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Clasificación de los Servidores Públicos

A continuación, estaré desarrollando el tema de la clasificación de los servidores

públicos, destacando que la administración y la constitución son dos instituciones que se

complementan, que se entienden y explican en un marco de recíprocas interacciones y

relaciones que consienten en comprender la trascendencia y la funcionalidad del desempeño

administrativo, según cuál sea el modelo de Estado definido en cada Constitución.

Por otro lado, en el ámbito de la administración pública la Ley de Función Pública,

marca con el número 41-08, clasifica a los servidores públicos en cuatro categorías: 1)

funcionarios o servidores públicos de libre nombramiento y remoción (los de alto nivel y los

de confianza); 2) funcionarios o servidores públicos de carrera; 3) funcionarios o servidores

públicos de estatuto simplificado; 4) empleados temporales.

Destacar que la norma dispone que los únicos servidores públicos que gozan de la

estabilidad de sus puestos son los de carrera administrativa (general o especial), y para ser

removidos debe ser mediante un proceso sancionador conforme a la ley. También termina la

relación laboral de estos servidores por la renuncia o el abandono del puesto y

excepcionalmente por la supresión de la posición ocupada. El estatuto de la función pública,

como se establece en la Constitución (Arts. 142-145), garantiza la estabilidad a los servidores

públicos de carrera y cualquier desvinculación injustificada se ha tipificado como un acto

ilegal.

En necesario resaltar que una de las añoranzas de nuestra sociedad y de los servidores

públicos, es que realmente a la hora de contratar y de ascender dentro de la función pública,

se tenga en cuenta el mérito del aspirante a ingresar o a ser promovido, ya dentro de la

administración pública.
Por ello es que el gobierno está llamado a crear fuentes de trabajo y garantizar que

todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos en condiciones de dignidad e igualdad.

Asimismo está obligado a crear formas para eficientizar la calidad en la prestación de los

servicios públicos, a través de su preparación académica, de la profesionalización de los

mismos, para así, lograr una mayor expectativa del nivel de vida, y mejor calidad en los

servicios que requiera el ciudadano en las instituciones públicas. Sin embargo, estos

requerimientos no se han hecho realidad, en vista de que los organismos del Estado, en un

gran porcentaje aún se manejan a través del clientelismo político en la manera de ingresar a

estas instituciones.

Resaltando que los gobiernos han usado la administración pública, como objetos de

ventas, de pagos e intercambios de favores políticos, ignorando la verdadera esencia de la ley

de función pública.

Tanto así que todo esto impide que el servidor público, que ha logrado ingresar por la

vía correcta, la establecida por la ley, actúe con eficiencia y de forma motivada, ya que

entiende que en cualquier momento, por voluntad de cualquiera, de clientelismo político,

nepotismo, o amistad, puede ser removido de su cargo o mantenido en la misma posición

durante mucho tiempo, porque los ascensos están destinados a lo aquí planteado. Se hace

necesario, que aquellas personas que laboran en los organismos del 5 Estado, sean

seleccionadas de forma correcta, evitando el nepotismo, y otras vías de selección que no están

acorde con lo ya planteado en la ley.

Por su naturaleza, así como fueron designados, los servidores públicos que se

encuentren en la categoría de libre nombramiento y remoción pueden ser desvinculados en

cualquier momento, a discreción, bajo el amparo del artículo 94.1 de la ley en cuestión, sin

que por ello se incurra en responsabilidad. Cabe resaltar que la propia ley tiene una excepción
referente a los servidores de carrera que ocupen puestos de alto nivel o de confianza dentro de

la administración, es decir, de libre nombramiento y remoción, quienes una vez cesados de

estos deberán volver al puesto de carrera que les corresponde, sin que haya lugar a su

desvinculación de la administración motivado en la ocupación temporal de cargos de libre

nombramiento y remoción.

De acuerdo con esto al personal que sea desvinculado la administración debe

garantizarle, dependiendo de su categoría, el disfrute de los derechos adquiridos (salario de

Navidad y vacaciones, o la proporción de estos) y en algunos casos otras indemnizaciones.

Para eso el Estado debe contar con los fondos necesarios en su partida presupuestaria para

cumplir oportunamente con esta obligación.

En consecuencia, ante el interés de poner término a la relación laboral del funcionario

de libre nombramiento y remoción, no es obligación de la administración pública como

requisito previo la realización de un procedimiento administrativo disciplinario, o que se

invoque una causal disciplinaria justificada , porque la autoridad pública que vinculó al

personal puede desvincularlo o poner término a la relación laboral en virtud de la facultad

legal que tiene quien hizo la designación , siendo esta una de las potestades administrativas

exorbitantes con las que cuenta dicha autoridad: nombrarlos cuando considere y removerlos

cuando así lo crea conveniente.

El Tribunal Constitucional mediante la TC/0515/18 se ha pronunciado al respecto en

el sentido siguiente: “Como se observa, el accionante… laboraba como asesor del presidente

de la Junta Central Electoral, puesto que según los artículos transcrito anteriormente se

corresponde con un cargo de confianza; esto así, porque el puesto de presidente de dicha

institución es un cargo de alto nivel. En este sentido, según el párrafo II del artículo 21, tales

empleados son de libre nombramiento y remoción; por tanto, tal como lo estableció la Junta
Central Electoral en su escrito, el mismo podía ser desvinculado, sin perjuicio de los

beneficios económicos previstos en la ley”. Por su parte la Suprema Corte de Justicia ha

establecido que, en caso de contradicción en la clasificación de la posición ocupada por el

servidor público desvinculado, corresponde a la entidad pública demostrar a cuál

corresponde: “…si el Ministerio de Industria y Comercio alega que no debe indemnización

porque la empleada en cuestión pertenecía a una categoría que no prevé el tipo de

prestación que reclama, era su deber probar los hechos que avalan su alegato”. (Tercera

Sala, 3 de julio de 2020).

Al llegar a la parte final de esta elaboración se concluye que frente a las disposiciones

normativas en la materia y el respeto que se asume sin duda se les mantendrá a los servidores

de carrera administrativa, salvo el descubrimiento de irregularidades en su ingreso o la

actuación en el ejercicio de sus funciones sus empleos están asegurados.

Para finalizar, conforme a la naturaleza de los servidores de confianza y que ha

alcanzado el gobierno un partido que estuvo 16 años en la oposición la realidad es que se

espera paulatinamente cambios significativos en la nómina pública. Sin embargo, se les

exhorta a las nuevas autoridades que tomen en cuenta las competencias del personal técnico

calificado, (antigüedad, hoja de servicio, aportes a la institución) que han asumido durante

años sus funciones con compromiso y eficiencia, y en el cual el Estado ha invertido recursos

significativos para su formación profesional.

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