Perú exporta principalmente zinc concentrado, el cual luego es enviado para su refinación en

otros países. Así, en volumen, la mayor parte de nuestras exportaciones se dirigen a China,
Corea del Sur, España, Brasil y Japón, lugares en los que el zinc es refinado. Ello coloca a China
no solo como el principal productor de zinc concentrado del mundo, sino como el principal
refinador, ya sea con insumos locales o importados. Además, Perú también exporta zinc
refinado, pero este representa un menor volumen pues solo hay una empresa que se dedica a
este negocio: Nexa Resources. Dicha empresa obtiene sus insumos de sus unidades mineras
(Cerro Lindo, Atacocha y El Porvenir) y luego procesa el zinc en la refinería de Cajamarquilla.

 Nuestro principal accionista es Votorantim S.A. (64,3%), que formó Nexa Resources
S.A. hace tres años, a partir de la integración entre las operaciones brasileñas y
peruanas. 

las empresas productoras con mayor nivel de extracción fueron Cerro Verde (Arequipa, 473
miles de TMF), de Freeport-McMoRan y Buenaventura; Antamina (Ancash, 444 miles de TMF),
de BHP Billiton y Glencore; Las Bam-bas (Apurímac, 473 miles de TMF), de MMG; y Southern
(Moquegua y Tacna, 288 miles de TMF), de Southern Peru Copper Corporation, que
concentran cerca del 70 por ciento de la producción nacional. Los principales destinos de
exportación de la extracción de cobre peruano son China, con poco más del 60 por ciento del
total del valor exportado Japón (7,5 por ciento) y Brasil (4,5 por ciento).

Según la publicación América Economía, "Fabricado no Perú" es una leyenda

cada vez más común en las etiquetas de la ropa brasilera y se espera que cada
vez las prendas de algodón confeccionadas en Perú sea una tendencia más
masiva entre los grandes supermercados brasileros como Pao de Acucar,
Walmart y Carrefour.
Las proyecciones estimadas esperan un crecimiento del 400% hasta alcanzar US$500 millones en los
próximos cuatro años, una tendencia que ya se presenta desde el año pasado cuando las
importaciones de confecciones peruanas crecieron 57,5 por ciento, según datos de la Asociación
Brasileña de la Industria Textil (ABIT).

Las marcas brasileras están siendo atraídas por el algodón peruano de fibra extra larga y por las
ventajas de un acuerdo comercial entre ambas naciones. Pero no son las únicas, ya el país Inca es
productor de marcas internacionales como Lacoste, Armani Exchange, Calvin Klein, Donna Karan o
Guess.

Perú espera que Brasil se convierta en su segundo destino de confecciones, aunque hoy ocupa el
cuarto lugar. Pues entre otras ventajas, está la cercanía de sólo cuatro horas de vuelo entre  Sao Paulo
y Lima, lo que le permite a los empresarios brasileros tener un mayor control sobre la producción
que en China, así como la reducción en los tiempos de entrega pasando de cuatro meses cuando la
carga viene de Asia a 45 días cuando viene del país suramericano.

El potencial de exportar alimentos a Brasil

Según un reciente estudio de mercado de Promperú, Brasil, con una población de 192 millones
de habitantes, ofrece una buena oportunidad para la exportación de nuestros productos en el
sector de alimentos. Los consumidores brasileños destinan, en promedio, un 19.8% del total
de sus gastos de consumo mensual a la alimentación, lo que refleja la importancia de este
rubro para ellos. Es importante destacar que los principales alimentos básicos en Brasil son:
arroz, frijoles, carnes, leche, panes y frutas; no obstante, el estudio destaca las oportunidades
de incrementar las exportaciones al mercado brasileño de diversos productos agrícolas como
aceitunas, espárragos frescos y en conserva, uvas frescas, cacao en polvo, cebollas frescas; y
de productos pesqueros como pota y anchoas.
En lo que respecta a los productos agrícolas antes mencionados, nuestros envíos hacia Brasil
han mostrado un dinamismo importante en 2012. Por un lado, las aceitunas registraron un
crecimiento del 30%, al sumar un valor exportado de US$ 20.2 millones. Este resultado ubica al
Perú como el segundo mayor proveedor de aceitunas al mercado brasileño, con una
participación del 16% sobre el total de sus importaciones de este producto. Por otro lado, la
exportación de los espárragos frescos o refrigerados registró un crecimiento del 34%, al
alcanzar un valor exportado de US$ 3 millones en 2012. Si bien es cierto que este mercado es
aún pequeño, en los últimos años ha venido creciendo de manera importante. Si a eso se suma
que el Perú es hoy el único proveedor de espárragos al mercado brasileño, las posibilidades de
crecimiento se incrementan.
Por su parte, las exportaciones de uvas frescas reportaron un crecimiento del 79% con
respecto a 2011, alcanzando un valor de US$ 1.2 millones. La cuota de mercado que cubren las
exportaciones en este rubro es aún pequeña, siendo nuestros principales competidores
Argentina y Chile. Asimismo, se incrementaron las exportaciones de cacao en polvo en un
131% (US$ 2.8 millones). En lo que respecta a este producto, las importaciones brasileñas de
cacao en polvo peruano se vienen registrando desde 2011 (una vez confrontadas las elevadas
barreras técnicas de acceso), y la principal competencia proviene de países de África y América
Latina. Finalmente, las exportaciones peruanas de cebollas frescas alcanzaron un total de US$
201,000 en 2012. Cabe resaltar que las importaciones de cebollas en Brasil sirven como
complemento a la producción nacional en el período entre cosechas, de abril a junio.
Una característica a resaltar es el bajo consumo de pescado en Brasil. De acuerdo con el
Ministerio de Pesca y Agricultura de ese país, cada brasileño consume un promedio de 9 kilos
de pescado, mientras que la OMC recomienda un consumo de 12 kilos. Sin embargo, un dato
que recoge el estudio de Promperú es que el consumo de pescado y mariscos se incrementará
a medida que los ingresos de las familias aumenten. De esta manera, se espera que las
exportaciones de pota y anchoas sigan al alza. La primera registró un crecimiento del 67% en
2012 respecto a 2011, y llegó a una cifra de US$ 3.2 millones; mientras que las anchoas
alcanzaron un valor exportado de US$ 3.1 millones.
Agenda pendiente
Para potenciar las exportaciones de todos estos productos, debemos superar diversas
contingencias. En primer lugar, como resaltamos en el Semanario N° 658, nuestro dinámico
comercio con Brasil puede frenarse por las trabas respecto a la apertura de su mercado. En
cuanto al ingreso de productos vegetales frescos (como los espárragos), se tienen identificadas
trabas para la autorización de nuevas especies y el establecimiento y exigencia de particulares
patrones de calidad. Sobre el primero existen demoras excesivas en la finalización de los
análisis de riesgo de plagas (ARP). Por ejemplo, la cebolla peruana tardó en ingresar a territorio
brasileño precisamente por las trabas para el otorgamiento del ARP. Por otro lado, en el caso
de las aceitunas, como lo mencionamos en el Semanario N° 660, existen dificultades para
acceder a la información sobre su etiquetado, el cual se vuelve un requisito cada vez más difícil
de cumplir. Respecto a los productos pesqueros, los registros también son bastante exigentes,
requiriéndose que el Instituto Tecnológico Pesquero (ITP) del Perú certifique que la empresa
exportadora peruana se ajuste a los estándares correspondientes. Esto demuestra la
importancia, subrayada en ediciones anteriores, de que el ITP y todas las agencias de sanidad
alimentaria para la oferta exportable peruana mejoren sus estándares a la par con el
crecimiento exportador. El Estado peruano no puede desatender esta urgente necesidad si
quiere mantener el nivel exportador y la balanza comercial de años anteriores.
Superar los obstáculos burocráticos y de barreras no arancelarias es un objetivo por el que
deben luchar las autoridades gubernamentales competentes. Es fundamental canalizar la
oferta exportable explotando una vía como la Interoceánica, donde se encuentran los estados
del oeste brasileño como Acre, Rondonia y Mato Grosso, cuyos PBI representan el 2.5% del PBI
brasileño e involucran un mercado de más de 5 millones de personas.