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LITERATURA

Tema 9. El teatro posterior a 1936.

1. EL TEATRO DEL EXILIO. EL TEATRO DE LOS AÑOS CUARENTA: LA COMEDIA BURGUESA; EL


TEATRO DE HUMOR.
En España, en los años que siguen a la Guerra Civil, en el panorama teatral domina la atonía: Valle-Inclán y García Lorca, han
fallecido; Alejandro Casona y Max Aub están en el exilio.

El teatro que triunfa, movido por la suma de los intereses de autores, empresarios y público, es una comedia burguesa de tono
elegante y temas costumbristas.

Continúa triunfando Jacinto Benavente y surgen nuevos autores de ideología falangista que exaltan los valores patrios, como José
María Pemán con Por la virgen capitana. La mejor obra de este tipo es La muralla de Joaquín Calvo Sotelo.

El modelo de estos primeros años es la <<alta comedia>> de Jacinto Benavente, quien sigue estrenando hasta su muerte. Se trata
de una comedia de salón, protagonizada por la alta burguesía, que se convierte en comedia de alcoba, en que los celos,
infidelidades y adulterios ponen en riesgo la felicidad conyugal o familiar.

Es un teatro bien construido, con una perfecta dosificación de la intriga y numerosos recursos para interesar o conmover,
aderezado con rasgos de humor o toques trágicos.

Jose María Pemán es autor de dramas históricos en verso, comedias costumbristas de inspiración andaluza (La viudita naviera).

Joaquín Calvo Sotelo es autor de dramas de tesis y de comedias ligeras (Una muchachita de Valladolid).

Algunos autores de la época añaden a su fórmula teatral dosis de fantasía y de ingenio que estilizan la realidad: Edgar Neville es
autor de comedias de tono amable y ambiente elegante, en las que domina la ternura y el ingenio: El baile; José López Rubio
escribió comedias de amor en las que mezcla la realidad y la ilusión: Celos del aire; Víctor Ruiz Iriarte mezcla en sus comedias el
ingenio, el humor y la ternura: Juegos de niños.

Algunos autores renuevan el teatro cómico de principios del siglo:

Jardiel Poncela inicia sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza y a partir de 1908 continúa en la Sociedad Francesa. En
1919 inicia sus primeras colaboraciones en distintos periódicos: La Nueva Humanidad. Ya en 1921 comienza a publicar en la revista
Buen Humor, referencia fundamental del nuevo humorismo literario español.

A partir de 1923 abandona el periodismo para dedicarse por entero a la literatura y en 1927 estrena Una noche de primavera sin
sueño. Sus obras de teatro más importantes son Eloisa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada.

El propósito consistía en romper con las formas tradicionales de lo cómico, centradas en lo verosímil y sujetas a la realidad. Su
propuesta dramática no llegó a materializarse.

Miguel Mihura es considerado un autor, actor y empresario teatral, por lo que conocía el mundo de las bambalinas. El joven
Mihura abandonó sus estudios para dedicarse al dibujo en revistas como ‘Gutiérrez’, ‘Buen Humor’ y ‘Muchas Gracias’.

Durante los años veinte, trabajó como periodista: tertulias en los cafés, donde conocerá a Enrique Jardiel Poncela. Mihura fue uno
de los fundadores de las revistas humorísiticas ‘La Codorniz’.

Aunque empezó a escribir antes de la guerra, su reconocimiento fue tardío, en 1932 escribió Tres sombreros de copa, que no
publicó hasta 1947; se trata de una comedia considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico y que anticipa
algunos aspectos del Teatro del absurdo.

A partir de la década de los cincuenta, la sátira se impone sobre el humor en obras como Ninette y un señor de Murcia, Maribel y
la extraña familia.
2. EL REALISMO SOCIAL DE LOS AÑOS CINCUENTA: ANTONIO BUERO VALLEJO Y ALFONSO SASTRE.
A pesar de que el teatro popular y evasivo es el que sigue cosechando los éxitos escénicos, aparece en 1949, Historia de una
escalera de Bueno Vallejo, una obra con la que se iniciará la corriente realista que permanecerá en la escena española hasta los
años sesenta. Poco después, aparece Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, una visión de tipo existencialista. Es un teatro
serio, que adquirirá un acento social. Esta tendencia dramática es partidaria de un teatro de oposición.

La figura fundamental del teatro de posguerra será Antonio Bueno Vallejo, que se enfrentará a la realidad con referencias siempre
indirectas. Desarrollará una extensa obra en la que, mediante procedimientos de ocultación, expone críticas a determinados
aspectos del Régimen. Buero utiliza un procedimiento que le permitirá burlar la censura, la presentación de los acontecimientos
como hechos históricos.

En la trayectoria de Buero pueden señalarse cuatro etapas:

- Primera etapa, supone la irrupción de un drama realista, “realismo social”, Historia de una escalera. Alterna con la
presencia del simbolismo “teatro del misterio”, La tejedora de sueños.
- Segunda etapa, predominan los dramas históricos. Las Meninas, con Velazquez como protagonista.
- Tercera etapa, denominada teatro filosófico y marcada por la presencia significativa de “obras de carácter simbólico” y
de los “efectos de inmersión”: El tragaluz, La Fundación.
- Cuarta etapa, coincidente con el periodo posterior a la muerte de Franco, y denominada “teatro político”: Caimán.

La otra gran figura del teatro de este momento es Alfonso Sastre. De finales de los años 40 datan sus primeras obras
existencialistas: Cargamento de sueños.

Su primer gran éxito, Escuadra hacia la muerte, drama en dos actos que presenta el destino de una escuadra castigada en una
tercera guerra mundial. La obra fue prohibida en su tercera representación. Al año siguiente se estrena La Mordaza.

Una nueva etapa vendrá con “teatro penúltimo”, colección de seis obras: El Banquete, La Taberna fantástica.

Con La taberna fantástica entra en el mundo de la marginalidad. La obra imita un sainete magistralmente construido, con
elementos realistas y esperpénticos. Culmina con romances y coplas a las “virtudes” del muerto. Obras posteriores son El viaje
infinito de Sancho Panza.

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