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BLOQUE II – DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR

TEMA 2: Desarrollo físico y psicomotor

1. Desarrollo físico y psicomotor en la primera infancia (0-3 años) 2


1.1. Crecimiento fisiológico en la primera infancia 2
1.2. Desarrollo psicomotor en la primera infancia 3
2. Desarrollo físico y psicomotor en la segunda infancia (3-6 años) 5
2.1. Crecimiento fisiológico en la segunda infancia 5
2.1.1. Nutrición 6
2.1.2. Patrones de sueño 6
2.2. Desarrollo psicomotor en la segunda infancia 7
2.2.1. Motricidad gruesa 7
2.2.2. Motricidad fina 7
3. Desarrollo físico y psicomotor en la tercera infancia (6-12 años) 9
3.1. Crecimiento fisiológico en la tercera infancia 9
3.1.1. Aumento de talla y peso 9
3.1.2. Desarrollo del cerebro 10
3.1.3. Nutrición y obesidad 11
3.1.4. Patrones de sueño 13
3.2. Desarrollo psicomotor en la tercera infancia 14
3.2.1. Motricidad gruesa 14
3.2.2. Motricidad fina: la escritura 15
3.3. Educación Física en la tercera infancia 16

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Los cambios físicos que se producen durante la infancia son rápidos e intensos, aunque irán
perdiendo velocidad a medida que el niño crece. Dichos cambios, aunque determinados
genéticamente, son muy sensibles a las influencias del entorno y no se producen de forma aislada,
sino que responden al desarrollo en otras áreas. Tanto en la etapa de Ed. Infantil (0-6 años) como
en la etapa de Ed. Primaria (6-12 años), el desarrollo físico y psicomotor se rige por dos principios:

 El principio céfalo-caudal, establece que el desarrollo avanza desde la cabeza hasta la


parte inferior del tronco.
 El principio próximo-distal establece que el desarrollo avanza desde las partes más
próximas al centro del cuerpo hacia las más distantes.

El objetivo de este tema es que el futuro docente de Educación Primaria conozca el patrón
de desarrollo físico y motor normalizado durante la infancia, es decir, entre los 0 y los 12 años. Este
conocimiento le permitirá detectar posibles dificultades manifestadas durante el proceso de
enseñanza-aprendizaje y establecer los recursos personales y materiales necesarios para superarlas.

1. DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR EN LA PRIMERA INFACIA (0-3 años)


La primera infancia abarca el período que comprende desde el nacimiento hasta los 3 años
de edad.

1.1. Crecimiento fisiológico en la primera infancia


El crecimiento físico es muy rápido en los tres primeros años de vida. La estatura de un niño
promedio suele aumentar unos 25cm durante el primer año de vida, lo que implica que la talla de
un niño de 1 año ronda los 75cm. Durante el segundo año la previsión de crecimiento ronda los
12cm. En el tercer año, el ritmo de crecimiento desciende, situándose en torno a los 6.5cm/año.

El aumento de peso sigue un patrón similar. A los cinco meses, el peso del bebé se ha
duplicado y hacia el año se triplica. Así, un niño de 1 año pesa aproximadamente 11kg. Como ocurría
con la estatura, el aumento de peso se estabiliza durante el segundo y el tercer año, en una
proporción de aproximadamente 2kg en el segundo año y 1.3kg durante el tercero.

Tanto el peso como la altura son ligeramente superiores en niños que en niñas, lo que se
denomina dimorfismo sexual. Estos cambios de peso y estatura originan modificaciones en la forma

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y las proporciones del cuerpo del niño/a: los bebés suelen tener formas redondeadas, mientras que
un niño de 3 años suele ser más delgado.

De forma general, el crecimiento fisiológico (peso y estatura) viene determinado


genéticamente. Existen, no obstante, dos influencias ambientales clave que van a condicionar un
patrón normativo de desarrollo:

 La nutrición: las necesidades de alimentación cambian con rapidez durante los tres
primeros años y es imprescindible adaptarse a dichos cambios para garantizar un
crecimiento sano. Durante los 6 primeros meses de vida, el bebé debe alimentarse
exclusivamente de leche materna o fórmulas sustitutivas. A partir de los 6 meses podrán
comenzar a introducirse alimentos sólidos, proceso que finalizará entre los 18 y los 24
meses. Una nutrición inadecuada durante los tres primeros años de vida puede derivar
en problemas de desnutrición y obesidad. La desnutrición en los tres primeros años de
vida es frecuente en comunidades con escasos recursos y puede resultar mortal. La
obesidad, por el contrario, es un problema propio de países desarrollados. Sin embargo,
en estos tres primeros años, no suele venir determinada por una alimentación excesiva,
sino por la genética (ej. tener un progenitor obeso triplica las posibilidades del bebé de
padecer sobrepeso y, si ambos progenitores son obesos, las posibilidades aumentan
hasta 10 veces).
 Los patrones de sueño: si bien los recién nacidos pasan la mayor parte del tiempo
durmiendo (15- 17 horas diarias), las horas de sueño disminuyen con la madurez. Con
tan solo 6 meses, el tiempo de sueño se ha reducido a unas 12 horas diarias y más de la
mitad de este tiempo es nocturno. A medida que el niño crece, los patrones de sueño se
tornarán más estables, disminuyendo el sueño MOR y aumentando el sueño tranquilo.

1.2. Desarrollo psicomotor en la primera infancia


Además de los cambios en la apariencia física del niño, el desarrollo durante la infancia está
caracterizado por importantes logros motores. Desde que nace, el bebé va adquiriendo un control
progresivo sobre las diferentes partes de su cuerpo gracias a la maduración cerebral. Este proceso
le permitirá pasar de movimientos iniciales simples, de naturaleza refleja, a movimientos complejos,
controlados y voluntarios. Comprender el desarrollo motor exige diferenciar tres conceptos:

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 Dominancia o lateralidad: preferencia por un lado del cuerpo para realizar actividades
motrices. La lateralidad homogénea, es decir, la misma dominancia (derecha o izquierda)
para mano, pie, ojo y oído es la más frecuente. En cambio, si la dominancia manual es
diferente a la de otras partes del cuerpo, hablamos de lateralidad cruzada.
 Motricidad gruesa: grandes movimientos que implican varios grupos musculares y
exigen la coordinación de varias partes del cuerpo. Las actividades motrices gruesas (ej.
gatear, caminar, etc.) derivan de los reflejos presentes al nacer y se desarrollan gracias a
la progresiva adquisición de fuerza muscular, la maduración cerebral y la práctica.
 Motricidad fina: movimientos corporales pequeños en los que están implicados pocos
grupos musculares (ej. movimientos oculares o de labios, escribir, dibujar, etc.).

El desarrollo motor de 0 a 3 años comienza con los reflejos innatos que posee el bebé. Algunos
desaparecerán, otros se mantendrán de por vida y algunos pasarán a ser voluntarios. En torno a los
2 años, los movimientos del niño son ya por completo deliberados. Las principales conquistas
motrices del niño durante los 3 primeros años pueden agruparse en tres grandes áreas: el control
de la cabeza, el control de las manos y el control motor o locomoción.

 Control de cabeza: desde que nacen, los bebés son capaces de mover la cabeza de un
lado a otro, pero no será hasta los 2-3 meses cuando comiencen a elevarla. El control
de la cabeza se logra en torno a los 4 meses, momento en que el niño puede mantener
la cabeza erguida sin sujeción.
 Control de manos: desde el nacimiento, el bebé dirige los brazos hacia los objetos que
le atraen. En torno a los 3 meses, el bebé es capaz de agarrar objetos de tamaño
mediano, aunque no será hasta los 7-10 meses cuando pueda agarrar objetos
pequeños utilizando los dedos índice y pulgar en forma de pinza. Al año el bebé posee
un mayor control de manos y dedos y sus movimientos son más precisos, lo que le
permitirá utilizar determinadas herramientas.
 Control motor o locomoción: se refiere a la habilidad para ejecutar movimientos
globales del cuerpo de forma deliberada y eficiente. La siguiente tabla recoge la
secuencia de progresión de las habilidades motrices en los tres primeros años.

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Edad Habilidades motrices
4 meses El bebé es capaz de rodar, de darse la vuelta sobre sí mismo, si está tumbado en una superficie plana.
4-5 meses El bebé es capaz de permanecer sentado (postura de sedestación) siempre que tenga respaldo.
5-6 meses El bebé comienza sus primeros desplazamientos con el arrastrado reptante.
6-7 meses El bebé puede mantenerse sentado sin ningún tipo de apoyo.
7-9 meses El bebé perfecciona sus desplazamientos con la reptación e incluso podrá trepar.
9-12 meses El bebé comienza a gatear, primero con las piernas y manos muy abiertas y cerrándolas progresivamente.
11-12 meses El niño es capaz de poner de ponerse en pie, primero con ayuda y luego solo.
12-15 meses El niño es capaz de caminar por sí solo.
18 meses El niño es capaz de correr y subir escalones.
2 años El niño es capaz de realizar saltos.
3-4 años El niño es capaz de dibujar determinadas formas geométricas como el círculo.

2. DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR EN LA SEGUNDA INFANCIA (3-6


AÑOS)
La segunda infancia abarca el período comprendido entre los 3 y los 6 años de edad. En líneas
generales, durante este período, va a existir una continuidad con el anterior en los procesos de
crecimientos y en los logros motores.

2.1. Crecimiento fisiológico en la segunda infancia


Entre los 3 y los 6 años los niños crecen con rapidez, aunque menos que antes. A los 3 años,
comienzan a perder su redondez infantil y a adquirir la apariencia atlética y delgada de la niñez. Su
barriga se endurece y su tronco, brazos y piernas se alargan. La cabeza es aún grande, pero las
proporciones corporales se parecen cada vez más a las adultas. Además, se mantiene el dimorfismo
sexual. La siguiente tabla recoge los valores aproximados de peso y estatura en la segunda infancia.

Crecimiento físico de 3 a 6 años


Estatura en centímetros Peso en kilogramos
Edad Niños Niñas Niños Niñas
3 98.3 98 12.6 12.2
4 106.9 105.1 14.9 14.4
5 114.5 111.8 17.3 16.6
6 120.9 118.4 19.5 18.21

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Como ocurría en la primera infancia, la nutrición y los patrones de sueño afectan
directamente al crecimiento fisiológicos entre los 3 y los 6 años.

2.1.1. Nutrición
El apetito se reduce entre los 2 y los 6 años porque, en comparación con los lactantes, los
niños necesitan menos calorías por kilo. En estas edades la dieta de los niños ya puede incluir todo
tipo de alimentos porque su dentadura ya está formada por completo. En esta etapa, una nutrición
inadecuada puede derivar en los siguientes problemas:
 Desnutrición: se da en circunstancias de privación extrema y causa más de la mitad de las
muertes infantiles antes de los 5 años. No solo afecta al crecimiento y bienestar físico, sino
también al desarrollo cognitivo y psicosocial, y sus efectos son muy duraderos. Hoy en día
se sabe que la educación temprana, junto con atención médica, pueden contrarrestar los
efectos de la desnutrición.
 Obesidad: la obesidad es un problema serio entre los preescolares, cuyas causas deben
buscarse en el aumento de la comida basura y la falta de ejercicio. La clave para la
prevención de la obesidad está en servir las cantidades adecuadas, no obligar al niño a
terminar la comida y promover un estilo de vida activo.
 Deficiencias nutricionales: se produce cuando la dieta incluye una ingesta calórica
suficiente pero los niños no reciben suficiente cantidad de determinados nutrientes
(hierro o calcio). Una dieta variada y equilibrada impedirá las deficiencias nutricionales.
2.1.2. Patrones de sueño
Por lo general, los niños duermen más profundamente durante la noche en esta etapa que
en cualquier otra. En esta etapa suelen aparecer los trastornos del sueño, siendo los más frecuentes:

 Terrores nocturnos: los niños que lo experimentan se despiertan abruptamente de un


sueño profundo y a menudo gritan y se sientan en la cama, con la mirada perdida y la
respiración agitada. Sin embargo, en realidad no están despiertos, se tranquilizan
enseguida y al día siguiente no recuerdan el episodio.
 Sonambulismo: caminar y especialmente hablar durante el sueño son prácticas muy
comunes en la segunda infancia. No conviene despertar al niño sonámbulo, porque puede
desorientarse, pero sí guiarle para evitar que se lastime.

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 Enuresis: se refiere a la micción repetida e involuntaria durante la noche en niños que ya
han adquirido el control de esfínteres. Suele superarse hacia los 8 años sin ayuda.

2.2. Desarrollo psicomotor en la segunda infancia


El desarrollo motriz en esta etapa se caracteriza por un mayor control del cuerpo y sus
movimientos. Estos progresos pueden observarse en dos aspectos: la independencia motriz, es
decir, la capacidad para controlar por separado cada segmento motor; y la coordinación motriz, o
capacidad para encadenar patrones motores independientes y formar movimientos más complejos.
Además, en esta etapa, la lateralidad es ya muy evidente: el niño muestra una clara preferencia por
uno u otro lado del cuerpo para realizar determinadas actividades. Sin embargo, en algunos casos,
la lateralidad no está tan bien definida, ya que no todos los niños prefieren una misma parte del
cuerpo para todas las actividades. Los principales logros motores del niño de 3 a 6 años pueden
agruparse en motricidad gruesa o fina.

2.2.1. Motricidad gruesa


Los logros motrices gruesos del niño de 3 a 6 años se perciben sobre todo a través del juego
motor o juego de ejercicio, juegos muy activos que se componen de carreras, saltos, persecuciones,
huidas, caídas, etc. La siguiente tabla recoge el desarrollo de las habilidades motoras gruesas en la
segunda infancia.
Niños de 3-4 años Niños de 4-5 años Niños de 5-6 años
 Tiran la pelota con las manos por  Botan y cogen una pelota.  Tiran una pelota por encima del
debajo del hombro.  Corren y paran en seco. hombro.
 Pedalean en un triciclo.  Empujan y tiran de un carro.  Cargan un objeto de 7kg.
 Cogen una pelota grande.  Dan una patada a una pelota  Saltan alternando los pies.
 Dan tres saltos con ambos pies. hacia un objetivo.  Patinan.
 Siguen huellas.  Cargan un objeto de 5kg.  Saltan a la comba.
 Cogen una pelota botando.  Dan 4 saltos con un solo pie.  Hacen rodar una pelota para golpear
un objeto.
 Montan en bicicleta con ruedines.

2.2.2. Motricidad fina


Las habilidades motoras finas también progresan durante estos años y se vuelven más
precisas. Los niños de 3 a 6 años mejoran en la habilidad para coger objetos y, sobre todo, en la
manipulación de instrumentos. La siguiente tabla recoge los principales logros motores finos.

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Niños de 3-4 años Niños de 4-5 años Niños de 5-6 años
 Dibujan círculos.  Se atan los cordones.  Doblan un papel en varias mitades.
 Cortan y pegan papeles.  Cortan siguiendo una línea.  Dibujan su mano.
 Construyen torres o puentes con tres  Copian la figura X.  Dibujan las principales formas
bloques.  Abren y colocan una pinza geométricas.
 Visten y desvisten a un muñeco. con una sola mano.  Cortan el interior de un trozo de
 Echan líquido en una jarra sin  Construyen torres o puentes papel.
derramarlo. con cinco bloques.  Hacen objetos de arcilla con partes
 Echan líquido en distintos pequeñas.
recipientes.  Reproducen letras.
 Escriben su nombre.  Copian palabras cortas.

Dos hitos importantes en el desarrollo de la motricidad fina en esta etapa son la evolución
del dibujo y la escritura.

 Dibujo: el desarrollo del dibujo comienza con la aparición de los garabatos, trazos sin
representatividad que son considerados simples actos motores. En torno a los 3 años, el
niño entra en la etapa de las formas, donde prioriza el dibujo de formas geométricas
sencillas. Posteriormente, entre los 3 y 4 años, combinará estas formas entrando así en la
etapa de los diseños. La etapa pictórica, donde las producciones del niño son ya una
descripción de objetos reales, comienza entre los 4 y los 5 años.
 Escritura: a nivel motriz, la escritura constituye una serie de movimientos estructurados,
guiados por la vista que responden a esquemas mentales. En la evolución de la escritura
como acto motor pueden distinguirse cuatro etapas:
- Entre los 3 y 4 años, los niños dominan el movimiento que permitirá trazar las letras.
- Entre los 4 y 5 años, surge el conflicto entre el movimiento y la forma, expresándose en
las deformaciones de las letras.
- Entre los 5 y 6 años se resuelve el conflicto anterior, pero surge el conflicto entre la
forma y la trayectoria, reflejado en las modificaciones de la trayectoria de las letras.
- A los 6 años, el niño es capaz de representar la trayectoria normal de la escritura.

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3. DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR EN LA TERCERA INFANCIA (6-12
AÑOS)
La tercera infancia abarca el período comprendido entre los 6 y los 12 años de edad, es decir,
corresponde a la etapa escolar de Educación Primaria. A nivel de desarrollo físico y psicomotor, se
trata de una etapa de calma en la que el desarrollo acontece de manera más lenta y gradual que en
etapas anteriores. En general, no se producen nuevas adquisiciones, sino que predomina el
perfeccionamiento de aquellas que ya estaban presentes en la etapa anterior y los movimientos se
hacen más complejos, diferenciados y específicos.

3.1. Crecimiento fisiológico en la tercera infancia


3.1.1. Aumento de talla y peso
Durante la etapa escolar el crecimiento fisiológico es lento y constante, con una considerable
reducción de la velocidad de aumento de talla y peso. No obstante, si bien los cambios que ocurren
día a día no son tan evidentes, no debemos olvidar que se trata de una etapa prolongada en el
tiempo. Por tanto, no es de extrañar que la suma de todos estos cambios genere una diferencia
considerable entre los niños al comienzo de la Ed. Primaria y los que terminan esta etapa.

En cuanto al aumento de talla, en general, los niños y niñas de entre 6 y 12 años crecen entre
5 y 7 centímetros al año. El aumento de peso, por su parte, oscila entre los 2 y 3 kg. al año, llegando
a duplicar su peso a lo largo de toda la etapa. Este aumento de talla y peso ocasiona cambios en las
proporciones del sistema óseo y muscular, lo que a su vez modifica la apariencia física de los niños,
que se vuelve progresivamente más proporcional y armónica. En esta etapa ya no es posible hablar
de un claro dimorfismo sexual, como ocurría en las anteriores, puesto que no se aprecian
diferencias significativas en el aumento de talla y peso en función del género. No obstante, hacia el
final de la etapa de Educación Primaria (en torno a los 10 años en las niñas y los 12-13 años en los
niños), se produce el fenómeno conocido como “estirón”, que conlleva un aumento de talla entre
23 y 30 centímetros en un período de tiempo muy corto. Ello implica que, inicialmente, las niñas
superan en altura y peso a los niños de su edad. Más tarde, serán los niños quienes superen a las
niñas de su edad. La siguiente tabla recoge los valores aproximados de peso y estatura en la segunda
infancia.

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Crecimiento físico de 6 a 12 años
Estatura en centímetros Peso en kilogramos
Edad Niños Niñas Niños Niñas
6 120 118 23.6 22.1
7 125.2 125.7 25.5 25.6
8 130.3 130.5 29 28.1
9 137.1 138.4 32.2 34
10 141.4 143.7 37.2 40.4
11 149.3 151.3 44.1 47.3

3.1.2. Desarrollo del cerebro


El desarrollo cerebral se produce gracias a una serie de procesos relacionados con la
evolución neuronal. Estos procesos, especialmente rápidos durante los primeros años de vida, se
mantendrán a lo largo de la etapa de Educación Primaria, aunque ocurren a menor velocidad.

Durante la edad escolar, la estructura del cerebro sufre una serie de cambios que
incrementan la velocidad y eficiencia del funcionamiento del cerebro. Estos cambios físicos en la
estructura cerebral posibilitan los avances cognitivos propios de la etapa de Educación Primaria, que
se abordarán en el tema correspondiente. Para comprender los cambios estructurales del cerebro,
es necesario diferenciar entre dos componentes, ambos imprescindibles para un adecuado
funcionamiento del cerebro: materia gris y materia blanca.

 Materia gris: se trata de conjuntos de neuronas agrupadas en paquetes muy apretados


en la corteza cerebral.
 Materia blanca: conjunto de células gliales, que brindan soporte a las neuronas, y de
axones mielinizados, que transmiten la información a través de las neuronas.

Un cambio madurativo importante en la etapa de Educación Primaria es la progresiva


adquisición y posterior pérdida en el volumen de la materia gris. En torno a los 7 años en las niñas
y 10 años en los niños, el volumen de materia gris en la parte del cerebro que controla el movimiento
y el tono muscular alcanza su punto máximo. Hacia el final de la etapa de Educación Primaria (11
años en las niñas y 12 años en los niños), la materia gris alcanza su volumen máximo en los lóbulos
parietales, que manejan la comprensión espacial. Una vez alcanzados estos puntos máximos, el
volumen de materia gris comienza a disminuir. Esto, lejos de tratarse de algo negativo, refleja el

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proceso de poda sináptica, es decir, la desaparición progresiva de las conexiones neuronales que no
son necesarias.

Asimismo, durante la etapa escolar, se produce un incremento constante de la materia


blanca. Entre los 6 y los 12 años tiene lugar un sorprendente crecimiento de las conexiones entre
los lóbulos temporal y parietal, gracias a que los axones son cada vez más gruesos y están más
mielinizados. Este crecimiento de la materia blanca puede continuar hasta bien entrada la edad
adulta.

Por último, durante la etapa escolar se producen cambios en el grosor de la corteza cerebral.
En los lóbulos temporales y frontales la corteza tiende a engrosarse, mientras que se produce un
adelgazamiento de la misma en los lóbulos parietales.

El estudio de los cambios que se producen en la estructura cerebral a lo largo de la etapa de


Educación Primaria ha sido posible gracias a los estudios de neuroimagen realizados mediante
técnicas de resonancia magnética. Esta tecnología permite detectar, no solo los cambios, sino
también cómo estos varían de unos niños a otros y, por ende, la presencia de trastornos
relacionados con un funcionamiento deficitario del sistema nervioso central.

Tanto el aumento de talla y peso como el desarrollo cerebral vienen determinados, en gran
parte, por la genética. Sin embargo, como ocurría en etapas anteriores, cabe destacar dos factores
ambientales que influyen decisivamente en un correcto crecimiento fisiológico y desarrollo
cerebral: la nutrición y los patrones de sueño.

3.1.3. Nutrición y obesidad


Para sostener un crecimiento adecuado, los escolares necesitan consumir una media de 2400
calorías al día, más en el caso de los niños mayores y menos al comienzo de la etapa de Ed. Primaria.
Los nutricionistas recomiendan una dieta variada que incluya cereales, frutas, vegetales y

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carbohidratos complejos. La pirámide alimenticia puede ser una buena guía nutricional tanto para
el docente y las familias como para el propio niño.

Sin embargo, una nutrición adecuada no basta para un crecimiento sano, sino que es
necesario combinarla con niveles apropiados de ejercicio físico. Los déficits en cualquiera de ambos
aspectos pueden ocasionar obesidad, siendo esta una de las principales alteraciones del
crecimiento fisiológico durante la etapa de Ed. Primaria.

La obesidad infantil entre los 6 y los 12 años se define como un índice de masa corporal por
encima del percentil 95. Si bien la obesidad infantil tiene un componente genético, las causas de su
prevalencia en edad escolar han de buscarse más allá de la herencia. Entre ellas podemos señalar:
el exceso de alimentos inadecuados, debido principalmente a la facilidad de acceso a los mismos (se
trata de alimentos económicos y abundantes); la inactividad o falta de ejercicio físico, reflejada en
una disminución considerable, en los últimos 25 años, de los deportes y el juego al aire libre; y las
políticas sociales, que regulan la publicidad alimenticia, la calidad de las comidas escolares y los
recursos para favorecer la actividad física (parques, carril bici, etc.).

Las consecuencias de la obesidad infantil en la etapa de Ed. Primaria pueden ser devastadoras
para el niño/a. A nivel físico, la obesidad se asocia a problemas de salud relacionados con
hipertensión, niveles elevados de colesterol e insulina, enfermedades cardiacas, diabetes,
problemas ortopédicos, etc. A nivel socio-emocional, la obesidad se relaciona con bajos niveles de

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autoestima, estados depresivos, problemas de conducta y aislamiento social. Además, de forma
general, la obesidad puede provocar una caída del rendimiento académico y una disminución de la
esperanza de vida de entre 2 y 5 años. Por estas razones, es labor del docente de primaria, en
colaboración con la familia y el pediatra, implementar programas de prevención de la obesidad
infantil centrados en la transmisión de estilos de vida saludables.

3.1.4. Patrones de sueño


A lo largo de la etapa de Ed. Primaria la necesidad de sueño disminuye desde las 11 horas al
día en torno a los 6 años hasta las 9 horas diarias al final de la etapa. Un patrón de sueño normalizado
en estas edades presenta las siguientes características:

 Los despertares, en el caso de producirse, ocurren sobre todo durante la fase de sueño
profundo (sin movimientos oculares rápidos).
 La duración de los despertares aumenta a medida que aumenta la profundidad del
sueño.
 El sueño es estable y se parece cada vez más al de un adulto, aunque aún son necesarias
más horas de sueño que en la edad adulta.
 La siesta ya no es necesaria, con lo que su presencia frecuente durante el día debe alertar
de la existencia de algún proceso patológico.
 Durante el sueño MOR, el niño mantiene niveles de alerta y vigilancia superiores a los de
otras edades.

La alteración de este patrón normalizado puede indicar la presencia de trastornos del sueño.
Dichos trastornos pueden producirse como resultado de una patología previa del niño o de factores
externos, aunque a veces también ocurren sin que exista una causa aparente. Algunos de los más
comunes durante la etapa de Ed. Primaria son:

 El insomnio, definido como la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo. Los niños
que padecen insomnio suelen tardar mucho tiempo en dormirse, se despiertan con
frecuencia durante la noche y se despiertan muy temprano al amanecer, siendo
incapaces de volver a dormirse.
 La hipersomnia o narcolepsia, referida a una excesiva somnolencia diurna y ataques
repentinos de sueño.

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 La parasomnia o interrupción anormal del sueño. En ocasiones, conllevan un despertar
agitado, aunque lo más frecuente es que el niño permanezca dormido y manifieste
comportamientos que, de forma natural, no deberían estar presentes durante el sueño
(ej. caminar, sentarse en la cama con los ojos abiertos y la mirada perdida, convulsionar,
enuresis, etc.).
 La apnea del sueño, caracterizada porque la respiración se interrumpe bruscamente
mientras el niño duerme o se vuelve muy lenta y superficial, insuficiente para satisfacer
las necesidades del cuerpo.
 Los trastornos de movimiento durante el sueño, referidos a movimientos involuntarios
que se mantienen durante un largo período de tiempo mientras el niño duerme (ej.
síndrome de piernas inquietas, calambres, bruxismo, etc.).

3.2. Desarrollo psicomotor en la tercera infancia


Durante la edad escolar continúa el progreso de las habilidades motrices gracias a la mejora
del control muscular, la coordinación perceptivo-motriz, el equilibrio y la flexibilidad. En líneas
generales, podemos decir que se consolidan las habilidades adquiridas en la etapa anterior, dando
lugar a movimientos corporales más equilibrados y ágiles. En esta etapa se produce diferencias
significativas en función del sexo: las niñas destacan en agilidad y equilibro mientras que los niños
desarrollan más la fuerza. El desarrollo motor en la etapa escolar puede estudiarse a nivel de
motricidad gruesa y fina.

3.2.1. Motricidad gruesa


Durante la etapa de Ed. Primaria el juego motor continúa jugando un papel clave en el
desarrollo de la motricidad gruesa del niño (ej. saltos, patadas, volteretas, persecuciones, etc.). Esta
modalidad de juego perfecciona el desarrollo esquelético y muscular y permite al niño demostrar
su grado de competencia en una determinada habilidad, convirtiéndose, en ocasiones, en un
mecanismo para convertirse en el líder dentro del grupo de juego. Sin embargo, las modalidades de
juego motor varían en función del sexo: mientras que los niños suelen preferir juegos más agresivos,
relacionados con la lucha, las niñas prefieren juegos que incluyen la expresión verbal y el conteo en
voz alta, como la rayuela o saltar a la comba. Además de juego motor propiamente dicho, en la
etapa de Ed. Primaria es frecuente la práctica de deportes fuera del horario escolar, los cuáles
también juegan un papel fundamental en el desarrollo de la motricidad gruesa. El siguiente cuadro

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refleja algunas conductas propias de los niños de Ed. Primaria y referidas al desarrollo de la
motricidad gruesa.

EDAD CONDUCTAS MOTRICES


6-7 años - Pueden realizar saltos varios
- Pueden ejecutar diferentes lanzamientos cambiando adecuadamente el peso y el
paso

7-8 años - Se equilibran sobre un solo pie sin necesidad de mirar


- Caminan sobre barras de equilibrio de 5cm. de ancho
- Saltan sobre un solo pie dentro de un cuadrado pequeño delimitado
- Llevan a cabo con precisión ejercicios que incluyen saltos de tijera

8-9 años - Ejercen una presión de 5.5kg en fuerza de agarre


- Pueden realizar saltos rítmicos alternados sobre un solo pie siguiendo patrones
de 2-2. 2-3 o 3-3
- Pueden lanzar una pelota pequeña a una distancia de entre 12 y 15 metros

9-10 años -Los niños son capaces de correr unos 5m. por segundo
-Pueden lanzar una pelota pequeña a una distancia de unos 20 metros

10-11 años - Las niñas son capaces de correr unos 5m. por segundo
- Atrapan con facilidad pelotas lanzadas desde una cierta distancia

11-12 años -Los niños pueden realizar saltos de longitud sin impulso de 1.5m. En el caso de las
niñas, la longitud es de 1.30m.

3.2.2. Motricidad fina: la escritura


Si bien no se producen nuevas adquisiciones en el campo de la motricidad fina, las habilidades
que requieren movimientos complejos como escribir, dibujar o recortar mejoran
considerablemente a lo largo de la etapa de Ed. Primaria, como resultado de la maduración cerebral
y de los factores sociales asociados a la vida escolar del niño. Hacia el final de esta etapa (10-12
años), los niños alcanzan niveles adultos de competencia en lo que respecta a la manipulación de
objetos. Numerosos juegos realizados por los niños de Ed. Primaria requieren movimientos
pequeños y precisos y permiten, por tanto, afianzar las habilidades de motricidad fina (ej. juegos de
coleccionismo, juegos de construcción con materiales pequeños, puzles, juegos de mesa, etc.).

Un hito importante en el desarrollo de la motricidad fina durante la etapa de Ed. Primaria es


el perfeccionamiento de la escritura, que alcanza su punto culminante hacia los 8-9 años. Si bien
las destrezas motrices necesarias para escribir se adquieren por completo al final de la etapa de Ed.

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Infantil, cuando el niño es capaz de reconocer y representar todas las letras, estas se irán
consolidando en los primeros años de Ed. Primaria. Así pues, es labor del docente de primaria
fomentar actitudes positivas hacia la escritura y proporcionar materiales y actividades que
aumenten el interés del niño/a por el aprendizaje de esta habilidad.

La escritura en la etapa de Ed. Primaria, especialmente en torno a los 8-9 años, se caracteriza
porque el niño ya ha alcanzado un nivel de madurez similar al adulto en diversos aspectos que
influyen sobre la grafomotricidad: coordinación viso-manual a la hora de realizar movimientos finos
y precisos, comprensión del lenguaje oral y escrito, percepción, discriminación auditiva y visual y
orientación espacio-temporal (ritmo, dirección, etc.).

Mientras que en la etapa de Ed. Infantil las alteraciones de la escritura eran normales, puesto
que esta se encontraba en período de desarrollo, en la etapa de Ed. Primaria deben hacer sospechar
al maestro de la presencia de trastornos de mayor envergadura. Algunos signos motrices visibles en
la escritura que pueden ser reflejo de alteraciones más graves son: confusión de direcciones en el
trazo de las letras; trazos de mala calidad e inseguros, que provocan deformaciones en las letras;
márgenes irregulares; líneas torcidas; ilegibilidad de la escritura; o tachones frecuentes.

3.3. Educación Física en la tercera infancia


En la etapa de Ed. Primaria, la contribución más directa al desarrollo psicomotor de los niños
y niñas tiene su reflejo a nivel curricular en la asignatura de Educación Física. Los beneficios de esta
asignatura son numerosos, siendo posible mencionar, entre otros: la mejora del funcionamiento
cardiorrespiratorio y la eficiencia física, el control del peso, la reducción de la presión sanguínea, el
fomento de las relaciones sociales y, a nivel emocional, la mejora de la autoestima.

La asignatura de Educación Física abarca dos dimensiones. Por un lado, la educación motriz
propiamente dicha, que comprende el conjunto de actividades destinadas a garantizar la
adquisición de aprendizajes básicos en el ámbito motor. Una segunda dimensión se refiere a la
educación psicomotriz, referida al aprovechamiento de las actividades de movimiento para
favorecer la adquisición de otros conceptos y aprendizajes escolares. En base a estas dos
dimensiones, podemos señalar tres objetivos básicos de la Educación Física en la etapa de Educación
Primaria:

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 Mejorar los aspectos bio-motores del comportamiento, en particular las funciones
cardiorespiratorias y musculares.
 Mejorar la coordinación motriz en las diferentes actividades de locomoción, equilibrio,
manipulación, lanzamiento y recepción de objetos.
 Favorecer la adquisición y consolidación de diversos aprendizajes escolares a través del
movimiento.

La consecución de los objetivos anteriores se materializa en diversos contenidos propios del


área de Educación Física, agrupados de acuerdo con las dos dimensiones definidas anteriormente.
La tabla siguiente recoge dichos contenidos, así como una definición de los mismos.

CONTENIDOS DE LA DIMENSIÓN MOTRIZ


Coordinación motriz global: coordinación de los distintos grupos musculares para producir
movimientos adaptados a la consecución de una meta.
Coordinación viso-manual: coordinación de movimientos que exigen la actuación conjunta del
ojo y la mano.
Esquema corporal: representación que tenemos de nuestro propio cuerpo.
Lateralidad: predominancia de cada una de las partes simétricas del cuerpo.

CONTENIDOS DE LA DIMENSIÓN PSICOMOTRIZ


Organización espacial: capacidad de situarse a uno mismo y a los demás (objetos y personas) en
el espacio y orientarse con respecto a ellos. Incluye la orientación derecha-izquierda.
Organización temporal: capacidad de situar una sucesión de acciones en distintos momentos
temporales.
Percepción y discriminación visual, auditiva y táctil: establecimiento de diferencias y semejanzas
entre estímulos en función de sus propiedades.

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