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TEMA 3 RACIONALIDAD Y ORGANIZACIONES: EL FORDISMO

MAX WEBER

Es el autor central en el campo de la sociología de las organizaciones y de la empresa.

Teorías más importantes:

1) Las razones detrás del desarrollo del capitalismo (identifica con la mentalidad individualista
empresarial de la burguesía protestante).

2) Desarrollo del fenómeno burocrático en el mundo.

EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO

Weber asocia el surgimiento del capitalismo con el desarrollo de una nueva mentalidad en relación con el
trabajo y el dinero.

Observa que el capitalismo del norte de Europa se diferencia por un comportamiento conciso y
productivista que consiste en tomar la realización de las ganancias como un fin en sí mismo y la obligación
disciplinada del trabajo como un deber.

Frente a la idea de trabajo como castigo presente en la antigüedad y en la tradición católica, descubre que
en los tiempos de reforma se había formado un nuevo concepto: profesión = vocación.

El primer paso para hacer posible el capitalismo es sustituir la acción orientada a simplemente cubrir las
necesidades por una motivación orientada hacia la acumulación.

En el nuevo capitalismo, la novedad no está en el deseo de acumular, sino en el destino de la ganancia


acumulada. El cambio fundamental se encuentra en que el pecado pasa a ser ahora malgastar. Se
combina la dedicación a la ganancia de dinero por medio de una actividad económica legítima centrada en
el trabajo con el rechazo al derroche de esos ingresos en gustos personales «improductivos».

Las sectas protestantes basan su identidad en estos principios.

La doctrina de la predestinación del calvinismo decía que:

1) Todo fiel debía considerarse un elegido, porque si no se consideraba debilidad en la fe y prueba de


ausencia de gracia divina.

2) Para ser considerado un elegido, era preciso desarrollar una «intensa actividad en el mundo»,
como medio más apropiado de mantener y exteriorizar esa confianza en ser un elegido para la
salvación.

La “intensa actividad en el mundo” significaba trabajar duro, como vía más adecuada para alcanzar
el éxito económico y a partir de ahí la confirmación de estar predestinados. Se genera una espiral
de trabajo duro, ahorro e inversión que, progresivamente, intensificará una dinámica en la que la
búsqueda del beneficio ira poco a poco separándose del acto de salvación individual.

EL ANÁLISIS WEBERIANO: EL TIPO IDEAL

El análisis sociológico de Weber tiene como aspiración el estudio científico y objetivo de lo que él
considera una base subjetiva: las acciones humanas. Por ello, la sociología es entendida como una ciencia
de la comprensión.

Metodología específica de Weber: el tipo ideal

El concepto de tipo ideal se resume como una simplificación teórica que nos sirve para comprender
la realidad, sin pretender que la realidad encaje perfectamente en ella.
Define la acción social como una acción orientada a otros individuos (cuyo sentido está en la
referencia a otro más allá del individuo).

LA ACCIÓN SOCIAL

1) Acción afectiva

Afectos privados, acciones que surgen y adquieren sentido en base a mitos, símbolos o pasiones
personales. Se realizan bajo la influencia de cierto tipo de estado emotivo y se caracterizan por la
ausencia de cálculo o irracionalidad.

Ejemplos: ir al cementerio a visitar a un familiar querido, darte un “homenaje” y gastarnos x dinero


en una comida sin pensarlo (desde el punto de vista del cálculo económico) o comprarnos algo
poco útil pero que nos apetece comprarnos.

2) Acción tradicional

Acciones que forman parte de ritos o símbolos colectivos. Se realizan bajo los impulsos de la
costumbre o la tradición, generando ciertos hábitos en la conducta. Son acciones irracionales ya
que no existe una reflexión por parte del individuo respecto a su sentido.

Ejemplo: aspectos rutinarios de muchas prácticas religiosas (aunque en estas también existe un
componente emotivo).

3) Acción racional con arreglo a valores o normas

Es una acción racional de la que no se espera un beneficio directo ni calculable, sino que se realiza
por la identificación con unas normas o valores. Pero es racional ya que implica la fijación de
objetivos coherentes hacia los que oriento mi actividad. Serían acciones orientadas por un “deber”
o una “causa”.

Ejemplos: acciones de un defensor de los derechos humanos, un militante de un partido político o


un movimiento social.

4) Acción racional con arreglo a fines / racional formal

Es la más parecida a la forma de actuar del “homo economicus”, donde los fines están pre-
establecidos y solo hay que seleccionar los mejores medios. No hay una valoración moral, se juzga
por el grado de eficiencia (hasta qué punto hay un ajuste perfecto de los medios sin tener en cuenta
el valor moral de los medios ni de los fines). Son acciones amorales, no tienen ninguna vinculación
con el sistema de valores morales.

La mayor parte de las acciones en nuestros ámbitos de trabajo en una gran empresa tenderían a
funcionar bajo este esquema.

Ejemplo: análisis economista Gary Becker y su teoría sobre la familia (los hijos aparecerían como el
resultado de un cálculo en una inversión futura).

DE LA ACCIÓN A LA DOMINACIÓN

Según de Weber y otros autores, la acción racional formal estaba conquistando cada vez más espacios de
la vida del hombre y de la sociedad en el mundo occidental desarrollado; equivaldría a la acción propia del
mercado, donde los demás son medios para nuestros objetivos individuales.

Dese la acción racional formal Weber entiende que de modo paralelo han evolucionado las formas de
ejercer el poder o ejercer la dominación. Maneja los conceptos de poder y dominación como elementos
estratificadores de la sociedad.
DEFINICIÓN DE DOMINACIÓN

Probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos (específicos o no),
lo que se relaciona con el poder, y posibilidad de imponer la propia voluntad sobre la conducta ajena.

La pervivencia de una asociación (comunidad política) depende de las relaciones de dominación


existentes en ella, que pueden ser legítimas o ilegítimas.

Dicho poder puede considerarse como legitimo cuando surge de los tipos puros de dominación legítima.

Dominación tradicional

La legitimidad se basa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones y en la legitimidad


de los “señalados” para ejercer autoridad. Naturalmente, la tradición y preceptos de carácter
irracional y oscurantista juegan un papel importante. Pertenecen a este tipo las monarquías y
regímenes similares (gerontocracias, oligarquías…).

Dominación carismática

Se basa en el heroísmo de una persona. Lo fundamental es el carisma de un líder absoluto, y en


ella se enmarcan los líderes de masas y fundadores de religiones. Su poder descansa en la
arbitrariedad y en la aclamación de masas.

Es un fenómeno irracional y una forma de dominación temporal, que cuando surge el “problema
sucesorio” ocurre en una rutinización que transforma la dominación es una dominación tradicional o
racional-legal.

Dominación racional-legal

Se apoya en la creencia en la legalidad de unas ordenaciones perfectamente establecidas. La


autoridad se ejerce en virtud de normas impersonales, que han sido establecidas conscientemente
dentro de un contexto de racionalidad con arreglo a fines o con arreglo a valores.

Los que están sujetos a la autoridad superior no la respetan por su dependencia personal respecto
al superior, sino porque aceptan las normas impersonales que definen aquella autoridad.

¿Cómo se expresa esa racionalidad? En que el Estado pasa a actuar con una organización
burocrática: claro, “la administración burocrática significa: dominación gracias al saber; éste
representa su carácter racional fundamental y específico”.

LA RACIONALIZACIÓN EN OCCIDENTE

Resultado de 2 procesos:

- Consolidación del mercado capitalista y sus lógicas de cálculo.


- Modernización del Estado, expresada en:

1) Monopolización de la violencia legítima mediante la asociación política, que culmina en el


concepto moderno del Estado en cuanto fuente última de toda legitimidad del poder físico.

2) Racionalización de las normas destinadas a su aplicación, que culmina en el concepto de orden


jurídico legítimo.

La política, la sociedad y la economía empiezan a someterse al imperio del rey.


LA “JAULA DE HIERRO”

Weber preveía un avance de la burocratización en todos los aspectos de la vida debido a su superioridad
técnica sobre cualquier otra organización.

Preveía que las sociedades capitalistas y socialistas iban a quedar asfixiadas por la creciente
burocratización de la existencia: la denominada “jaula de hierro”, quedando los espacios de libertad y
autonomía cada vez más alejados de la vida en las organizaciones.

Esta preocupación era compartida por Kafka.

LA BUROCRACIA

Para Weber la burocracia no es negativa, es una forma de administración, la más racional de las formas
organizativas.

Toda organización burocrática estaría fundamentalmente definida por la máxima aplicación de la


racionalidad instrumental, es decir, la mejor adecuación de los medios para la consecución de unos
determinados fines, el aprovechamiento más eficiente de los recursos disponibles.

Características burocracia:

1) Organización jerárquico-autoritaria, de carácter funcional.


2) Estructuración de las tareas de acuerdo con normas y reglas técnicas objetivas e impersonales.
3) Normas impersonales.
4) Asignación de funciones según capacidades objetivamente demostradas y atribuidas por ley.
5) Procedimiento formal y escrito (principio de escrituración) en el tratamiento y resolución de asuntos.
6) Estabilidad y duración en el tiempo.

OTRAS TEORÍAS: LA MCDONALIZACIÓN

Según Ritzer, esta lógica seguiría 4 principios básicos:

1) Búsqueda de la máxima eficacia. Se recurre a una tecnología específica y unas normas orientadas
a estimular el logro de dicha eficacia.

2) El cálculo. En las sociedades contemporáneas se asocia mayor cantidad a calidad.

3) La capacidad de predicción. La sociedad racionalizada evita la incertidumbre y se tiende a la


estandarización.

4) El control. Un aumento de la tecnología unido a la sustitución de los trabajadores por ésta permite
controlar mejor los procesos.

Ritzer advierte que los sistemas racionalizados son “no razonables”, porque no siempre son eficaces y
generan una enorme deshumanización.

LA MODERNA EMPRESA BUROCRÁTICA

El mundo de la empresa es uno de los espacios donde el dominio burocrático es mayor.

En la segunda mitad del siglo XIX las pequeñas empresas propias del capitalismo competitivo irán dejando
paso a corporaciones gigantes como la Standard Oil Trust o la General Electric Co.

Estas compañías contaban con miles de empleados, volúmenes de negocio de cifras desconocidas hasta
la fecha y formas de propiedad distintas, basadas en el control accionarial. Su volumen termina
transformando los mercados, y la competencia perfecta deja paso a nuevos regímenes oligopolísticos.

El origen de esta transición al modelo de gran empresa se encuentra en determinados cambios en las
compañías de los Estados Unidos de América.
Tras la conclusión de las infraestructuras ferroviarias a mediados del siglo XIX, que suponen una auténtica
revolución en el transporte y las comunicaciones, Estados Unidos se convierte en el mayor mercado
nacional del mundo.

Comienza a desarrollarse la producción y distribución a gran escala, lo que exige un tamaño mayor en las
organizaciones: deben ser capaces de mantener y hacer prosperar su negocio tanto en San Francisco
como en Nueva York.

Nace entonces la empresa industrial moderna, que puede definirse, según Alfred J. Chandler, por dos
características específicas:

1) Cuenta con muchas unidades operacionales diferentes (división en departamentos).


2) Dirigida por una jerarquía de ejecutivos asalariados.

La diferencia va a estar en la forma social que adoptan los grupos de trabajo: se pasa de un patriarcalismo
poco desarrollado a una nueva forma de gestión basada en la burocracia.

La gran empresa es la solución a varios problemas organizativos, fruto de la puesta en marcha de nuevas
formas de producción masiva. La empresa que produce y distribuye a gran escala demanda nuevas
necesidades organizativas, entre ellas una mayor coordinación y control: de ahí la burocratización.

Las familias propietarias raramente pueden abarcar todas las áreas que la empresa moderna, cada vez
más compleja, requiere poseer para asegurar un funcionamiento organizativo eficaz. Por lo tanto, deben
recurrir a la contratación de personal externo especializado en tareas de gestión: ahí surgen los ejecutivos
o managers, con responsabilidades de dirección pero que obtienen su remuneración a través de un
salario, y que controlan los procesos productivos y organizativos, ya que los propietarios delegan en ellos
la gestión de sus negocios.

El desarrollo de la producción en serie, con su esfuerzo por perfeccionar el modo de producir bienes
generalizará la “racionalización”, con importantes cambios:

1) En el trabajo (taylorismo y su aplicación industrial, el fordismo).


2) En la propia organización de la empresa (crecimiento, departamentalización, aumento de la
complejidad administrativa, expansión del número de propietarios accionistas, profesionalización de
la gestión).

Surge un proyecto que tiene como objetivo convertir la gestión en algo “científico”. Estos procedimientos,
racionales, ayudarán a controlar el output de la producción, evitando inestabilidad en los resultados en un
mercado de producción en serie.

TAYLORISMO

Una de las filosofías más influyentes en este proceso de racionalización del mundo organizacional fue la
gestión científica del trabajo.

Taylor propone un método de gestión de la fuerza de trabajo desde una óptica fundamentalista, en la que
considera que es posible asociar los intereses de patronos y obreros si se encuentra una manera científica
de aproximarse a esas cuestiones.

Estaba convencido de que su sistema generaría unos incrementos fabulosos en la productividad del
trabajo y ningún otro cambio era necesario para el bienestar de toda la población.

El taylorismo se asienta en tres principios técnicos fundamentales, que sintetizan las bases de su
propuesta de remodelación del proceso de trabajo industrial.

a) One best way: un solo diseño es lo mejor.


b) Máxima división del trabajo.
c) Máxima separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.
One best way: el primer paso en la organización de un taller de producción es el estudio científico de las
herramientas, tareas, movimientos, etc. que requiere cada puesto de trabajo. A través de este estudio
sistemático y científico podría diseñarse el proceso perfecto (igual en todas las empresas y países, pues
cualquier desviación respecto al modelo ideal supondría una pérdida de eficiencia y de productividad).

Ello implica impulsar una tendencia hacia la estandarización más extrema de las herramientas y de las
tareas necesarias en cada proceso productivo.

Esta estandarización presupone un antihumanismo radical en los diseños surgidos del taylorismo, en el
sentido de que no hay adaptación posible de la organización a las condiciones sociales y humanas
concretas en las que tenga que desarrollarse.

Los principios que deben regir la organización del taller son de carácter universal y, por tanto,
independiente del contexto concreto en que deba implantarse la actividad productiva.

Para Taylor el diseño perfecto puede y debe implantarse desde cero, a partir del diseño ideal elaborado
por el ingeniero y haciendo abstracción tanto de las condiciones impuestas por el pasado como por las
relaciones humanas en el interior del taller.

La división del trabajo había aparecido ya como un elemento central para incrementar la productividad
desde los primeros textos de los economistas clásicos, en particular en Adam Smith.

Taylor lleva dicha división al límite, defendiendo la descomposición de todo proceso de trabajo hasta
identificar los movimientos más simples que lo conforman. Hace del estudio de tiempos y movimientos el
eje del análisis científico de cualquier proceso productivo.

El taylorismo fue además identificado con la introducción del cronometraje en el diseño de los puestos de
trabajo.

Con este sistema Taylor pretende eliminar también cualquier diferencia entre trabajadores con culturas o
experiencias diferentes, y lograr así la identificación del método ejemplar.

Una vez diseñado el proceso de trabajo ideal el saber hacer de los oficios tradicionales es prescindible,
pues el conocimiento sobre la mejor manera de organizar el trabajo pertenece ya a la empresa.

Ello permite a su vez que haya un control directo y externo sobre la realización de las tareas en cada
puesto.

La arquitectura del edificio taylorista se sostiene sobre una absoluta primacía del «ingeniero», al que
Taylor pretendía ubicar en un departamento específico de toda empresa moderna (el «thinking
department»).

“No se os pide que penséis”, dirá Taylor al trabajador parcelario y especializado que resultará de su
método de organización. El obrero, reducido a la realización de movimientos elementales, es tratado como
un mecanismo más, paralelo a los mecanismos de la propia herramienta: el trabajador en la fábrica no
debe ser más que un «gorila amaestrado», llegará a afirmar Taylor.

Los principios de Taylor se basan en una concepción del trabajador muy concreta, propia de una sociedad
con grandes diferencias sociales y culturales (“guerra a la vagancia”).

La máxima división de tareas tiene el mérito de individualizar el trabajo del obrero fijando el número de
piezas que debe producir en una hora o en un día. Se estimula así su interés y su ambición personales,
que luego se mantienen y se satisfacen mediante un sistema de primas suficientemente alto.

Puesto que la motivación del trabajo es una motivación económica individual, estrictamente instrumental,
el incentivo exclusivo para ser manejado —junto a una supervisión y control estrictos— es el incentivo
económico.

El objetivo es romper las resistencias tanto individuales como colectivas de los obreros, luchando contra la
“aristocracia obrera” y los sindicatos.
FORDISMO

Ford lleva a la práctica las ideas subyacentes en el taylorismo, mediante la generalización del uso de la
cadena de montaje.

Supone un salto enorme en términos de productividad. A finales de los años 1920, mientras 700.000
trabajadores europeos de la industria del automóvil eran capaces de fabricar 800.000 coches, 500.000
trabajadores en EEUU eran capaces de fabricar 5,5 millones.

El elemento central que va a necesitar el desarrollo del fordismo será un cambio radical en las relaciones
entre la organización del trabajo y los modos de vida y de consumo.

Entre 1912 y 1913 Ford instala la primera cadena de montaje para fabricar el Ford T.

La fábrica de Ford pasará de fabricar 13 automóviles diarios mediante la organización tradicional del
trabajo a los más de 3.000 que saldrían del centro de trabajo de Detroit cuando deja de fabricarse el
modelo T a finales de los años 1920.

Ford tuvo que contratar a 54.000 hombres para conservar una plantilla de 13.000. Las condiciones
insalubres, el ritmo de trabajo intenso, el ruido ensordecedor de la maquinaria y la baja remuneración
hacían huir rápidamente a los trabajadores.

Elementos clave del fordismo:

1) Circulación de piezas, no de personas.

2) Articulación precisa de puestos y tareas totalmente individualizables, generando la máxima


descualificación.

3) La reorganización del proceso de trabajo tiene como objetivo la maximización del ritmo de trabajo
para lograr un aumento formidable de la productividad individual.

4) Al fijar la herramienta, se desarrolla un diseño de maquinaria cada vez más pesada y más cara,
que implica inversiones enormes en capital fijo sólo rentables con turnos que cubran las 24 horas.

5) La cadena de montaje va a permitir que el obrero quede plenamente subordinado a la velocidad a


la que el producto se va moviendo por las cintas de distribución. Pese a ello, habrá resistencias.

6) El objetivo es producir para un mercado de masas, donde el obrero de la fábrica sea el primer
comprador de lo que contribuye a fabricar. Para ello, se impulsará un aumento salarial, el “five
dollars day”, que sólo se pagaba a un cierto tipo de obrero.

7) El diseño de cualquier producto —y del conjunto de sus piezas— que pase a formar parte de una
línea de producción debe ser prácticamente geométrico, sometido a requisitos estrictamente
funcionales.

Las consecuencias son muy importantes:

1) Cambios en el nivel de la producción: organización eficiente, eliminación de los tiempos muertos,


mano de obra descualificada y sustituible, concentración y oligopolización, extensión de la norma
de consumo de masas.
En los EE. UU. de los años 1920 habrá ya más de 5.000 empresas con más de 1.000 trabajadores,
mientras que el conjunto de Europa apenas llegaba a las 500. En la industria del automóvil, los salarios en
EE. UU. son entre un 70 y un 80% más elevados que en Europa.

2) La necesidad de la reforma social y el reequilibrio entre producción y consumo.


El fordismo crea un desequilibrio cada vez más profundo entre capacidad de producción y capacidad de
consumo, que lleva a la crisis del 29. Ello obliga a importantes reformas sociales, que desarrollará el
Estado del Bienestar posteriormente a través de la economía keynesiana.

El keynesianismo permitirá superar, al menos momentáneamente, los graves conflictos internos del
capitalismo: el existente entre capitales y el existente entre capital y trabajo.

LA ORGANIZACIÓN FAYOLISTA DEL TRABAJO

La obra de H. Fayol esté básicamente orientada a elaborar una serie de principios o consejos para un
diseño adecuado de la distribución del poder dentro de la administración.

Los principios son:

1) Jerarquía estricta (cadena de mando).


2) Unidad de mando.
3) Excepción (consulta a superiores).
4) Ámbito de control (limitación número de subordinados).

El diseño de la jerarquía formal de la organización debe estar rodeado de un sistema formal de símbolos
de status. Toda organización necesita visibilizar —con frecuencia de forma ostentosa— su estructura
piramidal.

La organización es sinónimo de división de funciones y especialización, implica un mayor o menor grado


de centralización, y un mayor o menor grado de normalización de los procesos.

Según Mintzberg, tal normalización será de procesos, resultados y habilidades.

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