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INTRODUCCIÓN

Max Weber (1864-1920) considera a la Sociología como Ciencia Social y


postula que ésta no es punto de partida sino punto de llegada de las
ciencias sociales ya que necesita de otras ciencias como conocimiento
previo. Se basa en los estudios de la Sociología para explicar el surgimiento
del Capitalismo y para generar una explicación política de las formas de
dominación y la burocracia. Emplea la Filosofía para describir la
racionalización, el mundo moderno, y el desencantamiento de la sociedad.

Los principales temas sobre los que Weber desarrolla sus investigaciones
son: el origen del capitalismo, la posición respecto de la naturaleza de la
sociedad moderna, cómo se concibe a la sociología y algunos conceptos
sociológicos.

Utiliza una epistemología-metodológica basada en los tipos ideales, el


método explicativo-comprensivo y el método histórico-comparativo.

Weber es un pensador multicausalista, ya que considera que lo que


gobierna la conducta de los hombres son los intereses, ya sean materiales o
ideales; es decir, que ni lo material ni lo ideal pueden ser tomados a priori,
ni para todos los casos como determinantes.

En el presente informe se desarrollarán dos conceptos teóricos propuestos


por el autor Max Weber: el concepto de tipo ideal, su sentido y utilidad; y
el alcance y límites del Calvinismo en la conformación del Capitalismo
Occidental.

Max Weber critica el proceso de racionalización occidental, el cual se


basaba en que el individuo es racional y maximizador de beneficios. En lo
económico, cultural, político, afectivo, hay tendencias de civilización; es
decir, tendencias al crecimiento de la razón, visto como algo negativo por
el autor, ya que la racionalidad es tan sólo uno de los aspectos del ser
humano; además de esa dimensión fría del hombre, existen aspectos más
cálidos y afectivos, que se están perdiendo en la sociedad moderna. Son
“engranajes grises sin vida”, debido a que al aumentar la razón se
disminuye el afecto. De esta manera, M. Weber teoriza sobre los tipos
ideales.

El concepto de tipo ideal hace referencia a los modelos de acción que


tienen como objetivo comparar y analizar la realidad concreta. Los tipos
ideales determinan la influencia de ciertos ideales en la conformación de
una mentalidad social.

Weber clasifica diferentes modalidades de acción social, llamándolos tipos


de acción social. “…son determinadas probabilidades típicas, confirmadas
por observación, de que, dadas determinadas situaciones de hecho,
transcurran en la forma esperada ciertas acciones sociales que son
comprensibles por sus motivos típicos y por el sentido típico mentado por
los sujetos de acción”.

Cuando se habla de tipos de acción social se realiza la siguiente distinción:


• Racional respecto de fines: plantearse una meta y elegir un camino
para realizarla. No incluye consideraciones éticas o morales. Se
correspondería con el dicho que dice que el fin justifica los medios.
• Racional con respecto a valores: es la acción orientada por un valor,
ya sea moral, estético, ético o religioso, etc. que se sigue por el valor
en si mismo, considerado como absoluto más allá de las posibles
consecuencias.
• Afectiva: es actuar por impulsos o emociones, determinada por
afectos y estados sentimentales actuales.
• Tradicional: es actuar a partir de la inercia cultural, determinado por
una costumbre arraigada. Estamos culturalmente embebidos en las
normas y tradiciones de una institución y actuamos de acuerdo a
ellas sin darnos cuenta.

Esta clasificación acerca de las razones por las cuales los hombres actúan,
vale para cualquier sociedad y para cualquier tiempo, ya que planes,
valores, culturas y sentimientos existen en todos los tiempos y lo que
diferencia a la sociedad moderna es una tendencia a actuar racionalmente
según los fines. Los tipos ideales que constituye Weber son puros tipos
conceptuales y muy raras veces la acción, especialmente la social, está
orientada exclusivamente por uno u otro de estos tipos.

Otra clasificación acerca de los tipos ideales es en función de la dominación,


la cual supone el reconocimiento de la legitimidad. Existen tres tipos puros
de dominación legítima:

• Legal: se basa en la creencia en la legalidad de las ordenaciones


establecidas por medio de estatutos y de los derechos de mando de
los que esas ordenaciones designan para ejercer la autoridad.
• Tradicional: supone la creencia cotidiana en la santidad de las
tradiciones que rigen desde hace tiempos lejanos y en la legitimidad
de los que esa tradición señala para ejercer la autoridad. Implica la
aceptación de un líder por costumbre.
• Carismático: presupone la entrega extracotidiana a la santidad,
heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones que
ella cree o revele, es decir que los dominados reconocen en el
dominante ciertas cualidades.

Los tipos ideales sirven para indagar cuánto la realidad histórica se aleja de
ellos y cómo en dicha realidad las acciones concretas se presentan como
posibles mezclas de factores racionales, como por ejemplo emocionales y
tradicionales. Propone estas generalizaciones, que muestran los elementos
con los que está hecha la historia, con el objetivo de diseñar un método
histórico-comparativo para estudiar la particularidad y universalidad del
hecho social.

Weber se cuestiona cómo ha surgido el sujeto que necesita del sistema


capitalista para funcionar; ya que cada sociedad tiene un perfil
antropológico determinado y requiere de este para operar correctamente.

Distingue así que el ser humano que caracteriza el sistema capitalista no es


el mismo que el de la sociedad feudal, debido a que el cambio en la
mentalidad genera en éste una forma de actuar racional, calculadora, fría,
haciendo que pierdan el afecto y la sensibilidad hacia los valores morales y
éticos que regían en el esquema anterior. En sumatoria, se reconoce a un
hombre que en un principio tiende a reaccionar de forma racional respecto
a fines.

Max Weber realiza la obra “La ética protestante y el espíritu capitalista”


tomando las teorizaciones que realizan Martin Lutero (siglo XV) y Calvino
(siglo XVI) acerca del contexto cultural del surgimiento del hombre
capitalista.

El protestantismo lleva a:

• Un cambio en el empleo del tiempo: ya que piensan que el tiempo es


dinero y que es una gracia divina.
• Un cambio en la relación con el dinero: la riqueza es tomada como
signo de predestinación.
• Uso con arreglo a principios cristianos del dinero: uso cuidadoso y
evitando el derroche.

Como consecuencia de estos cambios se genera una acumulación primitiva


o primaria de dinero y capital, que es el primer empujón del sistema
capitalista.

El hombre, al obtener la riqueza por gracia divina, va dejando


paulatinamente de lado la religión y se empieza a concentrar puramente en
la acumulación de riqueza y capital, convirtiéndose así en lo que conocemos
como el hombre moderno, motor del sistema capitalista, que ya no necesita
del apoyo religioso. El espíritu de lucro lleva a una acumulación de la
riqueza, que, como forma de ahorro, no debe ser gastada inútilmente sino
en actividades productivas. La ganancia deja de ser un medio de
satisfacción de las necesidades materiales de los seres humanos para ser
algo que éste debe adquirir, ya que tal es el fin de su vida; porque
representa dentro del orden económico moderno, el resultado y la expresión
de la virtud del trabajo.

En Occidente existe una forma de Capitalismo que no se conoce en ninguna


otra parte de la tierra, referida a la organización racional-capitalista del
trabajo formalmente libre.

CONCLUSIÓN

Consideramos que la realización del presente informe nos ha permitido


conectar las perspectivas metodológicas y conceptuales de Max Weber con
un hecho de la realidad social actual, el Capitalismo.

A partir de los conceptos propuestos por el autor, logramos comprender el


proceso de cambio de mentalidad que permitió el paso del feudalismo al
capitalismo originando una modificación cultural, que significó la
emergencia del protestantismo; preparando al ser humano que con el
tiempo se convertiría en el empresario capitalista.

Gracias a la realización de la monografía, integramos el contenido de ambos


trabajos prácticos sobre el autor de referencia, reflexionando sobre ellos y
relacionándolos con un sentido argumentativo, reconociendo los aspectos
fundamentales de sus conceptos y teniendo en claro su manejo teórico.

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