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UNA ALTERNATIVA NATURAL PARA FERTILIZAR LOS SUELOS

Los residuos orgánicos ayudan a fertilizar los suelos, así como a mejorar su falta de nutrientes (Estrada, 2019). Al proteger los
suelos, su estructura y fertilidad son renovadas en cuanto a las condiciones de pH, asegurando un buen terreno de cultivo. El
aprovechamiento de residuos orgánicos representa múltiples beneficios, entre los que se destacan los siguientes:
AMBIENTALES
• Reducen la cantidad de residuos que llegan al relleno sanitario.
• Se transforman en materia prima para la fertilización ecológica.
• Contribuyen a la recuperación de suelos degradados.
• Facilitan la transición hacia modelos de agricultura ecológica u orgánica.
• Mitigan la emisión de gases de efecto invernadero, al utilizar abonos orgánicos en reemplazo de fertilizantes sintéticos.
• Regulan el pH del suelo, y su aplicación es benéfica en la producción de cultivos.
SALUD HUMANA
• Facilitan la obtención de alimentos orgánicos, libres de contaminación por agroquímicos, fomentando la alimentación sana como
estrategia de salud preventiva.
• Permiten disponer de sustratos orgánicos para el cultivo ecológico de plantas aromáticas medicinales, las cuales se constituyen
en una alternativa natural a los productos farmacológicos.
• Previenen la aparición y transmisión de enfermedades que se generan por un manejo inadecuado de los recursos orgánicos, al
reducir la proliferación de vectores (moscas, roedores, entre otros).
Ante esta alternativa para el cuidado del ambiente, surgen los abonos orgánicos, que, al ser aplicados al suelo, activan
principalmente los procesos microbiales, fomentando simultáneamente su estructura, aireación y capacidad de retención de
humedad, y aportando pequeñas cantidades de nutrientes. Esto incluye subproductos animales, estiércoles, residuos vegetales y
lombricompuestos (ICA, 1995).
Los abonos orgánicos son de gran importancia en la agricultura porque elevan el potencial productivo del suelo, actuando como
potenciadores de sus características físicas, químicas y biológicas. Además, son fuente de varios nutrientes esenciales para las
plantas, elevando el potencial de fertilidad del suelo.
Los abonos orgánicos también incrementan el desarrollo radicular de las plantas, mejorando el sostenimiento de las mismas,
promoviendo la sanidad del cultivo y aportando hormonas que influyen positivamente en los mecanismos fisiológicos de las especies
vegetales.
El suelo es el ecosistema más biodiverso del mundo. En él habita un gran número de grupos de macro y microrganismos
que lo hacen apto para dar a las plantas los nutrientes necesarios. La fertilidad natural de un suelo depende, sobre todo, de su
capacidad de retener los elementos nutritivos durante cierto tiempo, para ponerlos a disposición de las plantas conforme sus
necesidades nutritivas y, de esta forma, disminuir las pérdidas por erosión (Fuentes, 2002). A través del aprovechamiento de los
residuos orgánicos, se pueden obtener abonos que resultan de gran beneficio para devolverle la fertilidad al suelo.
TECNOLOGÍA PARA PRODUCCIÓN DE ABONOS ORGÁNICOS
Entre las tecnologías para la producción de abonos orgánicos destacan las siguientes:
Compostaje. Proceso aerobio de degradación de materia orgánica, con aumento de temperatura de forma controlada. Se realiza
por acción de microrganismos en presencia de aire para generar el abono orgánico llamado compost. Dinámica del proceso de
degradación en compostaje.
Objetivos del compost
• Destruir los microrganismos que causan enfermedades a plantas, animales y humanos.
• Estabilizar residuos orgánicos en materia orgánica para los suelos.
• Aumentar el contenido de nutrientes para ser aprovechados por las plantas.
• Transformar los residuos orgánicos en un producto estable y maduro para la agricultura.
Beneficios del compost
El compost ayuda a mejorar las propiedades del suelo:
físicas (agregación, porosidad, retención de humedad), químicas (pH, materia orgánica, nutrientes) y biológicas
(microrganismos, fauna).
• Un mayor contenido de materia orgánica facilita la retención de nutrientes, reduce la lixiviación o pérdida de estos por acción de
la lluvia e incrementa la absorción de minerales de uso agrícola, reduciendo la contaminación del agua.
• Un mayor contenido de materia orgánica mejora la estructura del suelo y la formación de agregados, que incrementa la aireación
y la capacidad de retención de humedad, y, con ello, la eficiencia en el uso del recurso hídrico.
• Aporta microrganismos benéficos para las plantas como promotor de crecimiento vegetal y fijador de nitrógeno.
• La materia orgánica como enmienda contribuye a que algunos nutrientes que se encuentran retenidos en el suelo estén disponibles
para las plantas.
• Aporta macro y micronutrientes mediante procesos de liberación lenta, que permiten que estos estén disponibles a -mediano y
largo plazo.
CyT Prof. Ingrid Fabiola Mena Ipanaqué
EL COMPOSTAJE

Es un proceso biológico que ocurre en condiciones aeróbicas (presencia de oxígeno). Con la adecuada humedad y temperatura, se
asegura una transformación higiénica de los restos orgánicos en un material homogéneo y asimilable por las plantas.
Es posible interpretar el compostaje como el sumatorio de procesos metabólicos complejos realizados por diferentes microrganismos
(bacterias, hongos, etc.) que, en presencia de oxígeno, aprovechan el nitrógeno (N) y el carbono (C) para producir su propia
biomasa. En este proceso, adicionalmente, los microrganismos generan calor y un sustrato sólido, con menos C y N pero más
estable, que es llamado compost.
Al descomponer el C, el N y toda la materia orgánica inicial, los microrganismos desprenden calor medible a través de las variaciones
de temperatura a lo largo del tiempo.

MATERIAL COMPOSTABLE
• Los materiales que podemos compostar son los residuos de origen orgánico. Principalmente se agrupan en residuos producidos
en la cocina, y los producidos en el jardín y huerta. En general, comparten las siguientes características:

Como consecuencia de las actividades cotidianas del hogar, producimos gran variedad de residuos orgánicos, aunque no todos son
apropiados para elaborar compost. A continuación, detallamos las propiedades de cada residuo y su efecto en el compostaje.
La gran mayoría de los materiales orgánicos son compostables, pero debemos tener en cuenta que los materiales ricos en nitrógeno
aceleran el proceso de descomposición, pero aportan poco humus. Por su parte, los materiales ricos en carbono ralentizan la
descomposición, pero a cambio se obtiene abundante humus.
En la siguiente lista te presentamos una extensa relación de materiales que se pueden compostar y te mostramos los
que son ricos en carbono y nitrógeno.

No se deben incluir materiales inertes, tóxicos o nocivos, tales como los siguientes:
• Residuos químicos-sintéticos, pegamentos, solventes, gasolina, petróleo, aceite de vehículos, pinturas
• Materiales no degradables (vidrio, metal, plástico).
• Aglomerados o contrachapados de madera (ni sus virutas o serrín)
• Tabaco, ya que contiene un biocida potente como la nicotina y diversos tóxicos
• Detergentes, productos clorados, antibióticos, residuos de medicamentos
• Animales muertos (estos deben ser incinerados en condiciones especiales, o pueden ser compostados en pilas especiales).
• Restos de alimentos cocinados, carne.

CyT Prof. Ingrid Fabiola Mena Ipanaqué


PARÁMETROS A TENER EN CUENTA EN EL PROCESO DE COMPOSTAJE
La existencia de poblaciones de microrganismos en el proceso de compostaje y la velocidad de transformación de los residuos
orgánicos, así como el normal desarrollo de las etapas del proceso anteriormente descritas, requieren garantizar las condiciones
necesarias y el control de los siguientes parámetros:
Temperatura. Es un parámetro dinámico durante el proceso de compostaje. Este proceso presenta diferentes rangos de
temperatura en sus fases de degradación.
• El aumento de la temperatura garantiza la calidad microbiológica y sanidad del compost.
• El calor generado en el proceso de compostaje es derivado de la respiración de los microrganismos, no de la temperatura
ambiente.
• Con el ascenso de la temperatura se eliminan microrganismos patógenos y se inactivan las semillas presentes en los residuos.
• A mayor temperatura, la velocidad de descomposición es mayor, ya que los materiales más duros provenientes de restos
vegetales se degradan a altas temperaturas.
• La temperatura no debe subir más de 70 °C, ya que, cuando sube demasiado, se mineraliza la materia orgánica y se pierden
nutrientes.
La medición de la temperatura se puede realizar con sensores especializados. En el caso de no tener esos instrumentos,
se puede optar por una varilla metálica; esta se introduce en la pila de compost: si el calor que se percibe es tolerable, posiblemente
esté en la fase mesofílica; si el calor que se percibe es intolerable, puede que la pila se encuentre en la fase termofílica.
Humedad: El agua es requerida para las funciones metabólicas de los microrganismos, que son los que realizan los procesos de
degradación de los residuos orgánicos. La humedad óptima para una máxima eficiencia en el proceso de degradación está entre el
45-60 %. El calor generado en el proceso de descomposición disminuye la humedad. La humedad es adecuada si es posible formar
una pelota del material sin que se fragmente o desmorone. Si la mezcla está muy húmeda, se debe agregar un poco de material
seco (aserrín, hojarasca), y si, por el contrario, la mezcla está seca, se puede agregar un poco de agua o residuos crudos de cocina
hasta lograr la humedad recomendada.
En el mercado existen diferentes sensores para controlar este parámetro, como los higrómetros, sensores de humedad en suelos,
etc.; sin embargo, la prueba de puño es una prueba válida para verificar cualitativamente la humedad.
Prueba de puño: Se toma material de la mezcla en la mano y se oprime: el estado ideal es que se genere una especie de agregado,
el cual no debe escurrir más de una o dos gotas.
Si el material está muy seco, se desmorona en las manos y no se forma ningún agregado, quiere decir que le falta humedad. En
cambio, si está muy húmedo, escurrirá más de tres gotas y habrá que adicionarle material seco.

Aireación: Es uno de los parámetros más importantes dado que, como hemos mencionado anteriormente, el compostaje
es un proceso aeróbico (presencia de aire), necesario para los procesos metabólicos de los microrganismos. El suministro
continuo y homogéneo de oxígeno a través de la mezcla de residuos asegura la actividad de los microrganismos y, por
tanto, un buen proceso de degradación.
Un déficit de oxígeno puede acarrear problemas de putrefacción, se detiene el proceso de degradación y se obtiene un producto de
menor calidad. En pilas siempre debe existir como mínimo entre 5 y 10 % de concentración de oxígeno. El volteo depende del
contenido de humedad de la mezcla; si la mezcla está muy húmeda, se debe aumentar la frecuencia de volteo. El volteo también
se realiza para bajar la temperatura y evitar pérdidas de nitrógeno. A medida que aumenta la temperatura de la pila, aumenta el
consumo de oxígeno.

Relación carbono-nitrógeno: Es la relación que se presenta entre el carbono y el nitrógeno en los residuos orgánicos.
Todos los residuos tienen relaciones distintas; por eso es importante mezclar diversos materiales para llegar a la relación adecuada.
La relación con la que se han encontrado mejores resultados en el proceso de degradación de residuos orgánicos es de 30/1 (30
carbonos por cada nitrógeno) en la mezcla final. Cuando se mezclan materiales diversos, puede
que la relación no dé exactamente ese valor, pero sus valores deben estar en rangos cercanos. Esta relación es importante, ya que
ayuda a descomponer más rápidamente los residuos, evita que se produzcan olores desagradables y ayuda a que la calidad del
producto final aumente.
Importancia del carbono: Es la fuente de energía para los microrganismos. El carbono se puede encontrar en residuos con altos
contenidos de carbohidratos. Generalmente se asocian a materiales de color café o amarillo, como el aserrín,
hojarasca, cascarilla de arroz, paja, papel, etc.
Importancia del nitrógeno: Es el componente de las proteínas. Está relacionado con la reproducción de los microrganismos en el
compostaje. A mayor cantidad de microrganismos, más rápido será el proceso de degradación.

CyT Prof. Ingrid Fabiola Mena Ipanaqué


PRODUCTOS RELACIONADOS CON EL COMPOST

VERMICOMPOST
Es el proceso de compostar utilizando lombrices y microrganismos. Es un proceso eólico que termina en la estabilización
de la materia orgánica. Al igual que el compost maduro, el producto final es materia orgánica, pero son las lombrices las
que realizan el proceso con ayuda de los microrganismos (Lazcano, 2008).
Para la obtención de vermicompost, la especie de lombriz que comercialmente se emplea más es la Eisenia foetida,
conocida comúnmente como la lombriz roja californiana, a pesar de ser originaria de Europa. Recibe el nombre de foetida
por el olor de los exudados que produce, los cuales presumiblemente son una adaptación antipredadora.
Esta especie de lombriz es muy hábil en su alimentación, de forma que cada 24 horas consume alimento correspondiente
a su propio peso. La lombriz obtiene su alimento a partir de materiales orgánicos vegetales, animales o mixtos, frescos
o en diferentes estados de descomposición para producir más biomasa de lombriz (crecimiento y nuevas lombrices) y
estiércol.
MATERIAL DE VERMICOMPOSTERA
Las lombrices son animales capaces de procesar una amplia variedad de residuos orgánicos domésticos; sin embargo,
para optimizar el proceso y evitar problemas de malos olores y presencia de insectos no deseados, se alimentan
básicamente de restos vegetales de cocina no preparados. Para obtener un buen vermicompost se debe utilizar lo
siguiente:

EL PROCESO DE VERMICOMPOSTAJE
• Humedad. Debe ser mayor que en el compostaje, entre 70 y 80 %. Este es el parámetro más importante para ser
medido diariamente. Para el monitoreo, se puede usar un sensor de humedad digital o medición de forma artesanal
(prueba de puño). Asimismo, se debe regar con agua de lluvia o reposada, ya que el agua potable puede afectar a las
poblaciones de microrganismos por los altos contenidos de cloro.
• Ph. Este parámetro se puede medir mediante un pHmetro digital o con cintas de papel indicador. El pH en lombricultura
es importante, ya que el pH ácido puede afectar a las lombrices y traer vectores (roedores). Es importante el
precompostaje porque es un proceso previo de degradación de los residuos antes de suministrárselos a las lombrices,
pues muchos residuos tienen altos contenidos de ácidos orgánicos y otras sustancias que pueden llegar a ser
perjudiciales. Se recomienda realizar esta práctica para homogenizar la mezcla y alcanzar los valores de pH adecuados.

CyT Prof. Ingrid Fabiola Mena Ipanaqué

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