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Reflejos: causas y soluciones a los problemas de aprendizaje y

comportamiento

“El movimiento es la puerta del aprendizaje”


Paul Dennison
La hiperactividad, hipoactividad, dislexia, falta de concentración, problemas de
lectoescritura, lenguaje, miedos y agresividad… son algunos de los síntomas que muy
comúnmente están relacionados con reflejos primitivos que no se han transformado
en habilidades posturales.
En este artículo nos acercaremos a este complejo tema.
Mediante los sentidos y los movimientos rítmicos que hace el bebe de balanceo,
rotación, levantamiento de cabeza, movimientos de manos, de ojos (se lleva la mano a
la boca, coge cosas calculando distancias y regulando la vista), gateo y por último el
andar, se hacen posibles las conexiones neuronales entre las diferentes partes del
cerebro.
El cerebro aprende experimentando: mediante el movimiento y las experiencias
sensoriales se hacen los circuitos neuronales,  que serán la base de todo aprendizaje a
lo largo de toda la vida.
Desde el nacimiento se está programando el disco duro de nuestro cerebro y con esa
información procesará los datos. De esto se deduce la gran importancia de  los
primeros años de vida. Los niños que no han podido moverse debidamente en su
niñez, (niños que han estado hospitalizados, en incubadora, mucho el carrito…)
pueden tener  más adelante problemas de aprendizaje, además de dificultades a nivel,
emocional, psíquico, y físico.
Limitar el  movimiento de los niños al ponerles en el cochecito, sillitas… que les tienen
durante horas medio inmovilizados en vez de dejarlos sobre una manta en el suelo,
donde puedan moverse con libertad, tiene tremendas consecuencias para su
desarrollo.
La causa más frecuente de las dificultades de aprendizaje y falta de atención es debido
a la presencia de reflejos primitivos activos, falta de desarrollo correcto de los
circuitos neuronales encargados de la vista, la audición y el desarrollo del movimiento.
A su vez, la inhibición de los reflejos, y el desarrollo del movimiento en general, 
depende del cultivo de los sentidos básicos. Es decir, del sistema vestibular, táctil,
propioperceptivo y vital, del que tanto hablamos en la pedagogía Waldorf, y que Jean
Ayres descubrió y revalorizó en su trabajo «La integración sensorial y en niño» que es
la base de la terapia de integración sensorial.
¿Qué son los reflejos primitivos?
Cuando el bebe nace posee unos movimientos reflejos que son esenciales para la
supervivencia y para su posterior desarrollo. Son unos movimientos automáticos
dirigidos desde el tronco encefálico (la parte más primitiva de nuestro cerebro). No
están controlados de forma voluntaria.
Gracias a estos reflejos el bebe puede más adelante desarrollar los reflejos posturales
que le permitirán erguirse ,andar, hablar, escribir, montar en bicicleta, coger pelotas
en el aire, atarse los cordones etc.
Una vez hecha su función, estos reflejos deben desaparecer. Si permanecen activos
pueden producir retraso en el desarrollo motor, problemas  emocionales, problemas
de atención, de concentración, hiperactividad, hipoactividad, problemas con el
lenguaje…
Al niño se le atribuye  muy fácilmente el término de vago, hiperactivo, miedoso,
desordenado, agresivo. Sin embargo no existen niños culpables de ello.
Todo niño cuando nace aprende y quiere aprender. Luego encuentra dificultades, 
que pueden ser del exterior o de su estructura. De lo que se trata es de ver maneras de
ayudarlos, no de agrandar sus problemas añadiéndoles nuestra incomprensión,
sobreexigencia y regaño.
¿Qué ocurre cuando estos reflejos están todavía activos?
Cuando ya han cumplido su misión, estos reflejos se integran y dan paso a la
adquisición de unas determinadas habilidades. Pero hay algunos niños –y adultos– que
no han conseguido inhibir estos reflejos y siguen manteniéndolos activos en edades en
que ya no deberían estar. Esas personas no han tenido la posibilidad de adquirir ciertas
habilidades y comienzan a fraguarse las dificultades de aprendizaje y comportamiento.
Por ejemplo, algunos niños no sistematizan la lectura porque no adquieren la habilidad
de mover los ojos de la manera adecuada, otros no sistematizan la escritura porque no
son capaces de emplear el brazo y la mano de la manera correcta para ello, otros serán
incapaces de permanecer sentados atendiendo en clase porque cada roce de su
cuerpo con la silla les provoca un sobresalto que son incapaces de impedir, etc.
Se producen síntomas como:
 Hipersensibilidad a la luz, a los ruidos y al tacto (no soportan que los toquen)
 Problemas de equilibrio,
 Miedo e inseguridad
 Mareos en el coche
 Mala coordinación de los brazos y piernas
 Problemas para montar en bicicleta
 Problemas para coger pelotas
 Rigidez muscular
 Dificultad para nadar
 Problemas para atarse los cordones y abrocharse los botones.
 Lateralidad no definida
 Mala letra
 Debilidad muscular (se sujetan la cabeza para escribir o estudiar)
 Malas posturas, escoliosis
 Problemas para sujetar el lápiz
 Problemas de memoria y aprendizaje
Rudolf Steiner habla de cómo en los 7 primeros años de vida, el YO, vale decir su
individualidad, su ser eterno, tiene que introducirse en el cuerpo físico hereda y
transformarlo. Tiene que hacerse con él. Tiene que conseguir ser dueño en su propia
casa, que el cuerpo esté a su servicio para poder así realizar su misión de vida.
Un cuerpo lleno de reflejos es indicativo de un Yo que no a podido penetrar en el
cuerpo físico. Un cuerpo lleno de movimientos reflejos involuntarios, es un cuerpo que
el yo no ha conseguido transformar.
La gran pregunta es ¿Es tu cuerpo tu mejor aliado? ¿Te da sostén para realizar lo que
deseas? ¿O más bien es un impedimento?
Cuando ayudamos a los niños a superar sus reflejos les ayudamos a fortalecer su yo, su
ser, su individualidad, a no estar sometidos por los estímulos exteriores, a tener centro
propio.
Un cuerpo libre de reflejos, es un cuerpo donde cada músculo y articulación se puede
mover libre y autónomamente. Esto nos da una sensación general de libertad y
autonomía en nuestra vida. Estar sometido a los reflejos y a los estímulos nos quita
libertad…
¿Como se soluciona o se reintegran estos reflejos?
Ejercicios del ZOO
Se trata de recapitular los movimientos rítmicos que hacen los bebés de forma natural
y espontánea.
Determinados movimientos rítmicos, así como movimientos cruzados y movimientos
oculares estimulan el cerebelo, el sistema vestibular (equilibrio) y los centros del habla,
aumentan el tono muscular de los músculos extensores mejorando al postura y activan
conexiones neuronales.
Por tanto tienen efectos importantes para la lectura y la escritura, y producen
relajación y equilibrio emocional.
Una habilidad física, emocional y cognitiva se consigue cada vez que un reflejo se
integra.
Los “Ejercicios del ZOO”, son excelentes porque recapitulan, a través de los diferentes
tipos de animales, los estadios de desarrollo motor del bebé.
Cuando el niño está en terapia, se manda una serie específica para unas semanas que
deberán practicarse en casa unos 10 minutos diarios.
Durante años tuve consulta de niños con dificultades y también grupos de teatro
infantil. En ambas , procuraba que los niños restablecieran sus patrones de
movimiento de manera lúdica, a través del  juego, los cuentos y las Rimas con
movimiento.
Esta es una buena manera de trabajarlos en la escuela o el ocio, a nivel preventivo, con
todos los niños. Aunque si un niño presenta un problema agudo, deberá acudir a un
especialista, sobre todo si tiene más de 7 años.
Aunque generalmente los reflejos son por causas físicas (ya sea como resultado de un
parto difícil, embarazo con estrés o poco movimiento, incubadora y falta general de
movimiento en el primer año de vida), si tenemos en cuenta que los reflejos son
respuestas de supervivencia y de protección, pueden desarrollarse también en casos
donde el ambiente anímico-emocional del entorno produzca estrés y sensación de
desprotección. Y que el niño reaccione de manera defensiva, a través de un mayor
desarrollo de reflejos primitivos.
Por eso es tan importante que, además de que el niño se pueda mover lo suficiente y
en libertad, en su entorno reine un ambiente amoroso de cálida protección, donde
sienta que puede respirar y moverse con seguridad, un ambiente donde se sienta
querido y cuidado.
El reflejo del moro
Este reflejo tiene gran relación con las dificultades de aprendizaje y también con el
comportamiento y la atención.
Durante el parto debería estar presente  y mantenerse hasta el 2º mes, habiéndose
inhibido a más tardar en el  4º mes, transformándose en la reacción normal del
sobresalto.
El disparador de este reflejo son estímulos externos del sistema sensorial en su
conjunto. La expresión en los gestos muestra dos fases: en la primera las piernas, los
brazos y hasta las manos se apartan del cuerpo con rigidez y se abre la boca para la
inspiración. En la segunda fase todas las extremidades se flexionan hacia el centro del
cuerpo y se produce la espiración, eventualmente acompañada por un grito. A modo
de reacción fisiológica, se liberan adrenalina y cortisona, el pulso cardíaco se acelera y
asciende. La misión de este reflejo, es el adiestramiento del sistema nervioso para
poder reaccionar frente a situaciones que ponen en peligro la vida. También lleva la
denominación de reflejo de supervivencia.
Cuando este reflejo no puede ser plenamente desarrollado dentro del debido tiempo,
existe el peligro de que no pueda ser transformado en el reflejo normal del susto y ser
integrado. Las consecuencias son hipersensibilidad frente a todas las impresiones
sensoriales, dificultades en la concentración e incrementada necesidad de azúcar.
Está en discusión, si una primera fase del moro, mal integrada, puede conducir a la
congestión del aire, vale decir, a la predisposición al asma. Sí se sabe, que el exceso de
reacciones de defensa con subidas de la adrenalina y cortisona producen un gran
desgaste y debilitamiento del sistema inmunológico. El sistema de defensa del cuerpo
se sobrecarga defendiéndose de estímulos sensoriales y al llegar un virus o bacteria,
está bajo.  
Cada vez se observan más niños que presentan un cuadro que indica las consecuencias
del reflejo de moro no integrado. Durante las clases, el ruido atormenta a estos “niños
moro” por que no pueden separar los ruidos secundarios, razón por la cual no pueden
escuchar con nitidez la voz del maestro, a veces los fonemas no pueden ser escuchadas
de modo diferenciado, la memoria auditiva no se desarrolla debidamente.
La deficiente reacción de las pupilas puede producir un sobresalto frente a la
luminosidad excesiva sobre el papel blanco. Los problemas de equilibrio conducen a
reacciones desmedidas y un leve malestar. El sentido del tacto se encuentra afectado
por hipo o hiper sensibilidad.
Todas estas alteraciones conducen a un trastorno del sentido vital, de la sensación de
bienestar. Las reacciones anímicas se evidencian a través de poca estabilidad anímica,
temores, agresividad, carencia de autoestima, necesidad de orden y de control para
poder auto-protegerse. La crítica difícilmente puede ser soportada y transformada.
El reflejo moro, es el único que concierne a los cuatro sentidos básicos (tacto, vital,
equilibrio, movimiento propio) en la primera infancia. Es por ese motivo que las
personas que no pueden transformarlo prontamente llaman la atención en su medio
circundante.
Un juego para inhibir este reflejo: El bicho bola
Diremos al niño:
“Estaba el bicho bola tranquilo tomando el sol (niño relajado boca arriba),
cuando, de repente, escuchó un ruido, y se hizo rápido una bola”. (doy palmadas
fuertes, que es la señal para que el niño se enrosque).
En el reflejo, ante un sobresalto, los miembros se estiran. En el juego, ante el
sobresalto, el niño debe encogerse. Además deberá intentar acercar su cabeza a las
rodillas, manteniendo el equilibrio, con tonicidad cervical etc. ¡Excelente ejercicio!
Si rueda, no levanta la cabeza o no se encoje… no lo corregimos, ni le llamamos la
atención diciéndole lo que ha hecho mal. Simplemente lo vamos repitiendo en el
transcurso de los días, hasta que, con la práctica, consiga hacerlo.

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