Está en la página 1de 3

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

Es una obra escrita por el Autor alemán: Víctor Frankl , en el año 1946 en
Austria.
Narra, hasta qué punto una persona puede soportar tantas vivencias
inhumanas e infrahumanas.

El autor cuenta sus experiencias: hambre, frío, miedo, muerte y sobrevivir; es


difícil de imaginar. Pensar en uno de los peores sucesos en la historia de la
tierra: la segunda guerra mundial, sus campos de concentración y el genocidio
al que fueron sometidos los judíos, y la pregunta se hace más tangible y real
¿Cómo lo hicieron?

¿Cómo sobrevivieron a las penurias? Cómo ellos como seres humanos


sobrevivieron y vivieron la terrible experiencia de estar en un campo de
concentración, cómo se siente a nivel psicológico ser simplemente un número.

Un número que tachar de la lista.

La curiosa historia detrás de: El Hombre en busca de sentido

El mismo Frankl estuvo recluido en los campos de la muerte nazi y, durante su


estadía se dedicó a estudiar el comportamiento de los hombres en esta
precaria situación. De estas experiencias nació el libro: un psicólogo en un
campo de concentración.

La historia de este libro se divide en tres capítulos, que describen las fases por
las cuales pasa la psique de un prisionero en un campo de concentración Nazi.
Aunque se oye un poco aburrido o técnico, es simplemente lo contrario; ya que
Frankl nos introduce de manera sutil al mundo de la psicología sin perder de
vista un relato interesante, honesto, desgarrador y esperanzador; todo al
mismo tiempo.

Primera fase: Internamiento en el campo


En esta primera fase nos relata el autor, como eran transportados a los campos
de concentración. Lo que pensaron y creyeron que pasaría y como poco a poco
descubrieron que serían despojados de todo.

Nos cuenta como dejaban de tener nombre e identidad y se convertían en sólo


un número.

Esta es la etapa de shock, en la que aun los individuos tratan de bromear


acerca de la situación y esperan que acabe y no que empeore como en la
segunda etapa.
Pasando por un estado de ánimo que la psiquiatría denomina: La ilusión del
indulto, que es un mecanismo de amortiguación interno percibido por los
condenados a muerte justo antes de su ejecución; en ese momento conciben la
infundada esperanza de ser indultados de último momento.
 
Segunda Fase: La vida en el campo
Esta es una de las fases más interesantes de la historia. Aquí se pueden ver
prisioneros que empiezan a morir de manera emocional, ya no reaccionan a la
maldad que los rodea y ha dejado de horrorizarle la inhumanidad de sus
captores, una fase de apatía generalizada.

Frankl relata que en esas circunstancias aunque resulte paradójico, un golpe


bien dado, certero, quizá hiere menos que otro que no atina en el blanco. Al
igual que los insultos, en esos momentos no es el dolor físico lo que más hiere,
sino la humillación y la indignación provocadas por la injusticia, por la cruda
irracionalidad de todo aquello.

Como todos los individuos sufrían de una percepción errada del tiempo, para
ellos un día pasaba muy lentamente pero una semana solía pasar más rápido,
a pesar de ser una unidad de tiempo mayor.

La necesidad de hablar de su familia, de imaginarla, soñarla y hasta hablarle a


la persona amada quitaba un poco lo insoportable de la situación. La mente
permitía un escape de tanta maldad.

Quizás lo más sorprendente de esta fase y quizás algo que simplemente es


admirable, es que los prisioneros eran capaces de disfrutar más la belleza de
un paisaje, de un amanecer o atardecer. Como esas pequeñas cosas le
arrebatan del lugar tan despreciable en el que estaban contra su voluntad.

No sólo en este capítulo vemos relatada la vida del prisionero, sino también la
de los guardias y seres aún más despreciables llamados capos. Los capos
eran también prisioneros, pero estos eran seleccionados por su nivel de
crueldad para vigilar y hacerse cargo de los demás abusando de su poder y
castigando a latigazos por cualquier motivo

Este es un capítulo cuyas frases son tan conmovedoras, únicas y


esperanzadoras que no puedes creer que la misma persona que padeció tanta
penumbra pueda haberlas ideado, una de las que simplemente considero más
memorable es:

“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las
libertades humanas -la elección de la actitud personal que debe adoptar frente
al destino- para decidir su propio camino.”

Frankl tuvo la oportunidad de escapar, pero decidió mandar sobre su destino


permaneció en el campo de concentración y cuidó de sus pacientes.

Tercera fase: Después de la liberación


Luego de una segunda fase que nos lleva la liberación de los prisioneros, este
entra en una etapa de despersonalización. Simplemente no se puede creer lo
que está ocurriendo y todo ha perdido el color.
Prisioneros que añoraban su libertad, pero cuando la tuvieron simplemente no
sentían felicidad. El daño, la deshumanización y las vejaciones penetraron el
ser humano y volver a lo que eran parecía imposible.

Habla de las diferentes reacciones frente a la libertad y como muchos


prisioneros actuaron.

Frankl en este punto nos habla de una reinserción a la sociedad dura y difícil,
sobre todo para aquellos que simplemente la guerra despojo de todo.

El autor desde un principio aclara que, El Hombre en busca de sentido no es


otro relato sobre la segunda guerra mundial y los horrores sometidos al pueblo
judío por los Nazis, sino un libro que busca desentrañar el pensamiento de un
hombre que lo pierde todo y que aun así tiene esperanza de vivir.

No se profundiza en los hechos tan oscuros y macabros que ocurrieron, ya de


eso se ha hablado muchísimo, pero lo que Frankl rescata es tan poco
explorado que captura al lector; el autor simplemente explica cómo alguien al
que le han quitado todo aun consigue las fuerzas para soñar, vivir y hasta como
mantiene su dignidad y su espíritu integro al encontrarle sentido a su
sufrimiento.

El autor en este libro muestra lo mejor y lo peor del ser humano.

Hay momentos en los que te indignas, otros en los que te cautiva, unos en los
que lloras, pero sobre todos hay momentos en los que te pones en los zapatos
del prisionero y siente la emoción descrita por el autor tan vívidamente, que es
sencillo comprender lo que te desea explicar.

”De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la


lucha por encontrarle un sentido a su propia vida. Este sentido es único y
específico, en cuanto es uno mismo y uno solo quien ha de encontrarlo;
únicamente así el hombre alcanza un fin que satisfaga su propia voluntad de
sentido.” Viktor Frankl

Un libro recomendado puesto que cuenta una experiencia tan conmovedora,


cuyo tema central me atrevo a decir es la resiliencia.

Sin duda alguna El Hombre en busca de sentido es un libro que vale la pena
leer…

JMPZ/D

También podría gustarte