La pedagogía como ciencia.

Es innegable que la práctica pedagógica ha progresado de manera esencial en la educación

o enseñanza, a través de las diferentes corrientes y tendencias pedagógicas.

Sin duda, la corriente eclesiástica tiene la mayor influencia en la pedagogía tradicional

mediante sus dos características principales, la separación del mundo y la vigilancia
constante de los alumnos, promoviendo o impulsando la capacidad de sostener debates
brillantes; expresión de la organización, orden y programación y el repaso visto como una
repetición detallada de lo emitido por un maestro tenía muchísima importancia. El alumno
es forzado a memorizar la información que este recibe y el maestro imponiendo el
cumplimiento propio y ajeno de las normas y reglas.

Por otro lado, la escuela nueva cual surge a finales del siglo XIX y que se desarrollaría
mayormente en países de tendencia capitalista e influenciada por figuras como Pestalozzi,
Roseau, Froebel, Key y Dewey. La participación activa del ciudadano en el sistema
imperante era el objetivo principal, de una forma u otra al mismo tiempo logrando un
equilibrio social. Por supuesto, las corrientes positivistas, pragmáticas y empiristas eran las
más predominantes durante ese entonces y resaltarían el conocimiento humano en el
estudio de los hechos, asumiendo también la importancia que tenía el uso o basarse en la
experiencia. Sin embargo, la meta de esta escuela era la actividad espontanea del niño, a
quien debe adaptarse la escuela, no a los intereses de los maestros, viendo al alumno como
alguien que debe aprender a desenvolverse por si mismo, en situaciones que no solo le
generen interés, sino que representen un problema que este deba enfrentar y al maestro
como estimulador del aprendizaje, atendiendo a las necesidades del niño y adaptándose a
estas.

Ahora, la Tecnología educativa tiene como objetivo principal el mejoramiento o la

eficiencia de la dirección del proceso docente, esto implementado por Skinner, cuyos
trabajos filosóficos tienen como base el conductismo y en cuya corriente, el modelo es de
tipo estímulo-respuesta. Es decir, debe haber un estímulo que motive, cuyo operante es un
estímulo que se produce después de la respuesta, optimizando la educación, lograr rigor
científico en el campo educativo y una mayor igualdad educativa. Las características de
esta se reducen bajo el funcionamiento de un programa que rige al alumno y se adapta a sus
características individuales. Sin embargo, sus mayores ventajas son la constante activación
de los alumnos, individualización del aprendizaje y comprobación directa, al mismo tiempo
que corrección de los resultados del mismo. El profesor se limita a la elaboración del
programa y el estudiante se auto instruye de acuerdo a su ritmo.

Por consiguiente, es importante considerar la Pedagogía autogestionaria cuyas corrientes se

dividen en dos grupos, las que se relacionan con la intervención del alumno, la teoría
rogeriana de la personalidad y entre otras.

La escuela solidaria, establece que los educadores deben devolver a la sociedad lo que han
perdido y ofrecer la verdad, defendiendo el derecho de la sociedad frente al estado. Las
opciones pedagógicas pueden ser críticas con el fin de que el alumno descifre el mundo,
que sea escéptico, una pedagogía de dialogo y democrática autogestionaria, una pedagogía
de la expresividad que implica coherencia entre lo que se piense y lo que se diga, pedagogía
de la promoción para descubrir una propia vocación y una pedagogía del sentido radical de
la existencia.