Universidad Vizcaya de las Américas

Campus Hermosillo

Tema: Teoría de la personalidad según Psicoanálisis

de Sigmund Freud

Materia: Teoria de la personalidad

Maestro: Jorge Escalante

Nombre: Owen Zair Alcantar Daniel

Grupo: 2°A Psicologia Escolarizado

Hermosillo, Sonora a 30 de enero de 2020

Kluckhohn y Murray (1953): “Todo hombre es en ciertos aspectos a) como todos
los demás hombres, b) como algunos otros hombres, c) como ningún otro
hombre”
¿Qué es la personalidad? En pocas palabras se puede definir como el estudio de
los individuos y sus características que lo diferencian de los otros individuos
¿Cómo se describe o define la personalidad? Con el tiempo han surgido múltiples
enfoques y formas de describir las diferencias individuales. En general tenemos la
posibilidad de clasificar a las personas de manera cualitativa, agrupándolas en
categorías de “Tipos” (Gente con características similares), o cuantitativa,
calificando a las personas con ciertos “Rasgos” (Característica que distingue a una
persona de otra que ocasiona que una persona se comporte de manera más o
menos consecuente). Los rasgos pueden ser calificados en cierto nivel para cada
individuo. Algunos investigadores han examinado de manera estadística las
correlaciones entre algunos de estos rasgos y en base a ello, propuesto amplios
“Factores de personalidad”, que son más útiles para calificar a un grupo de
personas con ciertas características, son más amplios y por ende, menos precisos
a la hora de predecir un comportamiento especifico.
Enfoques de estudio:
Nomotético: Se estudian grupos de individuos, comparando los distintos
resultados que arrojan los sujetos al aplicarles los conceptos anteriores (Rasgos,
tipos, factores). Estos resultados miden las diferencias individuales.
Ideográfico: Estudia a los individuos uno a la vez, sin comparaciones con otros
sujetos (cosa que resulta en la práctica imposible, puesto que calificar, por
ejemplo, el nivel de x rasgo, implica la comparación con otro sujeto, aunque se
presente únicamente en la mente del investigador). Se enfoca en las
particularidades de un caso individual.
Dinámica de la personalidad: La forma en la que se refleja en el comportamiento la
expresión de la personalidad. Se refiere a los procesos que pueden o no
involucrarse en la orientación hacia una meta. También incluye la adaptación y/o
ajuste que hace el individuo hacia la realidad en la que esta inmerso (Teniendo
repercusiones en la salud mental)
Adaptación y ajuste: En este apartado se ve reflejada la importancia histórica que
tiene la teoría de la personalidad con la psicología clínica, en cuanto se observa la
forma en la que un individuo con x rasgos se enfrenta a las adversidades que el
ambiente le presenta. Gracias a esto, múltiples estudios han utilizado la
personalidad para predecir la manera en que se enfrentan las personas a
situaciones.
Procesos cognoscitivos: La relación del pensamiento con la personalidad varia
depende de la teoría en la que se enfoque. La personalidad es influida por lo que
pensamos de otros, nosotros y nuestras propias capacidades.
Cultura: Algunas de las motivaciones que las personas siguen, influyen a la
personalidad, y estas mismas suelen estar moldeadas por la cultura en la que se
encuentra.
Influencias múltiples: Se consideran muchísimas influencias, tanto externas como
internas, cuando se habla de la dinámica de la personalidad, y estos factores
varían para cada individuo, en cuanto al ambiente en que esta, y su propia
percepción y adaptación a lo que se le presente.
Influencias biológicas: El temperamento se refiere a los estilos de comportamiento
y reacciones emocionales que se presentan desde la infancia y presumiblemente
son debidos a influencias biológicas, como la genética (Herencia) y la neurología.
Experiencia en la niñez y adultez: La personalidad se desarrolla con el tiempo,
mediante la experiencia. Sin embargo muchas de las grandes teorías proponen
que la experiencia es de mayor importancia en los primeros años de la infancia, y
sobre esa base, el individuo construye una personalidad considerablemente
estable. No obstante es un hecho que las personas pueden tener cambios de
personalidad, en algunos casos.
Estos puntos anteriores son factores que influyen en el desarrollo y la dinámica de
la personalidad, a continuación exploraremos estos mismos desde la perspectiva
del Sigmund Freud y su psicoanálisis clásico.

Enfoque psicoanalítico sobre la teoría de la personalidad

Freud propone en su teoría del psicoanálisis, 3 niveles de la conciencia:
El consciente: Experiencias, recuerdos y acciones intencionales. Realista.
El preconsciente: Incluye información que puede no ser pensada en el momento
pero puede ser recordada de ser necesario. No es particularmente diferente al
consciente.
El inconsciente: Procesos mentales de los cuales una persona no nota su
existencia. El material en el inconsciente se encuentra “reprimido” (se resiste a
hacerse consciente).
Estructuras de la personalidad de Freud:
Describe 3 estructuras que permiten esclarecer la tensión entre el inconsciente y
el consciente.
El ello: Es primitivo, fuente de impulsos biológicos, inconsciente.
Expone también la “energía psíquica”, llamada libido. La libido es sexual y es la
motivación de todo aspecto de la personalidad. Puede ser transformada desde su
forma primitiva a través de la socialización. Esta misma se divide en dos clases,
“eros” (El instinto de la vida, motiva comportamientos de amor y supervivencia) y
“Thanatos” (El instinto de la muerte, nos dirige inevitablemente a la muerte, como
último alivio a la tensión de vivir. Motiva toda clase de agresión).
Características de los instintos:
La regulación de los instintos, siendo estos de los cuales deriva todo
funcionamiento de la personalidad, proporciona un marco básico para entender a
la última, que puede resumirse en cuatro aspectos básicos de los instintos: Fuente
(Toda energía psíquica o instinto surge de algún órgano físico del cuerpo, no
existe alguna que sea totalmente mental o separada del cuerpo), Ímpetu (Fuerza o
cualidad motivacional que tiene el impulso, que se refleja en mayor o menor
medida dependiendo de qué tanto de la necesidad personal cumpla un estímulo,
según Freud funciona bajo el principio del placer), Finalidad (Tomado de la
biología, el concepto de homeostasis, que es la inclinación que tienen todos los
seres vivos hacia un estado de equilibrio ideal, se aplica a las energías psíquicas
de Freud, quien dice que todo instinto busca reducir la tensión. Las formas de
reducir esta tensión no son únicamente biológicas), y Objeto (Es la persona o cosa
que el instinto busca para lograr la satisfacción).
El yo: Es la parte racional y competente de la personalidad, es consciente pero no
completamente, es el que se enfrenta a la realidad. Conduce la unidad de la
personalidad, y opera de acuerdo al Principio de realidad, que es la comprensión
de la realidad y la adaptación de uno mismo hacia la anterior y sus restricciones.
El superyó: Reglas e ideales de la sociedad internalizadas en el individuo, en parte
consciente pero mayormente inconsciente. Crea el sentimiento de culpa cuando
se actúa contrariamente a sus reglas. Nos presenta al “yo” ideal, basado en
nuestros estándares internos. Aparece desde edad temprana, y por eso se dice
que representa la comprensión inmadura de un niño pequeño hacia las acciones
negativas, incluso en la edad adulta.
La interacción entre estas estructuras y sus demandas sobre el consciente,
generan el llamado “conflicto intrapsiquico” Freud explica este fenómeno desde su
hipótesis de la energía, diciendo que la represión de impulsos requieren mucha
energía por parte del yo, quien usa de esta energía para tratar con la realidad. Si
la fuerza del impulso es mayor a la energía represiva, esta última perderá y el
impulso inconsciente (indeseable para el yo y el superyó) se vuelve consciente.
La ansiedad es una señal de que el “yo” fracaso al momento de adaptarse a la
realidad y mantener una personalidad integrada. La ansiedad neurótica implica
que los impulsos del ello pueden irrumpir en la conducta y ser expresados. La
ansiedad moral es el temor del superyó a responder con culpa. La ansiedad de la
realidad indica que en el mundo externo se presenta una amenaza real.
Para resolver el conflicto intrapsicquico, el “yo” emplea mecanismos de defensa,
cuando la expresión del impulso del ello es inaceptable para el superyó o es
peligrosa en el mundo real. Funcionan reprimiendo los impulsos inaceptables,
haciéndolos inconscientes. Sin embargo la represión ocupa energía. El superyó
emplea diversos mecanismos de defensa que disfrazan la fuente, la finalidad y el
objeto del impulso para evitar la represalia del superyó, para que no sea necesaria
una represión total de este impulso, evitando la ansiedad también. Los
mecanismos de defensa varían, siendo unos considerados más maduros que
otros, principalmente por la etapa de la vida en la que se presentan. Entre los
mecanismos de defensa conocidos existen: La negación, la formación reactiva, la
proyección, el desplazamiento, la identificación, el aislamiento, la racionalización,
la intelectualización y la sublimación.
Freud también exponía la teoría de las fases del desarrollo psicosexual, dividida
en cinco: Fase oral (placer ubicado en la boca), Fase anal (Placer ubicado en el
ano), Fase fálica (placer ubicado en la zona genital), fase de latencia (periodo de
relativa calma de los impulsos sexuales), y la fase genital (disfrute total y pleno de
la sexualidad)
Con este modelo, Freud proponía que la personalidad del individuo se formaba
durante las tres primeras etapas, y de esta manera se mantenía hasta la adultez, y
se veía influenciada por las experiencias, las herramientas desarrolladas, y las
fijaciones que pudieran presentarse.
Bibliografía:
Cloninger, S. C. (2002). Teorías de la personalidad. Pearson Educación. Pp.1-31.
Extraído de: https://books.google.es/books?
hl=es&lr=&id=8O81kic5J5AC&oi=fnd&pg=PA1&dq=personalidad+en+psicoanalisis&ots=2-
Ew0zqEPt&sig=TqONYs03cX8RoA8GHDVysB57eqE#v=onepage&q=personalidad%20en
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