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¿EL APEGO ANSIOSO AFECTA A TU RELACIÓN?

Cómo gestionamos nuestras emociones, cómo nos relacionamos con otras


personas, qué imagen tenemos de nosotres mismes… todo ello se ve influenciado
por el estilo de apego que tenemos. Hace unas semanas os hablamos de lo que
era el apego, y hoy repasamos cómo es el apego ansioso.

¿CÓMO SE DESARROLLA EL APEGO ANSIOSO?

El apego ansioso se caracteriza por una necesidad de contacto en el


vínculo. Viene instaurado por las experiencias en la infancia con los referentes de
cuidados. En ese sentido, figuras que sí expresaban afecto pero que eran poco
predecibles en sus acciones hacen que la persona priorice las sensaciones
corporales. Esto es distinto a las personas con apego evitativo que priorizan las
cogniciones. Esto puede ocurrir porque la persona cuidadora no tenga recursos
para cuidar, porque sea incapaz de invertir en la crianza o que se muestre con
preocupación. La persona con apego ansioso alternará emociones de enfado y
sumisión, en una constante ambivalencia que marca la relación. En este vídeo
Manuel Hernández explica muy bien la biología del apego.

NECESITO QUE ESTÉS, PERO CUANDO ESTÁS NO ES SUFICIENTE


Vivir con un apego ansioso está marcado por una necesidad excesiva de contacto
con el otro, algo que puede ponerse en marcha de distintas formas: pasando
mucho tiempo con la otra persona, la necesidad de contacto físico mediante
cariños, abrazos… Este contacto funciona como una estrategia de regulación. La
persona regula sus emociones mediante el contacto con otra persona, tolera la
incertidumbre así.

El contacto social es una buena estrategia de regulación pero el problema surge


cuando esta estrategia se activa de forma compulsiva y es la única que hay
disponible. De esta forma, la persona solo puede encontrarse mejor o aliviar el
malestar a través de las relaciones, cercanas o no.

EN LA VIDA ADULTA

Se da una gran prioridad a las emociones que sirven como guía. Hubo un


momento en el pasado en el que les resultó difícil predecir qué iba a ocurrir y las
emociones funcionaron bien como mapa. Esta estrategia es la que aprende el
cerebro y se pone en marcha, ya que el adulto tendrá la percepción de que es
incapaz de tener el control. Esto hace que las personas con apego ansioso
puedan ser extremadamente confiadas o muy desconfiadas, y los problemas que
ello conlleva.
Sus relaciones están marcadas por una gran necesidad de aprobación, teniendo
una imagen negativa de sí mismes pero positiva de les demás. Esto hace que
constantemente tengan miedo al abandono, ya que sienten que no se pueden
hacer querer.

¿EL APEGO ANSIOSO AFECTA A MI RELACIÓN?

Las personas con apego ansioso viven relaciones muy intensas, donde hay
muchas emociones que se sienten como incontrolables. Además, pocas veces
sienten calma, y la sienten solo cuando entran en contacto con la otra persona. No
necesariamente tiene que haber conductas de control (aunque pueden darse). Sin
embargo, la persona puede necesitar mucho tiempo de compañía y mucho
contacto físico para poder encontrarse mejor. De igual forma, la persona con
apego ansioso puede tener dificultades para tolerar la incertidumbre e intentar
compensarlo mediante las relaciones. Pudiendo en ocasiones encadenar una
relación detrás de otra, sin tiempo de recuperación o con estados de soltería muy
cortos.
También es común que se activen pensamientos negativos cuando el contacto
que se necesita no aparece. Por ejemplo, si la persona requiere el contacto físico
o estar cerca de la pareja y esta no accede por la razón que sea, pueden aparecer
pensamientos del estilo: «me va a abandonar«, «siempre me pasa lo mismo» o
«esto significa que no me quiere«. Se hace una interpretación negativa de las
acciones en relación a las heridas de la persona.

¿CÓMO PUEDO MEJORAR ESTO?

El estilo de apego es algo que nos marca mucho pero que se puede trabajar en
terapia, y nuestro equipo de psicólogos en Madrid puede ayudarte a ello. En
primer lugar hay que hacer un recorrido por las experiencias de apego de la
persona para poder identificar qué emociones, pensamientos y estrategias se
ponen en marcha. Si alguna de estas resultan problemáticas, se
pueden desarrollar nuevas formas de actuar, sanando las heridas del pasado y
aprendiendo otros mecanismos.

Si crees que tu estilo de apego es ansioso y esto supone un problema para ti, no
dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo para trabajarlo.

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