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Exp.: 02426-2019-0-1401-JR-LA-02
Sec.: Mario Pariona
Sumilla: Apelación de Sentencia.

SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO ESPECIALIZADO DE TRABAJO –


Urb. California c4.-

CLODOALDO EUSEBIO ROJAS SANCHEZ, identificado con DNI Nº


10227946, con domicilio real en 69 Buffalo Ave, PATERSON NJ 07533, NEW
JERSEY, EE.UU. y domicilio procesal en la calle Tacna Nº 150, Of. 32, distrito,
provincia y región de Ica, con Casilla Electrónica N° 12366 – SINOE, Sobre
Indemnización por responsabilidad extracontractual, a usted atentamente digo:

Que, dentro del plazo de ley interpongo RECURSO DE APELACIÓN contra la


Resolución Nº 16 (Sentencia), emitida con fecha 13 de enero de 2021, que
declara fundada en parte la demanda interpuesta sobre pago de indemnización
por daños y perjuicios por responsabilidad extracontractual y, como
consecuencia de ello, ordena que se cumpla con abonar al demandante la
suma de S/. 60,000.00 (Sesenta mil y 00/100 Soles). Asimismo, se nos
condena al pago de intereses legales, costos y costas del proceso.

En tal sentido, solicitamos al Juzgado se sirva concedernos la apelación, la


misma que se propone sobre la base de los siguientes fundamentos:

I. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN.


Existen errores de hecho y de derecho en el considerando Sexto de la
Sentencia, referido a la responsabilidad por accidente de tránsito, así como
en el considerando 7.5, literal c) último párrafo sobre el lucro cesante.
Considerandos que constituyen los únicos extremos de la Resolución que
nos causa agravio y que establecen que:

1. Si bien es cierto lo que señala el juzgador en cuanto a que «La


responsabilidad civil por accidentes de tránsito debe ser regulada y establecida en
base al artículo 1970º del Código Civil, es decir, se trata de un supuesto de
responsabilidad civil extracontractual objetiva fundamentada en el factor de atribución
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denominado “riesgo”, En tal supuesto, se hace abstracción de cualquier referencia a la


culpabilidad, es decir, al aspecto subjetivo del autor del daño causado a la víctima,
pues basta con acreditar el daño causado, la relación de causalidad y el factor de

atribución, en el sentido que deba tratarse de un bien o de una actividad peligrosa» ;

siempre y cuando, claro está, el presunto responsable no pruebe que los


daños fueran debidas a la culpa exclusiva del perjudicado.

2. En efecto, en el presente caso, se tiene demostrado y argumentado en


la propia sentencia que se recurre, que el demandante incurrió en una
transgresión a la norma al conducir un vehículo cuando no contaba con
licencia de conducir, por lo que la conducta antijurídica fue cometida por
él. Reiteramos, el daño no fue generado por una conducta antijurídica de
mi parte sino por un hecho determinante de la propia víctima, quien
generó con su conducta temeraria e imprudente el daño que
actualmente padece.

3. El Juzgador comete error de derecho cuando señala en el considerando


6.2 de la sentencia, lo siguiente “(…) En consecuencia, “la
responsabilidad por accidentes de tránsito, [es uno] de los tantos
supuestos de la aplicación del sistema objetivo, en el cual el factor de
atribución no es la culpabilidad del autor del daño, (…), sino, por el
contrario, el riesgo adicional que implica la utilización de un automotor
en la vida de relación en la sociedad moderna. Como se puede
observar, esta opción por el sistema objetivo de responsabilidad civil
extracontractual no obedece únicamente a que (…) los automotores son
bienes que significan un riesgo adicional a los demás, sino
fundamentalmente a que la elección de este sistema deja de lado o
convierte en inútil cualquier posibilidad para el autor de la conducta de
probar su no culpabilidad, es decir, de liberarse de responsabilidad
probando su ausencia de culpa (subrayado nuestro) (…). Y esto, por
que como es sabido conforme al artículo 1972 del Código Civil, que dice:
“Artículo 1972.- En los casos del artículo 1970, el autor no está obligado
a la reparación cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o
fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la imprudencia
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de quien padece el daño. (subrayado nuestro), el accidente fue


provocado por la imprudencia de la víctima, en este caso, del
demandante al haber mentido sobre si contaba con licencia de conducir.

4. No cuestionamos, señor Presidente, que la responsabilidad civil en los


accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es objetiva,
sin embargo, en este caso, no se trata de daños a terceros generados
por la conducción de un vehículo automotor, sino del daño generado al
propio conductor del vehículo siniestrado y por ello, es aplicable lo
señalado por el artículo 1972 del Código Civil, ya que este conductor fue
quien provoco, con su imprudencia, el accidente con la trágica
consecuencia que conocemos. Ciertamente existe un daño, el tema
radica en determinar quién fue el que provocó o causó el daño. A este
respecto, dentro del esquema de la responsabilidad contractual, no
existe incumplimiento alguno de mi parte que pueda dar origen a una
indemnización a favor del actor. Asimismo, y dentro del esquema de la
responsabilidad extracontractual, tampoco cabría la posibilidad de que
asuma las consecuencias del daño, debido a que la propia víctima es la
que causó el daño; encontrándonos, nuevamente, ante un supuesto
regulado por el artículo 1972 del Código Civil, que establece que aún en
los supuestos en los que la actividad o el bien tuviera la calidad de
riesgosa o peligrosa, no existe responsabilidad cuando el hecho
determinante del accidente es causado por la imprudencia de quien
padece el daño.

5. En nuestros alegatos finales en la Audiencia de Juzgamiento, señalamos


con mucha claridad, la ausencia de relación de causalidad, que el
Juzgador fundamenta (considerando 7.5, literal b), debido a que sí existe
rotura del nexo causal, es cierto que se le entrego un bien riesgoso al
demandante, pero también es cierto que se tomaron las diligencias
debidas como cuando se le pregunto al demandante si sabía conducir y
si contaba con licencia de conducir, a lo que en ambos casos, el
demandante respondió que SI, y que ha sido tomado como hecho
determinante por el propio Juzgador.
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Por lo que negamos la existencia del vínculo causal ya que para


ello es indispensable que la conducta del demandado debe ser la
causa directa, necesaria y determinante del daño.

6. Lo dicho precedentemente también puede ser corroborado por los


medios de prueba ofrecidos extemporáneamente, consistentes en el
Parte Policial N° 09-2018-REGION POLICIAL-L-/DIVPOL-C-CDCH-
SIAT, de fecha 10 de enero de 2018, y el Reporte del Sistema de
Licencias de Conducir por Puntos del MTC, los que fueron
rechazados por el A quo pero que ha sido apelada, sin embargo, tales
pruebas acreditan que en la causa del accidente no había intervenido un
tercer vehículo como lo señaló el demandante; y, además, acreditamos
que el demandante no contaba con licencia de conducir lo que a todas
luces demostraría IMPERICIA por parte de éste en la conducción de
vehículos.

7. Por lo que es claro, que si hemos invocado la fractura causal al


demostrar que fue el propio demandante el causante de su daño al
actuar con imprudencia y temeridad al mentir sobre si sabía conducir y si
contaba con licencia de conducir, siendo responsable absoluto del
accidente y consecuente daño, lo que nos permite encontrarnos en el
supuesto de liberación de responsabilidad por la imprudencia de la
propia víctima o perjudicado en el accidente. Así, según refiere De
Trazegnies1, cuando la norma alude a la imprudencia de la víctima debe
entenderse que se trata de un hecho determinante de la víctima: lo que
cuenta no es una culpa de la víctima sino su intervención causal de
manera tal que interrumpa el posible nexo entre el presunto causante
(demandado) y el daño.

1
De Trazegnies, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual, en: Biblioteca para leer el Código Civil,
vol. IV, Tomo I. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1990. p. 340
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En el presente caso, se evidencia que ha existido una ruptura del nexo


causal entre el supuesto dañante (propietario del bien) y el daño
producido, pues en este caso el demandante ha sido el causante de su
propio daño, es decir, sin su accionar imprudente, no se habría
producido el daño bajo las circunstancias en que ocurrieron los hechos;
por ello, deberá asumir el peso de su propia conducta.

8. Respecto al Lucro Cesante, si bien coincidimos con el Juzgador en que


el demandante no precisa como llega al monto de S/ 60,000.00 que
reclama por este concepto, consideramos que existe error de derecho
por parte del A quo, cuando señala que “(…) en los casos en los cuales se
haya ocasionado daño, este será susceptible de resarcimiento con valoración

equitativa, así no pudiera ser probado su monto preciso” . Esto no es del todo
cierto, por cuanto, este articulo 1332 del Código Civil, se refiere al
resarcimiento de daño en su conjunto y no específicamente al lucro
cesante, y la indemnización que ha determinado el juez de la causa si
está comprendido dentro de este supuesto legal, determinando un
quantum por el daño a la persona y otro por el daño moral, no
correspondiendo el del lucro cesante por no proceder en el presente
caso.

9. En todo caso y en el supuesto que correspondiese el pago de lucro


cesante, éste debe estar directamente vinculado con el tiempo que
efectivamente trabajo el demandante y, según lo determinado en la
sentencia, el demandante solo ha podido acreditar que presto servicios
para el demandado por el periodo de diez días, y tal y como lo señalo el
Juez de la causa, “al no poderse establecer el monto que percibía éste
debía reconocérsele la remuneración mínima vital a la fecha de labores,
esto es del año 2017, ascendente a la suma de S/ 850.00”, lo que debe
tenerse en cuenta a efectos de determinar el quantum del lucro cesante
y que definitivamente no se condice con lo determinado por el Juez, en
la resolución recurrida.
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II. FUNDAMENTACIÓN DEL AGRAVIO.


Los errores de hecho y de derecho en los que se incurre en la
Resolución impugnada me produce grave perjuicio económico, ya que
han ocasionado que se me condene al pago de una suma dineraria
cuando no existe responsabilidad de mi parte en el evento dañoso.

Además, sobre la base de los errores de hecho y de derecho detallados


en extenso en los fundamentos del presente recurso, se nos obliga
además al pago de intereses legales, costas y costos, lo que también
me provoca un grave perjuicio económico.

POR TANTO:
Solicitamos al Juzgado se sirva concedernos la apelación interpuesta y elevarla
al superior jerárquico.

PRIMER OTROSI DIGO: Que adjunto tasa judicial de apelación y cédulas de


notificación.

Ica, 19 de enero de 2021

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