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Modalidades de acceso a los cargos públicos no

representativos.
Las modalidades de acceso al servicio civil son dos, el primero es: el concurso público de
méritos y el segundo es: la contratación directa.

El concurso público de méritos:

El Tribunal Constitucional ha interpretado que el concurso público de méritos «busca la


acreditación de un conjunto de aptitudes, conocimientos teóricos y prácticos, y experiencia
basados exclusivamente en el mérito y la capacidad, garantizando así la excelencia en la calidad
del servicio y la eficiencia de la administración pública».

La exigencia a las entidades de métodos objetivos y razonables para la evaluación forma parte
del ámbito de tutela del derecho de acceso a los cargos públicos. Mientras los métodos para
evaluar postulantes «respondan a criterios objetivos y razonables, sustentados en normas
claras y precisas exentas de beneficios evidentes o notorios, no existe ni se configura atentado
alguno al derecho constitucional invocado».

Las convocatorias a concurso público constituyen un proceso de calificación y selección de


personal, de naturaleza temporal, que finaliza con el nombramiento de aquellos que resulten
elegidos.

Un concurso público tiene efectos cancelatorios respecto de las expectativas de los postulantes
a cubrir las plazas a las que se presentaron. Esta situación, a juicio del TC, es inherente a este
tipo de procesos y se justifica en el hecho de otorgar dichas expectativas a todo aquel que
reúna los requisitos solicitados, en todas y cada una de las sucesivas convocatorias, las cuales
no se amplían de manera abierta a todos los procesos convocados, sino solo al que se haya
postulado.

Si la prueba psicológica como fase de un concurso público estuviera prevista en el


procedimiento, por principio del debido procedimiento, debe ser aplicada. Ningún concursante
podría ser eximido de dicha obligación, ni presentar un examen sucedáneo en reemplazo. Si
fuera este el caso, debe acreditarse que contenga los mismos parámetros que la evaluación
psicológica. Resulta indispensable que sean los mismos parámetros para salvaguardar el
principio de igualdad en la competición del concurso público.

La contratación directa

Cuando hablamos de la contratación directa, hablamos de aquellas modalidades permitidas


por ley para incorporar a una persona al servicio civil sin concurso público de méritos y bajo un
periodo determinado o determinable. Procede la contratación directa para:

1. Servidores de confianza del funcionario público.

2. Servidores para suplencias: el propósito de esta contratación directa es suplir a aquellos


servidores que hayan progresado en la carrera administrativa o a quienes se les haya conferido
alguna licencia o se les haya impuesto la sanción de suspensión temporal, entre otros
supuestos. El principio de mérito impide que estas suplencias sean prolongadas, y obliga a la
entidad pública a efectuar el concurso público de méritos correspondiente, en caso la ausencia
temporal del servidor suplido se convierta en permanente.

3. Servidores por incremento extraordinario y temporal de actividades: en este grupo se


encuentran los supuestos de inicio de nueva actividad o el incremento de las ya existentes.

Un ejemplo sería el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) frente a un desastre natural y la
consecuente necesidad de incorporar personal de modo urgente y temporal.

En todos estos casos solo se requiere la verificación por parte de la entidad del cumplimiento
de los requisitos del puesto, bajo su responsabilidad.

El Termino Del Servicio Civil


En este epígrafe, abordaremos la pérdida de condición de servidor civil. El servidor culmina su
vínculo de la misma forma en que lo adquirió —por contratación o designación— y con la
presentación formal de su informe de gestión, en el que rinde cuentas, conforme al mandato
constitucional, sobre el periodo en que ejerció funciones, respecto de lo realizado como de lo
pendiente.

La renuncia

La primera causal de pérdida de la condición de servidor civil es la renuncia. La renuncia es un


acto voluntario del servidor civil, pero que debe ser presentado por escrito y aceptado por la
autoridad administrativa. En todos los regímenes, la renuncia se presenta con una anticipación
no menor de treinta días, indicándose expresamente la fecha de término del vínculo. Se puede
solicitar una exoneración de este plazo, la cual podría ser rechazada.

La jubilación

Cuando hablamos de la jubilación, hablamos de un derecho del servidor civil a obtener un


descanso merecido y retribuido por los servicios prestados a lo largo de su vida profesional.

Opera cuando el servidor es notificado de la resolución que reconoce su derecho a pensión de


jubilación a cargo de la Oficina Nacional Previsional (ONP) o del Sistema Privado de Pensiones,
bajo cualquier modalidad.

La jubilación es automática y obligatoria a los 70 años, salvo para los casos de los funcionarios
públicos de órganos colegiados cuya función es de asistencia temporal y perciben dieta. A los
65 años es facultativo: el término del vínculo opera por la decisión del servidor de jubilarse. El
vínculo no podrá continuar si el servidor percibe pensión de jubilación. Esto quiere decir que
en caso el servidor civil no cuente con la edad obligatoria de jubilación y deseará continuar o
volver a ocupar un puesto al servicio del Estado, deberá solicitar la suspensión de su pensión.

La pérdida o renuncia de la nacionalidad

La pérdida o renuncia a la nacionalidad solo será una causal para la terminación del vínculo con
el Estado en caso el puesto la exija como uno de sus requisitos. Por ejemplo, para el caso de los
servidores administrativos de los puestos de frontera.

La destitución
La destitución es la sanción disciplinaria de separación del servicio civil más gravosa para la
esfera de los particulares, que solo puede imponerse por la comisión de una falta muy grave. La
peculiaridad de esta causa de extinción de la relación funcionarial es que acarrea la
inhabilitación por cinco años como sanción accesoria. Esto quiere decir que desde que la
sanción de destitución queda consentida, el servidor civil queda impedido de acceder o
permanecer en cualquier entidad pública hasta por cinco años.

La condena penal y la inhabilitación para el ejercicio de la función pública

La condena penal por delito doloso determina la terminación del vínculo con el Estado. En el
caso de los delitos culposos, solo constituye una causal si hubiera sido cometido contra el
Estado o si esta pena fuese mayor a tres meses.

La supresión del puesto y la extinción de la entidad

Las causales de terminación del vínculo por supresión del puesto y extinción de la entidad
fueron reconocidas por la Ley del Servicio Civil.

Constituyen una clara manifestación del poder de organización de la administración pública


asociadas a sus facultades de crear o suprimir puestos en las entidades públicas u otras
modalidades organizativas para cumplir con los fines que tienen encomendados. El proceso de
globalización, así como los vertiginosos cambios sociales y tecnológicos, no pueden ser ajenos
a la administración pública. Esta necesita adaptarse e incorporar los consecuentes cambios en
su organización para prestar sus servicios de la forma más eficiente posible.

Así, por ejemplo, hace veinte años, nadie pensaba en el voto electrónico o que el acceso a la
información se volviera tan dinámico gracias a las redes sociales. En la actualidad, el voto
electrónico se extiende cada vez más en cada periodo electoral y las redes sociales han
obligado a las entidades a redefinir sus órganos de comunicaciones o prensa. En este contexto,
las entidades requerirán puestos con nuevas características y fusionar o erradicar aquellos que
dejaron de ser necesarios.

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