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El sentido vestibular está clasificado dentro de los Sentidos “Somáticos”, ya que aunque
dispone de un órgano o aparato donde se agrupan sus receptores en una zona concreta del
cuerpo, siempre trabaja en cooperación con información proveniente de otros sentidos
(propioceptivo y visual) por lo que no está limitado a un espacio determinado del cuerpo.
El aparato u órgano vestibular está situado en el oído interno y está formado por:
Dos cámaras, utrículo y sáculo, que se disponen en horizontal y vertical. Mantienen al cerebro
informado de la posición de la cabeza y detecta aceleraciones lineales (de traslación).
Tres canales semicirculares, que se disponen en ángulos rectos entre sí. Detectan movimientos
de aceleración rotatoria y horizontal. Las señales procedentes de estos canales controlan los
movimientos oculares y permiten que la mirada se mantenga fija mientras se mueve la cabeza
(Reflejo Vestíbulo-Ocular).
Tanto las cámaras como los canales están llenos de líquido llamado endolinfa y la estructura se
mantiene flotando en otro líquido, llamado perilinfa. Es el movimiento de este líquido,
provocado por los movimientos de la cabeza, lo que estimula los receptores que forman estas
estructuras, cámaras y canales.
El sistema vestibular o del equilibrio, está formado por el aparato vestibular y por las vías
vestibulares. Las vías vestibulares son fibras que llevan esta información recogida por el
aparato a los núcleos vestibulares (situados en la protuberancia) a través del nervio VIII par
craneal (junto con las fibras auditivas) que a su vez se conecta con:
Cerebelo
Formación reticular
De tal forma que el cerebro utilizará la información más relevante para una situación concreta.
Por ejemplo, si vas en una zona oscura, donde la información visual es reducida, confiará más
en la información que le llega del oído interno (vestibular) y de la información de las
articulaciones de las piernas (propiocepción).
El equilibrio (el sistema vestibular) es el más antiguo de los sistemas sensoriales; posiblemente
tiene alrededor de 6 000 millones de años de antigüedad, mientras que la audición es más
joven.
El SISTEMA VESTIBULAR Y SU IMPORTANCIA EN LOS NIÑOS
La función del equilibrio es facilitar la orientación y los hábitos posturales, la capacidad del
cuerpo para funcionar con gravedad o reconocer su lugar en el espacio. Esto nos proporciona
el punto de referencia primario desde el cual poder establecer cualquier otro juicio espacial y
otras adaptaciones posibles.
Estabilización de la mirada
Representación corporal
Procesos afectivos (utiliza vías comunes en su inicio, después se irán diferenciando) de ahí la
relación estabilidad emocional y la estabilizada gravitacional.
¿QUÉ ES EL EQUILIBRIO?
El estado por el cual el cuerpo conserva una postura estable contrarrestando la acción de la
gravedad, o también como “el arte de no moverse”
Cuando el niño tiene un año de vida, es cuando comienza a desarrollar la postura erguida
(como resultado de múltiples experiencias). Podríamos decir que nacemos con un boceto que
a través del movimiento vamos creando conexiones y va permitiendo definirse de forma
completa.
Desde el nacimiento, el bebé tiene que desarrollar sus propias habilidades frente a la
gravedad, lo que requiere el desarrollo del tono muscular, el control postural y la cooperación
con otros sentidos. La vista y el equilibrio tienen que aprender a trabajar juntos; el oído apoya
localizando el sonido en el entorno (orientación frente a estímulos externos); el tacto y la
conciencia muscular (propiocepción) ayudarán al bebé a desarrollar una conciencia interna de
su lugar en el espacio. Ninguno de estos sentidos puede trabajar de forma aislada.
El desarrollo del equilibrio es progresivo y continuo, llegando hasta los 7 años y continuando
más allá de la pubertad. En el bebé los primeros movimientos son descontrolados, pero cuanto
más se mueven, van consiguiendo mejor control. Mediante un aprendizaje propioceptivo o
conocimiento de sí mismo que se adquiere directamente experimentando el movimiento.
Proporcionando “seguridad gravitacional”, imprescindible para conocer la posición de uno
mismo en el espacio, esencial para la orientación, el sentido de la dirección y para ser eficaz
haciendo cualquier cosa en el espacio.
Sistema vestibular
Sistema visual
Propiocepción (receptores repartidos por todo el cuerpo que informan de la posición de las
articulaciones).
El sistema vestibular es el único que no tiene percepción de sí mismo. No somos conscientes
del equilibrio cuando está funcionando bien, y solo nos damos cuenta de él a través de los
otros sistemas sensoriales, sensación de vértigo (molestias en el estómago), perdida de
estabilidad (a través de la visión), etc
Actualmente hay muchos niños que están en constante movimiento y no es más que un
intento por estimular su sistema vestibular para poder ordenar sus patrones sensoriomotores.
Hiper o hipotonicidad.
Poco movimiento durante el primer año de vida (uso excesivo de sillas y carros).
Poco movimiento hasta los 6 años, poco parque y naturaleza, falta de movimientos amplios,
uso excesivo de la silla…
Será característico:
Lenguaje inmaduro.
Se tropieza.
Falta de equilibrio, coordinación entre pies y manos, falta de construcción del esquema
corporal.
Rigidez ocular.
Dificultades en la lectura/escritura/matemáticas.
Es un sistema que reacciona con exceso ante los estímulos. Normalmente suele estar asociado
a un reflejo de moro activo, por un estado de alerta. Puede ser por situaciones de estrés de la
madre durante el embarazo (sobre todo entre las semanas 25-27) por ser el momento donde
se construyen sus futuras respuestas al estrés a través de mecanismos de paralización, huida,
lucha o adaptación. Van de más arcaica a más evolucionada según pueda desarrollarse con
normalidad. Aunque también influyen situaciones traumáticas vividas en el momento del parto
o en los primeros meses.
Ansiedad a la altura.
Permitir al bebé movimientos en el suelo, no sentarlo entre cojines, tacataca, en parques, etc.
Parques, juegos al aire libre, juegos de movimiento: saltos, reptar, rodar, toboganes,
columpios, bicicleta.
https://phiosfisioterapia.com/el-sistema-vestibular-y-su-importancia-en-los-ninos/#:~:text=El
%20aparato%20vestibular%20se%20forma,de%20los%20ojos%20y%20de
Es el primer sistema sensorial que se crea y desarrolla en el útero. Cuando el feto tiene sólo 5
meses, su sistema vestibular está increíblemente bien desarrollado.
El sistema vestibular proporciona al cerebro del feto en crecimiento una gran cantidad de
información sensorial, ya que el feto se balancea de un lado a otro por los movimientos de su
madre.
Después de nacer, nuestro sistema vestibular suele compararse con el «controlador de tráfico
del cerebro» para toda la información sensorial que recibe.
Por ejemplo, el sistema vestibular enviá al cerebro las señales de si está de pie o sentado, o si
se está moviendo y, en ese caso, a qué velocidad y en qué dirección. El sistema vestibular
consta de dos vías de entrada, los canales semicirculares, que indican los movimientos de
rotación, y los otolitos, que indican las aceleraciones lineale
Los niños pueden tener dificultades con el equilibrio y la coordinación. Puede hacer que sean
temerosos o impulsivos. Puede ser un grave problema de seguridad. Un niño puede saltar
desde una superficie alta, como un mueble, y lesionarse porque no puede calcular la altura o la
distancia.
El sistema vestibular es una parte del sistema somatosensorial dentro del sistema nervioso. Se
encarga del «movimiento y equilibrio».
Hay 3 canales, orientados en diferentes posiciones que son estimulados por cambios en la
posición de la cabeza y detectan todos los diferentes planos de movimiento.
Usamos nuestro sentido vestibular para saber hacia arriba o hacia abajo, o la velocidad con la
que nos movemos.
El sistema vestibular tiene una amplia influencia en muchas partes del cerebro y se proyecta
hacia:
• Médula espinal (para permitir reacciones reflejas rápidas relacionadas con el equilibrio)
El sentido vestibular es crucial para el desarrollo del niño, ya que le ayuda a trabajar, descansar
y jugar. Un sistema vestibular típicamente receptivo permite al niño sentirse seguro y confiado
en su cuerpo, de modo que pueda moverse, atender para aprender y descansar.
El sistema vestibular también puede compararse con el «botón de control de volumen» del
cuerpo, ya que los movimientos rápidos de la cabeza hacia arriba y hacia abajo o los giros
tienden a «despertarnos», mientras que los movimientos más lentos de la cabeza, o el
mantenimiento de la misma, nos ayudan a calmarnos.
Significa un buen equilibrio. Nuestro sistema vestibular es como un giroscopio para el niño.
Sin un sistema vestibular que funcione correctamente, un niño puede tener dificultades para
«sostenerse» adecuadamente.
Puede que opte por tumbarse en el suelo en lugar de sentarse durante la hora del círculo o
que se apoye en el codo mientras está en su escritorio.
Los niños pueden gestionar este problema de un «sistema vestibular adormecido» tendiendo a
soñar despiertos o, por el contrario, pueden querer moverse e inquietarse, ya que esto
estimula su sistema vestibular.
Por ejemplo, un niño puede marearse demasiado con un pequeño giro o no marearse en
absoluto con un giro rápido.
Otro ejemplo, cuando un niño se tambalea sobre una pierna para vestirse, su sistema
vestibular detecta los movimientos de la cabeza, enviando señales al cerebro, que después de
procesarlas, envía señales al cuerpo, indicándole cómo responder y mantener el equilibrio.
La buena noticia es que el sistema vestibular de tu hijo puede fortalecerse con estimulación
vestibular
Aunque todavía está lejos de ser comprendido por todos los profesionales los responsables de
la toma de decisiones médicas y el público en general en el ámbito de la infancia.
La razón principal es que tiene sentido para el desarrollo de los niños con necesidades
especiales, para que tienen dificultades especiales para que puedan progresar en todas sus
áreas de desarrollo. Si el sistema vestibular de un niño no funciona bien, puede parecer torpe.
◉ toboganes
◉ nadar
Esta es sólo una pequeña muestra de los cientos de opciones que existen para crear una
construir una pauta sensorial y tratar la disfunción vestibular.
Los ejercicios vestibulares, mejoran el seguimiento visual (mantener una imagen visual fija
mientras se observa un objeto en movimiento) y la motricidad fina de las manos. Favorece el
desarrollo del lenguaje al integrarse con nuestros sentidos auditivos y visuales.
Tiene miedo/no le gusta o busca/disfruta de actividades en las que los pies abandonan el
suelo, como columpios, toboganes, saltos, escalada
el sentido propioceptivo
Es decir es la comunicación entre la mente y el cuerpo. Los sensores situados en el interior del
cuerpo producen información sensorial y la transmiten al cerebro a través del sistema
nervioso. Por consiguiente, la propiocepción consciente provoca que el cerebro mande a todo
el cuerpo las indicaciones necesarias para la posición, el movimiento y el equilibrio del cuerpo.
La propiocepción inconsciente también hace que el cerebro envíe las señales necesarias a todo
el cuerpo para mantener la posición relativa, el movimiento y el equilibrio del cuerpo.
La propiocepción consciente se relaciona con el córtex cerebral y el tálamo para realizar los
movimientos.
https://awenpsicologia.com/sentido-vestibular/#:~:text=El%20sentido%20vestibular%20es
%20crucial,atender%20para%20aprender%20y%20descansar.