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APELLIDOS/NOMBRE TUTOR:
Menéndez Blanco, Juan Manuel
Fecha: 09/09/2019
Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
ÍNDICE GENERAL
1. INTRODUCCIÓN __________________________________________________ 2
4. CONCLUSIONES _________________________________________________ 35
8. ANEXOS ________________________________________________________ 51
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
1. INTRODUCCIÓN
En pleno siglo XXI, nos encontramos inmersos en lo que algunos llaman “Cuarta
Revolución Industrial”, caracterizada por la digitalización y la irrupción de las tecnologías en
la economía, además de por el cambio constante y la hiperconexión global, lo que afecta
enormemente al empleo al producir comunicaciones instantáneas y flexibilizar enormemente
los tiempos, lugares y formas de trabajo, además de reestructurarse y reducirse la cantidad de
trabajo que deben realizar los trabajadores.
De hecho, se estima que una enorme cantidad de trabajo pasará a ser automatizado en
las próximas décadas (anexo I) y, las nuevas tecnologías, cada vez más presentes en el puesto
de trabajo (anexo II), permitirán, probablemente, aumentar la productividad enormemente,
incluso trabajando menos.
A esto se deben sumar una serie de cambios producidos en el lugar de trabajo en las
últimas décadas, que se resumen en que el trabajo pasa a ser más colaborativo y flexible, con
relaciones con el trabajador más libres y efímeras y una mayor autonomía y creatividad, dentro
de jerarquías más horizontales, que sustituyen al control y la disciplina.
En otras palabras, adquiere enorme importancia el talento humano, cuya motivación
ya no depende solo del salario y el prestigio, sino que el trabajador empieza a priorizar factores
como su realización personal, su bienestar y un buen balance entre trabajo y vida personal. Así,
las empresas líderes en la nueva economía serán las que busquen el valor humano y consigan
mantener satisfechos y motivados a sus empleados.
Al mismo tiempo, en las últimas décadas han surgido tendencias preocupantes, que se
traducen en el hecho de que un enorme porcentaje de trabajadores de todo el mundo sufra
inseguridad económica y laboral y cada vez sea más común en el ámbito laboral sentirse con
menos salud, más estresados e incluso más infelices. A esto hay que sumarle el enorme e
imparable envejecimiento que tiene lugar en la actualidad (anexo III), así como la gran
diversidad que se da en las empresas, difíciles de gestionar.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018; ILO, en inglés), cada año
mueren unos 2 millones de personas por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo,
y según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010), cada año se dan 160 millones de
nuevos casos de enfermedades relacionadas al trabajo. Esto empeora, lógicamente, por los
estilos de vida poco saludables que se han impuesto en las últimas décadas, deteriorando la
salud y bienestar de la población trabajadora.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Sin embargo, en la actualidad las cosas están empezando a cambiar, apareciendo nuevas
tendencias de vida sana o “healthy”, traducidas en la popularización del ejercicio y las dietas
saludables, y que se van trasladando a las empresas.
Tanto es así, que la promoción de la salud y el bienestar de los trabajadores, y de
una conciliación positiva con la vida personal, se han convertido en objetivo prioritario para
una gran cantidad de asociaciones de trabajo, organismos de salud, e incluso instituciones
políticas. Así pues, el bienestar del trabajador en la empresa pasa a ser una estrategia que cada
vez más organizaciones priorizan, moviendo al año unos 48.000 millones de dólares ($) en todo
el mundo (GWI, 2018).
Dentro de estas estrategias, las medidas en favor de la conciliación son de las más
populares entre los empleados, y en torno a ellas, la reducción de la jornada laboral.
De hecho, según Eurofound (2017), un tercio de los trabajadores de la UE querrían
trabajar menos horas, y alrededor de un tercio de los trabajadores del mundo trabajan
regularmente jornadas largas (48 horas o más a la semana), si bien en torno a un 20% trabajan
jornadas cortas y muy variables, de menos de 35 horas semanales.
Por tanto, parece evidente que con los enormes cambios actuales en el trabajo,
destacando la diversidad y envejecimiento de las plantillas, y sobre todo, la llegada de las
nuevas tecnologías y la consecuente flexibilización del trabajo y productividad creciente, se
hace necesario introducir cambios en las empresas, centrados en la humanización del trabajo y
la apuesta por el bienestar de los empleados, destacando la necesidad de conciliación con la
vida personal, para lo que como recomienda la ILO (2018), reducir la jornada laboral, a la vez
que se garantiza un mínimo de horas, puede ser una buena opción.
Para ello, se ha seguido una metodología muy clara y sencilla, optando en primer lugar
por dividir el trabajo en dos partes, una meramente teórica y una segunda parte más práctica y
concisa.
En la primera parte se realiza un gran repaso teórico, una revisión bibliográfica, a partir
de numerosos estudios y publicaciones académicas, de una serie de conceptos e investigaciones
relacionadas con el bienestar corporativo y la salud del trabajador, la conciliación laboral-
familiar, y la reducción y flexibilización del horario de trabajo, todo ello relacionándolo con la
productividad del trabajador.
Se adopta por tanto un enfoque deductivo, es decir, de lo general a lo particular,
analizando en primer lugar la importancia y aspectos de las prácticas de bienestar y salud en el
trabajo, después la productividad y desempeño organizacional, para centrar después la revisión
de literatura en las prácticas de conciliación, parte de las políticas de bienestar corporativo y,
por último, analizar en este marco una de las medidas más polémicas y populares, la reducción
de las horas de trabajo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Para ello se ha llevado a cabo una extensa revisión de literatura de las últimas décadas,
principalmente de estudios empíricos, con el fin de plasmar el conjunto de resultados obtenidos
en estos campos y establecer una serie de relaciones ampliamente comprobadas entre los
conceptos estudiados.
Así pues, la bibliografía parte del análisis de alrededor de 60 estudios publicados en los
portales científicos Scopus, Harvard Business Review y JCR, desde 2009 hasta la actualidad,
en la categoría de “business” y “management”, y bajo las etiquetas “Corporate Wellness-
productivity” (bienestar corporativo-productividad), “work reconciliation- productivity”
(conciliación laboral-productividad) y “work hours reduction- productivity” (reducción de
horas de trabajo- productividad).
De los resultados obtenidos en cada una de las 3 búsquedas y en cada uno de los portales,
se ha llevado a cabo una selección de publicaciones de cada tema en base a su importancia
(número de citas), relevancia (título ajustado a objetivos trabajo) y adecuación a contexto real
(casos España, Europa, etc.).
A esto hay que sumarle el repaso de publicaciones de fechas anteriores, pero que por su
importancia eran relevantes para la investigación, y de una serie de informes de instituciones
globales especializadas, destacando publicaciones de la Organización Mundial del Trabajo,
la Organización Mundial de la Salud y Foro Económico Mundial, entre otros.
Se trata de estudios e informes de diversos países y de sectores variados, por lo que se
aporta consistencia a sus resultados independientemente del contexto cultural, y que sirven para
realizar un análisis teórico a nivel micro, con resultados independientes de cada empresa.
Por último, se concluye el análisis práctico con la elaboración de una detallada tabla
comparativa basada en el índice de calidad del tiempo de trabajo, el indicador de calidad laboral
de Eurofound más relacionado con la conciliación laboral, modificado para hacerlo más
completo y adaptado a los objetivos, y que se centra principalmente en el análisis de una serie
de variables estudiadas en la última encuesta de condiciones de trabajo en la UE, realizada en
2015 a más de 48000 trabajadores, y que resulta muy esclarecedora para comparar y sacar
conclusiones.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
- De forma general, una reducción controlada de las jornadas de trabajo, sin reducir el salario,
aumentará la productividad de cada trabajador y será positiva a medio-largo plazo para la
empresa.
- La conciliación trabajo-vida personal, impulsada por la empresa dentro del marco de las
estrategias de bienestar corporativo, debe ser un elemento central, necesario y totalmente
prioritario para el buen desempeño de los trabajadores.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Así, se habla antes que nada, a modo introductorio, del bienestar y la salud de los
trabajadores, que se persiguen a través de programas estratégicos cada vez más comunes en las
empresas, basados en mejorar la calidad de vida laboral y en la necesaria humanización de la
empresa, lo que permite, a menudo, obtener resultados muy positivos.
En el segundo capítulo, se hace un breve repaso de lo que significa la productividad en
la empresa y de cómo ésta puede ser incrementada a partir de mejoras del factor humano.
Tras ello, y siguiendo como se ha comentado un enfoque deductivo, se centran los dos
siguientes capítulos en la conciliación trabajo-vida personal, cada vez más importante y
necesaria teniendo en cuenta las tecnologías actuales, la creciente productividad general y la
mayor demanda de tiempo libre.
Para satisfacer, por tanto, esta creciente demanda de conciliación por parte de los
trabajadores actuales, una de las medidas más populares, si bien polémica, consiste
simplemente en la reducción de las horas de trabajo, con o sin variación salarial. La viabilidad
y consecuencias de esta medida se van a estudiar en el último capítulo de la primera parte del
presente trabajo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
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trabajo. Pfeffer (2010, citado en Burke, 2014) habla también de ‘sostenibilidad humana’, que
sería la capacidad de los individuos de permanecer productivos en el tiempo, con salud, energía,
compromiso y motivación, fundamental para el buen desarrollo de la empresa.
1
Teoría Z: teoría administrativa desarrollada por William Ouchi, también conocida como
“método japonés”, que rompe con la cultura empresarial tradicional y apuesta por la humanización de
las empresas y la participación para aumentar la autoestima de los trabajadores y su productividad.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Según Gubler et al. (2017), la estrategia de los programas de bienestar pasa por mejorar
la productividad a través de dos factores clave: la capacidad de trabajo y la motivación.
Por un lado, la capacidad de trabajo de un empleado se puede incrementar mejorando
su salud, tanto física como mental, o ayudándole a mejorarla por él mismo con información y
análisis útiles. Está demostrado que una mejor salud se relaciona con una mayor productividad
(Kumar, McCalla, & Lybeck, 2009), así como directamente con un menor presentismo (estar
presente en el trabajo pero sin ser efectivo por dolores o malestar) y absentismo que,
lógicamente, se traducen en pérdidas de productividad. (Parks et al., 2008; Lee et al., 2010;
Abdullah et al., 2012).
De hecho, el estrés laboral, junto a ciertos problemas de salud, siendo los más comunes
la depresión, ansiedad, migrañas, problemas respiratorios, artritis, diabetes, y dolor de espalda
y cuello, suponen un enorme factor de pérdida de productividad:. (Loeppke et al., 2009; Berry,
et al., 2010; Abdullah et al. 2012; Eurofound, 2017).
Por otro lado, para incrementar la motivación, los programas de bienestar, dentro de un
clima colaborativo (Dornan et al., 2014), mejoran la satisfacción laboral (Parks et al., 2008;
Lee, et al., 2010, Abdullah et al., 2012) y la gratitud y reciprocidad de los trabajadores, que
tienden a responder a un beneficio con una mayor contribución, de una forma u otra, a la
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
empresa (Eisenberger et al. 2001). Y se sabe que, aunque a menudo es el éxito lo que trae la
satisfacción, también inversamente la satisfacción facilita el buen desempeño laboral, por lo
que todo lo que impulse las emociones positivas en el lugar de trabajo aumentará las
posibilidades de buenos resultados en la organización. (Walsh, Boehm, & Lyubomirsky, 2018;
Judge et al., 2001; Zelenski, Murphy & Jenkins, 2008; Cameron et al., 2011).
Además, la propia salud se relaciona positivamente con la satisfacción laboral y, por
tanto, con la motivación (Robbins & Judge, 2009). Tanto salud como satisfacción se relacionan
positivamente con el compromiso que, además de ser también un factor positivo de
productividad (Eurofound, 2017), se traduce en un menor absentismo y abandono de la
empresa, (Berry et al., 2010).
Además, los programas de bienestar pueden mejorar el clima organizativo y la imagen
de la empresa (Lee et al., 2010), la innovación y creatividad (Dornan et al., 2010), y suponer
una importante ventaja competitiva de diferenciación (Cerdán, 2015)
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Herzberg (1959; citado en Gawel, 1997), lo explica en su ‘Teoría de los Dos Factores’
(anexo VII), diciendo que la satisfacción laboral depende de: factores extrínsecos (higiénicos),
necesarios para evitar la insatisfacción pero no suficientes para alcanzar una verdadera
satisfacción laboral, como un salario justo, unas condiciones decentes y una buena relación con
los compañeros; y los factores intrínsecos (motivadores), que permiten alcanzar una verdadera
satisfacción en el trabajo al promover necesidades de desarrollo personal, como el
reconocimiento, la autonomía, la responsabilidad, la conciliación, o las perspectivas de futuro.
Relacionado con la anterior, cabe mencionar la ‘Teoría de las Necesidades de
Maslow’ (1943), que establece una jerarquía de necesidades humanas de tal manera que las
más elevadas (que coinciden de manera general con los factores motivadores de Herzberg) solo
serían alcanzables una vez resueltas las de más abajo. De este modo, la satisfacción laboral
aumentaría con el rango de necesidades satisfechas en el trabajo (Gawel, 1997).
Por último, según la ‘Teoría de la Equidad’ (Adams, 1965; citado en Robbins et al.,
2009).), la principal fuerza motivadora es la lucha por lo que se considera justo, por lo que si
un trabajador percibe desigualdades su satisfacción laboral será menor y, posiblemente, su
esfuerzo.
Dicho esto, para cerrar el capítulo, es necesario recordar a una empresa referente desde
hace décadas en bienestar laboral y satisfacción de sus trabajadores: Google, una de las mejoras
empresas del mundo para trabajar (según los rankings) por sus inmejorables condiciones de
trabajo, con enormes ventajas para los empleados en salud, jubilación, flexibilidad, finanzas, y
transporte, entre otros. Según Bock (2014), antiguo director de RRHH, esta apuesta clara por
el talento humano y su bienestar persigue simplemente que la vida de los trabajadores sea
más fácil y que esto les permita ser más creativos y productivos en el puesto de trabajo. Para
ello, Google lleva a cabo estudios constantemente para entender mejor, mediante certezas
empíricas, los factores que determinan la satisfacción y productividad de sus trabajadores. Para
ello, se analizan comportamientos, rasgos de personalidad, y percepciones y sugerencias sobre
la experiencia de trabajo. Esto les permite a continuación desarrollar una serie de medidas con
base científica enfocadas a mejorar la salud, bienestar y motivación de los empleados, lo que
hace que aumente su compromiso con la empresa y su productividad.
De hecho, un importante estudio (Oswald, Proto, & Sgroi, 2015) pone de ejemplo a
Google al afirmar que invirtió fuertemente en sus empleados aumentando su satisfacción más
de un 37% y que cada empleado feliz es un 12% más productivo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Por último, relacionado con la eficiencia de los factores blandos que se ha analizado,
aparece una variable fundamental: el estilo de dirección de la empresa. Se sabe que un
liderazgo basado en presión permanente sobre el trabajador tiene el efecto contrario a los
programas de bienestar y tiende a reducir tanto productividad como rentabilidad (Cameron,
Seppälä, 2015). Así, es importante distinguir entre tres tipos de cultura organizacional que
facilitarán más o menos el bienestar (Aithal, Sreeramana, Kumar, Suresh; 2016):
- Teoría X (McGregor, 1960): Predominante en el siglo XX, se basa en el trabajo duro
y especializado, apoyado en el control y la presión sobre las personas, a las que se otorga escaso
valor frente a una gran importancia de la producción y la administración.
- Teoría Y (McGregor, 1960): Se opone a la anterior, considerando el trabajo como
natural y satisfactorio, por lo que se busca la motivación y compromiso para aumentar la
productividad, integrando los intereses de trabajadores y empresarios. Así, se concede mayor
autonomía, participación, responsabilidad, reconocimiento y, en definitiva, mayor valor a la
persona.
- Teoría Z (Ouchi, 1982). Se desmarca de las anteriores, dentro del modelo de
administración japonés desde los años 70. Se da gran importancia a la persona y al compromiso
de ésta con la empresa. Se refuerzan la participación en la gestión y las relaciones estrechas y
de confianza como claves para la productividad. Como la Y, relaciona bienestar y
productividad.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Existe evidencia que concluye que el trabajo es generalmente bueno para la salud
física y mental y el bienestar (Waddell & Burton, 2006; citado en OMS, 2010), además de
conducir generalmente a un enriquecimiento de la vida personal y familiar (Eurofound, 2017).
Los grandes cambios demográficos actuales, como el envejecimiento de la población,
la mayor diversidad en el mercado de trabajo, el incremento de mujeres trabajadoras y de
familias monoparentales, el mayor rechazo a las jornadas excesivas, la sociedad del 24/7 y los
nuevos avances tecnológicos hacen que cada vez sea más difícil compaginar las crecientes
responsabilidades laborales y familiares. (Lazar, Osoian, & Ratiu, 2010). De hecho, en parte
por las nuevas tecnologías, la frontera entre la vida laboral y la vida personal es cada vez más
confusa por la flexibilización de los tiempos y lugares de trabajo. (Haeger, & Lingham, 2014).
Por ello, en casi todos los países de la OCDE, las empresas han introducido una serie de
políticas que pretenden facilitar la conciliación entre la vida laboral y la vida personal, con la
intención de atraer el talento y reducir el conflicto entre trabajo y familia de los trabajadores
para que sean más productivos (Beauregard & Henry, 2009). Cabe decir que estas medidas y
prácticas son más comunes en el sector público, en las grandes compañías y entre los empleados
más cualificados y de mayor antigüedad. (Evans, 2001).
De este modo, podemos agrupar estas prácticas en (anexo VIII): bajas laborales por
motivos familiares, cambios en las condiciones de trabajo por motivos familiares, impulso de
la ayuda al cuidado de niños y ancianos y mayor formación sobre conciliación para empleados.
Estas medidas son especialmente necesarias en países en los que la legislación no actúa
en exceso sobre la vida familiar ni sobre la organización empresarial, en favor de la libertad
individual y de mercado, donde además se tiende a trabajar más horas y donde la atención
pública infantil no está muy desarrollada, como EE.UU y Reino Unido (Evans, 2001).
Es importante recordar, además, que si bien se suele hablar de conciliación laboral-
familiar, la referencia se amplía generalmente a la vida personal, donde también existen
necesidades y demandas (no familiares) que afectarán a las medidas laborales (Prakash, 2018).
Así, Evans (2001) sugiere 4 motores básicos para la existencia de medidas de
conciliación:
- Beneficios financieros y empresariales mayores que los costes.
- Las prácticas de recursos humanos modernas, por la mayor complejidad de los trabajos y
mayores responsabilidades, se enfocan más en alcanzar altos niveles de compromiso y
confianza entre empleados y empleadores.
- Necesidad de prácticas que fomenten la igualdad de género en el trabajo.
- Nuevas tecnologías, que favorecen la flexibilización de los tiempos y lugares de trabajo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
A esto hay que sumarle la alerta de la OMS (2010) sobre el riesgo que puede suponer el
trabajo mal planificado para la salud mental, especialmente en cuanto a trastornos de depresión,
ansiedad y del efecto ‘burnout’ o desgaste profesional, definido como sensación de fatiga
laboral causante de baja energía y motivación y gran irritabilidad.
Dentro de la salud del trabajo, un riesgo en auge es lo que se denomina ‘Conflicto
Trabajo – Familia’, de tiempo o agotamiento, que se define como la interferencia entre el
trabajo y la vida privada que crea tensión a los individuos como resultado directo de la
existencia de presiones incompatibles entre ambos roles (Moen et al., 2008, citado en Vidal et
al., 2011), pudiendo darse de cuatro formas (anexo IX) (Duxbury & Higgins, 2009):
- Interferencia Familia - Trabajo: conflicto de roles habitual cuando las demandas
familiares dificultan el cumplimiento de las expectativas y responsabilidades laborales.
- Interferencia Trabajo - Familia: conflicto de roles que se da cuando las demandas y
responsabilidades laborales hacen difícil el cumplimiento de las responsabilidades familiares.
- Tensión del Cuidador: dificultad especial que sufre aquella persona que debe asistir
a otra dependiente (joven, anciano, discapacitado) derivada de los cambios físicos,
emocionales, y financieros que le supone la necesidad de proporcionar dichos cuidados.
- Sobrecarga de rol: conflicto derivado de una cantidad de demandas (en tiempo y
energía) excesiva asociadas a los múltiples roles laborales y familiares, y que impide
desempeñar de forma sana y adecuada dichos roles.
Kahnm (1964, citado en Biedma Ferrer & Medina Garrido, 2014) sostiene que los
factores que afectan al conflicto entre trabajo y familia son el apoyo social, la dedicación de
tiempo y la sobrecarga, y las consecuencias principales del conflicto, una mayor ansiedad e
insatisfacción y un menor rendimiento laboral. Por su parte, algunos autores añaden, como
antecedentes, factores como las demandas de la dirección de la empresa, la intensidad de
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Por todo ello, ha aumentado la presión para implementar medidas que mejoren la calidad
de vida del trabajador a través de una búsqueda de lo que se conoce como equilibrio, balance o
conciliación entre trabajo y vida personal, a menudo simplificado como vida familiar.
(Beauregard et al., 2009; Burke, 2014).
Las prácticas de conciliación trabajo- vida personal son cambios organizacionales
deliberados en programas o en la cultura empresarial, diseñados para reducir el conflicto
trabajo-vida personal y permitir a los empleados ser más efectivos en ambos roles (Lazar et al.,
2010).
Clark (2000) define conciliación o balance entre trabajo y vida personal como el
equilibrio necesario entre la cantidad de tiempo y esfuerzo dedicados al trabajo y a actividades
personales para mantener un sentimiento general de armonía en la vida.
Por su parte, Carlson & Grzywacz (2009) definen balance trabajo-familia como la
consecución de las expectativas de rol negociadas y compartidas en ambos contextos.
Así, los estudios indican que las prácticas organizativas que realmente ayudan a la
conciliación entre trabajo y vida personal suelen ser vistas de forma positiva por los
trabajadores, ayudando a mejorar el compromiso (Allen, 2001) y la motivación y satisfacción
laboral (Perry-Smith & Blum, 2000; Haar, Russo, Suñe, & Ollier-Malaterre, 2014) y, con ello,
su desempeño y la productividad de la empresa. (Clark, 2000; Aryee, Srinivas & Tan, 2005;
Biedma Ferrer et al., 2014). Además, se reduce el estrés laboral y la depresión y se reduce la
intención de abandono (Lazar et al., 2010; Haar et al., 2014).
La verdadera conciliación se traduce además en una ventaja competitiva en cuanto a
atracción y retención del talento (Aryee et al., 1998, Grover and Crooker, 1995, Lambert, 2000;
Osterman, 1995), se mejora la imagen de la empresa e incluso se dan mayores rendimientos
para los accionistas (Arthur, 2003; citado en Tato-Jiménez, & Bañegil-Palacios, 2015). Por
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
último, Friedman & Westring (2015) indican que la conciliación mejora la satisfacción y el
rendimiento también en diversos ámbitos de la vida personal.
Y si bien las políticas de conciliación implicarán una serie de costes directos (cambios
en el espacio y tiempo de trabajo) y costes de administración y supervisión, también ayudarán
a reducir enormemente otros costes importantes, como los asociados al absentismo y a la
formación y reclutamiento de personal (Beauregard et al., 2009).
Cabe decir, además, que los autores que han estudiado estas relaciones a gran escala, en
muchas empresas de diversos países e incluso continentes en un mismo estudio, para darle
consistencia a los resultados, han obtenido generalmente las mismas conclusiones, como que
las medidas de conciliación familiar mejoran la satisfacción y salud mental del trabajador (Haar
et al., 2014) y su productividad. (Bloom et al., 2011).
Por otro lado, según la Teoría Institucional, las prácticas de conciliación podrían ser
implementadas simplemente por la presión social que existe sobre la empresa, que hace que, en
ocasiones, ésta sacrifique rendimientos máximos a cambio de reputación y legitimación social
(Boxall et al., 2014), en cuyo caso las prácticas de conciliación pueden llegar a afectar
negativamente al rendimiento, por su coste, si los empleados no perciben una preocupación real
de la empresa o si temen represalias por la utilización de dichas prácticas. (Tato-Jiménez et al.,
2015).
Por ello, dichas prácticas solo tendrán un impacto positivo en los resultados de la
empresa cuando se dé un compromiso de todos y se adapten a la situación específica de los
empleados. Es decir, cuando la cultura organizacional realmente sea coherente y esté
concienciada con el bienestar y la conciliación de los empleados y esto se transmita
correctamente como un valor empresarial (Allen, 2001; Perry-Smith et al., 2000; Tato-Jiménez
et al., 2015).
Mas-Machuca, Berbegal-Mirabent & Alegre (2016) añaden la necesidad de apoyo de
los supervisores a la conciliación y de autonomía del empleado para un balance real, mientras
que Boxall et al. (2014) recuerdan la importancia de la participación colectiva en la toma de
decisiones y Eurofound (2017) destaca la necesidad de significado y reconocimiento.
En cambio, Zheng et al. (2015) indican que lo fundamental para alcanzar un balance
trabajo- vida personal que de verdad mejore la salud y bienestar del individuo son las estrategias
de conciliación de los propios empleados, apoyándose en las medidas de la empresa.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Es importante comenzar recordando que la fijación del horario de trabajo para cada
empleado es un proceso complejo puesto que se requiere un equilibrio entre los intereses de la
empresa y su derecho a determinar las condiciones de trabajo, por un lado, y los del empleado
de maximizar sus ingresos y estabilidad laboral a la vez que atiende sus necesidades y
responsabilidades no laborales, por otro. (Dembe et al., 2008; citado en Golden et al., 2011).
Cada vez más organizaciones ofrecen jornadas de trabajo flexibles para fomentar el
balance trabajo- vida personal, si bien los efectos de dichas prácticas no están totalmente
comprobados. Además, se dan cuenta de que la jornada rígida de 8 horas de trabajo no garantiza
ningún resultado positivo y puede no ser la mejor solución. Por otra parte, es importante
determinar si la reducción de horas implicará una reducción de salario, como está ocurriendo
recientemente en algunas negociaciones colectivas, frente a las históricas reducciones en la
jornada laboral sin cambios en los salarios. (Kallis et al., 2013)
A este respecto, Golden (1998, citado en Burke, & Fiksenbaum, 2016) propone que las
horas reales trabajadas son una función de 3 factores: horas deseadas por el trabajador, horas
demandadas por el empleador y el contexto institucional en el que se toman las decisiones sobre
horarios laborales (según normativas, restricciones, aspectos económicos, etc.).
Cabe recordar también que el trabajo se considera generalmente algo saludable, deseoso
e incluso necesario, pero el exceso de trabajo puede ser peligroso.
De hecho, los factores ‘carga y ritmo de trabajo’ (la sobrecarga o poca carga de
trabajo, ritmo mecánico, presión de tiempo) y ‘horario de trabajo’ (cambios de turno, trabajo
nocturno, horarios inflexibles, horario indefinido, jornadas extensas u horarios no sociables)
son considerados por la OMS (2010) de alto riesgo (psicosocial) para la salud.
Por su parte, Messenger (2004, citado en Burke et al., 2016) defiende que el ‘tiempo de
trabajo decente’, capaz de equilibrar las necesidades de trabajadores y empleadores, será el
que sea sano y seguro, favorable a la familia, impulsor de la igualdad de género, apoye a la
productividad organizacional y proporcione a los trabajadores cierta decisión e influencia sobre
sus horarios de trabajo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
De igual manera, muchos autores, como Deery (2017), sostienen que hay que elevar la
legislación al máximo para impulsar medidas tanto de flexibilización como de reducción de
horarios.
De hecho, muchos expertos coinciden en que los países en fase de industrialización
tienden a aumentar sus jornadas de trabajo, mientras que los países con economías más
desarrolladas, según se va estableciendo el sector servicios, tienden a reducirlas (Burke et al.,
2016). De esta forma, no es casualidad que los países más productivos tengan a menudo los
horarios laborales más reducidos, con excepciones como EE.UU o Irlanda. (figura 4).
Así, las medidas de flexibilización del horario de trabajo han demostrado tener efectos
positivos en la satisfacción laboral y general (Wheatley, 2016; Kelliher, Anderson, 2010) y el
compromiso organizacional (Kelliher et al., 2010). De igual manera, la reducción de horas de
trabajo se relaciona con una mayor satisfacción laboral, mejor salud física y mental y un menor
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
absentismo (Deery, Walsh, Zatzick, & Hayes, 2017). Lee & Lee (2016), por ejemplo,
observaron que, de media, una hora menos de trabajo a la semana reducía las lesiones un 8%.
En otra línea, cabe destacar que un 41% de los trabajadores (más hombres que mujeres)
siente que en ocasiones su trabajo perturba su vida personal (Golden et al., 2011) pero, sin
embargo, muchos de ellos no aprovechan las opciones de jornada reducida.
Esto puede deberse a la creencias negativas asociadas a este tipo de medidas según las
cuales tarde o temprano tocará “devolver el favor” de alguna forma (esfuerzo o disponibilidad
extra, entre otros), a la reducción de salario que a menudo acompaña a la reducción de horas y
que puede causar mayor desequilibrio familiar (Lautsch, & Scully, 2007), a la dificultad de
llegar a un acuerdo favorable tanto a empresa como a trabajador y los sacrificios que puede
suponer o al miedo a cierta discriminación en alianzas, promociones, etc. (Barnett et al., 2001).
Por otro lado, como indica MacInnes (2005), las mujeres ya trabajan de media menos
por su mayor implicación familiar, y las familias con niños pueden necesitar el dinero extra que
produce trabajar muchas horas. Y por el contrario, los trabajadores sin familia pueden
permitirse mayor tiempo de ocio aunque signifique menor sueldo.
Así, Barnett et al. (2001) sugieren que lo que determinará un mejor desempeño o no del
trabajador no será el número reducido de horas sino la percepción subjetiva individual sobre
dicho cambio, en función de la dificultad y sacrificios que conlleve el acuerdo, las ventajas y
desventajas percibidas y la congruencia o equilibrio con el horario deseado.
El ‘face time’, estar visible en el trabajo durante el mayor tiempo posible, en ocasiones
de forma no impuesta, se valora generalmente en las empresas como una muestra de
compromiso, lealtad y alta competencia. Sin embargo, además de no relacionarse con la
productividad, supone un gran obstáculo para la conciliación laboral- familiar, y se relaciona
negativamente con la salud, si bien no es tan nocivo como las jornadas largas impuestas por la
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
empresa. Es por ello que cada vez más trabajadores están dispuestos a sacrificar esto por mayor
tiempo fuera del trabajo (Beauregard et al., 2009).
Además, trabajar un exceso de horas (48 o más a la semana) se relaciona con un mayor
riesgo de sufrir lesiones y accidentes (Pencavel, 2014) y de deterioro de la salud y el bienestar,
por el menor tiempo dedicado al descanso y a las responsabilidades no laborales y por la mayor
exposición a riesgos laborales. Esto se traduce principalmente en mayor estrés, fatiga excesiva
y efecto burnout (Barnett, Gareis, and Brennan, 1999) y en falta de sueño (Chatzitheochari, &
Arber, 2009). También aumenta el riesgo de depresión, alcoholismo y tabaquismo (Shields,
1999) y de obesidad (Ko et al., 2007).
Por otro lado, empeora el conflicto con la vida familiar, lo que puede dar lugar a peores
relaciones, retrasos en matrimonio y natalidad y obesidad infantil, entre otros (Grosch et al.,
2006; citado en Golden et al., 2011). Para la empresa, puede significar menor productividad y
mayores errores por fatiga, que pueden tener graves consecuencias (Caruso, 2006).
De hecho, mientras en países como Alemania y Noruega esto solo afecta al 10% de
trabajadores, en países como Turquía hasta un 57% sufren un exceso de horas (Eurofound,
2017). Así, un 65% de trabajadores europeos con más de 48 horas semanas reducirían su
jornada (Eurofound, 2017). De igual manera, en Japón se conoce como ‘karoshi’ a los casos
frecuentes de muerte por exceso de trabajo, por la aparición de hábitos poco saludables que
multiplican la probabilidad de obesidad y de enfermedades cardiovasculares (Shields, 1999).
Sin embargo, se ha demostrado que la fatiga por horarios demasiado largos y los
consecuentes errores se pueden reducir enormemente con pequeñas desconexiones del trabajo,
lo que puede revertir la pérdida de productividad (Barnett et al., 2001).
Por otro lado, una obsesión por e incluso una adicción al trabajo (causada o no por
jornadas demasiado largas) deteriora la salud física y psicológica (Burke et al., 2016), incluso
más que las propias jornadas largas de trabajo (Ten Brummelhuis, Rothbard, & Uhrich, 2017).
Trabajar muchas horas puede aumentar la competitividad de forma puntual, pero no ser
sostenible e incluso contra productivo después, pues está demostrado que las jornadas de trabajo
demasiado largas reducen, generalmente, la productividad media, definida como producción
por trabajador hora (Shepard, & Clifton, 2000).
Aunque hay estudios que defienden que los rendimientos son crecientes si aumentan las
horas (Feldstein, 1967; Leslie, 1984), o por lo menos proporcionales a las horas (Hart and
McGregor, 1988; Anxo and Bigsten, 1989), una mayoría de estudios empíricos (Pencavel,
2014; Collewet, & Sauermann, 2017; Park, & Park, 2019) apoyan la teoría que dice que por
debajo de un umbral determinado de horas (elevado) la producción es equivalente a las horas
pero, una vez que se supera, la producción adicional por cada trabajador y hora es cada vez
menor y, por tanto, aunque aumenta la producción, disminuye la productividad total. Esto se
debe simplemente a que el trabajador se vuelve menos productivo (eficiente) a causa de la
fatiga. Por el contrario, las horas reducidas pueden aumentar la productividad y el salario por
hora. (Kallis et al., 2013).
Es fundamental para el bienestar y el balance positivo entre trabajo y vida personal, más
allá del número de horas de trabajo, lo que se conoce como ‘congruencia con las horas de
trabajo’, que sería el equilibrio entre la jornada laboral deseada por cada familia en función de
sus circunstancias y la que realmente se tiene. Cuando la congruencia es positiva, como ocurre
con el 82% de los trabajadores europeos (Eurofound, 2017), la satisfacción laboral aumenta y
el absentismo desciende (Barnett et al, 2001).
Por el contrario, los empleados que no tienen el equilibrio deseado mostrarán menor
compromiso y concentración y más burnout. En otras palabras, el grado de control sobre las
horas de trabajo, tanto su duración como su gestión diaria, otorgará una flexibilidad y
autonomía al empleado que será esencial para que él mismo favorezca una conciliación real
entre vida laboral y personal (Barnett et al., 1999). De hecho, un gran número de empleados no
son felices con su número de horas de trabajo (Burke et al., 2016; Eurofound, 2017)(anexo X).
El extremo positivo se suele considerar la posibilidad de solicitar una baja laboral
temporal por asuntos personales, mientas que el opuesto a esto sería la presencia de turnos de
trabajo irregulares o imprevistos, perjudiciales tanto para la conciliación (Golden et al.,
2011) como para la salud psicológica y el descanso (Martens et al., 1999).
De igual manera, igual de importante que las horas de trabajo y el control sobre ellas
para el balance trabajo- familia son la percepción general de apoyo organizacional a la
conciliación y un grado de presión por carga de trabajo moderado (Golden et al., 2011).
De hecho, se considera fundamental para aumentar el bienestar que cualquier medida
de flexibilización o reducción de horas sea apoyada por la dirección y que encaje con la cultura
de la empresa (Galea, Houkes, & De Rijk, 2014). Esto significa que junto a ella se deberían
desarrollar políticas claras que establezcan las expectativas, responsabilidades, recompensas y,
en definitiva, todo cambio consecuente en la organización (Barnett et al., 2001).
Cuando este es el caso, dichas medidas contribuirán objetivamente a una mejor salud y
resultados individuales y menor absentismo (Steenbergen & Ellemers, 2009).
Otra opción interesante, impulsada por cada vez más empresas e incluso algunos países
(como Francia), es instaurar una reducción de la jornada de trabajo a cambio de, en general,
anualizarla, lo que implica que las horas de trabajo se distribuyen de forma irregular a lo largo
del año en función de la demanda, dentro de unas condiciones pactadas (horas máximas,
tiempos de descanso, etc.), y normalmente sin reducir el salario anual. Esta reducción supone
un mayor tiempo de descanso para el trabajador, a cambio del menor control sobre sus horarios
22
Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
por la anualización, por lo que la medida en su conjunto puede percibirse como una mejor o
peor calidad de vida laboral en función de cada individuo (Subias et al., 2004).
Esto supone una ventaja competitiva para la empresa al ganar flexibilidad productiva,
definida por Cox (1989) como la "habilidad para responder con rapidez y facilidad a los
cambios en las condiciones del mercado”, que se traduce en mayor eficiencia al aprovechar
mejor las horas de trabajo. Por otro lado, si bien es complicado planificar los tiempos de trabajo,
se disminuyen los costes asociados a otras formas de flexibilización, como las horas extras, los
contratos a tiempo parcial y la subcontratación (Oke, 2000; en Subias et al., 2004).
Por último, para concluir el capítulo, es importante destacar el índice de calidad del
tiempo de trabajo, (anexo XI) desarrollado por la OMS, que servirá de referencia para el
modelo propuesto más adelante, y que incluye cuatro dimensiones (Eurofound, 2017):
- Duración de trabajo: muchas horas de trabajo (48h semanales o más), jornadas laborales
largas (10h diarias o más) y falta de tiempo de descanso entre jornadas laborales.
- Tiempo de trabajo atípico: trabajo el fin de semana, nocturno o por turnos.
- Control en los acuerdos de tiempo de trabajo e información sobre cambios o requerimientos
de trabajo inesperados. Un 56% de trabajadores europeos no tiene decisión sobre su horario.
- Flexibilidad: posibilidad de ausentarse del trabajo una hora o dos por motivos personales, así
como el hecho de llevarse trabajo a casa regularmente, como le ocurre a un 22% de europeos.
Así, se puede concluir que la probabilidad de conciliación entre trabajo y vida personal
se dará cuando se trabaje pocas horas, se pueda pedir una hora libre para necesidades
personales, se tenga un horario regular de trabajo, y se pueda trabajar desde casa. (Eurofound,
2017).
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
De igual manera, un menor tiempo de trabajo asociado al disfrute de mayor tiempo libre,
mejorará generalmente la salud física y psicosocial de los trabajadores, puesto que se tenderá
a reducir el cansancio, estrés laboral, efecto burnout, e incluso la depresión, síntomas asociados
a su vez al bienestar psicológico.
Además, disminuirán los dolores físicos asociados al trabajo y los riesgos y accidentes
laborales. Por último, más tiempo fuera del trabajo se relaciona con mejores hábitos saludables.
Todo ello a su vez impulsará el bienestar psicológico.
Esta mejora de la salud y bienestar del empleado es fundamental, además de por ser
beneficiosa para el trabajador, por el hecho de que incrementa su capacidad de trabajo (anexo
XIV), lo que resulta positivo para la empresa, además de reducirse directamente el presentismo
(estar presente en el trabajo pero sin ser productivo, por falta de motivación o por motivos de
salud) y el absentismo, pues el trabajador permanecerá más sano.
Esto es beneficioso incluso en el largo plazo, pues da lugar a lo que se conoce como
trabajadores sostenibles2, que se mantienen sanos, motivados y productivos hasta el final de
su vida laboral.
Por otro lado, más allá de las mejoras objetivas, la percepción subjetiva de cada
trabajador es clave en este esquema. De este modo, cuando aumenta la salud y el bienestar
percibidos del trabajador, aumentará su satisfacción laboral (anexo XIV), al igual que ocurre
cuando el empleado percibe un verdadero esfuerzo por parte de la empresa por mejorar su
calidad de vida.
Por ello, cuando aumenta la satisfacción laboral del trabajador, éste adquiere una
libertad psicológica que se traduce en una mayor motivación y un mayor compromiso con la
empresa o engagement, reforzados por una mejor salud percibida, constituyendo ambos factores
2
Trabajador Sostenible: concepto asociado al de “sostenibilidad humana” desarrollado por Pfeffer (2010)
que hace referencia a la necesidad de que las organizaciones modernas cuiden el aspecto humano del trabajador
para garantizar que este se mantenga a largo plazo satisfecho, comprometido y con buena salud física y mental.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
grandes motores de productividad laboral, puesto que van a provocar una mayor dedicación
por parte del trabajador en las tareas que realice en el trabajo.
Con todo lo anterior, la sinergia entre una mayor capacidad de trabajo y una mayor
dedicación a la hora de realizar dicho trabajo se traduce inevitablemente en una mayor
eficiencia del trabajador, lo que significa que este rinde mejor y es capaz de producir más con
los mismos recursos, o en este caso, alcanzar sus objetivos con menos recursos (horas).
En otra línea y, teniendo en cuenta todo lo anterior, es importante resaltar también los
efectos positivos a nivel general en la empresa de una mayor conciliación de los trabajadores.
En primer lugar, y quizás el aspecto más importante, es el hecho de que como impulsora
de medidas de bienestar y de mejora de calidad de vida laboral, en este caso a través de la
conciliación, la empresa transmitirá una imagen corporativa positiva y atractiva para
inversores y trabajadores, con lo que conseguirá atraer mayor talento humano, que además
será retenido más fácilmente por medio de horarios flexibles y atractivos que, como se ha visto,
aumentan la satisfacción y compromiso del trabajador, reduciendo su intención de abandono.
Además, esta satisfacción generalizada y contagiosa conducirá probablemente a un
mejor ambiente de trabajo, requisito indispensable para el buen funcionamiento de la
empresa.
Por otro lado, junto a estos beneficios intangibles de gran valor, una mayor conciliación,
mediante los efectos positivos sobre el empleado que se han visto, supondrá un ahorro de
costes generales de la empresa, asociados a accidentes laborales y mala salud de los
empleados, a reclutamiento y formación derivados de la rotación de personal, a errores por
fatiga, al absentismo y presentismo, y a la rigidez productiva consecuencia de horarios poco
flexibles.
Sin embargo, hay que recordar que, aunque se reduzcan muchos costes importantes, a
corto plazo la implantación y gestión de medidas de bienestar, y más aún de reducción de
horarios y conciliación, va a suponer un gran coste y esfuerzo, así como probablemente una
repentina caída de productividad, que se irá recuperando.
Cabe decir que se trata de un análisis complejo, pues multitud de otros factores influyen
en la productividad, como el capital y la tecnología, más aún a nivel macro.
Dicho esto, se analiza la evolución de las horas trabajadas y de la productividad en el mundo:
40
30
20
10
R² = 0,8858
0
México Grecia Países Reino España Francia EE.UU. OCDE Italia Japón Alemania
Bajos Unido
-10
Variación Horas anuales (-%)
Variación Productividad/hora
Productividad anual por trabajador
En este gráfico se intenta plasmar la relación entre la evolución en las horas de trabajo
anuales y la evolución de la productividad por hora y anual para un total de 10 países, junto a
la media de la OCDE, para obtener una idea de la situación global en el mundo desarrollado.
En primer lugar, se observa que todos los países analizados, y el conjunto de la OCDE
(38 países) han reducido en las últimas décadas las horas de trabajo y, al mismo tiempo, su
productividad por hora y anual ha aumentado, siendo siempre superior el crecimiento de la
productividad por hora, excepto en Italia, cuya productividad anual se ha congelado.
Destaca además el hecho de que países donde tradicionalmente se trabaja muchas horas,
asociados a economías más débiles, como Méjico y Grecia han sido, a pesar de ello, los que
menos han reducido sus jornadas, mientras que economías mucho más fuertes, pero que ya
trabajaban desde hace décadas muchas menos horas, como Japón y Alemania, han sido las que
más han reducido sus horas de trabajo.
Por otro lado, sorprende el enorme crecimiento de la productividad por hora y anual en
EE.UU., asociado a factores como el desarrollo tecnológico, una gran inversión en capital
productivo, la eficiencia organizacional, o la cualificación de sus trabajadores; en definitiva, a
su enorme competitividad desde hace décadas.
En el extremo opuesto, destaca el escaso crecimiento en Italia, donde la productividad
anual es incluso menor que en 1995, lo que significa que, si bien la productividad por trabajador
y hora ha aumentado un 7,1%, este crecimiento, el más bajo de todos los países analizados, no
ha servido para compensar la gran reducción en el número de horas de trabajo en las últimas
décadas, compensación que sí se ha dado con creces en el resto de países.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Lo mismo ocurre, aunque de forma menos pronunciada, con España, cuya reducción de
horas ha sido mayor que en países como Grecia, Reino Unido y Países Bajos, pero sin embargo
el aumento de productividad de estos ha sido mucho mayor, con un crecimiento de su
productividad anual de incluso el doble que la española, lo que implica que España, al igual
que Italia, arrastra factores importantes de improductividad, entre los que destaca una falta de
inversión en I+D y nuevas tecnologías en las empresas (anexo XV), que puede dar lugar a una
subutilización de los trabajadores.
Esto concuerda con la comparativa del crecimiento relativo de la productividad por
hora en España e Italia respecto de la UE y la UME (Unión Monetaria Europea) (anexo XVI),
que muestra que la productividad por hora y anual en España, si bien han crecido, se ha alejado
de la de UE y la UME desde 1995, lo que se traduce en una pérdida de competitividad
consecuencia de una baja productividad laboral, por una serie de motivos entre los que se
encuentra también el horario cultural español, que dificulta la productividad pues se suele
traducir en un exceso de horas en la oficina, que a su vez da lugar a menudo a altos niveles de
presentismo y una baja eficiencia (anexo XVII).
Desde otro punto de vista, resulta aún más interesante y preciso acudir directamente a
la tabla detallada del conjunto de datos reales de cada variable para cada país y año (anexo
XVIII).
Así, calculando las correlaciones entre las horas trabajadas y la productividad por hora
y anual (ambas en dólares), en lugar de utilizar solamente el dato final de la evolución como se
ha hecho en el cálculo anterior, se comprueba de forma mucho más precisa la relación real entre
las variables, es decir, se comprueba si varían conjuntamente, lo que implicaría que valores
altos de una variable se asocian con valores altos (correlación positiva) o bajos (negativa) de
las otras dos variables. Las correlaciones obtenidas son las siguientes:
29
Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Según esto, por cada aumento del 1% en el número de horas anuales, la productividad
por hora y trabajador desciende un 0,74% aproximadamente, y la productividad total por
empleado al final del año desciende casi un 0,2%. De igual manera, cuando las horas anuales
descienden, la productividad por hora y la productividad anual mejoran. Por tanto, se
comprueba que comparando directamente el conjunto de datos y no solo las evoluciones finales,
sí que obtenemos una importante correlación negativa entre las horas trabajadas y la
productividad por trabajador en cada una de esas horas.
Esta correlación queda perfectamente plasmada en un gráfico de la OCDE que se vio
anteriormente (figura 4), en el que se comprueba que efectivamente existe una clara tendencia
al alza en la productividad por hora según desciende el número de horas de trabajo anuales. De
hecho, de los 10 países más productivos (por hora) de la OCDE (2015), 8 también están entre
los que trabajan menos. A su vez, también según la OCDE, se ve claramente que una alta
productividad por hora es un buen predictor de la riqueza del país (anexo XIX).
Alcanzado este punto, con el esquema conceptual analizado, en el que se establece una
conexión entre la calidad del tiempo de trabajo y la productividad, y analizada la evolución de
horas de trabajo y productividad por países, con la correlación de variables, se propone y se
calcula por último, para una serie de países, un ‘índice de jornada laboral óptima’:
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
PAÍSES
ASPECTOS DE LA JORNADA LABORAL/PAÍSES UE (28) ESPAÑA FRANCIA ITALIA ALEMANIA
BAJOS
GRECIA
1. HORAS SEMANALES TRABAJO 37,1/41, 37,7/ 40,9 37,3/40,4 37,2/40,7 30,4/40,8 42/44,2
(total empleo/jornada completa)
34,9/41 (5+1)
2 (2) (3) (4) (6+1) (1)
HORARIO: 2. JORNADA LARGAS (anexo XX) 32 28 (4+1) 40 (1) 18 (6+1) 24 (5+1) 38 (2) 32 (3)
Duración de
la Jornada 3. CONGRUENCIA HORAS DE
TRABAJO (anexo XXI)
57 52 (3) 50 (1) 64 (6+1) 58 (5+1) 52 (4) 50 (1)
Laboral
4. DESCANSO ENTRE JORNADAS
(anexo XXII)
23 49 (1) 25 (3) 16 (6+1) 17 (5+1) 28 (2) 21 (4+1)
Figura 8: Comparativa de la jornada laboral en diversos países. Fuente: Elaboración propia a partir de
Eurofound (2017) y Eurostat (2019).
3
1. (total empleo /jornada completa; datos de 2018, coincidiendo el orden con el de 2015; 2. %
trabajadores con 10h/día o más al menos una vez al mes; 3. nivel de satisfacción con el número de horas trabajadas
(% trabajadores que trabajarían las mismas horas que ya hacen); 4. % trabajadores con menos de 11 horas entre
jornadas al menos 1 vez al mes; 5. % trabajadores con horarios muy regulares; 6. % trabajadores que tienen
posibilidad de hacer descansos en el trabajo a veces o a menudo; 7. % trabajadores con horario flexible de entrada
y salida; 8. % trabajadores; 9. % trabajadores que nunca se llevan trabajo a casa; 10. % trabajadores con algún tipo
de control sobre sus horarios; 11. % trabajadores con el mismo número de horas todos los días; 12. % trabajadores
que nunca deben acudir a trabajar avisados con poca antelación; 13. % trabajadores que consideran que tienen un
balance entre su horario de trabajo y sus compromisos sociales y familiares; 14. % trabajadores que casi nunca
trabajan a gran velocidad; 15. % trabajadores que casi nunca trabaja con plazos muy ajustados; 16. % trabajadores
que casi siempre o siempre tienen tiempo suficiente para realizar su trabajo diario.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
La idea subyacente es que una buena conciliación percibida, junto a una intensidad y
carga de trabajo no excesivas, un horario de trabajo no demasiado largo y que tienda a ser
regular, y el disfrute de una cierta flexibilidad y control del trabajador sobre su jornada laboral
constituirán un conjunto de factores muy positivos tanto para la salud como para la satisfacción
laboral de los trabajadores, lo que, como se ha analizado previamente, será fundamental para
incrementar la productividad laboral.
Así las cosas, se observa que la mayor puntuación corresponde a Italia, lo que supone
una gran sorpresa, pues no suele ser considerado un país demasiado avanzado en cuanto a
condiciones laborales. Sin embargo, su elevadísima puntuación deriva de la percepción muy
positiva de sus trabajadores respecto a factores como una adecuada intensidad de trabajo, un
gran control general sobre la jornada laboral y unos horarios de calidad, con escasas jornadas
laborales largas, gran adecuación a sus necesidades personales y un mayor tiempo de descanso
percibido entre jornadas que el resto de los países analizados.
Por otro lado, se comprueba que países con una jornada de trabajo muy reducida, como
Alemania y Países Bajos, obtienen también una gran puntuación general, mientras que Grecia,
cuyas jornadas son mucho más extensas que las del resto de países, obtiene una puntuación
final extremadamente baja, consecuencia de ser el país peor clasificado en un gran número de
factores, como el de conciliación y el de congruencia entre horario trabajado y horario deseado,
o ajuste de las horas de trabajo a las necesidades personales, y destacando solamente por la alta
regularidad de sus horarios y, sorprendentemente, por un elevado descanso entre jornadas.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Al mismo tiempo, destaca el hecho de que tanto en España como en Grecia se trabajan
muchas horas y, aun así, las jornadas largas son, según la percepción de los trabajadores, menos
frecuentes que en Países Bajos y Francia, y la intensidad de trabajo percibida es más elevada
que en el resto de países, lo que puede indicar que la tecnología empleada es menos productiva,
o incluso que los trabajadores son más sensibles a la presión de sus superiores. Por último,
España puntúa muy positivamente en tiempo suficiente para acabar el trabajo, ligado a esto, en
trabajo terminado en casa, y en posibilidad de ausentarse una hora o dos del trabajo por motivos
personales.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Sin embargo, sorprende que pese a su jornada laboral inferior a España y Grecia, obtiene
la puntuación más baja en el índice de calidad del tiempo de trabajo, puesto que sus trabajadores
son los que sufren mayor número de jornadas laborales demasiado largas, y los que perciben
un horario menos ajustado a sus necesidades, lo que, como se ha analizado, influye incluso más
que el propio número de horas de trabajo en la satisfacción de los trabajadores y su rendimiento.
Mientras que en Grecia la jornada media de trabajo excesivamente larga se asocia con
condiciones generales de trabajo muy mejorables, es interesante apreciar que en Alemania las
menores horas de trabajo comportan un menor control del trabajador sobre su jornada laboral,
así como mayores imprevistos, menor posibilidad de descanso, y una ligera reducción de la
flexibilidad de horarios.
Frente a esto, en Francia, Italia y España se trabaja más horas pero a cambio la intensidad
y carga de trabajo son más adecuadas y el trabajador dispone de mayor control sobre su jornada
laboral.
Esto refleja el hecho de que si bien un menor número de horas se asocia con una mayor
conciliación y satisfacción con la duración de la jornada laboral, generalmente implicará cierta
pérdida de control sobre la jornada, una mayor intensidad de trabajo, que se podrá abordar en
países con una previsión de mejora de capacidad productiva importante, y en los que el
presentismo y la improductividad en el trabajo sean elevados, y una menor regularidad y
flexibilidad de horarios.
Por último, conviene apreciar que, de forma general, se observa que donde más
trabajadores reportan jornadas largas (+10h), se suele tender a tener menor descanso entre
jornadas (excepto España por la jornada partida), mayor trabajo en el tiempo libre, y en menor
medida, más llamadas con poca antelación para acudir al trabajo. De hecho, según Eurofound
(2017), a partir de las 40 horas de trabajo semanales, la probabilidad de llevarse trabajo a casa
y de ser requerido en el trabajo con poco tiempo de aviso se duplican, mientras que a partir de
las 48 horas semanales (jornada larga) se triplican, respecto a la media normal cuando se trabaja
entre 35 y 40 horas (anexo XXXII).
Con todo esto podemos concluir que si bien existen grandes diferencias en el número
de horas semanales de trabajo entre los países europeos, éstas se deben a menudo a la diferencia
del peso del empleo de media jornada, muy superior en ciertos países, con lo que la jornada
completa es a menudo similar entre países.
Por otro lado, como se ha podido observar, una jornada menor de trabajo no implica
necesariamente una mejor calidad de la jornada laboral, pues puede implicar menor libertad y
control del trabajador y mayor intensidad y exigencias de trabajo, además de, en ocasiones, no
ajustarse a las horas de trabajo deseadas.
En otras palabras, se aprecia claramente en el caso de Francia, por ejemplo, que si bien
la jornada laboral media no es demasiado elevada, sus trabajadores perciben de forma frecuente
jornadas excesivamente largas, las cuales serán siempre perjudiciales para la salud y el
desempeño del trabajador. De igual manera, con el caso de Francia, que puntúa muy bajo,
podemos también recordar que lo que le aportará una verdadera motivación al trabajador no
será trabajar menos horas, sino disponer de cierto control sobre su propia jornada laboral y,
sobre todo, percibir un equilibrio entre su horario real y el horario que desea y que mejor se
ajusta a sus necesidades.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
4. CONCLUSIONES
En este último apartado del presente trabajo se va a conducir un pequeño debate a partir
de todo lo expuesto en los capítulos anteriores y se van a exponer una serie de conclusiones
esclarecedoras a modo de resumen del trabajo.
Por otro lado, al realizar análisis de este tipo, se suelen dar dos problemas importantes,
uno de causalidad y otro de aislamiento de factores o variables, a lo que se podría añadir la
subjetividad común de estudios y publicaciones y la inexactitud de ciertas estadísticas y
macroencuestas por factores como su magnitud o la falta de claridad en sus conceptos y
metodologías.
Así, centrándonos en la causalidad, para empezar, se podría decir que una reducción de
horas de trabajo se relaciona con una mayor productividad, que la relación está demostrada,
pero es difícil comprobar en qué orden se produce el proceso. Es decir, si menos horas dan lugar
a más productividad o si, por el contrario, cuando aumenta la productividad se reducen
consecuentemente las horas de trabajo. Incluso, como ocurre a menudo, puede ser que ambas
causalidades sean en parte ciertas.
Por tanto, es evidente que la relación entre las políticas de conciliación y la
productividad empresarial es difícil de medir de forma causal, pues resulta muy complejo
establecer el efecto directo medible que producen dichas políticas sobre el desempeño,
principalmente porque junto a ambas variables tienen lugar otros tantos factores en continuo
cambio, tanto externos como internos (relativos a las empresas, los trabajadores y las propias
tareas), algunos no observables y por tanto ignorados, o difícilmente aislables, y que afectan de
forma inevitable tanto a la jornada laboral como a la productividad laboral.
Esto da lugar, en muchas ocasiones, incluso sin ser de forma intencionada, a estudios
subjetivos que hacen estimaciones aproximadas no basadas en hechos empíricamente
comprobables. Estos estudios, a su vez, sirven de referencia y base para otros estudios, que
utilizan sus resultados y conclusiones, aumentando las estimaciones y alejándose de los hechos
demostrables y cuantificables. Es un riesgo que se corre también en el presente trabajo, siendo
consciente sin embargo de ello y, por tanto, realista en cuanto a los objetivos.
Por todo lo anterior, este trabajo y sus resultados deben analizarse desde una
perspectiva en cierto modo divulgativa y orientativa, como una investigación esclarecedora
y ejemplificadora que establece una serie de análisis y procesos que se dan en la empresa y el
trabajador como consecuencia de la implantación de medidas de bienestar y conciliación,
comprobados y totalmente válidos, pero que no se pueden realmente cuantificar de forma
objetiva ni aislar de la enorme cantidad de factores influyentes.
Por otro lado, los objetivos secundarios han sido, en gran medida, alcanzados de forma
satisfactoria, destacando la consecución de una revisión bibliográfica completa y divulgativa
sobre las políticas de conciliación y bienestar, lo que permite comprender la importancia de
estrategias de este tipo, centradas en el talento humano y la sostenibilidad del trabajador.
Esto se ha apoyado, como se había propuesto, en un detallado modelo de relaciones que
expone de forma clara los efectos positivos de dichas prácticas sobre el trabajador, basado en
multitud de estudios verídicos.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
La primera hipótesis sostiene que, de forma general, una reducción controlada de las
jornadas de trabajo, sin reducir el salario, aumentará la productividad de cada trabajador y será
positiva a medio-largo plazo para la empresa.
Cabe repetir que esto ha resultado realmente complicado de medir de forma empírica,
igual que ha ocurrido en estudios previos pero que, sin embargo, sí que se puede afirmar que,
normalmente, menos horas de trabajo equivalen a un mejor desempeño del trabajador y,
por tanto, mayor productividad por hora, pero que la productividad anual del trabajador no se
puede afirmar que aumente, puesto que la mayor productividad por hora se ve compensada con
un menor número de horas de trabajo al año. Como se explicará a continuación, el hecho de
alcanzar mejoras en la productividad anual dependerá totalmente del caso concreto de cada
empresa.
La segunda hipótesis, por su parte, defiende que la conciliación trabajo-vida personal,
impulsada por la empresa dentro del marco de las estrategias de bienestar corporativo, debe ser
un elemento necesario y totalmente prioritario para el buen desempeño de los trabajadores.
Esta afirmación se puede confirmar rotundamente, como se deriva del análisis realizado, lo que
se expondrá más adelante.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Por todo esto, está más que demostrado que, por norma general, un menor número de
horas de trabajo, tomando como referencia una jornada completa media, supondrá una mejora
de la productividad por hora del trabajador, lo cual es muy positivo.
Desde la perspectiva inversa, se puede afirmar que, consecuencia principalmente de la
fatiga, a partir de un umbral determinado de horas (elevado), la producción adicional por cada
trabajador y hora es cada vez menor.
Cuantificando lo anterior, según uno de los análisis prácticos realizados se obtiene que,
de media, por cada descenso de 10 horas de trabajo al año, la productividad por hora
aumenta 0,18$ y la anual 84,15$. De igual manera, se obtiene una importante correlación
negativa entre las horas trabajadas y la productividad por trabajador en cada una de esas horas.
Concretamente, cuando las horas descienden un 1%, la productividad/hora aumenta un 0,74%.
Sin embargo, es importante repetir que en la evolución de la productividad, y más a
nivel nacional, influyen multitud de factores que no se pueden aislar, por lo que los resultados
no son exactos sino orientativos. De hecho, como demuestran las correlaciones obtenidas, la
relación positiva entre una reducción del trabajo y una mejora de la productividad por hora está
comprobada, pero no la conexión directa entre dicha reducción y la productividad total anual
del trabajador.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
trabajador, para que él mismo de forma activa favorezca una conciliación real, lo que no ocurre
todavía para más de la mitad de trabajadores europeos.
De igual manera, es fundamental una percepción positiva del trabajador sobre el apoyo
organizacional a la conciliación y el bienestar, dentro de la cultura empresarial, y una presión
por carga de trabajo adecuada. Al fin y al cabo, lo que mejorará el desempeño del trabajador
será su percepción subjetiva sobre las medidas que plantee la empresa, es decir, su confianza
en las buenas intenciones de la empresa y su percepción sobre las ventajas y desventajas.
Cuando esto ocurre, por lo que se conoce como ‘teoría de la reciprocidad’ o ‘teoría
del intercambio social’, el trabajador se sentirá agradecido por la preocupación de la empresa
por su bienestar y tenderá a compensar este gesto con un mayor esfuerzo por su parte.
Por el contrario, a menudo ocurre que el trabajador desconfía de las intenciones de la
empresa, al creer que posteriormente será obligado a ofrecer algo a cambio, por lo que puede
rehusar este tipo de medidas. Además, es importante recordar que el trabajador en ocasiones
rechazará la reducción de su jornada laboral por considerar que la carga de trabajo pasa a ser
excesiva, e incluso perjudicial para la salud.
Sin embargo, no es todo tan sencillo ni positivo para la empresa. La reducción de horas
implica menos horas productivas, por lo que, aunque aumente la productividad por horas, no
está claro si su aplicación es rentable a nivel económico. En otras palabras, no está claro si, de
forma general, el hecho de trabajar menos horas va a incrementar la productividad anual del
trabajador y, por otro lado, si va a implicar más beneficios que costes, lo cual es muy difícil de
medir y dependerá enormemente del tipo de negocio.
Además, hay que tener en cuenta que la reducción de horas supone un cambio
organizacional complejo, el cual conlleva un importante proceso de coordinación,
implementación y organización, y que acarreará una serie de costes.
Así, existen ciertos sectores en los que la actividad desarrollada implica estar presente
en el trabajo las horas establecidas, por lo que reducir las horas implicaría contratar a más
trabajadores, como ocurre por ejemplo en los negocios de cara al público, que no pueden reducir
su horario comercial si no quieren ver su volumen de negocio mermado, por lo que la reducción
de horarios sin merma salarial se vuelve muy complicada.
Por el contrario, en una gran mayoría de los trabajos desarrollados en oficinas, lo que
cuenta es el trabajo cumplido, y no las horas, por lo que factores como el presentismo o la fatiga,
asociados a las largas jornadas, suponen una gran pérdida de productividad.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Por esta razón, en trabajos donde el tiempo de trabajo, e incluso el lugar, adquieren un
segundo plano mientras se cumplan las tareas y los objetivos y, teniendo en cuenta la
hiperconexión actual, resulta muy interesante plantearse en cada caso la reducción y
flexibilización de la jornada laboral.
Una solución popular consiste en reducir y flexibilizar la jornada laboral a cambio de
anualizar las horas, lo que implica que los trabajadores trabajan regularmente menos horas y
disponen de cierto control, pero para compensarlo deben estar disponibles para trabajar más
cuando las necesidades productivas excepcionales lo requieran.
Así, se observa que economías débiles y poco productivas, como Méjico y Grecia,
trabajan una enorme cantidad de horas, que además se reducen muy poco en el tiempo. Frente
a ello, multitud de países desarrollados como Alemania, Francia y los países nórdicos trabajan
un número reducido de horas y disfrutan de economías altamente productivas, y Japón, sin estar
entre los países más productivos, ha reducido enormemente sus horas de trabajo y con ello su
productividad se ha disparado.
Pero también se observan ciertas excepciones. Por un lado, países como Irlanda y
EE.UU., de tradición anglosajona e históricamente muy competitivos, son capaces de
mantener una productividad muy elevada gracias a una cultura empresarial basada en una gran
innovación e inversión y una apuesta por importantes factores de productividad como la
formación, la investigación, las nuevas tecnologías o los activos financieros.
Por otro lado, países como Italia y España, a pesar de reducir mucho sus horas, no
experimentan una evolución satisfactoria de su productividad, que permanece además
relativamente baja en comparación con otros países desarrollados. Esto es así por el hecho de
que arrastran grandes factores de improductividad, además de una falta de inversión general.
En primer lugar, en parte por la cultura y horarios mediterráneos, sobre todo en España,
son frecuentes las jornadas de trabajo realmente largas, consecuencia de grandes pausas para
comer y numerosos descansos, y que pueden dar lugar a ineficacia e incluso presentismo,
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
Por todo lo expuesto anteriormente, y más allá del retorno económico concreto de unas
medidas u otras, queda claro que el bienestar del trabajador y, concretamente, una conciliación
positiva con la vida personal, se vuelven en las empresas modernas totalmente fundamentales
y prioritarios si se quiere desarrollar un negocio sostenible y humano, requisitos necesarios para
mantener una buena competitividad en el mundo global actual.
Especialmente en países en desarrollo, y en países como España, por su cultura
particular, en los que las jornadas laborales se alargan de forma excesiva y la cantidad de horas
de trabajo priman a menudo sobre los resultados, sin que esto signifique una mayor
productividad sino, más bien, un menor descanso, salud y bienestar del trabajador, se vuelve
absolutamente esencial implementar medidas de conciliación favorables al empleado.
De hecho, España es uno de los países europeos en que los trabajadores reportan
un peor balance entre el trabajo y la vida personal, existiendo a menudo en las empresas
una falta de esfuerzos por fomentar la conciliación, siendo el tiempo de trabajo poco productivo
pero, sin embargo, muy extenso, lo que hace que seamos uno de los países que menos descanso
disfruta entre jornadas, disponiendo consecuentemente de menos tiempo de sueño que la
mayoría de países europeos.
empresariales como pueden ser el fomento del ejercicio, la dieta sana o las prácticas de
relajación y desconexión regulares en el trabajo.
Todas estas medidas, además de mejorar la salud, actúan como verdaderos factores
motivacionales, ayudando a alcanzar al trabajador una satisfacción plena, que se asocia con un
rendimiento pleno y que no podría alcanzar con el simple cumplimiento de otros factores
básicos como pueden ser un sueldo apropiado o un ambiente de trabajo agradable.
De este modo, se trata de beneficios intangibles y no cuantificables objetivamente pero
que, a pesar de ello, resultan realmente valiosos, más allá de la reducción de ciertos costes y la
aparición de otros nuevos, y más allá de la existencia de rentabilidad económica en el corto
plazo, probable pero difícilmente cuantificable, por lo que no está garantizada y dependerá de
cada caso concreto.
En este contexto, el análisis realizado a partir del ‘índice de tiempo óptimo de trabajo’
propuesto resulta muy interesante, pues está demostrado que la ‘calidad’ del tiempo de trabajo
tiene un efecto muy positivo sobre el balance trabajo-vida personal y sobre el rendimiento.
Por esta razón, analizando los factores que se proponen en la tabla comparativa, se
observa que los países y empresas en los que se promueven factores como las jornadas laborales
cortas, la flexibilidad y control sobre horarios y descansos, la regularidad de horarios, el trabajo
a distancia, y una intensidad de trabajo adecuada, serán mucho más propensos a reportar niveles
altos de conciliación y equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Por el contrario, la
conciliación se complica en gran medida cuando se dan factores como jornadas de 48 horas
semanales o más, irregularidad de horarios, turnos cambiantes, o necesidad de trabajar en el
tiempo libre.
Dicho esto, y si bien los países con jornadas reducidas y más flexibles suelen reportar
altos niveles de satisfacción laboral y productividad, es importante constatar que es muy difícil
que se den todos los factores positivos al mismo tiempo, como se desprende del análisis pues,
a menudo, las jornadas cortas, que implican mayor conciliación percibida, a su vez conllevan
un menor control sobre dicha jornada y una excesiva intensidad de trabajo.
Por último, respecto al tema de la conciliación como factor clave en las empresas, cabe
resaltar, una vez más, que si bien la reducción de horas suele ser positiva, en última instancia
lo que aporta una verdadera motivación al trabajador será el control sobre su jornada y la
posibilidad de alcanzar un equilibrio entre su horario real y aquel que desea.
Por otro lado, sea cual sea el orden de variables en el proceso que une la reducción de
horas y la mayor productividad, la realidad es que ésta última ha crecido en las últimas décadas
exponencialmente, consecuencia de la globalización y las nuevas tecnologías, entre otros y que,
sin embargo, las jornadas laborales apenas se han reducido, asociándose tradicionalmente,
y erróneamente, las largas jornadas de trabajo a una alta productividad.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
No solo se ha demostrado que las jornadas demasiado largas son nocivas para el
trabajador y su rendimiento, sino que también la falta de conciliación se asocia con una peor
salud y una menor satisfacción, con consecuencias muy negativas para la empresa e incluso
para la propia familia del trabajador.
Si bien hay que tener cuidado con los nuevos avances tecnológicos, pues hacen que la
línea entre trabajo y vida personal sea cada vez más fina y, si bien la conciliación se vuelve
complicada en un mundo tan competitivo como el actual, si se ofrecen garantías a los
trabajadores y si se usan de forma inteligente las tecnologías, pueden permitir incrementar más
aún la productividad y gestionar mejor las horas de trabajo y, al mismo tiempo, permitir una
mayor flexibilidad en los tiempos y lugares de trabajo que facilite realmente la conciliación.
Además, la automatización imparable de los trabajos hace posible un menor trabajo
humano, que puede repartirse a través de la reducción de las horas de trabajo y gracias a las
tecnologías.
Junto a esto, condiciones actuales como los cambios constantes que trae la
globalización, el imparable envejecimiento de la población, la completa incorporación de las
mujeres al mercado laboral y la gran diversidad presente en las empresas, hacen totalmente
necesario humanizar la empresa y elaborar estrategias que se centren en formar y mantener
sano, motivado y productivo el talento humano, para lo que las medidas de bienestar corporativo
se vuelven esenciales y, en especial, la conciliación entre trabajo y vida personal.
Cada vez más empresas llegan a la conclusión de que la salud y el bienestar de los
trabajadores suponen un factor de motivación único y un motor de productividad
diferencial, que el sistema organizacional en su conjunto debe desarrollarse a partir y en torno
a las personas y que serán aquellas organizaciones que desarrollen el talento humano y lo
mantengan productivo las que resultarán más competitivas.
Así, queda claro, y se promueve a través de este trabajo de cara al futuro, para mejorar
la eficiencia organizacional pero también para el conjunto de trabajadores del mundo y el
correcto funcionamiento de las sociedades, que resulta esencial redefinir el bienestar del
trabajador como un elemento central de las empresas, alcanzable de forma evidente a través
de la conciliación y referente no solo a la salud física, sino a la satisfacción, el compromiso
organizacional y a la motivación, y el cual debe incorporarse directamente como una
preocupación real y palpable de los directivos en la propia cultura organizacional.
De igual manera, cada vez es más frecuente que desde instituciones y organismos
oficiales se inste a las empresas a incorporar en sus objetivos prioritarios la conciliación de sus
trabajadores y el mantenimiento de su salud y bienestar, para lo que es fundamental la inversión
de tiempo y dinero en el diseño, implantación y control de medidas y programas estratégicos.
Continuando en este línea, a través de este trabajo se busca, sin pretender extraer
conclusiones definitivas sino ejercer una función de revisión y análisis divulgativo, establecer
e impulsar un debate, en torno a la reducción de horarios laborales y, de forma general, en
torno a la necesidad urgente de priorizar el talento humano y el bienestar de los trabajadores
en las empresas a través de, en primer lugar, un equilibrio con la vida personal positivo y
real, el cual, además, resulta totalmente merecido y necesario para rendir satisfactoriamente en
el puesto de trabajo.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
6. ÍNDICE DE FIGURAS
- Figura 3: Relación índices calidad trabajo, conciliación y conflicto trabajo- familia. ___ 15
7. LISTADO DE ABREVIATURAS
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8. ANEXOS
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ANEXO VI. Modelo de cuestionario de Bienestar Laboral General de Blanch et al. (2010).
Fuente: Blanch et al. (2010).
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ANEXO IX: Efectos de los 4 tipos de conflicto trabajo- Familia sobre la salud del
trabajador, la empresa y la sociedad en general.
Fuente: Duxbury & Higgins, 2009
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
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ANEXO XII: Relación entre factores de calidad de la jornada laboral y el balance trabajo-
vida personal.
Fuente: Eurofound (2017).
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ANEXO XIX: Comparativa productividad por hora- PIB per cápita en el mundo.
Fuente: OCDE Stats (2015).
ANEXO XX: Trabajadores con jornada larga (10h o más) en el último mes.
Fuente: Eurofound (2017).
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ANEXO XXII: Trabajadores con al menos 11 horas de descanso entre jornadas siempre
o casi siempre (verde).
Fuente: Eurofound (2017).
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Análisis de los efectos sobre la productividad de las políticas de conciliación laboral Rossignoli Montero, Jesús.
ANEXO XXV: Posibilidad de ausentarse una hora del trabajo por motivos personales.
Fuente: Eurofound (2017).
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ANEXO XXXII: Trabajo en el tiempo libre y llamada a trabajar con poca antelación
según el número de horas de trabajo (UE).
Fuente: Eurofound (2017).
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