las mujeres.
do mi jefa me daba órdenes ni siquiera me miraba, (Fuentes, Valdivieso y Lara Méndez; 2006).7 El aco-
sólo me ordenaba con un tono de voz que me pare- so psicológico laboral se refiere tanto a las acciones
cía despectivo, varias veces no me contestaba el sa- que se realiza para generar miedo en un trabajador
ludo, me hacía sentir como si le estorbara” (Guada- como a las enfermedades psicológicas que se produ-
lupe, 23 de abril del 2006). cen en él. De esta forma la depresión, la ansiedad, el
Guadalupe llegó a otra fase de los malestares: estrés y la codependencia son algunos síntomas que
Comenzaron a aislarla de sus compañeros de traba- las víctimas desarrollan. El siguiente caso confirma
jo. Al parecer el hecho que le hablara, corrían el lo que aseveramos en este trabajo:
riesgo de ser igualmente maltratados o despreciados “Recuerdo que llegó un momento en el que me daba
por otros compañeros y jefes. Así pasaron dos años pánico ir a trabajar, hasta que un día no pude presen-
y medio. Las relaciones entre Guadalupe y su jefa no tarme en la oficina. El médico me diagnosticó una de-
mejoraron. La marginación que vivía Guadalupe la presión severa que me impedía trabajar. Pero tampoco
convirtió en una persona callada y con la mirada podía dejar de hacerlo porque era mi único ingreso.
baja. No podía sostener la mirada con alguno de los Un día camino al trabajo, me empujaron en el metro y
jefes. Todo lo hacía mal y consideraba que no la des- yo respondí con golpes y gritos pero ya no sabía a
pedía sólo por agradecimiento a los buenos rendi- quien golpeaba. Llegó la policía y trataron de tranquili-
mientos que la había otorgado a la empresa en otros zarme, pero yo no dejaba de gritar. Me llevaron a la
momentos. Cruz Roja y me diagnosticaron estrés. Yo no quería ir
“De pronto me vi con casi 35 años, completamen- a trabajar porque en la oficina se burlaban de mí, so-
te fracasada, deprimida y sin rumbo. Llegué a creer bre todo de mi cuerpo. Tengo sobrepeso y estoy ancha
que no servía para nada y que me merecía todo lo de las cadera, y aparte me dejaban cada vez más tra-
que me estaba ocurriendo por inepta y poco eficien- bajo, mientras que a otros compañeros también, ar-
te. Sentí como nunca la soledad en mi vida, porque quitectos como yo, les daba todas las facilidades para
ni pareja tenía, tampoco me había titulado de la li- salir a una hora fija. Ya renuncié y ahora me estoy re-
cenciatura en administración, pues, siempre me de- cuperando acudiendo a terapia y tomando antidepresi-
diqué a trabajar y en ese momento sentí que no va- vos.” (Linda, 29 de junio de 2007).
lía nada. Caminaba agachada para que nadie me La desinformación en torno al problema hace que
viera, apenas estoy tratando de recuperarme” (Gua- las personas que viven mobbing desconozcan el ori-
dalupe, 23 abril del 2006). gen de los malestares e incomodidades que viven en
El objetivo del acoso psicológico labora es invali- su ambiente laboral. Es apenas en los últimos años
dar a la otra persona, aislarla del resto, hacerla sen- que se está dando cuenta de este fenómeno violento,
tir culpable de lo que está ocurriendo y que disminu- podemos decir que un gran número de personas en-
ya su autoestima. Por lo general, algunas veces trevistadas dicen desconocer el problema y también
quienes lo padecen son personas brillantes, trabaja- no saben cómo manejarlo legal y administrativamen-
doras, talentosas y eficaces. Sin embargo, no todas te en el campo laboral.
las personas maltratadas son brillantes, buenas y
los otros son malos, sino que debemos entender que ODIO, EROTOMANÍA Y
las conductas humanas y las relaciones de poder que ACOSO PSICOLÓGICO LABORAL
se dirigen a alguna persona o a un grupo están soste-
nidas por un conjunto de aspectos subjetivos que El acoso psicológico laboral obedece a relaciones
son construidos socialmente como por ejemplo: los de poder en los ambientes laborales. Eric Wolf8 ha
cuerpos, el género, la edad, la participación política o mostrado cómo a través de la historia se han signi-
la postura ideológica de un individuo o un grupo de ficado grupos sociales poderosos que hicieron notar
personas, así como la identidad étnica. Los acosado- y darle una figura a su poder para ejercerlo a través
res también algunas veces son brillantes, amables, de la dominación de pueblos enteros. Así trasladado
encantadores (as) en contextos favorables, pero otras el poder a los espacios laborales concretos, coincidi-
veces son considerablemente agresivos y absurdos si mos con Irigoyen cuando señala que: “Cometeríamos
el ambiente laboral les permite manifestar sus senti- un error si creyéramos que los procesos de violencia
mientos. Otros (as) más, venden una imagen con un son distintos según si se sitúan en las relaciones
fuerte compromiso social, aunque tengan una prácti- privadas o en un contexto profesional. Ninguna vio-
ca contraria a su discurso. lencia, desde el momento en que se da en nuestra
El caso de Guadalupe nos muestra la compleji- sociedad, es de índole estrictamente individual”.9
dad que adquiere el mobbing y es claro que no tiene Por ello consideramos que el mobbing o acoso
preferencia por los géneros, es indistinto; sin em- psicológico laboral es un movimiento social que se
16 Neurol Neurocir Psiquiat. 2008; 41(1): p. 13-20
Mobbing: Manifestaciones corporales al vivir un proceso de acoso laboral
sustenta en los odios sociales formados ancestral- alianzas sentimentales se pueden formar equipos
mente. El odio está socialmente organizado. García para ejercer mobbing o acoso psicológico laboral
Canclini señala que el odio reaparece en diferentes en un individuo:
momentos de la historia y que no es necesariamente Susana una ingeniera civil de 49 años ocupó un
un sentimiento individual. Marina y López Penas10 puesto como subdelegada de obras en la delegación
se refieren a la tribu del odio como formas prima- X de la ciudad de México en un periodo de seis me-
rias o muy tempranas de la sociedad de manifestar ses. Las primeras semanas en su nuevo puesto fue
misoginia, misantropía, es decir, el rechazo a las muy bien aceptada en el ambiente laboral. Ella se
mujeres, a lo novedoso, a los homosexuales; de reconoce como una persona estricta y honesta pero
acuerdo con García Canclini11 el odio queda asocia- no llevaba un equipo de trabajo. A las pocas sema-
do a algún tipo de arcaísmo. Para el mismo autor, nas de desempeñarse como funcionaria pública, co-
odiar forma parte de la organización social de los menzó a darse cuenta que los oficios que le ordena-
sentimientos de la alta modernidad: “reaparece y se ba a su secretaria, estaban alterados de como ella
hace más complejo en las interacciones entre grupos los había pedido. El problema fue persistente y ob-
y países avanzados, y adquiere nuevas formas en la servó que su secretaria mantenía una estrecha rela-
globalización”. El odio está sustentado en un deseo ción sentimental con otro funcionario que aspiraba
negativo hacia alguien, es aversión. El odio es lo tener el puesto de Susana.
opuesto al amor. Algunos autores como Macfarla- La secretaria ejerció la descalificación constante
ne12 mencionan que el amor forma parte de la época hacia Susana de tal manera, que las demás secreta-
moderna que surge con el capitalismo; es un amor rias se aliaron a ella, pues la secretaria deseaba que
que se construye con la idea romántica y en la liber- el puesto de Susana fuera ocupado por su aliado
tad de elegir al ser amado. El amor como sentimien- sentimental. Así Susana comenzó a tener más fallas
to se basa en las decisiones personales. Actualmen- en el trabajo y por supuesto llamadas de atención
te, el amor es parte de los derechos humanos y los por parte del Delegado. A los seis meses de haber
seres humanos pueden tener un amor o muchos (a ingresado a la delegación, Susana tuvo que abando-
una variedad de cosas o personas). nar el puesto porque le pidieron que firmara su re-
El odio y el amor son componentes de los discur- nuncia voluntaria. Así señala Susana que: “las se-
sos que se utilizan en el acoso psicológico laboral. cretarias favorecen a los hombres para lograr lo que
Podemos decir que si bien el mobbing reaparece ellos quieren en estos ambientes, las mujeres se
como un fenómeno de la modernidad, es también vuelven cómplices de los hombres y los hombres
parte de un movimiento social porque trastoca to- también las utilizan para lograr sus fines”. Después
dos los ambientes laborales. Sólo que el mobbing de vivir esta experiencia, Susana reconoce que se ha
puede tener manifestaciones particulares en am- vuelto más agresiva con las mujeres, sobre todo con
bientes laborales específicos. También tiene un len- las jóvenes, en su discurso encontramos resenti-
guaje en el que intervienen no sólo los movimientos miento y se conduce con dureza en su trabajo como
corporales, sino los discursos amigables, amorosos, ingeniera civil, como bien señala Marina y López Pe-
como por ejemplo: “yo quiero lo mejor para ti pero nas10 una conducta trae otra como la venganza y el
no te dejas ayudar”, “eres mi mejor trabajador sólo resentimiento en este caso.
aguanta un poco”, “eres mi mejor amiga pero les ha- Durante el proceso de acoso psicológico laboral
blo más a otros de ti”, y así sucesivamente. En estos se trata de descalificar a otro cuando hay intereses
discursos encontramos que existe una aparente pre- de por medio, esto es cuando el otro estorba para lo-
ocupación por el otro para que logre un bien. Sin grar los objetivos personales o grupales. El objetivo
embargo, se exige el sacrificio de la persona acosada se cumple cuando existen las condiciones para ata-
y el sacrificio conduce al castigo recurrentemente. El car, por ejemplo, que Susana sea una persona ho-
otro (el acosado), no reconoce que las personas que nesta o estricta y que este comportamiento afecte
aplican estos discursos tienen conceptos equivoca- los intereses políticos de otros. Por otra parte, Su-
dos de lo que es la ayuda, la amistad o simplemente sana no contaba con un equipo de trabajo que pu-
los derechos de los otros, es decir, los derechos fun- diera protegerla en algún momento, o bien, no con-
damentales de los seres humanos. taba con un abanico de posibilidades para formar
Encontramos que en muchos casos de mob- alianzas y sobrevivir a las agresiones.
bing, hay discursos amorosos que se convierten Las alianzas amorosas en los espacios labora-
en estrategias funcionales para ejercer acoso o les pueden tener otros fines aparte del amor, en
para ejercer un plan de acoso, por ello, coincidi- este caso fue construir lazos de solidaridad para
mos con Gluksmann 13 cuando señala que el odio destituir el puesto a una persona que no estaba
se maquilla de ternura. En el siguiente caso mos- dentro del equipo de trabajo de otro grupo bien or-
tramos que con los discursos amorosos y las ganizado.
Neurol Neurocir Psiquiat. 2008; 41(1): p. 13-20 17
Rocío Fuentes Valdivieso
bién llamaba telefónicamente a la esposa de Fabián, Pero con la esposa de éste se mostraba agresiva y
de manera “amable” le describía todo lo que hacía ante los compañeros de trabajo se quejaba del mal-
ella y su marido, le comentaba de qué platicaban a trato que le daba Fabián.
la hora de la comida. También la criticaba diciéndo- La tercera fase donde interviene la empresa se da
le que era poco comprensiva, la cuestionaba pregun- cuando Fabián cuenta lo que está sucediendo. Asi-
tándole por qué se enojaba de la relación que soste- mismo, por fin se da cuenta que lo que persigue Vio-
nía con su esposo, asegurándole que ellos sólo eran leta no es una relación amorosa con él, sino apro-
amigos y que si él la buscaba era para desahogarse piarse de su cartera de clientes y arrebatarle la
de las presiones laborales y familiares. La relación jefatura que él ocupa.
entre Violeta y Fabián se tornó cada vez más difícil. A pesar de una serie de temores como el proba-
Violeta lloraba a su jefe diciéndole que todo el traba- ble despido, el desconcierto ante el verdadero inte-
jo lo realizaba ella, no Fabián. Relata de tal forma la rés de Violeta por él, el no saber a quién acudir, et-
situación a los demás, que hace aparecer a Fabián cétera; él decide acudir al departamento que maneja
como un abusivo. este tipo de conflictos en la empresa y a su jefe in-
Asimismo, continuaba hostigando telefónica- mediato. Afortunadamente, las autoridades dentro
mente a la esposa de Fabián. Sin embargo, a pesar de la misma actuaron de una forma adecuada, por-
de que él sabía que Violeta llamaba a su esposa, de que aunque Fabián ya sufría los estragos de esta re-
que la había amenazado si le contaba lo que ella le lación, no pasó a un problema todavía mayor. Pro-
decía, continuaba con esta relación: así su matri- bablemente en este caso, la fase de marginación se
monio se desestabilizaba cada vez más. Después de da cuando separan, laboralmente hablando, a las
una situación muy difícil en la oficina, a Fabián se personas involucradas en el conflicto.
le ocurre hablar de lo que le está sucediendo, acu- Violeta utilizó el lenguaje verbal en forma de invi-
dió a un área que trata conflictos dentro de la em- taciones a comer con Fabián, insistencia para que
presa donde labora, también le platica a su jefe. En tomaran el café juntos, preguntas constantes sobre
esta etapa del mobbing sufrido por Fabián, éste ya los clientes (le preguntaba cómo manejar las ven-
reflejaba corporalmente la situación vivida. Lo inte- tas). El paralenguaje utilizado por Violeta fue deter-
resante de este caso fue que la propia empresa de- minante para convencer a Fabián de que estaba inte-
cidió tomar ciertas medidas para que la situación resada en todo lo que él realizaba; utilizó las
no se desarrollara más. Se levantó un acta admi- inflexiones y tonos de voz para seducir a Fabián,
nistrativa de los hechos ocurridos; se tomó la deci- para convencerlo de su interés por él. Las frases uti-
sión de separar la relación laboral entre Fabián y lizadas que más incidieron en las reacciones de Fa-
Violeta y, por consiguiente, se forzó hasta cierto bián fueron: “no te comprenden en tu casa”, “soy tu
punto la ruptura de su relación personal. De esta mejor amiga”, “eres muy atractivo”, “mereces una
forma Fabián se vio forzado y necesitado de alejar- mejor esposa”.
se de Violeta. Fabián acudió junto con su esposa a Violeta reafirmó lo anteriormente descrito me-
terapia psicológica y de pareja. Pero las consecuen- diante el lenguaje no verbal. Utilizó todo lo que esta-
cias de esta relación vivida con Violeta no termina- ba a su alrededor para apoyar lo dicho verbalmente.
ron ahí. Fabián sufría diversas enfermedades que Daba a Fabián palmadas en la espalda, lo escucha-
estaban relacionadas con todo lo que estaba vivien- ba atentamente y su cuerpo inclinado hacia él cuan-
do laboralmente. Actualmente él se recupera del do lo escuchaba, reafirmaba su interés, su admira-
trance vivido y es capaz de analizar lo sucedido con ción por él, hasta enamorarlo. Violeta logra
Violeta, dándose cuenta de cómo ella fue tramando convencerlo, tanto que él pensó que ella podía ser
toda una serie de situaciones a su alrededor, con su pareja y que era la única persona que lo valoraba
tal de conseguir destacar más que Fabián en el pla- como ser humano. Asimismo, Violeta hizo uso de la
no laboral. tecnología como parte de este lenguaje no verbal:
En el proceso de acoso antes descrito, claramente mandaba constantemente mensajes escritos al celu-
identificamos una fase de conflicto en la cual Violeta lar de Fabián. Pero también usó el lenguaje verbal
se muestra amable con todos, incluyendo a Fabián. para convencer a los demás de que él estaba abu-
Sin embargo, esta etapa aparentemente no es tan sando de ella. Violeta fue muy hábil con el lenguaje
agresiva, pero si analizamos la situación, podemos no verbal, ante su jefe lloró acusando a Fabián de
darnos cuenta de que Violeta estaba elaborando un haberla maltratado. Finalmente, el jefe de ambos
contexto propicio para sus intenciones: destacar pone atención al caso y tratan de solucionar el pro-
más que Fabián. blema apartándolos. Sin embargo, las manifestacio-
La segunda fase del mobbing o fase de estigmati- nes corporales de Fabián cambian totalmente: pre-
zación se dio cuando Violeta mostró dos actitudes: senta insomnio, inmunodepresión (que le provocó
ante Fabián continuaba comprensiva y cariñosa. continuos cuadros de gripe, dolores de cabeza, náu-
Neurol Neurocir Psiquiat. 2008; 41(1): p. 13-20 19
Rocío Fuentes Valdivieso