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INTRODUCCIÓN
Los sistemas biológicos necesitan energía para llevar a cabo sus funciones normales y para realizar
un trabajo. Como consecuencia, se genera calor. Regular la eliminación del calor es importante
para la supervivencia del organismo. En las plantas, el suministro de energía es en forma de luz
solar. La luz se convierte en energía química mediante el proceso de fotosíntesis. Algunas bacterias
que viven cerca del fondo de los océanos pueden utilizar Fe++ o Mn++ como fuente de energía. Sin
embargo, casi todas las bacterias, hongos y animales obtienen su fuente de energía de sustancias
químicas orgánicas proporcionadas por plantas, bacterias u otros animales. La energía se almacena
dentro de las células en una serie de sustancias químicas con enlaces de alta energía. Cuando
estos enlaces se rompen en procesos metabólicos, la energía liberada se utiliza para realizar las
numerosas funciones del organismo. Por ejemplo, las células utilizan la energía para mantener los
gradientes de presión osmótica, para dividirse, para sintetizar proteínas y para moverse. En el caso
de los animales, las funciones metabólicas en reposo incluyen la actividad motora autónoma para
la respiración y la contracción del corazón, la perfusión de la sangre y otros fluidos en el simple
movimiento del cuerpo. Además, los animales deben almacenar suficiente energía para los
aumentos repentinos del estado metabólico derivados de las respuestas del cuerpo a cualquier
número de cambios ambientales.
Para que los sistemas biológicos utilicen eficazmente la energía química para realizar un trabajo
útil, las reacciones deben estar acopladas. De lo contrario, la energía producida por determinadas
reacciones podría transferirse únicamente en forma de calor. El acoplamiento suele implicar la
utilización de la energía del ATP o de pequeñas moléculas orgánicas de alta energía para impulsar
reacciones químicas dependientes de la energía. En general, la eficiencia con la que se produce la
transferencia de energía biológica es la relación entre el trabajo útil, definido como el trabajo total
menos el realizado por el sistema, y la energía imputada para la expansión del volumen. Por
ejemplo, la glucólisis aeróbica de 1 mol de glucosa produce el equivalente a 36 moles de ATP. En
condiciones fisiológicas, la energía almacenada en cada mol de ATP que está disponible para
realizar trabajo útil es de 42 KJ. La descomposición completa de 1 mol de glucosa en agua y dióxido
de carbono libera 2823 KJ de energía, lo que indica que la eficiencia máxima de la transferencia de
energía durante la glucólisis es del 53%, que es mucho más alta que la de muchos dispositivos
mecánicos, incluso cuando funcionan bajo un gradiente de temperatura significativo. La energía
del metabolismo que no se convierte en energía química o en trabajo mecánico se libera en forma
de calor que se utiliza para mantener la temperatura normal del cuerpo. El exceso de
temperatura. Mientras que la energética de las reacciones bioquímicas es una rama de la
bioquímica, la transferencia de calor es un tema importante en los fenómenos de biotransporte.
Existe en varias formas: la energía cinética, que es la mitad del producto de la masa por el
cuadrado de la velocidad; la energía potencial, que es la energía almacenada debido a la posición
de un objeto en un campo gravitatorio; la energía interna, que representa la energía de traslación,
rotación y vibración de las moléculas, así como la energía presente en los enlaces no covalentes
entre moléculas y los enlaces covalentes entre los átomos de una molécula. A veces, la energía de
los enlaces dentro de las moléculas se denomina energía química. La energía de un sistema es una
variable de estado porque el valor de la energía total depende sólo del estado del sistema y no del
camino recorrido para alcanzar un estado específico. Otros ejemplos de variables de estado son la
temperatura y la presión.
El trabajo es igual a la integral del producto de la fuerza que actúa sobre un sistema, multiplicado
por el desplazamiento del sistema. La convención de signos es que el trabajo es positivo cuando el
trabajo es realizado por el entorno sobre el sistema. Así,
El calor representa la transferencia de energía entre dos cuerpos o entre el sistema y su entorno
debido a las diferencias de temperatura. La temperatura del sistema representa las energías
vibracionales, rotacionales y traslacionales de las moléculas así como la energía intermolecular.
Los tres mecanismos de la transferencia de calor que son considerados sistemas biológicos:
conducción, convección, y radiación térmica. La conducción involucra la transferencia directa de
energía por contactos moleculares. En gases, la energía es transferida por colisiones moleculares y
la conductividad térmica es proporcional a la velocidad molecular media, que es proporcional a la
raíz cuadrada de la temperatura absoluta. En líquidos, las moléculas tienen movimiento
traslacional limitado pero chocan con moléculas vecinas, permitiendo el intercambio de energía.
La conductividad térmica depende de la raíz cuadrada de la compresibilidad isotérmica. En solidos
cristalinos, la conducción de calor es mediada por el intercambio de energía vibracional y
rotacional entre las moléculas. En metales, los electrones transportan energía, y la conductividad
térmica es proporcional a la conductividad eléctrica. Los tejidos biológicos son una combinación de
líquidos y solidos fibrosos que tienen valores de conductividad térmica similares a los del agua.
La teoría de radiación térmica es complicada y más allá del alcance de este libro. Por lo tanto, los
efectos de la absorción de radiación en energía interna están modeladas en este capítulo como
fuentes de calor externas distribuidas en el sistema. La teoría de la emisión de radiación de la
superficie de un objeto es brevemente introducida en la sección 17.2.3 en la discusión de
condiciones de límites.
En general, los organismos son sistemas abiertos; tal así, intercambian materia y energía con su
entorno. Más allá, los organismos con sistemas multi-componentes, intercambiando diferentes
tipos de moléculas con su entorno. Cada uno de los componentes de las diferentes moléculas
entrando o saliendo de un organismo biológico carga con ellos energía en forma de energía
molecular interna y de energía cinética. En este capítulo, definimos el sistema abierto de manera
que el acoplamiento molecular entre masa y transferencia de calor es despreciable comparado
con otros mecanismos de transferencia de calor. Además, no hay mezclas moleculares, reacciones
químicas/nucleares, transporte de partículas cargadas, o fase de transición con el sistema. Este
fenómeno ocurre solo en los límites del sistema o en su entorno. Aunque una ecuación mas
general de la conservación de energía puede ser derivada sin estas suposiciones, no es muy útil
para determinar el rango de intercambio de energía entre el sistema y su entorno y las
distribuciones de temperatura espaciales y temporales.
En la sección 4.4.2, representamos la ecuación para la energía mecánica, que es una conservación
de energía. En esta sección, declaramos una forma más general de la conservación de la energía,
que es una declaración formal de la primera ley de la termodinámica. Para un sistema abierto,
dicha conservación puede ser representada como:
La energía es la suma de energía cinética e interna de un sistema. El rango neto de transferencia
de energía a través de las superficies representa la suma de la conducción de calor, transporte de
energía debido a la entrada o salida de masa de un sistema, y la radiación electromagnética. En
general, la radiación electromagnética puede alterar la energía del sistema a través de la
excitación de los electrones, ionización de las moléculas, inducción de reacciones químicas o
nucleares, y aumento de temperatura. Basado en la definición de un sistema abierto usada en este
capítulo, solo la radiación térmica necesita ser considerada, ya que no ocurren otros cambios en el
sistema. La absorción de radiación térmica del entorno es modelada como fuentes de energía o
distribuida a través del sistema. La energía de transferencia, mediada por el transporte de masa,
puede ocurrir a través de conducción, difusión, y cambio de movimiento o partículas magnéticas
conducidas por campos externos. También, basado en la definición de sistema abierto usado en
este capítulo, solo el transporte convectivo de energía necesita ser considerado. Por lo tanto, el
primer término en el lado derecho de la ecuación (17.2.2) incluye solo conducción de calor y
energía de convección.
A pesar de que la energía no puede ser creada o destruida, el término de producción de energía en
la ecuación (17.2.2) es introducido para considerar la transferencia de energía en el sistema desde
fuentes externas de energía o disipadores distribuidos en el mismo espacio ocupado por el
sistema. El rango de la producción de energía es positivo en fuente y negativo en disipadores. Las
fuentes de energía o disipadores son usados para modelar varios mecanismos de cambio de
energía entre el sistema y su entorno. El primer mecanismo es la absorción de la radiación
térmica. Por ejemplo, la absorción de fotones mediante tejidos biológicos durante la ablación de
energía produce aumentos de temperatura. La radiación térmica absorbida en un lugar es
convertida en la energía interna del sistema del mismo lugar. El segundo mecanismo representa
las interacciones del sistema con moléculas o partículas externas. La transferencia de energía
ocurre cuando la energía cinética e interna de estas moléculas o partículas son reducidas a
mezclas moleculares, reacciones químicas/nucleares, o resistencia al transporte. Por ejemplo, un
tejido biológico es calentado alrededor de los electrodos cuando la corriente eléctrica es
entregada en el tejido. El calentamiento es debido a la resistencia eléctrica en los tejidos. Las
reacciones químicas también pueden calentar tejidos. Estas moléculas/partículas existen en
fuentes externas o disipadores, ya que ellos no pertenecen al sistema; y la naturaleza de la
transferencia de energía es la misma que en la conducción de calor. La tasa de la producción de
calor de reacciones químicas es denotada por
Durante las reacciones en sistemas biológicos, una gran fracción de la energía almacenada
en reactivos es disipada como calor. De este modo, representa la tasa de la producción de
calor del metabolismo. El tercer mecanismo representa la energía entregada en el tejido a través
convección en microvasos y será discutido en la derivación de la ecuación de trasferencia de
biocalor en la sección 17.7. En este modelo, el sistema es el espacio extravascular del tejido, y la
red microvascular es representada como fuentes externas de energía o disipadores distribuidos en
el sistema. Tomados en conjunto, el término de producción de energía en la ecuación (17.2.2)
representa la suma de las tasas de transferencia de energía en el sistema, las cuales no son
consideradas explícitamente en el primer término del lado derecho. La tasa total de producción
por unidad de volumen es denotada por
El trabajo realizado en el sistema es positivo, ya que agrega energía al sistema; el trabajo realizado
por el sistema es negativo, ya que transfiere energía a su entorno. Esta convención de signos es
consistente con la ecuación (17.2.1). Asimismo, la transferencia de calor es positiva si agrega
energía al sistema y negativa si es realizada por el sistema.