Está en la página 1de 38

PSICOLOGÍA SOCIAL, PROCESOS

POLÍTICOS Y PARTICIPACIÓN
DEMOCRÁTICA

“RELACION ENTRE LA PSICOLOGIA SOCIAL CON LA PSICOLOGIA GENERAL”


Trabajo final de Grado para optar el título de maestría en estudios de psicología
social, procesos políticos y participación democrática.

AUTOR: DAVID JOEL CARRASCO


C.I: V- 5.933.263

TUTORA: LIC. NORMA B. ROJAS NÓBREGA

BARQUISIMETO 2014. VENEZUELA.


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… 3

CAPÍTULO I. DEMOCRACIA: CONCEPTO Y UN POCO DE HISTORIA 4

CAPÍTULO II. DEMOCRACIA DIRECTA, REPRESENTATIVA Y


PARTICIPATIVA………………………………………………………………. 10

CAPÍTULO III. VENEZUELA, DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA.


1908-1958……………………………………………………………………….. 16

CAPÍTULO IV. NACIMIENTO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL


PROCESO DEMOCRÁTICO EN VENEZUELA 1958-1990………………. 24

CAPÍTULO V. LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN VENEZUELA


1958-2014……………………………………………………………………….. 32

CONCLUSIONES……………………………………………………………… 46

[2]
INTRODUCCIÓN

Hay autores que han intentado sistematizar la pluralidad de la psicología. Existe


una primera sub-división cuando se distingue entre el estudio de la conducta humana
y el estudio de la conducta animal. Pero los psicólogos que estudian la conducta
animal pueden trabajar en muy diferentes niveles dentro de la escala evolutiva: por
ejemplo pueden estudiar un cierto tipo muy elemental de crustáceos o la conducta de
los chimpancés; a su vez pueden estudiar la conducta de estos animales en su
medio natural “etología” o estudiar las diferencias en complejidad entre diferentes
especies animales. Esto se llama “psicología comparada”.

Por otra parte los que adoptan al hombre como objeto de estudio, pueden estudiar
al adulto normal “psicología experimental y psicología social”, al niño “psicología
infantil” o al adulto enfermo “psicología clínica” o bien pueden estudiar las diferencias
observadas entre individuos “psicología diferencial”.

La actividad del psicólogo se pluraliza según el método que emplea. Método


experimental o método clínico.

Por último, otro criterio de diversificación es el estudio de los determinantes


ambientales de la conducta o de los determinantes biológicos.

En el presente trabajo se abordan los siguientes temas, en el primer capítulo


psicología y psicología social: historia y concepto. El segundo trata sobre los aportes
de la psicología social y la psicología general, y finalmente en el capítulo tercero, se
describe una aproximación al tema de la construcción social.

[3]
CAPÍTULO I
PSICOLOGIA Y PSICOLOGIA SOCIAL: HISTORIA Y CONCEPTO

Historia de la psicología

En sentido amplio la psicología data de la antigüedad. De cuando filósofos y


líderes religiosos se preguntaban sobre la naturaleza humana e intentaban explicar el
comportamiento humano, sin embargo, la psicología como ciencia es una disciplina
mucho más joven, tiene poco más de 100 años.

¿Qué fue lo que hizo que la psicología dejase de ser una parte de la filosofía para
convertirse en ciencia? Principalmente el uso de instrumentos y técnicas que habían
sido empleadas con éxito en las ciencias naturales, cuando los que buscaban
respuestas dejaron de confiar en su intuición y su propia experiencia y comenzaron a
reunir información cuidadosamente a través de observaciones sistemáticas y
experimentos controlados y entonces dejaron de ser filósofos para convertirse en
científicos.

En tal sentido la Psicología es en efecto hija de dos padres: La Filosofía “la


búsqueda de sabiduría a través del racionamiento lógico” y la fisiología “el estudio de
los procesos vitales de un organismo” tales como la respiración, la digestión y la
reproducción.

Ahora bien, ¿Qué es la psicología? Es el estudio científico del comportamiento y


procesos mentales. Considerando esta definición palabra por palabra. El término
“psicología” proviene de la palabra griega PSYCHE (Alma) y LOGOS (Estudio), y
revela que la definición, en sus orígenes se refería al estudio del alma “más tarde, de
la mente”. Un estudio científico implica el uso de herramientas tales como: La
observación, la descripción y la investigación experimental para reunir información y
posteriormente organizarla. El comportamiento incluye en su más amplia definición
aquellas acciones que se puedan observar con facilidad, tales como la actividad

[4]
física y la expresión oral así como otros procesos mentales que no puede ser
observados directamente, tales como: La percepción, el pensamiento, el recuerdo y
los sentimientos.

Los psicólogos no se contentan con la descripción del comportamiento. Van más


allá. Intentan explicarlo, predecirlo y por ultimo modificarlo para mejorar la vida de la
gente y de la sociedad en general, teniendo siempre en cuenta al ser humano.
Aunque muchos de los experimentos más importantes de la psicología han sido
llevado con animales no humanos, principalmente con ratas, palomas y monos, se
hace mucho hincapié en lo que estas investigaciones y teorías psicológicas aportan
al conocimiento de los seres humanos. Cuando hablamos de investigación de
animales lo hacemos con la intención de conocer mejor la condición humana.

Todo esto nos lleva a considerar la Historia de la psicología social. El


comienzo de la psicología social como disciplina se remonta a dos fechas: 1897 y
1908. En 1897 Norman Triplett, considerado el primer psicólogo experimental en el
campo social, se interesó en los efectos de la competencia sobre la ejecución y
condujo un experimento para comparar la ejecución de los participantes cuando
estaban solos y cuando estaban en contexto grupal. En 1908 fue la primera
publicación de los dos primeros textos sobre psicología social y de su nacimiento
como disciplina, los cuales fueron escritos por el norteamericano Edward Ross y por
el psicólogo inglés William Mcdougall, los cuales enseñaron que el comportamiento
social puede ser estudiado de una manera metódica y sistemática y que en su
organismo viviente se agregó que el comportamiento se caracteriza por la
espontaneidad del comportamiento; por la persistencia de la actividad independiente
de la continuidad del estímulo; por la variación de la dirección; por la preparación de
los organismos vivos a la acción; por la repetición del comportamiento bajo
circunstancias similares, que conduce a un incremento de la ejecución y por la
reacción total del organismo ante la acción. Hasta 1920 la psicología social era una
disciplina naciente, pero es en 1924 con el tercer libro titulado psicología social de
Floyd Allport, que este campo comenzó a tener un rápido desarrollo.

[5]
El génesis de la psicología social deriva de la psicología, sociología, antropología
y la biología.

Psicología social.
Sin embargo, la psicología social es la razón por la cual una persona se relaciona
con un grupo de gente aunque no esté de acuerdo con lo que este grupo dice o
hace.

Lo que impulsa algunas veces a una persona a la ayuda de un accidentado


mientras otras veces ignora este trance. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué es lo
que atrae mutuamente a dos individuos? En definición podemos decir que la
psicología social es la rama que estudia la manera en que impresionamos a otros y
somos influenciados por ellos, tanto en grupo como en las relaciones íntimas. Los
psicólogos sociales aplicados usan tales conocimientos para resolver los problemas
prácticos que surgen de las relaciones públicas, la publicidad, en comunidades
compuestas por miembros de raíces étnicas diferentes, en los lugares de trabajo y en
casi toda las situaciones en que la gente se relaciona en grupos. Es el estudio del
comportamiento en grupo.

No obstante, podemos decir que en conceptos diversos la psicología social es:


a) La que se encarga de la conducta del ser humano en todas sus dimensiones
tanto en lo familiar como en la sociedad.
b) Estudia los factores de la cultura, socialización y formación de la personalidad
social. Estudia la mente humana en sociedad.
c) Intenta estudiar el comportamiento de los individuos considerando las
situaciones sociales en las que se hallan inmersos. Además estudia la manera en
que las personas piensan unas de otra y como se relacionan entre sí.
d) Se encarga del estudio del comportamiento de los individuos con su medio
ambiente y como este se relaciona con sus semejantes, y no tan solo esto sino como
este se relaciona con los animales que lo rodean.

[6]
e) Es el estudio sistematizado del comportamiento del ser humano dentro de su
ambiente social y cómo interactúan. El ambiente social se ve impactado por el
hombre y el hombre se ve impactado por el ambiente social, donde es una constante
evolución del ser humano con su entorno social.

En definición, Psicología es el estudio del alma del ser humano así como la
conducta emocional de cada individuo, es también la que se encarga del estudio del
hombre, y de qué manera se relaciona con las personas que le rodean en diferentes
ámbitos de su vida social.

Es aquella que de una manera u otra relaciona el comportamiento humano,


diferenciándonos en algunas cosas con el comportamiento de los animales. La
psicología es pues la ciencia que estudia el comportamiento y la conducta del ser
humano en como individuo.

La Psicología social es: La que estudia el comportamiento del hombre en


sociedad, en diferentes ámbitos de su vida, lo cual le permite comprender mejor los
comportamientos humanos y de alguna manera controlar las relaciones sociales
entre los individuos para una mejor convivencia.

[7]
CAPÍTULO II
APORTES DE LA PSICOLOGIA GENERAL Y LA PSICOLOGIA SOCIAL

El Aporte de la Psicología General es ecléctico. Aportando el estudio a través de


técnicas de investigación de todos los procesos del ser humano y su entorno.
Empezando por:
a) La Biología y el Comportamiento: el estudio del sistema nervioso y sus
funciones. Las células y las actividades. los neurotransmisores, el sistema
nervioso central, médula espinal y el cerebro. Los sistemas sensoriales y
motores del cerebro. El sistema nervioso, somático y autónomo, sistema
endocrino.
b) El estudio de la sensación y percepción. Se trata de cómo funcionan nuestros
sentidos. Psicofísica. Umbrales sensoriales. Adaptación. Atención a través de
los sentidos. Visión, audición, gusto, sentido de la piel. La percepción como
organiza el cerebro su información sensorial, entre otros.
c) Estado de Conciencia. Que es la conciencia. Estado de conciencia alterados.
La provocación de estados alterados. Sueños y fases del sueño.
Características del sueño. Cuál es el perfil de la personalidad en el sueño.
Modelo de sueño. Desordenes del sueño. Narcolepsia. Insomnio. Apnea del
sueño. Terrores nocturnos. Pesadillas. Sonambulismo. Soliloquia. Meditación.
Hipnosis, entre otros.
d) El aporte del aprendizaje. Perspectivas cognitivas del aprendizaje. Aprendizaje
latente. Los mapas cognitivos. Aprendizaje por observación.
e) Memoria. Cómo recordamos. El modelo de almacenamiento y transferencia
atkinson y shifin. Medidas de memoria. Reconocimiento. Recuerdo y
aprendizaje. Como mejorar la memoria.
f) Inteligencia. Definición de la inteligencia. Teoría de la inteligencia. Habilidades
mentales primarias de Thurstone. Teoría de la estructura del intelecto de gifold.
El concepto de inteligencia fluida y cristalizada.
g) Lenguaje y pensamiento: El estudio del lenguaje. Como aprenden los niños el
lenguaje. Acerca de la adquisición del lenguaje y su controversia lingüística.

[8]
h) Motivación y emoción. Porque comemos. Como lo hacemos. Trastornos de la
conducta alimenticia. Sexualidad. Fisiología. Respuesta sexual humana y
activación del deseo sexual. Homosexualidad.
i) Estrés y afrontamiento. El síndrome de adaptación general “SAG”. Lucha o
huida. Estrés. Desarrollo. Ansiedad. Las enfermedades del estrés. Los cambios
de la vida y sus contratiempos. Los patrones del comportamiento tipo a.
ansiedad en un examen. Agotamiento. El estrés en la familia.
j) Los orígenes y el comienzo de la vida. Génesis y ambiente. Como se trasmiten
los rasgos genéticos. Las tres etapas del desarrollo prenatal. Nacimientos
múltiples y sus riesgos. Procesos del parto. Diferentes maneras de dar a luz.
Complicaciones durante el parto. Traumas durante el parto.
k) Aporte del estudio a la infancia. Como nos desarrollamos físicamente. Quien es
el recién nacido. Como influye en el desarrollo físico la naturaleza y la crianza.
Como nos desarrollamos intelectualmente. Las teorías de Piaget sobre el
desarrollo cognitivo. Como se desarrolla la psiquis emocionalmente. Teoría de
Erickson sobre desarrollo psicosocial. Diferencias individuales en el
temperamento. El apego. Como se produce el apego. Importancia del contacto
temprano entre madre y niño. Aprendiendo a relacionarse como iguales varón y
mujer. Diferencias de sexo y roles sexuales
l) Aporte de la ciencia psicológica de la adolescencia. Cambios fisiológicos.
Desarrollo cognitivo. Desarrollo moral. Desarrollo social, Edad adulta temprana
y media. Estado físico y saludad en la juventud y en la madures. Personalidad y
desarrollo social en la edad adulta. Edad adulta tardía. Estado físico de salud
de los ancianos. Personalidad y desarrollo social e intelectual.
m) Aporte evaluación de la personalidad. Enfoque psicoanalítico. Aproximación
ambientalista o de aprendizaje. Enfoque humanista. Teoría de tipo rasgo. La
controversia persona situación.
n) Aporte de la psicología anormal. Trastornos neuróticos. Trastornos por
ansiedad. Trastornos somatoformes. Trastornos disociativo. Causas de los
trastornos. Trastornos afectivos. Depresión y manía. Trastornos bipolares.

[9]
Trastornos de la personalidad. Personalidad paranoide. Personalidad anti
social. Trastorno pasivo agresivo de la personalidad. Trastorno esquizofrénico.
o) Aporte psicológico de terapia. Quien acude a la terapia. Quien proporciona la
terapia. Distintas formas de terapia. Terapia dinámica. Humanista. Conductista
y otras tendencias importantes de la psicoterapia. El enfoque familiar y de
grupo. Terapias médicas. Psicocirugía. Terapia electro convulsiva de schock.
Tratamiento farmacológico. Terapia ambiental.
p) Aporte psicológico de la influencia social. Las personas en grupo. Normas y
roles. Conformidad. Obediencia a la autoridad. Altruismo o comportamiento pro
social. Medidas de actitudes. Como formamos las actitudes. Como nos
convencen para cambiar nuestras actitudes. Cuál es la relación entre actitudes
y comportamiento. Como podemos reducir los prejuicios.
q) Nuestra relación con las personas que nos interesan. Enamorados y amigos.
Como nos sentimos atraídos por otras personas. Atracción interpersonal.
Estudio de la atracción. Medida de la atracción. Como tomamos decisiones
acerca de otras personas. Percepción de la persona y teoría de la atribución.
Que nos atraen de otra persona. Proximidad. Apariencia física. Otras
características personales. Reciprocidad. Porque somos atraídos y
mantenemos la relación. Recompensa. Teoría del reforzamiento. Teoría del
intercambio. Damos y recibimos. Teoría de la equidad. Amistad. Amor. Clases
de amor. Cuerpo y alma. Fisiología del amor apasionado. Matrimonio y divorcio.

Por lo tanto como podemos notar, este es un gran aporte de la psicología en


general en el transcurso de estos cien años aproximado de profundos estudios, que
aportan una gran ayuda en el aspecto de la sociedad, sin embargo en la psicología
moderna siguen los estudios de esta amplia ciencia sin fin.

Aporte de la Psicología Social.

El aporte de la psicología social en nuestra época moderna es muy importante, por


su gran variedad de conocimientos, métodos y conclusiones, que traen maravillosos

[10]
resultados al desarrollo de los pueblos, los grupos sociales, la política, la religión, el
deporte, universidades, empresas y sobre todo el grupo más importante que es la
base de la sociedad. La familia. Por este motivo hablemos del aporte de la psicología
social a la familia.

La familia actual sumergida en una gran crisis, no de deceso o desaparición sino


más bien de ruptura y de modelos culturales de la familia parental, conyugal,
patriarcal, tradicional.

A pesar de ser la familia una institución milenaria y un grupo humano reconocido


como importante y decisivo para el desarrollo humano en muchas ramas del saber,
también es cierto, que su estudio es complejo y requiere una mirada
multidimensional, disciplinaria e integradora. Ejemplo: los procesos económicos de la
actual coyuntura histórica que viven nuestros países, las cuales arrojan las siguientes
problemáticas actuales.
a) Hipertrofia de la función económica.
b) La subsistencia como actividad rectora de la familia. Disminución abrupta de las
condiciones de vida producto de las crisis económicas y bajos niveles de
consumo.
c) Dificultades en la función educativa.
d) Y el gran déficit de la función espiritual y cultural, para ser más específico la
trasmisión de los valores. Por este motivo el estudio de la familia como grupo
social constituye una gran necesidad también para el personal de la salud, por ser
este el grupo que más influye en la formación de la personalidad. En ella se
adquieren las creencias, los temores y criterios de riesgo que condicionan las
actitudes personales.

Como aporte de la psicología social a la familia, encontramos lo siguiente: Desde la


perspectiva familiar, este es un grupo humano, preformado, que funciona como un
tipo particular de grupo centrado alrededor de diferentes funciones como demanda
social que le impone sus tareas de procreación, afectivas, sexuales, educativas, de

[11]
supervivencia económica y sociales, estructura edipica y estructura social
organizadas.

Las familias para el cumplimiento de esas funciones sobre las bases de los
diferentes sexos, edades, roles, prescritos, madre, padre, hijos, hermano, esposo,
esposa y roles funcionales sometidos a una interacción dinámica interna y a un
intercambio con el exogrupo. Además las familias se ven como un objeto de estudio
bidimensional. Superación en dos niveles. En calidad de institución social cuya vida y
forma está determinada por la sociedad donde está insertada y como unidad
psicológica particular, como micro sistema de cualquier grupo familiar incluyendo el
conjunto de variables para evaluar la estructura y el funcionamiento de la familia.

Ahora bien, como enfocamos la Familia nuclear. En ese sentido se puede destacar
la Presencia hasta 2 generaciones. Padre e hijos. Matrimonio con hijos y sin ellos y
Hermanos solos. Si la pareja sufrió muerte separación o divorcio, uno de los dos
conyugues es nuclear y puede denominarse familia monoparental.

Familias mixtas o ampliadas. Cualquier tipo de familia que rebasa las anteriores.
Puede incluir otros parientes.

Además, la familia es la más antigua de las instituciones humanas, es el grado


primaria de adscripción, un sistema abierto, ligado entre sí por reglas de
comportamiento y por funciones dinámicas en constante interacción interna y con el
exterior.

Familia consanguínea: Es la primera formación entre hombre y mujer. No existía el


matrimonio. Y la relación estaba basada en la necesidad sexual por lo tanto no
constituían parejas. Se desconocían los padres y hermanos y se reproducían
relaciones entre hermanos, padres e hijos.

[12]
Familia punalua: tiene lugar en la época del salvajismo, el matrimonio era por
grupo. Las relaciones sexuales eran limitadas a los miembros de la tribu. Existía
además un compañero íntimo.

Familias sindíasticas: existe una pareja aunque débil, que permite tanto al hombre
como a la mujer tener relaciones con miembros de la comunidad.

Familia monogámica: que surge del matrimonio, del mismo nombre en la época de
la civilización. Producto de la Aparición de la propiedad privada y de la necesidad de
saber exactamente la paternidad con el fin de trasmitir los bienes de herencia.

Sin embargo, la familia ha sido abordada por diferentes ciencias a partir de las
peculiaridades de cada una de ellas y de sus intereses específicos. La filosofía, la
sociología, el derecho y la psicología, entre otras, han aportado el significado del
concepto con diferentes niveles de generalidad de la psicología social.

[13]
CAPÍTULO III
LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL.

El lenguaje y la construcción social:

La curiosidad por el lenguaje humano lleva muy pronto a interrogarse sobre las
relaciones entre lenguaje y pensamiento. Desde la antigüedad religiones y filosofías
han considerado el pensamiento como una facultad del alma o de la mente, en tanto
que el lenguaje se le atribuye el papel de mero representante del pensamiento.

Según esto, las palabras son expresión de las ideas y, por tanto, primero son las
ideas y después las palabras que sirven para exteriorizarlas. Esta concepción, bajo
diferentes versiones ha perdurado a lo largo de los siglos.

El influyente psicólogo suizo jean Piaget supedita la aparición del lenguaje a un


determinado grado de desarrollo intelectual o, lo que es lo mismo, a la adquisición de
formas específicas de pensamientos que la mayoría de niños y niñas alcanzan hasta
los 18 meses.

En esas edades los niños ya dicen sus primeras palabras con significados y
función, y también por esa época pueden imitar comportamientos que han observado
con anterioridad.

También es a esta edad cuando aparecen los primeros juegos simbólicos, juegos
en los que el niño atribuye a los juguetes y a las acciones un significado que
trasciende sus características reales. El niño hace como si una calabaza fuera un
camión o da de comer, simbólicamente, una cucharada vacía a sus muñecas.

Para Piaget, todos estos comportamientos, la imitación diferida, el juego simbólico


y el mismo lenguaje, son manifestaciones de una función cognoscitiva nueva llamada

[14]
función simbólica, que es la base de la aparición de dichos comportamientos. Las
palabras son entonces manifestaciones del conocimiento simbólico interiorizado.

El pensamiento, entendido como una forma de conocimiento precede al lenguaje y


por los tanto lo determina.

En el factor social Vygotsky en la postura opuesta llego a escribir que el


pensamiento no solo no precede al lenguaje sino que de hecho se crea gracias al
lenguaje, abogando así por la idea de que el pensamiento seria el lenguaje
interiorizado e individual construido previamente en actividades sociales y colectivas,
mejor dicho en construcción social.

Estas formas de plantearse las relaciones entre pensamiento y lenguaje “título de


un conocido libro de Vygotsky” lleva a incluir en el dilema un tercer factor, el factor
social.

Gran parte de la actividad lingüística humana es actividad social e interpersonal,


en el sentido de que se origina y se practica junto con otras personas en contextos
interactivos. Visto de este modo, el lenguaje puede considerarse una práctica social,
pues bien, dado que para muchas disciplinas y teorías cercanas al modo de pensar
Vygotskyano toda consciencia nace de una práctica social, se llega entonces
fácilmente a la conclusión de que el pensamiento, una forma de consciencia, nace a
partir de una serie de prácticas sociales humanas entre las que se encuentra el
lenguaje.

En consecuencia esta teoría choca con la anteriormente expuesta y con las


creencias del hombre de calle, que está habituado a considerar al lenguaje como
dependiente de los pensamientos. Aun hoy los expertos no acaban de ponerse de
acuerdo en lo que respecta a quien se supedita, a quien o cual de las dos realidades
precede a la otra, ¿se piensa primero y después el lenguaje se limita a ser expresión
de lo pensado o, por el contrario, el lenguaje propio y de los demás ayuda a

[15]
configurar los pensamientos?, en cualquier caso es cierto que los pensamientos
tienen casi siempre un substrato lingüístico y que hablar y pensar son dos procesos
mentales estrechamente relacionados que se condicionan mutuamente. Como suele
ocurrir en casi todas las cuestiones polarizadas, la solución no parece encontrarse
escondida en ninguno de los dos extremos.

Hablando de vías paralelas una interpretación más centrada, equilibrada,


homeostática, podría ser la apuntada por Schelsinger, cuando propone que el niño
va desarrollando paralelamente la capacidad de interpretar sus experiencias y la
comprensión del lenguaje ajeno, en especial el que se le dirige específicamente a él
en situaciones interactivas, de juegos o cuidados, durante los primeros meses.
Gracias a estos dos logros, en un momento dado hacia los 12 meses, podrá
adjudicar significados a símbolos lingüísticos a la vez que la comprensión de
palabras con significados le ayudara a codificar y categorizar sus experiencias, en un
proceso de influencias bidireccionales entre desarrollo del conocimiento y del
lenguaje.

Los contenidos del lenguaje se amplían a medida que el niño amplía sus
conocimientos sobre el mundo y adquiere conceptos progresivamente más
abstractos pero, al mismo tiempo, el lenguaje que rodea al niño desde el nacimiento
como una parte inseparable de su experiencia afectiva y social, le ayuda a conocer la
realidad y a nombrarla.

Una vez que el niño ha aprendido a nombrar los primeros objetos y relaciones
conceptuales, es posible que el lenguaje adquirido modifique la percepción de la
realidad y ayude a construirla mentalmente, en consonancia con el medio cultural en
que vive. Visto así, el lenguaje no solo es un instrumento para la comunicación sino
que también mediatiza la percepción de la realidad y ayuda a configurar el
pensamiento y a resolver problemas, es fin, el lenguaje es un instrumento de la
construcción social, y un determinante de la misma.

[16]
ACTITUDES Y AVITOS DETERMINANTES DE LA CONDUCTA SOCIAL

La actitud que mantenemos es un concepto central de la llamada psicología


social. Aprendemos las actitudes a través de nuestra propia experiencia, de nuestra
familia, del colegio… pero también de los políticos, los medios de comunicación, los
publicistas… la sociedad toda procura influir en nuestra actitud mediante la
persuasión, un proceso que logra modificar las ideas, opiniones o actitudes de los
demás con argumentos u otros medios.

En ese sentido, cabe destacar que a la psicología social le interesa estudiar el


cambio de actitudes en la gente. Publicistas, políticos, asesores de imagen,
sociólogos, gastan dinero y esfuerzos para conducir a la población hacia
determinados productos, movimientos o ideas. Para ello estudian las actitudes, los
hábitos de la gente y la forma de modificarlos mediante la persuasión. Sin embargo,
nadie tiene la llave del asunto, porque aún no está claro cómo se produce el cambio
de actitud. Aun se estudia como influir para el cambio de creencias en las personas y
por ende de actitudes.

Los humanos estamos “condenados” de por vida a una existencia social basada
en la comunicación interpersonal. La capacidad o disposición para esta actividad
relacional depende en gran medida de nuestra propia habilidad. Se entiende como
habilidad social el grado de éxito personal de las en las interacciones que tiene lugar
en la esfera social, es decir, en cualquier situación que incluya a otros
independientemente del ambiente, de los objetivos o de los participantes. Dentro de
este ámbito de intercambios sociales hay una interminable variedad de actividades
que van desde saludar hasta comprar en un comercio o mantener una conversación
íntima con una persona significativa.

En los últimos tiempos se han producido variaciones importantes en la forma de


vida y entre ellas, el aumento significativo de personas que viven completamente
solas. Se han citado como factores modificadores de las formas de convivencia la

[17]
transformación de la institución familiar, la integración de la mujer en el mundo
laboral, el incremento de la delincuencia y competitividad social, entre otros. Factores
estos que pueden conducirnos a una sociedad cada vez más deshumanizada: poca
gente conoce a sus vecinos, o pasea para encontrar a los amigos, o va al bar o al
casino a encontrar gente. Día a día se hace mayor la dificultad para desarrollar o
mantener esas habilidades que son fruto de una relación interpersonal, las
habilidades sociales, por lo tanto, en construcción social, no es fácil intentar
establecer una definición rigurosa de lo que se entiende por habilidades sociales,
dado que estas varían en función del contexto en el que aparecen. Factores
culturales, la edad, el sexo o la clase social, estos son aspectos que influyen cuando
pretendemos matizar lo que representa una conducta socialmente habilidosa.

La realidad social y las creencias limitantes:


En ocasiones, las personas se imponen a sí misma una serie de pretextos, que no
son más que creencias que les limitan a alcanzar su máximo potencial. Para poder
discernir cuales son en nuestro caso concreto, dichas creencias que las llamaremos
“obstáculos” y tratar de poner remedio, seleccionaremos de la siguientes lista de
excusa aquellas que reconozcamos como propias: <tengo miedo a ser rechazado o
herido por los demás, no sé cómo actuar ni que hacer, estoy demasiado ocupado,
para que voy a salir si nunca encuentro a nadie interesante, soy demasiado nervioso
y tímido, no sé dónde ir, no me gusta ir solo a ningún sitio, creo en los encuentros
casuales, si hay alguien para mí ya aparecerá, ya no puedo cambiar, no vale la pena
darse a conocer, es culpa de la otra gente, en las reuniones puedo equivocarme y
me horroriza hacer el ridículo, la gente puede criticarme, tengo miedo de
comprometerme seriamente con alguien>. Todo esto indica que las creencias
producto de un entorno social generan una vida miserable, por lo que se hace
urgente la necesidad de cambios en el sistema de creencias, las llamaremos,
creencias potenciadoras.

En fin, puedo decir que la comunicación es un determinante de la construcción de


la sociedad. Tenemos una gran propensión a dejarnos influir por las personas

[18]
expertas en el tema sobre que se está hablando, o por aquellos que han demostrado
dignos de confianza. Los que están discutiendo un punto de vista con el que ellos
personalmente no tienen nada que ganar, los que no están tratando de que nos
pongamos de su parte y los que no se parecen a nosotros. Por ejemplo, los
estudiantes de raza negra del penúltimo año de la escuela superior estaban más
dispuestos a limpiarse más a menudo sus dientes después de haber oído un
mensaje sobre los cuidados dentales adecuados cuando este era emitido por un
dentista negro que sí lo era por un dentista blanco, sin embargo de acuerdo con el
efecto de latencia “una fuente de gran credibilidad tiene mayor impacto
inmediatamente después de trasmitir el mensaje y su mayor nivel de credibilidad se
disipa después de cuatro semanas. Esto se debe, probablemente, a que muchas
personas olvidan a quien y en qué lugar oyeron por vez primera el mensaje” Kelman
y Hovland, 1953.

“En asuntos triviales las consideraciones precedentes no tienen mucha


importancia, como es el caso de que nos guste una persona, nos identifiquemos con
ella o la encontremos atractiva. Por ejemplo, la belleza de una mujer ejerce un gran
impacto sobre la opinión de una audiencia, incluso en tema sin relación alguna sobre
la belleza”. Mills y Aronson, 1965.

No es de extrañar pues, que aparezcan jóvenes atractivas contemplándolos desde


carteleras, anuncios de revistas, pantallas de televisión. De tal manera pues que los
mensajes pueden apelar a nuestro raciocinio o a nuestras emociones; pueden
presentarse ambos aspectos de una pregunta o uno solo; pueden diferir también en
otros sentidos. ¿Qué es lo que hace un planteamiento sea mejor en algunas
ocasiones, pero no en otras? A veces es la naturaleza del tema que se discute otra
es la inteligencia o autoestima de la audiencia. Algunas veces, que mensajes oímos
en primer o último lugar.

Las llamadas a nuestras emociones parecen ser más efectivas que las llamadas a
nuestro sentimiento de la lógica. Muchas campañas persuasivas se basan en el

[19]
miedo: ¿Qué le pasara al mundo si no vota por este candidato? ¿Qué le pasara si
conduce después de beber? ¿Qué le pasara a su familia si no contrata un seguro de
vida? En general, los mensajes que inducen niveles moderados de temor tienen más
probabilidad de cambiar nuestra actitud. Si un mensaje resulta bastante
atemorizador, apagamos el interruptor “para librarnos de la incomodidad”, pero si no
nos asusta lo suficiente no conseguirá nuestra atención.

El temor a inducido a muchos estudiantes a dejar de fumar, a hacerse radiografías


del pecho y a vacunarse del tétano, por lo tanto, la comunicación altera la conducta,
modifica el comportamiento y nos puede llevar a tomar buenas decisiones o malas
decisiones, es un determinante de la construcción social.

x) El PENSAMIENTO GRUPAL ES DETERMINANTE EN LA


CONSTRUCCION SOCIAL.

Según los psicólogos si usted interactúa con una o más personas ya está en un
grupo. ¿Qué implica esta relación mutua? Que los miembros del grupo son
conscientes uno del otro, que se toman en cuenta mutuamente, que su relación tiene
cierta continuidad y que tienen un pasado común y un futuro previsible. McGrath y
Kravitz, 1982.

En otras palabras, las personas que le empujan en una calle atestada de una
ciudad no constituyen un grupo del cual usted sería un miembro, a no ser que
sucediera algo que les obligara a detenerse y se prestaran mutuamente atención. Si,
por ejemplo, usted viera de repente a un individuo a punto de saltar al vacío desde lo
alto de un edificio y junto a algún otro transeúnte se detuvieran a observarle,
ayudarle o a animarle a saltar, desde este momento formarían parte de un grupo.
Pertenecemos a muchos grupos diferentes, desde el más básico, la familia, hasta las
agrupaciones infantiles, las clases en la escuela y unas cuantas asociaciones
basadas en los intereses comunes de sus miembros. Los grupos más significativos,
los que están formados por los amigos y la familia, poseen una larga historia y se

[20]
extiende ante ellos una esperanza de futuro. Otros – como los miembros de un
seminario de psicología o los invitados a una fiesta – duran un corto periodo de
tiempo y no tienen ningún futuro previsible. Pero siguen siendo grupos, porque sus
miembros están interactuando y en algún momento son interdependientes.

Hoy después de varias décadas después de la derrota de la Alemania nazi en la II


Guerra Mundial, un caudal constante de obras, libros de texto, espectáculos de
televisión y películas sobre esa época demuestran que la preocupación del mundo
occidental hacia el descomunal enigma del holocausto continua: ¿Cómo pudieron los
ciudadanos de un país tan desarrollado cultural e intelectualmente haber llevado una
cruzada de horror que tuvo como resultado la muerte de más de 12 millones de
judíos, gitanos, disidentes políticos y otros indeseables? ¿Cómo pudieron tantas
personas normales, amantes de la familia y que se comportaban amablemente con
sus vecinos, haber participado en millones de muertes horribles o apartado sus ojos
de ellas?

La pregunta que subyace en muchas de las recientes representaciones del


holocausto, que centran su atención en los nazis más que en sus víctimas, es terrible
¿Cómo me habría comportado yo? ¿Qué habría hecho si hubiera vivido en ese lugar
en ese momento?

Esta misma cuestión ha inspirado gran cantidad de investigaciones psicológicas


sobre una amplia gama de temas que caen dentro de la disciplina denominada
psicología social, el estudio científico de la manera como sentimos, pensamos y
somos afectados por los otros y de la manera como actuamos –que percibe, piensa,
recuerda, siente – y solo incidentalmente relaciona estos procesos con la influencia
de otras personas. La psicología social, en cambio, enfatiza el hecho de que los
seres humanos son criaturas sociales desde que nacen hasta que mueren, y que es
imposible comprendernos sin comprender como actuamos y reaccionamos frente a
los demás. Ni siquiera hace falta que estén físicamente presentes: nosotros
aprendemos el comportamiento social y luego hacemos que forme parte de nuestro

[21]
repertorio de conductas, de manera que incluso cuando estamos solos en casa, por
ejemplo, llevamos ropa encima y comemos con cuchillo y tenedor.
Probablemente a causa de las impresionantes preguntas surgidas de la tragedia
del holocausto, sin precedentes y no imaginable con anterioridad, es por lo tanto que
la psicología social apareció un fuerza después de la II Guerra Mundial, lo cual
resulta importante hacerlo notar. Steiner 1979.

En sus investigaciones los psicólogos sociales utilizan una amplia variedad de


procedimientos y técnicas. Realizan experimentos de laboratorio y de campo,
algunas veces en lugares públicos, tales como metros, ascensores o restaurantes.
Algunos estudios utilizan el engaño, mientras que otros son totalmente claros. Si bien
muchas investigaciones de la psicología social exploran temas tan relevantes
socialmente como la ayuda, la obediencia o la conformidad, se dedica también
humidad, se dedica también una atención considerable a cuestiones más básicas,
como la formación y los cambios de actitudes. De la mayor importancia para los
psicólogos sociales es el tema de la dinámica de grupos, que estudia las diferencias
entre las formas de comportarse de los individuos cuando se hallan solos o cuando
están con otras personas.

Influencia del Grupo.


La sociedad nos influye, para bien y para mal. Nuestros sentimientos, nuestro
pensamiento y nuestra conducta se ven constantemente influidos por la presencia
real o imaginaria de los demás. Puede que, desde elegir que nos ponemos hasta
decidir a quién votamos, tenga más que ver con la gente que nos rodea que con
nuestra propia personalidad, motivación, conducta… ¿Hasta qué punto deciden los
otros nuestra forma de comportarnos?

Estar junto a los demás nos transforma.


Todos hemos escuchado con horror noticias que relataban situaciones de
violencia colectiva. En esos momentos que nos hacen avergonzarnos de pertenecer
a la raza humana, se suelen poner de manifiesto los prejuicios, ya sean raciales,

[22]
sociales…, pero también la influencia que ejerce el grupo en nuestra conducta como
individuos.
Casi con toda seguridad, ninguno de los participantes en un linchamiento ha
cometido un asesinato con anterioridad ni lo cometerá en el futuro, pero el pertenecer
de repente a un grupo hace que personas que no matarían una mosca se
transformen en una masa capaz del comportamiento más abyecto.

¿Por qué ocurre esto? Formar parte de un grupo nos crea la sensación de
anonimato, de personas no identificables; es lo que se conoce como “des
individualización”. En casos así, sentimos menos preocupación por lo que los demás
piensen sobre nosotros, porque todos hacemos lo mismo y nadie va a identificarnos.
Las mayores atrocidades se cometen cuando mayor es el grupo. Muchas ilustres
personas se comportan como auténticos energúmenos en partidos de futbol,
conciertos de rock…
¿Por qué nos comportamos como todo el mundo?
Aunque no se nos exija hacerlo, la mayoría nos comportamos como los demás
miembros del grupo. Los experimentos demuestran que si los demás dicen algo
equivocado, somos proclives a corroborarlo. Esta conformidad depende de algunos
factores:
El tamaño del grupo: Solemos estar más de acuerdo con un grupo numeroso que
con uno más pequeño; pero si el grupo es excesivamente grande la adhesión
disminuye.
Unanimidad: Si todo el grupo parece estar de acuerdo en algo, tendemos a
adherirnos a la opinión mayoritaria; solo si alguien manifiesta una discrepancia,
empezamos a cuestionarnos si estar de acuerdo con la mayoría o no.
El tipo de sociedad: En todas las culturas se da el conformismo con el grupo pero
en las que prima el bienestar individual hay menos conformismo que en las que
prima el bienestar social.
Ser hombre o mujer: Estudios realizados en 1950 demostraban que la mujer era
más conformista; investigaciones posteriores (78 y 90) dicen que no es así.

[23]
Por lo tanto, la comunicación es la coyuntura que nos trasmite el conocimiento de
nuestros antepasados, sus creencias, valores, cultura, para vivir el presente en base
a lo aprendido en el campo experiencial. Sin comunicación es imposible el desarrollo
social. Se dificulta y tendremos a permanecer en el anonimato, la comunicación es
pues, un determinante decisivo, en el desarrollo de nuestra sociedad.
Comunicación verbal, escrita, visual, por señas, interpretación sentimental de las
palabras, los gestos, las mímicas, las lágrimas, todo representa un comunicado de
construcción social.

Aporte a la Construcción Social. El Altruismo.

Hemos estudiado hasta ahora, en qué medida la circunstancias influyen en


nuestras acciones: La manera en que se estructura una situación, que personas
intervienen y que hacen, y nuestra aceptación de las normas culturales. Cuando
estudiamos la personalidad resaltamos que tanto la manera relativamente consciente
de relacionarnos con los demás, como la propia situación concreta es lo que
determina nuestra manera de comportarnos y nos caracteriza como individuos. Una
pregunta vitalmente importante con la que los psicólogos están muy familiarizados es
la siguiente: ¿Porque las personas hacen lo que hacen? Como sacamos nuestras
conclusiones? Las conclusiones que saquemos serán importante, no solo porque
muchas veces basamos en ella nuestra conducta, sino porque cuando descubrimos
que una situación nos afecta excesivamente, nos sentimos motivados a modificarlas.
Si hemos llegado a la conclusión de que los carceleros como los prisioneros han
acabado comportándose brutalmente por la experiencia eventual de estar en la
cárcel, es lógico que apliquemos nuestros esfuerzos en buscar alternativas al
sistema carcelario actual. Sin embargo, si llegamos a la conclusión de que muchos
se vuelven brutales a causa de las influencias tempranas sobre su personalidad y
que una vez formada no reacciona a situaciones que se les presenta en la edad
adulta, no estaremos motivados para mejorar la circunstancia en que se
desenvuelven los adultos, a no ser que sea para protegernos a nosotros mismo.

[24]
La teoría de la atribución propuesta por Frietz Heider “1958”, tendemos a atribuir la
conducta de las demás a una de dos causas posibles: A algo interno o realidad
interna “Rasgo de personalidad a los propios esfuerzos”, o algo externo o realidad
externa como la “situación social, las Acciones de otras personas o la suerte” .

La teoría de la atribución a constituido una importante estructura teórica para la


investigación psicosociológica en los últimos años.

La teoría de la atribución pone de manifiesto la importancia de la situación en la


determinación de la conducta, tanto individual como social. Hemos visto como
algunas personas o grupos que, a decir de la mayoría eran totalmente amables, todo
lo contrario de monstruos pero pueden ser inducidas por la exigencia de una
situación a infligir dolorosas y posiblemente peligrosas, descarga a extraños que
nunca le hicieron menor daño. Hemos visto como gente inteligente, con una visión
normal pueden, por el influjo de otros, llegar a negar la evidencia de sus propios
sentidos, también como factores como la prisa que una persona pueda tener, puede
llegar a afectar su buena voluntad de pararse y ayudar a una persona aparentemente
enferma.

Como resultado de tales experimentos los psicosiologos contemporáneos han


adoptado un punto de vista que atribuye la conducta casi y exclusivamente al
impacto de la situación, oscilando el péndulo en el sentido opuesto al punto de vista
clásico de que las personas actuaban de acuerdo a su temperamento básico y eran
relativamente sensibles a la influencias ambientales.

Cuando los estudios de Milgram fueron analizados de acuerdo a las


características de la situación, cuantas personas habían, si el experimentador estaba
dentro o fuera de la situación, etc. Se dedujo como conclusión que tanto como los
aspectos de la situación, como los rasgos de la personalidad individual afectaban
directamente al comportamiento, descubrimiento que confirma hallazgos similares en
una serie de estudios clásicos “Funder y Ozer, 1983”.

[25]
Algunos de los individuos de Milgram se horrorizaron con las ordenes que recibían
y simplemente rehusaron administrar descargas eléctricas, y algunos buenos
samaritanos de los cuales hablare luego no dejaron de ayudar a los otros, incluso en
el caso de eso le hiciera llegar tarde a su propia cita. Parece que algunos aspectos
de su personalidad les llevaba a trascender la situación. Así pues, todavía es difícil
predecir la manera en que uno o un grupo va a comportarse tanto a partir del
conocimiento de su personalidad, como de la situación en que se encuentra. Es
importante recordar que lo que hacemos depende de la interacción entre quienes
somos y donde estamos. Incluso sabiendo que no es posible una predicción perfecta
sigue siendo importante buscar raíces del comportamiento, especialmente porque
ciertos tipos de comportamiento como la agresividad o el altruismo tienen un impacto
importantísimo tanto en la sociedad en su conjunto como a nivel individual.
Tanto ayudar como hacer daño a otra persona forma parten de la larga historia de
la humanidad, estas tendencias forma parte de nosotros o nos han enseñado. ¿Qué
es lo que las hace aflorar? ¿Qué es lo que hace que nos comportemos de un modo u
otro? Echemos un vistazo a los fundamentos del altruismo que ha sido definido como
el comportamiento que se lleva a cabo para beneficiar a otros sin esperar
recompensas de fuentes externas.
Altruismo o comportamiento pro social, las personas se ayudan a otras de alguna
manera: dando dinero, sangre o tiempo. La mayor parte de esta ayuda va dirigida a
la familia y amigos pero también alcanza a los extraños que nunca conoceremos.
La mayoría de nosotros realizamos una gran variedad de acciones, de ayuda que
implican cierto coste, auto sacrificio o riesgo por nuestra parte: participamos en
marcha por los derechos civiles, o en boicots, dejamos de lado nuestros propios fines
por el mayor bienestar de otros, etc. Estas redes de existencia entrecruza la vida de
cada día, y aun así la mayor parte de la conducta de ayuda y atención que damos y
recibimos pasa a menudo inadvertida a través del tiempo, los psicólogos han
intentado ahondar en las razones que subyacen al comportamiento altruista. Demos
una mirada. Demos un vistazo observando un tipo de ayuda muy específico, el que
se presta un desconocido en una emergencia.

[26]
Ayudar a un extraño en apuro.

La multitud que estaba en el andén del metro de Nueva York se espantó al ver a
un hombre ciego de 75 años que tropezaba y caía entre los vagones del tren que
estaba a punto de ponerse en marcha. Un hombre de entre la multitud – Reginald
Andrews, un padre sin empleo de 29 años que regresaba a su casa después de
haber rellenado otro solicitud de trabajo – salto sobre los rieles, suplico a gritos que
el tren se parara y tiro al ciego hacia un lugar seguro en un estrecho espacio bajo el
borde del andén. “No pensé en el peligro, solo que, ¡Caramba!, alguien necesitaba
ayuda”, dijo más tarde Andrews respecto a su hazaña en la que había arriesgado su
vida para ayudar a un desconocido (McFadden, 1982).
¡Que diferente fue la acción de Mr. Andrews comparada con la de 38 personas
que participaron sin querer en una investigación para averiguar porque algunas
personas emprenden una acción para ayudar a un extraño, mientras otras no hacen
nada! Esas 38 personas eran también neoyorquinos –residentes en un complejo de
apartamentos, que miraban por la ventana en plena noche, mientras un brutal
atacante apuñalaba hasta matar a una joven llamada Kitty Genovese -. A pesar de
sus agudos chillidos y de que era obvio que algo estaba pasando, pues el asesino
volvió tres veces para atacarla, ni uno solo de esos vecinos acudió en ayuda de la
joven, ni siquiera descolgando el teléfono para llamar a la policía, hasta después de
muerta (Rosenthal, 1964). ¿Por qué? ¿Eran monstruos esas personas? ¿Por qué se
mantuvieron indiferentes ante la difícil situación de la joven? ¿Estaban temerosos de
su propia seguridad?
Las respuestas que han surgido de docena de experimentos son complejas, pero
arrojan cierta luz sobre él porque una persona arriesga su vidas, mientras que otra
no dara siquiera un grano de ayuda. Cuando las personas ven que alguien tiene
problemas casi nunca se mantienen indiferentes. Incluso si no toman ninguna
iniciativa para ayudar, se sienten agitados y tensos, implicados en la saludo o
seguridad del otro y en conflicto con su propio ser. Una serie de factores nos ayudan
a explicar porque la gente tiende o no una mano para ayudar.

[27]
RECONOMIENTO DE QUE EXISTE UNA EMERGENCIA.

Antes de tomar una iniciativa, primero tiene que darse cuenta de que algo ocurre,
y luego tiene que interpretarlo como una emergencia (Latane y Darle, 1968). Cuando
una situación es claramente una emergencia seria, como la caída del ciega en el
metro, los intentos de rescate impulsivos, inmediatos, como el de Reginald Andrews,
se dan como mucha probabilidad (Pilavin, Dovidio, Gaertner y Clark, 1981).

Si una situación es ambigua, usted mitra en torno suyo a la gente que le rodea
para ver cómo están interpretando la situación. Si parece que nadie hace nada, es
probable que piense que estaba reaccionando en exceso y quedara quieto. Esto
salió a la luz en un estudio en el que se llenaba de humo una habitación. Cuando las
personas parecían que estaban solas, los sujetos informaban de ello, pero cuando
creían que estaban en compañía de otras que no hacían nada, lo ignoraba,
asumiendo probablemente que si hubiera existido peligro alguien más hubiera hecho
algo (Latane y Dar ley, 1968). (¿En qué medida esta situación es similar a las de los
estudios de Asch sobre la conformidad donde las personas dudaban de su propio
juicio cuando la mayoría adoptaba un punto de vista diferente?).

NUMERO DE PERSONAS EN ESCENA.

No fue una interpretación errónea la responsable de la falta de acción en el caso


de Kitty Genovese; solo el número de testigos de su sufrimiento fue, irónicamente, la
razón principal de que nadie la ayudara. Los estudios han confirmado el hecho de
que los individuos en solitario están más dispuestos a ayudar a alguien que tiene
problemas (Latane y Nida, 1981). Cuando están presentes otros rescatadores
potenciales, se alzan las barreras. La primera barrera es la influencia de otras
personas en la interpretación de un hecho: si esto es una crisis ¿Por qué no hay
nadie más haciendo algo al respecto?

[28]
La segunda es la habilidad del observador para diluir la responsabilidad. Es el
viejo síndrome de “que lo haga otro”. “¿Por qué tengo que ponerme yo en una
situación precaria cuando hay aquí toda esa gente que podría ayudar?” O la
suposición de que “Si esto es realmente importante alguien debe haber hecho ya
algo, así que yo no tengo necesidad de hacerlo”. Otro impedimento importante es la
cantidad de personas que tienen miedo a parecer tontos: “Supongamos que lo
parece una crisis no lo es realmente –y que todo el mundo me ha visto meter la pata
-, y yo no quiero parecer tonto”.
¿Qué es la victima? Un hombre se desmaya en un vagón de metro en marcha
tiene más probabilidades de obtener ayuda si lleva un perro que si huele a alcohol y
lleva una botella envuelta en una bolsa de papel marrón (Piliavin, Rodin y Piliavin,
1969). Es más fácil comprender por qué las personas prefieren ayudar a una persona
incapacitada que a un borracho, que comprender los efectos de otras características
de la víctima. Por ejemplo, un hombre con un perro que se desmaya en un metro
tiene menos probabilidades de obtener ayuda si sangra por la boca (manifestando
una mayor gravedad) que si no sangra (Piliavin y Piliavin, 1972), y si tiene una gran
mancha de nacimiento en la cara que si no la tiene (Piliavin, Piliavin y Rodin, 1975).
Estos descubrimientos parecen indicar que la falta de iniciativa es a menudo causada
por el miedo o el desagrado que causa la víctima.

[29]
PRESIONES SOBRE EL TRANSEUNTE.

Las personas que tienen prisa no se paran tan a menudo para ayudar como las
que no experimentan las presiones del tiempo u otras obligaciones. Esto fue
descubierto en un estudio en el que estudiantes de teología ensayaban un discurso
en un edificio y luego salían a grabarlo en otro. A unos se les dijo que iban a llegar
darte a la cita para grabar, a otros que iban a llegar a la hora y a otros que iban a
llegar demasiado pronto.

En el camino cada estudiante paso junto a una persona tumbada en la puerta, con
los ojos cerrados y la cabeza caída, y que tosía cuando el estudiante pasaba. Más de
la mitad de los estudiantes, para los que aún era pronto la cita, se pararon a ayudar,
mientras que solo uno de cada diez de los que creían que llegaban tarde se pararon.
¿Cuál era el tema de los discursos de los estudiantes? ¿Podía ser otro que la
parábola de los samaritano? (Darley y Barson, 1973)

PRONOSTICAR QUIEN AYUDARA

¿Qué sucede cuando usted ve a otra persona que tiene graves problemas?
Reacciona tanto en el terreno sentimental como en el ámbito del pensamiento. Se
activa, emocionalmente, una respuesta que puede haber sido instaurada en nosotros
como un medio de preservar nuestra especie. Incluso bebes de pocos días lloran
cuando oyen llorar a otro bebe (Simner, 1971; Sagi y Hoffman, 1976). Una respuesta
de este tipo acontece en un momento tan temprano de la vida que es imposible que
haya sido aprendida. Sin embargo, lo que aprendemos de verdad son los
fundamentos para decidir qué hacer. En una crisis nos preguntamos que tenemos
que ganar o perder al actuar o al no actuar. ¿Va usted a sentirse demasiado culpable
si no hace nada? ¿Va usted a correr riesgos absurdos si interviene?
Jane A. Piliavin y sus colegas han realizado un análisis de coste – beneficio del
porque ayudarnos. El principio subyacente es que, al decidir si se ayuda, tratamos de
minimizar nuestro coste y elevar al máximo nuestra recompensa. Según este

[30]
principio, usted ayudara si esta tan motivado emocionalmente que responde de
forma impulsiva, no pensando siquiera en los costes que le producirá; si estos son
bajos (dispone de tiempo, no arriesga la vida) o si la situación supone otros
beneficios para usted (encuentra que la víctima es atractiva, quiere hacer algo
interesante o quiere verse a usted mismo en el rol de héroe) (Piliavin, Dovidio,
Gaertner y Clark, 1981). Con frecuencia las personas se sienten incomodas cuando
no ayudan a alguien necesitado, pero siguen sin hacerlo a causa de que los costes
son demasiado altos para ellas.

PORQUE AYUDAMOS A OTROS.

¿Qué es lo hace que la gente se esfuerce en ayudar a los demás en distintas


situaciones, a menudo experimentando serias molestias? Se han ofrecido varias
explicaciones.

HEREDAMOS LA PREDISPOSICION PARA AYUDAR.

Dado que algunos niños muestran altruismo desde una edad muy temprana,
mientras otros no, es posible que algunos nazcan con una naturaleza más generosa,
más solidaria. Puede que el altruismo este en los genes. Aunque el altruismo puede
causar daño al individuo que lo aplica, es beneficioso a la larga para la especie. La
existencia a gran escala de la conducta pro social en el reino animal hace pensar en
alguna explicación en términos de adaptación biológica y hereditaria o de tipo
hereditario.
Los Socio biólogos, científicos que estudian la base biológica de la conducta social
de diversos animales (entre los que se incluye la especie humana), señalan muchas
actividades altruistas entre los animales. Los chimpancés adoptan crías huérfanas,
pájaros pequeños como los petirrojos y los tordos silban para avisar a sus
compañeros de que se acerca un halcón (en muchos casos, dirigiendo la atención
hacia ellos mismo) y algunas abejas mueren defendiendo sus colmenas de los
intrusos (Wilson, 1978). Muchos socio biólogos han llegado a la conclusión de que

[31]
existe una cierta programación genética que nos hace actuar de modo altruista. Sin
embargo, la mayoría de los psicólogos sociales se centran más en el influjo de los
factores ambientales y el aprendizaje para explicar la presencia de este tipo de
conducta.

APRENDEMOS A HACERLO

En los últimos 20 años gran cantidad de informes han indicado que la gente
aprende a ser sensible y a ayudar a los demás. Los niños altruistas suelen tener
padres que ayudan a otros, que esperan que sus hijos ayuden a otros y que les dan
a conocer, sin ambigüedades, como deben comportarse (Musen y Eisenberg-Berg
1977). En otras palabras, entre las normas que estos niños aprenden aparecen las
de ayudar a los demás.

Marrion R. Yarrow (1978) y sus colaboradores han estudiado el desarrollo del


altruismo en niños muy pequeños y han descubierto la existencia de diferencias
individuales que se van incrementando a partir del año y medio y los 2 años de edad.
Han descubierto igualmente que la cantidad de comportamiento de ayuda no cambia
a partir de los 7 años, los 2 o 3 primeros años de vida pueden ser cruciales para
establecer estas pautas.

El grado de que un niño alcanza en la ayuda a los demás está en relación con la
capacidad que tienen sus padres de ser cálidos y sensibles y de ayudar a sus hijos, y
con la intensidad con que les ayudan a comprender el mensaje de que no deben
hacer daño a los demás. Las madres de los niños más altruistas no se limitan a
señalar “Jaimito está llorando porque le has pegado”, sino que muestran su gran
convicción y emoción cuando dicen – Y algunas veces gritan – a sus hijos: “No hagas
daño a Jaimito” o “Ya está bien”.

[32]
AYUDAR A LOS DEMAS NOS HACE SENTIR BIEN.

A las personas les gusta sentirse virtuosas. Como quiera que muchos de nosotros
hemos llegado a creer que el comportamiento caritativo es digno de elogio,
obtenemos una recompensa intrínseca en la opinión sobre nosotros mismo cuando
hemos ayudado a otra persona. La conducta de ayuda puede estar unida a dos
estados emocionales: Felicidad y tristeza. Cuando estamos tristes, el ayudar a otros
nos hace sentirnos mejor y puede hacernos creer que somos personas mejores
(Hauman, Cialdini y Kenrick, 1981). Esto podría apoyar el consejo tradicional a las
almas desgraciadas que les advertía que se sentiría mejor si en lugar de darles
vueltas a sus propios problemas hicieran algo agradable por los demás.

También parece que somos más capaces de ayudar a los demás cuando nos
sentimos felices. Esta es una conclusión a la que llegaron Bauman y colaboradores
(1981) y que confirmaron Rosenhan, Salovey y Hargis (1981). En este estudio, los
estudiantes que creían que iban a ser recompensados por su trabajo con unas
vacaciones en Hawái mostraban mayor predisposición a ayudar a un amigo que
aquellos que imaginaban que su mejor amigo era el que iba a conseguir el viaje de
vacaciones. Cuando nos sentimos afortunados, competentes y tenemos éxito,
nuestros buenos sentimientos respecto a nosotros mismos suelen estimular las
buenas acciones hacia los demás.

NOS HACEMOS ADICTOS AL ALTRUISMO.

¿Por qué algunas personas dan sangre una y otra vez en un sistema de donación
de sangre de “responsabilidad comunitaria”? En estos sistemas los donantes no son
pagados, ni ellos ni sus familias reciben ningún beneficios en reciprocidad ni
seguridad de que ellos la tendrán en el caso de que la necesitaran. Parece que los
donantes no tienen nada que ganar al dar sangre, en tanto que sufren unos costos:
dan su tiempo, se sienten débiles durante horas o días, corren riesgos de efectos ,as
serios. Sin embargo, algunas personas se hacen donantes habituales de sangre.

[33]
Piliavin y sus colegas comparan la donación de sangre con el salto en paracaídas:
Al principio los participantes sienten toda clase de emociones negativas que giran
alrededor del miedo y la ansiedad pero cuando más a menudo saltan (o dan sangre),
más positivos son los sentimientos que rodean esa actividad, tanto en el caso de la
alegra o la sensación de competencia que siente el paracaidista, cuando el “cálido
rubor” por haber ayudado a alguien necesitado, que experimenta el donante de
sangre (Piliavin, Calero y Evans, 1982).

Estos autores explican estos cambios de sentimientos hacia actitudes más


positivas mediante la teoría de los procesos opuestos (Hoffman y Solomon, 1974;
Solomon y Corbito, 1974). Al estado inicial de sentimiento negativo se le opone un
marco positivo de referencia; los sentimientos que se oponen (positivos) se refuerzan
por el uso y la experiencia inicialmente aversiva se “transforma eventualmente en
una experiencia muy motivadora, incluso creadora de adicción” (Piliavin et al, 1982,
pago 1204). Así, cuando más ansiosos nos sentimos al principio, mejor nos sentimos
más tarde. A los donantes de sangre los buenos sentimientos causados por hacer el
bien les dominan y la tercera o cuarta donación parecer ser el punto “mágico” en el
que los donantes habituales “se enganchan”.

FOMENTAR EL ALTRUISMO.

Para sobrevivir en un mundo peligroso poblado por animales depredadores y


tribus hostiles, los hombres primitivos tuvieron que desarrollar unas pautas de
comportamiento basadas en ayudar solamente a los de su propio grupo y reaccionar
con sospecha y agresividad hacia otros grupos. Sin embargo, hoy en día tal como lo
ha señalado el psiquiatra y psicobiologo David A. Hamburg (1.983), estas actitudes
ya no son adaptativas. En un mundo en el que los extraños suelen depender unos de
otros, incluso para los fundamentos de la vida misma, necesitamos desarrollar otras
formas de relacion con los que nos rodean, tanto dentro como fuera de la familia.
¿Cómo podemos, pues fomentar el altruismo? Una respuesta radicar en la manera
en que enseñamos a los niños a resolver sus problemas sin recurrir a la violencia, en

[34]
el modo en que les hacemos desistir de la agresividad desde el comienzo de la vida
y les recompensamos por otras conductas, y en el conjunto de los valores
enseñamos – ayudar mejor que herir, preparse por los otros mejor que permanecer
indiferentes, cooperar mejor que competir e igualdad de sexos mejor que el dominio
del varon y el machismo -. Podríamos, por ejemplo, someter a los chicos “al mismo
aprendizaje que las niñas han recibido tradicionalmente en nuestra sociedad y
animarlos a desarrollar cualidades socialmente positivas, como la sensibilidad, la
cooperación, la cordialidad y la ternura, que son la antítesis del comportamiento
agresivo” (Eron, 1980, pág. 244).

Otro planteamiento es el biológico. Al reconocer que los seres humanos inhiben su


agresividad en muchas ocasiones, algunos investigadores están tratando de
descubrir que sustancias químicas cerebrales están implicadas en el proceso de tal
inhibición y si pueden producirse sustancias similares para ayudar a las personas a
dominar la agresión antisocial (Redmond, 1983). Otro planteamiento hace hincapié
en la importancia de descubrir soluciones positivas para resolver problemas
individuales, familiares, comunitarios y de la sociedad. La búsqueda no es fácil, pero
resulta esencial en esta era nuclear.

ACTITUDES DEL ALTRUISMO.

Usted tiene una actitud hacia casi todas las cosas o personas del mundo en que
haya pensado en algún momento e indudablemente habrá expresado opiniones
sobre muchos temas. Su opinión es su actitud expresada en palabras. Su actitud es
su forma de responder a alguien o algo. Las actitudes se componen de tres
elementos: Lo que piensa (componente cognitivo), lo que siente (componente
emocional) y su tendencia a manifestar los pensamientos y emociones (componente
conductual). Por ejemplo, usted tiene probablemente una actitud sobre las relaciones
extramatrimoniales. A nivel cognitivo, puede que piense que es perjudicial para el
matrimonio; emocionalmente puede que usted se sienta celoso ante idea de que su

[35]
esposa haya tenido relaciones sexuales con algún otro y respecto a la conducta
puede que continúe siendo monógamo.

[36]
CONCLUSIONES

[37]
BIBLIOGRAFIA

PAPALIA, Diane y WENDOKS OLDS Sally. PSICOLOGIA. 1987. Editorial McGraw-


Hill. Pág. 4-6, Pág. 15.
Guía de Psicología Social. Pág. 32.
DURAN GARCIA, Marta Consuelo y otros. Teorías de la psicología social. Pág. 1.

[38]

También podría gustarte