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Introducción 4
Tablas
Conocer la teoría del desarrollo moral de Kohlberg y su interés para los líderes
educativos.
Descubrir distintos roles de liderazgo que pueden adoptar los líderes educativos.
Analizar las formas en que los líderes educativos directivos pueden, desde su puesto,
favorecer la incorporación, desarrollo y permanencia de los profesores.
En este tema trataremos en un primer lugar el propósito moral en el liderazgo educativo. Las cualidades
morales de los profesores (el líder educativo), tienen una repercusión importante en la relación que
establece con los alumnos. Veremos cómo la motivación es necesaria tanto por parte del alumnado
como del profesorado y qué valores se necesitan para llegar a esta motivación. Analizaremos las
diferentes características de los líderes educativos respecto a sus emociones y a sus valores morales.
Para los valores morales nos apoyaremos en la teoría del desarrollo moral de Kohlberg.
Pero no sólo el líder lidera como educador. Veremos diez roles de los líderes educativos que se utilizan
para mejorar sus centros con ejemplos específicos. El proveedor de recursos, el profesor especialista,
el facilitador o el mentor son algunos de estos roles que pueden apropiarse los educadores. Veremos,
con ayuda de estos ejemplos que no existe una única manera de ser un líder educativo, lo que asegura
que todos los profesores pueden llegar a serlo de una manera u otra. Estudiaremos las características
y los objetivos comunes de los líderes de grupo independientemente de su rol.
Veremos, en tercer lugar, como el papel de líder afecta a los centros en tres aspectos diferentes: la
incorporación del profesorado, el desarrollo profesional y la permanencia. Examinaremos qué papel
pueden adoptar estos líderes para que el profesorado esté más satisfecho. Para ello veremos la gestión
del personal en torno a las relaciones interpersonales de una empresa y más concretamente de un
centro educativo.
A raíz de la satisfacción del profesorado, veremos, con ayuda de ejemplos, que hoy en día, las
responsabilidades y exigencias del profesor son mucho más mayores a diferentes niveles (individual,
clase, centro y familias).
Por último, se mostrarán algunas propuestas para mejorar esta satisfacción del docente como por
ejemplo hacer más atractiva la profesión o desarrollar el conocimiento y habilidades de los profesores.
El llamado propósito moral va a ser algo imprescindible cuando hablemos de liderazgo educativo.
Los líderes educativos, de los que forman parte los profesores, tienen en su práctica una vinculación
estrecha con la ética profesional: las cualidades morales del docente tienen una repercusión directa en
la relación que establece con los alumnos, y estas relaciones interpersonales son un medio educativo
(forman parte del proceso de enseñanza aprendizaje).
Incluso aquellos profesores más desapegados o más “neutros”, que se centran en el contenido de su
asignatura y no atienden tanto a las relaciones con el alumnado o entre el alumnado, están, con su
elección de actuación, generando un tipo determinado de relación con los alumnos. Y en todos los
casos, la ética y los propósitos morales van a estar implicados. Cuando buscamos influir socialmente
desde la educación, el objetivo último que se persigue es el desarrollo integral de la persona.
La educación precisa de mucha motivación por ambas partes: tanto alumnos como profesores. Es más,
lo más difícil de la tarea es motivarse para motivar a otros al aprendizaje. Para lograrlo, son
necesarios los valores.
Así, cuando se analizan los factores que caracterizan a los líderes educativos, las emociones y los
valores morales tienen mucha importancia.
Como ya hemos visto, el papel de las emociones es primordial. La dinámica emocional del líder
se aprecia en su manera de ejercitar el liderazgo:
o Está motivada.
o Es constante.
o Se apoya en la relación que establece con las demás personas bajo su liderazgo para
lograr alcanzar los objetivos.
Es decir, el líder se emociona con su trabajo y emociona a las personas bajo su liderazgo.
El trabajo desde las emociones, por lo tanto, se vuelve indispensable. La educación emocional
Siguiendo la teoría del psicólogo (discípulo de Piaget) Kohlberg, podemos afirmar que existen
unos esquemas de razonamiento moral comunes a todas las culturas y que todos los seres
humanos evolucionamos desde unos esquemas más infantiles y centrados en uno mismo a
otros más maduros y más altruistas.
En la siguiente tabla se presentan y explican los estadios del desarrollo moral del Kohlberg:
Nivel Preconvencional
Las normas y las reglas son una realidad externa, que se obedecen en función
de sus consecuencias posibles (bien premio, bien castigo) o en función de
quienes las establecen.
Nivel Convencional
Nivel Postconvencional
Se aceptan y comprenden los principio morales generales que inspiran las
noras sociales. Es decir, los principios escogidos La moral de los derechos
El desarrollo moral es universal, y está ligado al desarrollo psicológico. Las personas pasan de forma
progresiva por los distintos estadios, sin que ocurran saltos evolutivos: no se pueden saltar estadios y
retroceder.
Hemos visto hasta ahora distintos aspectos y competencias que configuran al líder, y en concreto
al líder educativo. Hemos analizado características personales, necesidades contextuales y relaciones
con el grupo de seguidores.
Hemos hablado de distintos líderes, en el sentido de que no únicamente (aunque, por su función, será
muy necesario) los directores de centros educativos tienen o pueden asumir un rol de líderes: también
los compañeros, otros agentes educativos, las familias o los propios alumnos van a funcionar como
líderes de los subgrupos y de la comunidad educativa.
Pero hasta ahora, hemos considerado una única manera de liderar, acorde con las
características generales y las competencias emocionales específicas que configuran al líder.
Este planteamiento puede ampliarse: si partimos de la premisa de que las personas son diversas, y por
lo tanto también los educadores lo son… podríamos considerar que hay tantas y tan diversas formas
de liderar como educadores.
Los profesores, de hecho, asumen un amplio rango de roles para favorecer el éxito de los alumnos y
de la escuela. Ya estén asignados formalmente o, simplemente, compartidos de forma informal, estos
roles son los que generan la capacidad del centro educativo para mejorar.
Dado que los profesores pueden liderar de diferentes formas, a continuación, estudiaremos algunas de
las opciones. Son sólo diez ejemplos de cómo los profesores, por medio del liderazgo educativo,
pueden contribuir al éxito de sus centros:
Proveedor de recursos
Profesores que ayudan a sus compañeros compartiendo con ellos recursos educativos
propios o ajenos. Estos recursos pueden ir desde páginas web a materiales didácticos,
lecturas o cualquier recurso para emplear durante las horas de docencia con los alumnos.
También pueden compartir recursos profesionales más encaminados a la propia formación
o al trabajo de preparación, como artículos, libros, programaciones didácticas y herramientas
de evaluación.
Ejemplo
Una profesora ayuda a otra que acaba de llegar al centro y que tiene menos experiencia
porque antes no se dedicaba a la docencia. Le ofrece algunos materiales, imágenes para
colocar en la pared que indican cómo pedir ayuda a los compañeros si el profesor está
ocupado, y una guía con algunas normas comunes del centro.
Los especialistas, con o sin rol asignado, podrían ser profesores que estuvieran actualizados
respecto a la investigación en estrategias educativas y metodologías que pudieran hacer
mejorar a su centro, y que compartieran estos hallazgos con los demás educadores.
Ejemplo
De este modo, los alumnos no sólo tendrían un apoyo para mejorar su práctica en la clase
de ciencias, sino que podrían conectar lo aprendido en lengua con lo aprendido en ciencias,
interiorizando que el aprendizaje no es parcelario sino que es útil en otros ámbitos más allá
de la propia asignatura, o de la propia escuela.
Especialista curricular
Los especialistas curriculares lideran a los profesores para llegar a acuerdos acerca de los
estándares comunes que deben adoptarse, para que sigan el currículum adoptado, para que
usen materiales consistentes y para que desarrollen evaluaciones comunes.
Ejemplo
Profesor de apoyo
Los profesores de apoyo entran en la clase para apoyar y ayudar a los profesores en la
implementación de nuevas ideas y/o metodología. Habitualmente participan llevando a cabo
ellos una sesión, trabajando junto con ellos en el aula, y observando y dando feedback.
La colaboración con otros profesores mejora la autoeficacia de los profesores (esto es, la
creencia en sus propias habilidades y capacidades para resolver con éxito problemas de
enseñanza y aprendizaje). Además, favorece el crecimiento profesional conjunto y se
convierte en un medio para la acción; la mejora a través de la colaboración.
Ejemplo
Una profesora le pide ayuda a otra para que le ayude a implementar estrategias de
representación no lingüísticas como gráficas, objetos para manipular y actividades
kinestésicas. Se organizan para idear y enseñar juntas una o varias clases que integren
varias de estas estrategias; y se conceden un tiempo para comentar después y analizar cómo
ha sido la puesta en práctica.
Facilitador
Facilitar oportunidades de aprendizaje entre los compañeros es otro posible rol para los
profesores líderes. Cuando los profesores aprenden unos con otros y unos de otros, pueden
focalizarse mejor en las cosas que mejoran de forma más directa el aprendizaje de los
estudiantes. Por este medio, el aprendizaje de los profesores se Vuelve más relevante, más
centrado en el trabajo de clase, y se alinea para abordar de manera específica las lagunas
presentes en el aprendizaje de los estudiantes. Estas comunidades de aprendizaje
contribuyen a combatir el aislamiento docente presente en tantos colegios en la actualidad.
Ejemplo
Actuar como mentor de los profesores recién llegados o que se inician en la carrera, es un
rol muy habitual entre los profesores líderes (que suele darse de forma espontánea). Los
mentores sirven de modelo; ayudan a los nuevos profesores a adaptarse al centro educativo,
y les aconsejan con relación a la instrucción, el currículum, los procedimientos, las prácticas
y políticas específicas del centro y generales. Ser un mentor requiere de una gran inversión
en tiempo y experiencia, y contribuye de forma significativa al desarrollo de un nuevo
profesional.
Ejemplo
Una profesora se desempeña bien en el trabajo con sus alumnos, pero no ha asumido un rol
de liderazgo en el centro. El director sugiere que sea la mentora de una nueva profesora
(con la que tiene algo en común, y por lo tanto ella resulta la persona idónea para esta tarea:
quizá proviene del mismo país o ciudad, quizá enseña el mismo nivel, quizá ambas tocan el
piano fuera de la escuela…). No solamente la nueva profesora se sentirá acompañada en
su nuevo camino, sino que la profesora mentora cogerá confianza en sí misma, se sentirá
útil, reflexionará acerca de su práctica educativa, etc.
Ser un líder del centro implica participar de comisiones o grupos de trabajo orientados a
mejorar el centro; ser coordinador de un departamento o asignatura; apoyar las iniciativas
del colegio; o representar al colegio ante otras instituciones. Un líder del centro comparte
firmemente la visión del mismo, y sus valores y metas profesionales están alineados con los
del centro educativo. Comparte la responsabilidad de los éxitos (o fracasos) del centro,
comprendiéndolo como un todo del que él forma parte y que a su vez es parte de él.
Ejemplo
Analista
Se toma el tiempo de analizar los datos relativos a los resultados de los alumnos (o cualquier
otro tipo de información: asistencia a reuniones, participación, visitas extraescolares,
proyectos con agentes educativos externos al centro…) y lideran discusiones para que el
Ejemplo
Una profesora elabora una evaluación inicial sobre su asignatura, que comparte con los
demás compañeros, y todos la aplican a sus estudiantes. Una vez corregidas las pruebas,
guía una discusión en la que se analizan los puntos fuertes y débiles de los estudiantes en
determinadas áreas, como individuos, como clase y como grupo completo. También pueden
analizar en función de otros criterios (género, etnia, lengua materna, centro de
procedencia…). Después, planifican prácticas docentes basadas en los datos obtenidos y el
análisis realizado.
Catalizador de cambios
Los profesores líderes también pueden ser catalizadores del cambio, visionarios que no se
contentan nunca con el status quo, sino que siempre buscan otra manera. Los profesores
que adoptan un rol de catalizadores se sienten seguros con su propio trabajo, y tienen un
fuerte compromiso con la mejora constante. Plantean cuestiones que generan análisis
acerca del aprendizaje de los estudiantes.
Ejemplo
Son profesores que plantean cuestiones a veces incómodas, que son capaces de detectar
las incoherencias y las contradicciones. Tienen valor y carisma suficientes como para poder
plantearlas, incluso cuando atañen directamente a sus iguales o a sus superiores, e incitar
al cambio. Saben acompañar a los demás en este cambio de status quo.
Aprendiz
Entre los roles más importantes que los líderes educativos pueden asumir, se encuentra el
de aprendices. Los aprendices son un modelo de mejora continua, mostrando su aprendizaje
a lo largo de toda la vida y empleando lo que aprenden para ayudar a todos los estudiantes.
Ejemplo
Una profesora siempre parece estar descubriendo cosas nuevas. Cada vez que hay una
reunión, comenta alguna cosa nueva que está tratando de llevar a cabo en el aula. Sus ganas
de explorar nuevas técnicas son contagiosas. Otros profesores, animados por su voluntad
de compartir con ellos su experiencia y lo que funciona mejor o peor, comienzan a hablar
acerca de su práctica educativa y cómo influye en el aprendizaje de los estudiantes. Las
reuniones se convierten en un foro donde los profesores aprenden unos de otros. El
compromiso de la profesora, así como su voluntad de hablar y compartir sus reflexiones
Como hemos visto con cada descripción y su consecuente ejemplo, los educadores pueden
ser líderes de muchas formas distintas. No existe una única manera de ser un líder educativo,
aunque todos los roles definidos tengan características comunes.
Este liderazgo, entonces, puede expresarse en cualquiera de estos roles, e incluso en varios
de forma solapada. Algunos roles están definidos formalmente y conllevan unas
responsabilidades concretas. Otros son más informales y emergen cuando los profesores
interactúan con sus compañeros.
La variedad de roles permite y asegura que todos los profesores puedan encontrar
formas de convertirse en líderes educativos y de ejercer su liderazgo de un modo que
encaje con sus talentos e intereses.
El papel del líder educativo tiene una estrecha relación con tres cuestiones que afectan a los centros
educativos, pero que están más allá de la práctica docente:
- el desarrollo profesional
- la permanencia
Según la OCDE, las políticas de incentivos que atraen a los recién graduados a la educación, pero sin
favorecer después su permanencia, o las políticas que ayudan a mantener a los profesores en sus
puestos, pero no les ayudan a desarrollarse profesionalmente en su carrera y asegurar así la calidad
educativa, se revelan costosas y poco útiles en la mejora del aprendizaje de los alumnos.
Vamos a examinar qué papel pueden adoptar los líderes educativos en lo que se refiere a hacer que
los profesores estén más satisfechos. En la satisfacción de los profesores juegan:
Antecedentes
o presiones externas
o liderazgo
Consecuencias
o reclutamiento de profesores
La visión positiva de la organización y la satisfacción (en general, en una empresa) de los empleados
con su trabajo, combinado con una buena gestión del personal son los indicadores más importantes a
la hora de predecir la productividad futura de una compañía.
La gestión del personal (las relaciones interpersonales) tienen que ver con prácticas orientadas a:
desarrollar la cooperación
En particular los profesores más jóvenes son los que más preguntas se plantean respecto a su
compromiso con la profesión: las malas perspectivas de salario a largo plazo y la falta de control acerca
de la manera de enseñar (debido a iniciativas gubernamentales) contribuyen a este cuestionamiento
constante acerca de la voluntad de permanencia en la institución.
Como ya vimos en los temas iniciales de la asignatura, cuando los cambios se sienten como una
imposición externa (ya sea del ministerio de educación o de la dirección del centro), los profesores se
sienten sobrecargados y desprovistos de control y poder de decisión.
El estrés es uno de los rasgos que más generalizado se encuentra entre la comunidad educativa. El
aumento de trabajo (debido a reformas impuestas, a deterioro de las condiciones de trabajo, a mayor
diversidad en las aulas, etc) no sólo aumenta el estrés, sino que ambas cosas tienen consecuencias
en las relaciones interpersonales.
Además, los cambios que la modernidad conlleva respecto a las relaciones de confianza (disminución
de la confianza en las instituciones y en los profesionales, frente a un renovado empoderamiento del
individuo) influyen de forma negativa en el bienestar físico y emocional de los profesores.
Los líderes educativos pueden, entonces, influir de una manera fundamental en estos factores, así
como ayudar a atravesar de una forma más tranquila y acompañada los excesos de la presión externa
(en aumento, y a veces en contradicción con los propios valores).
Un equipo de líderes educativos con apoyo y habilidades presente en los centros educativos puede
ayudar a desarrollar un sentido de pertenencia, poder y propósito en la manera en que los profesores
abordan su trabajo. Dotar de autonomía profesional a los profesores aumenta la atracción hacia
la profesión, y mejora la calidad de las prácticas educativas. Dentro de los límites de las normas
externas establecidas por el gobierno y otras instancias educativas superiores, los líderes educativos
tienen una importante función ayudando a crear entornos de trabajo en los que los profesores se sientan
reconocidos, en libertad y con autonomía.
Además, los profesores que trabajan en colaboración con otros, con un propósito y un sentido, tienen
más posibilidades de permanecer en su puesto, porque se sienten valorados y apoyados en su trabajo.
Los profesores del siglo XXI tienen sobre ellos unas expectativas mucho mayores: se espera que
tengan un rol mucho más amplio, teniendo en cuenta las diferencias individuales, gestionando los
distintos procesos de aprendizaje en el aula, el desarrollo del centro completo entendido como
“comunidad de aprendizaje” y las conexiones con la comunidad local y el mundo exterior.
A continuación, podemos ver algunos ejemplos de las áreas en las que las responsabilidades de los
profesores se han ampliado:
Al nivel de la clase
- Enseñar en clases multiculturales, donde los alumnos poseen códigos distintos entre ellos y
en relación a la escuela
Para terminar, se muestran en la siguiente tabla algunas prácticas propuestas por la OCDE para la
mejora de la satisfacción docente.
Están ordenadas por ámbitos (por retos actuales) y divididas en propuestas para toda la población
docente entendida como un todo, y propuestas más específicas para grupos de profesores o tipos de
centro en concreto.
Tabla 2. Propuestas para mejorar la satisfacción docente. Fuente: adaptado de OCDE (2002).
Bibliografía básica:
Harrison, C. y Killion, J. (2007). Ten roles for teacher leaders.Teachers as Leaders, 65 (1). Recuperado
el 30 de agosto de 2019 de: http://www.ascd.org/publications/educational-
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Kohlberg, L. (1981). Essays on Moral Development, Vol. I: The Philosophy of Moral Development. San
Francisco: Harper & Row.
Mulford, B. (2003). School leaders: changing roles and impact on teacher and school efectiveness.
[Documento en pdf]. Recuperado el 30 de agosto de 2019 de:
http://www.oecd.org/education/school/2635399.pdf
Bibliografía recomendada:
OECD (2002). Attracting, Developing and Retaining Effective Teachers Project. [Documento en pdf].
Recuperado el 30 de agosto de 2019 de: http://www.oecd.org/education/school/34990905.pdf