MÓDULO 1

Liderazgo emocional
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Liderazgo emocional

El liderazgo está presente en la sociedad, en todos los ámbitos de la actividad y relación

humana. Así existe liderazgo en el deporte, en la música, en la moda, en la literatura, en el
cine, en la política, entre otros. Este también existe en la educación. El liderazgo lo
desarrollan las personas, individualmente o en grupo, y también las instituciones y
organizaciones, de todo tipo y toda naturaleza.

El liderazgo presenta muchas características, a veces de difícil concreción. No obstante,

una característica bastante general del liderazgo es que, cuando se produce la interacción
entre los miembros de un grupo, los líderes son agentes de cambios. En la educación y en
los centros educativos, el liderazgo puede referirse a muchos aspectos: enfoque educativo,
metodologías docentes y de aprendizaje, innovaciones curriculares, entre otras.

Se entiende por liderazgo emocional la capacidad de influencia sobre la conducta de otras

personas basada en el dominio de un conjunto de habilidades de procedencia psíquica que
integran la llamada inteligencia emocional, conformada por las emociones y los
sentimientos.

El concepto de inteligencia emocional es un constructo teórico popularizado por Goleman

en 1995 basado en diversos trabajos muy anteriores que culminan, especialmente, en las
aportaciones que sistematiza Gardner, en 1993, sobre el concepto de las inteligencias
múltiples.
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Así, la inteligencia emocional se conceptualiza como:

• Habilidad para manejar sentimientos y emociones que influyen en nuestra conducta.

• Capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y
ajenos.

Aunque autores diferentes han profundizado en el tema de la inteligencia emocional desde

diversas perspectivas y visiones, existe un cierto consenso en considerar que la inteligencia
emocional se desarrolla a través de los ámbitos intrapersonales e interpersonal, como
puede verse a continuación:

2 ámbitos y 5 aspectos de la inteligencia emocional

Ámbitos Aspectos

1. Autoconciencia
1. Intrapersonal
2. Autocontrol

3. Motivación

4. Empatía
2. Interpersonal
5. Habilidades sociales

Tabla 1. Ámbitos y aspectos de la inteligencia emocional

Estos cinco aspectos de la inteligencia emocional se delimitan en lo siguiente:

1. Autoconciencia: capacidad para conocerse a uno mismo, saber qué nos está pasando,
entender la situación emocional en la que estamos, entre otros.
2. Autocontrol: capacidad para manejar los propios sentimientos y su exteriorización en el
contexto grupal, etc.
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Competencias a desarrollar
3. Motivación: capacidad para motivarse a uno mismo y a los demás, tenacidad, fuerza
interior, etc.
4. Empatía: capacidad para saber ponerse en el lugar del otro, entender qué sienten otras
personas en determinadas situaciones, sensibilidad para intuir o percibir las emociones
ajenas, etc.
5. Habilidades sociales: ser capaz de orientarse hacia las personas, a través del
desarrollo de habilidades de comunicación, capacidad para el trabajo en equipo,
habilidad para afrontar y resolver conflictos, etc.

Funciones del liderazgo emocional del tutor o acompañante

El ejercicio del liderazgo emocional en las funciones de tutorización sobre los docentes de
nuevo ingreso, requiere capacidad de transmitir e implicar a las personas tutorizadas en
una visión estratégica de la educación y de impulsar enfoques, prioridades, planes y
procedimientos coherentes con esa misma visión de la tarea educativa.

También se precisa desarrollar la capacidad de influencia sobre los docentes principiantes

para articular propuestas en torno a metas derivadas de la reflexión colegiada con los
demás, para hacer frente a los retos actuales y a las demandas previsibles del entorno. Así,
el desarrollo del liderazgo emocional de las personas tutoras presenta tres facetas
complementarias:

• Faceta técnica: capacidad para planificar, organizar, coordinar, ejecutar.

• Faceta humana-social: en cuanto a la creación y al mantenimiento de la moral del
grupo de docentes, el fomento del crecimiento y de la creatividad, la implicación del
personal en la tarea, la capacidad de trabajo en colaboración para detectar
necesidades y proporcionar apoyo a los docentes de nuevo ingreso.
• Faceta simbólica: capacidad para desarrollar cultura grupal y de trabajo colaborativo
y en equipo.

Por tanto, algunas funciones de la persona tutora, como líder emocional con los docentes
de nuevo ingreso son:
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Competencias a desarrollar
1. El tutor colabora a construir una visión global y de conjunto.
2. El tutor ayuda a establecer las metas.
3. El tutor proporciona estímulos intelectuales.
4. El tutor ofrece apoyos individualizados.
5. El tutor proporciona modelos de mejoras prácticas.
6. El tutor apoya para construir una cultura grupal productiva.
7. El tutor induce altas expectativas de realización.
8. El tutor ayuda a desarrollar la participación.

No obstante, para el mejor ejercicio de dichas funciones, la persona tutora debe poseer y
desarrollar al máximo las capacidades siguientes: estratega (capaz de definir prioridades);
integrador (habilidad para desarrollar equipos); innovador (actúa como agente de cambio);
mediador (posee habilidades de consenso); colaborativo (fomenta la participación).

El liderazgo emocional incide sobre los propósitos del grupo, sobre el crecimiento y
desarrollo de las personas, sobre la estructura de trabajo y sirve para desarrollar la cultura
institucional del centro educativo. Conviene destacar algunas actuaciones posibles y
deseables que deberían realizar los tutores con los docentes de nuevo ingreso, tales como:
orientar la acción, acompañar, impulsar prioridades, planes y procedimientos, movilizar y
dinamizar el sistema relacional, transmitir ilusión y reto, motivar, aglutinar, cohesionar,
resolver posibles conflictos y mediar, si ha lugar.